Bitácoras del mar

Page 1






Bitácoras del Mar ® Primera Edición

FER MÁRTIR

Reservados todos los derechos, Prohibida la reproducción total o parcial de esta obra sin la debida autorización de la editora o el autor. Universidad Don Bosco Soyapango, El Salvador, 2016 Directora en Jefe Dennisse Cruz Redacción Fernando Mártir Arte Gráfico Fernando Mártir Fotografía Caleb George Mattew Koloski Docteur Dylan Cozian Austin Schmid Mike Wilson Seref Yucar Jennifer Bailey Patrik Linderstam Armado Castillejo Loreto Marinquez Stikkerphoto Luis Rosendo Impresión Dispa plus impresiones, km 22 1/2 carretera de Oro y Av. Prusia. Local #105


Le dedico este libro a todas las personas que en cierta manera han dejado una huella inscrita en mi, especialmente a mis padres, por ser el modelo perfecto de amor y entrega en el hogar; a mi hermana por ser alegría, en momentos de tristeza; a mi hermano por ser mi mejor modelo a seguir y mi mejor amigo desde siempre.

3

Por último y más importante, agradecezco a Dios por ser esa persona que siempre ha guiado mis pasos y hace que mi vida, tenga un sentido único.

- Bitácoras del mar

También agradezco a mi catedrática Dennisse Cruz, principal impulsadora a que yo haya escrito este libro. De igual manera agradezco a mis amigos más cercano que han formado parte escencial en mi vida.



Si lees estas primeras líneas, es porque seguramente se te fue compartida la llave adecuada para abrir mi libro de bitácora.

Si no me conoces y terminas de leer mi viaje, considerate parte de la tripulación.

El capitán

5

Porque en este libro estan escritas todas aquellas experiencias que han marcado y forjado mi personalidad a través de 22 años de vida; son palabras que vienen desde mi joven alma, con el único objetivo de compartir lo mejor de mí a toda aquella persona que sostenga este libro.

- Bitácoras del mar

¡Bienvenido a bordo del Libra!... Si me conoces en persona, ciertamente ya eres parte de la tripulación de mi navío; en cambio, si no me conoces, lee cada consejo dado y saca el mejor provecho de ellos.



7

- Bitรกcoras del mar


Capitulo 1

Capìtulo 1: Una vieja carta de navegación

8 de octubre del 93 Una vieja carta de navegación

8 - Bitácoras del mar

“Cuando la fuerza que rige los mares se encuentra feliz, el mar esta en silencio para que todo los navegantes disfruten de sus pensamientos”. En ese momento me encontraba a bordo del Libra; que hace solo algunas horas, había puesto rumbo a “un lugar” que estaba marcado como importante en una vieja carta de navegación, que estaba guardada en un pequeño escritorio de madera en el puente de mando; adjunto a la carta se encontraba una nota que decía “Para seguir navegando, necesitas conocer tu historia”. Sé, que como capitán, es mi responsabilidad cuidar del barco. Y desde hace 22 años, sin saberlo, ya era amo y señor del..


9 - Bitรกcoras del mar


Capìtulo 1: Una vieja carta de navegación

10 - Bitácoras del mar

...que en su interior, guardaba un sinfín de recámaras destinadas para mi tripulación… una tripulación que aún no tengo. Después de unas cuantas horas navegando, mi mente estaba ansiosa de saber ¿Cuál era ese “un lugar”? al que me dirigía. Cuando el sol empezaba a posarse, a lo lejos, una pequeña luz marcaba mi punto de llegada; era el faro que custodiaba el puerto de Entir, ¡Ése era el sitio que marcaba como importante la carta de navegación! El puerto de Entir, era un pequeño astillero situado en la península del continente, ése lugar guardaba un gran valor sentimental para mí, ya que fue en ése sitio, donde se construyó y boto al mar a Libra.


Era de noche y mi barco estaba anclado en el puerto, la luna iluminaba las aguas, mientras mis ojos se quedaban fijos mirando al mar, cuando de pronto, la voz de la fuerza que rige los mares me habló entre la quietud y me dirigió la palabra:

11 - Bitácoras del mar

-Sé a lo que ha venido capitán, yo puedo ayudarte. -¿Quién eres? – respondí con cierto grado de incredulidad, pensando que solo era una voz en mi cabeza.


12 - Bitรกcoras del mar

Capรฌtulo 1: Una vieja carta de navegaciรณn


...Sé que has venido a recordar tu historia y que has venido aquí, porque una carta de navegación te lo ha indicado. Guarde silencio un segundo y continuo. -En este lugar, tus pensamientos no serán tan claros como quisieras, pero yo podre guiarte entre ellos, porque yo también estuve ahí y lo vi todo.

13 - Bitácoras del mar

En ese momento sin darme tiempo para responder, empecé a recordar mi infancia y las cosas que me habían dicho de ella.


Capìtulo 1: Una vieja carta de navegación

Vengo de una familia de 3 hermanos, soy el segundo de ellos y el más sonriente de todos. Nuestros padres siempre nos cobijaron entre sus brazos y nos dieron su amor sin mesura. Recuerdo relatos de mi madre, describiéndome como “el terremoto de la casa”, porque si no estaba rompiendo alguna cosa, estaba metiendo tenedores en los tomacorrientes de mi hogar, o mejor aún, jugándole alguna broma a mi hermana menor.

14 - Bitácoras del mar

Recuerdo que nuestros padres solían llevarnos al parque a jugar y con mis hermanos competíamos para saber ¿Quién era el primero en tirarse del tobogán? Como era de esperarse, mi hermano mayor siempre llegaba primero, luego yo y de último mi hermana. Cuando nos llevábamos algunos moretes o raspones, estos eran fácilmente curados con un regaño de mamá, un mini castigo de papá y los cuidados necesario para tratar los golpes. A pesar de todo, estas experiencias siempre terminaban con comida y una enorme sonrisa dibujada en nuestros rostros.


En este momento la fuerza del mar interrumpió mi recuerdo, mientras que en mi rostro existía una suave sonrisa de melancolía - Haz tenido una infancia feliz. Debes agradecer al cielo por haberte dado una familia excepcional. Asentí con mi cabeza y continúo: - Pero debes recordar todo lo que te ha formado.

15 - Bitácoras del mar

Volví a mirar al mar y mis recuerdos empezaron a aflorar, recuerdo que a pesar de tener una familia excepcional, hubo un momento que experimenté la falta de atención.


Capìtulo 1: Una vieja carta de navegación

Recuerdo que me convertí en un niño problemático solo para llamar la atención de mis padres. Pero afortunadamente mis padres se percataron de esto y me corrigieron de la mejor manera, dándome la atención que necesitaba y apoyándome. Mi sonrisa melancólica después de un momento de confusión no se desvaneció, es más, siguió pronunciándose más, porque me percaté que mis padres siempre han estado atentos a mí y me han apoyado desde pequeño. La fuerza del mar intervino haciendo una pregunta

16 - Bitácoras del mar

-¿Cómo te sientes? -Muy bien… pero no recordaba ese episodio. La verdad, siento que simplemente me lo he imaginado en este instante – respondí


17 - Bitรกcoras del mar


Capìtulo 1: Una vieja carta de navegación

En ese momento me percaté que la fuerza del mar, me conocía profundamente y podía confiar plenamente en ella.

18 - Bitácoras del mar

- ¿Listo para el último recuerdo que necesitas de este lugar? – Preguntó la fuerza - Por supuesto – Respondí emocionado Empecé a recordar algo no muy grato, algo que la sociedad moderna denomina como Bullying escolar. Mi físico nunca ha sido perfecto, pero...


19 - Bitรกcoras del mar


Capìtulo 1: Una vieja carta de navegación

Nací con una peculiaridad en mis orejas, lo que en medicina se conoce como Orejas de Soplillo que es una herencia genética que hace que las orejas sean más abiertas de lo habitual. Esto me trajo un sinfín de apodos en mi etapa escolar: orejas de radar, satélite, Dumbo (este último el más hiriente), por mencionar algunos…

20 - Bitácoras del mar

Recuerdo que cuando me hacían burla, yo trataba de tomar las cosas siempre con una sonrisa y no respondía con violencia ni agresividad. Simplemente los ignoraba.


En ese momento, interrumpí violentamente el recuerdo, con una lágrima que quiso salir pero que no se lo permití. La fuerza del mar se volvió hacia a mí y me dijo:

21 - Bitácoras del mar

Hubo un episodio de mi vida donde tuve que recibir tratamiento psicológico, porque esto repercutió mucho en mi autoestima y había causado traumas inconscientes, como por ejemplo, en las noches me levantaba sonámbulo a esconderme en la puerta de mi ropero donde me encerraba a llorar. Cuenta mi madre que en estos episodios lloraba y repetía una frase “Ya no me digan Dumbo”.


22 - Bitรกcoras del mar

Capรฌtulo 1: Una vieja carta de navegaciรณn


23 - Bitรกcoras del mar


Capìtulo 1: Una vieja carta de navegación

Me quedé en silencio un momento, al lado de mi querido acompañante. El mar se empezó a turbar y al escudriñar en mi interior, me di cuenta que una gran parte de mí se formó en base a esta experiencia. Aprendí a respetar bajo el dicho popular: “No hagas a los demás, lo que no quieres que te hagan a ti”. En ese momento una leve brisa me abrazó y se llevó este mal recuerdo.

24 - Bitácoras del mar

- Quiero darte dos consejos antes de que dejes Entir –Me dijo la fuerza del mar con un tono paternal


25 - Bitรกcoras del mar


Capìtulo 1: Una vieja carta de navegación

y deja que el mar se encargue de ellas. El mar siempre guardará todo tus recuerdos, pero tú debes ser capaz de guardar solo aquellos recuerdos que te ayuden a triunfar y a ser feliz.

26 - Bitácoras del mar

Mi segundo consejo es que debes ser como Libra… Libra surca los mares constantemente en búsqueda de nuevas aguas que navegar, pero de vez en cuando regresa a tierra, porque sabe que no nació en el mar y fue construido en tierra firme.


27 - Bitรกcoras del mar


Capìtulo 1: Una vieja carta de navegación

porque a ellos les debes gran parte de quien eres. Ellos siempre serán tu tierra firme.

28 - Bitácoras del mar

Con estos consejos dados la fuerza del mar se alejó suavemente; mire el casco de Libra y me di cuenta que fue construido con la mejor madera encontrada cerca de Entir, esto me hizo inmensamente feliz, porque eso hacía mucho más especial a mi barco. De pronto me embargo el sueño, agradecí profundamente por mi familia y deje que el mar me arrullara con el sonido de sus olas.


Capítulo 2 Me encontraba solo, en la cubierta de Libra, admirando un bello amanecer después de una gran tormenta que había azotado con ímpetu y había logrado que permaneciera anclado tres días en el puerto de Entir sin poder moverme. Mi mente estaba intranquila, no podía dejar de pensar en dos cosas: la conversación que había sostenido noches atras con la fuerza del mar y en la tormenta. Eran las 8 de la mañana y me encontraba alistando todo lo necesario para salir a alta mar. Usualmente, Libra siempre se dirigía donde la fuerza del mar lo conducía y este viaje no era la excepción, de un momento a otro, levanté anclas y zarpé. Mientras nos alejábamos del puerto, mi mano sostenía aquella nota que había motivado mi viaje que decía:

29 - Bitácoras del mar

11 de Octubre del 93 Mar de Hebra


30 - Bitรกcoras del mar

Capรฌtulo 2: El mar de Hebra


Mi rumbo marcaba hacía el mar de Herba, el mismo mar donde Libra comenzó a surcar los mares después de haber sido botado; pasaron unas cuentas horas antes de llegar a nuestro primer destino. En cuanto llegamos, corrí a cubierta para recordar cómo se veía ese viejo paisaje. De repente fui sorprendido por la voz de la fuerza del mar. -Bonito día para recordar ¿No lo crees? -Por supuesto, , siempre es un buen día para recordar y vivir de nuevo- respondí con una leve sonrisa.

31 - Bitácoras del mar

Mire el mar y sin mediar palabras, me introduje en mi memoria recordando un bello episodio de mi vida.


Capìtulo 2: El mar de Hebra

Cuando tenía 7 años y mi vida no tenía preocupaciones, comencé a practicar un deporte llamado “baseball”; recuerdo que era un “pelotero promedio”, un gran segunda base, pero no muy bateador. Practiqué este deporte casi por 8 años de mi vida, y de estas experiencia atesoro buenos y malos momentos.

32 - Bitácoras del mar

Recuerdo que gracias a este deporte tuve la oportunidad de viajar a otros países y pude conocer muchos amigos, desde mis entrenadores, hasta el más importante… mi hermano. Ahora que lo pienso, comencé a practicar este deporte por influencia de mi hermano, a él le enamoró desde un principio este deporte, y poco a poco, yo también aprendí a hacerlo. Mi hermano siempre ha sido una pieza fundamental para mi vida, desde pequeño se convirtió en mi modelo a seguir y mi referencia más cercana de “¿Cómo debía ser?”


33 - Bitรกcoras del mar


Capìtulo 2: El mar de Hebra

Tratar de imitarlo, sin perder tu esencia personalAgrego la fuerza del mar, mientras mi mente no dejaba de recordar.

34 - Bitácoras del mar

Comprendí que el baseball, solo fue una pequeña parte de la gran historia que tengo con mi hermano. Aludí a mi mente la etapa de la escuela, donde me molestaba cuando me comparaban con mi hermano. Él siempre fue un alumno sobresaliente y debido a su ejemplo y ayuda de mi familia, yo también logré ser un alumno destacado. Al cabo de un tiempo deje de molestarme cuando me comparaban con él y cuando lo hacían yo lo tomaba en forma de alago. En ese momento, sentí como el mar y mis recuerdos se juntaban formando una sola armonía. Poco a poco la fuerza del mar que me acompañaba, se alejó y me dejo en medio de mil recuerdos. Divague mucho tiempo entre ellos, recordando tantas cosas que he aprendido de mi hermano para llegar a una sola conclusión:


35 - Bitรกcoras del mar


Capitulo 3

Capìtulo 1: Una vieja carta de navegación

36 - Bitácoras del mar

23 de noviembre del 93 La tormenta de Hebra Hace días que navego en el mar de Hebra; no recordaba la inmensidad de estas aguas y he perdido la cuenta de cuantas millas náuticas he recorrido, además tengo la leve sospecha que me he alejado de mi camino y me encuentro perdido. Eran las 6 de la tarde cuando el cielo empezó a teñirse de negro, era claro que una tormenta se avecinaba. Rápidamente me preparé para enfrentarla y en pocos minutos me encontré inmerso en ella. Era una tormenta suave, nada parecida a la tempestad que azotó a Libra en el puerto Entir. Los relámpagos ofrecían un verdadero espectáculo de luces, apareciendo y desapareciendo intermitentemente. En un instante, uno de ellos cegó mi vista y empecé a recordar una parte importante de mi vida.


En mi infancia, mi hermano y yo éramos prácticamente inseparables, a veces llegaban a confundirnos con ser mellizos. Describir nuestra relación sería como contar una de esas historias que solo se encuentran en la literatura. Cuando tenía 12 años, por razones de la vida, ambos tomamos caminos separados y me encontré cara a cara con mi soledad. Mi hermano ya no estaba para acompañarme a todos lados, esta vez aprendía a andar solo.

37 - Bitácoras del mar

Escuche la inconfundible voz de la fuerza del mar que me hablo en medio de la tormenta.


38 - Bitรกcoras del mar

Capรฌtulo 1: Una vieja carta de navegaciรณn


Fue una frase que creí entender al instante, el puerto que mencionaba la fuerza del mar, era la figura de mi hermano, aquel que siempre me había dado la confianza y seguridad para andar. -Tienes razón… pero yo no deje el puerto por mí propia decisión. - agregué. -Las situaciones de la vida son así. Vienen, suceden y no te preguntan si estás dispuesto a vivirlas, como esta tormenta- Respondió mi acompañante. Lancé una mirada retadora hacía mi ocurrente amigo mientras la lluvia continuaba; la fuerza del mar volvió su mirada hacia mí y dijo

39 - Bitácoras del mar

-No me mires de esa manera. Recuerda...


40 - Bitรกcoras del mar

Capรฌtulo 1: Una vieja carta de navegaciรณn


Volví a recordar que en esta etapa de “andar solo”, cuando me encontré con esto a lo que yo llame soledad, descubrí una gran parte de mi verdadera personalidad fuera de la sombra de mi hermano.

Mi risa fanfarrona resonó entre la tormenta, que poco a poco iba cesando. -¡Descarado! - ¿No te arrepientes de eso verdad? -Jajajaja, ¡Claro que no! En fin, es parte de mi historia ¿No lo crees? – respondí ahogado en recuerdos. La fuerza del mar, simplemente sonrió y me dijo una frase que nunca olvidaré. -Cuando veas acercarse una tormenta, piensa en disfrutarla.

41 - Bitácoras del mar

En el proceso de conocerme, descubrí mi pasión por la música, el arte, la naturaleza y los videos juegos. Aprendí a disfrutar de mi soledad y sentirme cómodo con ella, también fue en esta etapa, cuando estaba fuera de la tutela de mi hermano, donde aprendí a comportarme como “un picaflor” con las niñas.


42 - Bitรกcoras del mar

Capรฌtulo 1: Una vieja carta de navegaciรณn


Mire al cielo y me percaté que la tormenta se había reducido a unas cuantas gotas en el aire. Volteé para hablar con la fuerza del mar, pero me había dejado solo.

43 - Bitácoras del mar

Con toda la serenidad que me había transmitido hablar con mi acompañante, me dirigí hacía la cubierta de proa, me acosté sobre ella y me dispuse a disfrutar los últimos momentos de la tormenta que había afrontado.


Capitulo 4 24 de noviembre del 93 La fuerza del mar

44 - Bitácoras del mar

A muy tempranas horas de la mañana los primeros rayos de sol bañaron a Libra, y con ellos, también se despertaron mis ganas de seguir aprendiendo de mis recuerdos. Ese día mi barco amaneció navegando en aguas cristalinas, tan cristalinas que el paisaje parecía una escena de ensueño. De pronto, la voz de la fuerza del mar se dirigió hacia mí con un tono amable. - ¿Sabes?... De entre todos los mares, este es mi lugar favorito - Y con mucha razón. Este lugar es perfecto para empezar a recordar– respondí, ansioso de saber ¿qué episodio de mi vida recordaría en ese maravilloso sitio?

Capìtulo 4: La fuerza del mar


Dicha estas palabras empecé a recordar una etapa que yo la denomino “La mejor promesa no

cumplida”

45 - Bitácoras del mar

Me acuerdo que en mi adolescencia, cuando tenía solo 14 años. Ya me había ganado fama de ser alguien extrovertido, simpático, despreocupado y picaflor. En ese tiempo, empecé a incursionar en el mundo de la música y mi vida giraba en torno a eso y mis estudios. Hasta que...


46 - Bitácoras del mar

Capìtulo 4: La fuerza del mar

Siempre estudié en colegios cristianos católicos y desde pequeño mis padres me inculcaron el valor de Dios en mi vida, pero no fue hasta en esta etapa, donde tuve mi primer acercamiento real con Él. Hay un viejo dicho que cita:


47 - Bitรกcoras del mar


Capìtulo 4: La fuerza del mar

conmigo esto se cumple a la perfección. Viene a mi mente, el momento en que tome la decisión de entrar a un grupo juvenil cristiano; recuerdo que estos grupos siempre me habían llamado la atención, pero no había una motivación real que me incentivara a pertenecer a uno.

48 - Bitácoras del mar

En esos días me gustaba una niña que me invito a entrar a un grupo llamado “Iglesia joven”; honestamente no tenía interés de entrar, pero accedí a hacerlo esperanzado a la promesa, de que ambos íbamos a pertenecer a este grupo y esta sería la oportunidad perfecta para acercarnos para convivir, lo gracioso es que esa promesa nunca se cumplió y han pasado 7 años y yo aún sigo esperando el día en que esa niña, por fin ponga un pie en ese grupo y cumpla su promesa.


49 - Bitรกcoras del mar


Capìtulo 4: La fuerza del mar

Intervino la voz de la fuerza del mar con un tono burlesco. Dirigí mi mirada hacia las velas de Libra con asombro y le dije:

50 - Bitácoras del mar

-Desde ese momento adquirí tantas cosas que me hacen la persona que soy… además de aprender a confiar plenamente en Dios y reconocerlo en cualquier situación de mi vida, aprendí a explotar al máximo mi carácter, a tener facilidad de dirigirme hacia las personas y lo más importante aprendí a ser autentico y sincero conmigo mismo.


Sentí la felicidad que provenía de la fuerza del mar, en ese momento todo ese bello paisaje de aguas cristalinas irradio una gran paz; sorprendido al ver esto le pregunté. Fuerza… ¿Tienes nombre? Por un breve momento todo se quedó en silencio y respondió Me han adjuntado muchos nombre como: la fuerza del mar, la fuerza, el poder, tempestad, la mano del mar o la voz del viento… pero mi verdadero nombre es: Yo soy

51 - Bitácoras del mar

En ese momento entendí porque la fuerza del mar me conocía profundamente y aquella frase con la que se presentó aquel día “Soy la fuerza del mar, yo siempre he estado en tu camino” tomó más sentido que nunca.


Capitulo 5 52 - Bitácoras del mar

14 de diciembre del 93 Sirenas Han pasado varios días desde la última vez que hable con la fuerza del mar. Según mi bitácora desde el 23 de noviembre mi barco navega sin un rumbo fijo, pero tengo la esperanza de que me dirijo hacia los mares correctos recolectando aquellos recuerdos, que me ayudan a construir una idea real de ¿quién soy? Hace cinco días que salimos de esas aguas cristalinas que tanto le gustan a la fuerza del mar, para volver a un paisaje más familiar, un mar más azul y profundo. Eran alrededor de las 9 de la noche cuando escuché un sonido extraño y pensé en aquellas viejas historias de los marinos que hablan de las Sirenas; criaturas mitad mujer, mitad pez, que engañan a los navegantes con su cántico. Cuando de pronto su voz familiar estremeció mi quietud.

Capìtulo 5: Sirenas


53 - Bitรกcoras del mar


Capìtulo 5: Sirenas

como estas historias de sirenas, que enamoran al capitán y terminan formando parte de la tripulación. - Espero que no sea una sirena la primera tripulante de mi barco- respondí. La fuerza del mar se sorprendió antes mi respuesta y agregó.

54 - Bitácoras del mar

- Que suerte, que las sirenas no existen. Yo sabía que las sirenas no existían, pero algunas veces somos nosotros mismos los que insistimos en inventarlas.


A los 16 años cree mi propia sirena y sería una de las experiencias que marcaría fuertemente mi carácter actual. Recuerdo que en el mismo grupo juvenil al que había entrado, conocí a “mi sirena”, una niña que con todos sus encantos, logro que realmente me interesara en ella. Y digo realmente, porque a esa edad no tomaba ninguna relación con la suficiente seriedad que requería, simplemente tenía “novias” con el fin de tenerlas. Pero con ella todo fue distinto.

55 - Bitácoras del mar

Logré entablar una relación corta con “mi sirena”, una relación que no terminaría nada bien. Esa niña que tanto idealicé resulto ser uno de las mayores decepciones que me he podido llevar en la vida. Aquella sirena que aparentaba ser única y llena de virtudes, resulto ser una persona con pocos valores principios, cobarde y hasta en cierta manera inmadura.


56 - Bitรกcoras del mar

Capรฌtulo 5: Sirenas


si apenas estaba aprendiendo a desarrollarla. Esta desilusión me afecto grandemente, ya que por primera vez había tomado una relación en serio y todo resultó mal, simplemente porque mi sirena… había buscado otro navegante para enamorar. - Apuesto que aprendiste mucho de esa experiencia- Asevero la fuerza del mar

57 - Bitácoras del mar

- Por supuesto!- respondí rápidamente – ¿Sabes?... Aprendí a valorar a los sentimientos de una manera especial


58 - Bitรกcoras del mar

Capรฌtulo 5: Sirenas


Pero existen copias de la misma llave que nosotros mismos entregamos a las personas que creemos que pueden valorar tanto como nosotros nuestro cofre; a veces entregamos la llave a personas equivocadas, pero esto no hace que el tesoro se corrompa o pierda valor. La fuerza del mar me interrumpió y exclamo. -¡MADURASTE!

59 - Bitácoras del mar

La fuerza tenía toda la razón, porque de esta experiencia, aprendí a tratar a una mujer por su valor, no por su físico, aprendí a que una novia no es una mujer para distraerse, sino más bien una mujer que te acompaña a crecer juntos, aprendí a moderar mis sentimientos de una manera más sana y finalmente comprendí que..


60 - Bitรกcoras del mar

Capรฌtulo 5: Sirenas


Pasé toda la noche en vela, platicando con la fuerza del mar de todas las cosas que había aprendido de “mi sirena”, seguramente si tuviera que escribir un listado de lo aprendido, ciertamente no terminaría pronto; pero llegue a una conclusión: esta experiencia me había hecho cambiar mi pensamiento de niño por un pensamiento de un hombre. Aunque todo esto lo haya aprendido dentro de un proceso duro, doloroso y largo.

Pasee mis ojos por el barco y me di cuenta que era un chillido que provenía del mástil principal causado por una vela que había mal arriado. Fácilmente la arregle y me dirigí a acostarme, con una sola idea en mi cabeza ¿Cómo sería navegar en libra, con una tripulación?

61 - Bitácoras del mar

Con una sonrisa en mi rostro, la fuerza del mar se retiró y me dejo descansar. Pero antes de dormir indague ¿qué era ese ruido extraño que despertó mi curiosidad?


Capítulo 6

Capìtulo 6: Encontrando el rumbo

62 - Bitácoras del mar

15 de Diciembre del 93 Encontrando el Rumbo Hoy es un buen día para navegar, el viento arrecia e impulsa a Libra de una manera sin igual; esa mañana había encontrado mi sextante, que junto a mi reloj, me ayudarían a realizar los cálculos necesarios para saber dónde realmente me encontraba, de esa manera no estaría más perdido. Mientras calculaba mi posición, recordé un episodio de mi vida que era similar a esta situación.

Tenía 18 años estaba terminando mis estudios de bachillerato en informática; realmente era muy bueno en eso, pero no me veía estudiando una carrera universitaria en esta especialidad, es más, ya había decidido estudiar una carrera en diseño. Fue entonces, cuando ...


63 - Bitรกcoras del mar


Capìtulo 6: Encontrando el rumbo

Se me presentó la oportunidad de graduarme como bachiller, y con un año más de estudios, podía tener una titulación universitaria en informática - cosa muy buena para mi formación académicaPero hubo un conflicto en mi cabeza. Porque yo tenía el deseo de comenzar a estudiar la carrera en diseño que tanto anhelaba y no esperar ni un momento más.

64 - Bitácoras del mar

Mis padres me alentaron a seguir estudiando informática y no perder esta oportunidad. De mala gana accedí y estudié por un año más, una carrera que no era la que yo quería; Existía una pequeña voz guiada por mi inseguridad que me decía “Este viento me estaba alejando de mi camino” y simplemente me deje llevar.


Pensándolo bien Ese viento no me alejo de mi camino, simplemente lo hizo mi viaje distinto. Claramente ese año invertido en estudiar en una carrera distinta a lo que quería, iba a tener frutos distintos a los que esperaba, pero en fin, buenos frutos. Luego de pensarlo por mucho tiempo, me di cuenta que me me había convertido en un profesional mucho más completo, y al final de tanto, termine estudiando la carrera que tanto quería. En ese momento mis recuerdos se pausaron y descubrí que según mis cálculos, Libra en ningún momento había perdido su rumbo, todo el tiempo había navegado por el camino correcto. Mis resultados me indicaban que me encontraba navegando en el mar de Mipre.

65 - Bitácoras del mar

Comparaba ambas situaciones y comprendí que...


66 - BitĂĄcoras del mar

CapĂŹtulo 6: Encontrando el rumbo


Capitulo 7

23 de diciembre del 93 Un nuevo comienzo en Mipre

Todo el día fue perfecto, hasta que llegada la tarde el sol empezó a posarse y sostuve mi última conversación con la fuerza del mar -¿Libra nunca estuvo perdido después de todo? - preguntó para comenzar la plática. -No… siempre estuvo navegando por el camino correcto. -¿Y que piensas hacer ahora capitán? -Seguramente seguir aprendiendo, navegar a otros mares y tener una tripulación. Estas palabras alegraron inmensamente a mi querido acompañante y envuelto en una agradable brisa que provenía del mar me dijo. - Este recuerdo que voy a mostrarte, nunca lo debes olvidar, si lo olvidas, puede que tus viajes ya no tengan sentido y hagan que Libra sea solo un barco a la deriva.

67 - Bitácoras del mar

Según mis cálculos llevo 5 días navegando en el Mar de Mipre, éste era el mar donde Libra navegaba antes de comenzar mi viaje hacia el puerto de Entir. En estas aguas yacen los recuerdos más recientes; aquellos recuerdos que aún están vivos y afectan directamente al casco de mi barco.


Capìtulo 7: Un nuevo comienzo en Mipre

Mire hacia el cielo y este trajo a mi memoria mi último viaje importante de mi vida.

68 - Bitácoras del mar

Dos meses después de cumplir mis 22 años tuve la oportunidad de viajar hacia otro País con mi hermano, fue una experiencia que realmente marco mi vida de manera positiva, porque fue en este viaje que me di cuenta, que había olvidado hacer algo importante en mi vida…


69 - Bitรกcoras del mar


Capìtulo 7: Un nuevo comienzo en Mipre

Fui educado dentro de una familia donde siempre nos inculcaron a soñar en grande, a atrevernos a dar un paso más allá, hacia lo que los demás llaman “lo imposible”. Pero no me había percatado que sumergido en la rutina, me había convertido en una persona sin metas ni ideales, alguien que vivía el día a día sumido en la comodidad.

70 - Bitácoras del mar

Afortunadamente, el viajar y saber que afuera existe un mundo distinto que está listo para ser conquistado, el ver a mi hermano cumplir sus metas, y el sentir que soy capaz de triunfar, hincharon una vez más mi pecho y aquella llama que creí extinta, volvió a encenderse con mucha más fuerza que antes.


- Es triste vivir una vida, sin metas ni objetivos – intervino la voz del mar. Claramente tenía toda la razón. Recuerdo el aburrimiento y ese “sin sabor” que le encontraba a mi vida cuando no tenía ni un objetivo claro a alcanzar, en ese momento conteste. - Tristemente es así, por eso aprendí a trazarme metas constantemente y de esa manera sentirme vivo.

71 - Bitácoras del mar

La fuerza del mar sonrió y con sus palabras, me hizo recordar una de las frases que más significado le han dado a mi vida.


72 - BitĂĄcoras del mar

CapĂŹtulo 7: Un nuevo comienzo en Mipre


<< exclamó y se quedó un instante en silencio>> Ese es el consejo que yo te quiero dar antes de que comiences a surcar nuevos mares. No tengas miedo de soñar y atreverte a dar un paso al vacío, Libra es un barco muy fuerte, soportará cualquier tormenta que lo azote; pero también necesita de ti para navegar, y tú eres el capitán perfecto para este barco.

73 - Bitácoras del mar

Una lagrima de felicidad rodo por mi mejilla, porque sabía que la fuerza del mar confiaba completamente en mí. -¿Adónde te diriges? Me cuestionó. -Hacia un nuevo mar. -Recuerda todo lo que aprendiste en este viaje,


74 - BitĂĄcoras del mar

CapĂŹtulo 7: Un nuevo comienzo en Mipre


Escuche un leve cambio en su voz, esta vez hablaba en tono melancólico, como que si se estuviera despidiendo de mí. Entonces le pregunté -¿Esta es la despedida? -Claro que no, pero no volveremos a tener conversaciones como estas en un muy buen tiempo, quizá este sea un “hasta siempre”. Sus palabras me desconcertaron y volví a preguntarle

75 - Bitácoras del mar

-¿Ya no viajas conmigo? -Claro que sí, pero lo hare como lo hacía antes… en silencio. Simplemente escucharas las olas, sentirás el viento y el sol en tu rostro; y de esta manera sabrás que estoy contigo, Yo siempre he estado ahí y siempre lo estaré.


Capìtulo 7: Un nuevo comienzo en Mipre

En ese momento me embargó la nostalgia y la fuerza del mar continuó hablando.

76 - Bitácoras del mar

-Una última cosa… nunca has navegado solo, mira la cubierta. En ese momento gire y mire a un grupo de personas… todos eran conocidos y entre ellos se encontraban mi familia y mis amigos. Pude claramente distinguir que todos formaban parte de mi tripulación: el contramaestre era un muchacho de mi edad de piel blanca y ojos claros; el puesto de segundo oficial lo ocupaba mi hermano, él era el encargado del funcionamiento total del barco; mi tercer oficial era una muchacha de cabello largo con una sonrisa tan calidad como el sol, encargada de la integridad de Libra; entre la gente de mi máxima confianza se encontraba mi familia; también estaba un joven de piel morena que tenía un cierto parecido a mí y una muchacha de poca estatura con un fuerte carácter, capaz de mover las olas con su gran corazón. Ellos por mencionar algunos.


-La mayor tarea del capitán es cuidar de su tripulación, tú siempre has tenido una gran compañía, porque has sabido decidir ¿a quién dejar subir a tu barco y a quién no? debes recordar que en mar abierto tu tripulación se convierte en tu familia.

77 - Bitácoras del mar

En ese momento cada palabra que venía de la fuerza del mar valía oro para mí. Veía venir el inminente final de mi viaje y el próspero comienzo de otro. Claramente, no quería que ese momento sonará como una despedida, porque sabía que la fuerza del mar siempre me acompañaría, así que de mis labios solo pude exclamar un sincero “GRACIAS”, entonces sentí como la fuerza del mar me abrazo y lentamente se marchó...


Capìtulo 7: Un nuevo comienzo en Mipre

Cerré los ojos y guarde silencio hasta que escuche la voz de mi Contramaestre. -¿Cuáles son sus órdenes capitán?

78 - Bitácoras del mar

Sequé la única lágrima de nostalgia que escapó de mi rostro, volteé y miré a mi tripulación. Yo estaba completamente feliz, porque me había logrado completamente ser un capitán. En ese momento con mucha decisión exclamé:


79 - Bitรกcoras del mar







Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.