Nunca supe bien cรณmo escribir mi nombre. Es que no estaba seguro de si yo era
MOUSTRO, MONSTRO o MOOOONSTRUO.
Por eso, cuando me presentaba a alguien, aprovechaba para pedirle ayuda. Pero antes de que yo llegara a decir al menos una de mis tres opciones, las personas !
se iban corriendo, algunos hasta se tapaban los oĂdos! Y asĂ, era imposible aprender a escribirme bien.
Al principio pensĂŠ que era un problema de los adultos que andan siempre apuradĂsimos. Si ni tiempo tienen de frenar cuando cruzo la calle, mucho menos iban a quedarse escuchando hasta que yo dijera mis nombres letra por letra.
Eme... o... ene... ese... te...
ISBN: 978-84-945204-6-4