Área Marina Protegida Fiordos del Sur

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P R O P U E S TA :

AREA MARINA PROTEGIDA

"FIORDOS DEL SUR" PARQUE MARINO BAHIA TIC TOC

Documento presentado por: Nielo S.A. Aktiengesellschaft Chilena Fernando Jara Senn. Ecรณlogo Marino

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"Las áreas protegidas costeras y marinas permitirán desarrollar actividades recreacionales y de esparcimiento en contacto con la naturaleza, en lugares de especial relevancia ecológica y paisajística". Armada de Chile.


"En la actualidad existe conscenso unánime entre los especialistas y las personas e instituciones interesadas en la naturaleza que muchos ecosistemas marinos, especialmente costeros, presentan un creciente proceso de deterioro causado por diversos factores imputables al crecimiento de la población y al abuso concomitante de los recursos marinos, especialmente referido a la sobreextracción de recursos, a un desarrollo industrial y turístico excesivo de los sectores costeros y a una contaminación desmedida y deletérea para los organismos marinos. Para sofrenar y eventualmente revertir los efectos de los procesos deteriorantes, racionalizar el uso de los recursos, preservar la diversidad genética de los organismos haliéuticos y conservar la belleza escénica de algunos sectores costeros, se hace imperativo preservar algunas áreas costeras y marinas en el estado más pristino posible, permitiendo la reproducción y crecimiento de los organismos que en ella moran y fomentando la colonización de las zonas aledañas, incrementando la productividad de sectores especialmente deprimidos. Como una respuesta a esta realidad, desde que se creó en 1925 la primera área marina protegida en los Estados Unidos de Norteamérica hasta la fecha, se han creado cientos de dichas áreas en las más variadas latitudes. Chile es, en el contexto mundial, uno de los países que cuenta con uno de los litorales más extensos y variados: más de 4.000 kms. lineales, sin incluir las intrincadas costas de los canales, fiordos e islas australes. Este litoral se extiende desde la zona subtropical (Arica, latitud 18º28'S)) hasta el extremo sur del continente Sudamericano(latitud 56º00'S), además del extenso litoral del territorio antártico chileno. El desarrollo económico y social constituye un compromiso fundamental de los gobiernos de Latinoamérica. Los resultados de este desarrollo no siempre han sido positivos desde un punto de vista ecológico, debido a que ha prevalecido el criterio economicista sobre el conocimento biológico orientado a la conservación de los recursos explotados. Debido a esta actitud, muchos sectores poblacionales soportan aún un nivel de vida inaceptable ya que las propuestas productivas desarrolladas se han tornado insostenibles en el tiempo por alteraciones significativas en la abundancia y diversidad de recursos ya sobreexplotados. La modernización de las metodologías de extracción y la avidez con que son explotados los recursos, ha tenido consecuencias graves en los ecosistemas marinos, debido a una desmedida extracción de recursos sin tener en cuenta las tasas naturales de reposición de éstos. Aún cuando los gobernantes y el pueblo chileno están conscientes de la importancia de nuestro mar, no se ha adoptado hasta la fecha ninguna política tendiente a la creación de Areas Marinas Protegidas, sean éstas Parques o Reservas Nacionales, situación que se hace cada día más crítica dado el gran deterioro que está sufriendo el litoral chileno, sea por sobreexplotación, por contaminación, por uso intensivo u otras causales." Informe Nacional Sobre las Areas Marítimas y Costeras Protegidas. 1995. Dirección General del Territorio Marítimo y de Marina Mercante. Armada de Chile.



PROPUESTA CONCRETA

Este documento plantea que:

* Se debe crear un Area Marina Protegida que incluya un Parque Marino para salvaguardar la biodiversidad y características únicas de la zona de canales y fiordos del Sur de Chile. * Se debe aunar voluntades entre los entes estatales y privados para lograr dicho objetivo, el cual debiera ser de interés y compromiso mutuo, por el beneficio local, regional, nacional e internacional. En este sentido, la concurrencia de la Armada de Chile, garante de la calidad ambiental del medio marino, es fundamental para el éxito de la iniciativa. * Se debe priorizar como zona de emplazamiento del Parque Marino aquella comprendida entre las latitudes 43°32´ S (Punta Yeli al norte de Bahía Tic Toc) y 43°58´ S (Río Santo Domingo al sur de Bahía Santo Domingo), dentro de los límites jurisdiccionales de la Xª Región por el norte y la XIª Región por el sur. El ámbito geográfico que abarca esta propuesta, se extiende por unos 45 Km lineales de costa. * Se debe destinar el uso del Area Marina Protegida propuesta de acuerdo con su realidad actual (patrimonio natural, medio social y económico) de tal manera que, la porción norte (Bahía Tic Toc, desde Punta Yeli hasta Punta Guala, en la Xª Región, correspondiente a un territorio casi deshabitado con una diversidad de ambientes diferentes, desde playas de arena a paredones rocosos verticales y estuarios, incluyendo una multitud de isla e islotes de varios tamaños) se declare área intangible. La porción sur (desde Puerto Raúl Marín Balmaceda hasta Bahía Añihue Norte, correspondiente a la zona más poblada, con gran actividad y mayor impacto humano) concentre el grueso de la actividad productiva y de servicios, incluyendo Planes de Explotación y Manejo de Recursos Bentónicos. Finalmente, la porción más austral (desde Bahía Añihue Sur hasta Bahía y Río Santo Domingo, correspondiente a una zona menos poblada de incipiente desarrollo) se declare como una segunda zona intangible.

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Es evidente que los cambios ambientales que se producen actualmente ocurren mucho más rápidos que las medidas que se pueden tomar para contrarrestar sus efectos. Resulta doloroso tal vez, saber desde un comienzo que estaremos llegando tarde en las acciones destinadas a conservar el ecosistema particular de canales y fiordos en el Sur de Chile. La urgencia de realizar acciones concretas es impostergable, por lo tanto. La creación de un Parque Marino viene a llenar uno de los tantos vacíos en tales acciones de conservación, pero sin duda no lo será todo. Con los miles de concesiones solicitadas (otorgadas o en trámite) podemos prever grandes oportunidades para la acuicultura e incluso las pesquerías y las áreas de manejo y explotación de recursos bentónicos. Pero, ¿qué sucederá si se sobrepasa la capacidad de carga de canales y fiordos?, ¿qué caminos alternativos tendrá el desarrollo productivo si se colapsa la salmonicultura?, ¿qué condiciones ambientales persistirán en tales situaciones? La respuesta a estas interrogantes no es simple ni trivial, pero invocan a reflexionar y ser precavidos. Precisamente, en una aproximación precautoria debiéramos dejar espacio y condiciones para la investigación científica que podría encontrar respuestas a los desafíos y problemas futuros. Debiéramos así también, permitir que existan áreas intocadas que cumplan un papel comparativo para poder contrastar la condición deteriorada o degradada por el uso y abuso de los recursos ambientales. Tales condiciones son factibles de cumplir si se establecen zonas prístinas para la conservación de los ecosistemas representativos de fiordos y canales del Sur de Chile. Planteado así, resulta evidente que se debe designar áreas particulares como Parques Marinos y que ellos deberán asegurar la conservación de la biodiversidad y las condiciones ambientales saludables. Afortunadamente, aunque el cambio es innegable, aún podemos estar a tiempo para adoptar medidas y tomar decisiones que aseguren la desafección de una valiosa porción de territorio para la creación de un Parque Marino en el Sur.

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1. INTRODUCCION

Este documento tiene por finalidad proporcionar los antecedentes y la justificación para gestionar la destinación de un área de conservación marina en el mar interior de Chiloé. El área propuesta para conservación será representativa de la zona de canales y fiordos. Dicha designación se solicitaría de acuerdo con la actual Ley General de Pesca y Acuicultura (LGPA) en la modalidad de Parque Marino, lo cual incluiría una angosta franja costera litoral y los fondos marinos y columna de agua adyacentes o circundantes.

1.1 Como objetivos específicos de este documento de gestión, se pretende: * Proponer y fundamentar las bases científico-técnicas sobre las cuales se justificaría declarar la zona como Area Protegida y Parque Marino, considerando criterios ecológico-pesqueros, socio-económicos, culturales, de investigación y de conservación ambiental. * Determinar la ubicación exacta y extensión geográficas del área seleccionada como potencial del Area Protegida y entregar los antecedentes básicos sobre el área. * Proponer lineamientos, para la administración del área seleccionada como Parque Marino, basándose en los fundamentos científico-técnicos.

1.2 En general, con los aportes de este informe debiera ser posible responder a preguntas tales como, por ejemplo: a) ¿Por qué crear un Area Protegida que incluya un Parque Marino en la zona de fiordos y canales del sur de Chile? b) ¿Por qué localizar el Area Protegida en la zona (Bahía Tic Toc a Bahía Santo Domingo) que se propone aquí? c) ¿Cómo podría lograrse concretar el establecimiento del Area Marina Protegida propuesta?

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2. JUSTIFICACION

A pesar que existe un compromiso ratificado por Chile con la CPPS (Comisión Permanente del Pacífico Sur) para establecer al menos un parque marino en cada macro-región geográfica, Chile no ha cumplido a cabalidad esta tarea aún. Al respecto, sólo recientemente la DGTMM (Dirección General del Territorio Marítimo y Marina Mercante) creó unos parques submarinos en Isla de Pascua. Otras organizaciones como NU (a través del GEF) están impulsando que se llegue al 20% del habitat marino protegido. De hecho CONAMA está presentando un proyecto al GEF para crear dos parques marinos en el litoral expuesto; uno de ellos sería en la zona centro-norte y el otro en la zona Centro-Sur. Sin embargo, las acciones o planes de protección de ambientes marinos se han enfocado sobre el litoral expuesto, pero aún no incluyen los canales y fiordos del sur de Chile.

2.1 Compromisos Suscritos por Chile En el ámbito de los compromisos contraídos por Chile para la protección marina, se tienen los Compromisos internacionales. De ellos, los principales compromisos para la protección del medio ambiente marino-costero son:

* Medidas para proteger hábitat particulares. - Convenio sobre las marismas de importancia internacional, especialmente como hábitat de aves acuáticas. Ramsar, 1971. - Convenios sobre la Protección del Patrimonio Mundial, Cultural y Natural. París, 1972.

* Medidas para proteger especies, o grupos de especies contra la explotación destructiva.

- Convenio internacional para la reglamentación de la caza de la ballena.Washington, 1946. - Convención sobre la conservación de especies migratorias de animales silvestres. Bonn, 1979.

* Medidas para reducir la contaminación de la biosfera. - Convención de Londres sobre vertimientos. Londres, 1972. - 14 -



-Protocolo de Montreal”. Montreal,1987. Los vacíos y limitaciones de estas convenciones son remediados parcial o totalmente por el Convenio sobre la Diversidad Biológica. Por otro lado, hay también tratados y convenios orientados a propósitos más específicos y limitados, los que ayudan a la implementación del convenio sobre la biodiversidad en su componente costero y marino. Ellos son:

* Medidas de protección de la biosfera marina y costera.

- Convenio para la protección del medio ambiente marino y áreas costeras del Pacífico Sudeste. Lima, 1981. - Protocolo para la protección del Pacífico Sudeste contra la contaminación proveniente de fuentes terrestres. Quito, 1983.

* Medidas para la protección y provisiones para la protección de hábitats, ecosistemas, especies y grupos de especies.

- Protocolo para la conservación y administración de las áreas costeras y marinas protegidas del Pacífico Sudeste. Paita, 1989.

* Medidas para la protección de especies y grupos de especies individuales.

- Reglamento de la caza de ballena en aguas de Pacífico Sur. Santiago, 1952. - Acuerdo para la explotación de recursos marinos del Pacífico Sur. Lima,1954.

En síntesis, es posible destacar una serie de elementos que justifican la creación de un Area Marina Protegida que incluye un Parque Marino en la zona propuesta, representativa de fiordos y canales del Sur de Chile. Entre ellos:

* La zona de fiordos y canales es única a escala mundial. Si bien es cierto la belleza escénica del área es reconocida ( y los visirantes del Parque Pumalín han dado testimonio de ello), lo que queda bajo la línea de marea sigue siendo otro mundo con su propia fauna y flora únicas. Ese es un mundo resultante principalmente com consecuenica del clima y la topografía que lo rodea. Un hábitat marino que siendo único, guarda sin embargo grandes afinidades faunísticas y florísticas con la Antártica. * Alta Biodiversidad, con componentes endémicos del hemisferio Sur, principalmente de origen Antártico. Destacan, por ejemplo, los equinodermos (erizos y estrellas de mar), los antozoos (actinias y corales) y las esponjas de mar, grupos todos altamente diversificados.

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* Baja representación en el ámbito nacional de ambientes protegidos con condiciones mixohalinas, menos oceánicas que las del resto del litoral Chileno. Las características oceanográficas en los canales y fiordos australes están fuertemente influenciadas por el gran aporte de agua dulce en sus capas superficiales (0 a 20 m de profundidad). * Baja representación a escala mundial de los ecosistemas de fiordos. Los fiordos y canales ocurren de manera natural sólo en lugares muy particulares del planeta y Chile es privilegiado en ese sentido. * Existencia de interés por parte de entes privados para crear y desarrollar un Area de Protección que incluya un Parque Marino en esta zona. Cada vez es más frecuente que organizaciones no gubernamentales opten por dedicar esfuerzos para la creación de áreas de conservación, donde además se pueda realizar esparcimiento, recreación, turismo, educación e investigación. * Existencia en la LGPA de las condiciones y figuras legales que permiten la creación de áreas de conservación, reservas y parques marinos a lo largo del territorio. La entrega de derechos territoriales (según lo contempla la propia LGPA en la forma de concesiones de acuicultura y áreas de manejo) ha destinado grandes extensiones de territorio a la administración privada, pero el porcentaje de territorio destinado a conservación es insignificante o prácticamente nulo. * Rápido desarrollo de actividades productivas que están modificando notablemente el paisaje y la pristinidad de la región; y que eventualmente podrían amenazar la integridad de estos ecosistemas, por lo que es imperativo otorgar oportunidades para su conservación. Comparativamente, el desarrollo económico y productivo en la zona de fiordos y canales ha sido tan veloz que la necesidad de conservación de los ecosistemas marinos obliga a actuar sin demoras hoy. * El momento es apropiado y oportuno en tanto se desarrollan por parte de las autoridades regionales planes de manejo y ordenamiento territorial del borde costero. Actualmente, la consideración e inclusión de áreas de conservación en la planificación territorial son prácticamente nulas y debe ser propiciada en este momento, de otro modo será demasiado tarde. El zona considerada como más apropiada para establecer un Area Marina Protegida que incluya un Parque Marino sería aquella comprendida entre las latitudes 43°32´ S (Punta Yeli al norte de Bahía Tic Toc) y 43°58´ S (Río Santo Domingo al sur de Bahía Santo Domingo), dentro de los límites jurisdiccionales de la Xª Región por el norte y la XIª Región por el sur (ver Mapa adjunto). En las consideraciones para proponer esta zona se ha tomado en cuenta tanto los componentes netamente biológico-ecológicos, como también los económicos y sociales. Para la valoración del área propuesta con fines de protec-

ción y conservación se debe considerar una multitud de criterios específicos, tales como: 2.1. Criterios Sociales * Aceptación social. El grado en que la comunidad local apoya el proyecto de área marina protegida (AMP). Cuando una zona ha sido tradicionalmente protegida por la comunidad local debe ser tomada con mayor valoración. Un área "oficialmente" protegida no funcionará sin la aceptación de la comunidad local. En lo que respecta al núcleo poblado más cercano, Puerto Raúl Marín Balmaceda (aproximadamente 400 habitantes), la creación de un Area de Protección se percibe como una iniciativa muy deseable por la posibilidad de creación de nuevas fuentes de trabajo asociadas con el turismo, la recreación y la conservación.

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* Salud Pública. El grado en el cual la creación de un AMP puede servir para reducir contaminación u otros agentes que afecten la salud de la población humana local o bancos de recursos importantes, incluso playas aptas para el baño. La creación del Area de Proteccion excluiría el uso del área para actividades tales como la salmonicultura, capaces de degradar la calidad de las aguas y el fondo marino. * Recreación. El grado en que el área es, o puede ser, usada para la recreación por los residentes locales. Sitios que proveen a la comunidad local la oportunidad de aprender acerca de su ambiente natural deben tener alta valoración en el puntaje. En este sentido el área propuesta representa un altísimo puntaje, por su gran valor para la educación ambiental y la investigación. * Culturales. Valores religiosos, históricos, artísticos u otros valores culturales similares deben valorarse con alta puntuación. Su protección puede ayudar a la mantención de la integridad de ecosistemas vecinos. La creación del Area de Protección aseguraría la existencia de un foco de producción de larvas y propágulos para el repoblamiento de áreas cercanas explotadas. * Estéticos. Belleza escénica del lugar, incluyendo los entornos terrestres, costeros y submareales para el buceo deportivo. En este sentido el área propuesta reviste condiciones excepcionales de pristinidad y belleza escénica, tanto terrestre como subacuática. * Conflictos. Grado en que se presentan conflictos por el uso del lugar. No se consideran negativos lugares de fondeo de botes artesanales ni la solicitud de sitios vecinos como áreas de manejo, ya que se considera que ellas apuntan también al mejor uso de los recursos y su conservación. Las áreas de pesca y aptas para acuicultura crean zonas de potencial conflicto; así como también la percepción de la comunidad local de una medida de cierre de áreas. Sin embargo, actividades bien manejadas como la extracción de pelillo y la operación de áreas de manejo podrían ser perfectamente compatibles con el Area de Protección. * Seguridad. El grado en que el lugar ofrece seguridad a sus visitantes. Existen lugares extremadamente expuestos, aislados, escarpados o abruptos, que hacen peligroso la navegación, el baño, caminar sobre rocas, etc., por lo cual ellos debieran conformar zonas intangibles o de acceso muy restringido.

2.2. Criterios Económicos * Importancia de las especies. Particularmente en Chile, su importancia puede ser como recursos comerciales. Pero además, la importancia de determinados organismos puede ser aún mayor, si se trata de especies "claves" para el ecosistema y de las cuales dependan indirectamente los recursos comerciales. Entre los recursos de alto valor económico, el área comprende importantes poblaciones de locos (Concholepas concholepas) y erizos (Loxechinus albus), pelillo (Gracilaria sp.), además de choritos (Mytilus chilensis), cholgas (Aulacomya ater), almejas (Venus antiqua), machas (Mesodesma donacium), culengues (Gari solida) y huepos (Ensis macha), por nombrar sólo algunos. * Importancia para las pesquerías. Es claro que muchas zonas contienen áreas que han permitido la subsistencia de comunidades locales a través de pesquerías desde el nivel de "subsistencia" hasta artesanales. En la actualidad la extracción de algas y mariscos, por parte de pescadores artesanales, provee una actividad económica importante para la población local en el área propuesta como Area de Protección. * Naturaleza de las amenazas. Se refiere a la posibilidad de ser zonas expuestas a contaminación o deterioro del hábitat, que afectan (positiva o negativamente) el uso comercial del área. El principal tema de conflicto en este sentido lo constituye la presencia y proliferación de los centros de engorda de salmones, los cuales hacen aportes significativos de materia orgánica, nitrógeno y fósforo. - 20 -



* Beneficios económicos. El establecimiento de una Reserva o Parque Marino puede aumentar la disponibilidad de semillas para cultivos o áreas de manejo, tanto por reclutamiento como por "derrame" de larvas hacia zonas explotadas, lo cual puede tener mayor beneficio en el largo plazo que explotar la población actual. Además, a lo anterior se le debe sumar el desarrollo de todo tipo de actividades productivas y de servicios asociados con la educación, la recreación y el turismo posible de realizar en asociación con el área protegida. * Turismo. También puede ser un atractivo turístico que provee a los habitantes locales de otro tipo de entradas. En la zona ya se recibe un número importante de visitantes que realizan actividades recreativas tales como ecoturismo, pesca deportiva, kayaking, buceo deportivo, observación de aves y naturaleza, etc.

2.3. Criterios Ecológicos * Diversidad. Medida como riqueza de especies o cualquier otro índice, pero se refiere a lugares con procesos ecológicos que crean diversidad en forma permanente en el tiempo. El ecosistema de fiordos y canales aloja una fauna muy característica que ofrece ejemplos de radiación evolutiva fuerte, por ejemplo, en el caso de los equinodermos (estrellas y erizos de mar), las esponjas y las actinias y corales. * Naturalidad. Estado de conservación, pristinidad y/o grado de intervención humana por explotación o contaminación. Dada la relativa lejanía y aislamiento del área y los reducidos asentamientos humanos, los impactos de tipo antropogénico son aún menores, pero el riesgo e intensidad de ellos es permanentemente creciente. * Dependencia. Lugares que no dependen del aporte de larvas de fuera del hábitat, es decir, sitios que son "fuente" y "resumidero" en teoría de metapoblaciones. El área considerada, suficientemente grande, permite independizarse de los eventos aleatorios que determinan el poblamiento desde otras zonas. En la porción de territorio propuesta para conservación se conjugan de manera equitativa fuentes y resumideros. * Representatividad. Sitios que en su conjunto representan el ecosistema marino regional. Las comunidades bilógicas y los hábitats contenidos dentro de la zona de conservación propuesta son representativas del ecosistema marino de fiordos y canales. No obstante, el área considerada dista de alcanzar ni siquiera un 8 % de representatividad, por lo que ha esta propuesta, en el futuro, debiera seguirle la proposición y designación de nuevas áreas para conservación marina en los fiordos y canales. * Unicidad. Sitios particulares, con relictos que lo distingan del resto de lugares del mismo hábitat. Acá debe mencionarse, por ejemplo, la existencia de organismos únicos, tales como fauna del techo de cavernas y cornisas dominadas principalmente por corales. * Integridad. La estructura trófica o cadenas alimentarias están completas. Se verifica normalmente porque los depredadores topes están presentes en forma continúa. Las comunidades biológicas presentes en el área considerada para conservación incluyen depredadores de alto nivel tanto del tipo invertebrados (ej. loco) como vertebrados (ej. lobos y nutrias de mar, aves acuáticas, etc.). * Productividad. Lugares de alta productividad primaria, que garantiza sustento a la trama trófica y no es una limitante para la diversidad. La zona de canales y fiordos sustenta a grandes poblaciones de consumidores primarios, tanto macroherbívoros (ej. erizos de mar), filtradores (choritos, cholgas, piures y picorocos), como así también peces plantófagos (ej. sardinas y anchovetas), los cuales a su vez son la base de sustentación para consumidores secundarios. - 22 -



* Vulnerabilidad. Grado de exposición a obras humanas existentes o por venir. La vulnerabilidad del área es alta si no se ordena, jerarquiza y organiza la actividad económica y el desarrollo. Por ejemplo, colocando un límite o excluyendo del todo las concesiones para acuicultura; y redirigiendo la explotación de recursos desde las actividades de extracción hacia el manejo de áreas.

2.4. Criterios Regionales * Significado Regional. El grado en que el área representa la realidad regional, ya sea sus procesos ecológicos o sitios de relevancia cultural. Grado en que juega un rol en contribuir con nutrientes o refugio a especies migratorias. Tanto en la porción incluida dentro de la Décima Región como aquella correspondiente a la Undécima, la porción de territorio propuesto para Area de Protección es de altísimo significado regional, por su representatividad y la oportunidad de incluirla en la planificación territorial.

2.5. Criterios Pragmáticos * Urgencia. Grado en que deban tomarse acciones inmediatas para proteger procesos ecológicos únicos. Dado el frenético desarrollo de actividades económicas y extractivas o contaminantes que sufre el área, el inicio de acciones para la conservación de este tipo de ecosistemas se hace imperativo. Una gran porción de territorio ha sido destinada ya para el establecimiento de concesiones de acuicultura o áreas de manejo y explotación de recursos bentónicos, pero la designación de áreas de conservación ha sido nula. Además, el momento es oportuno para redirigir y concentrar en otras zonas menos frágiles las actividades productivas y en especial la salmonicultura. Por lo tanto es imperativo que propuestas como ésta se vean priorizadas ahora. * Tamaño. ¿Cuáles y cuántos de los diversos hábitats que conforman el ecosistema deben ser incluidos en el área a proteger? Normalmente para Parques Marinos es necesario tener la mayor diversidad de hábitats posibles. La extensión de territorio propuesta es suficientemente amplia para alojar una gran diversidad de hábitats representativos del ecosistema de fiordos y canales. * Efectividad. La posibilidad de implementar un plan o programa de manejo y que existan las Instituciones capacitadas para hacerlos. Con la colaboración de entes privados y el compromiso del Estado y la Armada de Chile es posible vislumbrar que la designación del Area de Protección propuesta tendrá alta efectividad. * Area de Protección. Grado en que existen condiciones o acciones que justifican una pronta decisión inicial bajo las cuales se puedan desarrollar otras acciones más adelante. El momento es sumamente adecuado para la propuesta; por una parte se cuenta con el marco legal otorgado por la LGPA, por otra Chile debe dar cumplimiento a acuerdos internacionales. Finalmente, el momento se presenta apropiado para aunar voluntades, recordando el compromiso institucional de la Armada de Chile respecto a asegurar la protección y calidad ambiental del medio marino, y canalizando el interés de entes privados en la creación de áreas protegidas.

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* Disponibilidad. El grado en que el área esta disponible para los fines que se pretenden, que no tiene conflictos con otras acciones humanas que hagan imposible dedicarla a los fines previstos. En particular, el área de Bahía Tic Toc, considerando su bajísimo nivel de ocupación humana y la alta protección por la tenencia de la tierra y la presencia de la Armada de Chile, está plenamente disponible para su designación como área intangible. El resto del territorio propuesto para Area Protegida está disponible en tanto las nuevas actividades económicas asociadas con el Parque Marino constituyen nuevos desafíos que no entran en conflicto ni amenazan condiciones o actividades pre-existentes. * Recuperabilidad. El grado en que el área puede ser retornada a su estado natural previo. En el caso de zonas intermareales rocosas se ha podido verificar que en una escala de tiempo de 2 a 5 años sin intervención humana ellas pueden recuperarse totalmente. En el caso de los grandes bancos de invertebrados marinos explotados (choritos, cholgas, locos, erizos, etc.) y de mamíferos marinos perseguidos (lobos y nutrias de mar), la recuperación de sus poblaciones en el marco de un área de protección y conservación debiera ser cosa de unos pocos años.

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3. ANTECEDENTES GENERALES

3.1. Localización Propuesta El ámbito geográfico que abarca esta propuesta, se extiende por unos 45 Km lineales de costa, a lo largo de los cuales deben distinguirse dos situaciones muy diferentes. La porción norte (Bahía Tic Toc, desde Punta Yeli hasta Punta Guala, en la Xª Región), corresponde a un territorio casi deshabitado con una diversidad de ambientes diferentes, desde playas de arena a paredones rocosos verticales y estuarios, incluyendo una multitud de isla e islotes de varios tamaños. La tenencia de la tierra esta en manos de sólo tres titulares (el Estado de Chile, la Armada de Chile y The Conservation Land Trust). Ausencia de concesiones de acuicultura. Protección adicional por tratarse de una zona de ejercicios navales, aunque existe labores de extracción de pelillo y mariscos. El sector de Bahía Tic Toc reúne todas las condiciones para declararse en su mayoría área intangible, lo que aseguraría la protección de una gran colonia de lobos marinos (unos 600 individuos) y zonas de nidificación de pingüinos y otras aves marinas. Las actividades recreativas como buceo deportivo, observación y fotografía submarina, además de kayaking resultarían plenamente compatibles con los objetivos de conservación del área. La diversidad de fauna marina (ver Anexo I, listado de especies), la belleza escénica y la riqueza de ambientes hacen de esta zona el foco obligado de cualquier esfuerzo de conservación en el área. La porción sur (desde Puerto Raúl Marín Balmaceda hasta Bahía Añihue Norte) corresponde a una zona poblada, con gran actividad y mayor impacto humano. Puerto Raúl Marín Balmaceda es un poblado costero ubicado en la desembocadura del río Palena, Isla los Leones. Actualmente esta localidad aloja unos 400 habitantes, los cuales se dedican en su mayoría a la extracción de recursos bentónicos. Desde los años 80' estos pescadores han realizado gestiones para regular el acceso de mariscadores y pescadores a los bancos naturales de recursos que se encuentran en el estero Piti Palena y otros puntos cercanos. En el estero Piti-Palena se ha descrito la existencia de una pradera de "pelillo" (Gracilaria sp.), ubicada en la desembocadura del río Rodriguez (Molinet et al., 1994 y Molinet et al., 1996). Este recurso estuvo sujeto a un fuerte grado de explotación a fines de los 80' y comienzos de los 90'. Otro de los recursos de importancia al interior del Estero son los mitílidos, los que en los últimos años han acumulado Veneno Diarreico de los Mariscos (VDM) debido a Florecimientos Algales Nocivos de Dinophysis sp. No obstante, recursos como la cholga han sido fuertemente explotados, disminuyendo los rendimientos notoriamente (Soto et al., 1999). En el caso del recurso almeja, en 1993 se descubrió un banco natural al interior del Estero Piti- Palena, el cual fue literalmente arrasado en 6 meses. De acuerdo a antecedentes entregados por los pescadores se extrajo alrededor de 1.000 toneladas en una superficie de 60.000 metros cuadrados (Molinet, 1994). Esta extracción fue realizada en conjunto por embarcaciones locales y de la Xª Región. De esta forma, la comunidad de pescadores ha ido disminuyendo en forma sistemática su rendimiento productivo en relación con la extracción de recursos marinos, lo que ha traído como consecuencia una disminución de los ingresos económicos, inestabilidad laboral y la necesidad de implementar planes de

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emergencia por parte de las organizaciones gubernamentales. En este contexto surgió la necesidad de comenzar los trabajos orientados al establecimiento de Áreas de Manejo de Recursos Bentónicos (AMERB) en esta localidad, para lo cual se solicitó apoyo al Programa Chile Austral (Convenio Unión Europea - Gobierno de Chile) y del Servicio de Cooperación Técnica, XIª Región para poner en marcha esta iniciativa. De esta forma, además de evaluar las alternativas conocidas con los recursos tradicionales (bivalvos y algas) se incorporó la exploración de un sector cercano al poblado donde se registró recursos como erizo (Loxechinus albus), loco (Concholepas concholepas) y luga roja (Gigartina sp.). Finalmente, en enero de 1999, a través de Decreto del Ministerio de Economía se estableció las áreas aptas para el manejo en el Sector de Puerto Raúl Marín Balmaceda, lo que permitió que se iniciaran las actividades formales para implementar un Plan de Explotación y Manejo de Recursos Bentónicos en esta zona. Las áreas sujetas a esta modalidad de administración corresponden al sector Punta las Varas e islas Las Hermanas. Otro núcleo de actividad (en constante aumento) lo constituye la actividad turística, el ecoturismo, pesca deportiva, kayaking y buceo deportivo. En general, la mate rialización del Area Marina Protegida deberá motivar e incorporar a un máximo de los habitantes en actividades relacionadas con la conservación y el uso sostenido del área y sus recursos. Finalmente, la porción más austral (desde Bahía Añihue Sur hasta Bahía y Río Santo Domingo) corresponde a una zona menos poblada de incipiente desarrollo, con alta posibilidad de declararla como una segunda zona intangible. La belleza escénica tanto terrestre como subacuática asegurarían el atractivo turístico y recreacional.

3.2.Ideas sobre Protección de Areas Marinas La literatura científica mundial ha mostrado una tendencia creciente a tratar el tema de las áreas marinas protegidas, reservas marinas o parques marinos, desde diferentes perspectivas. Se han publicado varias revisiones recientes sobre el tema, por su importancia en las pesquerías (Rowley, 1994 y Guénette et al, 1998) o en los estudios sobre procesos bentónicos ecológicos y ambientales (Castilla, 1999, 2000; Moreno, 2000). Además, diversos países han generado grupos de trabajo para enfrentar el problema del diseño de reservas y definir políticas sobre áreas marinas protegidas (Marine Reserves Task Group S.A., 1997; Plan Development Team, NOAA, USA, 1990) (en adelante PDT,1990), o sobre sus problemas de administración, como ocurrió en Chile en 1998 (Parques Marinos: un Desafío de Administración. SERNAPESCA, 1998). En estas revisiones y muchos otros trabajos, se ha demostrado una de las principales razones del por qué las pesquerías mundiales están en problemas a pesar de los avances en las metodologías de evaluación. Se trata de un concepto relacionado con el manejo, que establece que el esfuerzo pesquero no puede ser exclusivamente regulado sólo a través de estimar el rendimiento anual de una pesquería y establecer cuotas. Lo que hay detrás de esta proposición, es que si se protegen las áreas donde ocurren procesos biológicos críticos (reproducción, reclutamiento, crecimiento juvenil, etc.) existirá un aumento potencial del rendimiento pesquero, más allá del que puede calcularse en la misma población explotada para toda el área de su distribución. Hoy día, por problemas de pérdida de biodiversidad (Gastón, 2000) los conceptos de cierre de áreas están más ligados con visiones ambientales que buscan que los procesos naturales y los servicios ecosistémicos puedan completarse y conservarse en el largo plazo. Estos objetivos han sido impulsados al nivel de las organizaciones internacionales (Tegner y Dayton, 1999) inspiradas en el aumento creciente de la intervención humana en todos los ecosistemas (incluyendo los marinos) y en los fracasos de las políticas pesqueras en el mundo. Se ha demostrado que explotar especies de invertebrados o peces produce efectos que se propagan en cascada a toda la comunidad biológica (Bostford et al, 1997; Frid et al, 1999). - 30 -



Respecto de los ecosistemas marinos (que tienen la particularidad de ser áreas con intercambio de larvas de diferentes especies sobre amplias zonas) muchos autores han sugerido que redes de hábitats representativos podrían asegurar que la mayoría de las especies marinas queden protegidas de la presión extractiva (Dye et al. 1994; Schackell & Lien, 1995; Bohnsack, 1996). Se requiere eso sí que estos lugares protegidos provean una proporción significativa del hábitat total que se desea conservar. El problema es determinar cuánta área es representativa y qué es un hábitat representativo. El grupo PDT (1990) homologando las ideas de Beddington y Cooke (1983), particularmente aquellas que indican que para reestablecer una población sobre-explotada se necesita al menos el 20% de la biomasa desovante virginal, sugieren que hay que proteger al menos 20% del hábitat total. Sin embargo, el modelamiento para establecer áreas representativas, usando los datos de varias especies marinas, sugiere que una mayor proporción (por sobre el 50%) del hábitat debe ser incluida en reservas para lograr dichos propósitos (Attwood y Bennett, 1995; Man et al. 1995; Holland y Brazee, 1996). Todo depende del tiempo en que se requiera la recuperación. Lo anterior indica que en adición con el Area Marina Protegida propuesta aquí, se debiera destinar una mayor cantidad de zonas y área para la conservación en los fiordos y canales. Más fácil parece ser definir qué es un hábitat representativo, ya que ello corresponde a aquellos lugares donde las especies marinas desarrollan su ciclo vital e incluye fondo marino y columna de agua para los organismos bentónicos y sólo columna de agua para los nectónicos y pelágicos. Sin embargo, sus dimensiones y particularmente lo referido a distancias recorridas durante la etapa larval dispersiva aún son desconocidas para la inmensa mayoría de las especies marinas. Operacionalmente lo podemos definir en términos de la probabilidad de ocurrencia de una especie en un hábitat, ya que actualmente la inmensa mayoría de los hábitat de la región de fiordos y canales está intervenida. Como algunos de los objetivos de las reservas son controlar el esfuerzo pesquero, proteger una pesquería específica y/o sustentar una nueva pesquería, entonces el diseño de la reserva debería tomar en cuenta las estrategias de la historia de vida de las especies involucradas. La mayoría de los trabajos en reservas marinas ha sido orientado hacia especies relativamente sedentarias con larvas de amplia dispersión. En tales casos, la estructura espacial de las poblaciones, las relaciones entre fragmentos de hábitat y capacidades de dispersión larval han sido determinadas como cruciales para diseñar áreas protegidas (Fairweather, 1991, Carr y Reed, 1993, Bostford et al. 1993). Estos aspectos enfatizan la importancia de proteger las poblaciones reproductivas en un sistema organizado de áreas protegidas. El diseño de reservas para animales móviles debe considerar patrones migratorios y hábitat críticos (PDT, 1990; Shackell y Willinson, 1995; Bohnsack, 1993). Numerosos autores han notado, que el aumento de la migración hacia fuera de la reserva puede disminuir la protección del stock (Polacheck, 1990; Bohnsack, 1993; DeMartini, 1993). Sin embargo, sería posible diseñar reservas que ayuden a proteger stocks móviles, cuando se usan en conjunto con otras medidas de manejo. Las áreas cerradas en forma permanente, tienen la ventaja de proteger el stock y el hábitat de los efectos directos e indirectos de la pesca y la salmonicultura. Los arrecifes coralinos han provisto de numerosos ejemplos de reservas exitosas. Los animales bentónicos de escasa movilidad pueden ser mejor protegidos cerrando áreas donde la densidad de adultos reproductores es un factor importante para el éxito reproductivo. Por ejemplo, Rogers-Bennett et al., (1995) sugieren que las poblaciones reproductoras del erizo rojo (localizadas normalmente en zonas bajas no accesibles por la incidencia del oleaje) sean protegidas de explotación para recolonizar las áreas de pesca. McGarvey y Willinson (1995) proponen un área de protección para los ostiones del Georges Bank (Canadá y Estados Unidos) donde las larvas son generalmente retenidas por las corrientes marinas. Shepherd y Brown (1993) se dedicaron, usando el concepto de metapoblación, a manejar un problema similar en dos especies de abalones (Haliotis laevigata y H. rubra). Tegner (1992) mostró que la capacidad de dispersión larvaria del abalón (H. fulgens) es muy limitada en la costa de California y que esto impedía la recolonización de hábitat perturbados o sobrexplotados. Roy (1996) atribuyó la fuente de larvas a la presencia de individuos grandes del "Botuto" (Strombus gigas) en una reserva y una porción del área explotada, sugiriendo reubicar las reservas en la parte superior de las corrientes costeras en esa zona de Bahamas. Bustamante y Castilla (1990) sugirieron que las plantas de "cochayuyo" (Durvillaea antarctica) podían generar propágulos que han recolonizado la zona explotada hacia el norte de la Reserva de las Cruces, - 32 -



en Chile Central. Hay otra decena de ejemplos similares, pero vale la pena señalar solamente, que el cerrar un área permanentemente puede ayudar a la reconstrucción de stocks de manera indirecta. Por ejemplo, cerrar un área a la pesca de arrastre, en el largo plazo puede recuperar muchos refugios del fondo marino que permiten una mejor sobrevivencia y alimentación de peces juveniles (Auster y Malatesta, 1995; Gregory y Anderson, 1997). Un último aspecto importante de mencionar, es que la mayoría de los autores modernos piensan que incluir a los habitantes costeros y pescadores desde un comienzo en el proceso de creación de una reserva y/o parque marino y tomar en cuenta sus aprensiones en el diseño, es esencial para su éxito (Fiske, 1992; Alder et al. 1994; Neis, 1995; Vicent y Pájaro, 1997). El cierre de las áreas de desove del haddock en las costas de Canadá y Estados Unidos fue efectivo porque los pescadores se convencieron de su legitimidad y utilidad. Las reservas de Apo y Pamilacan en Filipinas fueron manejadas y apoyadas por los habitantes locales porque ellos creyeron en el beneficio potencial que se obtendría de estas reservas (Russ y Alcala, 1994). Un manejo efectivo de los recursos costeros promueve la equidad social y hace la administración más adaptable a los cambios ambientales y sociales (McManus, 1996). Finalmente, el impacto de posibles cambios de conducta de los pescadores locales y el grado de cumplimiento puede ser evaluado y alentar un exitoso diseño e implementación de las áreas de reserva marinas (Hart, 1997). La idea que ha sido más planteada en la literatura de los últimos años es que las reservas o parques por si solos no solucionan los problemas de conservación (por ejemplo véase Allison et al., 1998; Moreno y Rubilar, 1997; Margules y Pressey , 2000; Castilla, 2000 entre otros). Las áreas de conservación son útiles en la medida que se integran en un plan regional. Esta visión se adapta perfectamente a la región en estudio ya que las reservas y parques marinos deben coordinarse tanto con las Áreas de Manejo y Explotación (AMERB), con las cuales comparten la idea de mantener una mayor biomasa desovante en el agua y generar una mayor cantidad de larvas que puedan recolonizar zonas sobrexplotadas. Además, lo anterior debe armonizarse con el manejo de los recursos y el uso de herramientas tradicionales, particularmente con puntos biológicos de referencia compatibles con la protección de los reproductores. El mayor problema sin embargo, es que la cronología de prioridades lógicas no se ha cumplido en Chile. Primero se debió haber detectado los lugares para reservas y parques, luego haberlos implementado y sólo después de este proceso, haber determinado tanto las áreas aptas para la acuicultura como para AMERB´s, así como también las áreas que permanecerán con libre acceso. De esta manera se habrían evitado las reticencias que diferentes usuarios ven en el establecimiento de áreas cerradas a la pesca. En Chile, ha existido una constante preocupación por el tema de áreas marinas protegidas (Castilla, 1986; 1996). No obstante y a pesar de haber sido incorporadas en la Ley General de Pesca y Acuicultura de una manera compatible con las ideas anteriormente expuestas (Morales y Ponce, 1998), no existen Instituciones estatales que tengan el mandato de administrar estas áreas (SERNAPESCA 1998) y consecuentemente no existe tampoco un presupuesto para ello y se necesita, junto con ubicar lugares apropiados, buscar organizaciones que puedan asumir esta responsabilidad. De allí que enfoques de selección de áreas, como el de Salm y Price (1995) que considera una amplia gama de factores, son de utilidad práctica en el entendido que los lugares a elegir contribuyan a formar una red organizada de áreas protegidas (incluyendo las AMERB) que en conjunto tengan el objetivo común de conservación de hábitat, pesquerías, biodiversidad y servicios ecosistémicos. Sin embargo, si el Estado es incapaz de financiar estas áreas de conservación, se debería aplicar el principio subsidiario para aquellas instituciones sin fines de lucro que estén dispuestas a hacerlo, tal es el caso de algunas fundaciones y ONG´s de orientación conservacionista.

3.3. Antecedente Biogeográficos Biogeográficamente esta zona ha sido considerada por muchos autores como una región de transición entre la zona norte o Peruviana y la zona sur o Magallánica, Brattström & Johanssen (1983), Viviani (1979), Lancellotti & Vásquez (1999). Recientemente estos últimos autores, sobre la base de un actu- 34 -



alizado número de registros de invertebrados marinos litorales, concluyeron que más que una zona de quiebre, existiría una "Región Templada Transicional" para el Pacífico sur oriental entre los 35° S y los 48° S. Sin embargo, todos los estudios mencionados reconocen la existencia de un ensamble similar de especies entre Concepción, Valdivia y Chiloé, dándole una unidad a la región del litoral marino expuesto. La zona de Canales y Fiordos, sin embargo, compartiría muchos de los componentes del litoral expuesto pero además incorporaría elementos propios de origen antártico. Por lo tanto, desde el punto de vista ecosistémico, es claro que existe también otro ecosistema muy distinto en el sur de la Xª Región, correspondiente a la zona de los canales norpatágonicos desde el archipiélago de las Guitecas hasta Puerto Montt. Se pueden distinguir en esta zona, hábitat rocoso, playas de arena y estuarios. En la escala de toda la zona, la composición específica es notablemente similar, sin embargo, en una escala local los hábitat disponibles pueden marcar diferencias debido a los procesos de selección de hábitat exhibidos por las diferentes especies. Así, en pocos metros de distancia se pueden encontrar sistemas diversos, por ejemplo expuestos y protegidos del oleaje, playas rocosas y arenosas etc. Tal es el caso de Bahía Tic Toc donde coexisten fondos arenosos y rocosos. La mayor diversidad de hábitat existentes dentro del área propuesta para Parque Marino significará además poder incluir un máximo de biodiversidad dentro del área de protección.

3.4. Antecedente Ecológicos Desde los estudios de Moreno et al. (1984) ha quedado establecido que la mayor amenaza o perturbación ecológica sobre las comunidades costeras en esta zona, se debe a la pesca de subsistencia en la zona intermareal y la pesca artesanal en las comunidades submareales (Moreno & Sutherland, 1982). Los estudios experimentales realizados en la zona litoral demuestran que la protección de un área marina es capaz de desencadenar procesos ecológicos y efectos en cascada en estos ambientes. Tales estudios muestran dos tipos de situaciones, unas que resultan predecibles solamente sabiendo qué especies hay en una comunidad biológica litoral y cuáles son los patrones típicos que ellas generan ante la intervención humana local en el corto plazo (por ejemplo véase Moreno 2000) y otras que son absolutamente impredecibles y que normalmente se observan a largo plazo en la escala local. En conclusión, la simple protección de un área por pequeña que sea, lleva a una recuperación de las poblaciones explotadas, las que luego en el largo plazo (aproximadamente entre 2 a 10 años) restablecen los procesos ecológicos básicos a niveles poblacionales y comunitarios.

3.5. Antecedente Ambientales Entre las condiciones ambientales de corto a mediano plazo que afectan a las comunidades biológicas del área está el efecto directo de la acuicultura, principalmente por la incorporación de nutrientes (fósforo y nitrógeno) al medio marino y la depositación de materia orgánica sobre el fondo. Indirectamente, la acuicultura puede beneficiar a la biota local al proveer alimento y refugio adicional, pero también puede reducir la diversidad por la eliminación de algunos organismos indeseables (ej. lobos de mar) para esa actividad. Fenómenos naturales menos predecibles, como por ejemplo la ocurrencia de mareas rojas y las consecuencias de fenómenos oceánicos de gran escala (por ejemplo ENSO) también pueden afectar de manera importante a las áreas de conservación.

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3.6. Antecedentes Legales En relación con la Legislación Chilena y la conservación marina, las siguientes son las principales leyes que dicen relación con la creación de Áreas Marinas Protegidas: - Ley de creación del Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas del Estado (SNASPE) (Ley N 18.362, 1984), cuyos objetivos incluyen: i) mantener áreas de carácter único o representativas de la diversidad ecológica natural del país o lugares con comunidades animales o vegetales, paisajes o formaciones geológicas naturales, a fin de posibilitar la educación e investigación y de asegurar la continuidad de los procesos evolutivos, las migraciones animales, los patrones de flujo genético y la regulación del medio ambiente; ii) mantener y mejorar recursos de flora y fauna silvestres y racionalizar su utilización; iii) mantener y mejorar los sistemas hidrológicos naturales, y iv) preservar y mejorar los recursos escénicos naturales y los elementos culturales ligados a un ambiente natural. - Ley General de Pesca y Acuicultura (LGPA): hace referencias e indicaciones específicas a la creación y gestión de parques y reservas marinas. - Ley sobre Monumentos Nacionales (Ley Nº 17.288): permite la creación de Santuarios de la Naturaleza en sitios terrestres o marinos que ofrezcan posibilidades especiales para estudios e investigaciones geológicas, paleontológicas, zoológicas, botánicas o de ecología, o que posean formaciones naturales cuya conservación sea de interés para el Estado. Se crean mediante decreto supremo del Ministerio de Educación y no se establecen mecanismos de consulta. Las áreas quedan bajo la tuición del Consejo de Monumentos Nacionales, encargado de autorizar cualquier acción que se emprenda. Los tres cuerpos legales indicados antes permiten la creación de áreas marinas protegidas, por lo que resultan similares en propósito, aunque utilizan procedimientos distintos. Esto implica una multiplicación de funciones de los organismos del Estado.

Otras leyes importantes por su efecto directo sobre las áreas marinas protegidas son: - Ley que establece la Política Nacional de uso del Borde Costero (D.S Nº475 de 1994): su importancia se debe a que ordena la coordinación necesaria para la administración del borde costero del litoral, el que es definido como: El mar territorial, la playa y los terrenos de playa fiscales hasta una distancia de 80 metros de la línea de más alta marea. Además establece la Comisión Nacional de Uso del Borde Costero del Litoral de la República, que es la encargada de llevar a cabo el proceso gradual de ordenamiento del borde costero nacional, señalando sus usos preferentes y la determinación de áreas de protección y reserva. - Ley de Bases del Medio Ambiente (Ley Nº 19.300, 1994): regula el derecho a vivir en un ambiente libre de contaminación, la protección del medio ambiente, la preservación de la naturaleza y la conservación del patrimonio ambiental, sin perjuicio de lo que otras normas legales establezcan sobre la materia. La LBMA crea la Comisión Nacional del Medio Ambiente (CONAMA) como organismo encargado de ejecutar sus disposiciones y reglamentaciones, bajo la supervigilancia del Ministerio Secretaría General de la Presidencia y en coordinación con los organismos públicos pertinentes. Además, la LBMA dispone que el Estado administrará un Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas (SNASPE) el cual incluirá los Parques y Reservas Marinas.

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3.7. Tipos de Areas Marinas Protegidas y sus Objetivos La UICN en su Estrategia Mundial para la Conservación de la Naturaleza, define un área Marina Protegida como: cualquier Área de la zona intermareal o submareal, en conjunto con las aguas que la cubren, su flora, su fauna, sus aspectos históricos y culturales, que hayan sido reservadas por ley u otros medios efectivos, para proteger una parte o la totalidad del ambiente que la contiene. Este concepto de área protegida, ha sido adoptado por las más importantes organizaciones internacionales dirigidas a la protección del medio natural y espacios marinos costeros. De acuerdo a la UICN, los objetivos de las Areas Marinas Protegidas son: - La protección y administración real de sistemas marinos y estuarinos para asegurar su viabilidad en el tiempo y la mantención de la diversidad genética.- Proteger especies y poblaciones depredadas, amenazadas, raras o en peligro y, en particular, para preservar hábitat considerados críticos para la sobrevivencia de éstas. - Proteger y administrar áreas de significancia para el ciclo de vida de especies de importancia económica. - Prevenir la existencia de actividades que se encuentren fuera del área protegida, que de alguna forma puedan dañarla. - Proveer de un bienestar continuo a las comunidades afectadas por la creación del área marina protegida. - Preservar, proteger y administrar sitios históricos-culturales y de valor estético natural dentro de áreas marinas y estuarinas, para las generaciones presentes y futuras. - Facilitar la interpretación de sistemas marinos y estuarinos con propósitos de conservación, educación y turismo. - Adaptar para las áreas protegidas regímenes de administración compatibles con las múltiples necesidades humanas y los objetivos de la Estrategia Mundial para la Conservación. - Promover la investigación y el entrenamiento para el monitoreo de los efectos en el medio ambiente de las actividades humanas, incluyendo los efectos directos e indirectos del desarrollo de actividades de uso del borde costero adyacente al área protegida.

En Chile, la Ley General de Pesca y Acuicultura (LGPA establece tres categorías principales a las cuales se puede recurrir para brindar protección a un sector del borde costero. Estas tienen el carácter de área protegida, en el sentido de que son designadas, reguladas y administradas para alcanzar objetivos específicos de conservación. Hay una cuarta categoría, la Reserva Genética. Sin embargo por su gran especificidad, orientada casi exclusivamente a la conservación de uno o más recursos, no se considera aquí.

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Las áreas contempladas en la LGPA son: * Parques Marinos: son áreas específicas y delimitadas, destinadas a preservar unidades ecológicas de interés para la ciencia y cautelar áreas que aseguren la mantención y diversidad de especies hidrobiológicos, como también aquellas asociadas a su hábitat. (DS. N 430 1991, Art. 3, letra d). Están orientados a preservar unidades ecológicas, de especies hidrobiológicas, representativas de la zonas biogeográficas o de ecosistemas particularmente importantes, en una perspectiva integral (que considere sistemas de borde como los costero ribereños), manteniendo su riqueza específica y la diversidad genética de las especies hidrobiológicas, así como las características asociadas a su hábitat. Los parques marinos están orientados en general a las especies hidrobiológicas y ecosistemas asociados, aplicándose con mayor facilidad a recursos costeros y de cuerpos de aguas continentales. * Reservas Marinas: está definida en el artículo 2 Nº 43 de la LGPA como un área de recursos hidrobiológicos con el objetivo de proteger zonas de reproducción, caladeros de pesca y áreas de repoblamiento por manejo. Estas áreas quedarán bajo la tuición del Servicio Nacional de Pesca y sólo podrán efectuarse en ellas actividades extractivas por periodos transitorios, previa resolución fundada de la Subsecretaría de Pesca. Apuntan al uso sustentable, orientado a mantener áreas de resguardo o refugiales de zonas de reproducción, caladeros de pesca y áreas de repoblamiento por manejo que permitan conservar recursos genéticos nativos, proteger fases del ciclo de vida de especies nativas y aspectos ecológicos claves de los ecosistemas naturales que incidan en la sustentabilidad de actividades de pesca extractiva, deportiva y de acuicultura. * Areas de Manejo (AMERB): el reglamento sobre Areas de Manejo y Explotación de Recursos Bentónicos las define como una zona geográfica delimitada entregada por el Servicio Nacional de Pesca, a una organización de pescadores artesanales, para la ejecución de un proyecto de manejo y explotación de recursos bentónicos. (DS. N 355 1995, Art.4, letra a). Persiguen el uso sustentable, orientado a lograr la mantención y renovabilidad de los recursos bentónicos presentes en las áreas asignadas a organizaciones de pescadores artesanales basado en un proyecto de manejo y explotación. Las áreas de manejo están orientadas a los recursos bentónicos en su fase adulta, categorizando como especies principales a las que son sujeto de explotación y como especies secundarias a las que cohabitan con las primeras.

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4. LA EXPERIENCIA NACIONAL E INTERNACIONAL

4.1. LA EXPERIENCIA NACIONAL Dentro de la experiencia chilena de protección marina se encuentran las Areas Protegidas por Universidades e instituciones afines. Estas consisten en concesiones marítimas solicitadas por universidades chilenas con fines de investigación científica controlada. Estas áreas, denominadas comúnmente Reservas Costeras, se crearon fuera del marco actual de la LGPA y son: * Montemar (V Región, Universidad de Valparaíso, 1941). * Mehuín (X Región, Universidad Austral de Chile, 1978). * Las Cruces (V Región, Universidad Católica de Chile, 1982) * Bahía la Herradura (IV Región, Universidad Católica del Norte, 1984) * Huaiquique (I Región, Universidad Arturo Prat, 1988) * Bahía de Coliumo (VII Región, Universidad de Concepción, 1989). De ellas, las experiencias más exitosas en relación con la protección de ecosistemas marinos costeros son las que desarrollaron la Universidad Austral de Chile en Mehuín y la Universidad Católica de Chile en Las Cruces. El grueso del área protegida corresponde a la zona intermareal y submareal somero. En ambos casos se trata de concesiones pequeñas, de aproximadamente 5 ha., otorgadas por el Ministerio de Defensa Nacional bajo el amparo del Decreto Nº 660 de 1988 sobre Concesiones Marítimas. En particular la perteneciente a la Universidad Católica (Las Cruces), ha estado bajo estricta protección respecto de actividades de pesca artesanal u otras interferencias humanas desde 1982 a la fecha. Las Concesiones entregadas a la Universidades no pueden ser consideradas bajo ninguna de la categorías de Areas Silvestres definidas en la Ley 18.362 o en la Ley 18.892. Ante la ausencia en el país de Parques Marinos o Areas Silvestres Marinas, las experiencias ganadas en estas concesiones universitarias (denominadas libremente por el autor como Reservas Costeras) constituyen uno de las escasos referencias para crear nuevas áreas protegidas.

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Hay una serie de categorías de áreas protegidas terrestres que incluyen o protegen sectores de costa y aguas interiores con sus respectivas riberas. Sin embargo fueron creadas por cuerpos legales distintos a la LGPA y la protección que realmente pueden proporcionar a los ambientes marino-costeros es mínima. Entre estas destacan, Santuarios de la Naturaleza tales como Roca Oceánica, Islote Pájaros Niños, Isla de Cachagua, Península de Hualpén y Laguna El Peral, entre otros. Otra categoría de nivel internacional la constituyen las Reservas de la Biosfera, entre las cuales se cuenta al Archipiélago Juan Fernández del Programa UNESCO 1984. Un resultados del trabajo más reciente de CONAMA (Proyecto GEF) se materializó en Abril del año 2000, con la designación por parte de la Subsecretaría de Marina de tres áreas marino-costeras protegidas en la Isla de Pascua. De acuerdo al proyecto, su uso será restringido con el propósito de promover la investigación científica, la educación ambiental y la participación de la comunidad como las bases para la conservación y la administración de áreas protegidas.

4.2 LA EXPERIENCIA INTERNACIONAL La protección de áreas en ocasiones responde a motivos muy diferentes a la conservación de la biodiversidad, el paisaje y sus recursos. Sin embargo, en ocasiones estos últimos se benefician y eventualmente se obtienen logros, de otro modo prácticamente imposibles. Un par de casos interesantes dicen relación con la anexión de dependencias militares al patrimonio natural de la ciudad de Nueva York, en Estados Unidos. Uno de estos sitios es la base aérea naval Floyd Bennet, entregada a la ciudad y convertida en un parque. Allí se ofrece hoy día, además de un museo histórico de la base aérea, oportunidades recreacionales y de educación ambiental para escolares y adultos. Sin embargo, lo más significativo de esta área es el hecho que por la protección casi absoluta que se le brindó por años (desde 1931), en los terrenos se han conservado las únicas poblaciones sobrevivientes de un par de especies de plantas, las que debido al desarrollo urbano están prácticamente extinguidas en Nueva York. El otro caso interesante se refiere al Fuerte Tilden que fue una base militar clave y que defendió a la ciudad de Nueva York desde la primera guerra mundial. Esos terrenos también fueron entregados a la ciudad y convertidos en un parque. Hoy día, el área es usada para caminatas y observación de aves. Los senderos se extienden entre las instalaciones desmanteladas de silos nucleares. Pero lo más significativo de este parque es que gracias a la restricción total de acceso que primó por muchos años, actualmente se cuenta con una extensión de playa y con fauna y flora que habría sido imposible conservar a tan corta distancia de la ciudad siempre en crecimiento. Estos dos casos ponen en evidencia que el aunar voluntades entre las fuerzas armadas y la ciudadanía permite en ocasiones grandes logros en beneficio de la conservación del patrimonio natural. En el caso de Bahía Tic Toc, la Armada de Chile ha realizado ya por años una labor de protección tan sólo con su presencia en el área. Cabe la pregunta, ¿cuánto mas sería posible lograr si se aunasen voluntades en torno a la creación del Area Marina Protegida ahí? Pero nuestra realidad es diferente y resulta más adecuado buscar ejemplos en países cercanos y con idiosincrasias más similares a la nuestra. En Argentina es posible mencionar un ejemplo interesante que se refiere a la creación del Parque Provincial Marino Golfo San José (Chubut), en épocas donde prácticamente no había turismo en la Península Valdés. La iniciativa en sus inicios no fue mucho más allá de los papeles, pero aún sin experiencias previas se logró avanzar en varios frentes, no exentos de errores, como por ejemplo, el promover las pesquerías de mariscos con resultados negativos. Otra iniciativa relacionada con la misma área fue instaurar a la ballena franca austral como monumento natural y crear una reglamentación para los turistas y empresas que deseaban hacer avistajes. En este caso la teoría fue bastante buena pero luego, en la práctica, se desvirtuó bastante por los intereses económicos y por la incapacidad técnica de fiscalización. En cuanto a la relación con la Armada Argentina, la gestión de esta zona de conservación requirió aunar intereses comunes. En una

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primera etapa, fue preciso convencer a la Armada para suspender los ejercicios militares en ciertas localidades de Península Valdés. En ese caso la estrategia fue ir avanzando en forma progresiva. Primero se redujo las prácticas a los meses de menor impacto para la fauna local y finalmente fueron suspendidas completamente. En la actualidad la Armada jamás haría ninguna acción en la zona que pudiera ser criticada, ya que los ecos tendrían redobles nacionales e internacionales. Las Islas Galápagos, entre nuestros vecinos, son el ejemplo más reconocido de conservación marina. El movimiento turístico y su significado económico tienen hoy día para el Ecuador una importancia mayor. No obstante todas las medidas de conservación adoptadas para salvaguardar el patrimonio natural se hacen insuficientes dado el altísimo flujo de visitantes. En un caso un tanto más lejano pero de la cuenca Pacífica, está el desarrollo de los parques marinos de Nueva Zelandia, que incluyen experiencias de canotaje y kayaking marino en Nueva Zelandia y Tasmania, hasta visitas educacionales y turísticas a las islas subantárticas. En estos casos, no sólo se lleva una estadística detalladísima de cada visitante y las actividades que realiza, sino que además se evalúa permanentemente el nivel de satisfacción de los usuarios y le impacto ambiental de la presencia humana. Sin duda queda mucho por aprender de otras experiencias realizadas, pero la iniciativa del Parque Marino en la zona de canales y fiordos es original y presenta nuevos desafíos que son necesarios de enfrentar en forma colaborativa y coordinada entre los diferentes entes, estatales y privados.

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5. REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

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"Urge tomar medidas para detener el creciente deterioro del entorno marino, especialmente costero. Importantes medidas a este respecto la constituyen la creaciรณn de รกreas protegidas en ambientes costeros y marinos". Armada de Chile


Jaramillo, E., H. Contreras, P. Quijón & M.H. Avellanal. 1997. Diagnóstico y an·lisis del estado de la macha en la playa Queule, Tolten. Convenio de Investigación Gobierno Regional de la Araucanía Universidad Austral de Chile. Informe Final, 30 pp. Jaramillo, E., L. Filun, M. Gonz·lez, M. Pino, J. MuÒoz & P. Quijon. 1994. Ecology and Biology of Mesodesma donacium (macha) in sandy beaches of south central Chile. Proceedings IFS Workshop Ecology of Marine Aquaculture, Osorno, Chile (Noviembre 1991): 68-83. Jaramillo, E., M. Pino, L. Filun & M. Gonz·lez. 1994. Longshore distribution of Mesodesma donacium (Bivalvia: Mesodesmatidae) on a sandy beach of the south of Chile. The Veliger 37: 192-200. Jaramillo, E., M. Pino, M.H. Avellanal. 1995b. Investigación para el manejo de los recursos navajuela y huepo, X Región. Convenio FNDR X Región - Universidad Austral de Chile. Informe Final, 30 pp. Jaramillo, E., R. Stead, P. Quijon, M. Gonz·lez, A. Mutis, H. Contreras & M. Ramírez. 1995a. 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ANEXO I. Lista de algunas Especies conspicuas del Parque Marino Nombre Comun Mamíferos Lobo marino Delfín austal (Tonina) Delfín del sur (Tonina) Marsopa espinosa (Tonina) Aves Pinguino Humboldt Patolile Cormorán negro Cormorán imperial Cormorán de las rocas Pilpilén negro Pato quetru no volador Gaviota común Ganso caranca Jote negro Anthozoa Actinia sp.1 Actinia sp.2 Actinia sp.3 Actinia sp.4 Actinia sp.5 Actinia sp.6 Actinia sp.7 Actinia sp.8 Actinia sp.9 Actinia sp.10 Coral de los canales Echinodermata Estrella de mar grande Estrella de mar Estrella de mar incubadora Estrella de mar Estrella de mar Estrella de mar Estrella de mar bermellón Ofiuroideo gigante Erizo de mar café Erizo de mar chico Erizo de mar comestible Holoturia, pepino de mar

Nombre Científico

Otaria flavescens Lagenorhynchus australis Cephallorhynchus eutropia Phocoena espinipinni Spheniscus magellanicus Phalacrocorax gaimardi Phalacrocorax olivaceus Phalagrocorax atriceps Phalacrocorax magellanicus Haematopus ater Tachyeres pteneres Larus dominicanus Chloephaga hybrida Coragyps atratus Anthothoe chilensis Antholoba achates Phymactis clematis Cereus herpetodes Parantheopsis ocellata Paranthus niveus Gonactinia prolifera Corynactis carnea Actinostola sp. Boloceropsis platei Desmophyllum dianthus Meyenaster gelatinosus Comasterias lurida Anasterias sp. Patiria chilensis Odontaster penicillatum Henricia sp. Porania sp. Gorgonocephalus chilensis Arbacia dufresnei Pseudechinus magellanicus Loxechinus albus Cucumaria godeffroyi

Mollusca Nudibranquio sp.1. babosa de mar Nudibranquio sp.2. babosa de mar Nudibranquio sp.3. babosa de mar Nudibranquio sp.4. babosa de mar Nudibranquio sp.5. babosa de mar Nudibranquio sp.6. babosa de mar Caracol negro Piquilhue Piquilhue Caracol Lapa filtradora Lapas Loco Almeja dulce Tumbao Culengue Almeja taca Juliana Navajuela Huepo Macha Cholga Chorito (quilmahue) Chorito (maico) Ostión naranja Crustacea Jaiba reina Cangrejo Jaiba café Pulga de mar Pulguita Cangrejo fantasma Jaiba bella Camaron Paguro rojo con azul Paguro grande rosado peludo Macroalgas Pelillo Cochayuyo Huiro Chascón Luga luga Luga roja - 58 -

Tritonia odhneri Tritonia challengeriana Thecacera darwini Gargamella immaculata Anisodoris fontaini Tyrinna nobilis Tegula atra Adelomelon ancilla Odontocymbiola magellanica Argobuccinum sp. Crepidula dillatatta Fissurella spp. Concholepas concholepas Mulinia cf. edulis Semele solida Gari solida Venus antiqua Tawera gayi Tagelus dombeii Ensis macha Mesodesma donacium Aulacomya ater Mytilus chilensis Perumytilys purpuratus Chlamys amandis Cancer edwardsii Taliepus dentatus Emigrasus crenolatus Emerita análoga Orchestoidea tuberculata Callianassa uncinata Bellia picta Munida subrugosa Pagurus edwardsi Pagurus gaudichaudi Gracilaria sp. Durvillea antarctica Macrocystis pyrifera Lessonia sp. Mazzaela sp. Gigartina skottsbergi



FOTOGRAFIAS Portada:

Vista Aérea Bahía Tic Toc. Aves marinas,Cormorán imperial Phalagrocorax atriceps, Cormorán de las rocas Phalacrocorax magellanicus Toninas, Delfín austal Lagenorhynchus australis Lobería Otaria flavescens, en Bahía Tic Toc. Actinia, anémona de mar, Parantheopsis ocellata Contraportada: Estrella de mar Odontaster penicillatum Página III. Actinia, anémona de mar, Parantheopsis ocellata. Página V. Borde costero Corcovado. Página 09. Celenterados. Página 11. Actinia, anémona de mar, Paranthus niveus. Página 13. Actinia, anémona de mar, Boloceropsis platei. Página 15. Celenterado. Página 17. Molusco Nudibranquio. Página 19. Esponja sobre gorgonáceo. Página 21. Actinia, anémona de mar, Anthothoe chilensis . Página 23. Actinia, anémona de mar, Corynactis carnea. Página 25. Coral, Desmophyllum dianthus y pez chancharro, Helicolenus lengerichi. Página 27. Lobería, Otaria flavescens, en Bahía Tic Toc. Página 29. Molusco Nudibranquio, babosa de mar, Tyrinna nobilis. Página 31. Molusco Nudibranquio, babosa de mar, Thecacera darwini. Página 33. Erizos, Loxechinus albus (derecha), Arbacia dufresnei (izquierda). Página 35. Gorgonáceos, látigos de mar, Lophogorgia platyclados y esponga naranja, Clionopsis platei. Página 37. Estrellas, Henricia sp. (derecha), Odontaster penicillatum (izquierda). Página 39. Gorgonáceos. Página 41. Embarcación artesanal en Bahía Tic Toc. Página 43. Molusco Nudibranquio, babosa de mar, Anisodoris fontaini. Página 45. Moluscos Nudibranquios apareándose, Thecacera darwini. Página 47. Cirripedios pedunculados, Lepas anatifera. Página 49. Actinia, anémona de mar, Corynactis carnea. Página 51. Actinia, anémona de mar, Actinostola sp. Página 53. Puesta de sol en Bahía Tic Toc. Página 55. Aves marinas, Gaviota Común Larus dominicanus y Ostrero Negro Haematopus ater. Página 57. Molusco Nudibranquio, Tritonia sp. Página 59. Lobos de mar, Otaria flavescens, en roqueríos de Bahía Tic Toc. Página 61. Estela en Bahía Tic Toc.

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"Las ĂĄreas protegidas costeras y marinas pueden constituirse en ejemplos positivos de un desarrollo rural integral, permitiendo que una porciĂłn protegida de territorio marĂ­timo actue como semillero para el repoblamiento de otros sectores aledaĂąos, mejorando las espectativas de ingresos de las poblaciones que dependen de dichos recursos". Armada de Chile


RECONOCIMIENTOS: La experiencia de encuentro con la Naturaleza al visitar la zona de fiordos del Sur de Chile, es única. La grandeza y pristinidad del paisaje son sobrecogedoras. Si lo anterior se experimenta con la visión terrestre, las emociones que invaden a quien penetra bajo el nivel de las aguas es casi indescriptible. El mundo submarino nos es prácticamente desconocido. Sus misterios e incógnitas superan nuestra capacidad de asombro. Este documento aporta imágenes inéditas y originales de la zona de fiordos y canales del Sur de Chile y su vida subacuática. Esperamos que con ellas y los argumentos entregados, se logre sensibilizar sobre la necesidad de proteger y conservar tales riquezas. En la materialización de este documento participaron con entusiasmo Verena Haeussermann y Gunter Forsterra, biólogos marinos, a quienes debemos las fotos del paisaje y biota que acompañan el texto. La navegación por el área fue responsabilidad de Carlos Villalobos, amigo y defensor de los animales y plantas. Los contenidos se enriquecieron con importantes aportes realizados por el Dr. Carlos Moreno. El diseno y edición para que el documento viera finalmente la luz, se debió a la dedicación incansable de Moyra Holzapfel. A todos ellos, muchísimas gracias. El producto final nos enorgullece a todos, los errores que pudieran aún persistir son de mi responsabilidad. Fernando Jara Senn - 60 -


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