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Almería lidera las exportaciones andaluzas en 2022 con más del 27 por ciento del total
La provincia crece en un 12,4 por ciento respecto al año anterior, alcanzando los 3.917 millones
Jessica Valverde
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Andalucía alcanzó en el año 2022 un nuevo récord histórico de exportaciones agroalimentarias, con 14.061 millones y un crecimiento del 13,5 por ciento. La provincia líder en ventas vuelve a ser Almería, que crece en un 12,4 por ciento respecto a 2021 y alcanza los 3.917 millones, lo que supone el 27,9 por ciento del total exportado, tal y como muestran los datos de la Estadística de Comercio Exterior del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo elaborados para Andalucía por el Observatorio para la Internacionalización de la Economía Andaluza de Extenda-Andalucía.
Como segunda exportadora de la comunidad autónoma se encuentra Sevilla, que además es la segunda que más ha crecido, con 3.498 millones, lo que supone un crecimiento del 24,9 por ciento; y Huelva con 1.647 millones, el 11,7 por ciento del total, y un alza del 6,8 por ciento.
La provincia andaluza que más creció fue Jaén, con un 27,3 por ciento de crecimiento, alcanzando los 420 millones, suponiendo un tres por ciento del total.
Con estos datos, Andalucía termina el año 2022 como la se- gunda comunidad más exportadora de alimentos y bebidas de España, con el 21,3 por ciento, muy cerca de la primera, Cataluña, con el 22,4 por ciento, y a más de ocho puntos por encima de las dos siguientes, que son la Comunidad Valenciana, con el 12,5 por ciento y la de Murcia con el 10 por ciento.
Mencionar que dicha exportación está liderada por las hortalizas, que facturaron 4.009 millones, el 28,5 por ciento del total y crecen un 13,9 por ciento respecto a 2021.
Mercados en crecimiento
Aunque los principales mercados de la agricultura andaluza son europeos, en el año 2022 se produjo un importante crecimiento de las ventas en todos los continentes, de manera significativa en África y América, lo que aumenta la diversificación geográfica de las exportaciones. Así, las ventas avanzan en África un 33 por ciento hasta los 345 millones y en América lo hacen al 20,5 por ciento, hasta los 1.547 millones.
En otros continentes como Oceanía, suben un 27,9 por ciento hasta los 120 millones y, finalmente, en Europa facturan un 11,7 por ciento más respecto a 2021, alcanzando los 10.889 millones.
En el ranking de sus principales destinos en 2022 se encuentran tanto mercados tradicionales para el agroalimentario andaluz como otros emergentes y con gran capacidad de demanda. Así, el que más crece de los diez primeros es Estados Unidos, elevando su factura un 26,1 por ciento hasta los 1.027 millones y colocándose como sexto mercado mundial del sector, con el 7,3 por ciento de las ventas. Destaca también la subida de las exportaciones a Filipinas, donde crecen por encima del doble hasta los 156 millones; Japón, con un alza del 14,8 por ciento hasta los 164 millones; Marruecos, que crece un 28,6 por ciento hasta los 143 millones; Australia, que escala un 26,9 por ciento hasta los 105 millones; y Túnez, donde las ventas se cuadruplican hasta los 76 millones de euros.
También avanzan las ventas en sus primeros destinos europeos: Alemania, primer mercado mundial con una factura de 2.423 millones, el 17,2 por ciento del total y un incremento del 11,1 por ciento respecto a 2021, Francia, segundo con 1.793 millones, el 12,7 por ciento y un aumento del 10,8 por ciento; Italia, tercero, con 1.474 millones, el 10,5 por ciento y un incremento del 15,8 por ciento; y Portugal, cuarto, con un 16,4 por ciento más hasta los 1.105 millones, el 7,9 por ciento. En Reino Unido, quinto destino, bajan un 3,4 por ciento hasta los 1.053 millones, el 7,5 por ciento.
El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) participa en un proyecto para compatibilizar la instalación de campos fotovoltaicos y la producción agrícola gracias al desarrollo de módulos orgánicos semitransparentes. “El proyecto Synatra investigará la mejor manera de compartir una determinada parce- la de terreno de forma que se pueda mantener la producción agrícola y, al mismo tiempo, generar electricidad”, afirma Mariano Campoy-Quiles, investigador principal del proyecto en el Instituto de Ciencia de Materiales de Barcelona (ICMAB-CSIC).
Con las tecnologías opacas convencionales, la aplicación agrivoltaica se consigue cubriendo parcialmente el cultivo y dejando huecos entre los paneles. Por su parte, la personalización de los paneles orgánicos semitransparentes que se quieren emplear para aplicaciones agrivoltaicas específicas trata de proporcionar las condiciones óptimas para el crecimiento de las plantas: intensidad luminosa, difusión de la luz y composición de la luz (espectro) controladas, cobertura homogénea de las zonas de cultivo y protección mecánica contra elementos agresivos como el granizo, el viento o la lluvia.