Sección Científico- Filosófica
Clave del Simt>olismo
La Francmasonería actual fue fundada, como es sabido y lo expondremos en otra serie de artículos, por los hermanos Rosacruces Roberto Fludd, Elias Ashmole, J. T. Desagliers, Santiago Anderson, G. Payne, King, Calvat, Lumden, Madden y Elliot, los cuales aprovecharon para tal objeto los elementos pertenecientes a las antiguas fraternidades de Albañiles o Masones Constructores, que poseían los secretos de la construcción de las grandes catedrales europeas de la edad media. El objeto perseguido era formar un centro iniciático elemental que sirviera de reclutamiento, para obtener elementos seleccionados que pudieran ingresar a la Orden Rosa-Cruz. Las primeras Logias masónicas fueron mixtas y compuestas en parte de obreros reales y obreros de la inteligencia (masones libres). Los primeros ensayos de Ashmole, datan de 1646, pero sólo hasta 1717 se constituyó la Gran Logia de Londres y de dicha Logia se expidieron cartas regulares a las Logias francesas de Dunkerque (1721), París (1725), Burdeos (1732), etc. Después fueron sumándose a la nueva agrupación diferentes elementos restos de los antiguos Templarios, Hermetistas, Kabalistas y hasta representantes del jesuitismo (con objeto de controlar y desnaturalizar a la naciente fraternidad) con los que quedaran constituidas diferentes organizaciones, que bajo el nombre de ritos representaron y representan los diversos sistemas de realizar el ideal masónico. Los ritos se multiplicaron rápidamente y en la actualidad se han reducido grandemente en número, predominando en todo el mundo el sistema escocés, que bajo e! nombre de Rito Escocés Antiguo y Aceptado puede con-
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siderarse como el que más se acerca a la pureza masónica y el que representa la tendencia espiritualista dentro del campo de la francmasonería. Por ahora dejaremos a un lado los asuntos relacionados con la historia del movimiento masónico y la constitución de los diferentes ritos, y vamos a presentar un pequeño trabajo con objeto de dar a conocer los principios fundamentales del simbolismo de los distintos grados masónicos, tomando como tipo el sistema escocés, sin que por eso dejemos de referirnos a otros sistemas importantes. Por medio del presente estudio se podrá conocer la tendencia general esotérica de la masonería y nos servirá de introducción a otros artículos más profundos que nos permitan conocer a fondo el esoterismo masónico. En consecuencia, vamos a emprender la tarea indicada, comenzando por estudiar la clave esotérica de los grados simbólicos o universales. Los tres primeros grados se establecieron sobre el ciclo cuaternario aplicado al denario, es decir, sobre la cuadratura hermética del círculo universal. El grado de aprendiz debía develar, enseñar y revelar el primer cuarto del círculo; el grado de compañero, el segundo cuarto; el grado de maestro los dos últimos cuartos y el centro. La significación atribuida por el revelador a cada grado, deriva directamente de la significación total del círculo y da su adaptación particular. Así, si la adaptación del círculo se refiere al movimiento de la tierra sobre si misma, el primer cuarto del círculo describirá simbólicamente salir de la noche; desde las 6 a las 9. a. m., el segundo cuarto de círculo, la ascensión de 9 a. m. a medio día, y los dos últimos cuartos el descenso hacia la noche, o de! medio día al fin de la tarde. En este caso, el aprendiz será el hombre de la mañana o del sol levante; el compañero, el hombre del medio día o del sol pleno, y el maestro, el hombre del sol poniente. Si la adaptación del círculo se refiere a la marcha (aparente) del Sol en el año, los cuartos del círculo corresponderán a las estaciones y representarán respectivamente la Primavera, Estío, Otoño e Invierno. En este caso el aprendiz será el grano brotando, el compañero, la planta que florece; el maestro, la planta que fructifica y el fruto que cae para generar nuevas plantas por la fructificación que libera los granos contenidos en él.
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Cada una de estas adaptaciones, pudiendo aplicarse al mundo físico, al mundo moral o al mundo espiritual, hacen comprender cómo los verdaderos iluminados podían realmente llevar hacia la luz de la verdad, hacia esta "luz que ilumina todo hombre que viene al mundo", hacia el Verbo divino viviente, a los profanos llamados a la iniciación. Pero para esto era preciso que la clave fundamental y hermética de los grados y su adaptación fuese conservada por una universidad oculta. Tal era el papel que se habían reservado los Rosa-Cruz y los iniciados judeo-cristianos. Han poseído siempre estas claves de las cuales los escritores puramente masónicos han visto solamente las adaptaciones, y el presente trabajo, aunque en resumen abrirá a este respecto los ojos de "aquellos que tienen ojos para ver y oídos para oír". Bajo el punto de vista alquímico, los tres primeros grados representan la preparación de la obra: los trabajos del aprendiz figuran los trabajos materiale$, los del Compañero representan la busca del verdadero fuego filosófico y el grado del Maestro .corresponde a poner en el Athanor el mercurio filosófico y la producción del color negro, de donde deben salir los colores brillantes. Se necesita verdaderamente no darse cuenta de las ideas y trabajos de los Rosa-Cruces herméticos, para no ver que verdaderos ocultistas establecieron su cuadro iniciático, según las reglas extrictas de la adaptación de los principios y que la venganza de un personaje legendario, no hará sino un papel muy secundario en este asunto. Viniendo del círculo del mundo profano, el aprendiz llegará más tarde al estado de maestro, después de haber adquirido la iniciación. Así está figurado el caduceo hermético que da la clave real de los grados simbólicos. Martínez la conocía, como todo iluminado, puesto que ha dividido su iniciación por el cuarto de círculo. No se puede pasar de un plano a otro sino atravesando el reino de la obscuridad y de la muerte; tal es la primera enseñanza que indica al futuro iniciado la cámara de las reflexiones y sus símbolos. El iniciado no puede comenzar solo nada, bajo pena de graves accidentes; debe asegurarse guías visibles que hayan adquirido experiencia, tal es la enseñanza que se desprende de los discursos y de las interrogaciones en las cuales tomará parte el futuro aprendiz, desde su entrada a la Logia.
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