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Por: FM Faiber Lotero

DEPORTE Y POLÍTICA Por: Baltazar Medina Presidente Comité Olímpico Colombiano

Baltazar Medina, presidente COC, foto COC

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Hablar de deporte y política, para referirnos a una relación que ha existido desde hace \DEDVWDQWHWLHPSRFRQVXəcientes hechos y evidencias SDUD GHPRVWUDU VXV EHQHəcios y, por qué no, sus riesgos, no tendría por qué generar prevenciones, ni mucho menos falsas posturas de apoliticidad del deporte, para mostrar lo que realmente no somos, pues los hechos demuestran hasta la saciedad que el deporte necesita de la política, razón por lo cual más bien deberíaPRV SHQVDU HQ əMDU SRVLFLRnes claras y decididas frente a F¶PRPDQHMDUXQDVUHODFLRQHV políticas provechosas para el deporte, sin exponer su función social ni pervertir sus valores y principios. El manto de hipocresía o de vergüenza social, que algunos tratan de tender sobre la relación deporte-política nos ha llevado a tener que confrontar sectores que opinan TXHRMDO¤HOGHSRUWHHVWXYLHUDELHQOHMRVGHODSRO°WLFD\\R preguntaría a quienes así piensan: ¿cuáles han sido los EHQHəFLRV TXH KD REWHQLGR el deporte, derivados de esta forma de pensar? Respecto a la relación entre el deporte y la política, en las recomendaciones del último Congreso Olímpico, se advierte que “el deporte tiene que ser políticamente neutral, pero el deporte no puede ser apolítico, ya que QR HV DXWRVXəFLHQWH /D autonomía del deporte, por lo tanto, es limitada, pues requiere de socios (políticos, medios de comunicación, empresa privada, gobierno) para poder cum

SOLUVXVREMHWLYRVȬ Si nos reconocemos como un sector dependiente de las decisiones que otros toman, con plena conciencia de que dichas decisiones se toman es instancias políticas y quisiéramos tener algún poder de incidencia, en procura de que dichas decisiones favorezcan los intereses del deporte, tenemos que buscar la forma de llegar a esas instancias y hacer uso de nuestro poder de argumentación a favor del deporte, para lograr lo que el sector requiere, para su pleno desarrollo en función de las necesidades insatisfechas de la comunidad en materia

de deporte, recreación, acti- vidad física y aprovechamien- to del tiempo libre.

¿Cuál debe ser entonces la relación ideal entre deporte y política? Más que ideal diga- mos que lo más conveniente es que el deporte y la política construyan una relación estrecha, tan estrecha, que pueda garantizar que los derechos de la comunidad deportiva estén salvaguarda- dos por las decisiones que toman los políticos, en pro- cura de favorecer sus intere- ses y necesidades, pero con- dicionando esta relación a que los políticos hagan un uso respetuoso del deporte.

El otro aspecto importante que vale la pena analizar es la utilización del deporte como instrumento político, a partir de la llamada diplomacia deportiva, entendida como “la utilización del deporte por parte de los gobiernos para incrementar el sentimiento de pertenencia de los ciudadanos, ayudar a las FRPXQLGDGHV HQ FRQɚLFWR \ PHMRUDU ODV UHODFLRQHV SRO°WLcas y económicas entre los SD°VHVȬ 6REULQR   SXHV en esta relación sí hay muchos aspectos para corregir, pues si debemos advertir sobre el mal uso que se ha hecho del deporte en PXFKRV FDVRV SRU HMHPSOR cuando ha sido utilizado en PHGLRGHFRQɚLFWRVSRO°WLFRV entre países o para mostrarle al mundo el poderío económico y la capacidad de LQɚXHQFLDUDORVGHP¤V(VWD conducta, antes que favore- cer las relaciones diplomáti- cas ha causado problemas mayores, que niegan esa fun- ción del deporte, pues han sido muy notorios, a través de la historia, los escándalos por cuenta de los boicots de las potencias políticas a muchos eventos deportivos. 7DPEL¬QODVRIHQVDVDOMXHJR limpio, con la complicidad de algunos gobiernos, y los casos conocidos de corrup- FL¶Q \ WU¤əFR GH LQɚXHQFLDV para tomar decisiones ama- ñadas, en contravía con los valores del deporte, por solo citar unas cuantas malas prácticas, con las graves consecuencias que ello ha traído, de las cuales todos tenemos memoria y de cuyas consecuencias deberías avergonzarse los responsables, por haberle hecho tanto daño al buen nombre del deporte.

Fortalecer la relación entre deporte y política, como una relación conveniente para el deporte, al margen de los vicios de la llamada politique- ría, y revisar los riesgos a los que se expone el deporte, FXDQGR ORV REMHWLYRV GH dicha relación no son claros, hace parte de las responsabilidades de todo dirigente deportivo, las cuales debemos asumir sin necesidad de recurrir a diatribas en contra de una relación, que bien PDQHMDGD LQVLVWR HV SURYHchosa a los intereses del deporte.

En cuanto a la diplomacia deportiva vale advertir que la utilización del deporte, como un instrumento de acción estratégica de gran poder político, solo debe KDFHUVH HQ EHQHəFLR GH ORV intereses superiores del deporte y de su gran poder como medio de integración entre los pueblos

LAS EXTRAÑAS PARTIDAS DE AJEDREZ DEL Barón Münchhausen

Por E. Iavitch.

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Barón de Münchhausen” -

NN 1.e4 d5 2.e5 d4 3.c3 f6 4.exf6 dxc3 5.fxe7 cxd2+ 6.¥xd2 †ZG …H …E …E …H…G…F…HF…EG

Entonces pensé que iba a ganar la Dama y jugué: …G

pero mi adversario respondió:

…F

y con tristeza me di cuenta de que mi Rey estaba en posición de mate.

Ver diagrama

w »-Una partida no prueba nada -le dije-. Jugaremos otra vez; supongo que me permitirá seguir con blancas, ya que me ha ganado.

Barón de Münchhausen” -

NN 2020 G F F G …H …E4.¥g5 ¥b4+ 5.¢e2

"Un plan estratégico muy pro- fundo"

„F …E …H C J†J†CGF…C…J…E…H

¡Y volví a darme cuenta con estupor de que era mate!

w

» Estaba seriamente enojado. La concurrencia en torno a nuestra mesa era numerosa porque, ante mi fracaso, todo el mundo había dejado de jugar para comprobar este hecho increíble. » Apreté los dientes y pedí una tercera partida con blancas. He aquí la partida:

Barón de Münchhausen” - NN

1.e4 d5 2.d4 e5 3.c4 f5 4.f4 c5

Para evitar las complicaciones, jugaba una larga Variante de los cambios, llamada después Variante Munchhausen. 5.exf5 dxc4 6.dxc5 exf4 7.¥xf4 †ZH †ZE †ZE †ZD†ZD †ZI †ZI ‡ZD‡ZI‡ZI‡ZD

Aquí reflexioné largo tiempo y, para simplificar la posición, decidí cambiar las damas.

„ZF

Ver diagrama

» Juzgad mi asombro y la sorpresa de todos cuando mi adversario, con aire muy resuelto, se apoderó de mi Rey jugando 13 ... ¢X¢.

-Dejad vuestras bromas aparte -dije muy nervioso-. Volved en seguida mi Rey a su lugar. , Y vos, ¿por qué habéis jugado el mismo movimiento? -Preguntó ingenuamente.

»- ¡Qué pregunta tan estúpida!

¿No sois capaz de distinguir un Rey de una Dama?

»-No -respondió fríamente-, no conozco muy bien el juego; os lo quería decir antes de empezar, pero no me habéis dejado. Todo lo que he hecho ha sido imitar vuestras jugadas.

» Esta inesperada declaración fue seguida por una tremenda carcajada. Todo el mundo reía. Jamás me encontré en una situación tan desagradable. Mi prestigio pendía de un hilo. »-¡Qué cosa tan extraordinaria! -dije tan alto como pude. El ruido cesó y todos me escucharon-.. Un hombre que apenas sabe mover las piezas gana a un jugador fuerte y experimentado . . . Estoy seguro de que una aventura tan extraordinaria no podía ocurrir más que a un hombre tan extraordinario como yo, ¡el barón Münchhausen! » Después de estas palabras me fui; mi honor estaba salvo. Pero durante largo tiempo no toqué una pieza de ajedrez.»

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