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Filosofia

El amor, una gran doctrina de vidaFredy Leonel Sánchez Guerrero

Resumen

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El amor es un sentimiento que ha estado presente en nuestras vidas, en diversas culturas y religiones; sin embargo cuando pretendemos definirlo se dificulta un poco dar un concepto claro de esta manifestación del ser humano. En este artículo se describe algunas opiniones de autores como Avicena, quien con sus obras trata de identificar los elementos que conforman el amor como una de las máximas expresiones de sentimientos del hombre.

Palabras claves: Amor, sentimiento, expresiones, Avicena, religión, filosofía.

Abstract

Love is a feeling that has been present in our lives, in different cultures and religions. However, when we try to define it, it is difficult to give a clear concept of this manifestation of the human being. This article describes some opinions of authors such as Avicenna, who with their works try to identify the elements that make up love as one of the highest expressions of human feelings. Keywords: Love, feeling, expressions, Avicenna, religion, philosophy.

A través de los tiempos en los sistemas metafísicos, antropológicos, en la literatura, medios de comunicación, obras de arte, culturas, se hace referencia al término amor y cada uno desde su propio concepto maneja su propio ideal de lo que es el amor. Por ejemplo en diversos textos literarios se hace alusión al tema del amor, utilizando un lenguaje estilizado y romántico transporta al lector, de tal manera que lo incita a continuar leyendo; una obra muy conocida por

todos de la literatura occidental es Romeo y Julieta (1597) de William Shakespeare, se ha convertido por excelencia en la obra cumbre que refiere al tema del amor. Otra obra literaria de gran relevancia es El nombre de la rosa de Umberto Eco, en ella hay una parte que narra cómo los protagonistas Adso de Melk y Guillermo de Baskerville, caminan por las salas de la biblioteca de la Abadía. De repende Adso es atraído por una obra Speculum amoris del autor fray Máximo de Bolonia, en este texto se recogían citas de otras obras alusivas a la enfermedad del amor. Adso al sentirse identificado quizá porque estaba pasando por una situación similar, se inquieta y emociona y continua su lectura, en las páginas donde Ibn azm define y argumenta que el amor es una enfermedad rebelde que sólo se cura con el amor. Pero para Adso, el autor Avicena fue quien mejor definió el amor como un pensamiento fijo de carácter melancólico, además le permitió descubrir la gravedad de su estado amoroso y no sólo eso, sino que adicionalmente ofrecía remedios para la enfermedad del amor. Otra obra de igual importancia es la de Umberto Eco donde trata básicamente de explicar el interés del mundo árabe e islámico por el tema del amor, trascendiendo a otras fronteras y culturas; por lo tanto en el mundo islámico este tema fue demasiado reflexivo desde los entornos literario, filosófico y místico; enmarcando el amor espiritual, físico y esencialmente como fuerza que mueve el universo.

En definitiva podemos citar muchas obras literarias que se basan en el tema del amor, algunos manifiestan que el amor es una enfermedad; sin embargo considero que este no es del todo cierto, debido a que al ser una máxima expresión de sentimientos de bondad del hombre, que al ser cuidado y sin egoísmo, un amor del bueno no puede ser enfermedad, sino que puede convertirse en una fuerza que mueve nuestra vida, más no puede ser la razón esencial de vida, no podemos determinar que es el todo; sino una razón más por la lucha de la felicidad.

Otro aspecto a analizar es que en diversas religiones del mundo se habla de amor como una expresión de sentimientos del hombre, pero aunque en el Islam no se evidencia como una religión del amor, como en el caso del Cristianismo, lo paradójico es que el Dios del Islam es Wadûd que significa “el Amoroso, el Afectuoso, el Constante en su amor”, muchos autores del Islam clásico han consultado el término y todos hacen referencia a similitudes con el amor. En esta religión se enfoca en el aspecto místico, utilizando un lenguaje erótico por los poetas, y definiendo el amor como un deseo amoroso y pasional, que inclusive puede llegar a obsesionar e invadir tanto al hombre, hasta tal punto de perder la capacidad de razonar y no concebir el mundo sin la presencia del ser amado. A criterio personal estas consideraciones proporcionan unos argumentos poco convincentes, porque no es lógico manifestar que dependemos de alguien porque un sentimiento amoroso nos aferra a otra persona, simplemente creo que el ser humano es un ser de costumbres y si creemos que no percibimos el mundo sin el ser amado, definitivamente no se puede definir como amor, sino apego, el amor no debe ser egoísta, dependiente; sino por el contrario pensar en forjar un futuro hasta el momento en que se estén juntos, y exista el sentimiento del amor vivo.

Según el autor Ibn Sina conocido en la tradición occidental como Avicena (m.1037), definió al amor desde dos aspectos: el primero como una fuerza el universo presente en todos los seres desde el ámbito filosófico, el segundo desde su perspectiva como médico, estudiándolo como una enfermedad a la que hay que tratar; sin embargo con la definición que más me identifico es el amor como fuerza que guía nuestro comportamiento a hacer el bien de cada cosa, y se encuentra presente en los elementos más simples de la vida; es por lo anterior que considero que el amor es pensar no sólo en nuestra felicidad y en lograr nuestras metas, va más allá de eso, es pensar también en el bienestar de otros, sin dejar de lado nuestros propios ideales.

Conclusiones

Finalmente, muchos autores literarios y filosóficos describen su percepción del amor, desde cuestiones profesionales y de la mente del ser humano, luego de analizar cada concepto lo ideal es inclinarnos más hacia nuestra propia ideología, de acuerdo a cuál de ellas nos sentimos identificados en cuestiones del amor.

Muchas personas consideran el amor como una fuerza que los mantiene vivos, que los motiva pero que se aferran a un ser material, pero este sentimiento no debe permitir enceguecer las personas, por el contrario, al ser el amor la máxima expresión de sentimientos del hombre debe ser transparente, debe reflejar el bien puro hacia los demás, el amor es actuar con la convicción de hacer bien las cosas, no por agradar a otros, sino por la necesidad que exista una fraternidad universal; sin dejar de lado los intereses personales, además es importante aprender a convivir y pensar en el bienestar de los demás, respetando religiones, culturas y razas, que es la esencia que nos caracteriza, somos diferentes y debemos a aprender a convivir, esta es la verdadera esencial del amor.

Bibliografía

Guerrero R, R. (2008), Avicena: sobre el amor, 245-261.

U. Eco: El nombre de la rosa, Cuarto día. Después de Completas, Barcelona, Editorial Lumen, 1982, pp. 393-394.

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