Verbo(des)nudo no 13

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Verbo(des)nudo

Año 4. Número 13 Santiago de Chile Febrero 2014 ISSN 0719-1626

Consejo Editorial: Anouna Fabio Luis Cerón Coordinación: Mafalda Migliaro Maquetación y diseño: Sergio Melo Edición y dirección: Gino Ginoris

© Revista Verbo(des)nudo Aguas Claras 1571, La Reina, Santiago de Chile Contacto: revistaverbodesnudo@gmail.com


Santiago de Chile. Febrero 2014 A単o 4

No. 13


Agradecimiento

Las gráficas utilizadas en esta edición, así como el diseño de la carátula son obra de la Artista Margarita García Alonso.

Margarita García Alonso. Periodista, poeta y artista visual.

http://margaritagarciaalonso.wordpress.com/


Palabras del editor

Me gustaría suponer que todos los seres humanos en algún momento de sus vidas se han preguntado por qué el amor es a la poesía, como la savia al árbol. En esta edición de Verbo(des)nudo puede estar, para cada uno de nosotros, la respuesta que más nos acomode. Lanzamos una convocatoria para que el escritor se pronunciara sobre este “sentimiento” abarcador de todo y nos encontramos ante una avalancha de textos llegados de diferentes partes del mundo, textos que desnudan el concepto, lo borran o lo enaltecen, textos que rompen espacios y tabúes, reglas y disfraces y se adosan a la página como la gran verdad por la que tienen vida. Hemos abierto una ventana al amor, y ha llegado el amor. Escritores famosos (sí, famosos) comparten espacio con otros poco conocidos, incluso con personas que nunca habían escrito un poema y se tomaron el tiempo de plasmar en palabras lo que para ellos representa la vida. Inclusividad, eso también es amor, le refería a mis compañeros en los días en que recibíamos, leíamos y disfrutábamos todos y cada uno de los trabajos que como una lluvia de sentimientos llegaban a nuestro correo. Los que no están acá, irán apareciendo en próximos número, somos víctimas irremediables del espacio físico y las limitaciones que representa hacer una revista artesanal e independiente. Gracias a todos, Verbo(des)nudo está de fiesta. Poder contar con sus colaboraciones de forma desinteresada es el gran premio a estos cuatro años. Gracias a Margarita García Alonso, la artista, por su obra y su diseño de la portada; a la mujer dulce que nos alentó y ayudó en esta aventura dedicada al amor. Gracias otra vez.

Gino



JosEvelio Rodríguez-Abreu

Balada luminosa

Ángel, después de mucho dudarlo, te regalaré esta herida envuelta en el papel tisú de la llovizna (es la herida más luminosa de mi vida), porque duele como tus ojos, con el azul infinito que convive con la ternura de mis tardes. Con un dolor como tus ojos, la Luna puede ser un hospicio para sanar a los amantes desahuciados por las noches y el desamor.

JosEvelio Rodríguez-Abreu. Pintor, escritor y poeta. Miami, EEUU.


Magali Alabau

El amor ocurre en solitarios juegos, entre apuntes, peines, vasijas, espejuelos. Música y agua vertiéndose en las plantas. Entrando a la ducha descalza, llegas y hablo y te miro. Y no estás en las plantas, quizás con el agua, en el aire estás, y me viro y me rio y los ojos tuyos en el espejo de mis ojos pero en nada más. Y duermo agarrada a un papel que eres tú, a la puerta abierta y eres tú que pasas y vives conmigo encerrada en mis cartílagos en frecuencias que sólo tú y yo conocemos.

Magali Alabau. Escritora, poeta, actriz y directora de teatro.


Anita Montrosis

Cuando dijiste que querías matarme de amor

Cuando dijiste que querías matarme de amor porque es la única forma de morir, pensé en esas ciudades que están mal escritas y que aún no han borrado sus duelos. Especulé en los muertos del cerro Chena. En esos que nunca se han sentado en los rieles de la maestranza a beber la desnudez de la adolescencia. ¡No quiero morir! te dije. No quiero esa forma de paralizar la escritura y su temática. ¡No, no quiero! Quiero inyectarme en un celaje a separar todo lo que odio, todo lo que amo, lo que nadie sabe y calla. (Paredes Lejanas, 2014)

Anita Montrosis. Poeta. Chile


Margarita García Alonso

La fille malgardée. Nadie ha pedido que me quede puedo incluso pasar la noche, una semana, el mes, la vida. Pídelo, pasearemos como dos perros sin lesa por las ciudades húmedas de Europa frotaremos los muros arrancaremos cal de las paredes y tu micción cálida saciará la sed de los borrachos, cubrirá a las palomas envenenadas que molestan las antiguas catedrales del estancamiento. Con mi pestaña huérfana haré cruz en mi pecho, y cada noche procesión en tu cama. Cuídame, como si fuese lana de rocíos. Tengo una hora sostenida bajo la oscuridad y la llovizna de nieve, mi querer, estoy en la esquina chapurreando oraciones de fille mal gardée. *fille mal gardée.en francés, chica mal cuidada.



Margarita García Alonso VERANO DEL 2006

Fue en el verano del 2006 cuando perdí al gato y bajo la lluvia busqué su maullido. En el bosque normando, envuelta en sombras, deposité un platillo de leche y vigilé siete noches seguidas a la vieja de la casona. Pongo a consideración mi caso: es en el lado izquierdo que el vaso roto invoca a la escama que desciende al pie y me brusca el vientre donde escarban hormigas. Yo tuve un hombre, nada le era suyo, le inventé del gemido hasta el poro que cierra. Pero tuvo éxito, engranaba palabras zurcía la creencia. Durante años fui su puta me inventé humana y nada me pertenecía -del aire hasta el pulmón sonaba huecoPero tuve éxito: colmé el exceso y la demencia. No le faltaría razón: el resto ha sido de una humillación tremenda. Estoy dispuesta a emprender el mismo viaje aunque el viento barra las callejuelas y oculte al animal en cualquier parte.


Margarita García Alonso

ÉL VIENE

Las vendas de La Bastilla aún cubren su rostro a mis manos se enhebran recostado a los muros sonríe enseñándome a otros soldados en la hierba del patio. De lejos viene noche tras noche a buscarme en los sueños donde le espero con espanto de que escape. No sé el nombre que le vestiría de humano reconozco que desangra y deambula ebrio por los siglos sin cambios de casaca sólo presintiendo mi memoria. Esquiva mi tono murmura no sé qué año donde encuentro que allí estuve rasgando sayuelas condenada. Cuando veo sus ojos tristes vuelvo a morir.


Maya Islas

Siempre redondos como el sol siempre en ángulo como la espada siempre como un dios, como la virgen que deja caer su óvulo en el momento puntual donde la madera y las palomas vuelan. Siempre la voluntad, furiosamente hablando, siempre el canto la voz con sus ráfagas de muertos cantándole a los cuerpos que dejan en la llanura brisa y agua para ser de nuevo. Siempre la puerta urgente, la mano que toca a un planeta distraído ante su órbita Siempre la fatiga, el arte sin paisaje las flores demorándose debajo de la tierra sin adornar la vida. Siempre un pan atado a la boca que diluye la esencia de la luz en un lugar lejano que juega a ser rey o pez, pie o agalla. Siempre el ruido húmedo de un libro que tiene muchas páginas el reflejo dócil del martillo sobre una casa que se dibuja y desdibuja por sí misma. Siempre es el poder de la vida las velas de la madrugada que murmuran al borde de las formas quién entra en el poema.

Maya Islas. Escritora y poeta. New Jersey.Estados Unidos


Anouna Fabio

Prescrito

Hay un día, bendito sea. en que el florista se viste de gala y aumenta con creces su arcón de monedas. El Día en que los cuerpos se van ensanchando con cada corazón que se desprende de su envoltorio de rojo celofán. Día de amorosas cursilerías creadas, porque la ocasión así lo amerita: El poema viejo, la desasistida palabra, la flor sin espinas, el piano destemplado. Hay un día -glorioso por ciertoen que el vino y la copa son el símbolo de todos los suspiros, Pero llega el quince -maldito seaque empuja a los amantes desde el carruaje a la rutina.

Anouna Fabio. Poeta. Chile


Milagros Morales García

Amo así

No puedo mantener por mucho tiempo intacto el manto gélido de mi estanque: lo rompe en mil pedazos mi ternura aparece mi esencia cristalina y vuelven a respirar las algas de mis profundidades. Amo así, abierta a la desnudez de la noche con miles de estrellas encendidas en un cielo que se manifiesta del todo, sin la sombra del árbol que esconde cantos de aves nocturnas. Con inocencia y candor atrevido desabrocho una sonrisa en la fachada de los disimulos No necesito faroles para las sábanas que arropan mis sueños las besará el primer rayo de sol.

Milagros Morales García. Tarazona / Zaragoza.España.


“Cuidame como si fuera lana de rocíos. Tengo una hora sostenida bajo la oscuridad y la llovizna de nieve” MGA


Sergio Melo Muñoz

Perdones Sergio Melo Muñoz. Santiago de Chile

(fragmento)

quizás voló lejos; por mérito propio o por descuido mío... solo sé que en algún lugar de este puerto se debe encontrar el perdón que te debo y que nos haría tanto bien, ojalá recordara el camino directo hacia él... Lo debo haber extraviado en uno de los tantos viajes, en una de las tantas miradas nuevas que he cruzado, en uno de los tantos recuerdos que trato de olvidar para que caigan por su propio peso... Sé que sólo basta un perdón para devolver el mundo a su lugar, intacto... sin rastros de haber sufrido una guerra de silencios

Miguel A. Bernao TAL VEZ FUERA ESO Tal vez fuera eso, un deseo, tú y tu desnudo cubriéndome de sentimiento; me vale algo tan innombrable como el recuerdo, porque los puertos no te vieron y los mares te llevaron muy adentro. Tal vez fuera eso. Miguel Ángel Bernao Burrieza. Tomelloso, España


Tinito Díaz De un ensueño

No sé porque te relaciono con una isla griega en la que estoy a punto de arribar. Desde la ventanilla contemplo las aguas del Mediterráneo, mientras el viento pule el cristal del cielo sobre las colinas clarea el panorama en torno tuyo, corren los segundos como un rebaño de cabras perseguidas por ojos de diversas raleas. Tu alma, como la hiedra en las columnas de los pórticos, majestuosamente se define. Yo, intento alcanzarte, pero de pronto te aleja. Alguien rompe el embrujo. De nuevo el ajetreo de los mecánicos, el calor y el estrés.

Jesús Alberto Díaz Hernández «Tinito» Miami. FL, Estados Unidos

Viviana Agosti

Reencuentro

Tú lees un párrafo y yo otro. Tú me acaricias, y la lectura nos eleva,

palabra a palabra cuerpo a cuerpo. Así el alma se vuelve sublime en tan inesperado encuentro.

Viviana Agosti. Poeta., artista visual e ilustradora Argentina


¿Dónde estás amor? Tú, vendrás dentro de mí, por siglos... Te alimentas de mí, me vigilas, no es otra tu tarea. En todos los lugares me vas nombrando, para que de mi sepan, pero yo, no habito la parte soleada de ninguna tierra.

Rossana Arellano

Tú, levantaste un muro, peor que el de mi sangre y se volvió estrecho el consuelo de un amor sin nombre. En silencio te escogí de amante y te hice circular mis venas. ¿Dónde estás, amor? Yo, no elegí tu ausencia... De un mal entendido, tal vez, y así, errática y errante extraje tu canto, te borré la boca y sin tocar tus manos les clavé puñales y sin besar tus labios envenené tu existencia, más, sangras en mi, amor.

Rossana Arellano. Poeta. Chile


Manuel Adrián López

La pregunta

No he sabido contestar la pregunta cuelga en el aire hilo fino aliento cargado de café y versos. Debo tener respuesta antes del amanecer definir esta unión de hombres cansados en retirada cómplices absolutos que han hecho del amor un tablero de ajedrez.

Manuel Adrián López. Escritor y poeta Morón Ciego de Ávila. Cuba


Mafalda Migliaro Luces tenues del atardecer

En silencio y acurrucada en la poltrona del estudio, se sumergía en las notas nacidas del piano, notas dispersas, inciertas en un principio, notas de inicio, de creación. Lo observaba y su mirada iba a vaivenes entre la espalda curvada ligeramente hacia el teclado, los cabellos revueltos, el perfil decidido, los dedos expertos moviéndose por el teclado y las luces tenues del atardecer. Cada tanto, le devolvía la sonrisa y continuaba envuelta por el silencio de las notas. Le hubiera gustado acoger, hacer suyo el regalo y el significado de esa creación. Le hubiera gustado que ese momento lúdico se hubiera realizado en otros tiempos. Le hubiera gustado soltar las ataduras sutiles. Le hubiera gustado ser otra. Sin embargo allí estaba, acariciada por la música, casi soñando, siendo siempre ella, sin poder cambiar.


Libertad Manque

Ceguera

Amanecieron mis ojos vestidos de señuelo, buscaron robarle al cielo su mirada y en una emboscada aterradora fueron mis ojos los vencidos. Así huya o me detenga, usted siempre está esperándome. Se me hospeda arrasando con la esquivez y por el atajo de la duda me invade toda, y yo, yo sigo padeciendo encerrada en el húmedo manto de su mirada. Ando cargando sus ojos compañero, a tientas, a oscuras, adentro, muy adentro de los míos, allí donde nacen las lágrimas y también las sombras ¡Compañero, compañero, compañero! Llevo aún abrigado el calor recuerdo de su aliento, aquel, que me devuelve a su boca ¡bendita fuente de veneno! que me apaga la vida en esta cálida agonía. ¡Compañero, compañero, compañero! Quíteme ya la ropa mire que sus labios se quedaron hace tiempo anclados en mis reveces, y tallándome el deseo a fuego y a muerte han sellado mi ceguera.

Libertad Manque. Escritora, poeta, promotora cultural. Viña del Mar. Chile


“Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y nuestros ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mí como una luna en el agua”. Julio Cortázar. Rayuela


Gino Ginoris

No era solo recordar los alivios, dejarnos dominar por la música que vence y ha de quedar como desquite, convertirnos en la piedra que se lanza desde el otro lado del cerco.

Hablo de perdones a pesar de la duda.

Hablo de perfectas armonías, del tiempo que redacta inconmovible el legajo de sueños no cumplidos. Hablo de amables contratiempos, de la tensa cuerda, del equilibrista, de la vanidad asumida como queja. Hablo de una orilla y otra orilla sin nombre una, sin olvido todas.

No es solo conformarse con la lluvia, hay también que resguardar las apariencias.


María Ramos Quédate Quédate…

Quédate en mi boca Mientras el planeta gira y se desatan lluvias tropicales en una latitud opuesta a ésta y la tierra se estremece sísmica. Quédate en mi boca donde la oratoria, signos danzantes, volcánicos resultantes, magma de mis emociones, se silencia con un absoluto asentimiento, como la muerte a la vida, a tu desiderativa sentencia.

Quédate… Quédate en mi boca por un rato eterno, como un nacimiento, y buscaré el oxígeno después, como por primera vez: una inspiración desde las entrañas agarrando con llanto y con rabia la vida como un bebé.

María Ramos, Torremolinos, Málaga, España. De "Des-mito, ego te absolvo", 2013.


Una historia de amor

Anna Jorba Ricart

Las historias de amor pueden parecer todas iguales, pero lo que en realidad las diferencia son todos y cada uno de los hombres y mujeres que las protagonizan. Ellos, y nadie más que ellos, a cada historia, le confieren el privilegio de hacerla única. La riqueza de matices que conlleva el amor es imposible de condensar en pocas palabras, pero es un lenguaje universal y cuando toca al corazón de un ser humano, éste lo reconoce y raras veces se resiste a su grandeza.

Aconteció por los años 1945 que un muchacho se enamoró de una joven y guapa mujer, con la que años después se casó y partieron hacia Guinea, en tierras africanas. Sin teléfono, ni radio, ni prensa, en un nuevo continente, absolutamente desconocido, empezaron a llenar sus vidas de experiencias. Embarcaron en el puerto de Barcelona, en el buque español “Domine”, y haciendo escala en Valencia, navegaron a Cádiz, Las Palmas, Santa Cruz de Tenerife, Monrovia, Lagos, Santa Isabel hasta llegar a Bata. Veintisiete días de travesía. Se establecieron en una de las primeras casas construidas con ladrillo (las habituales eran de barro y techo de nipa) y habilitada con corriente eléctrica a través de un generador. Los nativos hechizados por el embrujo de la luz, bailaron toda la noche, en un ritual, a ritmo del balele y al compás del tam-tam. La pareja construyó su historia familiar durante años en aquellas tierras. Y todo empezó con una de tantas historias de amor...

Fluía por la mente del muchacho, como a cualquier enamorado, pensamientos hermosos que dedicar a su amada. Dejó plasmados, en papel con su puño y letra, los reflejos de sus profundos sentimientos, en versos en los que sublimó la esencia del amor. Caricias hechas palabra escrita, a la par con nostalgias y desvelos, con dudas y miedos. Porque el amor es todo.


Y como constancia de aquellas emociones, acerco esta muestra fehaciente de un ser humano que al contacto con el amor se volvió poeta: Mi padre.

Nostalgias Bajo la tarde silenciosa y grata del nostálgico otoño a los fulgores, se deshoja la nieve de las flores como una lluvia, trémula, de plata, esmaltando al caer, trágicamente, el verdadero tapiz de la arboleda, mientras su aroma aleteando queda en el vago misterio del ambiente. Nuestros muertos y líricos amores, como esas dulces y calladas flores por el olor crepuscular heridas, tendrán evocaciones celestiales y serán sus recuerdos ideales como el aroma azul de nuestras vidas.

Francisco Jorba Bueno 1909-1990


Elisa Lichazul

Las estrellas son más bellas Cuántas veces se nos presentó la felicidad, lo sabes? Mi memoria juega a las escondidas, las canciones traen al que fui , y algo me aprieta la garganta, una emoción genuina, una primavera borrosa, los asientos del parque guardan alguna pista, los árboles que crecieron con nuestra historia... recuerdas?, te amo como ayer o quizá más que ayer, y cierro los ojos, otra vez estoy con flores esperando por ti, con la sonrisa más limpia, con las mariposas en la panza, y estas flores son para que no olvides la cita, ni la promesa que nos hicimos. Ahora solo me escuchas, ahora tengo la palabra llana, esta lluvia de mí que moja tu nombre es solitaria, cómo te extraño! Mis días son interminables, mis noches poemas ciegos. Allá donde estás , las estrellas son más bellas, tus alegrías que eran las mías, ellas las titilan para consolarme, cuando mi tiempo se acabe, la felicidad volverá a presentarse, lo sabes! y esta memoria será la llave, las canciones el camino de un amor , de nuestro amor eterno.

Elisa Lichazul. Poeta. Chile



Maia Losch

Dudas aparte A Alberto

Vos no sabés -tal vez ni yo lo sepa con certezacuánto me une a ti esa tierna desazón cuando se pierde una media solitaria y desesperado decís que es una pena, que una pieza se quede sin pareja, o condenada a un orfelinato. Ni cómo me colman de alegría esos comentarios inesperados tuyos en momentos repletos de ternura de tu boca traviesa e inteligente. Adoro tu paciencia -lo único constante de mi vida-; la forma en que tu cuerpo se proyecta en el mío. Envidio si acaso tu risa libre y franca, y esa sabia costumbre de quedarte silente si alguna discusión deviene en esos temas que el corazón ya sabe intransferibles. Pero no solo ahora te amo así: te ama mi pasado por todo lo vivido, y la vejez certera que se acerca a paso aletargado pero firme, me habla al oído y me pronuncia tu nombre como un mantra.

Maia Losch Blank, escritora, poeta, Netanya, Israel


Dolores Lluy Torres.

Todos tenemos un lado bueno, ese que siempre ponemos para hacernos fotografías, y fingir que somos más guapos. Las mujeres nos cubrimos los defectos con adornos y cosméticos nos ponemos de lado para parecer más flacas, y contenemos la respiración para disimular la barriga. Conocemos la postura ideal con la que aparentar lo que no somos. Los tacones estilizan, un cuello arrugado se disimula con un pañuelo. Y no existe complejo que no oculte una sombra. Pero ante tus ojos me muestro entera. De frente. Sin distracciones, sin ocultar mis naufragios, ni esconder mis tragedias. Con mi cara más amable pero también, con la más fiera. Así te amo. Sin condiciones ni respuestas. Sin otro vestido que no sea mi piel D E S N U D A sin truco ni maquillaje.

Dolores Lluy Torres. España.



Cynthia Kilian

Ricardo Jhalet

No creo en los contratos

Un sueño cualquiera Ayer te soñé Con los brazos crecidos como ramas, Con retoños en los dedos Y aroma de maderas. Ayer me hablaste Con lenguaje de árbol Y yo te respondí enredada En tu corteza. Ayer me incliné Para besarte los pies, Y una lombriz más delicada Que mis dedos, Puso fin a las rarezas de la noche. ¡Te soñé árbol! Y mientras despertaba mi piel, Me cubriste con tus brazos Crecidos como ramas, Con retoños en los dedos, Y aroma de maderas En los labios.

Cynthia Kilian. Argentina

No creo en el amor de cuerpos jurados. No creo en las edades, perjuicio de la vida de besos no dados. Creo en el amor que existe en los besos robados, orgasmo de sonrisas y días en tus brazos. No creo en el amor, que llora coronado de espinas, pintando la vida con cantos lejanos. Creo en el amor que nace de un beso, Ilusión pérdida que florece al instante. No creo en el amor, que me llama y repite mi nombre. Sin sentirlo en sus labios, sin que corra en su sangre. Creo en los labios desnudos que maduran en las manos, que cierran los ojos y amanecen mojados. No creo en los contratos Si me entregas tus besos, yo te entrego mis brazos.

Ricardo Jhalet, poeta. Colombia.


Voy al mercado (cato los precios) La mujer que amo necesita zapatos, un buen jeans para su closet Hago balance, ajustes con las deudas Descuento la corriente, acueducto, víveres y otras emergencias solo quedan minúsculos billetes para el canje otra vez la balanza otra vez el ajuste Decidir por el pomo de champú y la crema acondicionadora sin marcas reconocidas para que su pelo caiga otra vez sobre mis senos acariciando con lasitud mi piel y un grito de amor nos haga abrazar mientras las vecinas bajo mi ventana entre chismes de escobas y café comentan ¡Esas no se cansan!

Siempre estarás al lado mío

Yanara Rodríguez de Pastor, Ciego de Ávila, Cuba

Masiel Mateos Trujillo. Morón. Ciego de Ávila. Cuba

Día de San Valentín

Siempre estarás al lado mío aunque tus ojos no puedan verme otra vez tiemblo, hace frio solo un deseo loco que no duerme a veces al mirarte te imagino en un poema hablándote al oído voy pensando cómo robarte mientras pasa el beso inadvertido me pregunto entonces ¿Por qué si no eres el aire que respiro escribiste en la canción mi nombre? Para mí, fue como el último suspiro mísero aliento que se esconde en un pasado que no me alcanza siempre para buscarte habrá un adonde siempre para encontrarte habrá esperanza


Un cuento de Marcos Martínez

La loca de las fotos Despierto y descorro las cortinas. La luz que penetra es opaca, con reminiscencias de una nostalgia antigua. Mariana no está en casa. Sobre la mesa del comedor, el maletín de los aparejos fotográficos, abierto. Faltan la cámara y uno de los lentes. Ya sé que hace. Cuenta que algunos vecinos se sorprenden al verla tomar fotos de una hoja, alguna piedra, los patos, los gatos que la persiguen, un ángulo de una pared descascarada, un charco de agua. Es, para la vecindad, la loca de las fotos. Nos reímos de eso, de los vecinos, hablamos de todos los que conocemos, criticamos casi siempre. En unos días, cuatro días exactos, Nataly cumplirá 13 años. Cuando lo escribo, un dolor viene y me asalta. Es un dolor profundo que esta agazapado ahí dentro, aguardando el instante preciso para morder. Lo sacudo y lo vuelvo a guardar porque hoy no quiero recordar aquellas cosas. Llega Mariana. Me dice que el tiempo es ideal para estar afuera. Que se siente bien, que el día es lindo y agarramos todos los trastes y vamos a retratar troncos viejos, heridos, cubiertos de musgo nuevo. A retratar arañas, patos, libélulas. Estamos dentro de un monte, rodeados de arboles antiguos, de humedad y ella está feliz, yo estoy feliz y busco pájaros en las ramas, unos búhos que habíamos visto antes, otro día que no traíamos la cámara, busco una iguana, alguna ardilla.

No hay un solo pájaro en todo este lugar de arboles. A los pájaros no les interesan las ramas. Prefieren los cables de electricidad, los aleros, las cornisas, los lugares más insospechados, menos los arboles. Encabronado, pienso que la desforestación no es terrible para ellos. Los pájaros se mudaron a la ciudad, a las gasolineras, al parqueo de automóviles, a las aceras, a las cercas. Más bien los pájaros se fueron al carajo. Seguimos caminando entre los árboles. Mariana habla, habla, habla y yo recuerdo que hace unos años, buscábamos las ciudades, el ruido de los autos, las tiendas de mermeladas, buscábamos miel de abeja en pomos lindos, jarras, jabones elaborados a mano, muñequitos para adornos. Recuerdo un helicóptero de barro que me regalo en Sabana y una gárgola que todavía vigila desde lo alto de la pared donde se esconde la lavadora. Ella sigue encontrando el mejor lugar donde enfocar su lente, mientras me cuenta que tiene que ir al baño urgente y habla y habla y habla. Casi no la escucho, solo recuerdo. Caen pequeñas gotas de lluvia. El aire huele a humedad y a troncos y a hierbas y a tierra removida. -Mándame una o dos fotos de las que estas tomando ahora-le digo. -Pero eso se demora un poco -contesta- tengo que pasarlas a la computadora, arreglarlas, es trabajoso. -Está bien, pero mándame algunas. -Para que las quieres? -Para algo que voy a escribir sobre ti. Marcos Martínez, escritor y poeta. Estados Unidos


Barbara Himmel

Carmen Calvo Nada queda, nada espero

Embrujo cotidiano Imposible sería despuntar el alba sin tu lluvia de nácar, anclar en tu bahía sonrojada en su candor, pincelar tu geografía exultante,sólo mía y fundirme en tu cuerpo deshojándote mejor. Irrisorio sería no ilusionarte encendida despertar tus redondeces y hacer brotar de tus caderas ese derroche de pasión; enredarme entre tus piernas y trascender al tiempo hasta menguar mi piel en sumisa devoción. Sacrilegio sería no adorarte no desearte, no amarte, embrujo cotidiano de sedosa seducción.

Barbara Himmel. Argentina

Me crujen las caricias como nueces asesinas y cada esquirla -cada raíz almibaradaes una triste verdad que busca en solitario el fruto amortajado Salir del escondite Mirarme en los fantasmas Sentir en los espejos cada rostro es volverse a la matriz -nacer desnudaYa no espero la lluvia ni el rocío entibiado que explosione en mis pechos Todo es como un sueño -un gemido anónimo en la herida nocturnaSe contradicen las manos Ahora, sí Ahora, no Y las fauces ardientes me queman la lengua De este amor ya nada queda o tal vez halle tu nombre escondido entre mis cosas... Carmen Calvo,Barcelona, España.


Alcánzame tu amor Chicky Rivera

Alcánzame tu amor que siento frío. La lluvia está golpeando el ventanal... necesito besarte en esta hora, las caricias resbalan de mis dedos y quiero amarte ya, tenerte ya, me quemo en esta hoguera donde sueño a solas con tu regreso.. Alcánzame tu boca que anochece y me muero de sed... y se hace añicos el silencio en mis oídos no sé por qué. Levántame en tus manos como flor marchita del pasado invierno, mientras las hojas se arrinconan con el viento y hacen un remolino para llegar a ti. Alcánzame tu aliento. El amor grita huérfano y perdido y se niega a morir en el olvido. Rescátame la piel que aún tengo viva. Necesito besarte en esta hora, las caricias resbalan de mis dedos y quiero amarte ya, tenerte ya. Me quemo en esta hoguera donde vivo a solas con tu recuerdo y llégame a la entraña por la ruta de la tierna mordida. Y deja que los perros estén ladrando afuera.

Chicky Rivera. Compositora y poeta. EEUU

Perdóname el silencio, que la luna está jugando en el jardín, mientras yo desempolvo antiguos besos que habitan solitarios junto a mí... Alcánzame tu Amor...Que siento Frío!!!


Luis Eduardo Uribe Corvalán

Viceral Voy a encender el sol cuando amanezca, encenderé este sol desde el suelo a tu mirada, a tu mirada agazapada en las entrañas más profundas donde tiembla cada cirio del olvido. Voy a encender el sol en las alturas, en las alturas agudas como dagas, donde enarbolo tu nombre, ese nombre que no nombro y que supera las palabras. Y me adueño de tu espacio, recorro los rincones olvidados, recorro las esteras que miraste, recorro cada libro que agoniza como gota suspendida en el silencio. Voy a encender el sol cuando amanezca, porque hoy sentí tu mano en mi costado y navegué otra vez hasta tu orilla y te sentí visceral como ese día cuando horadaste mi pecho con tu canto. Luis Eduardo Uribe Corvalan. Poeta. Chile



Luis Cerón

Odio… Odio… el lápiz maldito que me fuerza a escribir Odio… su espalda desnuda Odio… la mente ajena, quizás la que enajena Odio… a los homosexuales, solo si son maricones Odio… las manos frías, de una vulva ardiente Odio… el trabajo…culpa de Adán y Eva Odio… a los hombres que si pudiste amar Odio… a las mujeres, que debí amar Odio… mis ojos infieles. Odio… la verdad, es solo una mentira disfrazada Odio… a quienes me quieran interpretar Odio… mis silencio, si no los sé explicar Odio… a todo el que es digno de odiar Odio… la izquierda, el centro y la derecha Odio… cada pezón que quisiera tocar Odio… sus bragas en el piso, me hacen delirar Odio… los mapas, porque dibujan fronteras Odio… al que me hace mierda Odio… al que dice que es una genialidad Odio… al que se dio la paja de leer hasta acá Odio…porque odiar es bueno… …siempre que se haga con amor.


Mirtha María López

CREO Creo en las lágrimas de plata del silencio, creo en los rezos que responden con el tiempo, creo en los pétalos que deshoja la nostalgia, creo en la columna de tu cuerpo a mis espaldas, creo en los sueños que aterrizan tan reales, creo en los recuerdos que se vuelven inmortales... Creo en la risa que se arrima aquí en mi alma, creo en la confianza que amaneces muy dentro de mí, creo en el verbo que se escapa en tus caricias, creo en esa poesía que comencé por ti.. Creo en la mirada quieta que apura mis sentidos, creo en el alma que hace ruidos, creo en los latidos de mi corazón.... Creo en la ilusión que nace y hace espuma, creo en los mares que navegan por la luna, creo en los deshielos de la vida, creo en amores sin medida... Hoy creo en el azul de tu melancolía.

Mirtha María López. Poeta. EE.UU


Luis María Lettieri

Instantes XXII

ella me devolvió todas las caricias en un estuche de hielo yo le devolví sus sonrisas en la llama de una lágrima ella me regresó todas sus promesas en un hoja de papel arrugado yo le regresé sus besos dejando mi piel en colgajos quiso devolverme las miradas secretas y no pudo por llevarlas dentro de su alma, yo no pude darle de vuelta los veranos en los cuales me enseñó el amor así nos fuimos quedando desnudos como antes de amarnos, con los ojos llenitos de sueños rotos, astillados a nuestros pies.

Nos dijimos adiós, sangrando, y entramos en la noche del olvido. Y como pasa siempre o casi siempre en estos casos se largó a llover, solamente para que yo le diera cobijo y volver a enamorarnos más que la primera vez. Luis María Lettieri. Poeta. Argentina


Homenaje al maestro Oración Habítame, penétrame. Sea tu sangre una como mi sangre. Tu boca entre a mi boca. Tu corazón agrande el mío hasta estallar. Desgárrame. Caigas entera en mis entrañas. Anden tus manos en mis manos. Tus pies caminen en mis pies, tus pies. Árdeme, árdeme. Cólmeme tu dulzura. Báñeme tu saliva el paladar. Estés en mí como está la madera en el palito. Que ya no puedo así, con esta sed quemándome.

Fábricas del amor

I

Con esta sed quemándome. La soledad, sus cuervos, sus perros, sus pedazos.

Y construí tu rostro. Con adivinaciones del amor, construía tu rostro en los lejanos patios de la infancia. Albañil con vergüenza, yo me oculté del mundo para tallar tu imagen, para darte la voz, para poner dulzura en tu saliva. Cuántas veces temblé apenas si cubierto por la luz del verano mientras te describía por mi sangre. Pura mía, estás hecha de cuántas estaciones y tu gracia desciende como cuántos crepúsculos. Cuántas de mis jornadas inventaron tus manos. Qué infinito de besos contra la soledad hunde tus pasos en el polvo. Yo te oficié, te recité por los caminos, escribí todos tus nombres al fondo de mi sombra, te hice un sitio en mi lecho, te amé, estela invisible, noche a noche. Así fue que cantaron los silencios. Años y años trabajé para hacerte antes de oír un solo sonido de tu alma.

Juan Gelman 1930/2014

Ausencia de amor Cómo será pregunto. Cómo será tocarte a mi costado. Ando de loco por el aire que ando que no ando. Cómo será acostarme en tu país de pechos tan lejano. Ando de pobrecristo a tu recuerdo clavado, reclavado. Será ya como sea. Tal vez me estalle el cuerpo todo lo que he esperado Me comerás entonces dulcemente pedazo por pedazo. Seré lo que debiera. Tu pie. Tu mano.


Walton Beltrán

Tu silencio

Tu silencio tiene el sonido del rumor de olas profundas, viniendo, porfiadas y oscuras, desde el límite mismo del tiempo. Tu silencio me trae el frío de la humedad marina que saluda mi rostro, mientras los minutos transcurren y mis pies dibujan pasos azarosos, derroteros lentos y sin propósitos, sobre esta fina arena negra. Tu silencio es esa risa saltarina y coqueta que ya no escucho, esas palabras tuyas que por mucho, ya no calman, como ayer, mis afanes. Tu silencio es esta playa demasiado amplia y sola donde te veo caminar arrellanada, echa un bulto, mientras dibujas una sonrisa, que sabes falsa, sobre tu rostro. Sí, te veo desde lejos, caminando sola, tan sola, más solitaria aún que antes, porque insistes en querer olvidar, pero no podrás escapar del pasado. El recuerdo es un depredador demasiado poderoso y nosotros sus pequeñas víctimas que jugamos a ocultar fantasmas. Pero tú, empecinada, terca, testaruda, caminas más sola que yo, porque mis pasos van con tu recuerdo y tú, en cambio, te aventuras sola por esta playa de fina arena negra…

Walton Beltrán Uyevic. Poeta. Chile


Isolda Wagner Te amo, tres letras, tres besos, un párpado, el otro y tu boca ansiosa. Tu ausencia es recuerdo. Te amo, tres besos, mil veces, el cuello a este lado y ahora a este otro tu boca y su adentro. Te amo hoy y siempre, tres besos. Las manos, el pecho, tu boca arde. Voy a tus pies, los beso despacio y vuelvo a tu boca que ya no espera. Te amo, mis labios, tres besos, a un lado y al otro de tu cuerpo alzado donde bebo tu vida. Te amo, te llamo, me inflamo y respondes. No tengo claro, amor mío, dónde recibes mis cartas, sólo sé que te llegan. Isolda Wagner. Poeta. España

Andrei Langa Amor Vertical Pasamos por una gran puerta y tú miras con ojos desiertos soñando que la vida sea llena de un algo que no se vea. Eres mía o solo parece… Tus palabras son olas perdidas en un mar vertical, deslumbrante, reflejando adentro estrellas. Así nunca estarás decidida, flotando entre las olas con un barco de hojas rebeldes por un mar vertical, deslumbrante.

Andrei Langa. República de Moldavia



Palomo Arriagada

Poesía eres tú A Jacmine Sanhueza Galvez

Si te digo que tú eres poesía es por el perfecto encaje de tu nombre con la belleza es por la metáfora que tienen tus labios con mis deseos y leer tus labios es sentirme enamorado porque desde tus pies a tu cabeza hay una métrica de versos es porque ando declamándote en bares y con amigos y es porque en tu cuerpo hay un mar lúdico de ideas mayúsculas. Si te digo que tú eres poesía es porque tu andar por la vida es prosa y sonetos para mis oídos porque eres amor y también puedes ser nostalgia porque eres un recitado políticamente erótico en nuestras noches porque en tus ojos está el color que enamoró a Pablo Neruda y es porque tu boca sabe gritar rebeldía como lo dijera Benedetti porque eres la inspiración de la tierra para llenar un desierto de flores. Si te digo que poesía eres tú es porque tu nombre de flor rima con Sin Fin es porque tu amor hay que saber interpretarlo es porque eres el suspiro libre de un árbol de párrafo pariendo hojas al viento y es porque tengo pasta para sentirme tan lápiz escribiéndote estos versos.

Palomo Arriagada. Viña del Mar.Chile


Paloma Hidalgo

Los secretos del amor

No pudo trabajar ni la mitad de horas que la noche anterior, pero decidió llegar a casa a la misma hora. Sin hacer ruido, como siempre, se desvistió y se acostó junto a su mujer. La abrazó. Besó la piel perfumada de sus hombros; acarició su nuca, su pelo, escaso todavía, y no le dijo nada de lo que estaba sucediendo en la fábrica. Ella se despertó al sentir el contacto de su cuerpo frío; disfrutó de las porciones de amor de cada beso, cada caricia y abrazándole, optó no ponerle al corriente de los resultados de la última analítica.

Lecciones de amor En el salón, enlazados, se deslizaban por las paredes bailando un tango arrabalero que papá adoraba. En la cocina, se dejaban llevar sobre los azulejos por el ritmo pegadizo del merengue. En el baño, era frecuente verlos en el espejo, cheeck to cheeck, bailando acaramelados como el primer día una de las baladas favoritas de mamá. Imaginar qué hacían sus siluetas cada noche, sobre el níveo gotelé de su cuarto, era sencillo; bastaba con escuchar el latido acompasado de sus corazones.

Paloma Hidalgo Díez. Alcalá de Henares. España


Ana Rosa Bustamante

Fotografía

Te espero en la antesala. Contemplo tu fotografía enmarcada de plata sobre la mesa de arrimo. Chopin me sumerge en un sopor antiguo con mis compañeras en Quilpué, una tarde de ensueños a nuestros límites gastados. Aquí nos miramos la primera vez esa tarde alocada de los setenta la recuerdo como una llama al fondo de unos álamos o al fondo de un túnel del que creí escapar. Ahora quiero saber de ti, que tengo hijos grandes, baja a escucharme historias de culpas, de amores,

sí… de amores,

Todo se hace aire.

Ana Rosa Bustamante. Valdivia. Chile




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