EL DESPERTAR DE LAS ALMAS
Alejandro Vásconez
© 2022, Alejandro Vásconez
Pimera edición 3 ejemplares
Dirección del Proyecto Y
Curaduria: Andrés Páez
Dirección de arte y diseño: Alejandro Vásconez Alba Baque Mónica Cárdenas Emily Aguilar
Edición de texto y fotografía: Marco Vásconez
Imprenta: La Metro
La reproducción parcial o total de esta obra, por cualquier medio, sin el consentimiento expreso de los tirulares del Copyright, está prohibida al amparo de la legislación vigente.
Agradecimiento
A Erika Vargas junto a sus compañeras por ayudarme con la logística y preparación de los adultos para las fotografías. A mi familia por impulsarme a seguir crean do proyectos vinculados con mi tierra.
Prólogo
Al experimentar de cerca la partida de seres queridos y sentir la impotencia de que en plena era digital y siguiendo diseño fotográfico, no pude retratar decentemente a la madre de un amigo que falleció. Me parecio justo y necesario empezar a retratar a las personas.
Creo que como fotógrafos podemos hacer eternos los momentos y las personas.
Por eso pretendo hacer eso con los adultos mayores de mi querido pueblo Salinas de Guaranda, en la provincia de Bolívar. Inmortalizarlos en un retrato.
Introducción
Inspirado en los retratos íntimos del proyecto “Los Arrieros”de Martín Jaramllo, un proyecto donde documenta a través del retrato a personas adultas que traficaban bebidas alcohólicas en tiempos antiguos.
Decidí hacer mi proyecto documental sobre los adultos de mi pueblo, bue no los pocos que siguen caminando con fuerza, ya que muchos de ellos viven enfermos o se han mudado a lugares menos fríos que Salinas.
El nombre “El despertar de las almas” surge de una tradición de finados que tiene mi pueblo, donde cada familiar enlista a sus muertos para nombrarlos durante la misa de difuntos, hay personas que son nombrados de varias veces, lo que significa que son recordados por familiares y conocidos de manera grata.
Siguiendo este significado me propuse hacer lo mismo, pero de una forma más potente, con retratos, y con personas que aún nos acompañan. Y así tener un registro documental de las personas de mi pueblo, que son el pueblo mismo.
Clara Collay, 88 Años
88 Años
Dina Chimborazo, 78 Años
Punina, 83 Años