habían de descender a las “trivialidades” y “abrir las puertas de la inmundicia” cometiendo tanto pecado que dejaría de inquietarles. No había ninguna prohibición en la “Torah sublime”. La palabra atsilim, que literalmente significa los “sublimes” o “nobles”, llego a ser el sobrenombre de los seguidores de Shabtai. Estos creyentes realmente tenían que realizar en secreto actos muy repugnantes. Para ilustrar, baste lo siguiente: en Turquía los “Atsilim” celebraban rituales especiales “a luz apagada” en las que intercambiaban compañeros sexuales, costumbre que aparentemente habían aprendido de una secta islámica. Los miembros del movimiento tenían que hacer un juramento de guardar secretos, el cual les prohibía que hablaran acerca de sus enseñanzas con los de afuera. Únicamente mediante la negación de la “Torah de la Creación” las leyes de la sociedad, podían alcanzar el nivel de “Torah sublime”. Inventaron su propia confesión de fe con 13 Artículos, en la que se explicaba que los Diez Mandamientos habían sido abrogados, pero que debía seguirse observando la ley ritual. La confesión termina con la petición de que el salvador y Mesías Sabbatai Tsvi regrese “pronto, y en nuestros tiempos”. El paralelo más cercano al seguidor de Sabbatai Tsvi es el Übermensch Nazi, el “superman” que también está por encima de toda moralidad. Se dice del “hombre de pecado”, el Anticristo, que “se opone y se levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto” (2 Tesalonicenses 2: 4). Del episodio Sabbatai Tsvi aprendemos que la religiosidad estéril, sin concepto alguno de la santidad, efectivamente abre de par en par las “puertas de inmundicia”. Sin embargo, vemos en este error, aun cuando negativamente expresados, algunos aspectos de la expectativa judía Mesiánica. Risto Santala, El Mesías en el Antiguo Testamento a la luz de los Escritos Rabínicos, 73-75 El contraste con el Mesías del Cristianismo es evidente. Dios ilumine la mente de nuestros hermanos judíos, con quienes compartimos el sábado, el diezmo, la Ley y otros muchos temas, para que encuentren en las profecías mesiánicas la luz que les permita reconocer al Deseado de todas las Gentes. Dios le bendiga.
Profecías mesiánicas
Federico Salvador Wadsworth
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