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Fecha: 24/03/2014 Sección: ESPECIAL Páginas: 6-7
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Crece el riesgo de exclusión social de las personas con discapacidad Sus representantes alertan del riesgo de un retroceso en el camino hacia la inclusión y reclaman oportunidades para convertirse en sujetos activos de la sociedad, con las mismas oportunidades
Edeka, la coordinadora vasca de representantes de personas con discapacidad, presentó hace un año el ‘Libro Blanco sobre la Discapacidad en Euskadi’, en el que se planteaba un diagnóstico de los ámbitos fundamentales de cualquier persona como pueden ser el empleo, la educación, la salud, los servicios sociales o la cultura, proponiendo líneas de actuación y retos. Se trataba de mostrar a la sociedad la realidad que viven 169.400 personas, el 7,85% de la población vasca, que reclama una efectiva inclusión social. Porque, pese a los avances conseguidos «las personas con discapacidad en Euskadi no disponen de las condiciones y apoyos adecuados y suficientes para su efectiva igualdad de oportunidades y participación en la comunidad», señala el documento.
«No vivimos igual, vivimos en paralelo», explica Juan Carlos Sola, presidente de Edeka. Para hacerlo en igualdad de condiciones «debemos superar el modelo de rehabilitación y pasar a un modelo de inclusión, participativo, que nos integre realmente en la sociedad», explica. La desigualdad también tiene su origen en la territorialidad. «Es una cuestión política pero los apoyos sociales no pueden ser diferentes porque cambies de municipio o de provincia, no tiene sentido. Las personas son iguales en todos los lados y hablamos de personas con más o menos necesidades de apoyo social», critica Sola. Poco ha cambiado la foto en estos doce meses y si lo ha hecho «ha sido para peor», valora este portavoz. La crisis no ha hecho más que frenar «un Estado de Bienestar que no estaba consolidado para nadie y en el que las personas con discapacidad ya estába-
mos en clara desventaja». Por ello, Sola advierte de un «un tránsito imparable» hacia la exclusión social de este colectivo «si la sociedad no lo remedia». El presidente de Edeka se teme que la recesión económica conlleve un replanteamiento de la asistencia social cuando, recuerda, «es necesario entender que los apoyos sociales son lo más rentable que tenemos, es una inversión y no sólo para nosotros, cualquiera puede ser usuario de ellos en algún momento», advierte.
Inclusión por el empleo Los datos referidos al trabajo son contundentes: el 60% de las personas con discapacidad en Euskadi no busca empleo, el 30% está en el paro y quienes están en activo se emplean, mayoritariamente, en centros especiales. En resumen, el 80% del colectivo está fuera del mercado laboral. El objetivo de la inclusión a tra- :: La mayor parte de las personas con algun tipo de discapacidad trabaja en centros espe
Estancias temporales en residencias El director de Sanitas Residencial Loramendi, Javier Miranda, asegura que «durante estas estancias, los mayores pueden acceder a unos cuidados personalizados que les hacen sentir como en su propia casa»
Que la sociedad ha cambiado es una realidad que hay que asumir. El actual ritmo de vida rápido y vertiginoso merma en ocasiones la calidad de vida de las familias. Este nuevo escenario puede llegar a provocar roces entre los miembros de la unidad familiar y que, por lo tanto, sea necesario darse un tiempo y cambiar de aires. Concretamente, los padres y abuelos son las personas que más sufren los deterioros de la calidad de vida promovidos por problemas de convivencia, falta de intimidad y espacio, o por el simple hecho de no querer estar o sentirse solos en sus domicilios. Para evitar que esto ocurra, los expertos aconsejan a los mayores cambiar su rutina diaria y establecer estancias temporales en centros residenciales. El propio director de Sanitas Residencial Loramendi, Javier Miranda, in-
cide en que «durante estas estancias, los mayores pueden acceder a unos cuidados personalizados que les hacen sentir como si estuvieran en su propia casa pero sin las preocupaciones propias del día a día como hacer la compra, la comida o limpiar la casa».
Lazos sociales «Una de las principales ventajas de este tipo de estancias es que los mayores consiguen fortalecer los lazos sociales y crear amistades en los centros», añade Miranda. El simple hecho de que la persona se encuentre acompañada evita el posible riesgo de aislamiento social y potencia una actitud más positiva en la persona. Además, en sus instalaciones, se ofrece un amplio programa de actividades y terapias diseñado especialmente para el disfrute de los mayores consiguiendo su bienestar físico y emocional. Los problemas médicos también pueden ser un aliciente a la
hora de que los mayores apuesten por las estancias temporales. Recuperarse de caídas, de postoperatorios y de malestares físico-emocional son algunas de las razones por las que los mayores deciden ingresar en un centro residencial por un tiempo determinado. «Los procesos de recuperación física y psicológica en personas mayores suelen ser largos y delicados, por eso, el hecho de tener todo lo necesario para la realización de curas, revisiones, rehabilitaciones o tratamientos sin salir del centro, suele ser una gran ayuda para acelerar su recuperación», dice Miranda.
Terapias neurológicas Además, en el caso concreto de personas con problemas o patologías neurológicas como demencia, discapacidad, traumatismos craneoencefálicos, alteraciones psiquiátricas, dolor agudo o crónico, parálisis cerebral, etc. Sanitas Residencial Loramendi
:: En estos centros, los mayores se recuperan antes de sus dolencias.
pone a disposición de los mayores novedosos servicios para desarrollar terapias estimulantes y controladas con el objetivo de conseguir una integración de los sentidos y la comunicación de aquellas personas con limitaciones. Otro aspecto ligado al cuidado de las personas mayores, y no menos importante, es el descanso para el familiar-cuidador. Esta
actividad requiere de un esfuerzo de gran intensidad y en muchas ocasiones provoca estrés. Las estancias cortas permiten al familiar-cuidador recuperar energías y seguir al lado de su ser querido, pero dedicando tiempos de mayor calidad y dejando a los profesionales los aspectos más técnicos y tediosos que se producen durante el cuidado de las personas mayores.
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«Los apoyos sociales no pueden ser distintos en cada municipio»
Fecha: 24/03/2014 Sección: ESPECIAL Páginas: 6-7
Los recursos se deben optimizar tras consultar a la sociedad
vés del empleo forma parte de un modelo sostenible. «En Euskadi hay 169.400 personas que tienen algo que aportar a la sociedad, que pueden trabajar, que necesitan una oportunidad para ser activas», que pueden dejar de ser demandantes para pasar a ser contribuyentes del sistema. Una inclusión de la que también se beneficia el entorno porque genera «una sociedad más cohesionada», recuerda Juan Carlos Sola. «El problema es que no son atractivos para las empresas», se lamenta, porque «no ven su capacidad, sólo su discapacidad». Apela a la Responsabilidad Social de las empresas y a la labor de la Administración, que «debe empoderar a la sociedad».
eciales.
Optimizar los recursos Juan Carlos Sola advierte que el hecho de que no se reduzcan los presupuestos destinados al apoyo social no significa que se mantengan en las mismas condiciones, porque «las necesidades se han multiplicado». En su opinión, más que en el recorte, la solución está en la «optimización de recursos» y en dejar que la socie-
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Datos y retos de la discapacidad en Euskadi Educación El dato: El 40,6% de las personas con discapacidad han alcanzado estudios primarios. Sólo el 7,9% de las mujeres y el 12% de los hombres han terminado estudios de grado superior. El reto: Conseguir la efectiva inclusión en la práctica educativa desde un enfoque centrado en la persona.
Empleo El dato: El 59% de estas personas están inactivas
Servicios sociales y nivel de vida adecuado El dato: El 49% de las personas con discapacidad requieren del apoyo familiar (padres, madres, hermanos) para realizar las actividades diarias. El reto: Generar un sistema de apoyos personalizables, adecuado a las necesidades y capacidades de cada persona y familia.
Ocio, cultura y deporte El dato: El 49% no hace deporte nunca, en un tercio de los casos por falta de adaptación a sus necesidades.
El reto: conseguir un gran pacto y compromiso con todos los agentes por un plan de empleo para las personas con discapacidad que apueste de manera efectiva por la integración en el empleo ordinario.
El reto: Desarrollar una política integral y diversificada de cultura y deporte para las personas con discapacidad.
Salud El dato: Las personas encuestadas destacan el desconocimiento de los equipos de profesionales del ámbito sanitario sobre la diversidad de la discapacidad
Accesibilidad (transporte y espacios públicos) El dato: Más del 42% de las personas con discapacidad en Euskadi tiene alguna dificultad cuando se desplaza por la calle.
El reto: Diseñar un sistema sanitario capaz de responder y abordar situaciones crónicas y de multiproblemática, al servicio de las necesidades de las personas.
El reto: Superar los déficits de accesibilidad universal en todos los ámbitos: existe normativa, pero no se cumple.
dad «decida en qué hay que hacer los mayores esfuerzos». En este mismo sentido, apuestan por un cambio de políticas que miren más hacia la prevención de situaciones de discapacidad o dependencia o del agravamiento de éstas.
Sola apela a la memoria colectiva para recordar lo que nos ha traído hasta aquí. Si perdemos lo conseguido «tendremos que volver a empezar, porque el mercado actual no es solidario con la exclusión». Fijándose en el entorno del País Vasco se muestra «po-
sitivo» porque considera que «la sociedad vasca sí quiere invertir en el Estado de Bienestar y le importan todas las personas». No lo ve igual a nivel estatal y se apoya en un dato demoledor: «en los presupuestos generales de 2014 el recorte social ha sido del 46,7%».