Entrevista. Arquitecto Mauricio Léniz con Arquitecto Cristian Orellana

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Entrevista de Mauricio Léniz con Cristian Orellana 30 de septiembre del 2013 Redacción: Francisco Martínez Montalva

Cristian Orellana - Arquitecto y Artista Chileno Not Vital - Escultor Suizo

ML: Cristian hazme una síntesis biográfica de, no se, desde donde estudiaste de dónde vienes, como llegaste a trabajar con este personaje. Las cosas que hiciste con el y después podemos como profundizar en este encargo tan especial de la vida, que es por el cual nos conocimos. CO: Más que nada todo empezó desde que empecé a estudiar arquitectura. ML: Lógico ahí parte todo, siempre. CO: De ahí para atrás, no. Porque esa decisión no la tomé yo, fue un mi madre quien me dijo casi dándome solo una sola opción; “tu vas a estudiar arquitectura y si te gusta…” ML: (Lo interrumpe) Que curioso, eso es como a raíz de lo que le pasa a muchos, que como uno le “informa” a los papás y te dicen, ¿Y qué es lo que hacen en esa carrera? CO: Más que nada era por un afán de salir. Porque soy de Iquique; porque hice mi 4to medio en EE.UU; volví y tenía todas estas ganas de seguir descubriendo el mundo, cosas nuevas y en Iquique me sentía un poco atrapado. Entonces era la escusa perfecta que tenía para poder salir, pero no tenía idea lo que quería estudiar y esta escusa era estudiar odontología en Santiago, como mi padre; que es odontólogo. Y mi madre me dijo, no. “Tú no tienes la capacidad de ni la concentración para un libro de anatomía…” ML: (Risas). CO: “…Así que estudia arquitectura y si lo haces bien, podrás irte de acá.” Y así postulé, porque en Iquique se abrió arquitectura ese año y postulé sólo a arquitectura “taimado”. Empecé a ir y para la segunda semana, estaba enamorado de la arquitectura, pero no sabía lo que significaba mucho estudiar arquitectura. ML: ¿Y estudiaste en el norte? CO: Si, Empecé a estudiar en Iquique y con eso me gustó y me fue bien. Y ese año, a través de una profesora que tenía un contacto, que era su cuñado que trabajaba en la un universidad en Suiza en la Academia de Arquitectura de Mendrisio. Y esta universidad que fundó Mario Botta con Peter Zumthor y Aurelio Galfetti, las posturas de ellos era hacer esta universidad era más


cercana al arte y esa era como la “premiación” y así no juzgar a los estudiantes o no truncarle las oportunidades, porque no sepa álgebra o cálculo o todas esas cosas. ML: ¿Y tú te ganaste una beca para hacer eso? CO: Si. Ganarse es un poco “más grande” ML: (Risas). CO:”Me la asignaron” ML: ¿Pero tú postulaste o te la dieron? CO: Tenía las mejores notas del curso. ML: Entonces y te hicieron un ofrecimiento, o sea te dijeron, mira está esta oportunidad CO: Si. Yo dije que si, pero el director se me opuso. Porque estaba en primer año ML: Claro, muy joven. Porque generalmente esas oportunidades, aparecen como en tercer año. CO: Entonces, esperé al año siguiente. Mi profesora de nuevo pasó por mí y me llevó esta oportunidad. Me preguntó y antes de que yo dijera que si, ella ya había hecho todo. ML: Yo que sepa, por lo menos de Santiago, ¿nadie se ha ido para allá a hacer lo mismo? CO: En realidad no lo sé, pero son estas oportunidades que llegan para 6 alumnos al año de distintas partes del mundo y que Mario Botta tiene este “convenio” con la Universidad de Tucumán y con la Universidad de Rumanía. Son dos alumnos de cada una y los otros dos, son los que pueden ser de cualquier parte del mundo. Y en esta oportunidad, fue uno de Irán y uno de Chile. Y de ahí empecé todo. Estudié en esta Universidad que tiene esa cercanía con el arte y ahí termine de estudiar en el año 96. Me titulé con Mario Botta, que era el presidente del jurado y Valerio Olgiati que era mi profesor de cabecera. ML: ¿Valerio había sido tu tutor? CO: Si ML: O sea, como que funciona de esa manera, con tutor propio CO: No, porque al principio tuve una relación algo tortuosa. ML: Debe haber sido difícil igual el cambio; algo potente. CO: Yo creo que más que difícil, fui afortunado. ML: Claro, eso yo lo sé; pero tú dices tortuosa la llegada o el desencanto tal vez.


CO: Claro. Pero más que nada yo lo elegí como tutor, porque era el más severo. Pero no entendí bien las reglas al comienzo y por eso tuvimos problemas. Pero logré dar vuelta la historia, hasta llegar al punto que me pidió que hiciera todos los años de la carrera con él. Y eso fue lo que hice. ML: Mira que bien. CO: Con eso terminé de estudiar y me vine a Chile. No sabía qué hacer, porque yo no tengo un pasaporte europeo y me contrató la oficina de Christ y Gantenbein de Basilea; mientras ellos iban haciendo trámites para la visa, justo cambió la Unión Europea y se abrió hacia otros espacios, pero se cerró hacia Sudamérica. Entonces tuve problemas. ML: ¿Y ahí perdiste ese cupo? CO: Y la única entrevista que di fue con Herzog y De Meuron, que fue porque Gantenbein fue el discípulo de Herzog. ML: ¿Y esa entrevista la diste y quedaste? CO: Di la entrevista y luego me vine a Chile y no sabía que pasaría. Y Valerio siempre me dijo: “tienes dos opciones; o te vas a hacer la carrera de arquitecto, yendo de oficina en oficina y vas rotando y rotando, diciendo en que oficinas has trabajado; o te vas a tu país y te presentas a la gente diciendo tu nombre y que has hecho y ahí ves que pasa”. Eso fue lo que hice en el minuto en que no sabía qué hacer. Y fui donde Mathías Klotz y le dije, “Hola me llamo Cristian, no sé qué hacer y tengo tiempo”. Ahí trabajé más o menos un mes y ahí volví a suiza, porque tenía este pasaje de vuelta. ML: ¿Trabajaste con Mathías un solo mes? CO: Si. Y esa es la experiencia que tengo en oficina de arquitectura ML: ¿En Chile? CO: No; En el mundo. ML: (Risas). CO: Siempre; en mi vida realmente. Y al volver, tenía un amigo en la universidad que era dos años más grande que se llama Mitsunori Sano que es japonés. Él se titulo con la mejor nota de la universidad y lo contrató Not. En ese tiempo estaban trabajando en esta casa que Not quería que saliera de la tierra. Y ahí fue cuando este japonés me llamó para participar. ML: ¿Y fuiste a reemplazar a este japonés? CO: No. Me incluyeron en el grupo de trabajo ML: ¿Cual es nombre completo para escribirlo?


CO: Not Vital. Y con Mitsunori Sano, nos encargamos a hacer estos eventos; o como nosotros les llamamos, estos “juguetes para niños grandes” en la cual uno compra una sensación y no compra un objeto, como un Ferrari. Para tener una idea. ML: Compras la velocidad CO: Si. Ahí empezamos este mundo de proyecto. ML: ¿Entonces ahí ustedes hicieron una dupla? CO: Mitsu y yo hicimos la casa para Not. ML: ¿La casa que sube y baja?, ¿Cómo se lama ese proyecto? CO: Se llama Joesüejo. Te lo escribo ML: ¿Y eso que significa, así como sube y baja? CO: Algo así como baja y luego sube y luego baja. ML: ¿Cuánto tiempo trabajaste en este proyecto en específico? Porque tu entraste a trabajar, luego de tener la experiencia de un mes en una oficina. CO: En febrero terminé de trabajar con Mathias y en marzo empecé con Not con esta casa que salía de la tierra y en otros proyectos. ML: ¿Y Not no te reconocía como un artista o artista-arquitecto o hace cruces independientes entre estos dos? CO: Lo que pasa es que Not tiene esta curiosidad por la arquitectura. El tiene un parque en África y ahí tengo que retomar la historia, que es lo más importante y es por lo que estoy acá. Porque estoy haciendo esto y es así como conocimos.; por esta casa que sale de la tierra que hice con Mitsu. ML: Bien. CO: Cuando me contrató para hacer esta casa que sale de la tierra y además de otros proyectos en el parque de esculturas en Sent, Suiza. Cuando me hizo la entrevista, el nunca me pregunto lo que yo hacía. Él me habló de él. Como que había investigado por fuera y la entrevista duro tres días, hasta que le dije, “¿oye y finalmente quieres ver lo que hago yo?” y me dijo, “yo ya sé todo” me dijo. ML: ¿Pero lo que hacías tu en ese momento era más que nada tu portafolio de estudiante? CO: Claro. Entonces por eso tenemos eso con Mitsu. Él se tituló con la mejor nota y yo también. Entonces esa era la escusa ideal para Not. Y en la entrevista el me contó que su sueño, era tener una casa para ver la puesta de sol en cada continente, una cosa que disparó. ML: La tiró; “la dejo dando bote”.


CO: Disparó el segundo día que nos conocíamos porque al tercer día, él se iba a dar una vuelta al mundo por un mes y a nosotros nos iba a dejar a cargo de éstos 8 proyectos para el parque. Y al día siguiente que se había ido, yo vi un anuncio en el diario en internet, en donde había una licitación para comprar una isla en el Lago Ranco. Que eso fue lo que me a mi me atrajo, y después de haber entendido a un poco a este personaje y que este parque que tenía en África y este otro en Suiza y de como otros parques, que mirándolo de lejos, al final son estos “objetos” que finalmente que se transforman en eso por el recinto que tienen. Entonces la idea era mucho más potente. Comprar una isla, a ir por el mundo comprando terrenos, poniéndole una reja para cerrarlo, si con una isla todo esto se da solo. ML: Ya es un objeto en el fondo CO: Y además es como “la conquista del continente americano”, para poder decir estratégicamente; la casa del continente americano. ML: ¿Y cuando llegó Not, tu le comentaste que estaba esta posibilidad? CO: Llegó el mismo día que se acababa la licitación y le conté que sería súper interesante comprar la isla para hacer este “proyecto-parque-objeto”. Y al día siguiente se despertó, con ojeras y me decía que no había podido dormir, que con lo que le había dicho no había podido dormir en toda la noche, que me levantaba, que me acostaba, que si estaba seguro. Al otro día lo mismo. Me preguntó si la había comprado; Y eso fue en marzo-abril del 2007. Y en noviembre del 2007, mi madre nos ayudó e hizo el contacto con bienes nacionales para poder postular a otra isla, porque la licitación ya había acabado, pero había otras posibilidades en Chiloé o en el Lago General Carrera. ML: De repente salen cosas así, no es tan extraño. CO: Lo importante de este proyecto, es que era el proyecto “easy” que ese era el sueño, más que decir que era una Isla de mármol que le vamos a hacer un hoyo. Ese tipo de cosas que son demasiado arrogantes. ML: Y esas cosas fueron saliendo. Apareció la oportunidad y fue como “oye, hay un tema, hay que hacer las islas de mármol”. CO: Cuando fuimos el 2007para ver las islas en el Lago General Carrera; vimos que la isla era enorme de unas 200 hectáreas. El sector donde hicimos el proyecto, era un sector minero, una zona de zinc, de plata, de oro. Entonces Todo se fue dando y en la isla de al lado, había una calicata, que estaba a prueba de terreno. Y ese fue el primer contacto que tuvimos con un hoyo, y así pensar que esto era posible. Justo coincidió con la crisis y cerraron las minas. El pueblo de al lado donde vivo; que es puerto Sánchez, una isla de 40 personas y son la mano de obra indicada y además son del lugar; son perforadores y eso se dio como consecuencia del lugar y del momento. ML: Cuando llegaste a hacer este proyecto, luego de haber encontrado el lugar indicado, ¿cuánto tiempo te quedaste en Chile para hacer el proyecto?


CO: Un par de años, en el 2009 me fui. Pero era un constante ir y venir. ML: ¿Pero cuando se hizo la primera excavación? CO: Si mal no recuerdo, fue en el 2008, en mayo. Hasta el 2013. Ya van a ser 5 años ML: ¿Y ese tiempo ha sido solo excavación? CO: No. Primero la excavación era a mano, después de dos meses algo estaba pasando. Como que en ese momento no tenía referencias, tenía que hacerlo con lo que tuviese a la mano. Si queríamos arena, había que ir a buscarla a otra isla. Y uno de los mismos pobladores, se echaba un saco de 20 kilos al hombro caminando hasta la obra. Y yo con una agenda y un lápiz caminando quedaba cansado, pero estas personas subían un millón de veces, llevando 3600 sacos de arena. Era realmente difícil, porque era un lugar al fin del mundo, en donde circundaba el agua; era realmente un esfuerzo o más bien una odisea. ML: El proceso de construcción. CO: Más allá de la obra; esto no empieza o termina cuando llego a la isla. El proyecto empieza en el momento en que sueño y te muestro la imagen a ti y te das la molestia de agarrar un avión y venir al fin del mundo. Tengo amigos que vienes de Suiza a verme allá abajo y al proyecto; ese esfuerzo de mover a una persona de otra parte del mundo, ese sí que es esfuerzo. ML: Y efectivamente, desde esa perforación parte todo. CO: Claro; y esa es la parte realmente interesante para mí como arquitecto, estas contradicciones; el sueño de tener esta casa y que es un esfuerzo enorme llegar a esta forma final. ML: Pero espera tengo una pregunta, hay dos fotos que me confunden; unas desde su interior, en donde se ve esta ventana larga y angosta; y una desde afuera, en donde se ve una ventana mas grande. ¿Son dos instancias, no? CO: Es la misma. Lo que pasa es que tú estás viendo la sombra. Pero esto fue antes de que decidiera pulir el piso. Esa fue una de las grandes decisiones o improvisaciones. De que querer caminar por una placa de mármol pulida. Ahora los espacios quedaron un poco más generosos, como un espacio a escala “mas de casa”. Y entonces sale esta cuña que rompió desde dentro. Y el tema era hacer sentir, como uno va desde bajo tierra para ver el sol. ML: Y pasando a otro plano ¿Cómo funciona la relación tuya con Not?, porque tú te viniste a Chile a ver el proyecto y mi pregunta es: ¿cómo le reportas a él? Con fotos; porque en este país estamos acostumbrados a que los encargos te los piden para “ayer”. CO: Él, ha sido un poco impaciente; a perdido mucho la “esperanza”, pero siempre hay confianza, pero le es difícil de entender, porque es difícil para un apersona a miles de


kilómetros, entender las cosas que pasan a la distancia; de que si se me rompe un motor o de lo que comen los trabajadores. ML: ¿Pero tú estás en el sur, cuanto? ¿Dos semanas? ¿Después vuelves a Santiago? CO: Ahora tengo turnos de 25 días. Luego todos van a ver a las familias. Yo vengo a Santiago 10 días. ML: Tú entonces, estás al ritmo de ellos. CO: Si. Y a veces yo me quedo más tiempo. Para ver como lo hago con los imprevistos. Por ejemplo, me sale más barato arreglar un motor en Santiago, que mandar a una persona a arreglarlo en el pueblo más cercano. En ese sentido, te das cuenta, que los tiempos son súper difíciles al estar tan lejos de todo. ML: ¿Y tiene nombre la isla? CO: Se llama Notona. Ese nombre le pusimos. Por Not y por los Onas. Con ese juego de palabras. ML: (Risas). Hay mucha ironía en todo. ¿Y Not tiene buen sentido del humor? CO: Si, en realidad, todo eso se ve reflejado en su obra. ML: Claro, como tú dices, todas sus obras son un gran esfuerzo para poder lograr una sensación. Por ejemplo, la casa que sube y baja. CO: Por ejemplo la gente que va a ver esa casa; se refleja una sonrisa inmediata. ML: ¿Y porque te quedas tanto tiempo? CO: En el comienzo no era así. La pasé muy mal al principio por una cuestión de salud y comunicación; no hay internet, no hay señal de celular. Y al comienzo salía arrancando, pero con el tiempo me di cuenta de que si no estaba ahí, las cosas no avanzaban. Porque finalmente, soy el único que puede tomar las decisiones, lo digo por la distancia. ML: ¿Y tú amigo jamones no ha venido? CO: No, lo que pasa que ahora estoy viendo solo este proyecto y Mitsu está en China haciendo “la casa studio”, en Beijing, que es donde Not vive 4 meses al año ML: Claro, porque finalmente esta sería su obra; son sus casas. Son sus sueños. CO: Y hay que generar este mito alrededor de un personaje, que en general es lo que admiro. Y es lo importante, hay que dejar este legado en la historia. ML: ¿Y el piensa, que cuando esto esté terminado, este será un lugar visitable? ¿Va a poder ir gente a verlo?


CO: Si, yo creo que la gente va a llegar voz a voz. Ya ha pasado ahora mientras lo estamos construyendo. Han llegado hasta los carabineros a fiscalizar. ML: ¿Qué opina la gente cundo entra a este lugar? CO: Ver el brillo en ojos de las personas, no dice nada a simple vista. Pero si tienen esa sensación, deja para pensar que miraron algo que los hizo pensar. No es arrogante lo que voy a decir, pero creo que la sensación de sorpresa que se puede causar, gracias a lo que he aprendido con Not, puede generar una sensación mucho mayor a la que tiene el común de la gente. ML: Es distinto. CO: Si, porque uno empieza a ver cosas que uno no se imaginaba. Como ver la puesta de sol de tal forma. Si ya lo escuchaste una vez, puedes escuchar algo que te va a dejar esa duda, que te a va a hacer tener curiosidad por verlo. Y también se han generado nuevas formas de construir; como con el material que está tirado alrededor del sendero por ejemplo. ML: Es muy bonito y a demás está lleno de esfuerzo. Porque yo veo esas fotos del sendero y no es llegar y poner las piedras; ya que se ve nivelado. CO: Por esos han sido estos 5 años de trabajo del proyecto-isla, más que la casa. ML: Viendo esta isla-casa o proyecto-isla. ¿Not ya tiene sus 5 casas? CO: No. Ahora está trabajando con algo mucho más potente y se está haciendo un poco más real; en China y en Isla Flores, creo que es en Indonesia. ML: ¿Ese estudio se podría decir que es su casa? CO: Sí y no. Es que el tiene su casa. Yo vivía con él y Mitsu en Suiza. Porque este personaje tiene una casa cada 13 kilómetros. Su casa-fundación, que es donde están sus libros. ML: ¿Qué edad tiene Not? CO: debe tener 68 ML: Cuéntame un poco de él, porque yo lo escuche de tu boca. Pero parece que él es un artista reconocido. ¿En Suiza es un personaje; es un conocido? ¿En qué circuito se mueve? CO: Es un poco de circuito “coleccionista de culto”, muy poco específico. Para que se pueda entender; en Nueva York, Mr. Martínez dice “quiero tener el golden calf mas grande”, que fue una vaquilla de oro de 43 quilates. Es como ese tipo de circuito, algo único y especial. Y viendo la obra ya casi terminada, todo era como “subirse arriba de una tortuga” y eso fue lo que definió por donde entro y por donde salgo. ML: ¿Y no ocuparon en ningún momento dinamita?


CO: Si. Ese fue el primer paso. Luego me desesperé y fui por las calles de Coihaique y un tipo me escucho y me dijo que tenía un jefe que trabajaba con dinamita y luego eso se demoró 9 meses. Pero todo esto fue por ignorancia sobre minería. En un mes tuvimos que entender y comprar en Santiago y se llevaba para la obra. Lo hice con un amigo que había trabajado en túneles y siempre había hecho el trabajo con maquinaria. Estaba familiarizado con el tema y era el jefe de ese proceso. ML: (Viendo fotos), esta foto parece de mentira. ¿Y estando allá, te permite estar metido en otros proyectos? CO: La verdad que me gustaría, pero es complicado. ML: ¿Cuánto le queda a esto para estar terminado? CO: Terminamos cuando se acabemos de pulir los pisos. Poner la puerta de entrada, que ha sido tema, aprendiendo con el tiempo, sobre la inercia térmica de los muros o el hecho de volverte loco pensando en cómo voy a calentar el lugar. ML: ¿Y la sensación adentro es de frio total? CO: Son muros de medio metro. Afuera hace frio, pero adentro estas “piola”. ML: Estás resguardado. CO: Y cuando afuera hace mucho calor en verano; llega a los 30 grados, adentro es fresco. Entonces ya determinamos que no vamos a poner una puerta, sino que un vidrio de un material sofisticado y una reja. Para que te permita ver el interior. ML: O sea que te permite entrar y listo. CO: Dentro vamos a poner unas esculturas de Not. Que son retratos de Gordon Matta Clark, otro de Pablo Neruda y otro de Salvador Allende. ML: De Chilenos. CO: Que van a estar en la bóveda. ML: En este como “estar de la casa”. ¿Y finalmente va a tener muebles? CO: Yo creo que sí, porque lo puedo considerar una casa, en el momento en el que pongo una mesa, una copa de vino y una cama. O sea mi idea es estar en la casa compartiendo y luego “chao buenas noches” y me voy caminando por el sendero a otra casa. Este sendero es bonito de noche, cuan do hay poco de luna brillando. Suena bastante poético. ML: Es un tema el de los muebles, entendiendo la dimensión poética del espacio. Pero si quieres alojar algún día ahí. Tienes que tener mobiliario para esto.


CO: Lo más claro, es que los muebles van a ser “de obra”, con los materiales que están ahí. Como en las casas de madera, en donde se hacen con los retazos y quedan a medias. Como “work in progress” ML: (Viendo fotos, nuevamente repite) Parece de mentira. ¿Y qué piensas hacer cuando termines este proyecto? CO: Quiero hacer algo diferente. Bueno, este proyecto ha sido lo más cercano al arte y a la arquitectura, pero tampoco hay cómo calificar el proyecto que se está haciendo. No está muy claro, donde nos metemos. Arquitectura o arte. Por eso a mí me interesaba el proyecto, ya que dentro del mismo, podía hacerlo un poco más artístico. Lo hago para Not, pero finalmente lo posibilito yo. Porque sin el talento, no se puede hacer. ML: Muchas veces el mejor cliente, no es “el que se pone con más lucas”, sino el que simplemente te posibilita las cosas y al mismo tiempo se hace tu cómplice. Y los buenos clientes, son buenas obras. CO: eso es lo que yo agradezco ML: ¿Y te identificas con algún artista o con algún arquitecto? CO: A mí me deja tranquilo que dentro de la isla y de esta casita, no tenga que ver las necesidades. Me siento muy cercano a este límite, entre la arquitectura y el arte. Donde esta casa no sea casa y si sea lo que genera el lugar con sus atmósferas. ML: Y en las otras cosas que te ha tocado hacer, ¿estás siempre ese cruce entre el arte y la arquitectura? CO: Lamentablemente, nunca he trabajado con otra persona. Y que esta casa que va ser supuestamente para mi madre; “un templo para la mamá”, espero que después de que ella muera y ya no haya ventanas ni la puerta; esto quede como un manifiesto. Esto es como la intención de la obra. Por eso me interesan estas cosas. Como que puedan mutar un poco, y así llegue a ser algo más allá. No una casa tan personalizada, como las que son concretamente en arquitectura. ML: De hecho es lo que le decimos a los clientes. “hacerse un traje a la medida, no es una muy buena idea para el futuro”. CO: Me gusta mucho eso, de la atmósfera de los lugares, de cómo la arquitectura envejece y de cómo la arquitectura, embellece con el tiempo. Eso es algo súper importante. ML: ¿tienes algún referente o alguien que te identifiques? Siempre se tiene a alguien. CO: Con Valerio Olgiati y con Peter Zumthor ML: ¿Zumthor era tu profesor?


CO: No directamente, pero la universidad estaba hecha para debatir y conversar con todos. En la universidad, solo de 5 personas se puede hablar con un profesor. Por eso es una academia. ML: Creo que es una experiencia única y marcadora. Por tu manera de ver cómo hacer las cosas. Por lo que tú haces, es algo inédito e insólito, es una de las proyecciones que todos los arquitectos tenemos. Yo veo a la gente que entra a los estudios y a nadie se le ha abierto la cabeza, como se te ha abierto a ti. Y que por lo tanto, me imagino que es algo bueno. No puedo imaginarme que sea algo malo. Pero en el ámbito realista y aterrizado al sistema, es algo único y muy bonito. CO: Yo no puedo vivir de algo bonito y eso es lo que estoy viendo ahora. He hecho siempre hartas cosas por un futuro mejor, pero de verdad cuesta. ML: Claro, yo me imagino que estas cumpliendo un compromiso contigo y con los demás, pero me imagino que a la larga, esto cansa. CO: No, porque es algo súper ingrato. Ahora igual recientemente ha ido gente a ver. Pero en donde también fueron horas y horas de auto, en donde fuiste a buscar un perno que no funciona. Es un círculo vicioso que a veces se hace eterno. Pero yo creo que este es el punto de partida. Es mi primera casa y me siento súper afortunado. ML: Uno aprende lo que aprende, de la relación que tú tienes con Not. Esto no lo conoce nadie CO: Pero pensar y creer en que las cosas pueden existir, eso es lo principal; yo no quiero dejar de soñar, ojala el resto de mi vida pueda hacer cosas que me den la oportunidad se soñar despierto. Eso es lo que quiero pensar, que haya oportunidades en las que me hagan soñar, eso es lo que me gustaría hacer. ML: Qué bonito. También pensando en que pasas 20 idas allá sin internet y tienes un pie acá y luego uno allá. Eres un como una especie de monje. CO: Imagínate, vivo en un primer piso en Lastarria, donde está lleno de gente; luego llego allá, que es un pueblo de 40 personas y ese contraste a mi enriquece un montón. ML: Eso es lo que me imagino. Sin idealizarlo, lo encuentro maravilloso. CO: Y cuando llego allá, la gente no entiende bien que hago con mi vida. Me ven solo haciendo los turnos, comiendo, postergando y realmente no lo entienden, pero algún día irán a entender que lo estoy haciendo por el ideal de soñar. ML: Mientras lo entiendas tú. CO: No tengo hijos y me hace ser todavía muy independiente. ML: ¿Qué edad tienes?


CO: 34, pero como que ya quiero tener un hijo y como que está todo justo para que ocurra. Pero hay algo que me da miedo; haber vivido toda esta cosa que no es real y ahora tener que volver al real. ML: ¿Qué tan cierto es eso que estás diciendo?, porque quien define que es lo que está establecido, por decirlo de alguna manera. Porque desde lo real, uno admira la experiencia que tú estás teniendo. CO: O sea, pero desde ahora que ya se está terminando la obra, tengo que empezar a capitalizar estas cosas. ML: Ahora tu mismo, esto lo puedes capitalizar comunicándolo, porque si no se sabe, queda en el olvido. Cuando esto ya esté listo y terminado, es un cuento que tienes que empezar a contar. Porque así tú ganas; porque yo me maravillo escuchándolo y ver el cuento en persona es algo que la gente va a querer ver. CO: Yo creo que esta es una muy buena historia para contarles a los alumnos de primer año, para que empiecen a soñar y que las cosas pueden ser de verdad. ML: Porque además de toda la historia, tú historia personal es muy alucinante. A la academia que te fuiste; con estos cerebros y con esa edad; con las personas con las que tuviste intercambio de ideas. CO: Pero solo eso es. ML: Ahora queda ir a sacar fotos. CO: No es mala idea. Y ahora es la época ideal.-


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