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La sequía también llega a las cerezas de Aragón

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Sigfrido Molina

Sigfrido Molina

Cara y cruz para la campaña aragonesa de cereza. De las heladas en la campaña precedente, a la sequía en la temporada actual. Ambos fenómenos meteorológicos

condicionarán el mercado

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Aragón, junto con Extremadura, constituye la principal zona productora de cerezas, con un volumen que llega al 41% de la producción de todo el país, unas 41.540 toneladas.

La sequía, el problema transversal que atraviesa a todo el campo español, también preocupa en el campo aragonés, principalmente en las plantaciones de cereza en altura en la comarca de Calatayud. En esta zona, las plantaciones no cuentan con riego de apoyo por lo que el fruto se desarrolla gracias a las lluvias propias de la zona. Este año, la situa- ción se está haciendo insostenible. Los árboles no brotan, tirarán la producción e incluso pueden morir.

En la vasta y abundante producción aragonesa de cerezas las variedades son muy diversas y van desde las más tempranas hasta las más tardías. Se pueden encontrar Primulat, Burlat, Prime Giant, Corazón, Star Hardy, Sommerset, Lapins y Sweet Heart. La principal diferencia entre ellas es el tiempo de recolección. La temporada empieza en las primeras semanas del mes de mayo, incluso algunas muy a finales de abril y terminan a principios de julio.

Riegos muy precarios

Aragón y Cataluña constituyen ‘el vivero de fruta de hueso’ de España, y ninguna de ambas comunidades se libra del acuciante problema de falta de agua. Las restricciones están siendo muy duras y las especies más tempranas necesitan unas aportaciones de alrededor de 40.000 litros de agua por hectárea para poder ‘engordar la fruta’, pero los cupos establecidos por los Riegos del Alto Aragón solo son de 17.000 litros por hectárea.

Estas circunstancias están obligando a los fruticultores a regar en precario y muy escasamente las producciones tardías con el objeto de asegurar el buen término de las primeras recolecciones que lleguen a los mercados.

A la falta de agua se ha sumado las semanas de elevadas temperaturas de abril que causan que la transpiración del árbol sea mayor y, en el caso de la cereza, se quede blanda.

La Comunidad aragonesa cada año factura alrededor de 327 millones de euros con una producción de entorno a 600.000 toneladas, en la que la cereza tiene un papel muy destacado no solo en volumen sino también en calidad.

The drought has also reached Aragon’s cherries

The two sides of the Aragonese cherry campaign: from the frosts in the previous campaign, to the drought in the current season. Both of these weather phenomena will condition the market

Aragon, along with Extremadura, make up the main cherry producing regions, with a volume that reaches 41% of the entire country’s production, around 41.540 tonnes.

The drought, the transversal problem that is affecting all the Spanish fields, is also concerning the Aragon region, mainly the high altitude cherry plantations in the Calatayud area. Here, the plantations do not have any backup irrigation, meaning that the fruit develops thanks to the rainfall in the area. This year, the situation is becoming unsustainable. The trees are not sprouting, the production will fail and the trees could even die.

The enormous, plentiful Aragonese cherry production includes many, very different varieties, ranging from the earliest to the very late ones. Primulat, Burlat, Prime Giant, Corazón, Star Hardy, Somerset, Lapins and Sweet Heart are amongst these. The main difference amongst them is the harvest time. The season starts in the first weeks of the month of May, some even at the very end of April and it ends at the beginning of July.

Very precarious irrigation

Aragon and Catalonia form ‘the nursery for stone fruit’ in Spain and neither community is escaping from the urgent problem of water shortage. The restrictions are very tough and the earliest species need around 40,000 litres of water per hectare to be able to ‘fatten the fruit’, but the quotas established by the

Irrigation Community of High Aragon are only 17,000 litres per hectare.

These circumstances are forcing the fruit growers to irrigate the late productions precariously and very little in order to ensure the successful conclusion of the first harvests that reach the markets.

To this water shortage have been added the weeks of high temperatures in April that meant that the trees transpired more and, in the case of cherries, the fruit has got soft.

Every year the Community of Aragon invoices around 327 million euros with a production of around 600,000 tonnes, in which cherries plays a leading role, not only in volume, but also in quality.

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