La rescatista de fetos.

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femimantis presenta:



Medianoche en Buenos Aires. Calles con policías y linyeras. Edificios iluminados. Personas habitando cada rincón de la metrópoli. Y mientras algunxs duermen y otros padecen insomnio; mientras dos lesbianas acaban a la par en un refriegue asesino; mientras una pareja pelea por quién va a consolar a un bebé que llora en su cuna; una mujer recorre las calles y busca incansablemente. Es la rescatista de fetos.


Habia una vez una mujer que robaba fetos y los conservaba en una pecera, buscando darles la vida que ella creĂ­a que debĂ­an tener. Se llamaba Evangelina pero todes la conocĂ­an como La rescatista de Fetos.




Evangelina era muy religiosa pero nunca se supo a qué fe pertenecía. Por sus dichos quedaba claro que le daba la razón a todos los dogmas que prohibían el aborto.


Su hija se llama Carolina, quedó embarazada y abortó. Evangelina nunca se lo pudo perdonar. La echó de su casa. Carolina ahora es lesbiana y vive muy feliz, tocando en una banda, viajando por el mundo, alejada de la obligación de maternar. Aunque cada tanto su madre la llama, y no para saber cómo está.




Evangelina empezรณ su carrera de rescatista de fetos robando frascos de la facultad de medicina. Los contemplaba por horas, imaginando que le hablaban


Luego Evangelina se volviรณ mรกs ambiciosa y sacรณ a los fetos de los frascos para que pudieran crecer y llegar a ser personas. Alimentaba a los fetos con desperdicios de comida y hamburguesas viejas de mac donlad.




Bautizó a cada feto y le otorgó una personalidad según sus características más visibles


Gracias a las noticias del mediodía se enteró de que algunas mujeres abortaban en baños públicos. Empezó a investigarlos para avanzar en su proteccionismo.




Un día en el que Evangelina alimentaba como de costumbre a sus pequeños rescatados le pareció que uno de ellos la había llamado mamá.


La emoción hizo que cayera a la pecera y allí, debido a una reacción química de ciencia ficción bizarra, todos los fetos se le meterion en su interior.




A los 9 meses, Evangelina expulsó 500 pequeños mutantes en menos de 10 minutos, frente a una iglesia, a la que fue a pedir ayuda y donde nadie le prestó atención.


Y asĂ­ Evangelina entendiĂł que obligar a maternar a una mujer es lo peor que otra mujer puede hacer.



Idea: pitu. guiรณn: tenshi. Dibujos: bernarda.


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