El uso y gestión racional y sostenible del agua como elemento indispensable en la agricultura de Almería

Este apartado del Anuario Agrícola de FHALMERÍA realiza un repaso sobre la situación hídrica de la provincia y, en general, sobre la importancia de llevar adelante un uso sostenible del agua en el sector agrícola mundial y, en concreto, de la provincia de Almería. Este análisis se hace de la mano de José Antonio Salinas Andújar, Dr. ingeniero agrónomo catedrático de Proyectos de Ingeniería y director de la Cátedra de Agua en Agricultura, Regadío y Agroalimentación de la Universidad de Almería (UAL)

Almudena Fernández n

El agua es el insumo más importante para la vida y, sin embargo, también es el más escaso. La Tierra está cubierta en un 70% por agua, pero solo el 0,025% es apto para el consumo humano. El efecto devastador del cambio climático sobre la situación actual de sequía hace, además, que el agua sea un bien preciado que es necesario cuidar.

EI regadío es la base para el desarrollo de la actividad agrícola, una actividad esencial que alimenta el mundo. “La población mundial tiene que ser alimentada con garantías cualitativas y cuantitativas y la agricultura de regadío será clave en este desafío”, ha señalado José Antonio Salinas.

C Tedra Del Agua

alimentos en casi un 70%. Ello implica un aumento importante en la producción de varios productos básicos fundamentales, entre ellos, las frutas y hortalizas.

Estas cifras de crecimiento, a juicio de Salinas Andújar, solo son alcanzables mediante una agricultura sostenible “a través de la gestión eficiente del suelo, el agua y la energía; con la aplicación de tecnologías de riego eficiente y sostenible; la planificación del medio rural y agroindustrial; además de más innovación, entre otros factores”.

“Es evidente que el agua es la base fundamental de la agricultura y, en particular, del sistema de explotación familiar de la agricultura intensiva. De su uso y gestión racional y sostenible dependerá el futuro de nuestra agricultura”, añadió el director de la Cátedra del Agua de la UAL.

Tanto las regiones industrializadas como las que están en desarrollo, pero sobre todo estas últimas, van a continuar creciendo en las próximas décadas. De hecho, de acuerdo a las proyecciones de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), para dar de comer a una población mundial de 9.100 millones de personas en 2050 sería necesario aumentar la producción de

Tal y como argumenta, en la ecuación para lograr una agricultura de regadío que sea plenamente sostenible “es fundamental el uso y gestión racional del agua y la aplicación de tecnologías ecocompatibles (como control biológico o prácticas ecológicas) por parte del agricultor para dar lugar a esa alimentación mundial de calidad y saludable. Todo ello crearía empleo, provocando el desarrollo de las zonas rurales y la fijación de población”.

Bajo este planteamiento, la agricultura del futuro debe alimentar al mundo, cuidando el planeta, con precios justos en base a una sostenibilidad real, más allá de la medioambiental y que, por tanto, también sea una sostenibilidad económica y social.

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Tal y como refleja el mapa del Ministerio de Agricultura, la provincia de Almería tiene un clima semiárido con algunas de las comarcas con temperaturas más acusadas, correspondiéndose con un clima árido en el 24% de su extensión.

De acuerdo a los datos de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), la provincia cuenta con más de 3.300 horas de sol al año y una precipitación media anual de solo 252 mm.

Por otro lado, Almería es también una región sometida a un gran estrés hídrico. “El estrés hídrico mide la relación entre las extracciones totales de agua y los suministros renovables que hay en una zona determinada. En Almería la situación es muy crítica porque estamos al 80%. Más aún, la provincia es una zona árida que dispone de pocos recursos hídricos superficiales en este momento por sus características físicas”, añadió Salinas Andújar.

La aptitud climática de Almería, tal y como representa el gráfico, configura este espacio como un lugar idóneo para el cultivo en invernadero solar, sin el uso de otros métodos artificiales y sin consumo energético; todo ello, además, bajo el sistema de explotación agraria familiar. El invernadero solar se entiende como una estructura cerrada cubierta por plásticos, a través de los cuales inciden los rayos del sol, dejando pasar la