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Rodríguez, Diego “Silverio Chico”

halagüeños si nos remitimos al hecho de que no volviera a pisar su ruedo. Quizás por ello, siguiendo el ejemplo de su hermano marchó a Méjico donde si alcanzó crédito en la profesión, logrando doctorarse en la plaza de Méjico el 1 de febrero de 1903 al cederle un toro de Santín Manuel Molina “Algabeño Chico” en presencia de Rafael Gómez “El Gallo”. Regresó sin embargo a España en 1912 y reapareció ante la afición española en la plaza de Carabanchel (Madrid), con novillos--toros de Victoriano Cortés, de Guadalix de la Sierra. En tal ocasión ejecutó el salto de la garrocha y puso banderillas con las muñecas atadas con un pañuelo, pero pese a tanto derroche de valor su forma de interpretar el toreo no interesó y su nombre fue olvidándose poco a poco en España. Regresó de nuevo a Méjico donde tenía mejor futuro y continuó toreando allá y en otras repúblicas hispanas, hasta que toreando en Panamá el 5 de diciembre de 1916, un toro cunero de la “Hacienda de Pontón” le infirió una gravísima cornada de la que falleció.

rOdríguEZ, Diego

“SILVERIO CHICO”

Diestro nacido en Sevilla en 1869 y fallecido en San Luis de Potosí (Méjico), el 14 de noviembre de 1949, donde había fijado su residencia. Aficionado desde su más tierna infancia al toreo –su hermano también fue banderillero– tuvo un ascenso muy rápido en la profesión y con veinte años ya figuraba como matador en plazas andaluzas, una de ellas en la de Alcalá de Guadaira que entonces se llamaba Alcalá de los Panaderos. Buscando mejor fortuna viajó a América, fijando su residencia en 1894 en Méjico donde toreó en todos sus estados con mucha aceptación. Prueba de ello fue que el mismísimo Ponciano Díaz le concedió la alternativa en la plaza de Bucarelli (Méjico), el 13 de octubre de 1895 al cederle un toro de “El Cazadero” en presencia de Manuel Calleja “Colorín”, que dio fe del acto como testigo. Tuvo una larga vida profesional y al parecer, aunque sus méritos no pasaron de regulares, los públicos mejicanos siempre le demostraron respeto como lo demuestra el hecho de que aún toreaba en 1915.

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