INTRODUCCIÓN A LA LITERATURA DE BAUDELAIRE
Biografía
París-Francia, 1821-1867 1839. Es expulsado del colegio por un problema disciplinario. Más tarde termina su bachillerato. 1841. Entabla relaciones con jóvenes poetas, frecuenta una vida bohemia y escribe versos. Su padrastro Aufick lo envía en un viaje a Calcuta. Sin embargo, el poeta regresará luego de una estadía en la isla Mauricio. 1842. Comienza a escribir su libro. Conoce a Jeanne Duval: actriz, prostituta. Su relación fue de casi 20 años.
Jean Duval por Eduard Manet (Francia, 1832 - 1883)
1857. Publica Las flores del mal. Comienza el proceso judicial por atentado a la moral que finalizará con la multa al autor y a los editores. 1862. Primeros síntomas de enfermedad. 1864. Viaja a Bélgica donde dicta cinco conferencias. No le pagan lo prometido. 1867. Muere asistido por su madre.
Ideas estéticas del autor
Contra la instintividad de los románticos. Éstos, al igual que Rousseau, creían que el hombre era esencialmente bueno. Consecuencia de esto es que no corrigieran los poemas; éstos valían por ser auténticos, buenos, sinceros. Pero Baudelaire no cree en esto, corrige constantemente su obra. Contra la imitación servil de la naturaleza (realismo). Dentro de la naturaleza el artista puede elegir y tomar los elementos singulares que debe incorporar en el conjunto orgánico creado por él. No es arte aquel que tiene una finalidad científica o moral. Baudelaire es el fundador del concepto “el arte por el arte”. Esto quiere decir que la literatura no debe ser escrita para cumplir finalidades políticas, morales o científicas. Es su única finalidad la literatura misma o el arte mismo. De este modo el arte se independiza del Estado o de la Iglesia, el artista asume un compromiso honesto con su obra. Pero a partir de ahí, el arte debe comercializarse para poder sobrevivir y así se corre el riesgo de escribir lo que la gente quiere leer.
Baudelaire resulta uno de los autores difíciles de clasificar en cuanto a Corrientes literarias. Es evidente la influencia que recibe del Romanticismo pero también es cierto que lo supera. Algunos lo llaman Postromántico o lo ubican dentro del Simbolismo, corriente de origen francesa que detallamos a continuación.
Simbolismo
El Simbolismo fue un movimiento literario que se desarrolló fundamentalmente en París, en las dos últimas décadas del siglo XIX, y congregó a importantes artistas de distintos países europeos. Para algunos autores es sólo un posromanticismo. El simbolismo incorpora elementos modernistas y decadentistas para construir su estética, y plantea una postura contraria a los nacionalismos literarios. Habrá de mostrar a los poetas de fin de siglo y de principios del siglo XX un universo sobrenatural, de misterio, desconocido para los profanos, que sólo lo pueden vislumbrar a través de los poetas “videntes”. El principal representante de esta corriente, el poeta Stéphane Mallarmé, dirá en 1862: “toda cosa sagrada que quiere mantenerse se envuelve en el misterio”. El simbolista no busca expresar la realidad, sino trascenderla. El mundo real es símbolo de otra cosa que está más allá de lo sensible. Se aplica el idealismo filosófico a la literatura: cada cosa es un símbolo, manifestación de algo oculto. Los objetos están vinculados, a pesar de sus múltiples apariencias, por ecos, analogías, correspondencias. El poeta es quien debe relacionar esos dos mundos: el sensible y el trascendente. Como antecedente del Simbolismo, en el poema “Correspondencias” de Baudelaire se plantea la unidad de la creación, la correspondencia entre el mundo espiritual y el material por medio de símbolos que conforman una analogía universal. Los simbolistas tienen una gran preocupación por el lenguaje, y su influencia será decisiva en el siglo XX, aun entre aquellos que reaccionaron contra ellos. Formalmente, la suya es una poesía que explorará la sonoridad del verso, pues “la poesía es música ante todo”. Por ello la palabra habrá de tener un valor mágico, pues a través de ella se aprehende la realidad y se la devela. El Simbolismo significó una revolución en la versificación, que habría de culminar en el verso libre. Baudelaire se encuentra entre los precursores del Simbolismo, aquellos que de alguna manera posibilitaron su surgimiento, aunque sin integrarlo. Son similares su uso del símbolo poético, la sugestión musical de sus versos y su sentido del misterio, que plantea al poema como un enigma cuya llave debe encontrar el lector. Otras características simbolistas son la búsqueda de la melodía, la renovación del vocabulario, la liberación de las palabras de la lógica prosaica. El poeta debe hablar del efecto y no de la cosa en sí: “el verso no debe componerse de palabras, sino de intenciones, y todas las palabras se borrarán ante la sensación”. “Nombrar un objeto es suprimir las tres cuartas partes del placer del poema, que consiste en la felicidad de volverse tal poco a poco; sugerir, he ahí el sueño”. Se busca proceder por analogías, lo que está ligado a la búsqueda de correspondencias ya mencionada. El poeta recibe infinidad de palabras y de imágenes que le dictan espontáneamente su imaginación o el mundo exterior. Hay que combinarlas entre sí y hacerles surgir sus analogías. Algunos simbolistas fueron vistos como los “poetas malditos”, por su humor frío y cruel, su uso del terror como recurso literario y su gusto por lo fantástico, lo esotérico, lo metafísico. La poesía sería como un puente al conocimiento metafísico. Los principales poetas simbolistas fueron Mallarmé, Paul Verlaine y Arthur Rimbaud.
Las flores del mal
Libro orgánico, compuesto no como un álbum o colección de poemas, sino como un todo, con una estructura y arquitectura prefijadas. Sobre este libro, dijo Teodoro de Banville1: Más que poesías son una obra poética de la más fuerte unidad.
Títulos anteriores: Las lesbianas, Los limbos Título definitivo: evidente metáfora: hasta lo malo es capaz de dar algo bueno; lo más perfecto de lo perverso. El título constituye un oxímoron2 y anuncia una preocupación religiosa. El poeta no es propiamente católico, es cristiano; pero tampoco defiende una fe religiosa, sino que tiene una visión religiosa de la vida humana y de la moral. La estructura del libro es rígida (inmodificable), los títulos de las secciones representan el transcurso de una vida, es decir, los rasgos característicos de una vida que comienza con el hastío y el amor y que encuentra en su transcurso una serie de estímulos pero que de cualquier manera va a dar a la muerte. Su poesía está ligada a lo que fue su vida. Él se sentía maldito, perseguido por Dios.
1857- primera edición 1861- segunda edición (definitiva) más 35 poemas con la ordenación definitiva. 1868- primera edición completa (con los poemas censurados en 1857)
Estructura del libro Prólogo: compuesto por el poema “Al lector” Primera sección: “Spleen et ideal”. La más extensa que expresa la condición real de Baudelaire. El poeta, a través del Amor y el tedio, llega a la conciencia del mal. Segunda sección: “Cuadros parisinos”. El poeta contempla la ciudad y sus habitantes, deja de ser el hurgador de sí mismo y adopta la actitud de un testigo de las calles de París. El Mal está afuera. Tercera sección: “El vino”. Es un intento de huida a los “paraísos artificiales” que no pueden conducir sino al fracaso. Cuarta sección: “Las flores del mal”. Quinta sección: “Rebelión”. Después de haber optado por el mal, el poeta ha optado por el jefe del mal, por el Diablo y por su gesto definidor: la blasfemas, la rebelión. Sexta sección: “La Muerte”. Muerte de los protagonistas y comienzo del gran “Viaje”, más allá de la vida, hacia “lo Nuevo”.
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Poeta francés, 1823-1891. Figura retórica de pensamiento que consiste en complementar una palabra con otra que tiene un significado contradictorio u opuesto.
El siguiente esquema ilustra la estructura en su totalidad. Debajo de cada sección, aparecen títulos de poemas a modo de sugerencia.
Con respecto a esta estructura: Las dos primeras secciones representan la experiencia de una realidad cotidiana, ciudadana y angustiada. Las demás secciones señalan tentativas de fuga o de negación de la realidad. Faltaría un reagrupamiento dedicado a aquella otra forma de inspección de la realidad que es el Arte, aunque el libro entero se da como su monumento.