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Delegación de Misiones de Toledo www.misionestoledo.org
Septiembre 2014 - Número 24 Publicación Mensual
Misioneras Toledo Misionero
La Rinconada del Tajo acoge una convivencia diocesana misionera
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La Dirección Diocesana de Obras Misionales Pontificias (OMP) en Toledo y la Delegación de Misiones de Toledo han organizado una convivencia diocesana misionera que fortalece los lazos con los territorios de Misión.
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El testimonio del joven misionero Juan López puso de manifiesto el compromiso y la opción preferencial por los pobres que se manifiesta en el trabajo de cada misionero.
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El Delegado Episcopal de Misiones de Toledo, Jesús López Muñoz, recordó a todos los misioneros, pero en especial a los que en estos momentos están viviendo la epidemia del Ébola en África, como el Padre Luis Pérez, misionero javeriano natural de Toledo.
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La Dirección Diocesana de Obras Misionales Pontificias (OMP) en Toledo y la Delegación de Misiones de Toledo han organizado una convivencia diocesana misionera que fortalece los lazos con los territorios de Misión La Diócesis de Toledo ya está preparada para celebrar el DOMUND, “porque todos somos DOMUND y tenemos una Misión”, como ha aseverado el Delegado Episcopal de Misiones de Toledo, Jesús López Muñoz, en la clausura de la convivencia misionera que La Rinconada del Tajo acogió ayer. Una convivencia en la que han participado miembros y colaboradores de la Delegación Diocesana de Misiones de Toledo, al igual que un grupo de voluntarios internacionales de Cáritas Diocesana de Toledo, todos ellos tenían en común que el pasado verano han participado en una experiencia misionera en Perú. Esta convivencia misionera también contó con la participación y presencia de todos los ciudadanos y vecinos de La Rinconada del Tajo. Ellos, al igual que hicieran el pasado mes de junio, cuando acogieran el envío misionero de la Diócesis de Toledo para el programa Verano Misión, también han acogido en esta ocasión una convivencia misionera en la que los vecinos de La Rinconada han participado de la misión con la oración y la cercanía con todos los misioneros.
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Por ese motivo, la Dirección Diocesana de Obras Misionales Pontificias de Toledo (OMP) y la Delegación Diocesana de Misiones de Toledo agradecen la generosidad y solidaridad de La Rinconada del Tajo con la misión en Perú pero de igual manera con la misión universal, puesto que cada día la oración en torno a María, Reina de las Misiones, contribuía al trabajo de todos los misioneros repartidos por el mundo, unos 170 en la Diócesis de Toledo. Gratitud que se plasmó en la entrega de un detalle de uno de los grupos que estuviera en Perú, además de rendir cuentas públicamente de la donación que realizara en junio La Rinconada del Tajo, y como manifestó el joven misionero Juan López “sirvió para llenar las despensas de muchas familias, para poder alimentar a muchas personas que en ese momento veían como la ausencia de alimento regresaba a su casa”. Precisamente el testimonio de Juan López puso de manifiesto el compromiso y la opción preferencial por los pobres que se manifiesta en el trabajo de cada misionero. Recordando a sus padres, compartió en la convivencia el que ha sido su recorrido espiritual y vital hasta llegar a la misión en Perú, agradeciendo a la Delegación Diocesana de Misiones y a “Carmen Llorente, amiga de mis padres, la posibilidad de haber hecho realidad el encuentro en Perú para compartir y vivir la fe, para estar al servicio de los que más necesitan, para contribuir y ayudar a quienes tienen hambre de Dios, hambre del Evangelio”.
os territorios de Misión, porque de primera mano y de la voz de los misioneros, todas las personas pueden acercarse a una realidad que no es lejana sino que surge de las propias parroquias y de cada pueblo de la Diócesis de Toledo, porque los
Manos Misioneras Los testimonios compartidos durante la convivencia ayudaron a fortalecer los lazos con los territorios de Misión, porque de primera mano y de la voz de los misioneros, todas las personas pueden acercarse a una realidad que no es lejana sino que surge de las propias parroquias y de cada pueblo de la Diócesis de Toledo, porque los misioneros “son nuestros vecinos y compañeros en la fe”, señala el Delegado Episcopal de Misiones, Jesús López, al mismo tiempo que recordaba a todos los misioneros, pero en especial a los que en estos momentos están viviendo la epidemia del Ébola en África, como el Padre Luis Pérez, misionero javeriano natural de Toledo. López Muñoz puso de manifiesto la gratitud de la Diócesis de Toledo, “podéis estar seguros que la Diócesis de Toledo, con su Arzobispo y Obispo Auxiliar, agradecen vuestra labor y compromiso misionero, recordando las palabras del Papa Francisco que recientemente en una Audiencia General afirmara “como miembros de la Iglesia, también nosotros participamos de su misión: somos responsables de la salvación de todos los hombres, y, por tanto, no podemos permanecer indiferentes o ajenos a la suerte de nuestros hermanos; además, el Espíritu Santo también actúa en nosotros para que no nos cerremos en posiciones unilaterales y procuremos siempre el entendimiento, la armonía, la “sinfonía” en la vida cristiana”. La Delegación Diocesana de Misiones y la Dirección Diocesana de Obras Misionales Pontificias en Toledo presentará en los próximos días las actividades que con motivo del Mes Misionero, el Octubre Misionero, se realizarán en la Diócesis toledana, y en lugares como Toledo y Valmojado, entre otros, para fomentar la animación misionera y de manera muy particular la colaboración espiritual y económica de todas las personas con la misión.
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Nos escriben desde el Seminario de Lurín (Perú) Estimados bienhechores: Este año son 21 los seminaristas mayores en nuestro seminario de Lurín. Después de la ordenación de dos de ellos en diciembre pasado, este año ha traído diversas novedades. Comenzamos nuestro año académico en febrero, con nueve filósofos y doce teólogos. El 19 de marzo tuvo lugar la inauguración del edificio del seminario (hasta ahora estábamos en una casa de retiro), con capacidad para 50 seminaristas. En la Semana Santa nos acompañó un grupo de jóvenes con inquietudes vocacionales. La convivencia con los seminaristas y las celebraciones pascuales les ayudan a discernir su vocación. Mayo, como siempre, viene especialmente marcado por la presencia de la Virgen. Como cada año, el seminario tiene un día de peregrinación a un santuario para poner en el corazón de María las esperanzas e inquietudes de cada seminarista. El 28 de junio fue otro momento importante. Dos seminaristas recibieron el ministerio del acolitado. Y otros cuatro, el ministerio del lectorado. A mitad de julio terminó el primer semestre y, tras diez días de vacaciones, hemos comenzado el
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segundo semestre haciendo una semana de retiro. Una vez al mes están ustedes presentes de manera especial en nuestro seminario, puesto que celebramos la Misa por nuestros bienhechores. Gracias por su ayuda. Nos seguimos encomendando a su oración. José Manuel Alonso Ampuero, rector
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El Papa Francisco prosigue la serie de catequesis sobre la Iglesia e indica que la misión de ser una Iglesia "en salida" está desde el principio Queridos hermanos y hermanas, cuando profesamos nuestra fe, nosotros afirmamos que la Iglesia es "católica" y "apostólica". Pero, ¿cuál es efectivamente el significado de estas dos notas características de la Iglesia? ¿Y qué valor tienen para la comunidad cristiana y para cada uno de nosotros? Católica significa universal. Una definición completa y clara nos la ha ofrecido uno de los Padres de la Iglesia, san Cirilo de Jerusalén, cuando afirma: 'La Iglesia sin duda es llamada católica, es decir universal, por el hecho de que es difundida por todos lados, desde una parte hasta la otra de los confines de la tierra; y porque universalmente y sin deserción enseña todas las verdades que deben llegar al conocimiento de los hombres, ya sea sobre las cosas celestes, que de las terrestres". Signo evidente de la catolicidad de la Iglesia es que habla todas las lenguas. Y esto no es otra cosa que el efecto de Pentecostés: es el Espíritu Santo, de hecho, que ha preparado a los Apóstoles y toda la Iglesia para hacer resonar a todos, hasta los confines de la tierra, la Buena Noticia de la salvación y del amor de Dios. La Iglesia así ha nacido católica, "sinfónica" desde los orígenes, y no puede no ser católica, proyectada a la evangelización y al encuentro con todos. La Palabra de Dios hoy se lee en todas las lenguas, todos tienen el Evangelio en la propia lengua, para leerlo y vuelvo a lo mismo. Siempre es bueno tener con nosotros un Evangelio pequeño para llevarlo en el bolsillo y durante el día leer un pasaje. Esto nos hace bien, el Evangelio está difundido en todos los idiomas porque la Iglesia, el anuncio de Cristo Redentor, es en todo el mundo. Y por eso se dice que la Iglesia es católica, porque es universal.
Si la Iglesia ha nacido católica, quiere decir que ha nacido "en salida", misionera. Si los Apóstoles se hubieran quedado allí, en el Cenáculo, sin salir a anunciar el Evangelio, la Iglesia sería solamente la Iglesia de ese pueblo, de esa ciudad, de ese Cenáculo. Todos han salido por el mundo, desde el momento del nacimiento de la Iglesia, desde el momento que ha venido el Espíritu Santo. Y por eso la Iglesia ha nacido en salida, es decir, misionera. Es eso lo que expresamos calificándola de apostólica. Porque el Apóstol es el que lleva la Buena Noticia de la Resurrección de Jesús. Este término nos recuerda que la Iglesia tiene su fundamento en los Apóstoles y en continuidad con ellos. Son los Apóstoles que han ido y han fundado nuevas Iglesias, han hecho nuevos obispos y así en todo el mundo en continuidad. Hoy, todos nosotros estamos en continuidad con ese grupo Apóstoles que ha recibido el Espíritu Santo y luego han ido en salida a predicar. La Iglesia es enviada a llevar a todos los hombres el anuncio del Evangelio, acompañándolo con los signos de la ternura y del poder de Dios. También esto deriva del evento de Pentecostés: es el Espíritu Santo, de hecho, quien supera cualquier resistencia, vence la tentación de cerrarse en sí mismos, entre pocos elegidos, y considerarse los únicos destinatarios de la bendición de Dios.
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Imaginemos que un grupo de cristianos hace esto, nosotros somos los elegidos, sólo nosotros, al final mueren, mueren primero en el alma después morirán en el cuerpo. Porque no tienen vida, no son capaces de generar vida, otras personas, otros pueblos, no son Apóstoles .Y es el Espíritu quien nos conduce al encuentro con los hermanos, también hacia los más distantes en cualquier sentido, para que puedan compartir con nosotros el amor, la paz, la alegría que el Señor Resucitado nos ha dejado como regalo. ¿Qué implica, para nuestras comunidades y para cada uno de nosotros, formar parte de una Iglesia que es católica y apostólica? En primer lugar, significa tener en el corazón la salvación de toda la humanidad, no sentirse indiferentes o extraños frente a la suerte de tantos de nuestros hermanos, sino abiertos y solidarios hacia ellos. Significa además tener el sentido de la plenitud, de lo completo, de la armonía de la vida cristiana, rechazando siempre las posiciones parciales, unilaterales, que nos cierran en nosotros mismos.
Me decía un cardenal brasileño que trabaja bastante en Amazonia que, cuando él va a un lugar, en un pueblo de Amazonia, en una ciudad, va siempre al cementerio y allí ve las tumbas de estos misioneros, sacerdotes, hermanos, religiosas que han ido a predicar el Evangelio, apóstoles. Y él piensa: todos estos pueden ser canonizados ahora, porque han dejado todo para anunciar a Jesucristo.
Formar parte de la Iglesia apostólica quiere decir ser consciente de que nuestra fe está anclada en el anuncio y el testimonio de los mismos Apóstoles de Jesús. Está anclada, es una larga cadena que viene desde allí. Y por eso sentirse siempre enviado, mandado, en comunión con los sucesores de los Apóstoles, para anunciar, con el corazón lleno de alegría, a Cristo y su amor a toda la humanidad.
Damos gracias al Señor porque nuestra Iglesia tiene muchos misioneros, ha tenido muchos misioneros y ¡necesita más aún! Damos las gracias al Señor por esto. Quizá entre tantos jóvenes, chicos y chicas que están aquí, alguno quiere hacerse misionero: ¡adelante! Esto es bonito, llevar el Evangelio de Jesús. ¡Que sea valiente!
Y aquí quisiera recordar la vida heroica de tantos, tantos misioneros y misioneras que han dejado su patria para ir a anunciar el Evangelio en otros países, en otros continentes.
Pidamos entonces al Señor renovar en nosotros el don de su Espíritu, para que toda comunidad cristiana y todo bautizado sea expresión de la santa madre Iglesia católica y apostólica.
Manos Misioneras Publicación editada por la Delegación de Misiones de Toledo y la Fundación EUNTES – Toledo para el Mundo Dirección y Edición Jesús López Muñoz Delegado de Misiones Francisco Villacampa Director Fundación EUNTES Coordinador Fernando Redondo Benito Secretaría Marisa López Sánchez Dirección C/ Arco de Palacio, 3 45002 – Toledo Teléfono 925224100 (Ext. 163) Correo Electrónico toledo@omp.es
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El Papa Francisco en Twitter @pontifex_es La tendencia a estar centrados en nosotros mismos y en nuestras ambiciones personales, quizás sea muy humana, pero no es cristiana. Cuando en una sociedad falta Dios, incluso la prosperidad va acompañada de una terrible pobreza espiritual. Queridos jóvenes, estén atentos a su interior: Cristo llama a la puerta de su corazón. María, concédenos la gracia de gozar de la libertad de los hijos de Dios. El Señor siempre nos espera para acogernos con su amor: es algo estupendo, que nunca deja de sorprendernos.
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No podemos confiar sólo en nuestras fuerzas, sino en Jesús y en su misericordia.