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Grandes Construcciones Abadía de San Miguel Arcángel
Cuenta la leyenda que después de tres apariciones sucesivas de San Miguel Arcángel en sus sueños, en el año 708 el Obispo Aubert d'Avranches ordena la construcción de un monasterio en lo alto del Monte Tombe, el primer santuario en honor de este místico personaje considerado el jefe de la milicia celestial.
Ver a un toro amarrado en el Monte Tumbe sirvió de presagio al Obispo Aubert para decidir que ahí se construyera el monasterio, enclavado en Normandía, en el noroeste francés.
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Joaquín Esteva
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Con ello inicia la historia de la abadía más famosa del mundo, también conocida como La Maravilla, declarada Patrimonio Mundial de la Humanidad, por la Unesco en 1979, junto con el monte en el que se ubica y su gran bahía.
Cultura y devoción En el año 966, al establecerse ahí una comunidad benedictina, la abadía se convierte en punto neurálgico de la veneración religiosa y el desarrollo de la cultura medieval.
También denominada La Ciudad del Libro, en La Maravilla los monjes benedictinos traducían los textos de importantes pensadores de la antigüedad y, por su ubicación estratégica, cientos de peregrinos la visitaban durante todo el año, entre ellos varios reyes de Francia y de Inglaterra. En primer lugar, se edificó una iglesia prerrománica. Fue en el siglo XI cuando se construyó la abadía románica y dos siglos después se erigió el área gótica, compuesta por dos edificios de tres plantas que se sostienen de manera espectacular sobre la ladera rocosa del monte. En el siglo XIII, como resultado de conflictos bélicos entre los reinos de Francia e Inglaterra, la abadía fue objeto de saqueos y destrucción. En 1204, tropas francesas bajo el mando del rey Felipe Augusto, saquearon el monasterio, el cual entonces estaba bajo el control del monarca inglés Juan Sin Tierra.
Entre 1212 y 1228 se reconstruyó su estructura y se amplió de manera espectacular el costado norte de la iglesia románica. Este tesoro arquitectónico también fue habilitado como prisión, de 1793 a 1863. La arquitectura de la monumental abadía del Monte de San Miguel Arcángel es una proeza técnica y artística de los constructores de la Edad Media. Erigida en la cima del monte, esta edificación es un desafió a las leyes del equilibrio.
La Iglesia Abacial fue construida a 80 metros de altura sobre una plataforma de 80 metros de largo.
La fachada del santuario conduce a la llamada Escalera de los Muertos (Scalone dei Morti) que recibió ese nombre porque está flanqueada por arcos y tumbas en las que en alguna época se mostraban esqueletos de sus antiguos moradores. En lo alto de los 243 escalones que la integran se encuentra la Porta dello Zodiaco de mármol, obra maestra de la escultura del siglo XII.
Una asombrosa peculiaridad de esta joya natural y arquitectónica es que se convierte en isla durante algunas horas cuando, en ciertas épocas del año, la marea crece.
El arcángel
La joya de la corona de esta impresionante abadía es, sin duda, la magnífica escultura del arcángel, realizada por el escultor Emmanuel Frémiet y colocada el 6 de agosto de 1897, justo en la punta del edificio, alcanzando una cúspide de 150 metros sobre el nivel del mar.
La escultura mide 4.20 metros de altura y pesa alrededor de 500 kilos, está hecha en cobre dorado y representa al arcángel que blande su espada contra el demonio que tiene a sus pies.
