Zolia Vega, reconocida artista, académica e intelectual arequipeña. Julio Lopera

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1 2 1 DIARIOELPUEBLO | Arequipa 28 de junio de 2020

ENTREVISTA A LO LARGO DE SU T R A Y E C T O R IA HA R ECIBID O IM PORTANTES PREM IOS

ZOILA VEGA RECONOCIDA ARTISTA, ACADÉMICA E INTELECTUAL AREQUIPEÑA Mg. Julio Lopera Quintanilla Centro Cultural UNSA

avanzada para su época que aún suenan muy novedosos, tratamientos muy poco ortodoxos que lo dotan de originalidad pero que no dejan de relacionarlo con un marco específico.

a reconocida académica es investigadora de Concytec, exhibe en su hoja de vida varios doctorados y ha recibido importantespremiosporsus trabajos de investigación, así como por sus novelas extraordinarias. La Ofici­ na Universitaria de Promoción y Desarrollo Cultural de la Universidad Nacional de San Agustín en esta oca­ sión saluda la excepcional valía de la reconocida académica cuya presen­ cia aporta muchísimo a la solvencia académica de la primera universidad deArequipa.

3. - Mariano Melgar es un personaje emblemático y paradigmático de la cultura arequipeña: ¿Crees tú que se ha escrito demasiadas bio­ grafías de Mariano Melgar?

L

1.- Zoila ¿Crees tú que el estu­ dio de la musicología debe ser abordado desde una óptica interdisciplinaria? Sí, desde luego, tomando en cuenta que la música es un fenómeno que responde a contextos específicos y está en permanente interacción con ellos. La investigación del fenómeno musical supone adentrarse en una serie de entramados que a su vez son abordados por muy distintas disci­ plinas como la historia, la filología, la sociología, filosofía, psicología, antropología, etc. Ahora bien, dentro de cada una de estas disciplinas existen multitud de construcciones teóricas que cambian sensiblemente el enfoque y la interpretación sobre el fenómeno sonoro estudiado.

En estos días tuvimos la grata oportunidad de conversar con la destacada Intelectual y académica, Zoila Vega Salvatierra, eminente musicólogo y recocida novelista, además violinista y directora de orquesta, la misma que es ex alumna y docente principal de la Escuela Profesional de Artes de la Unsa, en el campo de la musicología; es investigadora de la música Latinoamericana y sur peruana, comprendida entre el siglo XVI al siglo XX.

2.- En tu opinión: ¿qué es lo más interesante de la obra del compositor arequipeño Roberto Carpio? Creo que fue un explorador. Se trata­ ba de un compositor autodidacta que se abrió paso gracias a su curiosidad, su disciplina y su talento. Estaba abierto a todo lo que podía escuchar a su alrededorytrató de sintetizarlo. En su lenguaje hay elementos de

Pienso que se han escrito más que biografías, hagiografías. Muy pocas de ellas han aportado algo nuevo. En su mayoría se han limitado a repetir hasta el hartazgo las mismas anécdotas, los mismos datos y las mismas especulaciones. Creo que el Melgar mitológico ha enmascarado al Melgar real, del cual sabemos muy poco (y en cierto momento no se deseó saber) precisamente para completar esa información tan escasa que. Y esto forma parte del encanto del personaje que es Melgar: esa bruma, ese misterio que lo envuelve, es lo que lo hace tan atractivo para la imaginación.

4. - En tu novela "Capa cocha" trabajaste con excepcional maestría el contrapunto narrativo, coméntanos sobre ese punto. Ese fue un recurso que me costó decidirme a usar. Originalmente, la novela iba a ser narrada en un solo tiempo — el de Francisca Ureta, es decir, el de 1844— y las referencias al siglo XVII iban a ser indirectas, pero no funcionaba. Un personaje tan poderoso como María Antonia de Bermejo (que hasta a mí me asusta) no podía resignarse a hablar a través de otros que la malinterpretaran. Era necesario que ella misma contara su historia y la única manera de conse­ guirlo era construir tiempos parale­ los. Luego fue relativamente sencillo armar la estructura de los dos relatos. Lo que fue un poco más complicado fue mantener los estilos narrativos


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ENTREVISTA de las dos mujeres tratando de darles giros propios de la época. No podía escribir en un barroquismo aurosecular estricto para el primer tiempo o con un vocabulario exageradamente romántico para el segundo porque el lector podría perder interés en la acción, así que tuve que transar en un punto intermedio para ambos sin que se perdiera la sensación de diferencia en las voces.

5. - Cuéntanos, ¿en quién te inspiraste para la caracte­ rización de Josefa, personaje de tu excepcional novela: "Las Saucedo"? Pues no sé decirlo a ciencia cierta. En las tres Saucedo creo que hay algo de mí, pero Josefa tiene algo que yo no: una sabiduría que se expresa en silen­ cio, en observaciones inteligentes, en conclusiones acertadas y en un valor inmenso que sale a la luz cuando las papas queman. Muchas veces los personajes crecen en la cabeza del autor y en cierto momento se liberan de su tutela y siguen solos su camino.

6. - Tal vez por motivos de idiosincrasia los arequipeños pensamos que siempre nos movemos por una misma causa; tú en tu novela "Las Saucedo"chocas con este mito tan arequipeño sobre eso: ¿Qué nos podrías comen­ tar? Los arequipeños tenemos muchos mitos: uno de ellos es que somos unidos por alguna causa. Eso no es posible. Siempre hay intereses en pro o en contra de cualquier situación. En todas las revoluciones y asona­ das hubo partidarios a favor o en contra y eso es muy normal, Para que triunfe una causa, los objetivos deben beneficiar a varios. La rebelión de los pasquines fue el clásico ejemplo de cómo un movimiento ganó adeptos en varias clases sociales porque había intereses en común, pero cuando esos intereses dejaron de ser colectivos y la continuación de la asonada afectó y perjudicó a los gru­ pos de poder, la alianza se terminó y terminaron ganando los más fuertes. Yo prefiero guiarme de la lógica. Y a veces trastocar el estereotipo hace mucho más interesante el relato.

7. - Tú has realizado un interes­ antísimo estudio del com­ positor peruano-boliviano Pedro Ximénez Abril y Tirado, en tu opinión, ¿cuál es el rol que juega este compositor en la historiografía peruana y boliviana?

Fue un compositor muy importante para ambos países y tenemos la enor­ me suerte de que su obra se ha pre­ servado porque de lo contrario sería un ilustre desconocido. Pero también creo que no fue el único. Comparte su tiempo con varios creadores, in­ térpretes y consumidores de música en distintos escenarios que han caído en el olvido porque las fuentes se han perdido. Tuvo poca influencia en la música posterior a su época, pero sí jugó un papel fundamental en la ma­ nera cómo la música fue escuchada y entendida en nuestra ciudad en el cambio de la colonia a la república. Tiene más de trescientas composicio­ nes y hoy estamos apenas comenzan­ do a entender su estilo, sus raíces y su credo artístico. Nos quedan varias décadas de estudio por delante.

8.- Has escrito un valiosísimo trabajo sobre el maestro Cayetano Rodríguez. En tu opinión, ¿tuvo este maestro influencia en los músicos peruanos Pedro Ximénez, Ma­

riano Tapia y Lorenzo Rojas? Me atrevo a decir que sí. Por la época, por la influencia que tenía la catedral en la música de la ciudad, por el ambiente de gremio que relacionaba a los músicos, es muy posible que Cayetano Rodríguez trajera a Arequipa (o por lo menos afianzara) un estilo galante o pre­ clásico que sirvió de modelo sobre todo a Diego Llanos, Pedro Ximénez y probablemente Mariano Tapia, que responden a modelos haydeniandos y clasicistas franceses, más que galantes. Lorenzo Rojas es posterior. Es muy posible que él fuera alumno de Ximénez y representa el paso del estilo galante-clásico al rossiniano. La única sinfonía que conservamos de él se inspira mucho en el modelo de las oberturas rossinianas que estaban de moda en esa época.

9.- Tú has realizado un trabajo profundo sobre cómo fue la Música en la catedral de Arequipa entre 1609 y 1881, ¿cambió la capilla a fines del

siglo XVI y comienzos del siglo XVII? Sí, cambió y mucho, sobre todo porque en 1609 se erigió el obispado de Arequipa. Al convertirse la Iglesia de San Pedro en catedral (simbóli­ camente, porque estaba en ruinas a causa del terremoto de 1600) el servicio musical no podía constar solo de un organista y algunos cantores. Era necesario dotarla de músicos y de rentas. Cuando la catedral se inauguró en 1656 la capilla pudo cantar en ella. Al principio no había músicos y hubo que pactar con los padres jesuítas para obtener músicos que vinieran a los servicios. Hasta se traían ministriles y cantores de la parroquia de Characato que estaba bien provista. Cuando a mediados del siglo XVII la catedral saneó susfinan­ zas, pudo pagar sus propios músicos sin necesidad de recurrir a nadie. Por desgracia, no hay fuentes musicales que nos digan sobre qué estilos y géneros se cultivaban en esa época.

10.- Zoila has escrito un

importante trabajo sobre los diferentes estilos musicales que estaban ya presentes en los inicios de la indepen­ dencia, en tu concepto, ¿por qué el villancico que tuvo su declive en las postrimerías del siglo XVIII no desapareció al mismo tiempo en diferentes lugares? Porque en ciudades del interior como la nuestra las modas no llega­ ban tan rápido ni los cambios eran tan completos. Incluso he llegado a pensar que el conservadurismo en los lenguajes de los villancicos de comienzos del XIX podría no ser un síntoma de anacronismo sino de expresión de modernidad. El estilo galante podría leerse como un esfuerzo de modernización en relación con el estilo polifónico barroco del siglo anterior. Pero en esto voy demasiado lejos y es solo una especulación. Cuando aparezcan más fuentes, podremos saber si esto es cierto o no.


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