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Ruiz Boaos, José “El Calatraveño”

toro “Aguardentero”, de la ganadería portuguesa de Palha. Ese mismo año había toreado con Rodolfo Gaona en Méjico, mano a mano, la tarde de su despedida, día 12 de abril. La temporada de 1926 fue claramente la de su declive profesional, pues tan solo toreo 6 corridas de toros sin estar bien en ninguna, y lo que fue peor, es que igual suerte corrió en Lima donde estuvo haciendo la temporada en el invierno 1926-1927. Sin duda laguna esto fue lo que lo llevó en 1927 a renunciar a la alternativa de matador de toros y continuar toreando novilladas, con mucho éxito en América, en plazas de Colombia, Panamá, Guatemala, y otras, no regresando a España hasta la temporada de 1929, en la que toreó 10 festejos. En 1930 toreó 12 novilladas, de ellas, 4 en Casablanca (Marruecos), y decidió retirarse ese mismo año definitivamente de los ruedos, aunque continuó ligado al mundillo de los toros como representante y asesor taurino. En 1935 fijó su residencia en Roma prestando sus servicios en dicha ciudad hasta su jubilación, en la Chancillería de la Embajada Española. A lo largo de los años que estuvo en activo sufrió dieciséis cornadas. De ellas, tres fueron tan graves que hubieron de administrarle los últimos Sacramentos. La primera de estas fue en Ocaña, el día de la inauguración de la plaza, con Enrique Cano “Gavira”, mano a mano. Parece ser que los toros estaban “tocados”, y el de la cogida de Rodalito tuvo que ser muerto a tiros por la Guardia Civil. Resultó con la femoral y la safena rotas. Las otras dos fue en plazas americanas, en Orizaba (México), y Oruro (Bolivia), dándose el caso, de que estando en la enfermería de esta plaza le robaron las alhajas y el dinero que tenía. Él antiguo matador de toros Ángel Carmona “Camisero” escribió de él en su libro ¡Así los vi yo! el siguiente juicio crítico: “Daba la impresión Rodalito de buen artista con capote y muleta, no exento de elegancia; banderilleaba superiormente con las cortas y mataba con habilidad”. Falleció en Roma, el 14 de junio de 1979, a la edad de ochenta y cinco años.

ruiZ bOaO, José

“EL CALATRAVEÑO”

Matador de toros y posteriormente banderillero nacido en Bolaños de Calatrava (Ciudad Real), el 5 de noviembre de 1943, en el seno de una familia humilde, sin más antecedentes taurinos que los de estar sus progenitores trabajando en la finca “Pinos Bajos”, que Víctor y Marín tenían en Fernán Caballero (Ciudad Real), donde toreó por primera vez en 1961. “Al

estar mi padre con lo de Marín, ellos me ayudaron. En un principio no tuve que andar por tantos pueblos ni fui un torero de muchas capeas. Con todo ello, entonces era mucho más duro que ahora para los chavales que queríamos ser toreros”. La primera vez que toreó en público fue en su pueblo el 15 de septiembre de 1965 Obtuvo un éxito clamoroso al cortar cuatro orejas y un rabo. “Aquello fue muy grande, y recuerdo la gran ilusión que tenía por vestirme de luces, aunque no tenía ni vestido ni nada, solo ilusión”. Aquel éxito animó a varios importantes aficionados y periodistas de la provincia a echarle una mano, y en las becerradas nocturnas de 1965, “Calatraveño” se ganó a sus paisanos compartiendo carteles con El Platanito, Pepín Perea, Paco de Ronda, Chaleque, El Jeringuero, etc. Como dato anecdótico, diremos que el apodo adoptado – “Calatraveño”– por el joven José Ruiz fue recomendación del ganadero Rafael Marín. Con un valor temerario y unas ganas tremendas de ser torero, llegó a torear más de doscientas becerradas, pasando a torear con picadores con áurea de valiente y torero cumplidor. “Siempre dijeron de mí que era un novillero honrado y valiente. E incluso se comentaba que muchos toreros no querían torear conmigo porque me arrimaba demasiado”. En 1966 debutó con picadores en Torralba de Calatrava (Ciudad Real), el 16 de septiembre, alternando con Pedrín Benjumea y Rafaelín Valencia, en la lidia de novillos de Carrascosa. Ese año fue también el de su bautismo de sangre en Valdepeñas. En 1967 toreó 24 novilladas y en 1968 se presentó en la plaza de Las Ventas, el domingo, 31 de marzo, alternando en la lidia de novillos de García Romero Hnos. con Juan Asenjo “Calero” y Antonio Briceño, que también debutaba esa tarde en Madrid. Curiosamente, esta corrida fue la primera que toreaba en la presente temporada, lo que no dejó de ser un riesgo, presentarse en una plaza de la categoría del coso monumental madrileño donde la responsabilidad es mayor que en cualquier otra plaza, no ya por las exigencias del público, muy entendido por cierto, sino porque esa plaza puede catapultar a un diestro ó truncar definitivamente su trayectoria. A continuación, toreó 12 novilladas más, varias de ellas en Madrid, como la del domingo, 9 de junio, con José Luis de la Casa y Carlos Beca Belmonte, que debutaba ante aquella afición, con novillos de Maria Cruz Gomendio. Cortó una oreja El Calatraveño y repitió en la misma plaza el sábado 29 con novillos de Manuel García Aleas y Chanito y Teodoro Librero “El Bormujano”, que se presentó aquella tarde en Las Ventas, como compañeros de cartel. La última novillada de la temporada fue la del 10 de agosto en Manzanares. Una semana después, el día 17, recibió la alternativa en Ciudad Real, con lleno de “No hay Billetes”,

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alternando con Diego Puerta y Santiago Martín “El Viti”, que actuaron de padrino y testigo respectivamente. El toro de la ceremonia se llamaba “Poliverde”, negro listón, número 55, que pesó 490 kilos, de la ganadería de Samuel Flores. El Calatraveño le cortó las dos orejas y el rabo y las dos orejas al que cerró plaza, saliendo a hombros de los capitalistas. “Voy a tomar la alternativa y no tenía vestido, pero una marca de cervezas va y me lo regala. Además, la gente de mi pueblo me regaló el capote de paseo, las medias...Aquel día todo fue de estreno. Hicieron una colecta entre los vecinos. Cuando me vi de estreno no me lo creía, no podía dejar de pensar que había sido un trabajador del campo, hijo de una familia tan humilde...y yo junto a grandes figuras del toreo”. Toreó la última corrida de la temporada en Barcelona, celebrada el día 29 de septiembre, sumando con ésta 10 corridas, idéntico balance que conseguiría en la siguiente temporada. En 1970 actuó en una más, 11 corridas. Confirmó su doctorado el 22 de agosto de 1971 con toros de Guardiola Soto de manos de Pedrín Benjumea, que tuvo la mala fortuna de resultar herido grave por su primer toro, segundo de la corrida, por lo que ésta quedó convertida en un mano a mano entre el confirmante y el testigo, Antonio Millán “Carnicerito de Úbeda”. El Calatraveño consiguió un apéndice auricular de cada uno de sus toros, obteniendo un clamoroso éxito que tuvo resonancia a nivel nacional. Este éxito le sirvió para que lo contratasen para las dos corridas siguientes y para que los empresarios contaran a partir de entonces con él. La primera de ellas fue el domingo siguiente, 29 de agosto, con Emilio Oliva y Enrique Trujillo frente a toros de Luis Jorge Ortigao Costa (6), y uno de Lisardo Sánchez que se lidió en 7º lugar para el rejoneador Joaquín Moreno Silva. Cortó una oreja a su segundo toro y fue ovacionado en el primero, y volvió a hacer el paseíllo en la plaza de Las Ventas el inmediato domingo, 5 de septiembre, con José Rivera “Riverita” y Carnicerito de Úbeda, que salió a hombros de la plaza al cortar una oreja a cada uno de sus toros. El Calatraveño no tuvo suerte y se silenció su labor en el primero y se le aplaudió en el quinto. Los toros fueron de José María Moreno Yagüe (5), uno del Marqués de Villagodio (6º), y uno de Infante da Cámara (7º) para el rejoneador Cándido López Chávez, que cortó una oreja. Al finalizar la temporada se notó el éxito de Madrid. Había sumado 30 corridas y había salido dos veces a hombros de la plaza de Las Ventas. En contrapartida, sufrió una cornada gravísima en Sevilla por un toro de Pepe Luís Vázquez el 12 de octubre. En 1972 su contratación subió a 34 corridas y debutó en la plaza francesa de Dax, el 11 de mayo, de rosa y oro, con toros de Juan Gurdiola Soto, acompañado en el

cartel por Gregorio Lalanda y Francisco Ruiz Miguel; no tuvo suerte en su presentación y fue abroncado en su primero y pudo dar una vuelta al ruedo en el segundo de su lote. Aumentó su contratación a 36 corridas en 1973, pero a partir de esa temporada se empezó a notar su declive de forma vertiginosa, ya que durante la temporada de 1974 solamente logró contratar 20 festejos, uno de ellos, en Las Ventas, el 12 de mayo, en la primera corrida de la Feria de San Isidro, en la que alternaba con el portugués José Falcón y Luis Algarra “El Estudiante”, que confirmaba la alternativa. Se corrieron toros de Victorino Martín y dos de Francisco Galache (7º y 8º) para el rejoneador Álvaro Domecq. La corrida quedó en un mano a mano por la cogida gravísima que sufrió El Calatraveño por su primer toro, no pudiendo matar ninguno de los de su lote. Ese toro de Victoriano Martín le cortó de cuajo su carrera ascendente. En 1975 toreó en 17 ocasiones, 13 en 1976, 12 en 1977, 7 en 1978, 3 en 1979, 5 en 1980 y 4 corridas en cada una de las dos temporadas siguientes. En la última de estas corridas, celebrada en Ciudad Real el día 9 de octubre de 1982, tomó la determinación de retirarse de los ruedos como matador de toros, lidiando en tal ocasión astados de la ganadería de Frías Hermanos, concediéndole la alternativa a José Valencia en presencia de El Niño de Aranjuez. También actuó el rejoneador Manuel Carmona. El Calatraveño cortó una oreja a cada uno de sus toros. El último de su carrera fue “Refugiado”, de la mencionada ganadería. En la siguiente temporada se hizo banderillero y como tal cumplió con dignidad su cometido, hasta el día 30 de marzo de 1986, que reapareció como matador en la plaza de Ciudad Real. Alternó con Paco Alcalde y Pepe Luis Vargas. Los toros pertenecían a la ganadería de Lorenzo y Alejandro Martín, y consiguió una oreja del toro que se lidió en 4º lugar, es decir, a su segundo toro. Sumó 4 corridas en la temporada y no debió ver muy despejado su porvenir porque en la siguiente temporada (1987) ya era nuevamente banderillero, última temporada de su carrera en los ruedos por una grave lesión de rodilla sufrida en la plaza de Brazatortas en la cuadrilla de Víctor Puerto. “Cuando reaparecí de matador todo estaba muy difícil. Tuve un accidente toreando con Víctor Puerto de banderillero. Tenía los meniscos rotos, se me fue la pierna y la rodilla se acabó de fastidiar y me quedé incapacitado. De seguir lo hubiese echado a perder. Los médicos eran los primeros que me insistieron para que lo dejase. Vi que aquello se había acabado y que por mi parte estaba todo dado”. Impedido para la profesión, fue profesor de la escuela Taurina de Ciudad Real durante catorce meses, hasta que le llegó la jubilación forzosa por la edad. El Calatraveño fue el padrino de

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