Hacer mucho con poco entre final del semestre Universidad Tecnológica Indoamérica Fernando Valarezo C. Segundo - 3er paralelo El año 2020 ha presentado un cúmulo de retos para la sociedad especialmente en cuanto al diario vivir se refiere. La población de muchos países del mundo, y más específicamente de Latinoamérica, se vieron en la necesidad de adaptar sus actividades cotidianas a un ambiente de encierro total o parcial debido a la pandemia de covid-19. Es así que, al reducirse, o por lo menos no incrementarse, el ingreso de dinero al hogar cada miembro de la familia se convirtió en un ente consciente de que la optimización de los recursos es de suma importancia en la efectividad de las actividades diarias.
Con estos antecedentes, está claro
que los habitantes de una casa, sea esta grande o pequeña, se vieron en la necesidad de darle una utilidad real a los espacios personales y familiares de modo que tanto emocional como físicamente la experiencia de pasar 24 horas del día en la misma casa durante meses sea una experiencia cuanto menos tolerable y, si es posible, placentera. En el presente informe se presentarán dos de los problemas espaciales evidenciados durante la cuarentena. El primero es un problema esencialmente de falta de calidez debido al color de una
pared de una habitación personal, a este problema lo llamaremos “problema de color”. El segundo problema se da por la funcionalidad del espacio de estudio y trabajo al cual llamaremos “problema de espacio”. El problema de color está presente en una de las habitaciones de la segunda planta. Dicha habitación cuenta con una pared pintada de manera descuidada de lo que debería ser un tono azul marino uniforme. Al ser un tono oscuro y mal pintado, siempre resulto inquietante la posibilidad de solucionarlo con algún diseño personalizado.
Dicha pared tiene de dimensiones de 4,10 m de ancho por 2,25 metros de alto, por lo que se puede considerar como relativamente grande. Es así que, previo a la cuarentena, se intentó darle vida a la pared con adornos y repisas que logren una mejora visible en la monotonía de la pared con cierto éxito. Al empezar el encierro en marzo se fueron solucionando ciertos espacios de la casa, teniendo siempre en mente que era la oportunidad perfecta para darle vida. Además, una vez aprobado primer semestre, cursando el segundo semestre de arquitectura y con los conocimientos experimentales previos una opción viable era usar alguna herramienta de las disponibles en dibujo técnico para cambiar el aspecto de la pared. Entonces, se empezó por pintar la pared blanca con el objetivo expreso de convertir a la pared en un lienzo base donde se pueda expresar cierta forma de arte con fundamento técnico.
“No existe una casa tan mala que no pueda convertirse en algo que merezca la pena”. Elsie de Wolfe Para dicho efecto, se utilizaron pintura blanca, lija, dos rodillos, una brocha, cinta, papel periódico y fundas de basura que son materiales bastante económicos. Después de tres o cuatro capas de pintura el resultado fue una pared que solamente al cambiar de azul mal pintado a un blanco medianamente decente mejoró notablemente el ambiente de la habitación. Ahora es un espacio mucho más claro incluso en las noches.
Finalmente, para la composición técnica-artística de la pared, se estableció como fundamento un punto de fuga central debido a fundamentos espaciales registrados por autores como Panofsky (1999) o Salgado (1998) cuyos axiomas establecen que una perspectiva fugada expande el espacio más allá de los límites de los muros, logrando así un espacio más grande. Como punto referencial se tomó una altura aproximada de 1,40 metros para mantener una relación casi exacta entre la altura de la habitación, la altura del punto de fuga y el número de oro.
Aparte de las dimensiones del muro, se tomaron las mediciones de los elementos ya compositivos de la pared, de modo que se puedan integrar al diseño y darle un efecto de tridimensionalidad una vez plasmado en la pared.
“La casa debe ser el estuche de la vida, la máquina de felicidad.” Le Corbusier. El proceso creativo fue experimental, estableciendo como base un ambiente de una calle angosta empedrada con locales, viviendas con balcones y mucha vegetación en los muros. Así , la composición va tomando forma y definiendo sus rasgos, integrándose con el espacio del que va a formar parte. Lamentablemente el tiempo y los materiales son un limitante que se podrá solucionar en agosto y septiembre; meses en los que se plasmará el diseño y se definirán los tonos adecuados en la composición para que refleje la armonía y espacialidad que pretende.
El “problema de espacio” se refiere a la funcionalidad del espacio de estudio y trabajo de la habitación usada para dicho fin en la planta baja de la vivienda. Dicha habitación, previo a la cuarentena, era usada como cuarto de huéspedes de la cual no se tiene registro fotográfico, manteniendo el estudio en una habitación peor iluminada y con menos espacio en la segunda planta. A partir de la cuarentena establecida por la pandemia se trasladaron los escritorios y muebles del estudio a la planta baja y la habitación de huéspedes se instaló perfectamente en la habitación pequeña de la segunda planta. Aproximadamente durante un mes se mantuvo dicha configuración improvisada de escritorios. Sin embargo, el dinamismo de uso entre el escritorio de trabajo y la mesa de diseño era poco funcional por cuanto estaban uno frente a otro y resultaba incómodo tener que girarse completamente para usar una de las mesas, inutilizando momentáneamente la otra al dejarla a las espaldas.
Por lo tanto, posterior a investigaciones de armonía de los espacios arquitectónicos en escritos como los de Gabis (2006) o Mateus (2001) se decidió convertir el mismo espacio en una configuración de mesas en “L” optimizando así el uso de ambas. Además, se añadieron repisas para colocar libros, herramientas de trabajo y adornos en un espacio donde sean de fácil acceso, pero a la vez permitan una mejor circulación. Finalmente, la iluminación mejoró significativamente ya que la luz natural no resulta incómoda ni siquiera en la pantalla de los dispositivos electrónicos por la ubicación del cerramiento de la casa que permite ingresar solo la luz natural necesaria a la habitación. En conclusión, la funcionalidad de los espacios arquitectónicos es menester, especialmente en los meses actuales y venideros, ya que la nueva normalidad
incluirá indudablemente una mayor cantidad de horas en casa realizando actividades cotidianas. Por lo tanto, es importante adaptar los espacios a nuestras necesidades para incrementar la efectividad de las actividades realidad y mantener la estabilidad emocional y mental que permita realizarlas.
“Hay una gran diferencia entre diseño abstracto sin contenido y diseño abstracto con contenido. Se puede ser un gran manipulador de la forma, pero si la solución no es la más apta, no tiene sentido”. Paul Rand.
Referencias bibliográficas Pardo, A. S. (2012). PERSPECTIVA LINEAL EN BRUNELLESCHI.
Panofsky, E., & Careaga, V. (1999). La perspectiva como” forma simbólica”. Tusquets Editores. Salgado, T. G. (1998). Brunelleschi, Il Duomo y el punto de fuga. Ciencias, 59. ENRÍQUEZ, J. R. M. El punto de fuga y la captura del infinito. Primer, 311. Avila, A. (1990). La perspectiva en la pintura hispánica del primer Renacimiento. Archivo Español de arte, 63(252), 529. Gabis, C. (2006). Armonía funcional. Melos Ediciones Musicales. Noboa Quinteros, D. (2017). Armonía, geometría y aritmética: Escuela de música y artes en Estación Iñaquito (Bachelor’s thesis, Quito). Mateu, L. (2001). Arquitectura y armonía. UASLP.
EDICIÓN:2020 DISEÑO DE PORTADA: DIEGO FERNANDO VALAREZO CASTILLO MAQUETACIÓN: DIEGO FERNANDO VALAREZO CASTILLO correo electrónico: diefhervc@gmail.com ©UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA INDOAMÉRICA ©FACULTAD DE ARQUITECTURA ARTES Y DISEÑO PROYECTO FORMATIVO: EPISTEMOLOGÍA DE LA ARQUITECTURA -NIVEL 2 DOCENTE. ARQ.MPAA DIEGO HUARACA reservados todos los derechos no se permite copia parcial o total del mismo