5 minute read
Almería y su modelo de gestión del agua
Estamos acercándonos a la finalización de un año, 2022, que no ha puesto las cosas sencillas. Salíamos de una importante crisis en lo social y lo económico como no se conocía en décadas. La pandemia de la Covid 19 nos cambió el modelo de vida y llegó a modificar las relaciones entre las personas y los hábitos. Desde el punto de vista de la economía, se puso en riesgo a multitud de sectores. Sin embargo, y pese a todo, nuestros productores superaron todo el envite con sobresaliente, manteniendo el suministro de los mercados y garantizando su comercialización.
Cuando con el inicio de este año nos congratulábamos con una recuperación de todos los indicadores, haciendo presagiar tiempos mejores, nos encontramos con una guerra en Europa de consecuencias insospechadas en todos los sentidos, un crecimiento descontrolado de la inflación y, en definitiva, una certeza cada vez mayor de que el crecimiento finalmente no sería el esperado. Este incremento de precios ha sido determinante para un aumento de los costes de producción, que ya con anterioridad era un problema, pues los costes venían a condicionar incluso las producciones por la ausencia de una efectiva ley de Cadena Alimentaria.
Advertisement
Todos los sectores se están viendo afectados por el alza de los costes de producción, las frutas y hortalizas también con problemas de logística añadidos. Los cereales junto a la ganadería por los problemas con la alimentación del ganado, algunos de los más perjudicados por esa guerra de Ucrania que repercute en el terreno energético contribuyendo aún más en la pérdida de rentabilidad de las explotaciones.
Se han hecho cosas, pero se pueden hacer muchas más. Desde la Junta de Andalucía hemos arbitrado una serie de actuaciones que han permitido paliar o hacer frente a algunos de los problemas más importantes. Pero desde la Administración Central se sigue haciendo oídos sordos a peticiones que venimos haciendo y que supondrían un alivio para los productores. Hablamos de bajada de impuestos o de doble tarifación eléctrica, por ejemplo. El compromiso del Gobierno de España con este sector agrario está aún por ver en otras cuestiones que ya hemos reclamado como en la reducción de los módulos de IRPF para agricultores, ganaderos y el sector de la pesca.
Siempre con la fe puesta en que estas cuestiones puedan efectivamente concretarse, querría, sin embargo, ahora, centrarme en Almería y para ello abordar un tema crucial para todos los almerienses. Me refiero al tema del agua.
A mediados del año iniciamos una nueva legislatura. El presidente de la Junta, Juanma Moreno, ya advirtió que esta sería la legislatura del agua.
Sin lugar a dudas, otro problema crucial que nos encontramos es el de la sequía. Se trata de una cuestión estructural que se agudiza cuando a la falta de recursos hídricos se une que no hay precipitaciones o son muy escasas.
Por eso en el momento actual solo se antojan como posibles tres premisas para afrontar esta cuestión: optimizar el uso del agua como recurso de primera magnitud y en la apuesta por el regadío de precisión, aplicar innovación, transferencia de conocimiento y digitalización al sector para avanzar en la mejor gestión posible, y por supuesto invertir en infraestructuras hidráulicas que son del todo necesarias.
No querría olvidarme de un instrumento de solidaridad entre los territorios que permita que el agua no sea de unos ni de otros, sino de todos. Y en este sentido, querría desde aquí referirme y reivindicar, una vez más, el trasvase del Tajo-Segura, del que dependen muchas hectáreas de la provincia de Almería.
Respecto a los avances que venimos experimentando desde la administración andaluza me gustaría recalcar la importancia que para la Junta de Andalucía tiene el uso de las nuevas tecnologías y la digitalización en el agua para reducir la huella hídrica, identificar zonas con más necesidades de infraestructuras a partir de la aplicación de modelos hidroeconómicos o ganar en eficiencia. mesa de la sequía, un comité de expertos o dos decretos de sequía que están suponiendo la ejecución de un importante número de infraestructuras.
Los invernaderos solares de Almería son un ejemplo a nivel mundial de la apuesta por la innovación y digitalización. Ese modelo permite que la huella hídrica del sector hortofrutícola almeriense sea hasta 20 veces inferior a la media nacional. La sed histórica de esta tierra hizo posible el aprovechamiento eficiente del agua y ahora sigue avanzando en esta línea, como corresponde a quien en sus planteamientos de presente hay siempre un avance del futuro.
Junto a esto y, como indicaba antes, para afrontar la sequía hay que invertir en las infraestructuras. La Junta de Andalucía ha puesto en marcha el Plan S.O.S, Soluciones y Obras frente a la Sequía, que recoge la necesidad de no desdeñar ninguna fuente hídrica con el objeto de poner a disposición de los regantes en esta legislatura 120 hectómetros cúbicos adiciones de agua, de los que 30 corresponderían a la provincia de Almería, 18 al Poniente y 12 al Levante.
Sin embargo, y frente a esta proactividad, encontramos como desde el Gobierno de España la actuación deja mucho que desear pues sus inversiones en las demarcaciones del Guadalquivir, el Guadiana y el Segura, que son de su competencia y que suponen el 67% de nuestro territorio, no solo no aumentan, sino que decrecen. Eso sin considerar la negativa a una mayor dotación para infraestructuras hidráulicas a través de los Next Generation, lo que va a suponer una histórica oportunidad perdida.
En cualquier caso, tenemos fe en nuestros sectores productivos porque como principales protagonistas son los que pueden esclarecer como afrontar cualquier incertidumbre que se nos presente y confiamos en que finalmente las situaciones como esta puedan solventarse al fin con las deseadas precipitaciones.
Finalmente, no querría terminar este artículo sin antes agradecer a todos los productores almerienses a los que va dirigida esta publicación por su implicación en el día y por ese saber hacer, y sobre todo hacer bien las cosas. Almería es un modelo en todo el tema del uso del agua, pero también lo es en otras muchas cuestiones que la hacen llevar su nombre con orgullo por los más exigentes mercados de todo el mundo. No paso por alto el liderazgo de sus exportaciones con crecimientos cada mes de su valor de exportación de frutas y hortalizas, como de hecho ocurre en la actualidad, con 2.538 millones de euros exportados por el sector almeriense en los ocho primeros meses del año.
Los presupuestos para 2023 contemplan un incremento de un 25% para política hídrica hasta alcanzar los 450 millones de euros, una cuantía que se eleva hasta 518 millones de euros si se tienen en cuenta las partidas previstas para modernización de regadíos
Los presupuestos para 2023 contemplan además un incremento de un 25% para política hídrica hasta alcanzar los 450 millones de euros, una cuantía que se eleva hasta 518 millones de euros si se tienen en cuenta las partidas previstas para modernización de regadíos. En el caso de la provincia de Almería, solo para infraestructuras hídricas se destinarán 47,5 millones de euros, lo que supone un incremento del 28% con respecto al último presupuesto.
Al mismo tiempo, desde el Gobierno Andaluz se han impulsado medidas en la búsqueda de soluciones, con la constitución de una
También quiero animar desde aquí al mejor aprovechamiento de las herramientas que ponemos al servicio del sector agrario y agroalimentario en su conjunto a través del Polo de Innovación, que aplicará la agricultura vertical en 2023 y Agrotech DIH, que va a permitir avanzar en digitalizar el campo. Al mismo tiempo, quiero destacar la Plataforma ‘Siembra’, una herramienta pionera en constante actualización, que va a facilitar al sector, mediante modelos predictivos y Big Data, una mayor productividad y rentabilidad a través de una mayor planificación. Gracias a todos y por supuesto a FHALMERÍA mi felicitación por este año más de vida y con el deseo de un buen año 2023.
Opini N
Javier A. García Molina Presidente de la Diputación Provincial de Almería