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Es clara la apuesta de Almería por una agricultura que vela por la calidad y la seguridad alimentaria
La agricultura almeriense, en general, es reconocida internacionalmente por su calidad, sistema productivo, sostenibilidad medioambiental y social; somos referentes para muchos países que vienen a copiar nuestro modo de producir.
La seguridad alimentaria de nuestras frutas y hortalizas es clara, se producen bajo infinidad de normas exigentes de calidad que nos demandan los mercados, trabajamos para fomentar y fortalecer una agricultura sostenible a nivel social y medio ambiental, a través de la obtención de producciones verdes y ecológicas.
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A nivel de residuos, hemos de reconocer el trabajo que desarrolla el propio sector, en nuestros controles oficiales de productos fitosanitarios de la campaña pasada 2020/21, los resultados fueron excelentes. Llevamos muchos años sin que salten alertas fitosanitarias de nuestros productos, es lo que nos diferencia de terceros países.
Todo esto se ha conseguido gracias a la apuesta del sector tanto por el control biológico como por la agricultura ecológica; ambos se han convertido en pilares fundamentales de nuestra agricultura y es lo que nos hace ser más competitivos.
Es clara nuestra apuesta por una agricultura que es respetuosa y sostenible con el medio, una agricultura que vela por la calidad y la seguridad alimentaria, por la demanda de los mercados por alimentos de mayor calidad y saludables, no sólo para el organismo, sino también en el modo de producción, ya que cada vez más impera los sistemas productivos más sostenible desde el punto de vista medioambiental.
La producción ecológica es un modo de diferenciación, una apuesta por el valor añadido de nuestras producciones que actualmente nos hace estar como líderes en el mercado europeo. Una horticultura más eficiente es posible con una producción que produzca más con menos recursos y con menos impacto. Es necesario gestionar los residuos generados de forma adecuada. De lo contrario, constituye un riesgo para la sostenibilidad económica, ambiental y social del actual modelo productivo.
La agricultura ecológica en la provincia goza de muy buena salud, se comprueba año tras año que la superficie va en aumento. Si nos fijamos en la evolución de la superficie de hortícolas bajo plástico en los últimos diez años, se ha quintuplicado, ya que la concienciación de los consumidores hacia productos más respetuosos medioambientalmente y seguros, sin fitosanitarios, ha crecido la demanda y nosotros somos capaces de producir más y mejor. La producción alcanzada esta campaña es de 300 mil toneladas.
La apuesta debe seguir siendo la sostenibilidad y el uso responsable de los insumos, el equilibrio de producir más con menos y continuar con la obtención de productos de gran calidad y adaptado al gusto de consumidores y clientes, todo girará entorno a la economía circular.
La consecución de la economía hortícola en la economía circular es la forma de posibilitar la coexistencia de seguridad alimentaria, expansión económica y soluciones respetuosas con el medio ambiente en apoyo de ‘cero residuos’.
