Proyecto custodial 2014 2019

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Proyecto Custodial Custodia Franciscana Inmaculada Concepci贸n de Venezuela 2014-2019


PRESENTACIÓN El Proyecto de vida de los hermanos menores expresado en la Regla Bulada es “observar el Santo Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo” (cf. Rb 1,1). Los hermanos que hemos asumido esta profesión estamos obligados a llevar una vida radicalmente evangélica, en espíritu de oración y devoción, en comunión fraterna, dando el testimonio de ser menores y predicando la paz y el bien con nuestras propias vidas. Esta radicalidad evangélica ha de realizarse desde la inculturación, atendiendo a los nuevos signos de los tiempos y lugares, respondiendo a las condiciones de un mundo en evolución y permaneciendo fieles al sentir de la Iglesia (CCGG 1,2). El compromiso de ser portadores del Evangelio en el mundo de hoy, constituye un reto para los hermanos y de allí la importancia de concretizarlo a través de este Proyecto de la Custodia Inmaculada Concepción. La realidad social y política que atraviesa la Venezuela actual, exige al hermano menor asumir un compromiso por la Paz y el Bien. El grito de millones de venezolanos repercute en los oídos de los hermanos y de allí la necesidad de renovar la opción preferencial por los desfavorecidos, de caminar al lado de los empobrecidos y descubrir en ellos el rostro de Cristo que nos cuestiona e interpela. La presencia de los hermanos menores en Venezuela llega a los 60 años de camino y con la ejecución de este Proyecto Custodial deseamos mantener firme e íntegro el afán de aquellos hermanos nuestros que buscaron la instauración del carisma franciscano en nuestras tierras. Por ser un acuerdo al que hemos llegado, este Proyecto Custodial nos exige mantener una obediencia mutua y fraterna, en el camino de mostrar el rostro venezolano de nuestro carisma.

Fr. Joel Castro, OFM Custodio


1. INTRODUCCIÓN Al llegar a 60 años de presencia franciscana en Venezuela, fruto del esfuerzo y sacrificio de muchos hermanos que sembraron e hicieron presente el Carisma Franciscano en nuestra tierra, buscando ser continuadores de la obra misional realizada en la colonia y que dio origen a la antigua Provincia de Santa Cruz de Caracas, ahora nos toca a las nuevas generaciones el reto de consolidar y profundizar la inculturación de nuestro carisma en el contexto actual. El encuentro con Jesús y la actitud comprometedora de San Francisco que le llevó a responder a los retos de la sociedad de su época, nos lleve a discernir las acciones a realizar como hermanos menores y servidores de todos y a tener una presencia permanente, bajo la acción del Espíritu. Los fundamentos evangélicos de nuestro carisma, inculturados en nuestra realidad, nos deben llevar a discernir nuevas presencias que nos hagan ser anunciadores de nuevas formas de actuar y a ser mediadores de justicia y paz, proponiendo actividades e iniciativas que nos permitan responder a la situación socio-política y buscando salidas a través del diálogo que ha de estar impregnado de la persona de San Francisco, el santo de la paz, como signos del reino de Dios. A través del discernimiento y la reflexión de los elementos de nuestra espiritualidad, debemos proponernos como hermanos menores superar las fallas, renovar y concretar nuestro proyecto de vida, profundizando nuestra oracióncontemplación, la escucha y reflexión de la Palabra de Dios y estableciendo la armonía entre la intuición y la institución con una formación continua, liberada de todo aquello que nos impide el encuentro con el pueblo. Debemos sustentar nuestro Proyecto de Custodia desde la vida cotidiana, iluminada por el Evangelio, los documentos de la Iglesia y las orientaciones de la Orden, para hacer efectivo nuestro servicio como hermanos menores en el país.

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2. LA VENEZUELA DE HOY Antecedentes Con la caída de la dictadura el año 1958 y la aprobación de la Constitución de 1961 se instaura, en el país, la democracia como sistema político con la participación de partidos y la sociedad civil, se organiza y establece la estructura del Estado con la separación de poderes y la elección a través del sufragio universal y secreto. Aspecto económico Venezuela, ante el mundo se presenta como tierra de promisión con muchos recursos naturales, humanos y económicos, lo que promovió una inmigración creciente y un intercambio cultural. Se incrementó la productividad, el desarrollo y el comercio, pasando de una Venezuela rural a una Venezuela urbana, en vía de desarrollo. El Petróleo sigue siendo el primer rubro de exportación que genera grandes recursos para la inversión y el desarrollo, presentándose Venezuela como un país rentista, que descuida otros aspectos de la economía nacional. Se va generando una conciencia y actitud de dependencia del estado benefactor y de espera de beneficios frutos de la renta petrolera. Aspecto Social Se va generando un fenómeno de transculturación, fruto de la inmigración, que lleva a la perdida de aspectos propios de la identidad venezolana. Se dan conflictos sociales de división; se puede hablar de tres niveles sociales: la clase pobre (que ocupa el mayor porcentaje), la clase media (emergente) y la clase rica. Socialmente se da un movimiento poblacional migratorio a las grandes ciudades, descuidándose el campo y generando cinturones de marginalidad en la periferia de las ciudades. A nivel educativo se implementan programas que buscan alcanzar un alto grado de alfabetización y el surgimiento de universidades, escuelas técnicas para la preparación de recursos humanos para el desarrollo del país.

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Se van desarrollando centros de atención y de investigación en el campo de la salud y de bienestar para la población. Aspecto político Debido al desgaste del elemento político, el bipartidismo y el control del Estado por una minoría oligarca, surge un descontento social y el deseo de nuevas formas de dirigencia y participación política, que llevaron a estallidos sociales e intentos de golpes de estado. A finales del siglo XX surge el fenómeno “chávez”, que buscan dar respuesta al descontento social, al deterioro de las estructuras sociopolíticas y a la creciente corrupción. Una mayoría significativa de la población da el apoyo al nuevo líder que le lleva a asumir las riendas del estado venezolano. Como primera medida se llama a la elaboración de una nueva Constitución que diera origen y fundamento a una nueva visión de país. Comienzan las alianzas políticas de la izquierda venezolana que busca ocupar y desarrollar sus ideales de una sociedad socialista dándole poder al pueblo y la participación protagónica del estamento militar en la llamada alianza cívico-militar. Al pueblo excluido se le hace sentir participe en las tomas de decisiones y en ser actores principales del nuevo rumbo que va tomando el país. Se hace llegar al pueblo beneficios con políticas sociales populistas, que busca el apoyo y la incondicionalidad al gobierno. Se rompe la estructura social dando origen a una sociedad polarizada en dos extremos: oficialismo y oposición. Después de 15 años de permanencia del “chavismo” en el poder, se gesta un nuevo descontento fruto de la división social, la ruptura de los medios de producción y distribución, el control de los medios de comunicación social, la creciente corrupción, el control y centralización de las instituciones del Estado, el surgimiento de una oposición que se queda en la teoría sin acciones concretas que respondan al descontento social y sobre todo la imposición de un modelo de país, llamado Socialismo del Siglo XXI, no aprobado por la mayoría de la población y que no encuentra sustento en la Constitución.

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3. REALIDAD DE LA IGLESIA EN VENEZUELA A partir de la Guerra de independencia la iglesia quedó debilitada por la expulsión de sacerdotes y la posterior supresión de la vida religiosa produjo el surgimiento de institutos de vida consagrada nativos. A mediados del siglo XX se da la venida de sacerdotes y religiosos de otros países, que por exigencia del episcopado se dedicaron preferiblemente a la enseñanza y labor parroquial. A diferencia de mediados del siglo XX, en los últimos años la Iglesia recibe los embates de una sociedad secularizada, globalizada y posmodernista, esto hace que la misma pareciera no decirle nada al joven de hoy, lo cual se refleja en su menor presencia en los templos. Se puede constatar una cierta desorientación eclesial ad intra que hace denotar como un divorcio entre lo que se da y lo que la gente espera de la Iglesia. La Iglesia está muy dedicada a la conservación del ritualismo y de la cristiandad, lo que lleva a que la gente, en su mayoría, se desentienda del ámbito eclesial. Ha habido intentos de responder a las exigencias que demanda la realidad y la sociedad, como ejemplo de ello el Concilio Plenario de Venezuela, pero que se queda en la teoría sin llegar a su aplicación. La resistencia de una Iglesia tradicional bloquea el surgimiento de nuevas ideas y métodos, así como también el desenvolvimiento de los laicos en las diversas áreas pastorales.

4. LA REALIDAD DE LA VIDA RELIGIOSA Se percibe una Vida Religiosa con una falta de sentido, instalada y abrazada a los métodos que en otro momento funcionaron pero hoy ya no, en la que no se suscitan nuevas iniciativas y si surgen no se asumen con el verdadero vigor. Sin embargo, a la par de esta realidad hay comunidades religiosas que han respondido desde la inserción en los medios populares, aportando vida a través de instrumentos liberadores desde lo educativo, sanitario, catequético-pastoral, y apoyando organizaciones de Derechos Humanos. Un aporte importante ha sido el desarrollo del pensamiento teológico, especialmente en los años ochenta. 8


Por la falta de un testimonio vivo y alegre de los carismas, vocacionalmente la vida consagrada resulta poco significativa y atractiva para el joven de hoy; por otra parte, la tarea vocacional no se asume como parte de la propia vocación, sino que se delega a un promotor vocacional o a un departamento. Las fallas en una formación, tanto inicial como permanente, son consecuencia directa de la falta de sentido carismático, porque no se forma en el carisma, sino para la preservación de un estatus y de un número. La Vida Religiosa está acomodada en un orden establecido en el que se siente segura, sin ningún criterio de reflexión que le permita autoevaluarse desde lo esencial carismático y que le permita hacer proyectos a futuro que sean verdaderos espacios renovadores de vida.

5. LA VENEZUELA QUE SOÑAMOS Desde niños muchas personas nos preguntan ¿Qué quieres ser cuando seas grande? Unos responden: médicos, maestros, políticos, abogados, enfermeros o incluso pertenecer a la Fuerza Armada… Cada uno en la búsqueda de la felicidad, de grandeza y en la plenitud de su corazón. Muchos de nuestros Padres nos impulsan a soñar e incluso dan todo de sí para que alcancemos la meta tan preciada. Por eso, como seres humanos debemos abrir caminos a una sociedad más sana y con bases cada vez más sólidas que permitan construir un mejor futuro para la nación. Soñamos una Venezuela llena de paz, de justicia, más fraterna en la que entremos todos sin distinción de género, raza y condición social. Soñamos una Venezuela libre de delincuencia, de corrupción y desigualdades, en la que abunde la tolerancia, el respeto y donde la política no sea signo de división. Soñamos con una sociedad más participativa en el cumplimiento de sus deberes y derechos bien marcados en la constitución de la República. Soñamos una Venezuela libre de personas (niños, jóvenes y adultos) en situación de calle.

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Soñamos con un sistema educativo integral, que forme ciudadanos cuyo trabajo aporte grandes avances a nivel científico y cultural. Queremos ser una patria cada vez más prospera, atrayente, productiva, ser un país desarrollado, con una economía estable, unos servicios públicos de calidad, dando paso a una mejor vida para todos sus ciudadanos. Queremos que los C.D.I, los hospitales públicos y las clínicas privadas funcionen con suficientes recursos y presten un mejor servicio, que las diferencias tanto políticas como sociales no marquen la pauta, y la atención sea de calidad, que las personas puedan recurrir a estos sin temor, teniendo así la plena confianza de salir sanos, dado a que se cuenta con lo necesario para la atención. En este sentido resaltar el trato más humano. Anhelamos una patria abastecida en alimentación y medicinas, y donde tener los artículos de primera necesidad no sea un golpe destructor al bolsillo y no sea una odisea para conseguirlos. Soñamos una sociedad con valores de fe claramente definidos, donde reine la esperanza, el amor a Dios y a su Madre Santísima. Soñamos una Venezuela que sobrevalore lo propio, es decir, su cultura, su música, su comida, su gente, que podamos decir con mucha alegría y orgullo ¡Yo soy Venezolano!

6. LA IGLESIA Y LA VIDA RELIGIOSA QUE QUEREMOS Queremos una Iglesia que viva y anuncie a Jesucristo pobre y crucificado1, que ha vencido la muerte con su resurrección, que vive y camina con su pueblo, haciendo presente el Reino de Dios2. Queremos una Iglesia concebida como pueblo de Dios3, en la cual los fieles vivan en Jesucristo resucitado. 1

Orden de Hermanos Menores, Ratio formationis franciscanae, No. 1, Roma 2003. Cf. Lc 17,20-21. 3 Cf. Lumen Gentium 9. 2

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Queremos una Iglesia servidora que lave los pies de sus discípulos4, que resplandezca en ella el testimonio del mandamiento del amor5. Queremos una Iglesia de comunión y participación6, donde el laicado juegue un papel importante y pueda ejercer la misión de todo bautizado7. Queremos pastores cercanos a la realidad del pueblo, sensibles a las alegrías y tristezas, gozos y esperanzas de la humanidad8. Pastores que sean testimonio de entrega, oración y servicio; hombres que compartan su fe con el rebaño a ellos encomendado. Queremos una Iglesia abierta y disponible, donde cada hermano viva su fe, poniendo al servicio del pueblo los dones recibidos. Queremos una Iglesia que salga al encuentro de todos9, que viva en misión permanente10. Queremos una iglesia profética11 que viva anunciando la llegada del Reino de Dios12 y denunciando todo lo que se le opone.

7. LOS RELIGIOSOS QUE QUEREMOS Queremos ser religiosos conscientes de su propio carisma y misión, orantes en la escucha permanente de la palabra, dispuestos a la conversión continua, fraternos, interesados en promover el bien común dentro y fuera de la fraternidad, entendiendo a toda persona como imagen viva de Dios; desapropiados, sabiendo que todo pertenece a Dios, al pueblo y a la fraternidad, que demos testimonio con

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Jn 13,5. Idem, 13,34. 6 Cf. Puebla, Tercera Parte: La evangelización en la Iglesia de América Latina. Comunión y Participación, 563-1127. 7 Cf. Christi fideles laici 8-44. 5

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Cf.Gaudium et spes 1. Cf.Evangelii gaudium 20-24.

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Cf. Mc 16,15; 2 Tm 4,2; Rb 3,10-13; Cf. Is 40, 1-2; Ez 33, 30-33; Vita consecrata 84 12 Cf. Mc 1,15; Documento de Aparecida 382. 11

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la vida y la palabra13 de que el Reino de Dios ya está cerca y abiertos a nuevas experiencias positivas para el bien de la Iglesia y del mundo. Queremos religiosos que vivan de Jesucristo, entregándose plena y generosamente por la causa del Reino de Dios, mostrando el rostro alegre y esperanzador del evangelio.

8. REFERENTES TEOLÓGICOS Para la Custodia Inmaculada Concepción, el Reino de Dios que se hace presente en Jesús14, inaugurado en los misterios de su encarnación, muerte y resurrección, y proclamado en sus dichos y hechos15, nos lleva a opciones concretas en favor de la vida16. Guiados por el Espíritu Santo La fuerza y presencia del Espíritu Santo, que sopla donde quiere y como quiere17, nos impulsa a ser constructores del Reino de Dios18 en la Iglesia, sacramento de vida, comunión y salvación19, y a ser en el mundo testigos del amor de Dios en continuo discernimiento de los signos de los tiempos20. María primera cristiana María se ha unido a Dios en el proyecto de redención de la humanidad al declararse la esclava del Señor21, sobre la cual se ha de cumplir su voluntad. Esta es la forma más clara y explícita de cooperar en el plan de salvación. Ella se lanzó con su “sí” a una aventura de fe. Ese fue el primer gesto a favor del Reino de Dios. Del mismo modo, los apóstoles siguiendo la invitación de Jesús, de “ir y

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1 R 17,17 Lucas 4,17-21. 15 Lucas 7,22. 16 Gaudium et Spes 26. 17 Hechos 2,1-2 18 Constituciones Generales, artículo 84. 19 Lumen Gentium 1. 20 Gaudium et Spes 4. 21 Lucas 1,38. 14

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predicar”22, se lanzaron hasta el confín de la tierra para proclamar el Reino de Dios23. Seguidores de Jesús El Espíritu Santo, Señor y dador de vida24, que se manifiesta y actúa en los signos de los tiempos, suscita en la Iglesia diferentes carismas con los que consagra a hombres y mujeres para una específica misión25. Nosotros siguiendo las huellas de Francisco, a través del don recibido por él como forma de vida26, nos percibimos parte de una Iglesia y una Orden27 llamada a recrear con nuevas formas el ideal evangélico28, en medio de nuestro pueblo, desde la concreción custodial venezolana29, para así compartir nuestra forma de vida como el mejor medio de evangelización30, desde donde fluyan los ministerios de servicio que podamos prestar31.

9. REFERENETES FRANCISCANOS Una vida radicalmente evangélica: observar el Santo Evangelio32, seguir a Cristo muy de cerca33, vivir los consejos evangélicos34 y vivir en espíritu de oración35 y en conversión personal36 en fraternidad y minoridad37 y la misión en la Iglesia y en nuestra historia38.

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Marcos 16,15. Hechos 8,4. 24 Juan 7,38-39. 25 Perfectae Caritatis 2. 26 Rnb 1,1. 27 Constituciones Generales, artículo 96, §3. 28 Evangelii Gaudium 14-18 29 Estatutos Particulares 20, §1-2. 30 Constituciones Generales, artículo 89. 31 Evangelii Gaudium 130-131. 32 2R 1,1 33 2R 1,1; 22,2; 2CtaF 13; CCGG1&1 34 2CtaF 39; CtaO 7 35 2R 5,2; 10,9; CtaAnt 2 36 2R 10,8-9 37 1R 6,3; 7,2; Adm 12,3 38 CCGG 83&2 23

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Esta realidad fraterna sólo es posible desde la experiencia afectiva en la propia fraternidad como don de Dios en un dinamismo de aprendizaje para crear una conciencia y criterios que respondan a esta dinámica de fraternidad, y como verdaderos servidores a los hermanos más necesitados39.

10. DESAFÍOS Y MEDIACIONES EN LO SOCIAL 1. Desafío:

Constatamos a un pueblo que camina, que marcha, protesta y se siente como ovejas sin pastor.

Mediación: hacer presencia activa en los espacios de participación ciudadana en este proceso de reivindicación de sus derechos.

2. Desafío:

Nos interpela la sistemática violación de los derechos humanos, consagrados en la Constitución Nacional.

Mediación: Implementar acciones precisas y sustentadas en los elementos propios de la J.P.I.C, siendo solidarios con la suerte de las víctimas de la violación de los derechos humanos. 3. Desafío: No podemos ser indiferentes frente al deterioro del ecosistema (contaminación ambiental y sónica, tala y quema de árboles, cacería y tráfico de animales) que influyen en el calentamiento global. Mediación: Mantener una actitud profética-holística y concientizar a la gente en el cuidado del medio ambiente, y participar en actividades relacionadas con el tema, basados en la espiritualidad franciscana.

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2R 6,7-9; 1R 9,11; CCGG 48-40 14


4. Desafío: La constante ideologización de la educación nos cuestiona e interpela y nos mueve a mantener un trabajo activo en nuestros centros educativos. Mediación: Mantener constante diálogo con los colegios afiliados a la AVEC, teniendo propuestas que giren en torno a los valores del Evangelio.

5. Desafío: Nuestra fe en Cristo resucitado nos hace sensibles ante la grave crisis económica que atraviesa el país y que se refleja en el alto índice de hermanos en situación de calle. Mediación: Potenciar los centros de acogida que hemos desarrollado en la Custodia (dispensarios, comedores, roperos, bolsas solidarias, etc.), que responden a las necesidades básicas de aquellos que acuden a esos centros.

11. DESAFÍOS Y MEDIACIONES EN LO ECLESIAL 1. Desafío: Captar la atención y lograr la participación de los jóvenes en una experiencia de fe. Mediación: Que nuestros espacios (Colegios, Parroquias y lugares de Culto), estén abiertos, para que los jóvenes se sientan acogidos y sujetos de su vida Cristiana y la expresen con alegría.

2. Desafío: Es necesario favorecer un proceso de formación que ayude a los jóvenes a descubrirse como laicos comprometidos en la iglesia. Mediación: Propiciar el liderazgo juvenil, organizando actividades, retiros, encuentros, convivencias, caminatas, etc.; e integrarlos en otras experiencias juveniles, preferentemente los de espiritualidad franciscana.

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3. Desafío: Hacer de nuestras parroquias y lugares de culto verdaderas comunidades de fe y vida. Mediación: Implementar los proyectos Pastorales de la Orden y del Concilio Plenario.

4. Desafío: Organizar la Pastoral en nuestras parroquias y centros de culto en las áreas necesarias: familiar, de salud, catequética, juvenil y vocacional, etc. Mediación: fomentar el compromiso activo y la participación del laico en los consejos pastorales parroquiales y proyectos pastorales.

12. DESAFÍOS Y MEDIACIONES EN LO FRANCISCANO

1. Desafío: Es necesario re-crear nuestro carisma en Venezuela como respuesta a la crisis que viven la Iglesia y la vida religiosa, como un aporte desde nuestro ser franciscano. Mediación: Impulsar el proyecto de nuestra casa de espiritualidad, aprobada en el capítulo 2013. Implementar nuevas presencias.

2. Desafío: Sentimos la urgente necesidad de poseer una adecuada formación humano-cristiana-franciscana en la custodia que responda al mundo actual. Mediación: Preparar hermanos en las diferentes instituciones de la Orden u otros centros de estudios nacionales e internacionales.

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3. Desafío: Implementar el artículo 29, 2 de los Estatutos Particulares de la Custodia, que dice: “Foméntense también las relaciones de la custodia con las provincias y demás entidades de la Orden en América Latina, particularmente participando y colaborando en las iniciativas y los proyectos de la Conferencia Franciscana Bolivariana”. Mediación: Incentivar el intercambio de experiencias y promociones en diferentes áreas, con otros países, como Brasil y Colombia.

4. Desafío: La Custodia necesita ir consolidando su autonomía. Mediación: Impulsar el proceso jurídico necesario, para completar ese proceso.

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ÍNDICE

pág

1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12.

Presentación Introducción La Venezuela de hoy La realidad de la Iglesia en Venezuela La realidad de la Vida Religiosa en Venezuela La Venezuela que soñamos La Iglesia y la Vida Religiosa que queremos Los religiosos que queremos Referentes teológicos Referentes franciscanos Desafíos y mediaciones en lo social Desafíos y mediaciones en lo eclesial Desafíos y mediaciones en lo franciscano

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5 6 8 8 9 10 11 12 13 14 15 16


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