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El seguro agrario, herramienta clave para luchar contra el cambio climático

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Agradecimientos

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enfermedades que dañan a los cultivos hortícolas tanto al aire libre como de invernadero. Por este motivo, cada vez se hace más necesaria la contratación de un seguro agrario, siendo la única herramienta que tiene el agricultor frente a determinadas inclemencias que se producen a lo largo de una campaña.

ELENA SÁNCHEZ n

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El más que conocido ya por todos cambio climático está teniendo numerosas consecuencias a nivel mundial en cada uno de los sectores económicos que mueven el planeta y, como no podía ser de otra manera, en la agricultura también está provocando muchos problemas que perjudican, principalmente, al agricultor. Y es que, este cambio climático conlleva sequía, olas de calor, tormentas imprevistas, granizo, ventiscas e, incluso, la aparición de nuevas plagas y

Según la organización agraria ASAJA-Almería, resulta muy importante “contar con las cosechas y las estructuras de invernadero aseguradas, debido a que los daños provocados por el cambio climático pueden ser muy severos tanto para la producción como para la rentabilidad de los agricultores. Y es que, el sistema de seguros agrarios permite reducir las pérdidas en la cosecha y en las plantaciones, las campañas son largas y el tiempo difícil de prever, de ahí que dejar, por ejemplo, una estructura de invernadero sin asegurar es un riesgo económico muy elevado”, asegura Adoración Blanque, presidenta provincial de ASAJA.

Los datos que se tienen a día de hoy de la contratación de seguros agrarios en la provincia de Almería demuestran que cada vez son más las pólizas formalizadas de hortalizas bajo cubierta. De hecho, según las cifras facilitadas por COAG-Almería al ANUARIO AGRÍCOLA establecen que, a fecha de octubre de 2022, la superficie asegurada es de 4.240,15 hectáreas, es decir, en el Plan de 2022 se realizaron un total de 1.896 pólizas, según

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COAG. Un dato que, aunque va en aumento cada año, para la organización agraria “debería ser superado en próximas campañas, pues es deseable extender la protección del seguro agrario a todos los agricultores y, en este sentido, se focalizan las líneas de esfuerzo y de trabajo desplegadas desde COAG”.

EL CAMPO DE DALÍAS, LA COMARCA MÁS ASEGURADA

De las 4.240 hectáreas aseguradas en la provincia del Plan 2022, 2.959 pertenecen al Campo de Dalías, donde hay registradas un total de 1.456 pólizas. Le sigue el Campo de Níjar, con 1.159 hectáreas aseguradas y 394 pólizas; el Bajo Almanzora, con 57 hectáreas aseguradas; el Campo de Tabernas, con 50 hectáreas; Río Nacimiento, con 10 hectáreas y Alto Andarax y Alto Almanzora, ambas con 0,81 hectáreas aseguradas y una sola póliza de seguro agrario.

EL PIMIENTO, EL MÁS ASEGURADO

Si se atiende por cultivos, los datos facilitados al ANUARIO AGRÍCOLA por parte de la organización agraria ASAJA-Almería, el pimiento es el cultivo más asegurado, seguido del tomate, constituyendo ambos el 53 por ciento del total de la producción asegurada. El tercer cultivo es el pepino, con un 15 por ciento del total asegurado en la provincia. De esta forma, según ASAJA, “el aseguramiento es más residual en cultivos como melón o sandía, a pesar de que esta fruta es el segundo producto en superficie en la provincia”.

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LA LÍNEA 306, EL SEGURO MÁS CONTRATADO

ASAJA-Almería destaca que el seguro para explotaciones de hortalizas bajo cubierta (Línea 306), que ampara la producción hortofrutícola se constata como el seguro más contratado por los productores almerienses, que en el plan de seguros anterior se incrementó un 3,3 por ciento en la superficie asegurada. Como explica la organización agraria, con su contratación se cubren los daños en calidad que atañen a los riesgos de helada, pedrisco y riesgos excepcionales (fauna silvestre, inundación-lluvia torrencial y lluvia persistente), y en cantidad para los riesgos de viento, virosis, riesgos excepcionales (incendio y nieve) y resto de adversidades climáticas.

Otras líneas de especial relevancia son la Línea 301, que hace referencia a los cultivos de cítricos, así como la Línea 318 para hortalizas al aire libre; o bien todas las vinculadas con el sector ganadero como el seguro de sequía en pastos.

Uno de los peores aspectos que está provocando el cambio climático en los últimos años es la llegada de nuevos virus y enfermedades que están pro- vocando numerosos daños en los cultivos, así como una importante merma en la producción final. De hecho, la virosis continúa siendo el siniestro que golpea con más frecuencia, según ASAJA, al sector agrícola, motivando, la campaña pasada, el 50,4 por ciento de los siniestros registrados. De hecho, que en el ejercicio anterior, el 48 por ciento de las pólizas que se realizaron incluyeran esta cobertura. Igualmente, desde la organización agraria se recuerda que “las heladas fueron el riesgo climático que mayores daños ocasionó durante 2020, con un 23 por ciento del total de los siniestros, seguido por el viento y los fenómenos incluidos en el apartado de resto de adversidades climáticas, a diferencia de esta campaña donde la calima fue el factor meteorológico inesperado que golpeó a las frutas y hortalizas cultivadas al aire libre”.

PÉRDIDAS DE HASTA UN 6% DEL VALOR DE LA PRODUCCIÓN

Según el estudio divulgativo elaborado por COAG ‘Empieza la cuenta atrás. Impactos del cambio climático en la agricultura española’, las consecuencias de las inclemencias climáticas sobre el sector agrario son ya fatales y pueden llegar a conducir a pérdidas de hasta el 6 por ciento del valor de la producción.

Así, en relación a esta previsión de pérdidas, Antonio Moreno, responsable de seguros agrarios de COAG Andalucía, hace referencia al incremento de 60 millones de euros recogido en el Real Decreto-Ley 11/2022, asegurando que medidas como esta “son importantes, pero, dadas las circunstancias actuales, solo suponen un leve amortiguador ante el impacto

Según el Informe de Siniestralidad de Agroseguro, se ha registrado una mayor siniestralidad en el primer semestre del año 2022 respecto a años anteriores, con una estimación de indemnizaciones de 514,67 millones de euros, la más alta del seguro agrario. Este resultado supone un 12% más que lo registrado entre enero y junio de 2021 (458 millones) y un 25% más que en 2020 (353 millones). Ello constata, de nuevo, el aumento de los fenómenos meteorológicos cada vez más adversos y graves durante la última década, y muy especialmente desde 2017, resultando en ratios de siniestralidad por encima del equilibrio en cinco de los últimos seis años.

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que están teniendo los costes de producción sobre la cuantía de pólizas”.

Y es que, para Moreno, “quedan muchos retos que afrontar en cuanto a seguros agrarios, como poder adaptarlos a las cada vez más dañinas crisis medioambientales, revisar las condiciones de siniestralidad asociadas y su penalizaciones, o que no se penalicen los rendimientos”.

Igualmente, para esta organización agraria, “la necesidad de priorizar al agricultor y al ganadero profesional en el reparto de las subvenciones y la creación inminente de un seguro frente a grandes catástrofes con franquicias muy bajas, son otros dos factores gracias a los cuales se conseguiría el diseño de un seguro agrario eficaz y solvente, que diera respuesta al contexto agrícola actual y que consiguiera llegar a cada una de las explotaciones agrarias y ganaderas”. Y es que, como continúa afirmando Antonio Moreno, “la importancia del seguro agrario es viral para la agricultura y la ganadería actual. Desde COAG apostamos por la universalización del mismo, pero para llegar a todo el mundo por igual tenemos que trabajar en adaptar las condiciones establecidas desde las instituciones hasta conseguir una verdadera adaptación a las necesidades del campo”.

Este incremento se explica por la reiteración y gravedad de los fenómenos meteorológicos adversos durante 2021. El campo español ha sufrido los efectos de extremas heladas y nevadas durante el invierno y el comienzo de la primavera, a las que sucedieron durante los siguientes meses intensas borrascas cargadas de viento y lluvia, tormentas de pedrisco, inundaciones y olas de calor. Además, durante agosto y septiembre se produjeron dos depresiones aisladas en niveles altos (DANA) que causaron graves daños por su amplia extensión geográfica, afectando a una decena de comunidades autónomas al mismo tiempo.

Como resultado, 2021 se cierra con la segunda cifra más alta de indemnización en los 42 años de historia del seguro agrario, solo superada por 2012, año en que, además de otros riesgos, se vivió una grave sequía –probablemente, el de mayor potencial de daños–. Por tanto, la cifra alcanzada en 2021 resulta especialmente reseñable, ya que se ha registrado en un año con poca incidencia de daños por sequía.

En total, Agroseguro ha recibido más de 122.000 siniestros agrícolas (+34% respecto a 2020). En el caso de los seguros pecuarios, se han recibido 93.800 partes de siniestro (+1,2%), así como más 1,4 millones de avisos para la recogida y destrucción de animales muertos (-0,4%). En total, los siniestros registrados han aumentado un 1,7%, hasta rozar los 1,63 millones.

Asimismo, el año 2021 se ha cerrado con cuantiosos daños en las diferentes producciones de hortalizas (93,3 millones de euros), principalmente por el efecto dañino de las fuertes trombas de agua e inundaciones.

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