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SALAMANCA
Vista de la Ciudad
SALAMANCA AÑO de DECLARACIÓN: 1988
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Tiene una de las universidades más antiguas de España, es una urbe cosmopolita que no se desprende de sus tradiciones, su Plaza Mayor está considerada una de las referencias más universales y los escritores más destacados del Siglo de Oro la coronaron como la ciudad más bella. Salamanca es la ciudad dorada, un campus de piedra, la cuna del plateresco más fantasioso que cuelga de cada edificio.
SALAMANCA Salamanca, ciudad monumental bañada por el Tormes, es un regocijo para los sentidos. Todas las manifestaciones ar tísticas se adueñan de sus calles, posee una de las universidades más antiguas de España y por sus calles transita, todos los días del año, un hervidero de gentes de todas las procedencias cuya sola presencia atestigua su carácter internacional. La ciudad sólo precisa pies para caminar y ojos para ver. Es lo único que exige esta urbe grandiosa hecha a la medida del hombre. Lo dice su riqueza patrimonial, repartida en cada una de sus calles; no en vano es la capital del plateresco español más fantasioso, que encuentra en la piedra dorada de Villamayor su principal aliado arquitectónico.
Claustro Convento de las Dueñas
Los romanos, visigodos y árabes preceden el auge de la ciudad cuando en el siglo XIII se funda su Universidad, una de las más antiguas de todo el continente europeo. Salamanca tiene dos catedrales, veintitrés iglesias monumentales, cinco conventos, doce casas monumentales, cinco colegios universitarios históricos y nueve palacios. Sorprende la Plaza Mayor, convertida hoy y siempre en la sala de estar de los salmantinos. Vecinos, turistas y universitarios la utilizan cada día como lugar de paseo, encuentro, tertulia, descanso, ocio y lectura. Allí se hallan cafés tradicionales de la ciudad, que asoman a los soportales de la gran plaza churrigueresca desafiando el paso
La Clerecía
Torre del Clavero 13
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del tiempo y recordando que lideran un segmento de la vida literaria de la ciudad. A la salida, y cruzando la Plaza Mayor en diagonal, el visitante se sorprende con otra plaza, la del Corrillo, más pequeña pero igualmente significativa, lugar de encuentro de poetas, bohemios y músicos. Ambos rincones son los aperitivos con los que el visitante se topa antes de adentrarse en el laberinto artístico que le espera a continuación: la iglesia de la Clerecía, la fachada plateresca de la Universidad y el Patio de Escuelas, que alberga el Museo de la Universidad, con un imponente fresco que representa el Cielo de Salamanca, símbolo de la universalidad de la ciudad.
Interior Catedral
Patio Chico 14
Iglesia Santiago
Las dos catedrales (la Vieja y la Nueva, la románica y la gótica) y el Palacio de Anaya son referencias ineludibles de la ciudad y uno de los epicentros del bullicio universitario. No hay que olvidar otros edificios singulares, como el monasterio de las Dueñas, el palacio de Monterrey (propiedad de la Casa de Alba), el palacio de Fonseca o de la Salina, la Torre del Clavero y algunos museos de extraordinaria importancia, como el espacio modernista de la Casa Lis, único que puede encontrarse en España de estas características. Por último, la Casa de las Conchas, uno de los emblemas tardogóticos de la ciudad, viste de originalidad la tradicional calle de la Compañía. Construida a finales del siglo XV, la leyenda asegura que bajo una de sus conchas
SALAMANCA
se guarda un tesoro. Sus instalaciones remodeladas albergan hoy una biblioteca. Salamanca también es una urbe moderna. Hoy es una villa universitaria, turística y de servicios. Vive de día y de noche y no descansa en ninguna época del año. La ciudad se viste de bullicio, turistas, universitarios y de una hostelería variada que recorre restaurantes de calidad y hoteles. La noche atrae y desconcierta. Los cafés y bares de copas son un canto al buen gusto, la imaginación y la originalidad. Algunos tienen un toque medieval, otros son una abadía cisterciense, otro es un barco, aquel un submarino, un céntrico bar
Convento de las Úrsulas
Palacio de Anaya
Iglesia Santo Tomás de Canterbury 15
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Ayuntamiento
de copas se atrevió a construir una plaza mayor dentro del establecimiento... Y los cafés, algunos cautivan por su ambiente romántico. Además del casco antiguo, en la agenda del día no debe faltar un paseo por las márgenes del Tormes, para cruzar el puente romano, herencia de la Vía de la Plata y el Camino de Santiago del Sur. Salamanca es la Helmantica Salmantice romana, una de las mansiones de la calzada romana de la Plata. Tampoco debe faltar una visita al romántico Huerto de Calixto y Melibea (personajes inmortalizados en la obra universalmente conocida como La Celestina, de Fernando de Rojas) ni la Cueva de Salamanca, retratada por Cervantes en clave de leyenda: cuenta la historia de clases impartidas por el 16
Fachada de la Universidad
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maligno en la cripta de la iglesia de San Cipriano, cuyos honorarios los cobraba con el alma de uno de sus siete alumnos. Una visita a la capital del Tormes tampoco debe olvidar dos tradiciones: la subida del Mariquelo a la torre de la Catedral Nueva y el Lunes de Aguas. Cada 31 de octubre el Mariquelo (en origen eran siempre miembros de la misma familia) debía subir a la torre de la catedral en agradecimiento a Dios porque el terremoto de Lisboa de 1755 no causó víctimas. El Lunes de Aguas, primero después de Pascua, se celebra con una tradicional merienda de hornazo por las márgenes del Tormes. Capítulo especial merece la artesanía orfebre de la ciudad personalizada en la filigrana y el botón charro.
Palacio Garci Grande
Convento San Esteban 17