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Tecnificación para seguir aportando al sector agroalimentario
El origen de la Ingeniería Técnica Agrícola como profesión se establece a través del Real Decreto de 1 de septiembre de 1855. Desde su creación, nuestra actividad profesional ha estado profundamente vinculada al sector agroalimentario, en sus orígenes como Peritos Agrícolas y posteriormente como Ingenieros Técnicos Agrícolas. Nuestros profesionales han contribuido de forma determinante en el desarrollo y la modernización del sector agropecuario y agroindustrial de nuestro país a lo largo de estos 166 años de existencia, configurándose una brillante historia profesional.
Los ingenieros agrícolas se han ido adaptando a los momentos históricos que les ha tocado vivir. En sus inicios, se trataba de una profesión exclusivamente dirigida al servicio del Estado. Un país con una extensión y diversidad agraria como España requería profesionales capaces de aplicar todos los conocimientos académicos y sociales, unido a las disciplinas aplicadas que constituirán la actividad de los ingenieros.
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Desde el inicio de la horticultura almeriense a principios de los años sesenta, en el que solo había quinientos metros cuadrados de invernadero, se comienza a desarrollar a lo largo y ancho de la provincia, una estructura empresarial familiar sin precedentes. Preludio de la puesta en marcha y desarrollo de la agricultura intensiva bajo plástico.
En pocos años, se fue pasando de una incipiente agricultura basada en la técnica del “enarenado” e invernaderos tipo “parral” a sistemas de producción más complejos donde se refrenda el protagonismo de nuestros profesionales. Nuevas estructuras y materiales más resistentes y duraderos, sistemas como el riego por goteo, control de clima y el control biológico, suponen un punto de inflexión en la forma de entender la agricultura bajo abrigo, necesitando la ayuda de profesionales con formación y conocimientos apropiados para aumentar la productividad y la calidad de las cosechas.
El desarrollo de los invernaderos ha sido progresivo, hasta llegar a la cifra de aproximadamente 33.000 hectáreas, que corresponde a casi el 90% de la superficie invernada de Andalucía. Este crecimiento, ha permitido a la provincia de Almería un desarrollo económico y social importante, situándose a la cabeza del sector hortofrutícola de Andalucía y de España.
“En pocos años, se fue pasando de una incipiente agricultura basada en la técnica del “enarenado” e invernaderos tipo “parral” a sistemas de producción más complejos donde se refrenda el protagonismo de nuestros profesionales
Según datos de EXTENDA (Agencia Andaluza de Promoción Exterior), Almería continúa como líder destacada de las exportaciones agroalimentarias de Andalucía, con casi uno de cada tres euros exportados por Andalucía (27,1%), que suponen 2.662 millones de euros.
El sector agrícola ha mantenido la serenidad a lo largo de los años, incluso en esta situación tan delicada de pandemia global, dando soporte y un servicio de calidad en todos los sectores ocupacionales en los que trabajamos diariamente, asegurando la producción y desarrollando con seguridad todos los procesos intermedios, desde el trabajo en la finca, hasta el trasporte al consumidor final. La calidad se ha mantenido, como reflejan los informes emitidos por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria.
Hasta el momento, el éxito de la agricultura almeriense ha sido sólido, al tratarse de un crecimiento natural de acuerdo a las necesidades. Las formas tradicionales de manejo agronómico se han perfeccionado, asimilando las nuevas tecnologías, con la ayuda de los ingenieros técnicos agrícolas, en estrecha colaboración con los agricultores.
Desde que la agricultura comienza a considerarse como sector productivo, la influencia de los ingenieros agrícolas ha ido en aumento, favoreciendo el vínculo profesional y personal entre estos y los agricultores. El contacto directo con la realidad del mismo, la colaboración mutua y la adopción de soluciones concretas en cada momento y para cada explotación, son garantías de éxito para un futuro agrícola de calidad.
La mayoría de los ingenieros agrícolas que trabajan en asesoramiento de gestión integrada de plagas en Almería tienen un contacto directo con los agricultores y con los cultivos, ajustando el manejo agronómico a las necesidades particulares de cada explotación, con el objetivo común de conseguir un sistema de producción más sostenible, contribuyendo a la protección del medio ambiente.
En la actualidad, la ingeniería técnica agrícola como profesión forma parte del tejido socio-económico del sector primario y ha conseguido un notable reconocimiento por su calidad profesional. En el mercado de trabajo profesional es el colectivo más importante por número de profesionales y actividades desarrolladas.
Los ingenieros agrícolas, somos los profesionales idóneos para dar respuestas a las necesidades de la sociedad para la elaboración de informes técnicos, ordenación del territorio y medio ambiente, proyectos agropecuarios, construcciones hidráulicas, docencia, investigación y desarrollo, dirección de empresas, administración pública, peritaciones judiciales, gestión en comercializadoras, seguridad y calidad alimentaria, jardinería y paisajismo, además de un asesoramiento integral en explotaciones agropecuarias.
El reconocimiento de la profesión está ligada a la capacidad de adaptación, superación y tecnificación de nuestros profesionales, para seguir aportando al sector agroalimentario un ejercicio profesional de calidad, en consonancia con las demandas de la sociedad actual.
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Opini N
Diego Luis Valera Martínez Catedrático de Ingeniería Agroforestal. Universidad de Almería