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Octubre 2013 - Número 13 Publicación Mensual
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La Archidiócesis de Toledo ha recordado que el DOMUND tiene nombre y personas muy concretas en nuestras ciudades: ¡los misioneros!
El Arzobispo de Toledo y Primado de España, D. Braulio Rodríguez Plaza, Presidente de la Comisión Episcopal de Misiones y de Cooperación entre las Iglesias, señalaba en este Octubre Misionero que “esta tarea misionera es indicativa de lo que somos, si no tenemos deseos de llevar el Evangelio, que es fuerza, ayuda y capacidad de desarrollo para tanta gente, seremos Iglesia de una manera un poco raquítica”. Este mensaje, enfatizaba Monseñor Rodríguez Plaza “va dirigido primeramente a los católicos, porque también existe mucha gente que admira el trabajo de los misioneros”, pero existe una “realidad que es la humanidad necesitada y otra parte que comparte y hace posible que haya una esperanza para mucha gente”.
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La Delegación de Misiones de Toledo y el Octubre Misionero: para “que crezca el conocimiento del Domund” seremos Iglesia de una manera un poco raquítica”. Este mensaje “va dirigido primeramente a los católicos, porque también existe mucha gente que admira el trabajo de los misioneros”, pero existe una “realidad que es la humanidad necesitada y otra parte que comparte y hace posible que haya una esperanza para mucha gente”. Memoria agradecida por el misionero Antonio Garzón
El Octubre Misionero, mes dedicado especialmente a las misiones y que cuenta con la celebración de la Jornada Mundial de las Misiones, arrancaba en la Archidiócesis de Toledo con la presentación realizada del programa de actividades por el Arzobispo de Toledo y el Delegado de Misiones de la Diócesis de Toledo. D. Braulio Rodríguez Plaza, Arzobispo de Toledo y Primado de España, presidente de la Comisión Episcopal de Misiones destacaba que “la animación misionera de una Diócesis, como la de Toledo, tiene un programa muy concreto a lo largo del todo mes de octubre”, pero enfatizando que lo más importante es que “nosotros creemos que podemos, en una sociedad como la nuestra, ofrecer algo interesante e importante que afecta al corazón de las personas, y que puede ayudarle a ser mejor persona, que es a Jesucristo, que es lo que están involucrados las comunidades cristianas y también los misioneros que trabajan fuera de nuestras diócesis”. También ha destacado que “todo el trabajo de la misión lleva consigo una serie de actividades donde la persona en su conjunto, está considerada y necesita de toda una serie de acciones, llamada pastoral social, de una atención a las personas a las que se anuncia el Evangelio que están en unas condiciones muy precarias, y que por tanto, todo eso lleva consigo pues la consabida “hucha”, el hacer ver cómo los misioneros necesitan no solamente el apoyo de sus Iglesias de origen, donde han nacido, donde se han criado y han nacido en la fe, sino también una realidad inmensa, el Domund, desde la cual muchas diócesis no podrían trabajar”, por lo que la colaboración de “muchos poquitos que al final se convierten en un todo muy grande”. Rodríguez Plaza también señalaba que “esta tarea misionera es indicativa de lo que somos, si no tenemos deseos de llevar el Evangelio, que es fuerza, ayuda y capacidad de desarrollo para tanta gente,
Durante la presentación de actividades el Arzobispo de Toledo, Rodríguez Plaza, ha tenido un emotivo recuerdo del misionero Antonio Garzón, recientemente fallecido, realizando una “memoria agradecida”, recordando sus palabras justamente cuando estaba apunto de volver, al manifestarse la enfermedad que poseía, cuando Garzón decía al Arzobispo “yo tengo que volver porque ya no puedo escuchar a tanta gente que viene hablarme de sus problemas, de sus cosas” y eso necesitaba una atención y una energía. D. Braulio recordó como cuando regresó Antonio Garzón estuvo trabajando de capellán en Parapléjicos, por todo ello el Arzobispo ha afirmado que “creo que es un misionero grande, que nos muestra como muchos misioneros despliegan su compromiso en la vida”. Por su parte, el Delegado de Misiones, Jesús López Muñoz, ha mencionado las palabras Papa Francisco en el mensaje del Domund, en el que decía que “toda comunidad es “adulta”, cuando profesa la fe, la celebra con alegría en la liturgia, vive la caridad y proclama la Palabra de Dios sin descanso, saliendo del propio ambiente para llevarla también a las “periferias”, especialmente a aquellas que aún no han tenido la oportunidad de conocer a Cristo. La fuerza de nuestra fe, a nivel personal y comunitario, también se mide por la capacidad de comunicarla a los demás, de difundirla, de vivirla en la caridad, de dar testimonio a las personas que encontramos y que comparten con nosotros el camino de la vida”. Desde esa fuerza de nuestra fe, señaló que la Diócesis de Toledo posee en la actualidad casi 170 hombres y mujeres misioneros, que son los “mejores embajadores de la Diócesis, en todos los niveles, no solo porque anuncian y proclaman el Evangelio, sino porque Toledo está siempre con ellos”. Ha recordado López que son hombres y mujeres que llevan su tierra, sus raíces y su fe a otros continentes”. Estos 170 misioneros fundamentalmente trabajan en la Prelatura de Moyobamba y en la Diócesis de Lurín, en Perú, recordando que “el próximo mes de enero hará veinte años que empezamos a trabajar en Lurín”. También ha destacado el delegado de Misiones que estos “hombres y mujeres que no tienen otro objetivo que el anuncio del Evangelio y la alegría inmensa de poder llevar este anuncio a todos los rincones del mundo”.
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Los toledanos se acercan a la Jornada Mundial de las Misiones En las calles toledanas miembros de la Delegación de Misiones de la Archidiócesis de Toledo han dado a conocer la mayor red de solidaridad del mundo formada por misioneros corriente especial de solidaridad”, que aúna los esfuerzos de muchas personas que desde sus familias y en todas la parroquia se suman al espíritu y vocación misionera de toda la Iglesia. Misiones sale a la calles de Toledo, por segundo año consecutivo, para dar a conocer la Jornada Mundial de las Misiones, que este año se celebra bajo el lema “Fe + Caridad = Misión”, así como para compartir la iniciativa #YoSoyDomund y las actividades y acciones que durante todo el año se realizan en la Archidiócesis de Toledo, organizadas por la Delegación de Misiones de Toledo. Una iniciativa en la que los toledanos han podido conocer, de primera mano, los testimonios misioneros del Delegado de Misiones, Jesús López Muñoz, y el misionero diocesano Mariano Merchán Serrano, además del grupo de voluntarios y colaboradores de la Delegación de Misiones de Toledo, que ha resaltado que la finalidad de este día, y la campaña que se está desarrollando en toda la Archidiócesis de Toledo, pretende animar y profundizar la conciencia misionera de cada bautizado y cada comunidad, ya sea llamando a la necesidad de una formación misionera más profunda de todo el Pueblo de Dios, ya sea alimentando la sensibilidad de las comunidades cristianas a ofrecer su ayuda para favorecer la difusión del Evangelio en el mundo, como también destacaba el Papa Francisco en su mensaje para esta Jornada Mundial. En ese sentido, el Delegado toledano de Misiones, Jesús López Muñoz, ha enfatizado el carácter universal de esta jornada, que desborda cualquier tentación de la comunidades cristianas de cerrarse en sí mismas por la preocupación de dar respuesta a sus propios problemas. De igual manera, ha destacado que estos días vivimos “una
También ha querido recordar que con el Domund la caridad se hace más universal aún, porque con esta jornada “la misión es asumida por todos”, haciendo un llamamiento para colaborar económicamente, pero sobre todo a que todos podamos seguir “viviendo la maravilla del encuentro con Jesucristo y compartir esta experiencia de profunda alegría, compartiendo el mensaje de salvación que el Señor nos ha dado”. Desde la Delegación de Misiones también se quiere manifestar un público agradecimiento, en nombre de todos los misioneros, por la especial generosidad y tiempo de tantas personas, porque con sus aportaciones se ayuda a cubrir parte de las necesidades pastorales y sociales de las misiones, como son el sostenimiento de los misioneros y misioneras, la construcción de iglesias y hospitales, vehículos para la pastoral, al igual que emergencias y ayudas sociales. En definitiva, toda una red de solidaridad que en manos de los misioneros supone encuentro y defensa de la dignidad humana y la justicia social.
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La Vigilia Diocesana por el DOMUND recuerda la vocación y trabajo de los 174 misioneros diocesanos
La toledana Parroquia San José Obrero, del Polígono de Santa María de Benquerencia, ha acogido este año la celebración de la Vigilia Diocesana de la Luz, en la que se ha destacado, como ha señalado el párroco de San José Obrero, José Antonio Jiménez Fernández, que “no existe misión sin oración”. Cerca de 100 personas han participado en la Vigilia, vinculadas a la pastoral misionera, a movimientos diocesanos y a la propia parroquia que ha acogido este año esta actividad diocesana por la Jornada Mundial de las Misiones. Entre ellos se encontraba el Delegado de Misiones, Jesús López Muñoz, y el misionero diocesano Mariano Merchán Serrano. Ha sido el Delegado diocesano de Misiones, Jesús López, el encargado, durante la eucaristía con la que daba comienzo la Vigilia de Oración, de recordar la vocación y el trabajo de los 174 misioneros diocesanos, que están repartidos por todo el mundo, anunciando el Evangelio y “transmitiendo la alegría de Jesucristo”, por lo que en este día la oración unificada de la Iglesia diocesana de Toledo se ponía al servicio del trabajo que todos los misioneros desarrollan en el mundo. López Muñoz ha querido agradecer, en nombre de la Delegación Diocesana de Misiones, la disponibilidad de la Parroquia San José Obrero para acoger la celebración de la Vigilia, la colaboración del párroco José Antonio Jiménez, y especialmente la presencia de misioneros, como el Padre Mariano Merchán, el director de la Fundación Euntes – Toledo para el Mundo, Francisco Villacampa, miembros del Consejo Diocesano de Misiones, al igual que personas vinculadas a la pastoral misionera y a la pastoral parroquial de la Diócesis de Toledo. España sigue siendo una referencia internacional en la aportación y colaboración a la pastoral misionera También ha querido el Delegado de Misiones afirmar que “España sigue siendo una referencia internacional en la aportación y colaboración a la pastoral misionera, no solo en la Jornada Mundial de las Misiones, en nuestro Domund, sino cada día, porque si nuestra Iglesia no es misionera no es una verdadera Iglesia”. También ha destacado López Muñoz la “hondura de fe, humanidad y generosidad que encontramos en cada uno de nuestros misioneros diocesanos, que son y han sido vecinos nuestros, amigos, y que ahora realmente son los más auténticos embajadores de la solidaridad y la caridad de todos los toledanos”. En la Vigilia de Oración también ha quedado claro, entre todos los asistentes, que “todos somos Domund, todos somos misión”, desde una especial unión en la oración también se ha recordado a Antonio Garzón, misionero diocesano recientemente fallecido, como ejemplo y testimonio de todos aquellos que siguen llevando el calor del Evangelio a todos los rincones del planeta. También ha existido un momento para la música, contando con la presentación de la canción África, del cantautor cristiano José Miguel Seguido, que se ha convertido en el momento más emotivo dedicado a los misioneros.
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La Diócesis de Toledo contempla en los misioneros el “ejemplo más elocuente de la superación de las divisiones existentes en el mundo” Dos celebraciones eucarísticas presididas por el Arzobispo de Toledo y Primado de España, Don Braulio Rodríguez Plaza, como presidente de la Comisión Episcopal de Misiones en Madrid, y por el Obispo Auxiliar de Toledo, Don Ángel Fernández Collado, en la Catedral de Toledo, han puesto de manifiesto el compromiso misionero de la Diócesis de Toledo, al igual que la responsabilidad misionera que el Arzobispo de Toledo y el Obispo Auxiliar han reflejado en sus palabras. Don Braulio Rodríguez Plaza, en la eucaristía que Obras Misionales Pontificias ha celebrado en Madrid, ha señalado, en su homilía, que “es un domingo especial, es el domingo del Domund, una inquietud que si vivimos la fe necesitamos llevarla a los demás porque si no seríamos egoístas", en esa línea destacaba que "la fe es un regalo, que necesita ser acogido, un don que no se reserva para unos pocos, sino que se ofrece a todos generosamente". Por ello, y en este final del Año de la Fe, ha aseverado que “todo el mundo debería experimentar la alegría de ser amados por Dios", porque "la fe es un don que necesita ser compartido", destacando en ese sentido que "muchas veces no tenemos claro que anunciar el Evangelio es ser discípulo de Jesús, conocer a Cristo lleva consigo felicidad y hace a la humanidad más grande". Refiriéndose a los misioneros ha querido destacar que “han vivido y viven la maravilla del encuentro con Cristo y comparten esta experiencia" Los misioneros no se consideran héroes y "reciben más que dan". Como Obispo que preside la Comisión Episcopal de Misiones ha realizado la invitación para conseguir “una mejor conciencia misionera y ayudar a aquellos que como misioneros dan la vida por los más pobres", pidiendo ayuda “para afrontar muchas situaciones de pobreza severa, pero también pedimos oración”. Concluía Don Braulio señalando que “sin esa tarea misionera no seríamos buenos cristianos”, afirmando que “todos los misioneros nos dan lecciones de amor, de entrega y de sentido profundo de la vida”. Don Ángel Fernández Collado, Obispo Auxiliar de Toledo, ha presidido la celebración eucarística diocesana con la que se recordaba la Jornada Mundial de las Misiones (Domund), en la que ha estado acompañado por el Obispo de Aguascalientes (México), Don José María de la Torre Martín. Fernández Collado ha afirmado que “Fe y Caridad nos hablan de misión, de evangelización, de anunciar a Jesucristo, de darlo a conocer y de vivir en cristiano; nos hablan de gracia de Dios y de respuesta positiva, entregada y generosa de los hombres al servicio del prójimo, de los más necesitados”, recordando el Evangelio cuando “dice el Señor, lo que hacéis a uno de estos hermanos más débiles y necesitados, a Mí me lo hacéis”. Ha recordado que “evangelizar, llevar el Evangelio y la persona de Jesús a quienes no lo conocen, es la dicha y la vocación propia de la Iglesia, su identidad más profunda”, porque “la Iglesia existe para evangelizar y esta tarea es una responsabilidad y un derecho de todos los miembros del Pueblo de dios quienes, por la recepción del sacramento del Bautismo, somos llamados a anunciar a Jesucristo y a dar testimonio de su Evangelio”. También destacaba el Obispo Auxiliar que “el Domund es una cita importante en el caminar de la Iglesia, y este año en especial, porque la estamos viviendo dentro del Año de la Fe”, continuaba señalando que “esta Jornada nos recuerda que la Iglesia por su naturaleza es misionera, evangelizadora, que ha sido enviada a todo el mundo para dar a conocer a Jesucristo y su Evangelio”. Fernández Collado también hacía presente “a todos los misioneros y misioneras que han salido de nuestras comunidades, de nuestros pueblos y ciudades, y están presentes en todos los territorios de misión, anunciando y dando testimonio del Evangelio con el sello de la sencillez, de la entrega total a aquellos con quienes están anunciando y con quienes están compartiendo la fe y la caridad”. Señalaba, de igual modo, que “en todas partes suscitan admiración los misioneros y misioneras por su ser apostólico y por sus obras”, porque “son cristianos, llenos de Dios, deseosos de mostrar el amor de Dios sirviendo y amando al prójimo, especialmente a los más pobres y necesitados, modelos de caridad y solidaridad”, ya que “esta admiración llama la atención en nuestro mundo rico y secularizado por el hecho de que los misioneros estén trabajando entre los más empobrecidos del mundo”, misioneros, proseguía, que “ponen en peligro su vida por defender los derechos y la dignidad de los más pobres”. “Nuestros misioneros y misioneras son nuestros hermanos universales, porque gastan su vida por el bien de todos los hombres, y son el ejemplo más elocuente de la superación de las divisiones existentes en el mundo por lo que respecta a las razas, a las ideologías, a las culturas... El misionero expresa y vive la caridad y solidaridad más extrema y radical, ya que en él se encarna la entrega más plena a los hermanos”, concluía el Obispo Auxiliar de Toledo, Don Ángel Fernández Collado, durante la celebración del Domund.
Papa Francisco Manos Misioneras
“Quisiera animar a todos a ser Publicación editada por la Delegación de Misiones de Toledo y la Fundación EUNTES – Toledo para el Mundo Dirección y Edición Jesús López Muñoz Delegado de Misiones Francisco Villacampa Director Fundación EUNTES Coordinador Fernando Redondo Benito Secretaría Marisa López Sánchez Dirección C/ Arco de Palacio, 3 45002 – Toledo Teléfono 925224100 (Ext. 163) Correo Electrónico toledo@omp.es
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portadores de la buena noticia de Cristo, y estoy agradecido especialmente a los misioneros y misioneras, a los presbíteros fidei donum, a los religiosos y religiosas y a los fieles laicos –cada vez más numerosos– que, acogiendo la llamada del Señor, dejan su patria para servir al Evangelio en tierras y culturas diferentes de las suyas.”. Vivimos en una época de crisis que afecta a muchas áreas de la vida, no sólo la economía, las finanzas, la seguridad alimentaria, el medio ambiente, sino también la del sentido profundo de la vida y los valores fundamentales que la animan. La convivencia humana está marcada por tensiones y conflictos que causan inseguridad y fatiga para encontrar el camino hacia una paz estable. En esta situación tan compleja, donde el horizonte del presente y del futuro parece estar cubierto por nubes amenazantes, se hace aún más urgente el llevar con valentía a todas las realidades, el Evangelio de Cristo, que es anuncio de esperanza, reconciliación, comunión; anuncio de la cercanía de Dios, de su misericordia, de su salvación; anuncio de que el poder del amor de Dios es capaz de vencer las tinieblas del mal y conducir hacia el camino del bien. El hombre de nuestro tiempo necesita una luz fuerte que ilumine su camino y que sólo el encuentro con Cristo puede darle. Traigamos a este mundo, a través de nuestro testimonio, con amor, la esperanza que se nos da por la fe. La naturaleza misionera de la Iglesia no es proselitista, sino testimonio de vida que ilumina el camino, que trae esperanza y amor.