El Rostro de La Calle Libro I
La fotografía de Fernando Comotti en “El Rostro de la Calle”, espía y nos sorprende. En esos gestos invisibles en la realidad, para los hombres que transitan sus rutinas, Él, captura y bucea íntimamente un rasgo que desnuda el espíritu de sus modelos eventuales, al mismo tiempo que pareciera buscarse, en espejo, a sí mismo. Una estética subjetivista, contrastante con la casi ausencia de toda estética que domina el horizonte cultural del siglo XXI, en la que sobrevive tanto el surrealismo, como el neo-realismo italiano, por momentos nouvelle vague, pero allá en el fondo se descubre renacentista a la manera de Las Meninas de Velázquez, dónde el autor se retrata a sí mismo dividido por el otro a quien retrata. El humor es una constante en sus imágenes, aún en la crudeza de la vida humana, y quizá sea esa su marca personal. Cuando desviamos nuestra atención a la escena, al espacio exterior que rodea y enmarca a los rostros, parece, como en los sueños, ser una extensión y una creación del eventual protagonista. El artista se propone como una Scherezade: al tiempo que nos narra una historia de vida en el foco de su mirada, descubrimos en los detalles –una línea, una sombra, un reflejo, un espejo, una pared descascarada u otro casual protagonista devenido partenaire- otras tantas historias, que a su vez contienen otras y, entre todas ellas nos relata, por fin, su propia vida haciéndonos espectadores de su mundo onírico. Freudiano, fotografía esos restos diurnos cotidianos, banales, azarosos, inadvertidos para la conciencia, que proveen la materia prima con la que elaboramos nuestros sueños.
Conozco la obra fotográfica de Fernando desde el momento mismo en que se descubre en este deseo, cuando una imagen caída de su historia le interroga. Una noche, ya hace algunos años, como tantas noches que compartimos en su estudio auxiliados por el humo, en las que durante horas el mundo parecía evadirse, entre cientos de imágenes y las palabras que ellas desencadenaban, me contó una historia, un pequeño fragmento recortado, imagen fotográfica transmutada en recuerdo y señal de su deseo: -“Yo iba a colegio”, me dijo. “El destino prefijado para mí por mi familia me indicaba que yo debía estudiar medicina. Tal vez por eso prestaba atención especial a mi profesor de biología. Pero una vez me di cuenta que él iba a sus clases acompañado siempre de una cámara fotográfica y eso me causaba mucha curiosidad y me distraía”. Sorprendentemente me dijo: “…es por esta razón que estudié arquitectura”.- Fernando Comotti nació en Buenos Aires, creció en Jujuy y, según sus propias palabras, sigue creciendo en Tucumán. Arquitecto de sí mismo, hoy podríamos decir que crece en un territorio propio, el del mundo de imágenes por él construido… Daniel Eudoro Wainziger - Escritor, Psicoanalista.
Fernando Comotti
El Rostro de La Calle
“El Rostro de La Calle” por Fernando Comotti
...el momento justo para el pr贸ximo encuentro