0 4 | DIARIO EL PUEBLO | A re q u ip al3 d ese d em b re d e 2020
ESPECIAL
A
EL AREQUIPENO QUE DESAFIO A UN GENIO Pablo Calle Daza fue sin duda, uno de los más destacados escultores que tuvo Arequipa en el siglo pasado. Su obra más relevante, es la réplica del diablo queforma parte del pulpito de la Catedral y que el artista bautizó con el nombre de "ElÁngel Caído". Al igual que alfrancés Charles Buisini, a Calle Daza le tomó unos cinco años terminarla.
requipa no sólo es la patria de ilustres poetas, caudi llos, juristas, escritores, músicos, y pintores, sino también de artistas que alcanzaron, igualaron y superaron a grandes ge nios de la humanidad. Este es el caso de Pablo Calle Daza, un fino ebanista y escultor de ma dera arequipeño, que desafió la maestría del francés Charles Buisini-Rigot, uno de los más grandes escultores del mundo del siglo XIX, y quien diera a luz para Arequipa, la célebre obra "El diablo de la Cate dral", que llegó en 1879. Arturo García, un alfeñique apasio nado por Arequipa e hijo del poeta loncco, Félix García Salas, nos cuen ta que Pablo Calle Daza, nació en el año 1908 en el distrito de Yanahuara y estudió en el Colegio Independen cia Americana, cuando éste esta ba situado en los claustros de San Agustín. "Se cuenta sobre él que era un jovencito muy talentoso y observador; ya que, después de la salida del cole gio, le encantaba, a diferencia de sus compañeros, ir todos los días a la Catedral a observar la escultura del diablo de Buisini, a la que dibujaba en las hojas de sus cuadernos; y es, precisamente, cuando se propuso hacer una escultura idéntica siendo aún un estudiante", indicó García. Agrega, asimismo, que años más tar de, Pablo Calle Daza trabajó eficien temente -por buen tiempo- como ayudante de ebanistería de una car pintería de la Ciudad Blanca, lo que le permitió aprender y perfeccionar el oficio de tallador para luego con vertirse en un fino escultor de ma dera. Es así, que cuando aprendió y desa rrolló su talento al máximo, decidió independizarse y poner su propia ebanistería en la calle M ercaderes, donde trabajó haciendo muebles y tallas primorosas para iglesias de la ciudad, como sillas, bancas, mesas, confesionarios, cuadros, hasta reli carios y tabernáculos. García dice que, con sus hermosos tallados, Pablo Calle había consegui do ganar una buena fama a nivel de toda la ciudad, y por este motivo es que, en el año 1935, los hermanos del convento de la Recoleta, que en ese momento hacían restauracio nes, lo fueron a buscar, pues querían que haga una obra que sólo él esta ba capacitado para hacer: El púlpito para la iglesia de la Recoleta. "Y efectivamente así fue, y al igual
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como sucediera a finales del siglo XIX con el púlpito de la Catedral, so licitado a los talleres de Buisini-Rigot en Francia, los hermanos recoletos le solicitaron a este ya reconocido arequipeño que realice un trabajo con el mismo acabado que el de la
Iglesia de la Catedral, que era el me jo r referente que había de una ver dadera obra de arte", resaltó García. Y así sucedió. Este gran y genial es cultor arequipeño, inmediatamente, se puso "manos a la obra" y mandó a traer de Iquitos el mejor cedro que
hubiera para ponerse a tallar esta monumental obra, que antes sólo se podía hacer en Europa, y él la iba a realizar en Arequipa con sus propias manos. "Según cuentan sus hijos, Pablo Ca lle Daza no llamó a esta obra el 'púl
I Arequipa 13 de setiembre de 2020 i 0 5
pito del diablo' sino 'el púlpito del ángel caído', y le tomó, al igual que a Charles Buisini, alrededor de cinco años en term inarla al 100%", acotó.
verdadero genio arequipeño que nunca reveló su secreto y que se lo llevó a la tumba cuando murió en el 2001 a los 93 años", remarcó.
TRABAJO VELOZ
DATO
García indica que, con esta obra, Pa blo Calle se impuso una empresa su mamente difícil, que cualquiera no lo hubiera hecho en el Perú y menos en corto tiempo. "Coincidentemen te, se acercaban las fiestas por el IV Centenario de la fundación espa ñola de Arequipa, lo que lo motivó trem endamente a acabar la obra maestra lo antes posible para ser inaugurada en tan magnífica fecha", señaló. Y cumplió su meta. El resultado fue un hermoso púlpito muy similar al que hizo Buisini el siglo pasado en Francia para la Catedral de Are quipa, con un diablo no solamente idéntico, sino con rasgos y detalles más precisos. "La obra fue tan bien hecha que Víc tor N. Benavente, invitó a talladores y carpinteros de la época para que admiraran el trabajo, y éstos opina ron que la talla había sido hecha con un molde del original de la Catedral. Esta talla fina en cedro, la hizo un
Pero aquí hay una obvia pregunta que nos hacemos todos: ¿Por qué el diablo fue separado del púlpito? Si nos remontamos a 1940, cuando lo terminó, nos daremos con una in grata noticia. García dice que, según los hermanos recoletos, el pedido fue mal interpretado. En el contrato, ciertam ente se in dicaba que este púlpito tendría las mismas características que el de la Catedral, pero, que en ninguna par te, lamentablemente, se detallaba que debía incluir también la talla de lucifer; por lo que los recoletos se llevaron sólo el púlpito y le deja ron al escultor en su taller, la obra maestra de este retablo: "El diablo", un diablo que tuvo que ser adop tado por su creador, quien terminó por llevárselo a su casa, donde es cuidado celosamente por la terce ra generación de los Calle, quienes después de 80 años que se cumplen hoy, todavía lo tienen, pero como el más preciado tesoro de la familia.