Damnatio memoriae capitulo02

Page 1


Anteriormente en Augurium: • •

El rey Sapor I de Persia ha tomado prisionero al emperador Valeriano En Roma, el co­emperador e hijo de Valeriano, Galieno, considera muerto a su padre y nombra co­emperador a su propio hijo, Solonino. Los hombres de Valeriano que esperaban en la frontera deciden dividirse: el general Quieto se adentra en territorio Persa para rescatar el emperador y el general Macriano se queda en la frontera para evitar el avance de las tropas persas.



2, El reino de Palmira (9 años antes del evento) Año 262. Cerca de la frontera entre el Imperio Romano y Persia (en el actual desierto de Siria) existía el reino de Palmira, una región entre dos imperios que, hasta ese momento, había conseguido mantenerse neutral en el conflicto. Sin embargo, con el aumento de las hostilidades entre Roma y Persia, muchos temían que su actual gobernador, Septimio Odenato, se viera forzado a decantarse por uno de los bandos. Cerca de allí, el comandante Quieto y sus hombres estaban dispuesto a liberar al emperador Valeriano de los persas y reconquistar los territorios que el rey Sapor I de Persia tenía bajo su dominio, pero para ello necesitaba más efectivos. Después de la vergonzosa captura de Valeriano, el padre de Quieto, Macriano, se había mantenido en la frontera para defenderla y Quieto apenas contaba con dos cohortes (seis centurias, unos 960 hombres). Cuando empezaron a combatir a los persas la moral de las tropas era tan baja que entre desertores y muertos perdieron a casi una cohorte entera. Sintiéndose derrotado, Quieto tomó la decisión de retirarse al reino de Palmira para pedir refuerzos a su líder Odenato. El príncipe Odenato había demostrado ser un gobernante sabio. Gracias a su considerable ejército y una equilibrada gestión comercial, Palmira se había convertido en una pieza imprescindible para el aprovisionamiento de las fronteras, tanto persas como romanas. Por desgracia para él, la llegada de Quieto a Palmira le puso entre la espada y la pared. Tanto si ayudaba a los romanos a recuperar los territorios como si acababa con Quieto y enviaba su cabeza a Sapor I, las fronteras de Palmira jamás volverían a estar seguras. Así pues, decidió ayudar a Quieto, cedió parte de su ejército a la causa romana y acordó

3


anexionar Palmira al imperio romano, siempre que se le garantizará la autonomía administrativa. Quieto y las tropas palmirenses consiguieron reconquistar muchas ciudades y aldeas e incluso ganaron terrenos nuevos. Sin embargo, no consiguieron encontrar ni rastro de Valeriano más allá de algunos rumores. Según estos, el emperador, desesperado, había intentado vender el imperio a los persas, pero Sapor I se había reído de él diciéndole que conquistaría Roma sólo enviando a mujeres y ancianos. Finalmente, llegaron a la ciudad de Bishapur (en el actual Irán) donde hallaron un peculiar trono forrado con piel humana y repleto de decoraciones satíricas en contra de los romanos. Después de interrogar a los nobles del lugar descubrieron que Sapor I, harto de los intentos de soborno de Valeriano, le hizo tragar oro derretido y, una vez muerto, se hizo construir un trono con su piel. Una vez confirmada la muerte del emperador, Quieto se dirigió de nuevo a Palmira. Su objetivo era derrocar a los actuales emperadores Galieno y Solonino (hijo y nieto de Valeriano, respectivamente) y establecerse junto a su padre Macriano como co­emperadores. Una vez delante de Odenato, Quieto exigió quedarse con las tropas palmirenses para su marcha contra Roma y amenazó con arrasar Palmira si no se le permitía. Para su sorpresa, Odenato decidió no apoyar su causa y mató a Quieto. Seguidamente Odenado envió dos mensajeros. El primero fue en busca del campamento fronterizo de Macriano donde se le informaba que Quieto había muerto y que emprendiera su marcha contra Roma para acabar con Galieno. El segundo mensajero fue enviado directamente hacia Roma para avisar a Galieno de los planes de Macriano. Cuando Galieno conoció la noticia, envió a su mejor comandante de caballería, Aureolo, a acabar con Macriano, a quien Aureolo venció sin demasiadas dificultades. Al acabar la batalla, Aureolo no permitió que

4


ninguno de los soldados de Macriano se incorporara a sus filas y les condenó a muerte. Sólo media cohorte (unas 250 personas) consiguió escapar hacia Germania. En agradecimiento, el emperador Galieno nombró a Odenato totius Orientis imperator, lo que convertía a Odenato en líder independiente de oriente. Pese a que esta desmedida muestra de gratitud conllevaba una importante pérdida de poder para Galieno, sus motivos fueron estratégicos. Con la anarquía reinante, Roma no disponía de suficientes efectivos para proteger toda la frontera y, en ese preciso instante, la auténtica amenaza para Galieno se encontraba en la Galia y requería al ejército de Aureolo para combatirla.

5


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.