Como cambiar de alimentación paso a paso; el arte de la transición

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Dieta Vitalista Vol.2 El arte de la transición

Una guía paso a paso hacia una mayor bienestar, vitalidad física y mental a través de una dieta sencilla, vibrante y económica...

Stefan Kutter DietaVitalista.com La eBookeria.com @2013



¿Qué significa el arte de la transición? El arte de la transición El comienzo... ¿Qué significa realmente la desintoxicación? ¿Hay veneno en mi cuerpo? ¿Qué enfermedades, además de la gota, son consecuencia del exceso de ácido en el cuerpo? La demencia senil como un síntoma de intoxicación Reacciones del sistema inmunológico ¿Qué debe hacer en el momento que durante el proceso de desintoxicación, se sienta enferma(o)? Pirámide Vitalista; plan de transición por etapas Etapa 1: Hidratar las células de su cuerpo de su cuerpo 7 Argumentos a favor del consumo suficiente de agua: ¿Hambre o sed? Allí el dilema Tome agua antes o después de comer; no durante las comidas. ¿A qué nos referimos con agua clara? Punto de control 1: Etapa 2: Fortalecer la existencia y consumo de minerales; más vegetales, preparados de la manera adecuada. Pastillas, cápsulas y brebajes mágicos; mantenga el escepticismo. Punto de control 2: Etapa 3: Disminuir la cantidad de ácidos presentes en su cuerpo. Punto de control 3: Visite el centro de control siguiendo este enlace. Etapa 4: Evitar el consumo de alimentos generadores de alergias.


Punto de control 4: Etapa 5: Viva mejor, mayor vitalidad. “Amasar, batir, extraer” El consumo de germinados; oro puro Etapa 6: Limpieza de los intestinos La importancia del intestino en nuestra salud Limpieza intestinal: Punto de control 6: Etapa 7: Incrementar el consumo de alimentos “verdes”. El equipo soñado; frutas y vegetales verdes Punto de control 7: Etapa 8: Disminuir el consumo de toxinas Sustancia hormonales Tóxicos en el medio ambiente Venenos vegetales Punto de control 8: Etapa 9: Eliminando adicciones alimenticias El columpio de azúcar Edúlcorantes artificiales (Endulzantes) Etapa 10: Rutina alimenticia instintiva.


¿Qué significa el arte de la transición? El segundo volumen de la Dieta Vitalista, le lleva paso a paso, sin riesgos ni grandes sacrificios o gastos y dotándola(o) de un arsenal de conocimiento, construyendo una base sólida de hidratación, consumo de sustancias vitales junto con un proceso paralelo de liberación y expulsión de toxinas que en muchos de los casos generan adicciones alimenticias. Todo esto entendiendo el por qué sin ningún tipo de cambios radicales; “del apuro solo queda el cansancio y los malestares”. Podríamos además casi asegurar que durante la transición y el cambio que voluntariamente realizará en su rutina alimenticia disminuirá el presupuesto que debe invertir en su alimentación. Después de finalizar el proceso de transición le será mucho más fácil desistir de ciertos alimentos, ya que su dependencia, fisiológica y mental, se ha debilitado. En el primer volumen de la dieta vitalista le hemos enfrentado a mitos de la alimentación, que sean por la razones, son una constante en la conciencia alimentaria de la cultura occidental ­ por ello la sospecha sobre las empresas y sus intenciones comerciales ­ que no son más que eso mitos, la importancia del aspecto vital de los alimentos y sus efectos sobre nuestra salud física e incluso mental. Pero el cambio de una dieta estándar, occidental incluso globalizada ­ las similitudes de la dieta en Europa y las Américas son impresionantes ­ a una basada en la vitalidad de los alimentos, no es nada fácil; y recuerde, las costumbres se establecen en la infancia así que no olvide a sus hijos durante este cambio en su dieta. Sin embargo el luchar contra la costumbre no es lo más complicado de la evolución. Esos largos años de consumo de alimentos no vitales han dejado, sin duda, sus huellas, sean visibles como el sobrepeso y aquellas intangibles como un hígado maltrecho, vapuleado de tanto trabajo innecesario y la debilidad de sus órganos en general. Usted será consciente de este autocastigo solo cuando ya sea muy tarde. Sin embargo, al evolucionar hacia una dieta vitalista, se dará cuenta la cantidad de toxinas que el cuerpo intenta desechar ­ este proceso de desintoxicación resulta ser, en ciertas ocasiones, una dificultad adicional debido a los efectos físicos; sea en la digestión o leves alergias, son en su momento experiencias molestas que sin embargo ratifican la cantidad de toxinas que ha consumido en su vida.

El arte de la transición Como siempre en la vida, es mejor prevenir, exponerse a horas de trabajo, pequeños sacrificios, ahorro, a lamentar; sufrir de pobreza en la vejez, y en este caso, de enfermedades tan molestas como evitables, las enfermedades de la civilización, de reyes, modernas, del progreso. Aquellas generadas por un estilo de vida sedentario, priorizando el consumo de alimentos “rentables”.


Enfermedades metabólicas y endocrinas como la obesidad, la diabetes mellitus tipo 2, el síndrome metabólico y la osteoporosis. ● Enfermedades cardiovasculares como la aterosclerosis, hipertensión arterial, infarto del miocardio y otras cardiopatías. ● Enfermedades nutrimentales y psiquiátricas podemos encontrar a los trastornos alimentarios, los trastornos del estado de ánimo y el abuso de sustancias. ● Otras enfermedades: Cáncer, insuficiencia renal crónica, alergias y asma. Por otro lado, la mayoría de guías de nutrición se esfuerzan tanto en generar fidelidad y una base de negocio a través de recetas y consejos mágicos que olvidan en cierta forma la importancia de un proceso de “desintoxicación”; sea porque no es un producto comercial, exige esfuerzo o simplemente por priorizar la fidelidad de los lectores. Y no lo olvide, la solución no está en consumir cápsulas, tabletas o brebajes milagrosos; puede incluso ser peligroso. La solución es el consumo de alimentos vitales ­ en base a una guía básica que le ofrece la dieta vitalista ­ y lograr liberar su cuerpo de toxinas. No son necesarios químicos ni sustancias extrañas; basta con visitar el supermercado, y eso sí, preferir los productos originarios de la zona donde reside. No se preocupe, este libro le guia paso a paso. Nota: Muchas cápsulas y tratamientos que prometen disminución de peso en poco tiempo logran su propósito, pero a costa de la estimulación excesiva de órganos como el hígado, los riñones y el páncreas. Por supuesto, a corto plazo, algunos de estos tratamiento logran resultados, debido al trabajo extra de estos órganos, pero las consecuencias son excesivamente peligrosas; problemas en lo riñones, cirrosis e incluso cáncer pueden ser los resultados a mediano plazo. ¡Evite los milagros, priorice lo natural!

¡La desintoxicación es el primer paso! Siguiendo el mismo tono de los resultados a corto plazo, muchos autores evitan mencionar las molestias que puede experimentar a la hora de llevar adelante un proceso de desintoxicación; sea por miedo a perder lectores, prejuicios o siguiendo la tendencia de “mejor no contar, que decir toda la verdad”. Basta de ello... El cuerpo humano es la máquina más perfecta sobre la faz de la tierra ­ pero para muestra un botón, la cantidad de seres humanos padeciendo enfermedades modernas. Es notable que también se les llame “enfermedades de reyes”, por aquello que en el pasado eran los únicos que tenían la disponibilidad de los productos que quisieran ­ la guillotina de muchos de ellos. Nunca la humanidad ha disfrutado de la disponibilidad de productos presentes en el mercado. Nosotros, con la dieta vitalista, cumplimos con ofrecerle toda la información que necesita para lograr criterio propio, sin tomar una posición radical o fundamentalista. Los alimentos industriales que encontramos en los supermercados alimentan, no son venenosos pero al mismo tiempo, debido a las necesidades de refrigeración, tiempo de vida y la tendencia al


consumo excesivo de sal y azúcar llevan a sus fabricantes a usar químicos y aditivos de sabor de los cuales desconocemos en muchas ocasiones sus efectos. No olvide el famoso amarillo nro. 5 Un ejemplo básico es el uso de biodiesel es un motor a combustión. Durante la transición de diesel proveniente del petróleo a biodiesel, el primer efecto visible es la expulsión de gran cantidad de humo durante el arranque. ¿Por qué sucede? Mientras el automóvil está detenido, todas las sustancias de desecho acumuladas por el uso de combustible de petróleo se disuelven, se separan de los filtros y el sistema en general. A mayor antigüedad del automóvil, mayor cantidad desechos acumulados en el tiempo y en consecuencia mayor cantidad de humo. Igualmente proporcional a la calidad del combustible usado en el pasado y del biodiesel. La dieta vitalista incluye un programa, paso a paso, para llevar adelante el importante proceso de desintoxicación minimizando esas pequeñas molestias y poniendo a su disposición toda la información necesaria para adecuarlo a sus necesidades. Desintoxicarse es un gran chance y un paso adelante en la dirección correcta, el bienestar de cuerpo y mente; pero eso sí, no debe relacionarse con medicinas, caros procedimientos, rutinas difíciles de seguir o costos adicionales. Sí solo lograse eliminar una mínima parte de las toxinas que se han acumulado en sus órganos, células y tejidos adiposos, ¡experimentará un renacer! ¡una sensación de vitalidad inexplicable! Pero tan bello es el resultado como lo responsable que se debe ser con sí mismo ­ seguir nuestras indicaciones con disciplina y cariño por su salud. Todo el conocimiento necesario lo encontrará en el contenido de la Dieta Vitalista y al leer estas líneas hemos adquirido un compromiso contigo, sea por la vía que sea que hayas llegado a nosotros, estamos a la orden para responder cualquier duda, escuchar experiencia y atender sugerencias. Haga sus preguntas en este enlace o escriba en su navegador http://dietavitalista.com/asesoria­dieta­vitalista/ Por último, le pedimos que siga paso a paso nuestras indicaciones, y no caiga en la tentación de tomar atajos, caminos rápidos que usualmente nos llevan al error, destruyen resultados positivos. Hablamos de recortar tiempos, intentar ingerir mayor cantidad de alimentos que las recomendadas o lo peor, adquirir pastillas “milagrosas” que ningún momento forman parte de nuestras recomendaciones; la naturaleza nos ofrece todo, solo basta con que le escuchemos. Siguiendo nuestra estrategia de ofrecer todo el conocimiento necesario, te explicaremos cuales son los efectos colaterales posibles del proceso de desintoxicación, sus causas y las medidas a tomar.


El comienzo...

¡Nunca cambies un sistema en funcionamiento, si no sabes exactamente lo que estás haciendo! A pesar que no te sientas satisfecha(o) con tu estado físico, el cuerpo sigue funcionando sea el que sea aquel “combustible” que pongas a su disposición. Seguramente no lo hace perfectamente, ¡pero funciona! Pero al mismo tiempo, ¿porqué habla la dieta vitalista de desintoxicar? Sí “tóxico” se refiere a una sustancia que produce daño en un ser vivo, venenoso en diferentes escalas ­ ¿Por qué sigue con vida? La respuesta es simple; el cuerpo humano es una máquina perfecta, de un nivel de adaptación enorme, especialmente a los alimentos que dispone y sigue funcionando. Eso sí, como todo esfuerzo implica mayor desgaste, tiempos de vida más cortos y su exposición a crisis momentáneas debido a la acumulación de estrés, exceso de trabajo y problemas en general; como toda máquina, un defecto puede crear una reacción en cadena destructiva. Por otro lado, existe una expresión común en el mundo informático; “no toques un sistema en funcionamiento si no haces exactamente lo que estás haciendo”, mal o bien, está funcionando y si se expone a un cambio mal planificado, abrupto y desorganizado, lo mas seguro es que el remedio sea peor a la enfermedad. Todos los cambios, sea el sistema que sea, deben ser llevados a cabo basados en el conocimiento mayor sobre el mismo y de una manera pausada y controlada. Un ejemplo muy básico es los problemas digestivos que genera el cambio de alimentación, a la hora de viajar o cenar en un restaurante de comida extranjera. El cuerpo humano logra aprovechar al máximo alimentos de baja calidad, el desecho de los componentes negativos de los mismos y así sobrevivir períodos difíciles. La triste realidad es que en el siglo XXI, en la época de la comida rápida y la oferta casi ilimitada de alimentos ­ incluso en los países llamados en desarrollo ­ esta exposición a alimentos no adecuados se ha convertido en la norma. En base a la publicidad, o simplemente al desconocimientos y falta de curiosidad asumimos que nuestro cuerpo es casi indestructible e ingerimos descontroladamente todo producto que aparece en los medios sin siquiera detenerse un segundo y pensar; “¿será que un producto tan barato es realmente adecuado?”, el precio uno de los criterios más superficiales para poner en tela de juicio la calidad de ciertos alimentos, especialmente aquellos galletas, papas fritas también llamados chips. Alguien que expone su cuerpo a una mala alimentación ­ y con mala incluimos a casi toda la


civilización que vive en lo que llamamos modernidad ­ realmente, sin saberlo y sin experimentar dolores algunos, ya que el cuerpo “calla y trabaja”, vive con el organismo en un constante estado de stress que incluso se refleja en el estado mental. Al no sentir dolores ni molestias pensamos “pero sí estoy saludable, como un bebé”, cuando en realidad en muchos casos nos encontramos al borde del colapso y especialmente nos encontramos acumulando, año tras años, problemas que en algún momento se manifestarán de maneras bastante dolorosas; artritis, enfermedad de la gota, problemas hormonales, entre otros. Desafortunadamente el cuerpo humano baja la cabeza, continúa trabajando sin quejarse más allá de lo mínimo necesario; solo nos alerta cuando es demasiado tarde, no cuenta con mecanismos de precaución preventivos. Y el mayor problema sucede cuando “creemos” que, basados en lo que nos cuentan, la publicidad y ciertos mitos (ver Volumen nro. 1: Mitos de la alimentación) nos alimentamos más o menos de manera adecuada; Comer mejor NO es comer productos más caros ­ es consumir lo más natural, los alimentos llenos de vitalidad que en muchas ocasiones incluso son los más económicos. Un ejemplo puede ser la experiencia de consumir alimentos inadecuados, exponerse a una intoxicación lo que le provoca sensaciones de náuseas y vómitos, y sin saberlo la presión arterial se incrementa ­ el cuerpo intenta expulsar las toxinas lo más rápido posible ­ la actividad del hígado y los riñones se multiplica ­ proceso de sobrecarga que le genera sensación de cansancio, sueño o molestias digestivas leves ­ y las toxinas serán expulsadas a través del sistema digestivo, la orina o las glándulas sudoríparas ­ reflejado en el color y olor intenso de la orina las heces. Todo esto seguido por un proceso de deshidratación ­ algo de dolor de cabeza ­ y cansancio. Seguramente que este proceso le parece conocido; especialmente después de una celebración, después de consumir mucha carne y/o alcohol. Es exactamente la misma situación, el mismo estrés y los mismos resultados. El cuerpo humano, expuesto a procesos como el mencionado anteriormente no es capaz de expulsar la totalidad de las toxinas, por lo que intenta acumularlas en sitios accesibles y así evitar el envenenamiento de las células (tejido adiposo por ejemplo ­ la llamada “barriga” cervecera”). El proceso de evacuación de esas grandes cantidades de ácidos y sustancias acumuladas durante largos períodos de tiempo es, por otro lado, una experiencia ajena que la mayoría de personas que desconocen este libro, al deporte en general o al menos a la publicidad de clínicas desintoxicación. Estas llamadas clínicas que ofrecen curas de desintoxicación ­ una o varias semanas ­ indudablemente que realizan un excelente trabajo y aunque es una opción, implica altos costos que no cualquier familia puede enfrentar, además que para cierto público es más un símbolo de estatus que un proceso preventivo. Por otro lado, como lo mencionamos una y otra vez en la dieta vitalista, el cuerpo humano NO funciona como un filtro de café, como sí eliminar las toxinas fuese un proceso sencillo parecido


a la “parada en boxes” conocida en la fórmula 1 (carreras de autos) o una sesión de maquillaje donde se realza lo positivo y se esconde lo negativo; la belleza externa se puede condicionar, y mucho, con la personalidad y autoestima además de la existencia del maquillaje como engaño a la realidad, pero la salud no, no existe paños de agua tibia ni procesos milagrosos. Sin duda que implica un cambio, más o menos radical dependiendo de sus expectativas y motivación, de su estilo de vida y alimentación. Es importante mencionar que después de iniciar un proceso de desintoxicación usted sentirá un nivel de vitalidad que nunca ha experimentado. Pero no olvide, a pesar que sentirá resultados positivos poco tiempo después de iniciarlo, no quiere decir que ha llegado a la meta; los resultados a mediano plazo serán mucho más impresionantes. ¡No caiga en la tentación de darse por satisfecha(o) con tan poco! ¡Lo mejor está por llegar! El objetivo es que por sus propios medios, a su propia velocidad y en base a las instrucciones y conocimiento que le ofrece la dieta vitalista, logre de manera consecuente incrementar su sensación de vitalidad, mejorando su estado de bienestar físico y en consecuencia mental, en base a una mejor alimentación ­ más vital, más natural, más variada, usando productos de su región y con mayor variedad de sabores y experiencias. Conocerá algo más que su dieta común, sin por ello disminuir los sabores. Y como punto final, casi seguramente su presupuesto de alimentación será menor ya que consumirá productos más baratos. La mejora en su apariencia será tal vez el elemento de mayor motivación. Mientras usted expone su cuerpo a la comida rápida y exceso de productos de origen animal, su organismo usa los pocos elementos vitales disponibles en los órganos más importantes dejando de lado el cabello, la piel, las uñas por ejemplo. Sea el caso que el estado de su organismo, de su cuerpo, no sea lo más importante para usted, la mejora de su aspecto externo seguramente le dará un poco más de motivación para seguir adelante; no creerá los resultados. Y no olvide, ¡cuerpo sano, mente sana! y cabello, piel y uñas sanas.

¿Qué significa realmente la desintoxicación? ¿Hay veneno en mi cuerpo? Según el doctor Jentschura, un reconocido experto en homeopatía, las llamadas “toxinas” son principalmente sales de ácido neutralizadas durante los procesos digestivos, almacenados principalmente en los tejidos conectivos (principalmente en el tejido adiposo, generando sobrepeso) y protegidos de del metabolismo a través de una barrera de agua y grasa. El cuerpo desea evitar que esas toxinas entren al sistema y en cierta forma envenenen el sistema, pero al mismo tiempo, debido al exceso de toxinas, no le es posible expulsarlas todas. El tema que mencionamos, sobre el almacenamiento de toxinas e incluso su existencia, es polémico y su discusión está usualmente cargada de emociones. La medicina moderna l enfrenta con mucho escepticismo ­ sin embargo, la única solución que ofrece es la medicina curativa, medicinas y más medicinas pero pocos consejos preventivo para evitar que una


personas llegue a la enfermedad. En algunos casos se menciona en los medios los conocidos “2 litros de agua” o las “6 a 9 porciones de frutas y vegetales al día”. Pero en ningún momento se aclara cómo deben ser cocidos estos vegetales, sí realmente deben comerse crudos y por último, ¿cuántos seres humanos tienen al alcance de su bolsillo y tiempo el lujo de comer 6 a 9 veces al día? La dieta vitalista no tiene como objetivo poner en tela de juicio el conocimiento y la forma de trabajo de la medicina moderna, pero sí desea enfrentarse con la publicidad encubierta y lo ilógico que significa dejar la salud de su cuerpo a la suerte de químicos contenidos en pastillas y cápsulas, que usted desconoce totalmente su contenido, en lugar de confiar en su ser, lo natural, y simplemente comer mejor. Deje las medicinas para momentos de enfermedad, para cuando realmente no hay otra alternativa. Confíe en su cuerpo, que es la máquina más perfecta, ¡pero ayúdale leyendo y aplicando la dieta vitalista!

Un ejemplo muy común en nuestra sociedad, es la respuesta de un profesional de la medicina a las causas de la enfermedad de la gota le contará sobre la existencia de cristales ácido úrico que se acumulan en las articulaciones y tejidos generando dolores e inflamación. Igualmente como solución, le recetará analgésicos así como le recomendará evitar el consumo de carnes, granos, alcohol e incluso tomate y tomar mucha agua. Pero la pregunta es; ¿cómo es posible que ese ácido se acumula de esa manera y en tan alta concentración? ¿No es el cuerpo humano una máquina perfecta, que encuentra soluciones a las más complejas soluciones, en caso de hambre, sed o cansancio extremo? Nuestra respuesta es clara; el ácido úrico es un producto residual de algunos procesos como la digestión de proteínas, por ello la prohibición de consumo de carnes y granos. Una persona que llega a sufrir de esta enfermedad ha agotado, debido a los altos niveles de ácido úrico, los espacios disponibles para la acumulación de toxinas en los tejidos conectivos, ya que los órganos responsables de su expulsión (especialmente los riñones) están sobrecargados y además posee baja disponibilidad de sustancias requeridas para el proceso de expulsión (minerales básicos). El resultado final es que esta sustancia se va ubicando en los últimos espacios disponibles, las articulaciones y poco a poco se va cristalizando. A veces 1 + 1 SI es igual a 2.

¿Qué enfermedades, además de la gota, son consecuencia del exceso de ácido en el cuerpo? Cómo tal vez ha escuchado, los riñones son los encargados de la expulsión de ácidos, un proceso que sucede principalmente durante la noche. Durante el día una parte de esos ácidos


de desecho es almacenado temporalmente en los tejidos conectivos, hasta el anochecer cuando nuestro cuerpo está expuesto, al menos en teoría a una menor exigencia física, cuando vuelven a estar libres en el cuerpo y ser expulsados por los riñones. Por ello es lo más normal que en las horas de la mañana la orina tenga un color fuerte amarillo, su olor incluso su textura es perceptible. Sin embargo, la capacidad de transporte de ácidos de la orina es limitada, valor influenciado no solo por la cantidad de ácido a desechar sino por la cantidad de agua ingerida, sustancias de ayuda disponibles para la neutralización de estos ácidos en el cuerpo. El pH, recordando las clases de química en el colegio, es el sistema de medición de la acidez o basicidad de una muestra, siendo el valor pH de la sangre cercano en todo momento a 7,35 por lo que igualmente la sangre no puede ser un medio de desecho de los ácidos sobrantes. El cuerpo humano, la maquinaria más perfecta (o una de tantas), encuentra por supuesto una solución; eso sí, la culpa de los problemas que generan esas soluciones de emergencia y alternativas no las tiene el cuerpo humano. Si hacemos una analogía a nuestra relación con la basura que generamos cada día, esto serían las situaciones más comunes en el momento que nos sobrepase su cantidad: 1. Debajo de la alfombra – los tejidos conectivos debajo de la piel representan un gran cantidad de espacio para el almacenamiento de toxinas. ¿Le parece conocida la piel de naranja? Allí están las toxinas que mencionamos. 2. Tirar la basura por la ventana ­ el sudor extremo es una de las posibles maneras para expulsar los desechos del cuerpo solubles en agua, especialmente de aquellas toxinas y desechos solubles en agua. Al mismo tiempo todas las glándulas generadoras de mucosas aumenta su producción; por ejemplo la piel genera más sebo (piel grasosa, resto sebáceos en axilas y genitales), más escamas y callos, expulsando desechos solubles en grasa. 3. Quemar la basura ­ cuando el sudor, los fluidos y el sebo no son suficientes para transportar todos los desechos y toxinas almacenadas, entonces serán ubicadas en el lugar más adecuado posible o en la superficie, para ser QUEMADO; generando olores, el llamado humor. 4. Abandonarla: El cuerpo tolera la existencia de aquellas sustancias que a pesar de su toxicidad, reaccionen de alguna manera con ciertos minerales o sustancias vitales, neutralizando el peligro, pero consumiendo a la vez valiosos elementos nutritivos. Esta estrategia además incrementa el riesgo de sufrir infecciones y parásitos. 5. Almacenarlo en algún lugar: El sistema vascular ofrece un gran superficie de almacenamiento de grasas y cal excedentes de la mala alimentación. Esta acumulación se fija formando lodo, cristales y hasta cálculos (piedras). …y por último, si la basura es demasiada es imposible que no queden restos en la casa.Estoss desechos quedan acumulados en células o en la linfa (líquido transparente que recorre los vasos linfático). Imagine nadar en una piscina llena de agua contaminada... así viven sus células.


Solamente el sistema vascular ofrece una superficie de almacenamiento de más de 1000 kilómetros de longitud, lo que significa cerca de 50 metros cuadrados (m²). Eso si, poco después que su cuerpo haya (mal)utilizado toda este espacio de almacenamiento, como depósito de desechos, empezará a sentir los rigores algunas de las que llamamos “enfermedades de la civilización”; celulitis (piel de naranja), psoriasis, caspa, infecciones, o alergias, molestias inofensivas pero que pueden tener directa relación con mala alimentación, metabolismo o un exceso de ácidos en su organismo. Lo cierto es que la mayor parte de los ácidos son desechados a través de la respiración, al expulsar el ácido carbónico ­ por eso es muy importante salir al aire libre y hacer ejercicio. Por otra parte, el exceso de estas sustancias pueden llegar ser un gran problema para su salud. Las soluciones de emergencia, como el consumo de minerales alcalinos para neutralizar los ácidos excedentes puede ser una solución parcial más no efectiva, ya que se genera una especie de subproducto, cal residual que en combinación con los residuos de grasa en sus arterias es un factor de alto riesgo, multiplicando la posibilidad de infartos o colapsos. Todo esto sin necesidad que usted coma en exceso o se asidua(o) visitante de los establecimientos de comida rápida ­ lo que sería aún peor; nuestra rutina alimenticia ha sido durante tanto tiempo determinada por elementos externos al bienestar social y junto con el continuo desarrollo de la ciencia, con todos los errores y pruebas a las que inevitablemente lleva un proceso de investigación, nos han dejado mitos, costumbres y una estructura de valores que representa el “buen comer” como el exceso, la opulencia y sobre todo, el consumo de productos de origen animal, como única fuente de proteínas y donde su consumo es vital. En la primera parte de esta serie “Mitos de la alimentación” hemos empezado a deconstruir esos paradigmas… El proceso de desintoxicación tiene como objetivo recordarle su organismo algo olvidado, no por falta de memoria sino por la cantidad de trabajo que le hace pasar; el desechar esas sustancias problemáticas que tienen tanto tiempo almacenadas así como apoyar a los órganos encargados de la expulsión de estas sustancias durante este arduo proceso que les espera. Sin embargo no debe subestimar que la liberación o salida de esas toxinas de sus almacenes representa, si se lleva a cabo de manera desordenada o violenta, puede igualmente afectar su salud. Usted ha generado durante años toxinas, y su cuerpo ha logrado mal o bien controlar su cantidad, el almacenarlo y evitar la catástrofe; eso si, por el momento. Por ello es importante que no se apresure, y siga nuestro plan responsable y minuciosamente.

“Desintoxicación saludable


significa: Expulsión ≥ Liberación” El principio básico y lógico del proceso es lograr que la capacidad de expulsión de toxinas de su cuerpo sea igual o mayor a la cantidad de toxinas que libera su cuerpo; aquellas que se desprenden de las células, sistema vascular y otros almacenes que ha llenado durante todo estos años de mala alimentación. Para lograrlo no solo es necesario aumentar la capacidad de expulsión, sino que la velocidad de liberación de toxinas sea controlada; acelerar el proceso con tabletas o un cambio radical en su dieta puede ser muy riesgoso. Una prueba de la directa relación entre el exceso de toxinas y los cambios de ánimo, cansancio, sensación de fatiga en aquellos que llevan intentan desintoxicar su cuerpo, bajar de peso, así como mujeres embarazadas (que enfrentan cambios radicales) o durante tratamientos de ayuno. Paciencia, conciencia, conocimiento y disciplina... El rebajar de peso demasiado rápido puede ser peligroso para el cerebro; si las toxinas que están siendo liberadas durante la desintoxicación no son expulsadas, estas se acumulan en el tejido graso más próximo, el cerebro. Esta aseveración es confirmada por neurólogos que relacionan la demencia senil, el llamado Alzheimer como una de las más conocidas y un proceso de intoxicación del cerebro a partir de las toxinas presentes en el cuerpo.

La demencia senil como un síntoma de intoxicación Con la vejez el cuerpo humano pierde no solo peso corporal, flexibilidad y velocidad, sino la capacidad de los órganos responsables de separar y expulsar las toxinas pierden su efectividad. Si no se toman medidas al respecto, se pone en peligro el mantener la claridad mental en edad adulta. Algunos de los residuos y toxinas se liberan los tejidos grasos donde se han acumulado a través de los años y rápidamente se alojan en los tejidos nerviosos, aún saludables. Este ejemplo es conocido de las aves migratorias, que en su esfuerzo por alcanzar su destino, queman sus reservas de grasas al no consumir la necesaria cantidad de líquido. Si las mismas han estado expuestas a niveles importantes de toxinas solubles en grasa, sea por su alimentación así como elementos artificiales como los pesticidas y metales pesados, la ausencia de grasas se refleja en una transferencia muy rápida de estos residuos tóxicos al sistema nervioso, lo que literalmente paraliza al animal, quitándole la vida. Aunque ninguna actividad humana se acerque al esfuerzo que realizan las aves migratorias, debemos entender que igualmente nos vemos expuestos a una gran cantidad de “venenos


ambientales”, pesticidas y otros elementos que tal vez aún no conocemos y que seguramente, especialmente en esta era donde la modernidad ha llegado hasta los últimos rincones del planeta, nos llevarán en mayor o menor medida, a sufrir de alguna de las “enfermedades de la civilización” si antes no tomamos medidas respecto a nuestra alimentación y desintoxicación. Si experimenta gran apetito por la grasa durante el cambio de su rutina alimenticia, las causas no solo se debe a la costumbre y al hambre mental, sino a que la grasa es requerida por las células y el tejido nervioso, sino incluso es indispensable para algunos procesos de desintoxicación, de aquellas substancia solubles en grasa. Es necesario comer cierta cantidad de grasa, pero no cualquiera, ni en cualquier cantidad y tomando en cuenta la relación de ácidos grasos; Omega 3 vs. Omega 6. Resumen: Si durante el proceso de transición experimenta algunos dolores de cabeza leves, fatiga, inflamación inexplicable (orzuelos, alergias) e incluso algún cambio en su humor, seguramente que las vías de evacuación de toxinas están haciendo un esfuerzo extremo (hígado, riñones, intestinos) y/o la disponibilidad de elementos vitales, nutrientes, no es la suficiente. El plan de la dieta vitalista representa un plan estructurado para evitar estos síntomas.

Reacciones del sistema inmunológico Paralelamente a los problemas y riesgos que representa la liberación repentina de toxinas acumuladas en tejidos grasos ­ debido a una rutina alimenticia moderna, por un largo período de tiempo ­ es importante mencionar posibles reacciones de su sistema inmunológico, cuya probabilidad es realmente baja, pero posible. La Dieta Vitalista le muestra toda la información que requiere, sin limitaciones. Las causas son principalmente dos: ●

la entrada a un proceso de hiperactividad del sistema, llamado “crisis curativas”, donde el cuerpo reacciona de manera enérgica frente a toxinas y residuos, o ● efectos sicológicos y fisiológicos que reflejan lo difícil del proceso y que afectan un poco su capacidad de defensa. Realmente estas dos situaciones pueden suceder de la misma manera en su día a día, al mantener la rutina alimenticia a la que está acostumbrada(o). Lo importante en este caso y el deseo del programa de la dieta vitalista es evitar que estos efectos se multipliquen y evitar en dado caso su impacto. Es posible que haya experimentado raras reacciones alérgicas, diarrea o algún malestar digestivo al intentar incorporar alimentos o recetas saludables a su dieta, o al intentar un proceso de ayuno o desintoxicación anteriormente. El sistema inmunológico es influenciado de muchas maneras por la alimentación, como ejemplo lo importante que es el consumo de


vitamina C para evitar o curar un resfriado. En este caso, la vitamina C es uno de los antioxidantes más importantes del organismo, requerido entre otros por las llamadas células NK, importante linfocito encargado de atacar y eliminar patógenos ­ generadores de enfermedades ­ como las bacterias, usando elementos oxidantes. Al no contar con elemento antioxidantes neutralizantes, la respuesta del sistema inmunológico a estos elementos patógenos es baja o incluso nula. Igualmente sucede con la vitamina D, entre otros elementos. Esas reacciones alérgicas se deben a la reacción inmunológica repentina del cuerpo frente a amenazas latentes, que no había podido ser atacada hasta ese momento debido a la falta de, en el caso mencionado, vitamina C. El cuerpo entiende la emergencia y reacciona inmediatamente al contar con esas sustancias; sin embargo, para usted este agresiva reacción se refleja en molestias. Una máquina requiere de momento de mantenimiento, a veces molestos, no solo para alargar su vida útil sino para que su funcionamiento sea ideal, sin dolores de cabeza, fallas repentinas o incluso la pérdida total. La dieta vitalista es su plan de mantenimiento...

Una reacción repentina de intolerancia a ciertos alimentos o rutinas no significa que debilidad - todo lo contrario. Con ello podemos explicar la común ola de resfriados al inicio de la época de lluvias (en países tropicales) o esa sensación de fatiga masiva en la primavera (en países con estaciones). A mayor exposición a los rayos solares, mayor actividad del metabolismo lo que libera toxinas. Además la vitamina D se genera en la piel y junto con una buen alimentación, con elementos vitales que potencian la liberación de toxinas forman una combinación sin igual. Es posible sin embargo que, sí inicia el plan de la dieta vitalista poco antes de estos períodos del año, la reacción de sus sistema inmunológico sea más fuerte de lo normal; ¡¡¡pero ya sabe por qué, así que no se detenga!!! Estas reacciones son muestras que su cuerpo está funcionando de nuevo, eliminando lo que debe eliminar y poniendo a prueba sus defensas. Mejor ahora que seguir acumulando problemas que en un futuro ya no tendrán solución. “La medicina es el arte de distraer al enfermo, mientras la naturaleza cura sus dolencias.“ Voltaire Ha llegado al final de la prueba de lectura….. Visite la página oficial del Vol. 2 aquí, la recopilación de recetas, la página del Vol. 1 (Mitos de la alimentación, o solicite acceso aquí al cursos gratuito Online.


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