nto Crucero de Sa sto n Ju Toribio, en Sa de la Vega,.
de pescado también debemos hacer especial mención al besugo que tuvo amplia fama en toda la comarca. Procedentes del Cantábrico eran traídos por los arrieros maragatos que los distribuían por toda la provincia de León.
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SAN JUSTO DE LA VEGA Desde el crucero y por un pronunciado descenso, el Camino llega hasta San Justo de La Vega. Su nombre figura en dos itinerarios de la primera mitad del siglo XVI y está vinculado con uno de los santos del lugar, cuyo nombre ha dado por derivación el del enclave poblacional. Se trata de San Justo y de su hermano Pastor quienes muy jóvenes, casi niños, sufrieron martirio en Alcalá de Henares durante la época de Diocleciano. El recuerdo del hospital de peregrinos que existió perdura en el nombre de una de sus calles y en el tramo que toman los peregrinos en su discurrir por el núcleo urbano. Este antiguo
hospital, en la llamada casa de los pobres, y la iglesia parroquial de los Santos Justo y Pastor son lo más representativo del lugar. En este templo se puede contemplar una imagen del patrón, San Justo, atribuida a Gregorio Español. Se abandona San Justo por la Calle de los Vientos y tras salvar el cauce del río Tuerto por un puente de 1863 se continúa recto. Desde este punto se otea en el horizonte la Catedral de Astorga. Más adelante se alcanza el puente romano de la Moldería Real. Es este un sencillo puente de tres arcos redondos sobre el arroyo de las Molderas o canal del Tuerto, uno de los pocos de la provincia que los expertos califican de básicamente romano, aunque con algunos añadidos. Desde allí, cruzando el camino del Estado el trazado nos dirige al emplazamiento de la antigua puerta de la muralla y actual hospital de las Cinco Llagas, antes Cofradía de Santa Marta. ASTORGA Por campos o por carretera, se llega pronto a la Muy Noble, Leal, Benemérita, Augusta y Magnífica ciudad de Astorga, considerada como la capital de la Maragatería. Esta ciudad con más de 2.000 años de historia se eleva sobre un altozano de 868 metros de altitud y goza de la fértil vega del río Tuerto y de una magnífica ubicación geoestratégica que en el pasado posibilitó su defensa. El núcleo inicial de población prerromano, la antigua Astúrica capital de los Amacos, estuvo habitado por los astures, belicosos pobladores de buena parte del norte peninsular. El nacimiento de la villa tuvo mucho que ver con el asentamiento de las tropas que habían dominado aquellos pueblos. Tras su conquista por Roma se convierte en un importante centro estratégico del noroeste hispano y cambia su nombre por el de Astúrica Augusta. Los romanos se sentirán
EL C AMINO DE SANTIAGO
Castilla y León