Aprendiendo el idioma del futuro... y de los antepasados Toñi Caravaca | Córdoba Actualizado domingo 16/01/2011 13:54 horas Cuando sus ojos rasgados descubren que son diferentes a los demás, se preguntan de dónde vienen. Y explicarle a un niño pequeño que es adoptado no siempre es fácil. Requiere un proceso de adaptación muy exigente, cuyo tempo no siempre pueden controlar los padres. Sobre todo, en los casos de adopción de críos asiáticos, en los que las diferencias físicas aceleran la necesidad de respuestas que tienen los niños. En cuanto llegan al colegio, los pequeños se dan cuenta de que sus ojos no son como los del resto de los niños con los que juegan, aprenden y crecen. Las preguntas se suceden y los padres se sienten obligados a explicar cómo han terminado viviendo en España. A partir de ahí, el pequeño comienza a ser consciente de que proviene de una cultura muy diferente a la de sus padres, sus amigos y su vida actual. Por esta razón, un grupo de padres de Córdoba pretende familiarizar a sus hijos con aquella cultura en la que nacieron, llevándolos a aprender la lengua de sus antepasados. El objetivo de esta iniciativa es que los pequeños conozcan cuáles son sus raíces, sus costumbres, sus orígenes, en definitiva. Una de las madres, Esperanza Rodríguez, explica a ELMUNDO.es que cuando los papás acuden al Registro Civil de China a recoger a su hijo, les preguntan si tienen algún inconveniente en que éste conozca su cultura. Allí todos afirman que no, pero otra cosa es la realidad. Cuando regresan a España con frecuencia se les olvida -o no tienen forma de llevar a cabo- este compromiso. En Córdoba, hace algún tiempo que este grupo de padres se ha dado cuenta de que es bueno para sus hijos -hijas, en su mayoría- que tengan unas nociones básicas de lo que son sus orígenes. De esta forma, mantienen un acuerdo con la Universidad de Córdoba, para que una profesora del servicio de idiomas imparta una clase a la semana a una decena de "niños españoles nacidos en China", como les gusta llamarlos. Y así llevan ya dos cursos escolares. La lengua y las tradiciones Los avances son muy evidentes, aseguran los padres. Aunque los niños, en su mayoría, llegaron a Córdoba siendo bebés, absorben los conocimientos como esponjas. "Hasta cantan canciones en chino, el idioma del futuro". Pero las clases no sólo sirven para que los pequeños se familiaricen con el lenguaje de su país de origen, sino que además aprenden algunas de sus tradiciones. Isidora es madre de una niña de origen chino de cinco años y está muy contenta con los avances que ésta ha experimentado desde que acude a estas clases. "Yo quería que mi hija conociera un segundo idioma, y pensé que qué
mejor que el suyo de origen que, además está llamado a ser el idioma del futuro", explica. Isidora cuenta que a su hija le encanta acudir cada viernes al antiguo Rectorado. Con frecuencia, los padres oyen a sus hijos hablar en chino entre ellos, lo que les impide entender lo que dicen. Por eso algunos padres también se están planteando aprender ellos este idioma. "No nos va a quedar más remedio que aprender chino si queremos entenderlas. Es una forma de que los papás no nos enteremos de lo que hablan", explica esta madre. La mayoría de los padres que cada viernes acuden al antiguo Rectorado de la UCO a llevar a sus hijos a las clases de chino forman parte de la asociación Tejiendo Sueños, creada en 2008. María, hija de Esperanza, le preguntó un día, cuando sólo contaba con tres años, por qué sus ojos eran diferentes a los del resto de los niños. Esperanza necesitó ayuda para poder explicarle que era adoptada sin utilizar este término. Cuanto antes, mejor Por eso se le ocurrió poner en marcha la asociación, cuyo objetivo es enseñar a los padres adoptivos cuál es la forma más adecuada para responder a las preguntas de sus hijos. "Necesitamos formarnos para transmitir cierta información a los profesores, por ejemplo. Para trasladar el mensaje a nuestros propios hijos de que ser china no es malo, para evitar que sufran si otros niños se ríen de ellas en el colegio", explica. Los especialistas recomiendan que en el caso de las adopciones internaciones en países asiáticos, se les explique a los niños que son adoptados antes de los seis años para que empiecen a tomar conciencia de que "no son tus hijas biológicas". De hecho, si la niña no pregunta nada, "aconsejan que tú provoques la conversación, sin llegar a forzarla. Antes de contar nada es necesario conocer qué quiere saber tu hija. No tienes que forzarlo, sólo hay que llegar hasta donde quiera ella".
http://www.chinatoday.com.cn/hoy/2006n/s2006n7/p48.html El chino, ¿idioma del futuro? – Más de 2.300 universidades en unos 100 países han incluido cursos de chino en sus programas académicos, a la par que crece sin cesar la cifra de estudiantes extranjeros que viajan a China para aprender el idioma. Por XIAO KE EN 2004, China recibió a 400 mil estudiantes extranjeros que procuraban especializarse en el idioma chino, cifra que en 1996 fue de solamente 41.200. Esto significa un récord anual, que se suma al promedio de 20 por ciento de crecimiento anual registrado durante los cinco años pasados, según la estadística más reciente publicada por el Ministerio de Educación de China. Secuela del desarrollo económico El señor Monsieur Label y su esposa, ambos renombrados arquitectos residentes en la sexta zona residencial de París, han matriculado a su hija en la Escuela Alsacienne cercana a su casa porque, según ellos, “es una buena escuela, y enseña chino desde el jardín de la infancia”. “Fui testigo del desarrollo asombroso de China cuando asistí a un seminario en Shenzhen hace poco con mis colegas. Creo que China será una superpotencia en la economía en el futuro. Mi esposa y yo hablamos francés, inglés y español, pero no son suficientes para mi hija. Ella tiene que aprender el chino, una lengua útil para su futuro”, dijo Label, dueño de una oficina de arquitectura y profesor a medio tiempo en la universidad. La Escuela Alsacienne ofrece clases de chino desde la guardería infantil hasta la enseñanza preparatoria. La misma ha establecido lazos de hermandad con Jingshan, una escuela de alta calidad en Beijing, con la cual mantiene programas de intercambio de estudiantes cada año. En Francia, 132 centros educativos han incluido cursos de chino en sus programas académicos, y se duplicó la matrícula para estos estudios –la mayoría de estos estudiantes son franceses–, de acuerdo con los datos de la Asociación de Profesores del Chino de Francia. El desafío actual es encontrar a suficientes profesores para resolver la creciente demanda. Xu Dan, directora del departamento de chino de la Universidad de Lenguas y Culturas Orientales (ULCO), una de las mayores instituciones de enseñanza superior del mundo donde se dan clases de chino, dice que la matrícula de estudiantes en la ULCO se ha elevado súbitamente en los últimos años, y que el chino se ha convertido en uno de los dos idiomas
asiáticos más populares; el otro es el japonés. El dramático crecimiento económico y político de China es la causa del interés por aprender el chino. Para los estudiantes, dominar esta lengua significa un futuro laboral mucho más amplio. Beida, estudiante francés de tercer año de la ULCO, habla con total fluidez en chino. “Me gradué de la universidad en París, indica, con una licenciatura en Derecho. Estoy aprendiendo chino aquí sólo porque deseo trabajar como abogado internacional en China”. Y añade: “Estuve en China hace cinco años y aprecio mucho ese país y su cultura. Mis padres me apoyan, pues creen que debe ser una buena oportunidad trabajar en una China que se desarrolla con gran rapidez”. Patric Penia, un joven francés, estableció la Compañía Ltda. de Asesoría Beiyan en París, la cual, en colaboración con la Televisión Central de China (CCTV), da a conocer las tradiciones y la cultura francesas al público chino. Penia, por otra parte, coopera con la Universidad de Finanzas y Economía de Beijing y la Universidad Central de Finanzas y Economía de China, fomenta varios programas de capacitación, incluyendo uno de formación de tres semanas en China para los franceses que desean aprender el chino y conocer Beijing. En Francia, Penia imparte un curso de aprendizaje denominado “El pueblo chino y su arte administrativo” desde 2005, junto a seminarios organizados para los empresarios franceses. Estos cursos han ayudado a los hombres de negocios de Francia a entender a las compañías chinas y sus sistemas operativos, y a las corporaciones locales a conseguir cooperación acertada con las compañías chinas. En Alemania, el chino se ha agregado a los exámenes de graduación de muchas escuelas secundarias. El departamento de chino tiene alta demanda. Algunas corporaciones internacionales han abierto cursos intensivos de esta lengua para sus empleados dispuestos a ser enviados a China. “Es anticuado dominar el inglés como idioma principal”, observó en un discurso Herr Gerck, presidente de Siemens en China. “Necesitamos a personas que sepan chino para tratar con los empresarios de esa nacionalidad”, añadió. En Gran Bretaña, el Ministerio de Educación ha elaborado un programa de enseñanza del chino para las escuelas medias. En Estados Unidos, el chino se toma como asignatura facultativa para los estudiantes de la escuela secundaria superior, al igual que los cursos del francés, español y alemán, con los cuales los estudiantes pueden conseguir crédito académico si salen bien en el examen. Más de 2.500 escuelas de nivel primario y medio –un número increíblemente alto– ofrecen cursos en lengua china. Ecos de la cultura En tiempos remotos, el chino fue popular en algunos países asiáticos, tales como Corea, Japón y Vietnam, y los caracteres chinos, junto al pensamiento de Confucio, tuvieron una influencia profunda sobre los círculos culturales
han en Asia. En épocas modernas, la enseñanza del chino en Asia pasó por años de estancamiento, y en fecha reciente ha experimentado un despegue notable. “En los años 70, los singapurenses trataban de aprender el inglés por encima de cualquier otro idioma, creyendo entonces que sería la lengua más útil para el futuro. Pero en el siglo XXI, desconocer el chino puede ser una desventaja”, afirma un estudiante de Singapur. Éste se graduó recientemente de la Universidad de Beijing, con una licenciatura en relaciones internacionales. El Embajador alemán en la República de Corea dijo una vez con amargura a Zhang Xinsheng, viceministro de Educación de China: “Los profesores de las escuelas secundarias que han enseñado el alemán y francés ahora tienen que aprender el chino, de otra manera podrían perder sus trabajos”. En la República de Corea, las calificaciones excelentes en el dominio del chino son una norma para que los jóvenes consigan trabajo y promociones en las grandes compañías. El número de universidades que tienen al chino como asignatura, o han abierto cursos pertinentes, aumentó de sólo 20 en los años 80 a 347 en la actualidad. Para el año 2007, el curso de chino estará disponible en las escuelas primarias y secundarias para todos los estudiantes, de acuerdo con el ministro de Educación de dicho país. En los últimos años, gran cantidad de coreanos han emigrado a China, atraídos por el florecimiento de su economía, y gradualmente han abierto sus propios negocios en este país. El chino para ellos es definitivamente de gran importancia. En Tailandia, el chino ha eclipsado al japonés, convirtiéndose en una lengua comúnmente hablada, segunda después del tailandés. “El interés del pueblo por el japonés ha cedido ante el avance del chino”, informó el diario Noticias sobre la Industria y Economía de Japón, “el número de personas que aprende chino se ha decuplicado en la pasada década”. La salida del gobierno del ex presidente Suharto en Indonesia, en 1998, permitió una apertura a China. La relación más estrecha despertó de nuevo el entusiasmo de los indonesios por aprender el chino y las tradiciones chinas. Bajo la creencia de que “los descendientes de chinos deben dominar el idioma chino” para mantener las conexiones con las tradiciones culturales, éstos han enviado a sus hijos a escuelas donde se imparte el mandarín. La matrícula de estas escuelas se ha incrementado súbitamente, y los padres han tenido que hacer cola toda la noche para conseguir una admisión. ¿Qué tiene China? “Personas de todo el mundo se suman al entusiasmo por aprender el chino. Este interés se puede explicar por las oportunidades económicas de China y el
efecto que tendrá en el futuro”, comenta China avanza hacia el mundo, un artículo publicado en la edición de mayo de Hinduist News. Para hacer frente a la gran demanda por el idioma, el Gobierno chino planea crear 100 institutos de Confucio en varios países. Este instituto es una organización pública no lucrativa con la misión de promover la lengua y cultura chinas, mediante métodos no convencionales. En noviembre de 2004, se estableció el primer instituto en Seúl, Corea del Sur. El mismo tiene sede actualmente en muchos países, entre ellos, EE.UU., Suecia, Francia y Uzbekistán. Se espera que el Chengo en Chino, un sistema de estudio de lengua extranjera desarrollado por 12 expertos chinos y estadounidenses, ayude a los niños a aprender el chino. Con las Olimpiadas como tema principal, este software atrae a los niños a través de historias, juegos y dibujos animados. El uso del Pinyin, en vez de caracteres chinos, también facilita el estudio. En aras de resolver la escasez de profesores, el Gobierno chino ha establecido centros de formación en la parte continental para dar conferencias a los profesores de chino provenientes de países extranjeros. Ha enviado asimismo a profesores chinos a capacitar a sus colegas en el extranjero. Además de profesores del chino, el gobierno ha enviado más de mil voluntarios con calificación profesional a otros países de Asia, Europa, América y África. Se ha producido además un ascenso en el número de estudiantes extranjeros que participaban en el Examen de Capacidad de la Lengua China (HSK, en inglés), de 21 mil en 1996 a varios cientos de miles en 2004. Este examen se aplica hoy en 151 universidades o escuelas locales de 34 países.
http://www.cnnexpansion.com/mi-carrera/2009/10/26/chino-mandarin-elidioma-del-futuro Chino mandarín, el idioma del futuro Profesionistas, ejecutivos y empresarios encuentran cada vez más necesario aprender este idioma; los centros que imparten la enseñanza del chino son variados y otorgan certificaciones oficiales
Por: Carlos Sánchez CIUDAD DE MEXICO (CNNExpansión.com) — China completó un exitoso ciclo de tres décadas durante las cuales su economía creció casi seis veces y sus 1,500 millones de habitantes se convirtieron en el mayor mercado de consumo en la historia, de modo que hoy ningún país impacta tanto en el orden económico global, advierte Ted C. Fishman en China S.A. Aprender chino mandarín será crucial entonces para muchos profesionistas, ejecutivos y empresarios del sector financiero que deseen permanecer vigentes a lo largo de la siguiente década. En el último lustro se modificó el perfil de quienes estudian chino mandarín: antes estaban básicamente interesados en la cultura asiática, hoy son empresarios, observa Consuelo Santamaría, jefa del Departamento de Español para Extranjeros y Lenguas no Indoeuropeas de la FES Acatlán (Universidad Nacional Autónoma de México). "Casi el 80% de quienes se inscriben (en estos cursos) son importadores o exportadores", quienes "nos cuentan que en las relaciones comerciales, si bien todavía se utiliza mucho el inglés, los empresarios chinos aprecian que sus socios conozcan el idioma; muchas veces es una cuestión de empatía", dijo la académica. Y sobre la previsible dificultad de ese idioma para los hispanohablantes, agrega: "Los problemas siempre son fonéticos, porque la pronunciación está basada en tonos y semitonos, tanto ascendentes como descendentes, que en español no tenemos; o sea, en chino puede haber problemas de comunicación por una pronunciación más grave o aguda". Esto explica que para alcanzar el nivel intermedio se requieran hasta tres años, "con la posibilidad de tomar después un curso de habilidad verbal". En México, la oferta educativa es vasta y de calidad. Sólo la Embajada de la República Popular China recomienda en su sitio Web 16 escuelas, tanto públicas como privadas. A su vez, Nihao, centro especializado en la enseñanza del chino mandarín, ofrece cursos intensivos y flexibles enfocados en relaciones comerciales, además de dar asesoría para viajes de negocios o recreativos. Otra opción para aprender chino mandarín es el Centro de Enseñanza de Lenguas Extranjeras (CELE), de la UNAM, que además es la única institución
de América Latina que certifica mediante el Examen HSK el dominio del idioma a nivel internacional para fines profesionales y académicos. En la esfera de negocios, es claro que la competencia estará, literalmente, cada vez más "en chino".