La elección de una mujer como Presidenta de la República, anteriormente Ministra de Defensa, ha alimentado un tema que es ciertamente de interés para el sector defensa: la incorporación de la mujer a las FF.AA. En el ámbito profesional y laboral, es claro que cualquier distinción no basada en el mérito resulta injusta, así como es obvio que la discriminación de género en cualquier área vulnera derechos esenciales; entonces cualquier rezago en la incorporación de las mujeres implica una pérdida de eficiencia por el capital humano subutilizado, ello no es diferente en las FF.AA. Es evidente que hoy en día en Chile no hay una situación de plena inclusión de género. No obstante, esa situación no puede ser atribuida meramente a un factor, ni constituir responsabilidad de una sola persona.