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07 ENSAYO FINAL CG2, CG5, CG7
DESCRIPCIÓN DEL ENCARGO
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En este trabajo final se debía presentar un ensao sobre la periferia de Lima. Para esto se realizó un marco histórico, consideroando las condiciones urbanade la época. Del mismo modo, se debía agregar estrategias proyectuales y por último finalizar con una conclusión respecto a todo el tema.
VALORACIÓN DEL ENCARGO
REFLEXIÓN DEL ENCARGO
Dificultad del tema:
Motivación frente al tema:
Tiempo utilizado en teoría:
Tiempo utilizado en práctica:
Este trabajo me sirvió para entender la composición de las barriadas en Lima ya que es importante saber el funcionamiento desde su creación hasta la actualidad, para así mejorar las condiciones de vida de las personas.
1. Introducción:
Durante el siglo XX la ciudad de Lima creció intensamente. Según Matos Mar, el instante en el que inició el acelerado incremento poblacional se remonta a mediados de la década de 1950, debido a una enorme corriente migratoria proveniente de los Andes, expulsada por las penurias de la vida en el campo y atraída por el incipiente proceso de la industrialización de la capital y las importantes inversiones públicas en construcción (Fernández, 2015). Las barriadas se extendieron rápidamente en la periferia de Lima, debido a tres factores principales: la existencia de tierras eriazas, el clima templado y una política de vivienda muy flexible (Driant, 1991).
Desde esa época, el desarrollo urbano de Lima ha sido muy sesgado y caracterizado por dos lógicas espaciales: el proceso de desarrollo “formal” dirigido por el mercado inmobiliario, y basado principalmente en la especulación del suelo urbano, y el proceso de “informal” de urbanización de la periferia por la acción colectiva de los pobres (Fernández, 2015).
Según Julio Calderón, lo que fue una periferia en la década de 1950, cuatro décadas más tarde establece parte del área central y tendrá un mayor valor. En Lima los pobres se dispersan en los tugurios del área central (cuya presencia se reduce del 31% de la población en 1961 a sólo en 7% en 1998), en las periferias cubiertas luego por la mancha urbana y en las periferias alejadas en tierras de menor valor que, además, son los peores terrenos (arenales, pantanos, colinas escarpadas, etcétera).
No obstante, en los últimos años se ha logrado percibir si las barriadas que tuvieron un acelerado aumento de población cumplieron con el ciclo de desarrollo que las iba a transformar en urbanizaciones y no en barriadas. Por esta razón, se debe estudiar las condiciones urbanas junto a las estrategias proyectuales que se desarrollarán hasta hoy en día.
2. Marco histórico:
Para comprender el marco local en Lima se debe mencionar las características de su crecimiento urbano incrementado durante los años de 1960 y 1970. Tras la masiva migración
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de la población del ande, las quebradas de la periferia de la ciudad de Lima se ocuparon por nuevas barriadas, cada vez se hacían más aisladas.
El Perú fue el primero en plantear el proceso de ayuda al autoconstrucción desde los inicios de las barriadas periféricas, institucionalizado por la Ley de Barriadas, Este proceso estuvo dirigido por el estado a través de sus diferentes agencias luego de la promulgación de la Ley de Barriadas en 1961. A través de la Junta Nacional de la Vivienda y otras agencias estatales, los urbanistas locales estuvieron a cargo del proceso de lotización de algunas barriadas formadas en este periodo. (Fernández, 2015).
Entre los años 1940 y 1993 en el país se invirtió la composición demográfica pasando la población urbana del 35% al 70%. Actualmente Lima está alcanzando los 10 millones de personas, 30% de la población nacional, 44% de la población urbana y 10 veces más grande que la segunda ciudad más grande (Arequipa). Genera casi 50% del Producto bruto interno.
Según Driant, las barriadas en Lima tuvieron la siguiente ubicación cronológica: hasta el año 1970 se presentaron 160 071 lotes, del año 1971 a 1977 fueron 73 890 lotes, y del año 1978 a 1986 hubo 87 268 lotes. Por lo tanto, en el año 1986, se estimó que había 321 229 lotes en 767 barriadas.
Por ende, las barriadas no solamente tienen una presencia masiva en la ciudad, sino también que hay barrios que se formaron recientemente y barrios muy antiguos con las características de barriada. En el año1986, se estimó que más del 38% de las barriadas no contaban con abastecimiento domiciliario de agua y electricidad. Esto se ocurre ya que el costo de llevarlo hasta las periferias es alto, además de la falta de agua en Lima. Sin embargo, en la década de los 80 hubo una reducción en la cobertura, ya que las instalaciones no se aumentaron con la misma proporción que las barriadas. Con lo que se puede concluir, que la población que habita en las barriadas tiene menores ingresos que las demás zonas residenciales, además de tener una tasa mayor de desempleo.
2.1.Periodos:
Las barriadas en Lima se pueden distinguir con cuatro periodos en el que se formaron y tuvo mejoramientos a lo largos de los años.
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El primer periodo se da de 1940 a 1960, en estos años comienza la formación natural de las barriadas, más conocida como la explosión urbana de Lima, estas barriadas son pequeñas y se posicionan en lugares periféricos de la ciudad. Por esta razón las autoridades comienzan a tomar a las barriadas como problemas que deben atenderse por el sector salud y los policías. La alternativa que se propone es la vivienda barata que se compone por la vivienda de interés social; sin embargo, esta vivienda no llega a los más pobres ni a las masas de población, ya que este tiene poca cantidad de viviendas construidas, además del precio.
Por esta razón, en el año 1948, Odría funda San Martín de Porres, con el fin de obtener votantes, este distrito fue un conjunto de lotes sin servicios y fue auspiciada por el gobierno, asimismo, se adelantan a las políticas oficiales de viviendo en los siguientes años.
El segundo periodo dura casi 10 años y comienza en el año 1961 hasta 1970. Según Driant, con la fundación de la Ciudad de Dios (primera barriada ubicada fuera de los límites de la ciudad de la época), en 1955, empieza la explosión periférica. Asimismo, se da un cambio gracias a la ley de barriadas el 10 de febrero de 1961, que responde al crecimiento de las barriadas y una baja construcción para los más pobres. Esta ley consideraba que las barriadas formadas hasta ese año, no serían eliminados sino formarían parte de un saneamiento físico y legal, a menos que fueron ubicadas en lugares no aptos para viviendas.
No obstante, esta ley no detuvo el crecimiento de nuevas barriadas ya que en la década de los 60 fue donde hubo más surgimientos de grandes barriadas, pero estas fueron formadas en terrenos de mayor constructibilidad a comparación de las anteriores y lograron solucionar, por un lado, la seguridad en la tenencia de suelo, y por otro lado, una adecuada traza urbana según los reglamentos de construcción convencionales. Después de promulgarse la ley, las barriadas que se construyeron después fueron llamadas barriadas asistidas.
El tercer periodo se da en el año 1971 y finaliza en el año 1980. En el año 1968 inicia un cambio político para las barriadas, ya que estas no solo estaban consideradas dentro de la política de las viviendas, sino también como parte de estrategias globales de desarrollo y movilización social; asimismo, apoyar el desarrollo de las barriadas es una prioridad política.
A partir de la formación de Villa El Salvador, en el año 1971, estas consideraciones establecen el inicio de la política de bolsones de barriadas. La política consistió en la formación de barriadas de forma más sistemática, lo que tiene como antecedente en la
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formación de San Martín de Porres en el año 1948. Existe una diferencia entre las barriadas
formadas por las autoridades del distrito y la que se forma por la población, esta se da en el inicio ya que es distinto. En la primera barriada, la municipalidad se encargar de brindar el terreno y emplazar los lotes delimitados a las familias. Las fases de empadronamiento no se hacen después sino a la vez con las ocupaciones del terreno. Durante ese periodo hubo un importante esfuerzo por parte de los pobladores y autoridades, ya que trataron de atender las necesidades de agua y electricidad en las zonas de barriadas más importantes de Lima, excepto la zona de Canto Grande (Driant, 1991).
Si bien en estas nuevas barriadas lograron atraer a muchas familias, no se logró el objetivo central que fue de evitar la ocupación indiscriminada de suelo.
Por último, inicia el cuarto periodo, que comienza en 1981 y se da hasta la actualidad. A finales de la década de los 80 hasta hoy en día se observa una serie de dificultades para el desarrollo de barriadas, como ocurría antes. Las políticas desarrolladas en las anteriores barriadas lograron dar una solución al problema del acceso al suelo, así como un camino para mejorar los asentamientos humanos. No obstante, la falta de terrenos para urbanizar en la periferia inmediata de la ciudad provocó que se formen diversas barriadas de dimensiones pequeñas en zonas de mala constructibilidad, esto ocurre en terrenos que son disputados con actores sociales y para usos que no son de vivienda. Asimismo, las barriadas antiguas no fueron mejorando y terminan deteriorándose.
En este periodo ocurre la tendencia de romper patrones de formación y desarrollo de barriadas sin que las autoridades formulen nuevas políticas que terminen con esta tendencia. A partir de los últimos 30 años, la dimensión del lote normativo sobre el cual se edifica fue reduciéndose, pasó de 250 m2 en los años 60, a 160 m2, 120 y, por último, 90 m2 hasta llegar a los 72 m2 .
3. Marco arquitectónico:
En Lima se ha determinado un sistema de periferias interiores ubicados en el centro de la ciudad, el cual constituye una serie de antiguas barriadas que forman una masa urbana con características y problemáticas individuales.
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Unos de los casos más controversiales es el de Villa El Salvador, este se inició como una barriada y comenzó a generar su propia economía, el cual empezó con una red informal de servicios básicos y aparición de pequeñas tiendas. Sin embargo, desde sus inicios se integró como parte del contexto limeño, brindando mano de obra y siendo consumidor de bienes producidos en otras barriadas; para sí hacer que la población se traslade a las zonas alejadas. En ese aspecto, Villa El Salvador no brindaba con diferentes características, en comparación de otras barriadas; así también, comenzaron las invasiones, lo que conllevó a un aumento de población en el año 1971.
Villa El Salvador tuvo un proceso evolutivo que se fue desarrollando desde las primeras asociaciones para conseguir una invasión de terrenos, pasando por distintas experiencias organizativas, hasta la formación de un modelo de organización autogestionario. Lo más importante fue que la manera en el que se organizó dejó a los pobladores relacionarse entre sí y enlazar formas de participación que se extendían en toda la barriada.
Asimismo, V.E.S tiene como base la organización de familias, estas constan de cada 24 familias conforman una manzana y cada 16 manzanas, forman un grupo residencial. De este modo, hay 108 grupos residenciales en total; y cada 25 grupos forman un sector, en el que cada uno tiene un representante, ellos se organizan y escogen al Consejo Ejecutivo General de la Comunidad Urbana Autogestionaria.
De este modo, se entiende a las barriadas son una forma opcional de generar una ciudad. En Lima, dichas barriadas se ocupan la mayor parte del suelo urbano. Por esta razón, se deben desarrollar propuestas de regeneración urbana y de viviendas, así también fomentar un desarrollo sostenible a lo largo del tiempo. Asimismo, se debe incentivar un planeamiento formal de las barriadas, que cumplan con las políticas establecidas por el gobierno. Según Flores, el concepto de progresividad se puede comprender como una oportunidad para centrarnos en el uso de los recursos que respondan a distintos usuarios, generando propuestas realistas; y para ello se debe tener en cuenta los factores sociales y físicos.
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De la misma forma, se presenta el siguiente cuadro como modelo de un desarrollo sostenible de la vivienda:
Fuente: Esquema de desarrollo sostenible (2012)
Con este esquema se puede comprender a una barriada como un proceso que se da de manera orgánica, asequible económicamente y adaptable a su población al pasar los años. Dicho esquema requiere de un cambio en el modelo de consumo y la gestión de la población, asimismo, esta nueva urbanización debe producir comunidades, y ser económicamente y ecológicamente sustentable. Además, debe contar con una estructura urbana legible que favorezca el dominio territorial a una densidad conveniente que combine los usos de movilidad sustentable y debe asegurar que los pobladores cuenten con servicios básicos.
4. CONCLUSIÓN:
Al analizar la formación de las barriadas en Lima, se puede ver que las agrupaciones pueden dañar el crecimiento ordenado; por esta razón, es fundamental conocer la historia de la formación y así lograr dar nuevas soluciones a la calidad de vida precaria.
Asimismo, Lima debe dejar de construir estas barriadas en las periferias ya que fomentarán la informalidad y terminarán viviendo en zonas distanciadas, este problema no solo afecta a los pobladores de bajos recursos, sino también a toda la sociedad debido a que permite un desarrollo marginal. Sin embargo, el gobierno no ha podido proponer soluciones eficientes ni nuevas planeamientos de viviendas, por esta razón las barriadas en periferias de la ciudad se han incrementado los últimos años.
De este modo, al promover nuevos planeamientos de viviendas, terminarán fomentando la participación del pueblo y de especialistas que conozcan sobre la problemática mencionada, para así proponer soluciones a los problemas urbanístico y problemas de viviendas, generando soluciones eficaces.
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