AÑO 14 NÚMERO 172 ABRIL 2009
FUNDACIÓN RAFAEL PRECIADO HERNÁNDEZ, A. C.
1
AÑO 14
NÚMERO 172
Presidente
Germán Martínez Cázares
Director General
Gerardo Aranda Orozco
Director General Adjunto
Salvador Abascal Carranza
Director de Estudios Económicos
Francisco Calderón
Director de Estudios Sociales, Jurídicos y Proyectos Especiales
Carlo Pizano Salinas
Director de Formación
Fernando Rodríguez Doval
Director de Relaciones Institucionales
Armando Reyes Vigueras
CEDISPAN
Gerardo Ceballos
ABRIL 2009
Director
Armando Reyes Vigueras
Editor
Carlos Castillo
Coordinación editorial Xóchitl Vázquez
Consejo Editorial
• Rogelio Carbajal • Jorge Chabat • Gonzalo Tassier • José Loyola • Fernando Rodríguez Doval
Mesa de redacción
• Claudio Jones • Paulina Lomelí • Lorenzo Gómez Morin • Francisco R. Calderón • Fernando Rodríguez Doval • Salvador Abascal
Dibujos de interiores Gonzalo Tassier
Corrección, diseño y formación
Retorno Tassier / Adriana Paredes
Director Administrativo
Samuel Carrasco
La Fundación Rafael Preciado Hernández es una institución académica que tiene como principal objetivo la generación de ideas útiles que coadyuven a resolver los problemas de la sociedad mexicana en los ámbitos económico, político y sociocultural.
Elaborar, editar y publicar, directa o indirectamente, boletines, revistas, memorias, apuntes, libros, videos y similares.
La revista Bien Común es el principal órgano que la Fundación Rafael Preciado Hernández utiliza para dar a conocer públicamente los avances de los proyectos de sus investigadores. Al mismo tiempo que refrenda con este medio su compromiso con una cultura plural y democrática, abre espacio a otros analistas interesados en expresar sus puntos de vista sobre tópicos de actualidad para la sociedad mexicana.
Fomentar y financiar actividades de investigación social, política y económica dentro del país.
Los puntos de vista externados por nuestros colaboradores no necesariamente reflejan la posición académica de la Fundación.
Actividades:
Los anuncios que aparecen en esta revista son resultado de convenios de intercambio no lucrativos establecidos con los interesados.
Objetivos:
Apoyar la capacitación social, política y económica de personas interesadas en estos temas.
2
Organizar, promover, estimular, patrocinar, dirigir y, en general, llevar a cabo directa o indirectamente cursos, seminarios, conferencias, reuniones de estudio, foros, mesas redondas, congresos y toda clase de actividades relacionadas con la política, los asuntos sociales y la economía.
Establecer relaciones y colaborar con otras instituciones similares del país y del extranjero.
Publicación indizada en CLASE.
Bien Común es editada por la Fundación Rafael Preciado Hernández, A. C. El tiraje es de 1500 ejemplares.
Certificado de licitud de título: 9152. Certificado de licitud de contenido: 6405. Reserva: 04–2004–081711193000–102 ISSN 1870–0438 Queda prohibida la reproducción total o parcial de esta publicación por cualquier medio sin la autorización del editor, excepto para uso académico, con la cita completa de la fuente. No se devuelven originales.
Impreso en: Editores e Impresores FOC, S. A. de C. V. Los Reyes núm. 26, Col. Jardines de Churubusco, México, D. F. Tel.: 56 33 28 72 Correspondencia:
Revista Bien Común Ángel Urraza 812, colonia Del Valle,
03100, México, D.F. Tel / Fax: 55 59 63 00
areyes@fundacion.pan.org.mx www.fundacionpreciado.org.mx
COLABORADORES • Andrés Ponce de León Rosas. Investigador del área de Estudios Políticos en la Fundación Rafael Preciado Hernández, A.C. • Paulina Lomelí. Investigadora del área de Estudios Económicos en la Fundación Rafael Preciado Hernández, A.C. • Javier Brown César. Licenciado en Biblioteconomía y en Filosofía, Maestro en Política Educativa. Fue Director General de Formación y Capacitación del Comité Ejecutivo Nacional y Secretario Técnico de la Comisión de Doctrina del Consejo Nacional. Autor de México 2000, entre la transición y la gobernabilidad y Transformación incluyente. • Jaime Aviña Zepeda. Médico e investigador sobre el tema de Familia. • Alfredo Ruiz Islas. Licenciado y maestro en Historia por la Universidad Nacional Autónoma de México; catedrático adscrito al Colegio de Historia, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad Nacional Autónoma de México. Su área de interés se centra en la historia cultural, con énfasis en el análisis del discurso y el estudio de la vida cotidiana. • Rafael Carmona. Analista de GreenMomentum, empresa de medios y consultoría cuyo objetivo es promover y acelerar la introducción de tecnologías, procesos y modelos de negocios sustentables en Latinoamérica; utilizando Internet y aplicaciones multimedia como herramientas básicas de comunicación, GreenMomentum se enfoca a educar e informar sobre la industria cleantech en America Latina.
Editorial
5
Numeralia
El voto de los mexicanos
7
Centrales
Roy Campos / Consulta Mitofsky
11
Ana Cristina Covarrubias / Covarrubias y Asociados SC
14
Ricardo de la Peña / GEA-ISA
17
Federico Berrueto / Gabinete de Estudios Estratégicos
20
Francisco Abundis / Parametría
24
Cómo votamos los que votamos
Armando Reyes Vigueras
27
Reflexión en torno a…
El reduccionismo que se impone
Andrés Ponce de León Rosas
31
Alfredo Ruiz Islas
37
La retórica del populismo contemporáneo
Agendas
Razones económicas que hacen atractivo votar por el PAN
Paulina Lomelí G.
44
Javier Brown César
47
Jaime Aviña Zepeda
50
Rafael Carmona
54
Reflexiones sobre la crisis, desde la crisis Voto 2009, un reto para todos
La industria cleantech
3
EDITORIAL
E
El sondeo de la opinión de cara a un proceso electoral se ha convertido, de un tiempo a la fecha, con el auge de la demoscopia y la mercadotecnia política, en una herramienta fundamental para afinar mensajes, definir algunos objetivos a través de resultados que en buena medida determinan el curso a seguir durante el tiempo de campaña. Evaluar la respuesta del electorado frente a determinado mensaje o acción es lugar común no sólo ante lo hecho –a posteriori– sino incluso ante lo que se hará –a priori–, mediante el estudio de las respuestas antes determinados planteamientos o situaciones probables, realizados en los llamados focous groups o grupos de enfoque. Las encuestas han llegado a ser algo semejante al termómetro de la opinión pública, que acompaña a toda campaña incluso antes de su inicio y hasta el día de la elección. Medir una acción política es, en fin de cuentas, considerar la opinión del electorado como un factor que si bien no debiera determinar la acción por sí misma (pues muchas veces la decisión no necesariamente tiene que ser popular), resulta un factor crucial para obtener el triunfo en las urnas; la voz activa del electorado cobra así un peso al que candidatos y partidos escuchan de manera constante, una voz que se hace partícipe en la vida democrática más allá del acto de ejercer el voto. En esta dinámica, el papel de las distintas casas encuestadoras toma un sitio crucial, pues será la veracidad y seriedad de su trabajo –en el sentido de reflejar de manera fidedigna la opinión de los encuestados– uno de los principales canales con los que cuenta la ciudadanía para hacer escuchar. En el número que presentamos, Bien Común ofrece los comentarios de las principales encuestadoras nacionales, con la mira puesta en las elecciones de 2009 y ahondando en el análisis de las coyunturas que envuelven y se desarrollan de manera previa al comienzo oficial de las campañas. ¿Cómo votan los mexicanos? es, pues, la pregunta a la que convocamos en esta edición.
5
Las encuestas, no obstante, registran tendencias, son fotografías de un instante determinado, apunte de la opinión de un momento que varía de acuerdo con la dinámica que imprimen las propias campañas; por parte de los partidos esta evaluación deberá, para trascender precisamente lo coyuntural, sustentarse en la acción cotidiana, responsable y comprometida con los gobernados, a fin de que los tiempos de búsqueda del voto sean un refuerzo de la labor llevada a cabo ya desde el gobierno ya desde la oposición, siempre en busca del bien mayor para las y los mexicanos. La dependencia de las coyunturas nubla la vista del mediano y largo plazos, centra la atención en la superficie y deja a un lado abordar el fondo del conflicto, las razones de fondo –llámense grandes transformaciones o cambios estructurales– que permiten construir desde el presente el andamiaje del futuro. La combinación, el justo equilibrio entre la doxa platónica y una visión que atienda hechos y perspectivas suma esfuerzos y determina prioridades de manera más clara, atenta al mañana y al mismo tiempo pendiente del hoy. Aún es arriesgado esbozar prospectivas de triunfos, las cifras entre partidos varían de un día a otro en distintos medios de información, también partícipes del sondeo público. La carrera electoral para obtener el voto a nivel nacional está por iniciar bajo un marco legal nuevo; sin duda, las encuestas tendrán un papel fundamental en los meses siguientes: ser puente efectivo y confiable entre la opinión del ciudadano y la política. Los editores
6
El voto de los mexicanos
Distribución de Ciudadanos por Sexo Información al 13 de marzo de 2009 Nivel Nacional Padrón Electoral
En julio podrán acudir a votar 76 millones 536 mil 897 mexicanos. La cifra exacta de cuántos verdaderamente lo hicieron, la conoceremos tras que se terminen de contar los votos. No obstante, resulta por demás interesante conocer la forma –en el ámbito estadístico– de los votos emitidos por los ciudadanos de nuestro país en las tres últimas elecciones intermedias. Sirvan estas cifras para resaltar la importancia de acudir a las urnas.
Lista Nominal
Sexo
Ciudadanos
Porcentaje
Sexo
Ciudadanos
Porcentaje
Hombres
37,708,679
48.23%
Hombres
36,926,067
48.25%
Mujeres
40,470,761
51.77%
Mujeres
39,610,830
51.75%
Total
78,179,440
100%
Total
76,536,897
100%
Fuente: IFE
Distribución de Ciudadanos por Entidad de Origen Información al 13 de marzo de 2009 Nivel Nacional Padrón Electoral
Lista Nominal
Entidad de Origen
Ciudadanos
Porcentaje
Entidad de Origen
Ciudadanos
Porcentaje
Distrito Federal
10,026,307
12.82%
Distrito Federal
9,784,753
12.78%
Veracruz
6,282,327
8.04%
Veracruz
6,157,194
8.04%
Puebla
4,356,378
5.57%
Puebla
4,268,907
5.58%
Oaxaca
3,377,640
4.32%
Oaxaca
3,311,757
4.33%
Otras entidades
54,136,788
69.25%
Otras entidades
53,014,286
69.27%
Total
78,179,440
100%
Total
76,536,897
100%
Fuente: IFE
7
Distribución de Ciudadanos por Grupos de Edad Información al 13 de marzo de 2009 Nivel Nacional Padrón Electoral
Elección federal 1997
Lista Nominal
Intervalo
Ciudadanos
Porcentaje
18
1,260,524
1.61%
19
1,807,464
2.31%
Intervalo
Ciudadanos
Porcentaje
18
1,212,401
1.58%
19
1,762,886
2.3%
20 a 24
9,908,598
12.67%
20 a 24
9,713,266
12.69%
25 a 29
10,097,012
12.92%
25 a 29
9,924,356
12.97%
30 a 34
10,057,841
12.87%
30 a 34
9,843,244
12.86%
35 a 39
9,440,294
12.08%
35 a 39
9,235,257
12.07%
40 a 44
7,879,929
10.08%
40 a 44
7,700,105
10.06%
45 a 49
6,659,976
8.52%
45 a 49
6,503,605
8.5%
50 a 54
5,406,103
6.91%
50 a 54
5,280,025
6.9%
55 a 59
4,182,120
5.35%
55 a 59
4,089,646
5.34%
60 a 64
3,291,940
4.21%
60 a 64
3,225,646
4.21%
65 o más
8,187,639
10.47%
65 o más
8,046,460
10.51%
Total
78,179,440
100%
Total
76,536,897
100%
Participación ciudadana: 30,120,221 (57.69%) Abstención: 22,088,745 (42.31%) Participación ciudadana: 37,601,268 (63.97%)
Elección federal 2000
Abstención: 21,181,469 (36.03%) Lista nominal: 58,782,737 Participación Ciudadana: 26,968,371 (41.68%)
Elección federal 2003
Fuente: IFE
Abstención: 37,742,225 (58.32%) Lista Nominal: 64,710,596 Participación Ciudadana: 41,791,322 (58.55 %)
Comparativo de participación ciudadana a nivel nacional estadística de las elecciones federales 1991-2003
100
Elección federal 2006
80
Abstención: 29,583,051 (41.45 %) Lista Nominal: 71,374,373
60 40 20 0
Lista Nominal
8
1991
1994
1997
2000
2003
Elecciones 1991
Elecciones 1994
Elecciones 1997
Elecciones 2000
Elecciones 2003
Con base en la Elección de Diputados de Representación Proporcional
Con base en la Elección de Presidente de los Estados Unidos Mexicanos
Con base en la Elección de Diputados de Representación Proporcional
Con base en la Elección de Presidente de los Estados Unidos Mexicanos
Con base en la Elección de Diputados de Representación Proporcional
36,676,167
45,729,057
52,208,966
58,782,737
64,710,596
Participación
24,194,239
65.97%
35,285,291
77.16%
30,120,221
57.69%
37,601,618
63.97%
26,968,371
41.68%
Abstención
12,481,928
34.03%
10,443,766
22.84%
22,088,745
42.31%
21,181,119
36.03%
37,742,225
58.32%
Comparativo de resultados electorales y participación ciudadana de las elecciones federales 1991-2003. Elección de diputados federales por el principio de representación proporcional. Variación de la votación a nivel nacional Resultados Nacionales
Votación 1991
Votación 1994
Votación Total
24,194,239
34,811,903
%
Votación 1997
%
Votación 2000
%
Votación 2003
%
43.89
30,120,221
-13.48
37,407,935
24.20
26,738,924
28.52
8,219,649
42.61
6,196,171
55.10
Votación por partido político PAN - Alianza por el Cambio/1
4,068,712
8,694,736
113.70
7,792,290
-10.38
14,321,975
83.80
PRI/2
14,145,234
16,911,781
19.56
11,445,852
-32.32
13,800,145
20.57
3,637,685
Alianza para Todos/3 PRD - Alianza por México/4
1,913,174
5,610,926
193.28
7,519,914
34.02
Partido del Trabajo/5
260,266
899,440
245.58
756,436
-15.90
642,290
Partido Verde Ecologista de México/6/2
332,603
472,454
42.05
1,116,463
136.31
1,068,721
6,984,126
-7.12
4,707,009
Convergencia /7
605,156
Partido de la Sociedad Nacionalista/8
72,267
Partido Alianza Social /9
198,075
Partido México Posible/10
243,361
Partido Liberal Mexicano/11
108,844
Partido Fuerza Ciudadana/12
124,022
Partido de Centro Democrático Partido Auténtico de la Revolución Mexicana/14
32.60
429,426 492,514
286,377
-41.85
272,968
Democracia Social, Partido Político Nacional/15
703,689
Partido Cardenista/16
998,158
381,360
-61.79
327,681
-14.08
Partido Popular Socialista/17
414,780
231,933
-44.08
98,391
-57.58
Partido Demócrata Mexicano/18
249,915
148,780
-40.47
193,990
30.39
Partido Revolucionario de los Trabajadores/19
136,341
Candidatos no registrados
13,911
47,898
244.32
13,977
-70.82
27,606
97.51
16,447
40.42
Votos Nulos
1,168,631
1,126,218
-3.63
855,227
-24.06
868,000
1.49
899,227
3.60
/1 La Coalición “Alianza por el Cambio” estuvo formada en 2000 por PAN y PVEM. /2 Los resultados de 2003 incluyen la votación que obtuvo este partido en los 203 distritos en los que participó individualmente y la de casillas especiales de Representación Proporcional de los 97 distritos en los que participó en la coalición “Alianza para Todos”. /3 La coalición “Alianza para Todos” sólo participó en la elección de Mayoría Relativa en 97 distritos, sin embargo, se incluyen sus resultados como referente ya que representan parte de la votación de los partidos que la integraron: PRI y PVEM. /4 La coalición “Alianza por México” estuvo formada en 2000 por PRD, PT, PAS, Convergencia y PSN. /5 El PT formó parte de la coalición “Alianza por México” en 2000. /6 Como Partido Ecologista de México en 1991. Formó parte de la coalición “Alianza por el Cambio” en 2000. /7 Convergencia formó parte de la coalición “Alianza por México” en 2000.
/8 El PSN formó parte de la coalición “Alianza por México” en 2000. /9 El PAS formó parte de la coalición “Alianza por México” en 2000. /10 México Posible sólo participó en 2003. /11 El PLM sólo participó en 2003. /12 Fuerza Ciudadana sólo participó en 2003. /13 El PCD sólo participó en 2000. /14 El PARM no participó en 1997 y 2003 /15 DSPPN sólo participó en 2000. /16 Como Partido Cardenista de Reconstrucción Nacional en 1991 y 1994. Participó hasta 1997. /17 El PPS participó hasta 1997. /18 PDM-UNO en 1994. Participó hasta 1997. /19 El PRT sólo participó en 1991.
9
Cómo vota el mexicano
La elección intermedia 2009 inició su camino entre una serie de factores políticos, económicos y mediáticos que, en su conjunto, conllevan a que este proceso sea uno de los más analizados en el México democrático actual; sin embargo, el elemento más observado, sin duda alguna, es aquél que define el rumbo final de cada uno de los contendientes y de sus partidos: el votante. En esta serie de entrevistas exclusivas con Bien Común, los representantes de cinco de las encuestadoras más importantes de México analizan el comportamiento del elector frente a la contienda intermedia y los aspectos que, en esta ocasión, influirán en su decisión. Roy Campos de Consulta Mitofsky, Ana Cristina Covarrubias de Covarrubias y Asociados, Ricardo de la Peña de GEA-ISA, Federico Berrueto del Gabinete de Comunicación Estratégica y Francisco Abundis de Parametria nos dieron sus opiniones sobre este tema, así como datos para comprender mejor los escenarios del 5 de julio de 2009 (entrevistas realizadas por Xóchitl Vázquez García y Armando Reyes Vigueras).
10
Ese día sabremos qué tan bien calibrado se tiene al elector mexicano por parte de quienes se dedican a tomar el pulso a la sociedad en su conjunto.
Roy Campos / Consulta Mitofsky Exigimos encuestas bien hechas
Un presidente bien evaluado, aunque su partido pague el costo en un contexto de crisis económica y con factores como la inseguridad, que podría influir, con un PRI que se mantiene y reduce sus opiniones negativas y un PRD en un lejano tercer lugar. Eso es parte de lo que, gracias a sondeos mensuales, ha encontrado una de las encuestadoras más conocidas en el país: Consulta Mitofsky. La encuestadora detectó que los ciudadanos votan con un sentido de futuro, recordando poco el pasado, y que en esta ocasión se tratará de comicios en los que pesa más la imagen de los partidos que las personalidades de los candidatos, así como el entorno mediático que se buscará influir. “Si las encuestas van a tener la posibilidad de tener influencia, entonces ahora lo único que tenemos que exigir, como comunicadores, es que haya encuestas bien hechas”, considera Roy Campos, presidente de Consulta Mitofsky.
Toma de decisiones En primer lugar, al hablar de una elección intermedia, Roy Campos afirma que el trato dado a ésta es muy diferente al de una elección presidencial: “Esta contienda no estará basada en personalidades sino en partidos; no obstante, esto también hará que la reacción del ciudadano sea de una apatía inicial al voto; recordemos que en 2003 la participación fue de 42%, así que tampoco será muy alta en esta ocasión”. Roy Campos expone dos paradigmas influyentes para la toma de decisiones en esta votación: “Tenemos un presidente con una situación económica, política y de seguridad complicada, es decir, el ciudadano percibe problemas por todos lados y, sin embargo, tiene a un primer mandatario bien evaluado; en este sentido, este paradigma se rompe porque antes el presidente era el encargado de pagar cualquier crisis económica, y ahora se separa muy bien la función presidencial de la crisis. El otro paradigma es que tenemos un peso devaluado 40%, antes 11
cualquier movimiento de este tipo generaba un miedo a la inflación, ahora se está perdiendo el temor al incremento de precios.
miento al presidente”, por tanto el partido que está fuera del poder desde el año 2000 “ha generado un sentimiento de ‘bueno, no es tan malo’”.
“Por tanto, pensar que tenemos ya escrita la actuación de la contienda de 2009 es absurdo, ya que todos los partidos van a decir que son capaces de solucionar estos problemas, y ganará quien tenga más credibilidad en este sentido”.
En el caso del Partido Acción Nacional, Roy Campos opina que mientras el presidente Felipe Calderón no ha sufrido desgaste en su evaluación, el partido blanquiazul sí: “el ciudadano, en términos de crisis, lo que juzga es la eficiencia del gobierno y la mayoría piensa ‘ya tiene tiempo y estamos en crisis’, entonces es una pérdida de eficiencia, no están demostrando eficiencia en el gobierno y el PAN sí ha sufrido; ahora, no hay tampoco que poner el grito de ‘cómo han cambiado las cosas’”.
En el aspecto de los temas que podrían intervenir en la cuestión de decisión del electorado, el presidente de Consulta Mitosfky señala que el mayor incidente en el resultado tendrá que ver con quién venda la mejor solución económica, sin embargo, podría haber más factores de distracción: “El ciudadano, al final de cuentas, no vota hacia atrás, vota hacia delante, entonces el tema, de aquí a julio, evidentemente será el económico y quién convencerá para su solución, y a pesar de que ya están prohibidas las campañas negativas también pueden aparecer escándalos de corrupción, inseguridad, infidelidades, etcétera”. Desglose de desempeños Después de nueve años del cambio en el poder, las situaciones han dando giros dinámicos en cuestión de preferencias; en este sentido, el representante de Consulta Mitofsky expone su visión sobre cada uno de los tres principales partidos. “El PRI tiene una situación relativamente cómoda ya que tiene fuera del gobierno nueve años y, por otro lado, se le ve operando en los gobiernos estatales, además de que, a diferencia del sexenio anterior, donde el PRI era prácticamente opositor, en este sexenio ya no lo es, más bien acompaña al gobierno, entonces tampoco se le ve como un estorbo al avance del país; en este punto el PRI ha mejorado su imagen”.
12
Para Roy Campos el hecho de que el Partido Revolucionario Institucional haya pasado de ser el partido más rechazado a ser el menos en la actualidad, fue cuestión de adopción de una “posición noble, más que de estorbo, de acompaña-
El encuestador expone que en su último reporte publicado en la página de su encuestadora, sobre las preferencias de enero de 2009, “prácticamente son las mismas con los que inició la intermedia de 2007 y las mismas con las que inició la intermedia de 2003”, señala, además de que no ha habido grandes variaciones en términos de votos duros. Entonces, “el PAN sí ha sufrido desgaste si lo comparamos con lo que llegó a tener en la mejor época de Fox, o con lo que tuvo en 2006 el presidente Calderón, que logró sumar gente más allá del panismo”. Para el responsable de Consulta Mitofsky, en el terreno de la actuación del Partido de la Revolución Democrática, “2008 fue malo y no me refiero electoralmente, sino en términos de imagen, electoralmente sí le fue mal –sobretodo en Guerrero–, cuando este estado es el más perredista de todos y perdió la primera fuerza en esta entidad”; sin embargo, para Campos la verdadera pérdida para el PRD en 2008 fue la imagen, “lo cual generó rechazo, porque la gente los vio como un partido conflictivo, con peleas entre ellos”. En la opinión del encuestador, dependerá de si logran dar la idea de ya no tener conflictos internos y de que representan una oposición real: “tienen que sacrificar ideales en un plan de ayudar a la gente y disminuir el rechazo que provocan para tener alguna oportunidad, pero es
difícil que lo logren porque no se ve que se pongan de acuerdo todavía”. Influencia de la encuesta “Es un asunto complicado de explicar y de entender; la difusión de encuestas sí tiene influencia en el ánimo de los equipos de campaña, de los partidos y de los gobiernos; en el interés de los comunicadores y de los financiadores de campañas. Tiene mucho que ver en el transcurso de la campaña, pero el ciudadano no toma decisiones con las encuestas, ya que no es la encuesta la que influye sino el uso que se da”, indica Roy Campos. En este sentido, el encuestador sostiene que tiene más efecto no publicar encuestas “porque tiene una evidencia de control de medios, una evidencia de un Estado prohibitivo y una situación en donde ese votante ni siquiera se entere quiénes son los posibles ganadores”, y el fin de todo esto es darle la mayor cantidad de información. Campos pone como ejemplos: “sin las encuestas, hubiera sido imposible que Vicente Fox llamara a un ‘voto útil’, ya que no hubiese podido llamar a los perredistas a votar por él, sin antes mostrarles que Cuauhtémoc Cárdenas no podía ganar, a través de enseñar las encuestas; y la otra fue en 2006, que sin las encuestas, Felipe Calderón no hubieras modificado su estrategia 40 días después de iniciar la campaña, ya que éstas decían que ‘no avanzaba’”. Por tanto, Roy Campos resume que las encuestas sí tienen influencia en los patrones de conducta, de financiamiento, de comunicación “pero no su difusión, sino la existencia misma de las encuestas”. El representante de Consulta Mitofsky concluye con una reflexión: “si las encuestas tuvieran influencia ¿cuál sería el problema, ¿qué de eso no se trata una campaña, de estar convenciendo? Y si un candidato usa la encuesta para decir: ‘con esta encuesta te voy a convencer de que votes por mí’, pues no tiene por qué no ser válido”. En el sondeo del 23 de febrero del presente año, Mitofsky reveló las siguientes cifras para los partidos políticos rumbo a la elección del próximo 5 de julio: PAN 33%, PRI 44.6% y PRD 16.5%.
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Ana Cristina Covarrubias / Covarrubias y Asociados SC El votante: poco interesado en las elecciones intermedias
“Es muy alta la proporción de ciudadanos que dicen no haber oído el mensaje cuando este último está siendo transmitido y con una gran inversión de tiempo en los medios, por tal motivo el mensaje tiene que ser muy atractivo o que tenga que ver con las principales preocupaciones de la gente para que ésta lo recuerde”, señala Ana Cristina Covarrubias, directora general de Covarrubias y Asociados, SC, respecto del tema de la saturación de spots en medios audiovisuales. Además, opina que el “bombardeo” de mensajes aún no inicia y “la gente entra en una especie de desconexión y hay una inconciencia de este tema”.
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Comportamiento en elecciones intermedias “La regla es casi general en elecciones intermedias: la gente tiende a votar mucho más por partido que por candidato, en elecciones que son
del ejecutivo y, sobre todo, las del cambio de presidente de la República, cambio de gobernador e inclusive cambio de alcaldía; el candidato cuenta muchísimo para que el partido obtenga una determinada proporción de votos”, expresa Ana Cristina Covarrubias. En relación con el tema del comportamiento de los contendientes, la encuestadora expresa: “Ahora que tenemos encargos de muchas encuestas de los propios diputados, hemos visto que los partidos están esmerándose en conseguir y en nominar al candidato que tiene ya un nivel de conocimiento y de aceptación importante entre la ciudadanía; entonces, cómo se están eligiendo candidatos que tengan estas condiciones de ser medio conocidos, va a destacar el candidato que tenga algún peso, pero hoy por hoy esta elección se va a decidir por partido y no por candidato”.
Con base en los estudios que realiza Covarrubias y Asociados, su directora general afirma que hasta el momento se prevé que el PRI obtendrá la mayoría de votos a nivel nacional: “venimos de escasos tres años donde el PRI pierde tal cantidad de votos que se coloca como la tercera fuerza política del país, superado por el PRD; ese fue un fenómeno totalmente distinto porque, como ya dije, era una elección presidencial y había un candidato muy fuerte en la oposición, ahora, a tres años de distancia, el consenso de todos los que hacemos encuestas es que el PRI tiene la ventaja y que se va a volver a colocar como primera fuerza”. Evaluación de las bancadas La experta en elaboración y realización de encuestas hace una evaluación sobre los cambios –en algunos casos, relevantes– que han sufrido los tres principales partidos en cuestión de imagen y posicionamiento entre la ciudadanía. “Lo que está ocurriendo es que, en primer lugar, el PRI conserva la mayoría de gobernadores e inclusive de alcaldes del país; esto hace que (según las encuestas trimestrales de la encuestadora) los mejor calificados sean los del PRI, no evalúo alcaldías, pero sí gobernadores de todo el país, entonces podría decir que por mérito propio el PRI es un factor de la decisión a su favor, pero, también, le está ayudando el desprestigio del PRD ya que el seguimiento de sus votantes, de hace tres años, actualmente, no va a ser de ese calibre; el PRD conservará su máximo histórico que siempre ha sido ente 18 y 20 puntos, es importante aclarar que el PRD, de conservar este puntaje en la elección, no hablará de que haya decaído grandemente a raíz de los hechos posteriores a la elección de 2006, en realidad, en todas las intermedias el PRD ha alcanzado entre 18 y 20 puntos porque, por ser una elección intermedia, se vota por partido y no por candidato, entonces por este hecho el PRI saldrá beneficiado; el PRD conservará su imagen y no va elevarse de ese nivel”, asegura Covarrubias. La directora de Covarrubias y Asociados también expone otro tipo de influencia en el proceso
de elección intermedia y en la decisión del votante: “La otra cuestión es la problemática nacional que, independientemente de la crisis y de todos los factores externos que nos están llegando, internamente tenemos problemas que vienen de muchos años atrás: se ventilaron ampliamente durante las elecciones presidenciales y ahora están en la cabeza de todos los ciudadanos porque eso nos afecta, tanto los problemas de inseguridad pública como los problemas de la crisis económica. Para la encuestadora este tipo de dificultades económicas ya se tenían en calidad de “graves” y en este momento se encuentran aumentando por factores internos como la inseguridad pública y por factores externos como es todo el contexto que se vive a nivel internacional: “Con todo esto habrá una especie de voto de castigo hacia el PAN, por el cual este partido no se conservaría como primera fuerza sino que quedaría en una segunda posición y seguido en la tercera posición por el PRD, entonces esto explica el sentido del voto que vamos a emitir los ciudadanos”. En este sentido Ana Cristina Covarrubias refleja el factor de que en una elección intermedia hay siempre más ausentes, ya que “a la gente no le importa tanto una elección intermedia como una elección por el Ejecutivo, ya sea municipal o estatal y evidentemente con mucha más intensidad cuando es a nivel Presidencia”. La experta en el tema apunta que la proporción normal de participación en este tipo de votación, es de apenas 40% de los ciudadanos: “este factor también tiene importancia en este panorama y muy probablemente se ratifique el 5 de julio, que es este cambio en el posicionamiento de los partidos políticos; ojalá que con la promoción que está haciendo el IFE ese factor se atenúe”. ¿Influye una encuesta en el votante? A partir de un estudio elaborado por su empresa, Ana Cristina Covarrubias llega a la conclusión que la encuesta “no influye de manera determinante porque las encuestas generalmente se publican en medios escritos y el grueso de la ciudadanía atiende, en mayor proporción, a otros me-
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“Por último, el elemento fundamental para decir que tiene poca influencia es que quien sí lee, quien sí se acuerda de los resultados electorales se identifica con las encuestas que van de acuerdo con su propia manera de pensar, entonces si yo le voy al partido A y la encuesta dice que el partido A va a perder, la tiro a la basura porque la considero una pésima encuesta”. En la opinión de Covarrubias, el efecto final visto en los electores que sí leen encuestas, una proporción bajísima, que en ese momento era del orden de 2%, decía que había cambiado de opinión a raíz de haber leído una encuesta, pero lo interesante es que lo había hecho siempre en relación con el partido que, de antemano, constituía su preferencia, entonces ese cambio o favorece al PRI, o al PRD o al PAN y finalmente se neutraliza un posible efecto”.
dios de comunicación que a medios escritos, estoy hablando que el ciudadano no lee con periodicidad diarios o revistas de tipo político que podrían traer encuestas, por tanto hay una influencia nula. “La segunda razón por la que una encuesta no influye es porque en algunos segmentos hay una falta de credibilidad a las encuestas, porque le queda claro que de una muestra de mil casos, no saque, el encuestólogo, conclusiones a nivel nacional, entonces esto es como desconfianza sobre la propia técnica. 16
En este sentido, nuestra entrevistada puntualiza que según un estudio realizado en México y en muchas partes del mundo, está demostrado que las encuestas influyen poco en la decisión del electorado porque éste reacciona más en función de sus actitudes previas de lo que ya siente o piensa en relación con los determinados partidos políticos; la encuesta –continúa Covarrubias– es algo interesante del momento, una información a platicar, pero por ello no cambia las decisiones previas que ya pueda tener el electorado, “por esto el IFE, en esta ocasión, atendiendo a la reforma electoral, estableció en el Cofipe que ya no hay la prohibición tan larga que había antes de más de ocho días de no publicar encuestas previo a la elección, en razón de que ya hay una conciencia de que las encuestas no afectan y que los países tienen democracias más consolidadas; las encuestas se publican el mero día y eso no cambia la situación. Ahora, inclusive, la prohibición de publicar encuestas se redujo a tres días”, finalizó. Hasta el momento no se ha publicado en la página de internet de Covarrubias y Asociados, encuesta alguna en relación con la preferencia partidista para la elección de 2009.
Ricardo de la Peña / GEA-ISA Mensajes directos, claros y precisos
“Estamos hablando de que se requieren mensajes directos, claros, precisos que se apeguen a aspectos sensibles o afinados en la mente del elector, para que puedan influir adecuadamente en su decisión de voto”, considera Ricardo de la Peña, director ejecutivo de GEA-ISA, casa encuestadora que se dio a conocer por ser de las primeras en informar del cambio de tendencias electorales en la campaña presidencial de 2006. Para de la Peña, una campaña electoral debe atraer la atención del votante con el fin de lograr persuadirlo para que deposite su sufragio a favor de algún candidato. La forma en que se obtenga esa atención es uno de los elementos que los especialistas en sondeos miden prácticamente semana a semana.
“La mayor parte de ciudadanos va a tener un nivel de atención reducido hacia el proceso electoral, no es su prioridad, en muchos contextos están más preocupados por cuestiones mucho más inmediatas en su vida cotidiana como pueden ser cuestiones económicas”, sostiene de la Peña, para agregar que la atención en la campaña se concentrará en la medida en que “cada partido logre afinar una estrategia de comunicación orientada a mensajes sencillos, claros, el spot que permita una toma de decisión rápida y eficiente”. Y es que en la medida en que los mensajes sean directos, claros y precisos, apunta nuestro entrevistado, se logrará que éstos “se apeguen a aspectos sensibles o afinados en la mente del elector para que puedan insistir adecuadamente en su decisión de voto”.
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¿Cómo toma su decisión el votante? Especialista en medir las opiniones en una amplia gama de temas, Ricardo de la Peña explica que todo votante –mexicano o no, en cualquier lugar en donde se da la democracia– toma la decisión en varias partes: “Lo primero que tiene que preguntarse es si le es rentable, si le es racional ejercer el voto; esto significa que finalmente votar implica un mínimo de gasto de información para enterarse cómo, cuándo, qué va a ocurrir, de tal manera que tenga que asumir la condición de tener que participar y luego tener que efectuar el gasto para estar atento el día de la elección y de llevar adelante el ejercicio de tomar su credencial, salir de su casa, ir a la urna, hacer la fila y, finalmente, emitir el voto”. Esto significa, continúa, que el ciudadano decide si efectúa el acto o no a cambio de un beneficio que tiene características particulares; de acuerdo con de la Peña éstas se resumen de la siguiente manera: “Por un lado es un beneficio muy directo, no es como cuando uno va al supermercado y compra una lata de atún, aquí va a encontrar un bien que es muy complejo, va a comprar un bien democrático, si tiene una valoración por la democracia, el simple hecho de participar en el proceso electoral como un ejercicio de valor de la democracia en sí misma –al margen de quién gane o pierda– puede significarle un beneficio suficiente para impulsarlo a votar”. Una vez que el ciudadano decide votar, prosigue nuestro entrevistado, tendrá que elegir por quién hacerlo, en función del “beneficio potencial que conlleva el que un partido sea beneficiado con su sufragio y no otro”; esto representa un ejercicio de comparación frente a otras opciones electorales, “sea porque le guste la propuesta de ese partido político, o por el contrario, porque quiere que otro partido quede en mejor condición, o para no permitir que otro sea el que resulte ganador”.
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Pero, en el caso de elecciones legislativas, el proceso de toma de decisión es más sofisticado porque, detalla Ricardo de la Peña, es mucho
más difícil para el elector hacer el balance exacto de qué significa votar por uno u otro, “si decide votar por el partido con mayoría, o partido en el gobierno, finalmente votará por él, si no votará por aquella oposición que le parezca mejor o más viable”. Así, a su parecer, en México cada vez es más evidente que la decisión es un proceso sofisticado, en el que la ecuación de cada persona representa una decisión muy particular que responde a intereses muy concretos, “que puede estar influenciada por aspectos ideológicos o aspectos muy subjetivos de valoración y evaluación de prácticas concretas de los partidos en momentos de hacer funciones de gobierno”. Posicionamientos partidistas Hay muchas ideas centrales del elector hoy en día, señala el ejecutivo de GEA-ISA, para explicar que una de ellas es la problemática vinculada con lo económico “y la valoración de quién tienen capacidad para poder enfrentar los problemas a los que nos está sometiendo la realidad, muy complicada en el plano internacional y su reflejos en el plano nacional”, en tanto que otro elemento tiene que ver con la seguridad. “No lo estoy pensando en qué tanto está vinculado al combate al narcotráfico solamente, sino, en esta guerra contra el narcotráfico que en algunas áreas del país muy específicas, muy delimitadas, ha sido muy importante pero que no es, necesariamente, un fenómeno de alcance homogéneo a lo largo y ancho del país, sino también la problemática de seguridad pública, cotidiana, que enfrenta el ciudadano: ese sentimiento de riesgo a su patrimonio, a su integridad que vive, donde no solamente participa la autoridad federal sino también involucra a autoridades estatales y municipales”, completa. Y respecto a la imagen que elector tiene de cada partido, resume que en el caso del PRI, dicho partido muestra una recuperación relativa, “primero porque no hay que irse con la fin-
ta de 2006, como el paradigma del peso político electoral del PRI; 2006 fue un momento muy peculiar donde una tercera fuerza tradicional se posicionó como segunda fuerza política nacional, desplazando al PRI. Además, algún segmento de personas que respaldaron al Partido Acción Nacional en 2006 estarían dejando de tener una propensión a respaldar a alguien y por ende, a participar en la elección, entonces hablamos más bien de una capa de votantes que tiende a respaldar a Acción Nacional en el proceso de elección presidencial y que no tiene una lealtad, una afiliación que lo motive en elecciones intermedias a respaldar a este partido”. Acerca del PAN, señala que hay un desgaste natural de todo gobierno, aunque aclaró que “veo difícil decir que la elección 2009 nos está augurando el resultado de 2012”, ya que en su opinión “se está mostrando una incapacidad de Acción Nacional de mantener a un segmento electorado que lo respalda en la elección presidencial y que no decide respaldarlo cuando lo que está en juego son funciones legislativas y no hay una oferta clara y completa que esté jalando a este votante que de alguna manera sí lo respaldó en un momento”.
la influencia se da en la medida en que se difunde el conjunto de sondeos a través de los medios de comunicación. “En la medida en que responde esta percepción que está teniendo del proceso para el ciudadano, puede ratificarle los datos específicos de partidos políticos, no por una encuesta en particular sino por el conjunto de éstas y la dinámica de los datos a lo largo del proceso”. Este aspecto va aparejado a otro ingrediente: la credibilidad: “si el día de mañana –ejemplifica de la Peña– saco una encuesta que por razones inexplicables trae 80% a un partido que tradicionalmente ha andado en 2.5 o 3%, simplemente va a gozar de la incredulidad del público, el público lo va a descontar de inmediato, es decir, ‘esto no corresponde a lo que estoy percibiendo’, en la medida en que va reflejando adecuadamente la realidad, entonces son cosas de la realidad que la gente va tomando”.
Sobre el PRD, apunta que lo que estamos viendo es la pérdida de “un simple momento de crecimiento inusitado y sin continuidad del respaldo hacia este partido, que está volviendo a los niveles tradicionales que ha tenido, además que ha mantenido a lo largo del tiempo, en forma bastante sistemática, con ubicaciones geográficas muy definidas”, por lo que habrá que esperar su desempeño en estos comicios “sin la burbuja de un candidatura presidencial que tuvo un respaldo inusitado en el caso de la izquierda mexicana, fue algo muy peculiar pero no tuvo fuerza de continuidad”.
Así, para reforzar dicha percepción, los datos de las encuestas deben coincidir con la opinión del ciudadano, porque –como explica nuestro entrevistado– “alguna vez un partido político que gobernaba presentó un anuncio de televisión diciendo que ‘38 encuestas dicen que vamos arriba y sólo 2 que vamos abajo’ y se demostró que no se tomó la decisión a partir de esos datos, que aunque hubieran sido mil encuestas que dijeran que ganaban ellos, no iban a ganar y no ganaron, no importaba las que fueran, no es así como se gana una elección, no es a base de encuestados, la encuesta sirve en la medida que refleja las preferencias del ciudadano, en la medida en la que explique tendencias reales de preferencias, y hasta ahí no tienen ningún significado, y en esa medida no es un factor conductor, es, simplemente, de perfeccionamiento, de afinamiento de la visión del elector respecto a lo que está pensando el resto de sus conciudadanos”.
La perspectiva de la encuesta en la campaña De la Peña explica que las encuestas influyen “pero no significativamente”, ya que en realidad
GEA-ISA, en su encuesta del 9 de marzo, indica que la preferencia para la elección de diputados federales es: PAN 39%, PRI 41% y PRD 15%. 19
Federico Berrueto / Gabinete de Estudios Estratégicos Las encuestas influyen, pero no en el elector
“La reforma que se hizo en 2007 fue una contrarreforma y urge, por el bien de la democracia, mejorar las reglas del juego” afirma Federico Berrueto, director general de Gabinete de Estudios Estratégicos (GCE), quien hace un análisis sobre las dificultades que tendrá la elección intermedia a partir de la reforma hecha por el Instituto Federal Electoral y la explotación de mensajes mediáticos sobre los partidos políticos.
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Ante esto, Berrueto explica que las dificultades radican en la saturación de radio y televisión con el “bombardeo” de spots: “si no tenemos una buena producción de materiales en el momento institucional, es decir, cuando sean los organismos electorales los que se anuncien, es predecible que generaremos una fuente de fastidio en el elector”.
Inconvenientes para la participación ciudadana Al analizar la reacción del votante ante una contienda electoral, Federico Berrueto expone, en primer lugar, dos tipos de problemas que hacen difícil realizar un pronóstico de este comportamiento: “el primero, si habrá una mayor participación, y el segundo, hacia dónde orientarán su preferencia; creo que las nuevas reglas modifican el escenario previo”. Según los estudios de opinión del Gabinete de Estudios Estratégicos, hasta el momento se registra que hay un conocimiento sobre la fecha de elección: “la campaña que está haciendo actualmente el IFE, sí está permeando en los ciudadanos, en términos fecha de la elección; varía de región, varía de estado, pero en estos mo-
mentos el promedio anda alrededor de 45%”; este dato, señala Federico Berruelo, lo utilizan los encuestadores como indicador de la participación posible, sin embargo “ahora no va a ser el caso, es decir, a la mejor se va poder alcanzar un conocimiento de la fecha de la elección, quizá superior a 65%, pero no creo que esto vaya a ser equivalente a participación electoral”.
que se movilice y participe en la elección; por tanto el pronóstico de Berrueto para elecciones de cargos ejecutivos en cuestión de participación quedará en 50%, de los cuales “30% serán electores leales a su partido, y 20% va a ser movilizado a partir de la empatía que sientan con el candidato y la campaña que se hace a través de los medios de comunicación”.
El otro problema que ve el encuestador es nepotismo: “No está habiendo debate, la reforma electoral, como fue redactada, impide el debate por dos consideraciones: uno, el spotismo, y otro el spotismo burocráticamente procesado, por ejemplo, para que un candidato pueda tener acceso a la radio o a la televisión con un spot, tienen que hacerlo a través del IFE y a través de las elecciones nacionales de su partido, esto no es más que un procedimiento burocrático, centralista y sumamente lento, del momento en que un candidato produce un spot al momento en el que pueda estar en radio o televisión, el procedimiento que definió que la ley, implica, al menos, de dos a tres semanas; esto significa que no vamos a tener debate a través de la publicidad, pero nuevamente son voluntarios, no obligatorios, esto es por sí mismo una restricción severa, tanto al debate como a la generación de propuestas serias, y en ese sentido, aunque pudiéramos tener un incremento en la participación electoral respecto a la elección de hace seis años, que fue de 42%, no podemos, necesariamente, asociar esto a un elector mejor informado sobre la votación y sobre las opciones en puerta, y por lo que respecta a las elecciones locales, fue muy lamentable el discurso centralista, autoritario, burocrático que dio la ley electoral y que pone en serias dificultades que los candidatos puedan acceder a la radio y a la televisión”.
Contendientes principales A partir del estudio y análisis del comportamiento de las tres principales fuerzas políticas del país, Federico Berrueto hace una revisión al desarrollo de éstas y de la imagen ante el votante actual.
Para el director general de esta encuestadora, el aspecto más importante en una elección de cargos ejecutivos es que se tiene dos clases de electores: electores inerciales, o lo que llaman “votante duro” o “votante leal a los partidos”, y el otro segmento son electores que no tienen vínculos con los partidos, y que el candidato y la campaña de medios son lo que hacen
Por parte del Partido Revolucionario Institucional (PRI), el encuestador explica que ante la incertidumbre propia de la crisis económica y del tema de la inseguridad, el votante “siente que el PRI puede ser una opinión ‘deseable’ pero no es toda la explicación, va mucho más allá. Hay un atraso en la sociedad mexicana, se dice que el país dio un salto significativo a una democracia competitiva, pero no sucedió así con sus elites ni con la sociedad, todavía tenemos una cultura política muy hacia el autoritarismo, el ciudadano que no se identifica como tal, es decir, como titular de derechos y obligaciones, todavía tiende a buscar representantes; esto tiene que ver con un rasgo de la cultura política del mexicano, pero también veamos que el nivel del debate que se da en la sociedad y es muy pobre en temas fundamentales del país”. En el caso del Partido Acción Nacional, Berrueto profundiza en el desagaste que ha sufrido como partido en el gobierno: “Ha sufrido un desgaste como todo partido que gobierna y cuando la situación económica no es favorable para las personas, eso es casi una regla, aunque hay que tener ciertos matices; el problema del PAN no está con las dificultades del ejercicio del poder sino que ha abandonado muchas de las exigencias que le hicieron mostrarse como una opción éticamente diferenciada de sus adversarios, del PRI y del PRD; la separación, por ejemplo, del partido del gobierno que fue una de las premisas
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de origen de la lucha cívica del PAN, ahora lo que vemos es un retroceso serio, el PAN no puede darle lecciones al PRI de cómo tener una separación inteligente y razonable entre el partido y el gobierno, y por otro lado, temas tales como el de la corrupción, la falta de probidad, que también fue una de las grandes demandas del PAN en su lucha por la construcción democrática. Se pensaba que cuando el PAN gobernara iba a ver un país menos corrupto y los indicadores así lo muestran: que no hay una antes y un después, que México sigue siendo tan corrupto como siempre y de alguna manera, ya casi nueve años de gobierno nacional panista, no se puede decir ‘es que así me dejaron el país’”. Según el director general del GCE, con base en los estudios de opinión que hace su encuestadora, el ciudadano percibe que la corrupción es muy alta y cuando se asocia a gobiernos priistas, panistas o perredistas, no hay diferencia. Para lo anterior ejemplifica con un estudio de su empresa: “Nosotros preguntamos en las encuestas: ‘si usted tuviera que salir de la ciudad y el gobernador fuera su vecino, ¿usted le confiaría las llaves de su casa?’ Esa es una pregunta para medir honestidad, y lo que encontramos fueron valores muy bajos para el PAN, valores muy bajos para el PRD, y fuera de esos casos, el PRI tiene un mejor posicionamiento, y ese es un problema porque justamente el mandato del PAN era la lucha contra la corrupción, contra el mal gobierno y el autoritarismo y es ahí donde yo identificaría, no el desgaste del PAN por estar en el gobierno y no estar a la altura del compromiso fundacional o histórico, el compromiso ético, con el origen del PAN”.
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Sobre el Partido de la Revolución Democrática (PRD), Berrueto explica que “el partido del sol azteca” pasa por una de sus peores crisis: “siempre ha sido la izquierda, desde Cárdenas, desde el Frente Democrático Nacional desde 1988 hasta la fecha, entonces ya es un largo periodo y la izquierda ha podido cohesionarse en función de proyectos caudillistas, no de programas, de hecho la izquierda, por ejemplo en materia fiscal, más bien es de ultra derecha por-
que está en contra del fortalecimiento de las finanzas públicas. En México más que izquierda, tenemos una fuente de populismo, la izquierda no tiene un programa claro, lo que ha tenido ha sido un líder que los cohesionado, se cohesionan ante el líder, no ante el programas, y el problema de ahora es que el líder ya no está con el PRD y el aparato partidista ya no está con Andrés Manuel López Obrador, pero la base del partido o de la izquierda sí. “El caso del PT y Convergencia es que están haciendo campaña con López Obrador y si siguen manejando la imagen, como lo han hecho recientemente en radio y televisión, ellos van a crecer mucho; por su parte el PRD hace campaña sin López Obrador, entonces va a padecer la fragmentación de su base social, lo cierto es que si el PRD logra 17 puntos porcentuales será una hazaña y el PT y Convergencia sí pueden registrar votaciones por arriba de su nivel histórico –3, 4 puntos porcentuales–. Esto será una historia que tendrá mucho qué ver con la manera como se realizan las campañas mediáticas y sobre todo con la actitud que tome López Obrador en el curso de la contienda”. El papel de las encuestas
pues sí da un resultado aproximado, pero no exacto, entonces aquí el tema es cómo tener un mejor uso de las encuestas”.
El experto del Gabinete de Estudios Estratégicos, señala la forma de influencia de las encuestas en los votantes, en candidatos y sus partidos y en el desarrollo de un proceso de elecciones en general. “A los partidos y candidatos les gusta que publiquemos encuestas cuando sí les favorecen y andan divulgándolas, pero cuando es al contrario no les agrada, incluso hay descalificaciones; esto no sólo sucede con los partidos, también con las personas. “Los encuestadores muchas veces actuamos con inseguridad o con frivolidad y las encuestas, por ejemplo, son instrumentos sumamente imperfectos para el pronóstico electoral, no es un problema de que haya buenos o malos encuestadores, o como se dice, ‘que se hace mal el trabajo’, no, no se hace mal el trabajo, pasa que las encuestas son instrumentos de aproximación, no son de exactitud, no se le puede pedir al encuestador esto porque el instrumento no lo ofrece, no lo permite, y muchas veces nosotros mismos caemos en el juego porque cuando una gente quiere saber quién va a ganar o quién va a perder, voltea a ver una encuesta y la encuesta
Sobre el papel del Instituto Federal Electoral (IFE), Berrueto precisa que este organismo “ha querido establecer un registro y validar una metodología, o sea un control burocrático de las encuestas, esto se me hace absurdo”, incluso –señala el experto– ha habido una veda para la publicación de encuestas bajo el supuesto de que esto puede influir en el ciudadano al momento de emitir su voto: “El hecho es que, una vez que se suspenden las campañas, los encuestadores ya no podemos divulgar nuestros estudios, es un paternalismo un tanto absurdo, pero las investigaciones que se han hecho en la materia es que las encuestas sí influyen, pero no en los electores en general, influyen en los candidatos, influyen en sus equipos de campaña e influyen también en los financiadores”. Nuestro entrevistado expone que la cuestión en México se tiene un financiamiento que aunque formalmente se califica como “público”, en realidad es un financiamiento “por debajo de la mesa” y ese segmento –continúa Berrueto– sí es influenciado por las encuestas, lo que financia una campaña no lo hace en términos de una causa, sino la mayor de las veces financia una campaña porque tiene la expectativa de que ese candidato gane, si ese candidato no va a ganar, entonces no hay apoyo “y como es un financiamiento ‘discrecional’ digamos que sí, efectivamente, las encuestas sí pueden tener una influencia hacia esos sectores o hacia esos segmentos, pero es una realidad con la que estamos viviendo”, concluyó. El Gabinete de Estudios Estratégicos, empresa de reciente creación, hizo su encuesta nacional divido por semestres, y en el segundo periodo del año el sondeo dice que los resultados a la pregunta “¿Hay algún partido al cual usted se sienta más cercano que a los demás?” fueron: PAN 15.9%, PRI 16.6% y PRD 8.0%. 23
Francisco Abundis / Parametría Votar por un beneficio futuro
Francisco Abundis, director de Parametría enfoca el tema de la motivación que mueve al elector mexicano a depositar la boleta en la urna el día de la elección, a partir de los beneficios que obtendrá por su voto, junto con los temas que definirían la elección y el asunto de la participación. Asegura que si bien para algunos teóricos esto se puede definir como un acto irracional, para el ciudadano de nuestro país tiene que ver con un esquema de dar y recibir, de qué obtendré si realizo esto ahora.
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El encuestador recordó que –en comparación con otras naciones– en México hay una baja participación, la concurrencia a las elecciones se puede explicar a partir de “la motivación del ciudadano por un beneficio futuro”, aunque matiza: “lo que recibimos a cambio de votar se convierte en un beneficio poco claro”.
Y es que, recordó, solamente el votante sofisticado se informa y si mucha gente critica la baja participación, de 40% en la actualidad en México, comparada con Suiza o Estados Unidos –aunque en dichos países se vote cada tercer día, sea por un juez o por distintas iniciativas, por ejemplo–, lo que sucede aquí sí es motivo de preocupación para los encargados de medir el pulso social en temas tan diferentes entre sí, como son los comicios para renovar la Cámara de Diputados y qué tan popular es el futbol en nuestro país. Nuestra participación Parte de la baja participación ciudadana en comicios federales, refiere Abundis, se explica por la desvinculación existente entre la vida pública con lo que el ciudadano percibe, “esto se conoce como autoeficacia y se explica en los siguientes términos: si lo que pasa afuera me afecta, entonces sin duda sí voy a votar, el problema es
que tenemos un nivel de autoeficacia muy bajo, porque el promedio de la ciudadanía no cree que lo que pasa afuera le afecta”. Pero, continúa nuestro entrevistado, es posible que se presenten casos extremos de situaciones muy politizadas que inviten a participar. Por ejemplo, siguiendo a Abundis, “el 5 de julio lo más probable es que en los estados en los que tendremos elección para gobernador, que son seis, la participación llegue a 60%; cuando se tiene ese nivel es que se vota por un jefe de gobierno estatal o presidente municipal, pero cuando eso se hace por una abstracción, como es el caso de los diputados –porque no nos queda claro el beneficio–, ese indicador baja a 40%”. Pero este escenario, abre también un frente de preocupación para los encuestadores: con elecciones locales y federales concurrentes en 11 entidades de la república, ¿cuáles serán todas las motivaciones para que cualquier persona acuda a votar? Abundis trata de establecer una respuesta a partir del siguiente parámetro: “si me da beneficios, voy a votar, si no me queda claro qué es lo que voy a ganar o perder ahí, no voy a votar. Esa es mi motivación, podría decir el elector”. Temas de campaña No obstante lo anterior, en una campaña electoral otros factores afectan la decisión del ciudadano. Francisco Abundis cree que habrá dos temas que podrían acercar a las personas a las urnas: seguridad y economía, aunque sea este último asunto el que pueda definir el juicio del elector. “En el caso de la economía, esto se conoce como ‘voto económico’ y siempre ha sido la variable más importante; dada la situación por la que atraviesa el país se convierte en algo más relevante todavía. En cuestión de comportamiento electoral se ha comprobado que difícilmente la economía puede ser superada por otro tema”. Contrastando con lo anterior, explicó nuestro entrevistado, lo que se conoce en el medio es-
pecializado de las encuestas como issue vote, es decir, el voto motivado por un tema específico, podría desplazar del primer puesto de asuntos que hacen ir al votar al ciudadano a la economía, sobre todo si la seguridad se convierte en un issue vote, aunque en nuestro caso, opina Abundis, “difícilmente una situación como la comentada respecto a la seguridad podría rebasar a la economía; en México comprobaremos cómo la economía será el factor determinante para ir a votar”. De igual manera, explica, los mensajes que se reciban a través de los medios de comunicación ayudarían a motivar la participación, ya que éstos incrementan el nivel de conocimiento, “ya que en otras ocasiones a la gente le pasan de largo las elecciones; aquí lo que vamos a tener –con todo y que podríamos llegar a una sobresaturación–, es un incremento en la participación por lo señalado, sobre todo porque tendremos precampañas y campañas”. Sobre las llamadas “campañas negativas”, consideró que no está demostrado que éstas reduzcan la participación, pero se podría pensar que el hecho de que la nueva legislación las prohíba, no será obstáculo para que aparezcan y, a pesar de su difusión, se mantenga la afluencia a los centros de votación. “Sabremos el 6 de julio qué sucedió en verdad con la nueva legislación, misma que no observamos qué efectos tendrá, nosotros mismos nos enfrentamos con un experimento pues estamos midiendo cosas que no habíamos visto y que tiene que ver con la forma en que ahora se están llevando a cabo las campañas, como el uso de internet, de mensajes en teléfonos, por ejemplo; algo que nos preocupa mucho a nosotros como gremio son los push polls, es decir, simulaciones de encuesta en las que se pregunta al ciudadano ‘verdad que va a votar por tal candidato que es el mejor’, y eso no es una encuesta, aunque se confunda con una. Vamos a entrar a ese escenario, nos pegará como gremio y nos acusarán que no hacemos investigación, aunque no somos los que llevamos a cabo estas
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push polls, otros hacen campañas simuladas y en México veremos que se presentan estos fenómenos en esta ocasión”. Sobre la imagen de los partidos, medida ahora en las encuestas, Abundis refirió que en elecciones intermedias como las que tendremos en julio la gente toma en cuenta el comportamiento de los institutos políticos como un todo, no de sus integrantes en particular. Sostuvo que en esta oportunidad “no se puede hablar que las personas votarán para elegir diputados, porque nadie sabe quién es su diputado. Hicimos el experimento de preguntar cuanta gente sabe el número de diputados y sólo 6% de la población conoce el dato, 4% conoce el número de senadores. Esto habla del bajo nivel de información que tiene el ciudadano. Otro indicador es que este tipo de elecciones aumenta la participación cuando se cuelgan de un ejecutivo y, cuáles son los ejecutivos más visibles: presidente de la República, jefe de Gobierno y presidentes municipales, esos cargos le dan interés a las elecciones y motivan la participación, por eso creo que es muy inteligente lo que hizo el PAN al postular a un excandidato a jefe de gobierno en el DF en la delegación Miguel Hidalgo”. Lo anterior, razonó nuestro entrevistado, porque siempre una forma estratégica de planear una campaña es colgarla de un cargo ejecutivo, “esto le da más fuerza y más dirección, cuando no se hace es un voto por el logo del partido, pero los partidos no tienen tanta identidad y es un factor a nivel regional: en la ciudad de México, con todo respeto para los priístas, ser militante de ese partido es un motivo de vergüenza, no pasa lo mismo en el norte, en donde sacan el pecho y presumen su militancia. Esto varía mucho y, en el caso perredista, serlo en esta ciudad no es un hit pero es lo que predomina en 40% de la población, no pasa lo mismo en Sonora, por ejemplo, así que la imagen de los partidos está muy regionalizada en función de sus resultados locales”.
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Con todo, Francisco Abundis espera con interés la participación más allá de su papel como
encuestador, pues si bien es cierto que ser testigo de este tipo de fenómenos lo coloca en una posición privilegiada, comenta que se trata de una actividad que mide instantes, pues las encuestas son como fotografías de la sociedad en un momento determinado, no predicciones que se vayan a cumplir a cabalidad. Medir a través de tales fotografías le da información para aventurar como será el escenario tras el 5 de julio, mismo que espera participativo de parte de los ciudadanos. En su última encuesta del 7 de marzo pasado, Parametría encontró que las preferencias para la elección para diputados federales muestra las siguientes cifras: PRI 43%, PAN 34% y PRD 16%, sobre una base de votos efectivos, es decir, el cálculo sobre el total de la muestra, pero eliminando al segmento que no tiene aún una intención definida. El tiempo confirmará los resultados.
Finalmente, cómo votamos los que votamos Armando Reyes Vigueras
Se acerca el día de que los ciudadanos mexicanos acudamos a las urnas, lo cual implica –en infinidad de casos– levantarse temprano en un día en que la costumbre indica lo contrario, acudir al centro de votación, formarse en una fila que puede ser larga, verificar que se encuentre en la lista de electores nuestro nombre y, en la secrecía de la mampara, cruzar la boleta por los candidatos elegidos. Finalmente, depositamos las boletas en las urnas correspondientes. Este acto, explicado por innumerables teorías, lleva consigo una serie de factores que al parecer los mexicanos no
tomamos muy en cuenta: en primer lugar, el compromiso con nuestra obligación de elegir a nuestros gobernantes, pues hay que considerar que quienes ocupan posiciones en los poderes Ejecutivo y Legislativo son ciudadanos como nosotros, elegidos por nosotros mismos.
dad y trayectoria del candidato, partido que lo postula, principales propuestas que presenta –sobre todo las que tienen que ver con nuestra comunidad–, comparación con la competencia y, por qué no, qué opinan los demás de dicho candidato.
Que no nos agrade su desempeño, es harina de otro costal, aunque si hubiera reelección...
Si al llegar al momento de estar frente a la boleta nos damos cuenta de que apenas estoy conociendo a los candidatos, es que algo anda mal con nosotros como ciudadanos.
En segundo lugar, debemos elegir por quién votar. Este acto, en teoría, debería ser resultado de la revisión de cierto tipo de información: personali-
Las cifras de participación en las elecciones federales recientes, que ofrecemos en la sección Numeralia de esta edición, nos indican que los mexi-
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canos no votamos como en otras latitudes, pues en este país nos importa más quién será presidente –de la República o municipal– que quiénes serán los encargados de hacer las leyes. Cómo votamos ¿Cómo se explica la participación de los mexicanos en las urnas y cómo se explica el abstencionismo de los mexicanos? Por más teorías que se establezcan acerca de este tema, encontraremos que se presentan una multitud de razones por las cuales el ciudadano promedio decide ir o no al centro de votación. Los que participan aducen responsabilidad, identificación con el candidato o el partido, aceptación de las propuestas, convencimiento o, simplemente, costumbre. Los que no se paran a votar –aunque se les tache de irresponsables– argumentan la inutilidad de un trámite que, en muchas ocasiones, no se acata, los resultados obtenidos por gobiernos de distinto signo partidista e, incluso, que la decisión de los votantes no se respete realmente o, simplemente, flojera u olvido.
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Pero también debemos sumar a este panorama, como en repetidas ocasiones ha relatado la prensa, la compra de votos, el acarreo y demás tácticas para alterar los resultados electorales. Si lo vemos bien, parecen incentivos para quedarse en casa a la hora de votar.
Otro aspecto de este tema tiene que ver con las propuestas partidistas. Muchos mexicanos no conocen las llamadas plataformas electorales de los partidos. Si el Partido Verde pide implantar la pena de muerte, muchos aplauden pero olvidan que es el mismo partido que está en contra de las corridas de toros, por considerarlas un espectáculo violento y sangriento. Pura coherencia pues. Si en economía, el PRD se opuso a la participación de la iniciativa privada en refinerías, pero el gobernador de Michoacán, perredista, pide que se instale la única que se va a construir en su estado, al igual que 30 mandatarios más, nadie lo toma en cuenta para decidir su voto. Y así, los ejemplos se multiplican. No por nada, los ciudadanos otorgan las peores calificaciones a la hora de medir la credibilidad a los políticos… Pero tenemos que elegir uno cada tres años o menos, si ellos deciden alterar –nuevamente– el calendario electoral. Pero también vemos que el mexicano tiene una memoria muy corta. Como reportan distintas casas encuestadoras, que el PRI haya dejado de ser el partido con más opiniones de rechazo es algo que nos debe poner a pensar. En el año 2000, el motor para que Vicente Fox llegara a Los Pinos fue ese hartazgo del ciudadano por la larga perma-
nencia del PRI en el poder. Nueve años más tarde, la mayor identificación partidista declarada en encuestas es para el tricolor. Es más, de enero de 2008 a enero de 2009, de acuerdo con Consulta Mitofsky, las opiniones positivas para el PRI se incrementaron 10 puntos porcentuales. Leer para creer. El PRD, por su parte, continúa con su estrategia harakiri –aunque en menor medida–, cosechando los resultados de un enfrentamiento prolongado por inspiración de su excandidato presidencial. Del resto de los partidos, ¿qué decir? Que el PT va con Convergencia en algunos estados y en Nuevo León con el PRI. Que Nueva Alianza no se decide con quién hará equipo en ciertas entidades, pero coquetea lo mismo con el PAN que con el PRI. Razones para no votar Todo lo anterior, considerado por el ciudadano, representa un conjunto válido de razones para no votar, o ¿cómo esperan que nos levantemos temprano el primer domingo de julio, si se la pasan peleando, destrozando al país y no haciendo algo por que mejore nuestra calidad de vida? En su encuesta de febrero de este año, Consulta Mitofsky reporta que dado el contexto que vivimos en el país –difusión masiva de spots, crecimiento de la violencia ligada al narcotráfico, el dólar rebasando la
barrera de los 15 pesos, disminución de remesas del extranjero–, “es natural iniciar el reporte presentando el poco interés por la actividad política que muestran hoy los mexicanos: sólo 9 de cada 100 dice estar muy interesado, proporción menor no sólo a la que encontramos hace tres años, sino también inferior a la que existía en 2003, previo a las anteriores elecciones intermedias legislativas”. Así, no es de extrañar que el porcentaje de abstencionismo esperado para 2009 ronde 40 o 50%. Además, el votante se desconcierta por la lluvia de mensajes relacionados con la votación. A los millones de spots que radio y televisión di-
fundirán hasta julio de este año, tenemos todas las noticias, entrevistas, declaraciones, discursos, pancartas, volantes, pasacalles, espectaculares, playeras, pulseras, posters, calcomanías, encendedores, plumas, videos, páginas de internet, correos electrónicos, mensajes a celulares y encuestas que enfrentaremos hasta que acabe esto, por ahí de octubre, cuando se desahoguen los recursos presentados ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
en esta edición, 5 de los principales encuestadores de nuestro país nos dieron su opinión sobre el panorama que ven en México en el marco de las elecciones 2009, opiniones que explican en parte porqué los resultados tan distintos en cada caso. Para ilustrar este punto, de acuerdo con lo recabado en el portal de internet Opina México (www.opinamexico.org), la distancia entre el primer lugar de preferencia y el segundo varía de 2 a 10 puntos porcentuales. Al final, los ciudadanos validarán el verdadero resultado, porque como los propios encuestadores afirman, se trata de fotografías de un momento, no de predicciones.
En el caso de las encuestas llama la atención, o –en algunos casos– a la desorientación, el hecho de que se presenten resultados tan disímbolos. Como podrá leer nuestro lector
Tabla comparativa sobre encuestas previas a la elección de julio de 2009 Encuestadora
Fecha levantamiento
GEA -ISA
06/mar/09 al 09/mar/09
27
39
28
41
11
15
Parametría
21/feb/09 al 7/mar/09
24
34
31
43
11
16
Consulta Mitofsky
20/feb/09 al 23/feb/09
25.5
33
34.4
44.6
12.7
16.5
Demotecnia
14/feb/09 al 17/feb/09
Periódico Reforma
13/feb/09 al 15/feb/09
Berumen y Asociados
30/ene/09 al 2/feb/09
25
Consulta Mitofsky
22/ene/09 al 26/ene/09
26
34
33
44
12
16
Ipsos-Bimsa
08/ene/09 al 11/ene/09
28
35
27
34
14
18
PRI
PAN
34 29
40
33 25
PRD
41 35
19
41 40
17 14
16 15
Significado de los colores % Votos Naturales: Las cifras muestran el cálculo bruto sobre el total de la muestra encuestada. % Votos Efectivos: Las cifras son el cálculo efectivo sobre el total de la muestra, pero eliminando al segmento que no tiene sún una intención definida. % Votantes probables: Las cifras corresponden al cálculo sobre votantes probables, es decir el segmento de la muestra que, a juicio del modelo de cálculo de la entidad encuestadora, es más probable que acuda a votar el día de la eleccción. Fuente: Opina México (AMAI).
29
Como se puede apreciar, los resultados varían de encuestadora a encuestadora. Qué tanta influencia tendrá este tipo de información en el votante, el tiempo lo dirá. Una pregunta relacionada con este tema es si la información que los medios presentan a diario –especialmente la ligada al narcotráfico o a la crisis económica– tendrá influencia en el elector para votar o no. A esto se suma la estrategia particular de cada partido, como es el caso del PAN respecto a la relación del PRI y el narco, situación que seguramente pondrá al tricolor contra la pared, en una difícil situación en la que tendrá que convencernos de su inocencia. Pero, si recordamos, como ahora el voto de rechazo para el PRI ha disminuido, será interesante conocer el resultado de las acusaciones, medidas –por supuesto– a través de encuestas, en un entorno en el que los medios de comunicación difunden diariamente noticias acerca de la violencia ligada con el narcotráfico. Y, siguiendo con esta trama, cómo afectará la imagen del PAN la respuesta que, seguramente, dará el PRI, para ofrecer un nuevo enfrentamiento que los medios se encargarán –vía la típica táctica de amarrar navajas– en un verdadero espectáculo.
30
Todo un círculo vicioso en vivo y a todo color.
Alguien se ha robado mi voto En resumen, teorías y encuestas aparte, tal parece que el mexicano está cansado de las elecciones y de muchas cosas que huelan a política. Motivos para lo anterior, sobran, particularmente si como ciudadanos tenemos que padecer las precampañas, las campañas y las poscampañas, es decir, las protestas por lo que los perdedores consideren irregularidades o burdos robos de votos, con plantones, mítines y mensajes condenatorios incluidos. Esto nos lleva a plantear la necesidad de una nueva encuesta para conocer si al mexicano le gusta que haya elecciones cada tres años, con los actuales métodos para elegir candidatos. Quizá las encuestado-
ras, patrocinadas por los partidos, deban ofrecer un buen elenco de posibles candidatos (cantantes, actrices, deportistas, por ejemplo) para que los institutos políticos postulen a los de mayor preferencia. Esto ahorraría, sin duda, dinero a los contribuyentes, pues los tiempos de campaña se acortarían y los partidos irían a la segura. La otra vía es fortalecer a nuestras instituciones, que los partidos sean escuelas de ciudadanía y que el ciudadano comprenda que a cada derecho corresponde una obligación, tanto del pueblo como de sus gobernantes, aunque este camino sea, como citara Manuel Gómez Morin, brega de eternidad.
El reduccionismo que se impone Andrés Ponce de León Rosas
La intentona de ese breve opúsculo de apenas 40 hojas, Ciencia y humanismo,1 es aventurar una respuesta al viejo problema de la especialización en las ciencias. A lo largo de ese tratado de epistemología se va consolidando la postura que sostiene que sólo la re-unificación de todos los saberes y disciplinas “contribuye al esfuerzo humano por comprender la situación del hombre”. La visión cientificista del autor puede reinterpretarse a la luz de un pensamiento integral que conciba otras formas del conocer, i.e. experiencia y religión.2 Así, los siguientes párrafos se sostendrán sobre la base ideológica derivada de esa reinterpretación integral, a través de la cual se establece que al verdadero conocimiento de las cosas del hombre se llega evitando las reducciones. En el debate reciente sobre la conveniencia de imponer un epíteto como el de fallido al Estado mexicano, se han impuesto los esquemas 1 2
Schrödinger, Erwin, Ciencia y humanismo, TusQuets, México, 1998. Religión en el sentido de Carlyle, como aquello que el hombre cree verdadero.
reduccionistas que poco ayudan a develar la verdadera naturaleza fenomenológica de México. En particular, se erigen dos parcialidades que de entrada presento como lastres del diagnóstico integral. En razón de lo anterior, me he impuesto la tarea de promover un debate holista en torno a lo fallido del Estado fallido. La estructura del artículo respeta las formas clásicas de la exposición. Una primera sección presenta introductoriamente el contexto del debate de lo fallido en México. La segunda sección presenta datos relevantes del Índice de Estados Fallidos realizado por la Fundación para la Paz (FfP). En este apartado me limito a presentar los datos sin hacer consideraciones sobre ellos. En la sección 3, que conforma el propio cuerpo de la nota, expongo, a la luz del uso de los datos, las consecuencias del imperio de las reducciones en un debate que aspire a coronarse en solución integral. Al final, concluyo en una cuarta sección. 31
I. La aparición del último número de la revista Forbes en 2008, junto con el ‘análisis militar’ del United States Joint Force Command (USJFC) entregado al presidente Obama, donde se establece que México, junto con Paquistán, son un riesgo latente de seguridad, levantaron un revuelo de opiniones y declaraciones en México. El sobresalto en todos los actores políticos del Estado mexicano fue provocado mayormente por los calificativos expresados en las diferentes publicaciones, so pretexto del nivel de crimen organizado que prevalece en el país, donde se dibuja a México como un estado propenso en grado preocupante a la ingobernabilidad y al fracaso como Estado (Estado fallido). Este es un recuento de la genealogía de esta moda conceptual e ideológica sobre el estado fallido, y desde aquí quiero comenzar. II. El Índice de Estados Fallidos (Failed State Index) que presenta desde hace cuatro años el Fondo para la Paz 3 (Fund for Peace), es hoy la tribuna desde la que, criterios subjetivos en mano, se califican y descalifican países en cuanto a sus formas de gobierno y en razón de sus problemas nacionales. El índice en cuestión se construye sobre un principio filosófico controvertido: se niega la infalibilidad de cualquier estado-nación.4 Dicho de otra manera, todos los estados son fallidos en mayor o menor medida. Congruentes con su diplomático postulado, definen cuatro categorías exhaustivas: 1) Estados fallidos alarmantes (Alert Failed States), 2) Estados fallidos preocupantes (Warning Failed States), 3) Estados fallidos moderados (Moderate Failed States) y 4) Estados fallidos sostenibles (Sustainable Failed States). México, desde 2005, es un Estado fallido preocupante.
su vez, en tres rubros generales: sociales, económicos y políticos. En el Cuadro 1 se detalla el acomodo de los indicadores según la naturaleza de sus variables. Cuadro 15 Indicadores Sociales
(I-1) Presiones demográficas (I-2) Segregación interna (I-3) Violencia interna entre comunidades (I-4) Emigración crónica y sostenida
Indicadores Políticos
(I-5) Inequidades económicas y de oportunidad (I-6) Deterioro de la economía
(I-7) Criminalización y deslegitimación del poder (I-8) Deterioro de los servicios públicos (I-9) Deterioro del Estado de derecho y violaciones a los derechos humanos (I-10) Aparato de seguridad como Estado dentro del Estado (I-11) Surgimiento de elites (I-12) Intervención de actores políticos externos
Por el número de indicadores, es notorio el peso relativo del rubro de lo político en la explicación de la calificación total obtenida. Este desequilibrio en la agrupación de los criterios hace del problema de estado fallido un problema mayoritariamente político. Sin olvidar el hecho de que todos los indicadores, políticos o no, tienen un significado importante para la seguridad y la soberanía del estado, propongo el siguiente desmenuce de los indicadores del tercer rubro como un intento de aislar el efecto que tiene en el calificativo de Fallido Preocupante, lo que hoy se postula como causa última de las fallas del estado mexicano, esto es, la seguridad nacional. Véase el Cuadro 2. Cuadro 2 Indicadores Sociales
Siguiendo su propuesta, la colocación de tal o cual país en los distintos matices de lo fallido, se hace a través de una evaluación construida sobre la base de doce indicadores, agrupados a ONG especializada en estudios estratégicos sobre seguridad nacional. 4 La controversia a la que me refiero se aborda más adelante.
Indicadores Económicos
Indicadores Económicos
Indicadores Políticos Indicadores de Seguridad
Indicadores de Soberanía
I-1
I-5
I-7
I-11
I-2
I-6
I-8
I-12
I-3
I-9
I-4
I-10
3
32
Para ver a detalle lo que significa cada indicador visite: http://www.fundforpeace.org/ web/index.php?option=com_content&task=view&id=99&Itemid=140
5
En la Gráfica 1 se ha colocado la suma de las calificaciones según los distintos rubros, incluido el desglose propuesto, como porcentajes del total de la calificación. Aun cuando la dirección del intercambio de opiniones se ha centrado y concentrado en el tema de seguridad, los datos muestran que ha disminuido el peso de los problemas de seguridad en la calificación total. Los problemas de seguridad pasaron de representar 34% de la calificación en 2005 a explicarla en 31% en 2008. Gráfica 1
En un ejercicio comparativo, queda claro que son los problemas de inequidad económica y de oportunidades (medidos principalmente a través del quinto indicador (I-5)) los que aquejan a nuestras sociedades latinoamericanas. En la Gráfica 2 se presentan las calificaciones que los doce indicadores mexicanos del FfP recibieron en 2005 y 2008.6 Nótese el pobre desempeño de nuestro país en materia de reducción de desigualdades. Siendo el I-5 el segundo indicador peor calificado en 2005, hoy es el peor. Gráfica 2
México 2005
México Indicadores Sociales
10
Indicadores Económicos
8
Indicadores de Seguridad Indicadores de Soberanía
6
4
México 2006 2
Indicadores Sociales
0
Indicadores Económicos Indicadores de Seguridad Indicadores de Soberanía
Como porcentaje de la calificación total 2007
Gráfica 3 6
Indicadores Sociales Indicadores Económicos Indicadores de Seguridad Indicadores de Soberanía
Argentina
5 4 3 2
Como porcentaje de la calificación total 2008
1 0
Indicadores Sociales Indicadores Económicos Indicadores de Seguridad Indicadores de Soberanía 6
Datos: FfP, elaboración del autor.
Se omitieron los años 2006 y 2007, por razones de simplicidad.
33
Chile
Brasil
Venezuela
Datos: FfP, elaboración del autor.
34
Acompañando a México en el diagnóstico, países como Argentina, Brasil, Chile o Venezuela, preservan el estereotipo del país latinoamericano, cuyo problema principal son las inequidades económicas. Como el diagnóstico, el desempeño también es compartido, en los casos de Chile y Argentina incluso ha habido un deterioro de su calificación en ese rubro. La dinámica de las calificaciones en los cuatro años también arroja resultados interesantes. En el Cuadro 3 se presentan las calificaciones que ha otorgado el FfP a los doce indicadores mexicanos, a lo largo de la historia de su ejercicio clasificador. Es motivo de gran curiosidad el hecho de que las únicas tres variables que vieron incrementada su calificación negativa (I-6, I-10, I-12) lo hicieran tan desproporcionadamente en relación a la reducción del resto de los indicadores.
Cuadro 3 México Año
I-1
I-2
I-3
I-4
I-5
I-6
I-7
I-8
I-9
I-10
I-11
I-12
2005
7.1
5
6.8
9.2
8.9
2
7.7
7.9
7.3
2.3
8.4
2
2006
7.2
4.3
6.1
7
8.3
6.3
5.9
6
5.1
6
4.7
6.2
2007
6.9
4
6.1
7
8.4
6.2
6.1
5.7
5.1
6.1
4.8
6.2
2008
7
4
5.8
7
8.4
6
6.1
5.7
5.1
5.8
4.8
6.5
∆ (%)
-1
-20
-15
-24
-6
200
-21
-28
-30
152
-43
225
Hasta aquí, como se anticipó en la presentación del documento, los datos han desempeñado una función ornamental. La siguiente sección los harán hablar. III. El concepto mismo es el primer indicio de reduccionismo. Las discusiones conceptuales en torno a la interpretación de las cosas no son cosa menor, la clarificación conceptual es necesaria para poder construir, en el sentido de Wittgenstein, proposiciones significativas y representaciones posibles del mundo. La voz ‘fallido’ y el ímpetu por aplicarla a todos los estados del mundo, hacen del FfP y de su matiz de niveles (alarmante, preocupante,…), calificadores que desde las herramientas de su juicio preservan las formas del catastrofismo. Germán Martínez7 y Luis Rubio,8 en sendos artículos de opinión, aproximan una clarificación al concepto ‘fallido’. Primero, se dice que es una reformulación del desechado concepto ‘crisis de Estado’, que en palabras del presidente del Acción Nacional sólo sirve a los poderes fácticos que no quieren vivir en el imperio de la ley. Rubio reconoce el origen no académico del término y cita a Jorge Castañeda, quien señala que de adoptarse como verdadero (el diagnóstico y el término) se pueden enfrentar consecuencias graves y pagaderas por todos. Dicho de otra manera, el origen, uso y naturaleza del adjetivo, hacen de su aplicación más que un simple diagnóstico equivocado, el inicio de sucesos agravantes de la situación mexicana: deterioro de las relaciones internacionales, reserva 7 8
Martínez, Germán, “EstadoFallido”, Periódico El Universal, 3 de febrero de 2009. Luis Rubio, “¿Estado Fallido?”, Reforma, 18 de enero de 2009
en las inversiones hacia México son sólo dos ejemplos. Otra vertiente de opiniones, de las que difiero significativamente, sostiene que la calificación de fallido puede ser una profecía autocumplida.9 En relación con esto tengo que decir que no son las siete letras de fallido las que hacen inadecuada su aplicación ni su origen; ni mucho menos su falta de ‘consenso académico’. La inaplicabilidad del adjetivo está dada por el hecho mismo de que, en tanto que juicio de valor arbitrario, no tiene cabida en el concierto de las opiniones formadas a las que debe aspirar el ágora nacional. Por esto, la autovalidación de un concepto que de origen no aspira a la objetividad es imposible. Dado que los indicadores de seguridad (categoría propuesta en este documento) han pasado de representar 34% de la calificación obtenida por México en 2005 a sólo 31% en 2008, no parece lógico que el debate de lo fallido pretenda sostenerse sobre las variables específicas que se vinculan al combate directo del presidente Calderón. El análisis de México en específico, y en el contexto latinoamericano, dejan ver que son las variables económicas y sociales las más alarmantes según el citado documento del FfP. No obstante, poco se ha sopesado el hecho histórico de que los países latinoamericanos vienen de administraciones políticas no democráticas, que hoy siguen pagando los rezagos que las crisis económicas de los años 70, 80 y 90 dejaron en estos países, empezando por instituciones vulnerables al tráfago del mundo. Hace tiempo que se incubó nuestro problema de seguridad. Otra forma de la reducción que se impone en Léase como ejemplo: Camacho, Manuel, “Estado Fallido: ¡NO!”, Periódico El Universal, 2 de febrero de 2009.
9
35
el espacio público, es igualar, en falsa ecuación, Estado mexicano con gobierno federal. Esta tendencia de hablar de estado cuando se habla de gobierno trasciende las violaciones a la elementalidad de la teoría de estado; está arraigada en lo profundo de la conciencia colectiva. Lo que se reduce con este error común, dada la historia del colectivo mexicano, no es precisamente el concepto de Estado sino la corresponsabilidad en la construcción de ese “futuro que no acaba de nacer”. En la sección dedicada a la presentación de los datos encontramos como un tercer resultado que han sido los indicadores I-6, I-10 e I-12 los que mayor deterioro han sufrido en estos cuatro años de Índice de Estados Fallidos. Revisando detenidamente las definiciones de esos indicadores, y en el espíritu de hallar nuestro papel en la misión histórica del Estado mexicano, debemos reconocernos en cada uno de ellos. Cuadro 4
I-6
• Patrón de progresiva caída del ingreso nacional per cápita, deuda, incremento en las tasas de mortalidad infantil, incremento en los niveles de pobreza • Súbita caída de los precios de bienes primarios, deterioro de los ingresos por el comercio internacional, caída de la inversión extranjera • Crecimiento de la economía informal • Crecimiento de la corrupción y transacciones ilícitas en la población en general • Incapacidad del gobierno para pagar a sus trabajadores
Datos: FfP, elaboración del autor
Asumámonos, a través de un ejercicio introductorio, como causas del problema. Tomando como partida el indicador I-6 (Cuadro 4), compuesto por cinco elementos; los referentes a la economía informal y a la corrupción e incremento de transacciones ilícitas en la población general tienen un grado elevado de corresponsabili36
dad de nosotros los ciudadanos. Si consideramos la relativa estabilidad de los niveles de vida de la población, la reducción constante de la pobreza durante los últimos diez años, la estabilidad del tipo de cambio y la sobrada capacidad del gobierno para pagar a sus empleados tenemos que los dos factores mencionados al inicio de este párrafo pueden explicar buena parte del incremento de 200%. IV. De cuando en cuando salen conceptos como el de Estado fallido, y aunque poco sirven para estudiar realidades, sí regalan una nueva oportunidad de emprender un ejercicio de autoexploración, de conocimiento de nosotros mismos; como dice Denisse Dresser, de mirarnos al espejo. Yo propongo llevar al extremo ese mirarnos al espejo, y revisar qué responsabilidad tenemos como individuos libres, miembros imprescindibles del Estado mexicano. Como responsables de su falibilidad es tarea de todos conseguir su infalibilidad, o según los criterios del FfP, la sustentabilidad de su falibilidad. Si el debate nacional se funda en reducir la realidad a conceptos inadecuados, y la propuesta de autocrítica es revisar qué hace el gobierno en materia de combate al narcotráfico, poco vamos a avanzar, o siguiendo con lo mismo, los logros serán reducidos. Alguna propuesta de principio sociológico sostenía que el ciudadano mexicano no cree en el gobierno pero todo lo espera de él. Este fenómeno, de ser cierto, puede ser el resultado del arraigo que tiene en la sicología colectiva la historia mexicana de gobiernos paternalistas. Incluso puede ser el resultado de las formas de organización social que anteceden al Estado mexicano. Cualquiera que sea el caso, no tenemos pretexto para preservarlo. La libertad de la que gozamos hoy es suficiente para participar activamente en la búsqueda de la que nos hiciese falta. Si todos miramos ese espejo con la honestidad de asumirnos actores activos del Estado mexicano, podremos disfrutar un día la tranquilidad del estadio de paz verdadera.
De la argumentación a la apropiación: La retórica del populismo contemporáneo Alfredo Ruiz Islas
El ser humano es, por definición, retórico; sin embargo, el término retórica no debe ser asociado, como por lo general ocurre, con aquellas enunciaciones huecas o carentes de sentido, emitidas con el solo fin de brindar una mayor amplitud a la argumentación, aturdir al auditorio, o cubrir el tiempo asignado a una perorata determinada mediante la profusión de sinsentidos. Por el contrario, en su vertiente más simple, la retórica debe entenderse como el conjunto de reglas encaminadas a brindar orden, eficacia y dirección a los elementos que integran un discurso, de modo tal que éste logre el convencimiento de quien lo escucha o, en su caso, permita imponer las razones propias sobre las de un eventual contrincante. El empleo de distintos instrumentos y habilidades persuasivas es común a los grupos humanos, independientemente del tiempo y el espacio en que se ubiquen, dado que el sujeto no puede evadir la negociación con el vecino en cualquier medio social, y requiere un número amplio de tácticas de probada efectividad para lograr el convencimiento de sus semejantes, ya sea en beneficio propio o de la comunidad entera.1 No obstante poseer tales cualidades genéricas, lo cierto es que las figuras y técnicas retóricas de uso más difundido serían aquéllas codificadas por los griegos del periodo clásico –siglos V y IV antes de nuestra era–, las cuales han subsistido hasta la actualidad dada su apropiación y posterior difusión por parte de distintos pensadores latinos, entre los que sobresalen Marco Tulio Cicerón, e incorporarse más tarde los cánones retóricos a las pautas argumentativas cristianas. A este respecto, cfr. Antonio López Eire, Sobre el carácter retórico del lenguaje y de cómo los antiguos griegos lo descubrieron. México, Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de Investigaciones Filológicas, Centro de Poética, Centro de Estudios Clásicos, 2005, pp. 7 – 17 (Bitácora de retórica, 21).
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Las formas discursivas emanadas de la modernidad racionalista surgida en los siglos XVIII y XIX tendieron a descalificar el empleo de las herramientas persuasivas en su búsqueda de la verdad unívoca, al considerar que la retórica transformaba la realidad y propendía al engaño, lo cual condujo al paulatino repudio de los estudios retóricos y al cese de su utilización en tanto corpus normativo de los argumentos vertidos en distintos campos. Como es de suponerse, el abandono de la retórica por parte de los círculos académicos no se tradujo en un rechazo generalizado de cualquier instrumento lingüístico tendiente a lograr el convencimiento del otro, al ser la retórica popular un producto socialmente constituido y validado, cuyo empleo se rige por normas autónomas que, si bien pueden examinarse a la luz de los preceptos tradicionales, tiende a sustraerse de las lindes canónicas dado que su circulación depende por entero de la efectividad que, en la práctica, posean los elementos puestos en juego. Por ende, la vigencia de la retórica como marco generativo de los discursos encaminados a la persuasión reside, no tanto en el uso consciente y organizado de los elementos señalados en los manuales especializados en la materia, sino en la permanencia de distintas formas y giros del lenguaje o, si se prefiere, en la enunciación espontánea de los referidos elementos y su tramado de forma tal que el razonamiento consiguiente posea la solidez necesaria para sobre-
ponerse a las objeciones que salgan a su paso. La retórica ha encontrado en la política el campo idóneo para probar y desarrollar buena parte de sus utensilios dado que el medio, a pesar de contener un sinnúmero de dinámicas inerciales, también posee características de suma volatilidad, máxime en los últimos tiempos, probablemente a lo largo de las últimas seis décadas, a raíz del espectacular avance de las telecomunicaciones. Lo anterior ha determinado que la propia política pueda asumirse bajo carices de muy distinto signo, ya sea como el proceso encaminado a lograr el desarrollo armónico de la comunidad mediante la negociación entre grupos poseedores de opiniones dispares sobre la conducción del conglomerado y sus metas; como el conjunto de artes por las cuales se norman la circulación, interiorización y circulación de los discursos dirigidos al mantenimiento estructural de las relaciones de poder;2 o, desde una matriz culturalista, como los significados que el sujeto particular asigna al poder, la autoridad, el bien común y el buen gobierno.3 No obstante, más allá de la definición que se adopte como base de estudio, e incluso sin consideSobre la segunda definición del término política aquí incluido, cfr. Michel Foucault, Defender la sociedad. Curso del Collège de France (1975 – 1976). Traducción de Horacio Pons. 2ª reimpresión, Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica de Argentina, 2001, pp. 26 – 29, 53 (Sección de obras de Sociología). 3 Vid. Serge Berstein, “La cultura política”, en Jean – Pierre Rioux y Jean – François Sirinelli (directores), Para una historia cultural. México, Editorial Taurus, 1999, pp. 390 – 396 (Colección Pensamiento). 2
rarse en un principio si el análisis se realizará desde las instancias detentadoras del poder, o a partir de las conductas que se generen a partir de su ejercicio, conviene enfatizar que la práctica política en sí, como condición sine qua non para alcanzar sus objetivos, requiere que el discurso sea susceptible de apropiarse por los sujetos pensados a priori como destinatarios del mismo, de forma que la posición mantenida por el yo enunciador, individual o colectivo, cree un efecto de lectura capaz de hacerle parecer una creación grupal, en cuyo interior se reflejen las aspiraciones comunes a un número amplio de sujetos. Pensar a la práctica política en tanto ejercicio persuasivo lleva aparejada la ventaja de incorporar una variable de capital importancia en un contexto, el contemporáneo, donde el razonamiento ha asumido con naturalidad los postulados de la posmodernidad y, por tanto, propende a centrarse en lo particular y lo heterogéneo antes que en la generalidad artificialmente construida; tal variable es la voluntad del sujeto o, dicho de mejor modo, las voluntades disímbolas que se integran en un todo social y que, dependiendo de sus intereses, perspectivas, y configuraciones del entorno, darán validez o no al discurso, lo apropiarán, subvertirán y circularán. Con ello, resulta asimismo factible dejar de lado a la manipulación en tanto categoría analítica, dado que la misma comporta una anulación del sujeto y
brinda al discurso cualidades operativas de las cuales carece a menos, claro está, que encuentre una superficie subjetiva a la cual adherirse.
mostrar, de modo por demás sucinto, las nociones centrales de la retórica, a fin de que el estudio expuesto a continuación cobre sentido.
La voluntad popular, considerada como origen y destino de los actos del poder, es común a cualquier formulación política; sin embargo, la exacerbación de lo antedicho, la carencia de una base firme que sustente la preeminencia de lo popular devenido abstracción, la movilización de las multitudes a partir de discursos poseedores de connotaciones mesiánicas o misoneístas, y la aparente remisión del ejercicio público a los dictados de una masa construida por vía también discursiva, son la tónica prevaleciente en las prácticas de corte populista. De manera especial, la efectividad del juego delineado por la política populista entre misoneísmo y mesianismo necesita de la retórica a fin de trazar un esquema válido de apropiación, donde pasado, presente y futuro se conjuguen adecuadamente para asegurar así la movilización de los discursos y su transformación en acciones concretas, de suerte que el paciente de la enunciación se convierta en agente y, más importante aún, se asuma no como depositario de un conjunto determinado de expectativas, sino como origen y asiento de las mismas. Examinar los mecanismos retóricos que guían la construcción de las formulaciones respectivas son la materia central del presente escrito, no sin antes
La retórica clásica Según los historiadores de la retórica, el arte de la persuasión habría nacido en la Grecia clásica, a mediados del siglo V antes de nuestra era, como medio para argumentar eficazmente en las disputas que, con cierta frecuencia, aparecían a propósito de la posesión de determinados suelos de labranza.4 El alto grado de azar inicialmente involucrado en la exposición de las apelaciones, cuyo éxito dependía de la habilidad del reclamante y de la forma en que se expusiera el reclamo, condujo al paulatino establecimiento de una normatividad precisa sobre las fórmulas que debería seguir quien aspirara a prevalecer sobre un oponente dado; la difusión del canon resultante devendría en la institucionalización de la retórica, su posicionamiento como objeto de estudio, y su asunción a la categoría de elemento primordial en la confección de distintos tipos de discursos. De entre los múltiples autores que coinciden en este punto, de connotaciones míticas innegables, vale citar a James J. Murphy, “Orígenes y primer desarrollo de la retórica”, en Sinopsis histórica de la retórica clásica. Traducción de A. R. Bocanegra. Madrid, Editorial Gredos, 1989, pp. 23 – 26 (Biblioteca Universitaria Gredos. Serie Manuales, 22); Roland Barthes, “La retórica antigua. Prontuario”, en La aventura semiológica. Traducción de Ramón Alcalde. 2ª edición, Barcelona, Ediciones Paidós Ibérica, 1993, pp. 89 – 90 (Colección Paidós Comunicación); Bulmaro Reyes Coria, Límites de la retórica clásica. 2ª edición, México, Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de Investigaciones Filológicas, Centro de Estudios Clásicos, 2004, pp. 37 – 38 (Serie Didáctica, 16). Por su parte, López Eire, en op. cit., pp. 70 – 72, se inclina por situar el origen de la retórica en las prácticas médicas, en las que la palabra adquiere características salutíferas una vez que el paciente ha interiorizado los contenidos del mensaje.
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De manera general, la puesta en funcionamiento de la retórica contemplaba tres porciones bien delimitadas, a las cuales puede añadirse una cuarta, según se verá a continuación. Como primer punto, la retórica partía de la inventio, es decir, la investigación de los elementos que intervendrían en la discusión y su adecuación a los objetivos de ésta; tales elementos se dividían en pruebas artificiales y no artificiales, siendo las primeras aquéllas cuya enunciación dependía del manejo que el orador diera a su argumentación, mientras que las segundas eran los testimonios, documentos y demás escritos contenidos en archivos. En segundo lugar se consideraba la elocutio, concerniente al modo en que el discurso sería pronunciado con base en la ponderación de los términos a emplear y la entonación que se les daría; cabe anotar que es en este momento cuando entraba en escena la porción supletoria a que se ha hecho referencia, la dispositio, encargada de organizar los elementos del discurso a fin de lograr el efecto deseado entre el auditorio. Por último, el rhétor debía poner especial atención a la actio, es decir, al cúmulo de gestos, ademanes, gesticulaciones y movimientos de tipo cuasi escénico con los que redondearía la presentación de su causa.5 Más allá de posibilitar el prePara un estudio detallado de los componentes retóricos mencionados, vid. Marco Tulio Cicerón, De la partición oratoria. Estudio introductorio y traducción de Bulmaro Reyes Coria. 2ª edición, México, Universidad Nacional Autónoma de México, Coordinación de Humanidades, Instituto de Investigaciones Filológicas, Centro de Estudios Clásicos, 2000 (Bibliotheca scriptorum graecorum et romanorum mexicana).
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dominio de los argumentos propios sobre los de un eventual oponente, el empleo de la retórica debía perseguir simultáneamente tres fines básicos, representados por los términos latinos docere (enseñar), delectare (deleitar) y movere (emocionar), donde la enseñanza se refiere a la exhibición de preceptos morales que den pie a una mejoría en la vida del receptor, el deleite apela a la construcción armónica y estética del discurso, y la emoción surja de las profundidades anímicas del auditorio gracias a las capacidades psicagógicas del lenguaje, es decir, a su capacidad para arrastrar la psique del otro por el sendero que al orador conviniera. La suma de las porciones y las metas del discurso retórico llevó a que las artes persuasivas abandonan en sus argumentaciones la reproducción de la verdad tal cual ésta habría acontecido, dada la posibilidad de que la simple relación de los acontecimientos no permitiera elaborar alocuciones tan bellas como eficaces y, en cambio, se inclinaron por la conversión de lo verídico en enunciaciones verosímiles, es decir, parecidas a la verdad, susceptibles de tomarse como tal debido a que el hecho convertido poseía altas dosis de probabilidad de haber ocurrido tal y como lo presentaba el orador, y no como en efecto se habría desarrollado.6 Como resulta evidente, el
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6 Sobre este particular, es de resaltarse la crítica que, por boca de Sócrates, emite Platón a los sofistas, maestros en el empleo de la retórica, al considerar que la preferencia de lo verosímil por sobre lo verdadero tendía a eliminar a la virtud como meta de la enseñanza. Vid. Platón, “Fedro”, en Diálogos 2. Introducción de C. M. B. 29ª edición, México, Editorial Porrúa, 2005, pp. 280 – 281 (Colección “Sepan cuantos…”, 13B); asimismo, vid. “El sofista”, en ibidem, p. 401.
empleo de la retórica involucraba la realización de un hábil juego entre dos categorías opuestas: doxa (opinión) y episteme (conocimiento) que, a su vez, dependían por entero de las convenciones sociales que giraran sobre ambas materias. Así, el gran truco, por decirlo de algún modo, del orador, consistía en dar a lo que podría ser mera opinión un cariz aceptable para la generalidad, de modo tal que se el conocimiento resultara cuestionado, fuera plausible subvertirlo de distintas formas, e incluso sustituirlo por un saber nuevo, construido merced al consenso comunitario. Tal es, justamente, la razón que ha permitido a la retórica permanecer vigente hasta nuestros días, e incluso desarrollarse sin necesidad de apelar constantemente a sus bases canónicas, sino mediante el simple uso de herramientas específicas cuyo examen compete al siguiente apartado, en el que se observará su empleo dentro del discurso populista. Para evitar un exceso argumentativo que podría inducir fácilmente a la confusión, se ha optado por mostrar una serie de ejemplos y, a partir de ellos, evidenciar los elementos persuasivos incluidos en cada caso. El populismo y la retórica El 29 de agosto de 2004, el entonces jefe de gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador, reunió a una considerable multitud en el Zócalo de la Ciudad de México para protestar contra el proce-
so de desafuero que, por desacato y violación a la ley de amparo, se libraba en su contra. Los medios empleados para lograr el espectacular lleno de la plaza son de sobra conocidos: al lado de quienes, indudablemente, hacían acto de presencia movidos por sus convicciones políticas, se encontraban innumerables beneficiarios de los programas sociales del gobierno capitalino, individuos que, ante el temor de verse borrados de los respectivos padrones, acuden a la cita para brindar el apoyo requerido. Sin embargo, lo que desde cierto ángulo podría verse como un ejercicio coactivo del poder, o involucrar la emisión de amenazas desde la autoridad hacia los ciudadanos, para los fines de este estudio comporta un manejo retórico evidente. Así, el gobierno de la ciudad, mano a mano con el partido del cual ha surgido, se encargan de insertar un tropo 7 en la convocatoria a la manifestación y asocian la figura del personaje concreto sujeto a proceso con el aparato gubernativo en general, de modo que la ruina de uno significará el desastre colectivo al accederse a un estado de parálisis administrativa que tendrá, como lógica Los tropos implican la mutación del significado poseído por una palabra y la asignación de otro que funcione de mejor manera a la argumentación. Los más comunes son la metáfora, o traslación del sentido de las palabras a otro de tipo figurado (ríos de sangre corrieron por los campos), la metonimia, en la que el efecto puede designar a la causa o viceversa (aparecía Selene en el horizonte), y la sinécdoque, en la cual se asocia el significado de una parte al todo, o en sentido contrario (el pobre carece de techo y pan). Para una definición a cabalidad de los distintos tropos, vid. Marco Fabio Quintiliano, Institución oratoria. Prólogo de Roberto Heredia Correa, traducción de Ignacio Rodríguez y Pedro Sandier. México, Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, 1999, pp. 374 – 386 (Colección Cien obras imprescindibles para el mejor conocimiento de la cultura universal).
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consecuencia, el cese de los apoyos públicos a la población. Por tanto, la asistencia al mitin deviene, no un acto forzado, sino un intercambio consensuado de beneficios. Durante el acto previo al discurso de López Obrador, la cantante Eugenia León tuvo a su cargo interpretar el tema titulado “La paloma”, donde de forma clara aparecen algunas herramientas retóricas sobre las cuales vale la pena llamar la atención. La primera de ellas es el exemplum, definido como aquel argumento que, sin pertenecer a la causa en sí, se inserta en el discurso con el fin de atraer la atención del auditorio, ilustrar la materia concreta que al momento se aborda y, plausiblemente, generar una comparación entre el hecho presente y alguno ocurrido en el pasado al cual se dota de cualidades excepcionales, mismas que se intentan reflejar en aquello que se defiende, o a lo que se ataca. En este caso, el tema de “La paloma” se divide en dos partes: una, donde se narra la lucha emprendida por las armas republicanas en contra del Imperio de Maximiliano y sus secuaces del bando conservador, y otra, en la que se menciona la invasión de que el país es objeto actualmente por parte del neoliberalismo, relacionado con el imperialismo estadounidense, y sus secuaces que, desde el interior mismo del país, se convierten en cómplices del saqueo. A fin de poseer los elementos necesarios para tornar comprensible
el análisis que será efectuado, permítase insertar, de forma íntegra, la letra de la composición referida: El año sesenta y cuatro, ¡válgame Dios!, estábamos en la guerra de Intervención. La danza de la paloma hacía furor en medio de los desastres de la nación. Maximiliano con todos sus traidores, se creían invencibles los invasores. El presidente Juárez y sus patriotas no se desanimaban con las derrotas.
Se vino el invasor por toda la nación ¡Ay!, destruyendo nuestros hogares sin tener compasión. El año noventa y cuatro así pasó estábamos en la lucha de sucesión. La danza de las monedas hacía furor a los dioses de la guerra y la corrupción. Si a tu frontera llega una paloma cuida que no sea buitre lo que se asoma. Cuánta falta nos hace Benito Juárez para desplumar aves neoliberales. No te quiebres país, aquí está mi canción que un águila y una serpiente
defienden la nación. ¡Ay¡ palomita de ayer y hoy contra el racismo y la intervención vuela paloma a las fronteras quita una estrella a su bandera que no queremos imperialismos estamos hartos de su cinismo que nuestros aires son soberanos Somos chinacos y mexicanos.
A simple vista, la composición carece de ilación entre sus partes; de hecho, el salto que efectúa entre 1864 y 1994 parece en extremo arriesgado, más aún al observar que no existe, aparentemente, ningún elemento que permita asociar los momentos enunciados. Sin embargo, al examinar la letra con detenimiento, es notorio que el tercer párrafo de la canción, justamente el más corto de los que la integran, deja abierta la puerta para que el auditorio comprenda que lo escuchado hasta el momento es el exemplum, es decir, el espacio paradigmático al cual se remitirán las frases subsiguientes y con las cuales deberán establecer conexión, no merced a sus contenidos explícitos, sino subyacentes, y en cuya decodificación intervendrá el conocimiento de que pueda echar mano el mismo destinatario. De esta manera, la oración “se vino el invasor por toda la nación” queda abierta a la interpretación del receptor, quien puede asumir que se habla aún de los franceses decimonónicos o, por el contrario, dado el contexto en que escucha la canción, encontrar connotacio-
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nes con un presente donde también, bajo cierto enfoque, puede percibir la existencia de una invasión extranjera al territorio nacional. Para cerrar este apartado, no sobra decir que, en la conformación del ejemplo, tiene lugar el empleo de una herramienta más, el par de opuestos, en el que se magnifican las particularidades de sus integrantes para que, al mismo tiempo, resalten la maldad que reviste a uno de ellos, y la bondad que envuelve al otro. Dado el contexto en que se sitúa la parte inicial de la canción, resulta lógico que el bien sea personificado por Benito Juárez y el grupo liberal, mientras que el mal es representado por Maximiliano, las armas extranjeras, y los conservadores mexicanos. Tras ser enunciado el exemplum, y como medio para dotarlo de fuerza expresiva, la canción hace uso de la amplificatio, que no es sino la magnificación de un hecho concreto para lograr su realce en medio del discurso, perceptible en el siguiente párrafo: En el año noventa y cuatro así pasó, estábamos en la lucha de sucesión. La danza de las monedas hacía furor a los dioses de la guerra y la corrupción.
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Obvio es, para comenzar, el empleo nuevamente del tropo, en este caso la metonimia, sumada a la amplificatio, a través
de las cuales se equipara la contienda política de 1994 con una guerra de modo que, por si aún quedaba alguna duda, sea comprensible el paralelismo existente entre el pasado y el presente, donde sólo los números involucrados han cambiado –1864 por 1994, años elegidos a propósito dada su notorio parecido–, en tanto que la organización de los acontecimientos, es decir, su conversión retórica, les otorgan un carácter inmutable y permiten a la historia repetirse. Las expresiones “¡ay!, palomita de ayer y hoy”, “que no queremos imperialismos”, y “somos chinacos y mexicanos” muestran con nitidez el punto que aquí se expone, en el que la circularidad de los hechos y los vacíos de significación dejados intencionalmente en su enunciación facultan la rápida apropiación del exemplum y su adaptación a un número amplio de condiciones. El exemplum aparece nuevamente en el párrafo que versa “cuánta falta nos hace Benito Juárez, para desplumar aves neoliberales”. Aun sin ser el elemento conclusivo de la can-
ción es el que mayor fuerza expresiva posee de toda la letra. Desde el inicio de su gestión como gobernante del Distrito Federal, López Obrador se empeñó en traer a la memoria de los sujetos la imagen de Benito Juárez como su modelo a seguir; un Juárez que, desde su punto de vista, posee todas las características de un líder carismático y populista, dedicado a lograr el progreso de la nación a partir de su comunión íntima con el pueblo, por quien y para quien actúa con un sentido de la responsabilidad imbuido no desde el yo, sino desde la necesidad del otro. Juárez, en este sentido, complace al pueblo sin albergar duda alguna, deja que sea éste el que dé significado al bien común, y conduce la política en función del otro. El por qué de la alusión a Juárez posee, hoy en día, una mayor transparencia de la que podía ser percibida cinco años atrás, dado el uso intensivo que, con el paso del tiempo, le ha dado López Obrador en sus discursos, los símbolos juaristas utilizados durante su ceremonia de “toma de posesión”,
e incluso por la gran cantidad de veces en que sus retratos son situados uno al lado del otro. No obstante, en tiempos previos a tal abuso iconográfico y discursivo, “La paloma” utiliza una nueva herramienta persuasiva para cerrar la brecha del entendimiento y lograr que cualquiera se percatara de que ese nuevo Benito Juárez a que se refiere no es otro sino el jefe de gobierno en vías de ser desaforado: el lugar común. De forma habitual, se entiende al lugar común como la enunciación que, a propósito de un tópico en concreto, es pronunciada sólo porque la ocasión lo amerita pero que, en el fondo, no aporta elementos nuevos a la discusión; sin embargo, en el ámbito retórico, el lugar común es aquella expresión breve que juega con el saber del auditorio y potencia la libre asociación de conceptos, una simple frase o una idea suelta que puede ser de inmediato dotada de un sentido amplio. En el caso que de momento se aborda, el lugar común lo constituye Benito Juárez, no en tanto un sujeto particular sino en tanto noción portadora de los significados que la historia de bronce le ha atribuido. Así, Juárez es símbolo de patriotismo, entrega, sacrificio, lucha contra la injusticia, renovación nacional, combate al conservadurismo y respeto a la voluntad popular; todos ellos, elementos que López Obrador busca le sean atribuidos por los sujetos que han acudido a su llamado, asumiendo una actitud idéntica a
la de aquellos patriotas que, en el campo y las ciudades, habrían peleado contra el invasor francés en el siglo XIX por la libertad de México y la defensa de su personificación cabal: el presidente Juárez. La obligación de los instrumentos persuasivos es no dejar huecos por los que la causa pueda escaparse; en consecuencia, la sola mención del lugar común no basta, y requiere ser reforzada con lo que se tenga a mano. Por ello, para evitar que el mensaje se pierda en medio de un ambiente poco propicio para su recta difusión, al momento de interpretar la frase que ahora se analiza, el video muestra cómo, con un ademán firme y no exento de devoción, Eugenia León pone en funcionamiento la actio y señala a López Obrador, con lo que el círculo de los significados se cierra de forma magistral y prepara el ambiente para la alocución de quien, en los escasos cuatro minutos transcurridos mientras se interpretó el tema, ha dejado de ser un político popular y ha asumido las características de un nuevo mesías, en quien el pasado se recrea y el futuro se condensa, mientras que su auditorio ha sufrido asimismo una notoria transfiguración pues, de ser simple espectador de un mitin político, se convierte en emisario de buenas nuevas, guardián de la república, y defensor de la legalidad instantáneamente construida.
De ahí en adelante, los llamados que efectúe López Obrador, ya sea como jefe de gobierno, como candidato presidencial, o en su nueva faceta de detentador de un poder invisible, en los cuales tenderá a promover la subversión del orden legal bajo el peso de la masa, serán acogidos con una mezcla de conveniencia y fervor patrio, según le dicte a cada sujeto su percepción; a su vez, López Obrador aportará los instrumentos que tenga a bien mediante la combinación de prácticas populistas, como serían las cuantiosas entregas de dinero a distintos sectores de la población, con la emisión de discursos en los que sus seguidores forman parte del reino de los justos, los rectos, los honestos, quienes pelean a brazo partido contra los corruptos, los desleales, los apátridas, en un juego de blanco y negro donde los matices sobran. En tanto, la enunciación de las acciones futuras será formulada invariablemente a partir del nosotros y, aun cuando la mayoría carezca de posibilidades para incidir en su conformación, propenderá a la apropiación y circulación de lo dicho al considerarse participante activo en la toma de decisiones. Decisiones que, no está de más reiterarlo, provienen de un estadio superior de la existencia, aquél donde se forma un bien común prístino, intachable, heredero de las luchas nacionales por la soberanía, el estado de derecho y, sobre todo, la democracia efectiva.
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Razones económicas que hacen atractivo votar por el PAN Paulina Lomelí G.
La mercadotecnia usada hoy en día por los medios de comunicación en tiempos electorales es un arma muy poderosa para penetrar en la conciencia ciudadana, pero no siempre es veraz, aún cuando tenga tintes de justicia social. Es por ello que resulta tan importante explicar, de forma clara, por qué el PAN es la opción en estas elecciones intermedias de 2009. Si bien es cierto que las promesas falsas pueden ser atractivas, en el fondo, los mexicanos están cansados de esta estrategia y en vez de ello, demandan información y un compromiso real por parte de quienes van a representarlos.
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Es bien sabido que el tema económico es prioritario al momento de decidir en la urnas por quién se va a votar. Variables como la percepción sobre la situación del empleo, la inflación, el tipo de cambio, el presupuesto para infraestructura, los programas sociales (de educación, salud, nutrición, vivienda, campo, etcétera) y las expectativas que se tengan sobre la economía, serán las que determinen en manos de quién
estará la siguiente legislatura y hacia dónde irá el país. La última encuesta del Grupo Reforma posiciona al PRI como la primera fuerza política (por la intención de voto) en las próximas elecciones y el PAN está en segundo lugar; este dato se confirma en el reporte dado por ISA y GEA, a pesar de que muestra que las brechas entre PAN y PRI se van cerrando. La siguiente tabla resume los resultados del reporte: La razón principal por la que el PAN va en Intención de voto para elegir diputados federales (en la fecha señalada)
60 50 40 30 20 10 0
PAN
PRI
PRD
Otros
segundo lugar es la desinformación sobre lo que está ocurriendo en el mundo y el nivel de respuesta del gobierno federal. Se necesita mucha sensibilidad política para llamar la atención de una ciudadanía que amenaza con abstenerse de votar; ¿por qué? por el descrédito deliberadamente impuesto a la actual administración, al responsabilizarla de una crisis originada en el extranjero, en vez de reconocer la gran diferencia de condiciones actuales bajo las que se está enfrentando la crisis financiera mundial, respecto a las condiciones vividas |durante la administración de 1994-2000. Nadie niega los efectos de la crisis financiera mundial, pero México hoy es diferente. Prueba de ello es leer las opiniones de personas que fueron protagonistas en la administración pública en el período de crisis de 19941995. Esa crisis sí fue gestada en el interior del país y dejó muchas lecciones que obligaron a sanear sus finanzas y a tener una mayor disciplina en el otorgamiento de créditos. El costo de dicha crisis ha significado una carga intergeneracional muy fuerte. Pero tal parece que esto ya
quedó en el olvido. Ahora, en esta crisis financiera que tuvo su origen en Estados Unidos, México cuenta con un nivel de reservas internacionales superior a los 80 mil millones de dólares, un nivel de inflación menor a la del resto de los países de América Latina y el gobierno federal ha podido instrumentar una serie de medidas contracíclicas necesarias para atenuar los efectos y para reactivar el mercado interno. Se debe de hacer saber a los mexicanos, que el haber contado con finanzas públicas sanas hizo posible realizar políticas contracíclicas, evitando caer en un déficit público inmanejable. Más aún, cuando se sabe que el déficit en que ha incurrido Estados Unidos (equivalente al 8 por ciento de su PIB) traerá nuevas presiones mundiales y que por lo tanto, se debe estar preparado para no crear nuevos desequilibrios que hagan a México más vulnerable. Sin duda, hay consecuencias evidentes como la disminución de las exportaciones, de las remesas, el turismo, la inversión extranjera directa y una menor disponibilidad de crédito en los mercados internacionales.
Diferencias en las condiciones económicas de México entre la crisis de 1994 y la actual: Crisis 1994-1995
Crisis actual
Crisis generada en el interior
Crisis generada en el exterior
Alto nivel de deuda pública indexada a dólares (30 mil millones de dólares en TESOBONOS)
Ya no existen
Otorgamiento de crédito con una regulación deficiente.
Otorgamiento de crédito con un mejor monitoreo
Tasas de interés real de 7%
Tasa de interés real 2%
Fuerte aumento en el déficit cuenta corriente en balanza de pagos por la gran disponibilidad de crédito (cercano al 10% del PIB)
Déficit en cuenta corriente (2% del PIB)
Deuda externa (cercana el 45% del PIB)
Deuda externa (equivalente al 15% del PIB)
Tipo de cambio semifijo: Devaluación del 100 % de 1994 a 1995
Tipo de cambio flexible: Depreciación del 45 % entre 2008 y 2009
Nivel de reservas (6 mil millones de dólares)
Nivel de reservas de 83 mil millones de dólares
Variación del PIB (-6.2%)
-1.16% e/
Inflación (en 1994 fue de 7.05% y en 1995 del 51.97 %)
Inflación (en 2008 fue de 6.3% y 2009 de 6.2% )
Finanzas deficitarias (5 por ciento del PIB)
Finanzas en equilibrio (hasta antes de la crisis)
e/ estimado por la SHCP. Fuente: Banco de México y datos dados por exfuncionarios públicos, en la revista Este País de febrero de 2009.
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Nivel de respuesta de gobierno frente a los efectos de las crisis 1994-1995
2008-2009
Sin margen de maniobra
Con amplio margen de maniobra
Decisión de devaluar
Intervención sólo para frenar la especulación (medida legítima por parte de Banxico)
Políticas fiscal restrictiva por no tener margen de maniobra.
Política fiscal contracíclica.
Línea de crédito de Estados Unidos e instituciones financieras internacionales (50 mil millones de dólares) y la creación del Fobaproa (333 mil 600 millones de pesos).
Sistema financiero relativamente sano.
Caída del poder adquisitivo de moneda de un 30%
Programas sociales para apoyar a la economía familiar y un mayor margen de acción tanto en la política fiscal como en la monetaria para cuidar el poder adquisitivo.
Fuente: Banxico y Smith, John. Exitoso de la noche a la mañana. 1998
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La respuesta del Banco de México, la Secretaría de Hacienda y la Presidencia de la República frente a la actual crisis ha ayudado a aminorar los efectos esperados y en materia de empleo falta mucho por hacer y ésta es la principal demanda de los mexicanos. Es por ello que se debe de hacer una ardua tarea de información y de acciones comprometidas con la generación
de empleos dignos. La diferencia entre tener un país democrático y uno autoritario marca un incentivo contundente para hacer las cosas mejor, es por ello que dar un paso atrás, para regresar a las prácticas viciadas resulta absurdo. El que las encuestas de intención de voto en 2009 apunten en esa dirección no sólo es una advertencia, sino una alarma para actuar.
Reflexiones sobre la crisis, desde la crisis
Javier Brown César
Quiero ser osado una vez más. Diré para abrir boca que el problema de la crisis mundial no tiene su causa en un determinado modelo económico, al que algunos erróneamente llaman liberal, sino en un problema cultural. En lo que respecta al modelo económico, en el fondo no atino a discernir con claridad qué tipo de engendro es la economía norteamericana. Para el observador incauto Estados Unidos da la apariencia de promover libertades pero la vida ahí es paradójica. Sus ideólogos promueven el libre comercio, pero son proteccionistas por conveniencia;
hablan acerca de la libertad, pero son restrictivos ad hoc; hablan del bienestar ilimitado del que gozan, pero en sus historias de éxito también se encuentran profundos malestares, dolencias, psicopatías y adicciones; presumen del lujo en el que viven, pero no pueden impedir que al mundo lleguen las imágenes que dan cuenta de la situación paupérrima en que se vive en los círculos de miseria que hay en sus urbes. Si convencionalmente definimos a un estilo de vida como una determinada forma de ser y hacer, la base sobre la que descansa será sin duda una 47
matriz cultural, entendida como un conjunto articulado de valores, principios e ideales en torno a los cuales se concibe lo que significa crecer o más precisamente, ser cada día mejores de acuerdo a un criterio rector. El modo americano de vida y el sueño americano han sido, durante el siglo XX, ejes indudables en torno a los cuales Estados Unidos se ha vendido al resto del mundo, como el modelo ideal de sociedad. Este protagonismo preponderantemente mediático, junto con su notable éxito económico y el romanticismo que a cada momento revive a los padres fundadores, ha estado en la base de la legitimación moral que cada gobierno se auto-tribuye para invadir comercialmente con basura inútil y nociva, para propagar la cultura de la muerte mediante ataques despiadados a sus reales o ficticios enemigos y para promover una cultura que tiene mucho de banal y ofensivo. El éxito comercial y el gobierno democrático, que son dos pilares del modo de vida norteamericano contrastan abiertamente con la auténtica raíz de su cultura, que se basa en un crecimiento desordenado en el que predominan el despilfarro, el arribismo y el oportunismo. La extraordinaria infraestructura que crean disfraza principios, valores y esperanzas deficientes. 48
A todos nos han tratado de convencer que se puede ser millonario sin esfuerzo y sin estudio, que algún día se puede dejar de trabajar, que es fácil amasar una fortuna en segundos y que sólo con la fuerza del pensamiento uno puede atraer prosperidad económica. La tragedia que ocultan estas convicciones se refleja en millones de seres humanos infelices, que tienen dinero en abundancia pero que lo desperdician en cosas banales, que han basado su éxito en la apariencia, el consumismo y la juventud permanente, idiota e insulsa, que tienen mucho tiempo de ocio pero lo despilfarran en idioteces mayúsculas. Resulta ofensivo que gracias a un estilo de vida aberrante, un actor o un deportista gane más dinero que un buen escritor o un gran filósofo, que lo más atractivo para la gente sea lo fácil y ostentoso, que en lugar de exaltar las grandes obras y edificar una nueva cultura, se venda chatarra inútil destinada a llenar las urbes de desperdicios improcesables. Muchos de nosotros somos co-responsables del éxito de un estilo de vida aberrante, basado en una matriz cultural errónea que sólo lleva a la autodestrucción y a la barbarie disfrazada de civilización; todos hemos consumido su basura y hemos contribuido al éxito de tanta estupidez. Desde luego que hay cosas buenas, como dirían trivialmente quienes aman la vida
light, pero lo bueno es enemigo de lo mejor. La realidad de nuestro vecino del norte es un reflejo fiel de la tragicomedia humana. El ser humano, ese pequeño y frágil engendro de la creación, que como plaga o virus incontenible, destruye su entorno y a sus semejantes, ha sido capaz, a lo largo de su muy corta historia, de las mayores hazañas y de las más viles acciones. En Estados Unidos y no sólo ahí, sino en muchas de las llamadas naciones desarrolladas encontramos estos terribles y flagelantes contrastes, estas enormes aberraciones, estos monstruos de humanidad que todos los días creen vivir en plenitud, cuando su estilo de vida sólo es un reflejo de una miseria interna que no son capaces de atender, de un yo vacío y anhelante que se ignora a sí mismo, de un ego ontológicamente frágil y carente. La crisis que ahora vivimos es para mi gusto el resultado de una cultura perversa que muchos han denunciado y que tiene, como la hidra, múltiples cabezas que crecen cuando se cortan: corrupción, mezquindad, superficialidad, atrocidad, crímenes de lesa humanidad, banalidad, estupidez ilimitada y bobería comercializada. En congruencia con mi argumento de que la crisis mundial es ante todo cultural, sostengo que la solución no radi-
ca en rescatar empresas que se han dedicado a especular, que nos ofrecen servicios deplorables y bienes basura, que depredan la naturaleza, lucran con la miseria y el dolor humano, y son ajenas e indiferentes al sufrimiento que ellas mismas crean todos los días. Considero que es un incentivo perverso darle dinero al ladrón en bancarrota esperando que con ello se haga honesto, porque una vez saliendo de la crisis volverá a su viejo estilo de vida rapaz y artero, que es el único que conoce. Quisiera, pensando en la utopía, que mi automóvil tuviera una vida útil de 50 años y un diseño que lo hiciera atractivo toda mi vida, que los jabones, lociones y cremas no acabaran con mi piel, que las soluciones a algunos de mis males fueran definitivos como lo sería una vacuna contra las caries, que
los automóviles eléctricos proliferaran, que en lugar de acabar con las especies animales y usar a la naturaleza de forma perversa y destructiva, la hiciéramos más bella, mas bondadosa y más unitaria, llevando los trascendentales del ser a toda creación humana. Desearía que en las noticias deportivas, una amplia sección se dedicara al ajedrez, que se promovieran las bellas artes y la literatura sin que el estado tenga que subsidiarlos y sin que una horda de gentes vulgares y superficiales paguen costosas entradas para simular que comprenden aquello que no están habituadas a valorar. El pragmatismo norteamericano es sin duda valioso, las aportaciones de Peirce y James son indudables, tal como lo han hecho notar algunos
grandes pensadores, pero si este legado es interpretado en clave burda y vulgar, deviene aberración ideológica. Hay un pragmatismo moderado, pero también un pragmatismo elegante, guiado por principios y valores que hay que rescatar y enaltecer y que está peleado con el éxito fácil y rápido. He testificado la llegada de un estilo de vida inhumano que predican algunos jóvenes supuestamente bien educados a los que les falta el sentido del valor de las personas y que apuestan por llegar de manera rápida y fácil a lo que consideran que es exitoso; ellos, en el fondo, están vacíos de sí mismos, lo que los hace incapaces de convivir con su yo más íntimo y al paso del tiempo, obtienen lo que querían pero son profundamente infelices y luego se preguntan por qué. En el siglo XX, los superhéroes, versión light y muy mermada de los viejos dioses del Olimpo, sin sexo, sin pecado y sin aficiones exóticas y eróticas, aparecieron para salvar al pueblo norteamericano de sus viejos fantasmas, para liberarlos de sus angustias, para hacer que la justicia regresara a las calles; pero, como esos héroes no existen, como los “superhombres” y “supermujeres” norteamericanos se dedican a limpiar sus culpas en caridad barata o ampliamente lucrativa y mediática, no se ve claro qué pueda salvar a nuestro dolido y enfermo vecino del norte de su propia hecatombe cultural… al menos, no por el momento.
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Voto 2009 Un reto para todos Jaime Aviña Zepeda
El proceso electoral de 2009 abarca diversos puestos de elección popular entre los que destacan, como muy importantes, la renovación de la Cámara de Diputados, la renovación de la Asamblea de Representantes del DF, las 16 jefaturas delegacionales y muchas presidencias municipales además de 6 gubernaturas. Para el partido en el poder, las condiciones no pueden ser más adversas: la crisis económica mundial, el desempleo, la falta de oportunidades y la creciente inseguridad no presagian un buen resultado para el gobierno del presidente Felipe Calderón. Por otro lado, los cambios en el gabinete son señales alarmantes de ineficiencia de algunos funcionarios de alto nivel que no parecen dar el ancho en el desempeño de su encomienda, propiciando especulaciones y dando lugar a confusión en el ámbito de lo público con gran impacto en la iniciativa privada, que no ve claro el panorama. Tradicionalmente el partido en el poder disminuía su fuerza en las elecciones intermedias, sobre todo a partir de los gobiernos de Miguel de la Madrid, Salinas y, sobre todo, Ernesto Zedillo, 50
cuando por primera vez el gobierno perdió la mayoría en la Cámara de Diputados y pasó a depender de la habilidad de sus dirigentes para negociar los cambios legislativos, de esta etapa data el rechazo al impuesto al valor agregado y el primer intento de reforma energética, que no pasaron debido a la resistencia del PRD y el PAN, con consecuencias que hoy están pagando el PAN, en la dificultad para todas las grandes reformas que siendo necesarias se han visto limitadas en la negociación dejando mucho que desear en la realidad. En 2003, el presidente Fox y el PAN, al grito de “Quítale el freno al cambio”, intentaron obtener la mayoría legislativa para operar los cambios, el resultado es bien conocido: disminuyó el número de diputados del PAN de 206 a 148,1 impidiendo continuar la agenda legislativa de cambios y reformas tan necesarias para México, difiriéndolas para el actual gobierno, que tampoco ha podido completarlas, por lo que las elecciones intermedias representan el mayor reto para el proceso legislativo inconcluso, con reformas impositivas incompletas, reforma energética insuficiente, reforma laboral estancada y reforma educativa inoperante en los hechos.
toral que el IFE reconoce en mayo de 2008 y que hace mención al número de 7 millones 332 mil 81 ciudadanos empadronados en el DF. Lo interesante es destacar que 53% son mujeres y 47% son hombres. Esto se refleja en la población nacional y debe hacernos pensar en que los votantes mayoritariamente son del sexo femenino, destacando que 6 puntos porcentuales son un elemento que no deben olvidar partidos y candidatos. También hace hincapié en lo señalado anteriormente respecto a los cambios en las elecciones intermedias y las variables que se presentan sin el factor presidencial en juego. Por otro lado, una reciente encuesta de María de las Heras3 señala que por primera vez en 9 años el PRI supera al PAN por más de 5 puntos porcentuales y que si las elecciones fueran hoy el PRI obtendría 40% de los votos frente a sólo 34% del PAN, y un lejano 19% del PRD. Lo que deja claro que el PRI, tiene bien puesta la mira en 2012 y el regreso a la Presidencia de la República, especialmente si como también se prevé en la encuesta, el abstencionismo rebase 60% del padrón electoral.
Queda por enfrentar la transparencia en diversas instancias, especialmente sindicales, donde la corrupción y ostentosa vida de los dirigentes es criticada por los medios y opiniones publicadas, pero no por la mayoría de los trabajadores sindicalizados, que amordazados por el miedo a sus líderes sólo esporádicamente hacen patente su descontento ante el manejo irresponsable y la falta de rendición de cuentas de sus líderes.
No podemos dejar de lado el hecho de que un alto porcentaje de jóvenes entre 18 y 28 años no conocieron los gobiernos del PRI, y están siendo bombardeados por una propaganda que hace recaer en la falta de oficio gubernamental, las culpas de todo tipo, crisis, inseguridad, desempleo, falta de oportunidades y desastre educativo, ignorando que esta es la siembra de 70 años de PRI, y la cosecha le esta tocando al gobierno panista.
Por otro lado, el investigador Carlos Lugo –quien fuera asesor del presidente del PAN, Pablo Emilio Madero–, señala en su monografía sobre las elecciones algunos datos importantes que destacar.2
También debemos considerar que el impacto del PRD. En el gobierno del DF, desde el triunfo de Cuauhtémoc Cárdenas en 1997, se ha producido un espacio mediático permanentemente contestatario contra al gobierno federal, primero de Ernesto Zedillo del 97 a 2000, y después con AMLO de 2000 a 2006, cuando a pesar de los escándalos de Rosario Robles y René Bejarano
En primer lugar, la referencia al padrón elec1 2
Memoria de la LIX Legislatura. Cámara de diputados. Lugo Chávez Carlos. Monografías.2009.
3
Encuesta electoral María de las Heras. Marzo 3 2009.
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(el señor de las Ligas), el clientelismo puesto en marcha por Manuel Camacho Solís, y su discípulo, Marcelo Ebrard, durante el gobierno del PRI en el DF, y posteriormente incorporado al PRD, a través del gobierno de Cuauhtémoc Cárdenas, marcó la cohabitación con el gobierno federal de Zedillo que no se modificó con Fox ni con el presidente Calderón. Pero si el DF es la muestra del establecimiento de un enclave de resistencia y confrontación de un grupo importante del PRD con el gobierno federal, en provincia, principalmente en los estados gobernados por el PRI, la resistencia es igualmente feroz y el PRI se apresta a hacer valer su prevalencia y supervivencia política, con el ánimo de restaurar el antiguo régimen que no ha terminado de salir del imaginario colectivo, y mucho menos de las ventanillas de trámites del gobierno, a través del sindicato de trabajadores al servicio del estado, que en el DF agrupa más de 800,000 burócratas. Uno de los sectores más importantes para el PRI en su momento y ahora para el PRD dentro de su “electorado” ha sido el sector burocrático. Se calcula que en el DF hay unos 800 mil burócratas federales (sindicalizados en activo) y unos 150 mil jubilados. La mayor parte en su momento del PRI y ahora del PRD. El PAN y otros partidos prácticamente son imperceptibles en este sector, con excepción de los trabajadores de confianza (burócratas federales) que no llegan ni al 5% del monto antes señalado. Adicionalmente el gobierno del DF tiene en su nómina 200 mil trabajadores (burócratas), de ellos 115 mil son sindicalizados (poco más de la mitad del PRD) y 85 mil de confianza (la mayoría proclive al PRD).4 Por otro lado, la crisis del PRD en la lucha por el poder que derivó en la descalificación mutua entre Alejandro Encinas y Jesús Ortega, debilitó notablemente al partido, y es por ello que la oportunidad de sus opositores se presenta para el proceso electoral de 2009 en condiciones difícil52
4
Lugo Chávez. OP. CIT.
mente repetibles, la salida del PT, Convergencia y otras fuerzas dan amplias posibilidades, especialmente para el PRI, cuya capacidad de recuperación se explica por la conversión de cada gubernatura en su poder, en un reducto del viejo régimen y fortaleza inexpugnable para los cambios democráticos por la cultura subyacente de cacicazgo y corporativismo, que puede fácilmente verse en Coahuila, Sonora, o Tamaulipas, sin dejar de mencionar Oaxaca, Puebla y Veracruz, donde Ulises Ruiz, el “gober precioso”, y sobre todos ellos Fidel Herrera, mantienen un control férreo sobre los actores políticos, incluida la oposición en estos casos de corte perredista o panista, que sobreviven difícilmente a las mil formas de amenaza, compra o represión. Al PAN no le es fácil sacar ventaja alguna de esta situación, pues no ha podido vencer la imagen de partido de cuadros, elitista o confesional, que le endilgaron los regímenes del PRI en el pasado, sin poder identificarse plenamente como un partido de centro, democrático y con propuestas sociales de primer mundo, viables y útiles para la nación mexicana. En la perspectiva nacional es posible que el PAN siga teniendo su mayor votación en los estados del norte y en el bajío, con baja votación hacia el sur y oriente, pero vale la pena revisar lo que pasa en el DF y la votación para el PRD, partido gobernante desde 1997, lo que refiere el IFE debe hacer pensar a la oposición la forma de aprovechar la crisis perredista, porque las cifras son contundentes, el PRD casi ha duplicado su cosecha de votos como puede verse en la estadística siguiente:
Votos para el PRD en el DF AÑO
Diputado local
Diputado federal
Jefe de Gobierno
Presidente
2000
1,334,540
1,315,932
1,506,324
1,146,131
2003
1,270,988
1,259,021
2006
2,381,078
2,468,718
2,213,969
2,813,112
Fuente: Instituto Electoral del Distrito Federal.
Destaca en estas cifras la duplicación del voto en lo que se refiere a diputados locales y federales, y el aumento de más del doble en la presidencial de 2006 respecto a la del año 2000. Las tendencias son suficientes para desanimar a la oposición en el DF, pero como señala Héctor Aguilar Camín,5 en Historia ¿Para qué?, pueden barajarse infinitas respuestas: “Historia para atender las urgencias y preguntas del presente, para afianzar o inventar una identidad y reconquistar continuamente la certeza de un sentido colectivo o personal; historia para dirimir las legitimidades del poder, para imponer o negar la versión de los vencedores, para rescatar o rectificar la de los vencidos. O para ejemplo de la vida, para el repertorio infinito de la acción”. Lo que coincide con Acción Nacional, pero también puede ser contemplación paralítica y demorada, curiosidad o goce de la imaginación que desperdicia la acción en recordar simplemente.
losofía del derecho nos enseña que el bien común es el fin propio del Estado, y por eso mismo de la autoridad y de la política; y que el bien común comprende no sólo aquellos valores colectivos ya realizados y de que disfruta el pueblo, sino también aquellas condiciones sociales que permiten realizar, conservar y acrecentar esos valores colectivos”. Para finalizar debemos comentar que el compromiso del ciudadano es con la nación a la que pertenece, en primer lugar, y sólo con el partido en segundo lugar, no podemos caer en la visión marxista de que lo que es bueno para el partido comunista es bueno para la nación, por el contrario, sólo lo que es bueno para la nación es favorable para cualquier partido.
Para Arnaldo Córdova,6 “la historia es ante todo memoria del pasado en el presente. Es una reacción colectiva, incluso cuando se la convierte en ciencia es decir, en explicación, en respuesta a los porqués del presente y en afirmación demostrable o sujeta a comprobación”.
Don Rafael Preciado lo dice de la siguiente forma:8 “Para nosotros el deber político es un deber moral, y el deber moral no es una fórmula vacía, sino llena de sentido humano, encendida y palpitante de amor. En el deber religioso, palpita el amor de la criatura hacia el Creador, hacia el padre de la humanidad; en los deberes familiares, el amor a nuestros padre, a nuestra esposa, a nuestros hijos, a nuestros hermanos; en los deberes de justicia y amistad, el amor al prójimo y al amigo; y en el deber político, el amor a nuestra ciudad y a nuestra Patria”.
Podemos disentir de esta perspectiva materialista de la historia, pero no cabe duda que conocer cómo ha votado el mexicano, es obligación de todo político y memoria histórica de los partidos, en su brega diaria para conquistar el poder y ponerlo al servicio del Bien Común, pues como señalara don Rafael Preciado Hernández,7 “La fi-
Como podemos ver, el compromiso para el proceso electoral, sigue siendo mover las almas hacia la solución de los problemas históricos de México, a través del voto razonado y conciente y la acción permanente en el ejercicio del gobierno orientada hacia el bien común. Ese es el reto 2009.
Aguilar Camín Héctor. Historia ¿para qué? Página 147 Siglo XXI editores 14 edición 1993. 6 Córdova Arnaldo op. Cit. Página 131. 7 Preciado Hernández Rafael. Ideas Fuerza. 2008 primera edición fundación Rafael preciado página 22. 5
8
Op. Cit. Pág. 32.
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La industria cleantech:
Una oportunidad para emprendedores Rafael Carmona
Introducción El hombre desde hace cientos de años ha utilizado la energía del viento, sol, agua y de la biomasa como un medio para sobrevivir. Sin embargo, con el descubrimiento de los combustibles fósiles como el carbón, petróleo y gas, el desarrollo de la industria energética se ha enfocado en la explotación de estos combustibles, dejando en un segundo plano el uso de las otras fuentes de energía.
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La crisis de los precios del petróleo de los años 70, despertó el interés de varios países en desarrollar tecnologías para explotar las fuentes de energía renovables como la solar, eólica, geotermia, biocombustibles, etcétera. No obstante, diversos factores como la falta
de apoyos económicos y de políticas públicas, el reestablecimiento de los precios bajos del petróleo y el desconocimiento de los efectos adversos del uso de los combustibles fósiles evitaron que estas nuevas tecnologías se difundieran masivamente en ese entonces, dejando a los combustibles fósiles como la principal fuente de energía. La tecnificación de la sociedad actual ha generado una dependencia casi total en los combustibles fósiles para transporte y generación de electricidad, la cual es indispensable para actividades como telecomunicaciones, cómputo, iluminación, transporte, salud, etc. Esto, junto con el crecimiento económico global, ha generado un incre-
mento constante en el consumo de combustibles fósiles. El problema del cambio climático es evidente y una de sus principales causas es la emisión de gases de efecto invernadero (GEI), generados por el uso de combustibles fósiles. Los gobiernos en casi todo el mundo se han dado cuenta de los impactos que está generando el cambio climático. Esta preocupación ha llevado a que se tomen medidas serias para tratar de revertir y mitigar sus efectos, generando flujos de inversión muy importantes para la innovación tecnológica. El Protocolo de Kioto representa el primer esfuerzo global para reducir las emisiones de
GEI, actualmente las negociaciones para las reunión en Copenhague están enfocadas en la participación de Estados Unidos y de países como China, India y Brasil, que tienen un gran potencial de emisiones de GEI. Los esfuerzos por reducir los niveles de emisiones de GEI, así como la urgencia de muchos países por obtener su independencia energética, han sido los principales motores para incentivar el desarrollo tecnológico, la inversión y la implementación de políticas públicas que promuevan la implementación de estas nuevas tecnologías. Economía y medio ambiente En septiembre de 2008 el mundo fue testigo del inicio de una de las peores crisis financieras de la historia. El sistema financiero mundial fue golpeado por la crisis del sector inmobiliario, que aparentemente era un evento que no tendría repercusiones serias, pero terminó afectando a todos los sectores de la economía, incluyendo a las industrias de servicios y ventas minoristas, construcción, manufactura, tecnología de la información, y quizá la más popular, la industria automotriz. El efecto fue devastador a nivel mundial, llevando a países enteros al borde de la quiebra. Sin embargo, la crisis presentó una oportunidad para que los líderes del mundo se reunieran y presentaran una
solución a la crisis en conjunto. En Estados Unidos, el presidente Barack Obama inició su mandato definiendo una agenda no sólo para su país sino para el mundo entero, con base en las dos premisas que lo llevaron a la presidencia: la economía y el medio ambiente.
el crecimiento económico y el desarrollo social. La dependencia en combustibles fósiles para el transporte, la generación de energía y los procesos industriales ocasiona que la importación de petróleo se convierta en un asunto de seguridad nacional.
Las acciones de Obama fueron replicadas por líderes políticos y económicos en Europa, Asia y América Latina. Los programas de rescate fueron implementados con el objetivo de restaurar el orden social y financiero en un mundo al borde del caos. Al mismo tiempo, líderes latinoamericanos como el presidente de Brasil Luiz Inacio Lula da Silva, el presidente de México Felipe Calderón y Michelle Bachelet, presidenta de Chile, iniciaron la implementación de sus propios paquetes de rescate, también enfocados en la economía y el medio ambiente.
Los mandatos gubernamentales, corporativos y sociales invitan a los ciudadanos a tomar acciones socialmente responsables con el ambiente. Sin embargo, esto no es suficiente para resolver la crisis financiera ni para mitigar los efectos del cambio climático. Se vuelve indispensable relacionar el problema con una solución que ayude a resolver ambos problemas y generen un crecimiento económico y un desarrollo social.
Salvando al medio ambiente y a la economía La relación entre el medio ambiente y la economía no es sencilla. Cuando hablamos del medio ambiente en este contexto, nos referimos a la manera en que se genera, transforma y usa la energía y el impacto que esto causa al ambiente y en especial al cambio climático. El cambio climático está ligado directamente al uso de combustibles fósiles para la generación, transformación y uso de energía, necesaria para
El estado de California, una de las 10 economías más grandes del mundo, en 2006 sentó un precedente al firmar la Ley para el Calentamiento Global en California, también conocida como AB32, en donde se fijan objetivos muy agresivos para la reducción de gases de efecto invernadero (GEI) y generación de energía por medio de fuentes renovables. Silicon Valley: transformando la economía mundial El Silicon Valley en California, uno de los centros de desarrollo tecnológico más importantes del mundo, aceptó el reto impuesto por la nueva ley y generó una industria que ayudaría
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a cumplir estas metas. El resultado fue la creación de la industria cleantech. Con la finalidad de cumplir con la nueva legislación estatal, tecnólogos, inversionistas y legisladores unieron esfuerzos para el desarrollo de propiedad intelectual, la cual actualmente está valuada en miles de millones de dólares. Esto propició que en los últimos 10 años se hayan realizado proyectos a gran escala y de largo plazo
enfocados en la generación, transformación y uso eficiente de energía.
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El Silicon Valley lleva años transformado la economía mundial. Un buen ejemplo es Apple, que con el iPod y iTunes revolucionó la industria de la música y logró dirigir buena parte de la economía de esta industria hacia California (en 2005 Apple se convirtió en el líder mundial de dispositivos portátiles de música y en 2006
iTunes oficialmente se convirtió en la tienda de música mas grande del mundo). Un caso similar es Google, que tomó a la industria de la publicidad por sorpresa con servicios, productos y un modelos de negocios muy innovadores, atrayendo grandes flujos de capital a Mountain View, California. Google logró convertirse en el start up más exitoso en la historia de Silicon Valley. Empresas como Ebay, Amazon, Skype y Netflix han logrado éxitos
visión innovadora para revolucionar el mundo de la energía.
similares; igual que Apple y Google, trasladaron la economía de industrias muy importantes a California.
prendedor de los empresarios de esta región.
La manera en la que reaccionó el Silicon Valley a la ley AB32 es muy similar a la forma en la que Apple o Google reaccionaron ante la oportunidad de penetrar y eventualmente dominar diferentes industrias. Los emprendedores de Silicon Valley se han enfocado ahora al sector energético, utilizando su
Liderados por el Silicon Valley Leadership Group (SVLG) y el Silicon Valley Joint Venture (SVJV), la industria cleantech ya está dando frutos, convirtiendo a Silicon Valley en un Green Valley. Los estrictos estándares que impuso la ley AB32 fueron el catalizador para crear una nueva industria, que surgió gracias a la innovación, la inversión y el espíritu em-
En febrero de 2009, el SVJV lanzó la iniciativa “Greenprint for Silicon Valley,” creada para ayudar a reactivar la economía al promover la expansión y la inversión en la industria cleantech y la creación de miles de “empleos verdes”. A través de esta iniciativa, las empresas que forman parte del SVJV, junto con el gobierno y la academia, unieron esfuerzos no
sólo para reactivar la economía, sino también para conseguir con el sector energético lo que Apple y Google lograron con la industria de la música y de la publicidad: darle un giro a la economía del sector energético para dirigirla a California. Inversión en cleantech En el 2008, según un reporte del Cleantech Group, la inversión en empresas de cleantech (en activos) alcanzó un máximo histórico de $8,000 millo-
nes de dólares. La firma de inteligencia de mercado Clean Edge estima que la inversión en todo el sector cleantech durante 2008 fue de $155,400 millones de dólares, incluyendo capital de riesgo, financiamiento de proyectos, mercados públicos, e investigación y desarrollo. A principios de 2009, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, firmó el paquete de rescate económico que
incluye $54,000 millones de dólares para acelerar el desarrollo e implementación de energías renovables, así como para fortalecer la red eléctrica para poder introducir tecnologías para crear redes inteligentes y fomentar el uso eficiente de energía. Las nuevas políticas de Obama en energía y medio ambiente definen parámetros similares a los de la ley AB32, esperando replicar a nivel nacional lo que sucedió en California: la inversión en clean-
nal de Energía fue el primer paso hacia la promoción de la inversión y la creación de una industria verde en el país andino.
tech aumentó 94% en 2008, y la creación de empleos se creció un 23% entre 2005 y 2007.
nuevas políticas para la Conferencia sobre Cambio Climático de las Naciones Unidas a celebrarse en Copenhague a finales de 2009.
Una oportunidad para América Latina En Brasil, el presidente Lula hizo un llamado a la expansión de la industria de los biocombustibles en su país y a la creación de nuevos empleos en energías renovables, a través de un plan estratégico nacional para los siguientes 15 años. En Chile la creación de la Comisión Nacio-
El presidente Calderón hizo también un llamado a la creación de un fondo verde para Latinoamérica en la conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (UNFCC) en Bali (COP13), y luego tomó nuevamente el podio en el mismo foro en 2008 (COP14) para apelar por la creación de
Calderón fue elogiado por el Secretario General, quien remarcó la participación proactiva de México y la creación de un Programa Especial de Cambio Climático, que pretende lograr una reducción de 50% en las emisiones de GEIs para 2050.
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Siguiendo las promesas hechas por Barack Obama sobre una nueva economía verde y la creación de empleos verdes, la fuerza laboral mexicana está dando un paso adelante y tomando ventaja de la rápida expansión de la industria sustentable. De acuerdo con un reporte sobre la calidad de los empleos en la economía verde, emitido por Good Jobs First, México ha ganado continuamente terreno en esta área. El reporte sugiere que en el proceso de expansión de las industrias sustentables en Estados Unidos, algunas compañías están tomando ventaja de los bajos costos de producción que ofrece México y están comenzando a transferir sus plantas y puestos de trabajo a territorio mexicano. Un desarrollo económico verde en México A Latinoamérica, y en particular a México, se les presenta una oportunidad para reactivar su economía a través de la construcción de una economía verde y la creación de miles de nuevos puestos de trabajo, aprovechado las ventajas que ofrece la industria de más rápido crecimiento en el mundo actualmente.
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México ofrece una fuerza laboral muy grande y bien educada, capaz de transformar la economía del país. La clave para desarrollar este potencial es la creación de una cultura emprendedora, capaz de llevar a la joven fuerza laboral del país
a sacar provecho de la industria cleantech que se expande rápidamente a nivel mundial. Mediante la promoción de la innovación en cleantech, México podría hacer crecer su economía, crear un ambiente de negocios dinámico, y al mismo tiempo dar una solución al cambio climático y de esta forma cumplir con sus ambiciosas metas de reducción de emisiones. Justo como sucedió en California, México podría promover la implementación de una nueva economía verde a través de la creación de comunidades de cleantech respaldadas por la industria, el gobierno y los capitales de riesgo, tomando ventaja de la talentosa fuerza laboral para generar una cultura emprendedora enfocada a la creación de nuevos empleos verdes. Al mismo tiempo, tal y como la oportunidad se le presentó a Apple y Google de diversificar y emprender en nuevas industrias, algunas grandes corporaciones en México podrían ampliar su nicho de mercado para ayudar a la industria cleantech a desarrollar e implementar nuevas tecnologías limpias, servicios y productos a la nueva economía verde. Instituciones académicas y científicas pueden aprovechar esta oportunidad para crear nuevos programas educativos enfocados en innovación en cleantech o desarrollar los existentes, y tomar parte en la
creación de nuevos estándares de eficiencia energética. Los gobiernos locales, estatales y federales, así como las organizaciones no gubernamentales (ONG) pueden colaborar en la creación de nuevas políticas para promover la eficiencia energética, el crecimiento económico y la industria sustentable. Una vez que estas políticas estén establecidas, las ONG tendrán un papel muy importante para verificar su cumplimiento. La creación de una industria cleantech en México puede también llevar a la creación de miles de empleos a todos los niveles. Las universidades pueden participar directamente en la nueva economía verde creando programas de licenciatura y de posgrado enfocados en sustentabilidad. Los gobiernos locales e institutos técnicos pueden dar capacitación a técnicos e instaladores, a profesionales técnicos como ingenieros electricistas y de mantenimiento, así como a consultores en seguridad; permitiéndoles ser parte de la nueva economía verde. México debe explotar sus ventajas competitivas, como su ubicación geográfica, bajos costos laborales, mano de obra calificada, etcétera, para incentivar a empresas extranjeras a que construyan nuevas instalaciones productivas en el país. Esto crearía miles de empleos en manufactura, ofreciendo nuevas oportunidades de tra-
bajo para aquellos que no tienen un grado universitario. Creando nuevos empleos verdes Para crear exitosamente una economía verde sustentable, se requieren los tres elementos del “ciclo cleantech”: innovación, inversión y políticas. Para lograr esto, es necesario primero, crear una base de compañías verdes y ayudar a la creación de una cultura emprendedora en el país. En segundo lugar, existe la necesidad de crear un mercado para todos los productos y servicios verdes. Y en tercer y último lugar, está la creación de nuevas oportunidades de trabajo a través de la expansión de la industria mediante la promoción del crecimiento, así como la exportación de tecnología, productos y servicios. Para poder crear una base de compañías verdes en el país, el gobierno necesita ofrecer mayor certidumbre y mejores oportunidades a los emprendedores, promover la incubación y aceleración de nuevos negocios, garantizar el fondeo público y privado para centros de investigación y desarrollo; y promover nuevos programas de capacitación en el trabajo para técnicos y profesionales. Esto requerirá que las políticas públicas apoyen y fomenten la innovación, así como promover nuevas prácticas verdes en producción y operación. Para desarrollar un mercado de productos y servicios
verdes, los gobiernos locales deben incentivar la implementación de políticas que inviten a la innovación y otorguen beneficios fiscales y créditos a compañías grandes y pequeñas para crear un ambiente de negocios local. Resumen La economía y el medio ambiente son dos temas aparentemente independientes que han recibido una gran atención durante los últimos meses. En febrero pasado, el Presidente electo de los Estados Unidos, Barack Obama, firmó un paquete de recuperación económica que incluye $54,000 millones de dólares para acelerar el desarrollo y la implementación de energías renovables, ya que la energía es un pilar del plan de recuperación económica. Con esto, Obama reitera su compromiso con la recuperación económica y el medio ambiente. La relación entre el medio ambiente y la economía no es sencilla. Cuando hablamos del medio ambiente en este contexto, nos referimos a la manera en que se genera, transforma y usa la energía y el impacto que esto causa al ambiente y en especial al cambio climático. En lugares como California, la implementación de una nueva ley detonó la creación de una nueva industria verde, gracias a la visión emprendedora de los empresarios. En América Latina, países como México, Chile y Brasil,
han tomado medidas activas para la solución de estos dos problemas. En especial, el Presidente de México, Felipe Calderón, en el marco de la reunión del UNFCCC en Polonia, fue felicitado por el Secretario General por su compromiso para la creación de un Programa Especial de Cambio Climático, en donde se compromete a reducir en 50% las emisiones de GEI para el año 2050. Tomando el ejemplo de California, México podría aprovechar esta oportunidad para crear una economía verde, generando miles de empleos directos e indirectos. Al promover innovación en cleantech, México podría fortalecer su economía, generar un entorno de negocios dinámico, y al mismo tiempo ofrecer una solución al problema del medio ambiente. A través de la creación de centros de cleantech, de la diversificación de la industria, y de la colaboración de proyectos entre instituciones académicas, gobierno, inversionistas, y ONG’s, México podría tomar ventaja de una fuerza laboral bien educada para crear un cultura emprendedora enfocada en la creación de empleos verdes.Una industria verde en México sería un motor para la reactivación de la economía, promovería el crecimiento económico y la creación de empleos, ayudando al desarrollo social y al mismo tiempo ofreciendo una solución al cambio climático.
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