Catalogo
Rodolfo Morales
Fernando Goicoechea Saenz
Sillas Rodolfo Morales fue ganador de la Mención de Honor y Pemio Revista Estilos y Casas de la Primera Bienal de diseño del Mueble con Madreas de Plantación Forestal, realizada en Mayo 2008 en la Universidad VERITAS, organizada por la Escuela de Diseño de Productos de esta universidad. El mueble premiado lo tituló "Diálogos" en madera de laurel de plantación.
La sensación que provoca la sentada en la silla diseñada por Rodolfo Morales es de ingravidez, de flotar en el espacio.
El Diseñador Industrial Juan Guillermo Chica constata la observancia de los factores antropométricos y ergonómicos de la silla "Ingrávida" diseñada por Rodolfo Morales
Agujeros en la madera de cañón, el pejibaye es una madera muy dura, compparada con el hierro para la construcción. Era usada por los indígenas pobladores de estas tierras para la confección de armas y utensilios para la agricultura, la caza y la pesca, de ahí el acento vernáculo de las creaciones de Roidolfo Morales.
Mueble en dos maderas Los laterales portantes de este mueble, uno es en madera de pejivaye y el otro en una pieza de madera antigua y en la que el dise単ador aprovecha su irregularidad, empotrando los planos horizontales, y el detalle rigurosos de las articulaciones entre los planos de madera y los de vidrio.
Rodolfo Morales: diseño de mobiliario
Evocar el trabajo de este diseñador hace estirar el tiempo hasta una década atrás, cuando en la Galería José Figueres –1995- (en ese tiempo ubicada en pleno San José), expuso un conjunto de objetos donde lo que destacaba además del diseño, eran sus refinados acabados. La muestra del Museo de Arte y Diseño Contemporáneo –1997-, la caracterizó el reciclado: entre otros, un cajón de carpintería trocó en sugestivo joyero, una silla de oficina pendió en alto atravesada por miles de cabitos de maderas multicolores, además de algunas creaciones donde eran notables sus cortinas corredizas; momento alto para esas maderas alternativas cuando él introdujo el uso del pejibaye y la “gravilia” -usada sólo para dar sombra a los cafetales. En otra exhibición en el Centro Cultural de la Embajada de Francia –2001-, volvió a utilizar maderas encontradas en playas y desembocaduras de ríos, dando forma a un conjunto orgánico que emergía de esos oleajes que les impregnó ese croma añejo y como pátina el rasguño de las escolleras costeras.
Lamparas
Su produccion actual Ahora él se encanta con incrustaciones en las maderas de siempre, y de sus paseos a colectar materias olvidadas en un rincón de la ciudad, o que alguien dejó por desuso, y que él encuentra otra utilidad, un nuevo tiempo en su búsqueda sin fín... Invocando a la memoria, en algunos gaveteros inserta monedas de denominaciones que desde hace años dejaron de circular; juega con el hilo, fibra, veta. Un viejo ropero de roble es en su imaginación un bar; lo ilumina, le coloca espejos, aumenta su expresividad de objeto una vez útil para acomodar vestidos, y ahora, quien abra aquella robusta puerta de una sola pieza, descubrirá otros númenes embriagadores. Una “mesona” compuesta de horcones que quizás en otro momento sostuvieron una casona ya destartalada de alguna barriada capitalina, mesona que con un toque de nostalgia rememora un gesto desaparecido entre las páginas de un relato vago, olvidadizo, quizá quimera. Y, sin dejar de demostrar su actitud creativa, hoy también recicla productos industriales: con cientos de tacones encontrados en un basurero ideó su “mueblelámpara”, símbolo de una nueva arqueología industrial contemporánea: la del objeto.