LA INQUISICIÓN COMO MÉTODO DE DOMINACIÓN RELIGIOSA EN LAS COLONIAS ESPAÑOLAS EN AMÉRICA

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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA EXPERIMENTAL LIBERTADOR INSTITUTO PEDAGÓGICO “LUIS BELTRÁN PRIETO FIGUEROA” DEPARTAMENTO DE CIENCIAS SOCIALES BARQUISIMETO

LA INQUISICIÓN COMO MÉTODO DE DOMINACIÓN RELIGIOSA EN LAS COLONIAS ESPAÑOLAS EN AMÉRICA

La historia como ciencia de los hombres a través del tiempo tiene en su haber capítulos celebres y otros negros producto de un contexto determinado, existen hasta la fecha un sinfín de episodios históricos que la sociedad desconoce (algunas veces por completo) sin darse cuenta que los mismos poseen una información clave para la comprensión del presente y los acontecimientos actuales. La influencia que ejercen los sectores religiosos católicos en la política ha producido lamentablemente una “amnesia social” que ha dejado a la América en letargos históricos. A pesar de que el Papa Juan Pablo II abre los archivos del llamado Santo Oficio y pronuncia su mea culpa (mi culpa) el conocimiento sobre esta institución es poco referenciada en los estudios de la historia americana y mucho menos las repercusiones que trajo consigo con su implementación en la colonización española donde se destierra la cultura autóctona del llamado Nuevo Mundo, reemplazándola por la europea que considera a la americana como “infiel” o simplemente “representaciones del demonio”, por ello la santa misión de eliminar toda resistencia religiosa contraria a la católica como diera lugar. La inquisición defiende la institución colonial y los intereses de los explotadores por medio de la represión, dando como producto la caida de las creencias religiosas en la América de las grandes culturas. Con respecto al la inquisición, ésta puede definirse como institución de la iglesia católica que tiene por objeto destruir la herejía; no se puede acabar la herejía si no se acaba con los herejes; exterminar a los herejes es imposible si no son aniquilados a la vez que sus encubridores, simpatizantes y protectores 1, es por medio de la represión, la tortura y el terror que se afianza el poder religioso. Es más conveniente para la iglesia que exista una sociedad inculta para poder dominarla más fácilmente y abarcar su espacio económico y político, que una sociedad culta y letrada, por ello el exterminio de científicos, escritores, artistas, literatos bajo cargos de herejía, brujería y apostasía. Luego del arribo de los españoles a América en 1492, los teólogos afirmaron que el “descubrimiento del Nuevo Mundo” era un regalo del señor a los reyes de España, una recompensa por el incansable trabajo de la persecución de los herejes, es 1

Guidonis, Bernard Practica Inquisitionis Hereticae Pravitatis. 1886. p. 217

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decir, la inquisición era grata a los ojos de dios, de lo contrario el Nuevo Mundo sería de otros reinos y no de España. En el momento de la llegada española a tierras americanas la presencia de sus pobladores le trajo intrigas de su procedencia y por medio de la biblia se les intentó dar explicación, la presunción de los hijos de Caín o los descendientes de Noe emergieron como las explicaciones más idóneas pero no concluyentes, la pregunta de la existencia del alma y si eran o no seres humanos los aborígenes americanos no es reconocida formalmente sino en 1537 por el Papa Pablo III, es decir, a partir de esa fecha fueron aceptados como seres humanos espiritualizados y no animales como creían algunos colonizadores. Por ser esas tierras propiedad española se instaura la Santa Inquisición, que fue ejercida por los monjes que venían a América con los conquistadores. Es el 7 de enero de 1519 cuando Alonso Manrique, Inquisidor General de España le confiere a Alonso Monso primer obispo español en América y a Pedro de Córdoba viceprovincial de la orden dominica la potestad de instaurar la Santa causa * en todo el Nuevo Mundo haciéndolos inquisidores, encomendándoles el nombramiento de notarios, comisarios, jueces de instrucción y demás funcionarios indispensables para organizar la inquisición2. De allí en adelante, al expandirse los dominios españoles se instauraban nuevas diócesis, siendo los obispos designados como inquisidores para acabar con la herejía. Este sistema es conocido como primitivo y dura hasta 1569, cuando se instauran los tribunales inquisitoriales y la designación directa de los inquisidores por los reyes españoles y las autoridades eclesiásticas directamente. En Europa, la inquisición hacía estragos, por cualquier excusa las acusaciones y penalizaciones no se hacían esperar, casi inmediatamente a la llegada de los españoles a América, el 28 de Octubre de 1492, dos marineros, Rodrigo de Jerez y Luis de la Torre fueron los primeros en ver a los aborígenes de la isla de Cuba fumando el tabaco. Rodrigo de Jerez al volver a Sevilla se le ocurre encender un tabaco y por tanto fue encarcelado porque según el tribunal católico alegaba que sólo el diablo podía dar el poder de sacar humo por la boca 3, es decir, fumar era obra de Satanás. Desde el mismo momento de la conquista, los clérigos (salvo raras excepciones) participaban en el azotamiento y ejecución de aborígenes por no aceptar la religión católica. Sancionaron el asesinato de Moctezuma, Cuauhtemoc y otros gobernantes aztecas; de Atahualpa, gobernante de los incas y Hatuey, jefe de los aborígenes cubanos, de igual forma con la represión de los aborígenes comunes. A pesar de que finalmente se le impuso la religión católica a los aborígenes éstos según el monje franciscano Jerónimo de Mendieta nunca abandonaron sus costumbres “paganas” ya que los aborígenes guardaron la imagen de cristo entre los “ídolos demoníacos”, y como quería que los monjes les obligaran a instalar la cruz en todos los cruces de caminos, en la entrada de las poblaciones y en algunos otros, colocaban ocultamente sus ídolos debajo de la cruz, y al reverenciarla, adoraban en

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Nótese que se utiliza como sinónimo de inquisición: Santo oficio y Santa causa, Santo tribunal. Grigulevich, Iósif Historia de la Inquisición. 1986. p. 262 3 Fernández Romero, José Crónicas Científicas 5. 2001. p 42 2

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realidad las imágenes escondidas del demonio 4 y por ser hipócritas se justificó aun más el Santo Oficio en las colonias ultramarinas españolas. Entre los clérigos destacados en las tácticas del terror, se encuentra Diego de Landa quien tenia dotes de verdugo extraordinarias, quien ejerció la tortura en la década de 1560, aniquilando miles de aborígenes, en menos de diez meses se le atribuyen el tormento de 6.330 torturados hombres y mujeres de los cuales mueren 157 de ellos y la mayoría de los restantes mutilados. La tortura se utilizaba para obtener información sobre los herejes y sus cómplices 5. En los eventos inquisitoriales se distingue el Auto de Fe, realizado en un día de fiesta de asistencia pública (regularmente el día de todos los santos o un domingo entre Pentecostés y Adviento) convocándose la feligresía con un mes de anticipación (invitación hecha por el sacerdote) donde se concedía 40 días de indulto a los que participasen en ella. En dicha fiesta se dictaminaba el veredicto de los acusados de apostasía. El que desatendiera la invitación, o bien manifestara compasión o simpatía por la victima, podía provocar la sospecha de herejía 6. Es de suma importancia mencionar un Auto de Fe celebrado por Diego de Landa en Mani (Casanare, Colombia) el 12 de julio de 1562, donde participaron dignatarios españoles y caciques aborígenes, en la que se quemaron las últimas reliquias de cerámica, escritura e imágenes de la cultura maya, inclusive los monjes exhumaron 70 cadáveres que posteriormente fueron también incinerados. Muchos de los indios detenidos se ahorcaron en la cárcel antes del auto de fe 7. Estos eventos, las torturas y los vejámenes eran hechos con el propósito de infundir miedo en los aborígenes y para mantener el orden colonial. En las Antillas la fuerte represión a los aborígenes llevó al exterminio de las etnias y debido a la deficiencia de mano de obra para la actividad productiva se importa de África esclavos para dichos fines. A diferencia de los aborígenes, a los inquisidores no les importaba si los esclavos, mulatos y zambos eran apostatas, lo importante era explotarlos al máximo para justificar su inversión. Más se castigaba en caso de desobediencia, cortándole los testículos a los hombres y los senos a las mujeres y en ambos casos la mutilación de narices u orejas o asesinarlos después de sufrir torturas terribles. Por lo antes expuesto no era productivo acusar de apostasía a un esclavo africano, ya que eran productivos y de trabajo duro, además de ser propiedad de españoles, la corona no posee tanta abundancia económica como para desperdiciar la mano de obra, en ausencia de victimas más “importantes” se les designaba castigos suaves como presidio o azotaina. Ya para la segunda mitad del siglo XVI se evidencia aun más el abuso de los indígenas cuando: “Francisco de Toledo, virrey del Perú (1569-1584), se quejo a Felipe II de no poder con los monjes y sacerdotes que saqueaban y violaban a los indios fingiendo tratar de convertirlos al cristianismo; por doquier - decía 4

Mendieta, Jerónimo Historia Eclesiástica Indiana. 1870. p 233-234 Que en el caso de tortura de procesos sistemáticos se le llamaba “tortura refinada” 6 Grigulevich, Iósif Historia de la Inquisición. 1986. p. 264 7 Ibid. p.146 5

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- se oyen quejas contra los funcionarios del rey, eran bandas de salteadores, surgen motines contra las autoridades reales. Todos tienen mucha lengua, nadie acata al rey y los mandamientos de la iglesia “¡Envíe inquisidores!””.8 Las denuncias son abundantes, los inquisidores y monjes se convierten en libertinos y con sed de poder material (y se extienden inclusive hasta el siglo XVIII estos abusos), el 23 de diciembre de 1567 el sacerdote Martínez le escribe al Inquisidor General de España para decirle que el virreinato del Perú se presta para el vicio y los actos profanos y pide el envío del Santo Oficio; lo propio hizo el obispo de Quito Pedro de la Peña al referirse a los erróneas interpretaciones del evangelio que se estaban cometiendo; también escribe al rey por abusos el monje Juan de Bivero de Cuzco y otras autoridades eclesiásticas y seglares. Siendo la respuesta del rey acabar con la herejía, ya que daba paso a la “pestilencia luterana”. Se Agudiza la situación religiosa cuando se le informa al rey que predicadores protestantes de Alemania e Inglaterra ingresarían a Sudamérica a propagar la herejía. Los ingleses que eran enemigos acérrimos del rey Felipe amenazaron con atacar los barcos españoles repletos con el oro de América y asesinar a los súbditos del rey, trastocándose así los intereses económicos del imperio español y la falta de vigilancia religiosa por las autoridades de Nueva España incentivan la instauración formal del Tribunal de la Inquisición en las colonias ultramarinas españolas el 25 de enero de 1569 por Felipe II. Se crean los dos primeros tribunales instituidos por el cardenal Diego de Espinosa Inquisidor General, ubicándose estos en México (comprendiendo Nueva España y Guatemala) y en Lima (abarcando Perú, Chile, Río de la Plata y Paraguay), en 1610 se funda otro tribunal en Cartagena puerto principal de Nueva Granada (extendiéndose en Nueva Granada, Venezuela, Panamá, Cuba y Puerto Rico). En todos los tribunales fungían dos inquisidores, jueces de instrucción, comisarios, verdugos, entre otros, todos ellos de sangre pura comprobada (sin antecedentes moros, judíos, negros o aborígenes). Los tribunales inquisitoriales funcionaban bajo un estricto código de ordenanzas, las normas de juicio, llenado y envío de actas a Madrid, se incentiva a que los habitantes sean delatores mostrándoles como son los ritos judaicos, protestantes y musulmanes para encontrar apostatas y se examinan con rigurosidad los buques en búsqueda de libros de Voltaire, Rousseau, Volneys, Diderot, y otros filósofos franceses, desatándose un gran número de denuncias secretas, denunciando desde adivinación hasta la delincuencia de un niño de 6 años que había hecho cruces en la tierra y que luego pisó mostrándose su herejía, es decir, toda mínima presunción se consideraba herejía absoluta. El sistema de acción del tribunal se activaba con la denuncia (con dos delatores el acusado se consideraba culpable), después se procedía a la recopilación de evidencias graves, el acusado era confinado a una celda incomunicada donde se usaban como señuelo a presuntos reos que intentan ganar su confianza para obtener la información que necesita el tribunal, los guardias someten y amenazan al acusado que 8

Ibid. p. 268

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debía confesar su delito de forma “voluntaria”, la confesión bajo tortura era calificada en forma de agravante. Durante el interrogatorio otro método de confesión consistía en el uso de un cristo de gran tamaño al que le movían la cabeza desde el otro lado de la pared en señal de desaprobación cuando el reo declaraba una falsedad (según los inquisidores), ¿cuál sería la impresión del acusado al ver una imagen presuntamente inanimada que se mueve por sí sola?. La detención y el asesinato en la inquisición fueron un negocio muy lucrativo, ya que al detenido se le confiscaban todas sus pertenencias, que servían para pagar el personal del tribunal, en caso de azotaina, difamación y reclusión carcelaria se le imponía una multa, de esta forma el santo tribunal amasó un fuerte capital, además de bienes muebles e inmuebles. En el caso del Tribunal de Cartagena los ingresos ascendieron a 400.000 pesos en el Tribunal de México al ser liquidado en 1814 se registra según cálculos incompletos, sus haberes totalizados 1.775.676 pesos, que se distribuían así: dinero en cofres (así decía el acta de secuestro) 66.566 pesos; capital invertido en bienes raíces, 181.482; arrendamiento de edificios, 125.000; muebles, etc., 8.000 pesos.9 Por estos jugosos frutos hechos con el terror y para poder ostentar su poder, se mantenía la persecución a aborígenes rebeldes y caciques pero además, los que compartían simpatía con el movimiento humanista del Renacimiento, especialmente con las obras de Erasmo de Rotterdam, que era muy bien apreciada por la sociedad española opuesta al absolutismo monárquico. Se reprime a los sospechosos de simpatizar con el protestantismo, la piratería, mercaderes y aventureros extranjeros que entraban en las colonias ultramarinas españolas. En el siglo XVIII se reprime a los partidarios del movimiento de Ilustración francés, a los humanistas y patriotas, los luchadores por la independencia, los luchadores del oscurantismo religioso y los científicos que propugnaban las doctrinas de teólogos medievales. Para aumentar la efectividad de la protección contra el luteranismo, prohíbe la inmigración de extranjeros a las Indias Occidentales, sin embargo lograban entrar ilegalmente. Un caso articular fue el mercader inglés Robert Thomson, que penetró de forma ilegal a México y por miedo a ser torturado acepta el catolicismo, fue condenado a llevar por dos años el sambenito (capote a medio cuerpo que se les colocaba a los reconciliados con la inquisición) y un año de reclusión en una cárcel de España, cumple su condena es Sevilla y luego escapa a Inglaterra donde escribe sus memorias, las cuales serán el primer testimonio documental de la inquisición en tierras americanas. En el virreinato de Perú era mucho más severo, los condenados eran llevados a la hoguera. La inquisición es enemiga de los que quieren hacer la independencia de la colonia, mantener el dominio político y económico era fundamental, el primer luchador por la independencia de las colonias fue Guillermo Lombardo Guzmán, residenciado en México con permiso especial. Guzmán se atreve a declaran la independencia de esta colonia y proclamarse rey de América y emperador de los Mexicanos, pero fue delatado al tratar de convencer a los oficiales de la guarnición local, fue encarcelado por dieciséis años sometiéndolo a torturas y conducido a la hoguera el 19 de noviembre de 1659 en un auto de fe. Se prohíbe en 1803 la obra de 9

Ibid. p. 274

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Rousseau El Contrato Social, por considerarse alentadora para la desobediencia a los reyes católicos y la iglesia. Algunos clérigos motivados por la revolución francesa de 1879 y las obras literarias de los filósofos franceses son perseguidos por identificarse con el espíritu patriota, padeciendo vejámenes, tortura y prisión. Uno de los personajes que se salva de la inquisición fue el precursor de la independencia Francisco de Miranda que se desempeñaba con el rango de teniente coronel el cargo de ayudante del gobernador de Cuba. En 1783, el tribunal de Cartagena dispuso detenerlo, pero el inquisidor de La Habana le informa que Miranda partió a Estados Unidos. Se prohíbe la lectura y divulgación de los Derechos del Hombre y el Ciudadano proclamados por la revolución francesa por parte de las autoridades inquisitoriales en América el 13 de diciembre de 1789, aun así no se puedo detener el movimiento independentista, desde 1810 comienzan las insurrecciones liberadoras. En México el sacerdote Manuel Hidalgo encabezo la lucha patriótica, por ello fue excomulgado y declarado por el fiscal del Santo Oficio como apostata de nuestra Sagrada Religión, hereje formal, ateísta, materialista, deísta, libertino, sedicioso, cismático, judaizante, luterano, calvinista, reo de lesa Majestad divina y humana, blasfemo, enemigo impecable del cristianismo y del Estado 10, Hidalgo es apresado y juzgado rápidamente, despojado de su cargo sacerdotal y fusilado cerca de Chiguagua (México) el 13 de julio de 1811. La orden para disolver el Santo Tribunal se establece en las cortes de Cádiz en 1813, tanto en España como en sus posesiones ultramarinas, quedando la resolución en papeles, ya que luego del retorno al reinado de Fernando VII se anula la Constitución de Cádiz y reactiva el tribunal. Posteriormente los patriotas abolieron inmediatamente los tribunales inquisitoriales de los lugares que se apoderaban, el primero fue el de Cartagena el 12 de noviembre de 1811, por decreto de la junta de gobierno patriótica, al día siguiente los inquisidores y su personal son deportados a España. En el Congreso de Venezuela de 1812 se decreta extinguido el Santo Oficio en todas las provincias de Venezuela para siempre. Pero en 1814 Pedro Morillo restablece la inquisición en Nueva Granada y Venezuela, hasta que en 1821 se liberan de ella por completo, los mismos dictámenes acerca del Santo Tribunal se ejecutaron en todas las demás colonias de España en América. Cuba y Puerto Rico fueron las últimas colonias en ser liberadas de la inquisición en 1834 (año en que se disuelve en España) así culmina una página negra en la historia americana. En las mazmorras quedan el sufrimiento de los enjuiciados, culpables e inocentes, en principio la institución inquisitorial fue correcta en sus leyes para convertirse en una empresa lucrativa llena de codicia y vicios. La inquisición como institución para la conversión de la fe muestra la creatividad maléfica contentiva en las torturas de los procesados en el tribunal, algunas de estas torturas fueron (solo en el caso de Europa, porque en América se llevaron a cabo expropiaciones de propiedad e incautación de dinero):

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Ibid p.283

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El Trapecio: consiste en atar al acusado de manos a la espalda y posteriormente colgarlo hasta que sus brazos den vuelta hasta por encima de su cabeza, produciendo con esto la ruptura total de los miembros, desprendiendo el húmero del omóplato y la clavícula. (ver imagen 1).  La tortura de agua: consiste en obligar a tomar agua hirviente al acusado, posteriormente se le propinan golpes en el estómago hasta que vomite sangre con agua y emane la misma sustancia por la nariz.  El potro: consiste en atar al acusado a una camilla que contiene cadenas donde era atado el acusado y que posteriormente eran apretadas con manivelas produciendo la ruptura de los ligamentos, tendones y articulaciones de los brazos y las piernas. El estiramiento podía durar hasta días si el verdugo los consideraba necesario. (ver imagen 2).  El aplasta pulgares: El instrumento aplastaba las uñas por medio de presión y tornillos hasta que la sangre saliera a chorros. En el año 1629 en Prossneck (Alemania) dejaron a una mujer con éstos tornillos puestos de diez de la mañana a la una de la tarde mientras que el torturador y sus colaboradores fueron a almorzar. (ver imagen 3).  La cuna de Judas: consiste dejar caer al acusado a cierta altura (que previamente estaba completamente desnudo y atado) sobre un trípode con forma de cono hecho de hierro. El producto de la caida se resume en el desgarre del ano y la vagina (incluyendo labios internos y externos) en el caso de las mujeres, en el de los hombres, el desgarre del ano y la próstata. (ver imagen 4). Esto es solo una pequeña muestra de las torturas que se le suministraban a los acusados de herejía y apostasía, todo esto era con el fin de llegar a la confesión del delito. Existen algunas condiciones curiosas con respecto a la aplicación de la tortura: si el acusado confesaba rápido mentía y si confesaba luego de mucho tiempo era que el diablo le daba fuerza para seguir aguantando. Sin embargo al comprobarse la actividad de brujería se condenaba al acusado por lo regular a la hoguera o la mutilación de orejas, nariz, ojos entre otros miembros y órganos, tal como fue el caso de Juana de Arco, doncella de Orleáns, quien por chivo expiatorio fue condenada a la hoguera por el cargo de brujería, en buena hora se salvo de esta pena Galileo Galilei por ser amigo del Papa y declarar públicamente (a pesar de haber hecho un avance científico) la falsedad de sus estudios astronómicos. En América, el Santo Oficio aniquiló a cientos de aborígenes por no doblegarse a su religión. A los niños se les daba estocadas si no andaban al mismo paso que la madre, y si se les cargaban atados con colleras, en caso de enfermar se les cortaba la cabeza para no perder tiempo en desatarlos. Los españoles al llegar a América y observar la evidente diferencia de creencias religiosas que allí existían con respecto a la católica (el politeísmo, la adoración a los elementos naturales y biológicos) decidieron darle la “religión verdadera” a los habitantes de las culturas más ricas del continente, dioses que eran adorados miles de años hasta su declive propiciado por los europeos, creando esa “amnesia” en la que todavía se continua sumergida la historia de América.

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Se habla de justicia por los judíos asesinados en los campos de exterminio de los nazis, pero no se menciona los vejámenes y asesinatos hechos en el proceso de conquista y colonización de las posesiones ultramarinas de España, todavía, en quinientos años los habitantes de las altas culturas de América esperan justicia y son los historiadores los encargados de hacerla, la inquisición como institución está en juicio desde hace muchos años (es el juicio más largo en la historia) y no se ha determinado su inocencia ni culpabilidad, la iglesia afirma que excomulgaba a los presuntos herejes pero los que asesinaban eran las autoridades civiles. Por lo pronto el deber del historiador es mostrar la verdad y así se hará justicia.

BIBLIOGRAFÍA Fernández Romero, J. (2001). Crónicas Científicas 5. Barquisimeto: Fondo Editorial UCLA Grigulevich, I. (1976). Historia de la Inquisición. Moscú: Editorial Progreso. Guidonis, B. (1886). Practica Inquisitionis Hereticae Pravitatis. México. Mendieta, J. (1870). Historia Eclesiástica Indiana. México. Imágenes tomadas de: Grigulevich, I. (Obra citada).

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Imagen 1: El Trapecio

Imagen 2: El Potro

Imagen 3: El Aplasta Pulgares

Imagen 4: La Cuna de Judas

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