Santiago, 31 de marzo de 2017
Estimados amigos de Facebook, Hace un par de semanas mi perfil de Consejero Territorial fue denunciado de manera anónima y este debido a las reiteradas denuncias fue clausurado de manera definitiva, intenté durante 3 días poder recuperarlo, pero los intentos fueron inútiles. Ante esto, decidí crear un nuevo perfil un lunes por la mañana, aproximadamente a las 7 de la mañana, me volví a dar el trabajo de agregar a todos los compañeros de Ingeniería, con el objetivo de mantenerlos siempre informados con respecto a las actividades que íbamos a estar realizando desde la Consejería Territorial. No obstante, y en menos de 24 horas este perfil fue nuevamente denunciado, por lo que debido a las mismas denuncias el perfil fue clausurado. Conociendo ya lo ocurrido anteriormente, decidí no volver a intentar creando un perfil, si no que varié a un fan page creado desde mi perfil personal, agradezco desde ya a todas las personas quienes le dieron seguir a este fan page para no perderse ninguna información. Lamentablemente, al parecer el odio puede más, y el día de hoy a las 11:30 cuando intento ingresar a mi perfil personal me doy cuenta que este fue clausurado, nuevamente debido a denuncias realizadas de manera anónima. Si bien las clausuras de perfiles anteriores no tienen justificación alguna, estas no afectaban en mayor medida ya que el trabajo realizado se podía volver a recuperar, pero esta vez es distinto, en este perfil habían memorias desde hace más de 5 años, con momentos increíbles, recuerdos muy lindos, como el año que viví en Estados Unidos, mi graduación de cuarto medio, ingreso a la Universidad, y muchos otros momentos lindos que he vivido a lo largo de mi vida. También acá encontraba recuerdos más sensibles, como lo son de personas que lamentablemente ya no se encuentran entre nosotros. Lamento mucho por la persona, o el grupo de personas quienes realizan estas acciones que solo buscan generar daño, porque lo que predomina en su corazón es el odio. En este momento no busco la venganza, ni tampoco busco odiar a quien hace esto, ya que mi corazón está tranquilo con la manera en que me relaciono con mis cercanos en el día a día, y siento que esto se ve retribuido en el cariño y afecto que muchas personas me manifiestan en el día a día. Espero de todo corazón, que algún día el odio deje de gobernar sus pensamientos y sus acciones y que se enfoquen en realizar acciones que vayan en beneficio de toda la comunidad. Un fuerte abrazo a todos, Francisco Belmar Añasco