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Los cerezos del Jerte reducirán su consumo de agua
¿Qué volumen esperan recolectar este año?
Aquí en la agrupación, de media, cogemos entre 17-20 millones de kilos, concentrados en tres meses. Este año estamos esperando una campaña media, que rondara los 18-19 millones de kilos.
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¿Son las primeras variedades las más aptas para los mercados exteriores?
Las variedades extratempranas (Burlat, Royal Tioga…) tienen una pulpa más blanda y aunque van dedicadas a los mercados exteriores no son destinos excesivamente lejanos por lo que viajan bien. Seguidamente empezamos con la recolección de variedades con una pulpa de mayor firmeza, que soportan mejor la manipulación y el viaje a cualquier destino y, sobre todo, crece el volumen de producto para abastecer con absoluta garantía.
Aunque los cerezos del Jerte son árboles de secano que se nutren durante la mayor parte del año de precipitaciones naturales, la sequía que vive todo el país ha puesto en alerta a la Agrupación de Cooperativas Valle del Jerte, y han construido una planta depuradora que reducirá el consumo del agua de riego en un 60%.
Fruit Today magazine habló con José Antonio Tierno y Mónica Tierno, presidente y gerente de la Agrupación respectivamente.
¿Se puede decir que ustedes no están afectados, como el resto de productores de fruta de hueso, por la sequía?
Es una afirmación relativa. Cultivamos en secano y tenemos una pluviometría de 800-1.200 mililitros anuales que se concentra en otoño, invierno y principio de la primavera. El riego se usa en verano para mantenimiento del árbol. El árbol está habituado a sufrir periodos secos porque parte de su producción la hace con el agua de lluvia. Sí tenemos cierta escasez de agua si comparamos con otros años, pero de momento los árboles no están sufriendo, aunque sí parece que tendremos que empezar a regar antes y en ese momento veremos lo que ocurre. Los cerezos del Jerte son árboles de secano y están acostumbrados a sacar su producción en estas circunstancias, pero es evidente que tendremos que empezar a regar antes. El principal efecto de la falta de agua se traduce en un calibre menor, en el que también influye la subida de temperaturas. En cualquier caso, las variedades que tienen una cosecha más pequeña suelen tener mayor calibre.
Por otro lado, llegados a este momento del año (semana 19) y tal como está la cosecha de adelantada lo que más deseamos es que no llueva porque el agua raja las cerezas.
¿Cuáles son las previsiones de la actual campaña?
Hemos iniciado la temporada antes de lo previsto, en la primera semana de mayo ya recogimos las cerezas más tempranas. Todo al contrario de las sensaciones que teníamos en el mes de enero, mes en el que creímos que la fruta venía con retraso debido a la climatología. Sin embargo, la floración coincidió con la Semana Santa y, desde entonces, todo ha venido con cierto adelanto porque hemos tenido unas temperaturas más elevadas de lo que corresponde a estas fechas.
A partir de mediados de la semana que viene, tendremos más volúmenes de variedades más duras, que soportan mejor la manipulación, la exportación… y vamos a hacer un gran despliegue para trabajar con normalidad con todos nuestros clientes. Sin embargo, es la picota la que acapara toda la atención en el Valle.
Contamos con excelentes variedades, pero la picota es única y además es un producto amparado bajo una Denominación de Origen. Acapara el 30% de nuestra producción y se caracteriza por ser una cereza que se comercializa sin pedúnculo. Aunque no constituye la producción mayoritaria, sí es lo diferenciador. Su calibre es más pequeño que una cereza normal y ofrece una vida útil de 15-20 días, cosa que no sucede con el resto de variedades. Su singularidad es que solo se produce en este valle y siempre la hemos potenciado como el producto autóctono que es.
¿Es la exportación uno de sus fuertes?
Sí, lo es. Nuestro producto cuenta con muy buena aceptación en Europa y tenemos una extensa red comercial. Entre un 50 y un 60% de cereza tiene como destino los mercados exteriores de la Unión Europea y en menor medida otros destinos lejanos como Emiratos Árabes.
Además de la marca Zalama, ahora cuenta con la insignia Jerteña, presentada recientemente.
Sí, efectivamente es una marca que teníamos registrada desde hace muchos años, pero no la utilizábamos. A partir de ahora, entra dentro de nuestro porfolio productivo como un homenaje a las mujeres del Jerte, que tanto han hecho y siguen haciendo por esta comarca.
¿Cuál es la competencia de la cereza del Jerte?
En España, Aragón es la gran zona productora, pero a nivel internacional contamos con la cereza italiana y, sobre todo, con la turca. Otros países se abastecen, cuando la tienen y no coincide en tiempo con la nuestra, de su propia producción, como Reino Unido y Bélgica.
El año pasado, muchas zonas productoras como Francia o Italia, no tuvieron producción nacional y fueron un gran mercado. Las últimas campañas de cereza no han sido malas a pesar de las dificultades (pandemia, inflación, incremento de costes…). La cereza no se puede alma- cenar, viene mucho producto en muy poco tiempo y regular el mercado es muy difícil.
En términos numéricos, ¿me puede dar las cifras de esta cooperativa de segundo grado?
Somos la primera cooperativa de segundo grado que se creó en España y aglutinamos 15 cooperativas de primer grado, 11 de la comarca del Valle del Jerte y 4 de la comarca de la Vera. En total somos unos 3.000 agricultores. La propiedad de la tierra es muy pequeña y está en torno a 2,5 ha de cultivo de cerezo por agricultor.
La comarca es un lugar singular porque existe mucho apego a la tierra y se intenta mantener el campo que se hereda, aunque el relevo generacional comienza a convertirse en un problema porque la cereza necesita mucha mano de obra y los agricultores se decantan por cultivos más mecanizados. Una hectárea de terreno puede estar repartida en diferentes campos a diversa altitud y esto es siempre una dificultad añadida.