La clausura del congreso julio bañados 1891

Page 1

3

*-" -W~-

\.h

LA COMISIÓN CONSERVADORA

DISCURSOS DE DON

JULIO BAÑADOS ESPINOSA

BE DON

SANTIAGO DE CHILE

IMPRENTA

CERVANTES

DALLE DE LA BANDERA,

NÚM.

73


:e>'>® 2¿&i3§


LA

CL LA COMISIÓN CONSERVADORA

DISCURSOS DE DON

JULIO BAÑADOS ESPINOSA

DE DON BALDOMERO FRÍAS CO:

SANTIAGO DE CHILE

IMPRENTA

CERVANTES

CALLE DE LA BANDERA,

1890

NÚM.

7a

--

\


t


«***i-H««4«4«44444«44«-í4444* 44

LA CLAUSURA DEL CONGRESO Y

COMISIÓN

LA

CONSERVADORA

El 7 de octubre de

1890, después de citado el Congreso extraordinarias, presentó don Belisario Prats re indeclinable de su puesto y junto con él los demás

á sesiones nuncia

miembros del Gabinete de agosto. Después de grandes esfuerzos hechos por S. E. el Presi Repiíblica para obtener la organización de un

dente de la Ministerio

dos, dio

se

vio

fusionista,

obligado

con

representantes de todos los parti uno presidido por don Clau

á constituir

Vicuña, de neutralidad

y paz, aunque sin representación partido conservador. quedó compuesto ese Ministerio de la

ni del cuadrilátero ni del El 15 de octubre

siguiente

manera:

Interior.

Don Claudio Vicuña.

Relaciones Exteriores y Culto.— "Don Domi:

fusticia é Instrucción Hacienda.

Pública.

Don Rafael

Don Lauro Barros.

Gucrray Marina. General Gana. Industriay Obras Públicas.— Don Eulogio Allendes. —


4

el puesto de jefe Una que don Claudio Vicuña aceptó las del Gabinete, envió á los Presidentes de ambas Cámaras vez

notas que

siguen: 15 de octubre de

¡'Santiago, "Tengo con esta

1890,

en conocimiento de V. E. que las renuncias de los señores Mi

el honor de poner

fecha he

aceptado

Prats, don José Tocornal, don Gregorio Donoso, don Manuel Salustio Fernández, don Federico Errázuriz y don Macario Vial, y que he nombrado Ministro nistros don Belisario

del Interior á don Claudio Vicuña. "Dios "

J.

guarde

á V. E.

M. Balmaceda

"Claudio Vicuña^

"Santiago,

15 de octubre de

iSpo.

el honor de poner en conocimiento de V. E. que esta fecha he resuelto clausurar las sesiones extraordina

"Tengo con

rias para que había convocado al

"Dios

i'J.

Congreso

Nacional.

á V. E.

guarde

M. Balmaceda

"Claudio Vtcuñau Notificada la dió

en

oposición

de

estas

medidas

gubernativas, pi

el acto al Presidente del Senado citara á la Comisión

Conservadora. El 16 de octubre, alas 3 P. M., se reunió ésta, y don En rique Mac-Iver, á nombre de la coalición, propuso la siguien te indicación:

"Que

se

dirija

.,

oficio al Presidente de la

República expre-


5

-

sándole que la situación

-

política creada

por la formación del

actual Ministerio y la necesidad de concluir la discusión de la reforma municipal, exigen la convocatoria del Congreso

Nacional,

y

pidiéndole

Inmediatamente ker

Martínez,

que

después

haga

esta convocatoria. n

tomó la

palabra don Carlos previa que sigue:

Wal

y propuso la indicación

"La Comisión Conservadora acuerda oír á los señores

nadores y

diputados

que deseen

tomar

parte

en

se

el presente

débate.» Desde el momento señor Mac-Iver

quedó

en

que

se

de hecho

proposición, la del postergada para plantearse

hizo esta

sólo la gravísima cuestión que entraña el proyecto de acuerdo del señor Walker Martínez. En la sesión del 16 objetaron brevemente la abierta inconstan

titucionalidad de dicha, indicación los señores don Baldomero Frías Collao y don Julio Bañados Espinosa. Como las observaciones y argumentos que hicieron en la sesión fueron extensamente desarrollados más tarde,

primera no los reproduciremos en este folleto. La discusión quedó pendiente para el día siguiente. En sesión del día 17, don Julio Bañados Espinosa

refutó

Walker Martínez. extensamente las doctrinas de don Carlos

r=2i|^r



!<«*<W'W«««f((<(«(<(«t<(<!*ÍM(<(<((,4(<,41<,4(<e4!<wtW(<(4w

I Discurso

de don

(Sesión

Julio Bañados Espinosa de 17 de octubre]

tiempo transcurrido entre la última sesión y la presente, de debilitar, ha afianzado más y más en mi espíritu el convencimiento de que la indicación del honorable diputado por Maipo es abiertamente inconstitucional y contraria á nuestras prácticas parlamentarias. La impresión que me produjo en el primer instante se ha vigorizado después de madura reflexión. El temor de que la Comisión Conservadora pueda autori El

en vez

zar una

con

manifiesta inconstitucional ¡dad,

más detenimiento las

razones

me obliga á expresar y fundamentos que tengo

acerca de la legalidad del proyecto pendiente. Faltaría á mi conciencia y á los deberes y responsabilidad de mi puesto, si por no imponerme un sacrificio ó por evitar

molestias á mis honorables

colegas,

no

contribuyera

en

la

medida de mis fuerzas al esclarecimiento de esta cuestión, importante por su naturaleza, y trascendental por sus conse cuencias. No ha de extrañar, pues, la Comisión Conservadora, y re su benevolencia, que entre de nuevo al de-

clamo para ello


bate y afiance y compruebe los argumentos que insinué en la última sesión. Volveré sobre varios de los mismos puntos; en bien de la claridad. pero les daré un mayor desarrollo Todos

conocen

las atribuciones que

publicistas,

hombres

Congreso en el Go bierno parlamentario y en el representativo. Cuatro son las facultades principales que corresponden al Poder Legislativo en la organización constitucional de los pueblos libres. En primera línea descuella la atribución legislativa, función á este alto po que da vida i su existencia, que da el nombre der del Estado y que sintetiza muy bien el objeto de su mi de ciencia y

legisladores

reconocen

al

sión constitucional. En verdad, el punto de arranque del Congreso es hacer leyes, es decir, fijar la pauta al Gobierno

nación, trazar las líneas generales y fijar los rumbos á rodajes de la administración pública. No hay una sola Constitución libre, cualquiera que sea la forma de go bierno y cualquiera el carácter de las instituciones, que no de la

todos los

reconozca

al Parlamento esta función matriz,

Inherentes á todo

Congreso

son

las atribuciones internas

que reconocen á cada una de las ramas de que se compone el derecho de reglamentar sus deliberaciones, calificar la elección de sus miembros, nombrar comisiones

6

económicas,

permanentes ó transitorias, constituir la mesa directiva y cum plir las demás funciones disciplinarias que se rozan con la vida íntima de esta alta institución de Derecho Público. Las atribuciones judiciales, ó sea, el derecho que se con Congreso para acusar ó juzgar á ciertos funcionarios

cede al

públicos son

zan

de alta

jerarquía política

y

administrativa, también

reconocidas y aceptadas por casi todos los del sistema representativo de gobierno.

Por

países que

go

fin, los publicistas reconocen al Poder Legislativo fa inspectivas 6 conservadoras, destinadas á la tuición de los servicios públicos, á la supervigilancia del Congreso sobre los actos de los representantes del Ejecutivo. Esta atri-

cultades


bución

es

cialidad

de

en

el

sentativo la mentales

es

importancia preferentemente y casi con espe parlamentarismo, ya que en el sistema repre independencia en los poderes públicos funda

excesiva.

Las facultades

inspectivas ó conservadoras se ejercitan interpelación, de los votos de censura y de inquisiciones en los actos de los funcionarios públicos respon sables ante el Congreso. L* forma como se practican las atribuciones inspectivas del Congreso, es una prueba de que, si pueden ser de importancia trascendental en el parlamen tarismo, carecen de esta vírtvd en el sistema representativo, donde la separación del Poder Ejecutivo respecto del Con por medio de la

greso se lleva al extremo de que el Gabinete las sesiones de él.

no concurre

á.

las faculta

Al sostener el honorable

diputado por Maipo Congreso, sin duda alguna gabinete ó parlamentarios. Conocidas las atribuciones cardinales del Poder Legislativo, se puede ya fijar el origen, la razón de existencia de la Co des se

inspectivas

ó fiscalizadoras del

refería á los Gobiernos de

misión Conservadora y su misión constitucional. Todos los Congresos del mundo funcionan periódicamente. No

hay

uno

solo que sesione el año entero, ó sea, permanen

temente, como sucede en casi todas las oficinas de la admi nistración pública y del Poder Judicial. La periodicidad está en

la esencia del Parlamento. Los

legisladores

y extensión de los

han tenido el cuidado de

períodos

de sesiones del

fijar los plazos Congreso en la

Carta Fundamental. Entre las naciones que pueden servirnos sólo los Estados Unidos y la Francia no han fi de

ejemplo, jado constitucionalmente

los

plazos fijos

durante los cuales

debe funcionar cada año el Congreso. Pero aun en han países, leyes posteriores ó reglamentos especiales dichos

estos

fijado

plazas.

Mientras el cultades.

Congreso funciona, ejerce plenamente

sus

fa


La dificultad

¿Cómo

asoma

armonizar el

cuando el Parlamento está receso

del Poder

en receso.

Legislativo

con

la

poderes del Estado estén siempre bajo una inteligente supervigilancia y fiscalización? De aquí han surgido diversos sistemas ó arbitrios para so conveniencia de que los demás

lucionar

este problema. Algunos países han dejado un gran vacío en su mecanis mo constitucional, no estatuyendo nada al respecto. Otros han reservado al mismo Congreso el derecho de convocarse á sí mismo cuando asi lo exijan las necesidades del servicio público ó muy graves negocios de Estado. Y por fin, otros han ideado la institución especial que en

Chile

se

denomina Comisión Conservadora. no me engañan, la Constitución de uno Alemania, Wurtenberg, fué la primera que

Si mis recuerdos de los Estados de

concibió la

organización

greso en su Esta idea

de

esta

Comisión para suplir al Con

receso. se

generalizó

en

varios de los Estados de la Ale

pero no consignió abrirse paso en el resto de la Eu ropa. No ha sucedido lo mismo en la América, donde ha

mania, sido

adoptada

en

Chile, "Perú, Méjico, Paraguay, Uruguay y

Costa Rica. Todos los mo

pueblos

que han

constitucional la Comisión

incorporado en su mecanis Conservadora, le han reser

vado

con especialidad casi exclusivamente las atribuciones inspectivas ó conservadoras del Congreso. Nuestra Constitución ha sido muy explícita y clara en la organización de la Comisión Conservadora.

El artículo 49 define la atribución fundamental de esta

Corporación, diciendo que so, ejerce la supervigilancia los

ramos

"en

representación del Congre

que á éste pertenece sobre todos

de la administración

publican.

Tenemos,

en consecuencia, que la Constitución ha dado á la Comisión Conservadora sólo las facultades inspectivas ó

conservadoras que le

corresponden

al

Congreso.


Las noce,

del

otras

como en

blica á cierta clase de funcionarios dentro del son

acusables,

reco

los asuntos de desafueros de representantes el permiso para ausentarse de la

como en

pueblo,

II

atribuciones de carácter secundario que le

y

como

empleados civiles

la

provisión

Repú

período

en

que

y destitución de ciertos

ó

militares, no desnaturalizan el objeto fundamental de su organización y la razón de su existencia. Para que esta alta corporación del Estado pueda cumplir su misión primordial, los constituyentes del 33 comenzaron por darle la más completa autonomía é independencia Al efecto, el artículo 48 ordena que la Comisión Conservadora formará un solo cuerpo. El honorable diputado por Maipo, no obstante la alta sig nificación é importancia constitucional de la Comisión Con servadora, ha dado como fundamento principal de su indica ción, el derecho que el reglamento interior de la Cámara de Senadores tomar

parte

tes, aunque no último caso.

¿Cómo

es

á cada uno de éstos para asistir y las discusiones de las comisiones permanen

reconoce

en

sean

miembros de

posible equiparar

una

ellas,

pero sin

voto en

el

comisión permanente que

tiene por objeto único preparar la labor parlamentaría en forma extrajudicialy privada con una altísima Corporación del Estado El

como

la Comisión Conservadora?

Reglamento

Conservadora

del Senado

en sus

es

aplicable

á la Comisión

deliberaciones.

Si la Comisión Conservadora creyera conveniente se

las

reglas

nom

seno, entonces sí que podrían invocar que el Senado ha adoptado en su Reglamento

brar comisiones de

su

para las comisiones permanentes. El hecho de que el título VI del

Reglamento del Senado, no haga referencia alguna ni directa ni indirecta á la Comisión Conservadora, prueba que es evidente que no ha querido hacer extensivo á esta Corporación el derecho dé hablar en dichas comisiones, al hablar de las comisiones

permanentes,


-*-I2

que el artículo 40

reconoce

á los Senadores que

no

forman

parte de ellas. Lo que de una manera más evidente caracteriza la auto nomía que nuestra Constitución ha querido dar á la Comi sión Conservadora, es la responsabilidad que ha dado á los

miembros que la componen. Como lo saben mis honorables

colegas,

el artículo

12

de

Carta Fundamental prescribe que "los diputados y senadores son inviolables por las opiniones que manifiesten nuestra

en el desempeño de su cargo, u parte, el artículo 29 coloca entre las atribuciones exclusivas de la Cámara de Diputados la de acusar ante el Senado cuando hallare por conveniente hacer efectiva la res

y

votos

Por

que emitan

su

entre otros, de "los miembros de la Comisión Conservadora por grave omisión en el cumplimiento del deber que le impone la parte 2.a del artículo 4911.

ponsabilidad,

Los reformadores de la Constitución hicieron extensiva la

responsabilidad dora

en

1874

de los miembros de la Comisión Conserva

alas

nuevas

atribuciones y deberes que agre

garon en el artículo 49. Al referirme en la última sesión á la

responsabilidad esta quise con ello de cir, como lo imaginó el honorable diputado por Maipo, que los constituyentes del 33 no habían fijado con antelación la responsabilidad aludida. Quise decir que los reformadores del año 1874 habían afirmado más y hecho más comprensiva la responsabilidad que afecta á los miembros de la Comisión blecida por los reformadores de

1874,

no

Conservadora. Esta

ción

responsabilidad, al mismo tiempo que pone en situa privilegiada y excepcional á los miembros de la Comi

sión Conservadora

del

con

respecto á los demás representantes

pueblo, estatuye y afirma, con suma precisión, la inde pendencia de esta corporación, su autonomía y sus funciones propias. Aceptando, en hipótesis, la teoría constitucional del hono-


rabie

diputado

por

Maipo,

13

-

virtud de la cual la Comisión

en

Conservadora tendría el derecho de unir á

deliberaciones

sus

á personas extrañas de su seno, nos encontraríamos con que los diputados y senadores que no forman parte de ella debían ser los únicos que quedaran exceptuados de la regla, y que, en

consecuencia,

carácter de tales, concu Corporación. responsables los miembros de la Comi

podrían,

no

en su

rrir á las discusiones de esta alta

¿Ante quiénes

son

sión Conservadora?

¿Quiénes llamados á

los que por nuestra Carta Fundamental están los acusadores y jueces de los miembros de

son

ser

la Comisión Conservadora?

Según

el artículo 29 de la

clusiva de la Cámara de

Constitución, Diputados, acusar,

es

atribución

ex

entre otros, á los

miembros de la Comisión Conservadora. Y

según

el artículo 30,

atribución exclusiva de la Cá

es

"juzgar á los funcionarios que acusare la Cámara de Diputadosn. De modo que, si se llega á aprobar la indicación del hono rable diputado por Maipo, se produciría el extraño fenómeno de que serían mañana nuestros acusadores y nuestros jueces mara

de Senadores

,

los mismos que habían intervenido nes, y que

presión

con sus

sobre

niones y

en

palabras

y

sus

en

nuestras

deliberacio

influencias habían hecho

nuestras conciencias é influido en nuestras

opi

nuestros votos.

Aceptada

la indicación del señor

Walker, la implicancia

y

el pre juzgamiento arrebatarían por completo á nuestros jue deben ser ces la seriedad y alta situación é imparcialidad que

inseparables déla justicia. La independencia de criterio

y de

juzgamiento

de los

en miembros de la Comisión Conservadora vendría por tierra manifiesten nuestros presencia de las ideas y propósitos que

posibles

acusadores ó

Ante esta

jueces.

situación excepcional que la Carta Fundamental

ha dado á los

diputados

y senadores que

no

forman parte de


la

14

Comisión Conservadora, resulta que,

en

la

hipótesis

de

en nuestras deliberaciones que hubiera derecho para permitir á personas extrañas, las únicas que estarían exceptuadas, por ó por peligro de prejuzgamiento, serían razón de

esos

implicancia diputados

mismos

y senadores.

Los inconvenientes que he trazado al pasar

dentro de nuestro

régimen

son

insalvables

constitucional.

Aunque bastarían para rechazar la indicación del honora diputado por Maipo, no obstante, me veo obligado á re

ble

producir

y

ampliar

otros

argumentos que insinué

en

la última

sesión.

Según Nacional

pio,

el artículo 43 de nuestra Constitución, el no tiene derecho para reunirse en sesión,

sino desde el i.° de

junio

hasta el

i.° de

Congreso jure pro septiembre.

período ordinario, sea por pró rroga ó por convocación extraordinaria, se requiere la volun tad expresa del Presidente de la República en la forma y

Para funcionar fuera de este

modo establecidos

en

los números 4.0 y 5.0 del artículo 73.

La indicación del honorable más

simple expresión y resultados prácticos, significa á

su

diputado

traducida

por Maipo, reducida todo su alcance y

en

al

Congreso el dere prórroga ó convoca toria especial del Presidente de la República, procedimiento que estimo abiertamente inconstitucionalycasi revolucionario. Como lo recordé en la sesión pasada, los representantes del pueblo ejercen su mandato soberano por medio de un reconocer

cho de reunirse extraordinariamente sin

doble

acto: la

deliberación y la votación.

La esencia del mandato medio de Ahora

esta

se

ejercita,

en

consecuencia,

por

doble manifestación.

bien, ¿qué objeto práctico tiene la indicación del honorable diputado por Maipo? Formar, sobre la base de la Comisión Conservadora, un Congreso pleno, una especie de cabildo abierto, donde cons tantemente se discutirían todos los negocios de Estado sin límite ni valla alguna.


-

Es

procedimiento

un

sión Conservadora

15

-

calculado para transformar la Comi

en un

meeting político

Mientras todos los representantes del con amplia libertad, las votaciones

ban

permanente.

Congreso delibera quedarían circuns

critas á los miembros de la Comisión Conservadora. fué lo que se propusieron los constituyentes del 33? es la misión constitucional de la Comisión Conser

¿Esto ¿Esta vadora? Si ello

se

hubiera

alimentado, y

se

no se

perseguido y si esos propósitos se hubieran

habría creado la Comisión Conservadora

habría reservado al

cuando

quisiera

Congreso

el derecho de funcionar

y de reunirse fuera del

período República.

intervención del Presidente de la Recordé también

en

ordinario sin

la última sesión que la historia de la era contraria á los fines que persigue

Comisión Conservadora

y consecuencias que entraña la indicación del honorable di

putado

por

Probaré

Maipo. algunos

con

detalles la verdad de

esta

afirmación.

1833, fe Fundamental, has reorganizó esa corporación,

La historia de la Comisión Conservadora desde cha de la ta

promulgación

de nuestra Carta

1874, fecha de la reforma que interés, debido

está desnuda de todo otro

objeto

que para intervenir

en

á que

no se

reunió

con

desafueros ó nombramien

funcionarios públicos ú otras funciones de igual carác secundario. No sé que se haya reunido para velar sobre la observancia de la Constitución y de las leyes. Aprobada la reforma de 1874, la Comisión Conservadora tos de ter

reunió por vez primera para cumplir su altísima facultad riscalizadora el 29 de abril de 1876. Estimo de suma utilidad para el debate y para demostrar se

desde un prin ejemplos prácticos la independencia que entre la Comisión Conserva cipio se ha querido establecer analizar la forma dora y los demás miembros del Congreso, reforma en 1876, se entendieron los artículos y modo como, dos en 1874.

con


i6

modo incontestable que los distinguidos miembros que formaban la Comisión Conservadora en 1876 han considerado que dentro de nuestro mecanismo constitu Veremos de

cional

no

un

cabe confusión

posible

entre el

Congreso

y la Co

misión Conservadora. En abril de

1876 solicitaron la reunión

Conservadora para que hiciera

uso

de

sus

de la Comisión

facultades fiscali-

zadoras, varios respetables ciudadanos, entre los cuales figu raban, fíjense bien mis honorables colegas, tres senadores y dieciocho diputados en ejercicio y dos senadores y diecisiete diputados electos. ¿Cómo se imagina, señor Presidente, que dichos represen tantes del pueblo se dirigieron á la Comisión Conservadora? ¿Cree, por ventura, que en su carácter de diputados ó se nadores?

Nó. La solicitud comienza así: "Los ciudadanos que suscriben, usando del derecho que les concede la parte 6.a del artículo 12 de la Constitución del Estado, á V. E. respetuosamente exponen. ..ti El número 6° del artículo 12 de la Constitución, que co rresponde al número 6.° del artículo 10 de la nueva nume se refiere al derecho que la Constitución asegura á ración,

todos los habitantes de la nes

República

á la autoridad constituida sobre público ó privadon.

para "presentar

cualquier

peticio

asunto de in

terés

Si dichos

diputados y senadores hubieran creído, como el Martínez, que por el hecho de ser tales podían

señor Walker tomar

dora, su

las deliberaciones de la Comisión Conserva evidente que habrían invocado su investidura y no

parte es

en

carácter de

simples ciudadanos. pidieron la reunión de la Comisión 1876, designaron como delegados para ex sus deseos á los siguientes señores: presar Don Benjamín Vicuña Mackenna, diputado en ejercicio. Los ciudadanos que

Conservadora

en


Don Isidoro

Errázuriz, diputado en ejercicio. Justo Arteaga Alemparte, diputado electo. Estos delegados presentaron una solicitud en la que pi. dieron que »se les permita hacer por turnos alegatos verbales Don

la forma que la Comisión Conservadora lo estimase

en

con-

venienten.

A indicación del Presidente de aquella distinguida corpo ración, don Joaquín Blest Gana, se aprobó por unanimidad que los delegados pudieran hablar »como se observa en los Tribunales de Justicia, esto es, que cada uno de los que fir man

la

crea

oportuno,

petición ejerza

el derecho de hablar y exponer lo que

como se

hace

en

los Tribunales^.

las mismas ideas del

Presidente, el distinguido Jorge Huneeus se expresó en los si guientes términos, que precisan con mucha claridad la sepa

Apoyando

constitucionalista don

ración absoluta que, tanto en la deliberación como en la vo tación, debe haber entre los que van á alegar algún derecho ó á hacer

algún

reclamo ante la Comisión Conservadora y

los miembros que la componen: nYo creo, pues, que, sin tener conocimiento anterior de la

solicitud, debemos principiar por oír á los tres señores dele gados nombrados, para que desarrollen los cargos que, por no fatigar quizás á la Comisión, no desarrollaron en la parte escrita de la

petición.

detallados estos cargos, la Comisión resolvería si debía ó nó llamar á su seno á los señores Ministros del "

Una

vez

despacho. nEn consecuencia,

sin

pronunciarme

del honorable señor Barros Moran,

me

sobre la indicación

permito

modificarla

el sentido de que la honorable Comisión resuelva oír á los señores Vicuña Mackenna, Arteaga Alemparte y Errázu

en

riz y mos

después

ae

oídos, constituyéndonos

en

sesión,

deliberare

sobre la tramitación que debe darse al presente

gocio,

ne

n

Como

se

ve, el señor Huneeus

distinguía

con

exactitud 2

LA CLAUSURA DEL C

."SfcíVS


de los

los

i8

solicitantes,

obstante que eran diputa é interna de la Comisión

no

alegatos dos, con la deliberación propia Conservadora.

regla propuesta por el señor Blest Gana, en aquella fecha, encuentro dos inci confirman más y más la independencia entre las

Adoptada el

la

de las sesiones de

curso

dentes que

los miem personas extrañas á la Comisión Conservadora y bros de ésta. En la sesión del 29 de abril, á la que concurrieron perso

respetables como don Miguel Barros Moran, don Santiago Concha, don Alvaro Covarrubias, don Jorge Huneeus, don Alejandro Reyes, don Domingo Matte y don José Manuel Balmaceda, quiso don Justo Arteaga nas

tan

Melchor de

Alemparte contestar á observaciones hechas por el señor Balmaceda, como miembro de la Comisión Conservadora. El Presidente de la

le

corporación

la

negó

palabra

di

ciendo:

¡'Dispénseme

su

señoría;

se

trata

de

rior de la Comisión Conservadora y

palabra. Más

una

no

deliberación inte

puedo

concederle la

1 1

tarde,

en

sesión de 4 de mayo, concluidos los

alega

tos, quiso don Benjamín Vicuña Mackenna dar nuevas expli caciones, y entonces se produjo un incidente que leeré á mis

colegas

para que ficación:

se

le tome

en su

"El señor Vicuña Mackenna. "El señor Blest Gana

verdadero alcance y

Pido la

(Presidente).

algunos documentos, puede hacer

uso

Si

de la

signi

palabra. es

para

presentar

palabra,

pero

no

para ocuparse nuevamente de la reclamación.

"El señor Vicuña Mackenna.

Señor Presidente, tengo varios documentos que presentar, pero deseo hacer algunas observado nes.acerca de ellos. "El señor Blest Gana

(Presidente).

No

puedo accederá

la solicitud del señor Vicuña Mackenna. "El señor Vicuña Mackenna.— En

ese caso

yo

pediría


-

19

-

que la honorable Comisión Conservadora resolviera si

ó

no

hacer

nuevamente uso

de la

puedo

palabra.

"El señor Blest Gana

(Presidente). Niego al señor Vu cuña Mackenna el derecho de hacer indicación de ningún género. "El señor Vicuña Mackenna. Yo, á mi vez, niego á su señoría el derecho de arrogarse facultades que son privativas —

de la honorable Comisión Conservadora. Sólo á ella corres ponde decidir si me he ocupado del fondo de la reclamación

ó si sólo

me

he

ocupado

del incidente relativo al llamamien

to de los señores Ministros.

"El señor Blest Gana

insistir

(Presidente).

Yo siento tener que

para consultar á la Comisión, y siento también que el señor Vicuña desconozca la resolución que' este Cuerpo ha tomado en lo relativo alprocedimiento empleado por

él,

en

en

mi

negativa

la carencia absoluta de

un

reglamento

para

sus

delibe

raciones. "El señor Vicuña Mackena.

Yo

insisto,

que se consulte á la Comisión, porque ello el más perfecto derecho.

te,

en

"El señor Blest Gana

lla).—Se

señor Presiden creo

(Presidente, agitando

la

tener para

campani

levanta la sesión."

No olvide la

Comisión que el

señor Vicuña Mackenna era

en ejercicio. completar las enseñanzas constitucionales que se desprenden de las sesiones de 1876, me basta recordar que todas las deliberaciones que siguieron á los alegatos de los delegados, se hicieron sin que éstos tuvieran ninguna inge rencia en las largas discusiones que se produjeron á propó

diputado Para

sito de los diversos cargos, para cuyo estudio

se

solicitó la

reunión de la Comisión Conservadora. Desde 1876 hasta ta fecha, fuera délas reuniones déla Comisión Conservadora para sus funciones de carácter se alcance político de las cundario, no ha habido otras del en septiembre del año pa de 1876 que las que se celebraron

sado,

y

en

abril del actual. En

ninguna

de estas últimas ha

pi— rr.&dMI


habido alegatos ni En los

casos

de

20

(ha promovido el incidente en debate. desafuero, la práctica constante es que se

Conservadora, constituida en tribunal ó en ju rado, oiga el alegato del interesado, y después delibera con absoluta independencia. Uno de los argumentos á que ha dado mayor importancia el honorable diputado por Maipo en pro de su indicación, es que, correspondiendo á la Comisión Conservadora la su pervigilancia sobre todos los ramos de la administración pú blica, tiene el derecho para hacer investigaciones é inquisi ciones, y tiene el derecho, en consecuencia, de dar oído á la Comisión

personas extrañas á su seno. Siempre ha sido discutido y se ha discutido, en Chile co mo fuera de Chile, el derecho que pueda tener el Congreso para nombrar comisiones investigadoras que averigüen los actos y

responsabilidades

de ciertos funcionarios

públicos.

No obstante las controversias y discrepancia de opiniones, se ha aceptado entre nosotros la doctrina que autoriza al

Congreso para nombrar de su seno comisiones inquisitoria les, para comprobar negocios ó asuntos que caen en la esfera de sus atribuciones inspectivas ó conservadoras. Así se hizo, por ejemplo, en la acusación á la Corte Suprema y en las ruidosas elecciones de Petorca.

Pero,

inquirir por medio de los miembros de corporación, y otra muy distinta^a concurrencia de propias ó internas de la

una cosa es

la misma

miembros extraños á las funciones Comisión Conservadora. Cuando

esta

Comisión escucha

alegatos de los interesados, independencia y en la forma y modo de un justicia. Es práctica en el Poder Judicial que los litigantes ale sí ó guen por por medio de abogado ante las cortes de al procede

con

la

alto tribunal de

zada. Esta

práctica ¿autorizaría

gante ó abogado para

tomar

el derecho de

parte

en

ese

mismo liti

las deliberaciones del

.


21

tribunal é influir hasta

considerandos de la

los

en

sen

tencia? Lo mismo sucede cho de

alegar

la Comisión Conservadora: el dere

en

ó de hacer

algún

reclamo

no

implica

ni supone

el de deliberar y el de establecer controversias y polémicas entre los solicitantes y los miembros de la corporación. No

que olvidar tampoco que el derecho de

hay

alegato

reconocido á personas extrañas ante la Comisión Conserva dora, se ejercita exclusivamente en el caso que el reclamo se inicie por dichas personas extrañas. En el caso presente ¿qué reclamación extraña á esta

corporación

nos

reclama

vancia de la Constitución y de las

las

garantías individuales? ¿Dónde

hay? ¿qué

acerca

persona de la obser

leyes ó pide protección

á

estala inconstitucionalidad

ó abusos de autoridad que ha consumado el Presidente de la por el hecho de clausurar las funciones extraordi

República narias del

Se

Congreso?

trata

de

una

Mac-Iver, fundada

simple

indicación del honorabte señor

en razones

puramente políticas.

Ha sostenido también el honorable

diputado por Maipo que la circunstancia de que la Constitución no prohibe la in tervención en los debates de la Comisión Conservadora a los demás miembros del ble de la

Congreso, es una prueba irrefraga legalidad de su indicación. que nuestra Carta Fundamental no lo prohiba,

justicia

El hecho de

y

razón que demuestra lo contrario. En Derecho Constitucional las autoridades pueden hacer sólo lo que les permite la Constitución ó las leyes; y no pue es

den hacer

aquello

presamente

no se

para lo cual les prohiba.

no se

les

autoriza, aunque en

Dere

Ciencia Política, axioma que

nues

En materia constitucional pasa lo contrarío que

cho Penal ó ■

Este tra

en

es una

Derecho Civil.

axioma

Constitución,

traducido

en un

ex

en

como

pueblos libres, categórico:

la de casi todos los

mandato taxativo y

ha


22

dice el artículo 151 de nuestra

"Ninguna magistratura, ninguna persona ni reunión de perso pueden atribuirse, ni aun á pretexto de circunstancias ex traordinarias, otra autoridad ó derechos que los que expresa mente se les haya conferido por las leyes. Todo acto en contra Carta Fundamental, nas

vención á

este artículo es

nulo."

objeto primordial de este mandato es que el pueblo, al delegar su autoridad soberana, sepa con claridad y precisión los límites y extensión del poder que á sü nombre ejercen El

sus

mandatarios ó

viesa

fantasía,

alcance y

un

representantes.

por Maipo, dando vuelo á su tra ha dado á mis argumentos y á mis propósitos

El honorable

diputado

interpretación que están muy distantes de sentimientos, ideas y aspiraciones.

una

mis verdaderos

Ha dado á entender el silencio del

su

señoría que busco

en

estos

mo

y que trato de poner una mordaza á la fiscalización de los representantes del pueblo, mentos

Congreso

respecto del Poder Ejecutivo y de la administración pú

con

blica.

Nó, honorable diputado;

lo que anhelo y

todos los ciudadanos de esta nes zan

sostengo

es

que

República

y ejerciten sus derechos en la Constitución y las leyes.

expresen sus opinio la forma y modo que le tra

Cada miembro de la cada autoridad ó y á

sus

y de

ideas, sin salir

sus

sociedad, cada funcionario público y debe dar expansión á sus propósitos de la esfera propia de sus atribuciones

poder,

facultades.

Es muy loable que todo ciudadano se interese por la cosa pública y haga oír su voz fiscalizadora acerca de todos los

servicios del

Estado; pero el ejercicio de esta derecho tiene por límite las atribuciones de las diversas autoridades y or ganismos constitucionales. Ese ciudadano que puede hacer propaganda de sus ideas desde un club político, desde la. prensa y desde la tribuna popular, no puede ni debe hacerlo ni en los Municipios, ni en los Tribunales de Justicia, ni en


-

el

Congreso,

salvo el

caso

23

-

de que

sea

miembro de

esos

po

deres. Lo mismo sucede Los

en

el

caso

actual.

congresales pueden libremente ejercer

soberanas tomar

parte

en

dora sin que Esto

las

en

no

ramas

funciones no

pueden

las deliberaciones de la Comisión Conserva

sean

miembros de ella.

quiere decir,

lo ha insinuado el honorable

como

señor Walker

Martínez, que

é

de los miembros del

inteligencia

sus

á que pertenezcan, pero

no

mucho, las luces Congreso que no forman

respete, y

parte de la Comisión Conservadora. Profundo respeto y consideración me merece el Senado: en ningún caso aceptaría que interviniera en los actos

pero

privativos

de la Cámara de

Diputados,

como ser

la iniciativa

materia de contribuciones.

en

debería concluir, señor

Aquí como

estoy, á

no

Presidente, pero, resueltoi

concurrir á ia Comisión Conservadora

una

que se apruebe la indicación pendiente, por no querer autorizar con mi presencia una abierta inconstitucionalidad, vez

obligado

me veo

á hacerme cargo de algunos de los funda político que han dado los señores Mac-

mentos de carácter

Iver y Walker Martínez de acuerdo.

en

apoyo de

sus

respectivos

proyec

tos

No pretendo hacer historia contemporánea, porque siem no son pre he creído que los actores en las luchas políticas los mejores jueces de sus adversarios. El tiempo correrá fugazmente, la calma volverá á los espí

ritus, los hombres de hoy pasarán,

y entonces vendrá

una

que los acontecimientos de la última época sean juzgados y fallados con la tranquilidad de criterio, la altura hora

en

imparcialidad de conciencia que son esenciales justicia, y que siempre iluminan los solemnes vere

de miras y la para la

dictos de la historia. El honorable señor Mac-Iver ha dicho que los Ministros de esta administración

carecen

por

completo

de iniciativa y de

'


24

autoridad: y para

ha recordado hechos

probarlo

insignifican

el último tes, y ha llegado hasta el extremo de sostener que Ministro de Instrucción Pública no ha tenido poder suficien te para despedir á una preceptora que llevaba una vida in

moral.

completamente el hecho,. diputado por Santiago. Su señoría puede comprobarlo con El señor Mac-Iver. mucha facilidad dirigiéndose al último Ministro de Instruc y

Tengo antecedentes para quisiera que lo probara el

negar

señor

ción Pública. El señor Bañados Espinosa

invitación que

me

hace

(don Julio).

Me

alegro

de la

señoría, porque he ido hoy mismo

su

al Ministerio de Instrucción Pública á El señor Mac-Iver. su

averiguar el hecho. ¿Al actual Ministro se ha dirigido

señoría? El señor Bañados Espinosa.

mente al Ministerio y he

situación para

jefe

insinuaciones sobre

in

ese

del Estado.

El señor Mac-iver. trucción Pública á

lo ha dicho el Ministro de ln&-

¿Se

señoría?

su

El señor Bañados Espinosa.

señoría ha aducido convocación del

como

Y

ese

fundamento

es

el hecho que

capital

para

su

pedir

la

Congreso.

El señor Mac-Iver. como

dirigido personal Estoy en

el incidente.

el último Ministro de Ins

poder afirmar que jamás ha hecho

trucción Pública cidente al

Me he

averiguado

No

como

fundamento capital, sino

hecho inmoral.

El señor

Bañados Espinosa.— Es necesario hechos que se invocan. El señor Mac-Iver,

Los

hay

á montones del

probar

los

género

del

que he citado. El señor Bañados Espinosa.—Es muy fácil citar hechos

ápríori sin estar aparejados de demostración que hagan completa luz sobre ellos. Su señoría ha citado uno, y yo le

pido

y antecedentes

que lo

pruebe;

por-


-25

que

al acusador á

es

dice. Mientras las

se

quien corresponde justificar

presenten acusaciones de

pruebe, tengo

el más

conoce á

no se

veces

el honor de

ser

to

Mi

muy al cabo del

grado de iniciativa que se re Estado, y puedo conocer cuál es pequeñas suspicacias del partidarismo po

los Secretarios de

el valor de

lítico

carácter y

perfecto derecho de dudar de

das las restantes. He tenido varias

nistro, estoy

este

lo que

esas

(i).

En la

apreciación

Mac-Iver

que han hecho tanto el honorable señor el señor Walker Martínez respecto de las

como

intenciones y propósitos de Presidente de la República y de los que le acompañan en su labor de gobierno, han desple

gado grandes esfuerzos para atribuirles- móviles é inspiracio nes incompatibles con la honradez y civismo que todo ciu dadano debe tener en el desempeño de altas funciones administrativas ó de confianza nacional. (i)

Al

siguiente

día

se

publicó

en

El Ferrocarril

Subsecretario de Instrucción Pública,

acerca

una

rectificación del

de la declaración del señor

que en lo pertinente dice: "S. E. el Presidente dt la República

Mac-Iver,

me llamó hoy con el objeto de preguntarme si tenía conocimiento de estos hechos denunciados por el

señor Mac-Iver, y habiéndole yo contestado negativamente, fuese á su nombre á casa del señor Donoso para indagar

cierto

en

me

pidió que

qué

había de

la aserción

"El señor don

apuntada, Gregorio Donoso

me

respondió

más ó

menos en

estos

términos: "Sírvase manifestar al señor Presidente que en el acto que leí el disucurso del señor don Enrique Mac-Iver, le escribí á este caballero diciénitdole que

no

era

exacto el incidente por él referido á

propósito

de

una

itpreceptora, y que, por el contrario, nunca había encontrado diñcultades tipor parte de S. E. en lo tocante i. materias de instrucción. m

"En cuanto á mí, declaro

trucción Pública, que

como

nunca

había

Subsecretario del Ministerio de Ins

llegado

á mi noticia" ni que el señor

Donoso hubiera sabido que una preceptora vivía en las condiciones ya indicadas, ni que se le hubiesen presentado dificultades p'or quien quiera que

sea

para

remover

de

Amunategui Solar.»

su

cargo á preceptora

alguna.

Domingo


26

Aflige espíritu y entristece el corazón cuando los parti dos políticos carecen de la tolerancia en el juicio de los hom el

bres. Cuando

se

dan los

ser

Pero cuando

nistración, mayoría

se

de

pasos

sus

pasiones

en

la escala del

bilidad

ante

y cuando

se

poder puedan pasión.

alto puesto de la admi la cima en brazos de la

ha

llegado

por el voto de

conciudadanos á tener la más elevada si en una

entibian

democracia

republicana,

entonces

alma, el respeto á la responsa los contemporáneos y ante la historia tiene más hondas, y las ambiciones y los pequeños

se

raíces mucho

llegado al más ha llegado á

se

pueblo,

tuación que cabe las

ha

cuando

confianza del la

primeros

y se explica que los actos políticos el resultado desintereses de partido ó hijos de la

comprende

se

en

el

intereses

desaparecen con la posesión de la plenitud del público y con el justísimo anhelo de engrandecer á la patria, único ideal y única esperanza que caben en pues tos de tanta expectación, ¿Por qué creer que el Presidente de la República y los que lo hemos acompañado últimamente en el gobierno no honor

sentimos

y el resto de los chilenos el mismo el mismo calor de convicciones?

como vosotros

patriotismo,

Hombres que sacrifican se

en

puede sacrificar, hombres

ara

de

sus

que sufren

ideas todo lo que con

estoica

resig

nación las más crueles difamaciones y las alevosías de la calumnia, y hombres que luchan sin recoger por el momento que injusticias é injurias, ¿pueden proceder obe deciendo á miserias, "á móviles bastardos ó á torcidas inten otra cosa

ciones?

Nó,

señor Presidente, mil veces nó. posible que quepa un error, y es posible que haya equivocación de criterio; pero no hay derecho para soste ner que hasta esos errores y esas equivocaciones dejen por un sólo instante de estar sellados por honradas convicciones, leales por propósitos, y por la concepción que cada cual tiene

Es


-

en

2?

el fondo de

su conciencia, de sus deberes mismo, con sus conciudadanos y con el país. La política no es foco de difamaciones, ni es

donde de la

se

ponen

en

para un

consigo

escenario

descubierto las más tristes debilidades

pasión humana,

ni las más

oscuras

sombras de odios

implacables. Es noble se

palestra

donde luchan ideas

oponen programas á programas,

con

donde

ideas, donde

discuten los altos intereses nacionales y donde se trata de subir, más por la grandeza de los servicios que se prestan á la patria que por los recursos de la intriga. se

Es cierto, señor Presidente, que desde fines del año pasa do ha existido y existe un serio antagonismo entre el Poder el Poder Legislativo. Ejecutivo y

¿Quién es el responsable de estos conflictos que en la práctica se traducen en serio menoscabo del crédito nacional y en desprestigio de nuestras instituciones, tan respetadas como respetables? Los partidos armados en combate han de contestar esta pregunta

en

conformidad á sus intereses y á sus conveniencias.

en absoluto el derecho que se quiere atribuir mayoría parlamentaria para creer que sólo ella está en la justicia, en la verdad y en las conveniencias públicas. Lo repito: no nos toca á nosotros decir la última palabra ni dar la solución definitiva á este problema. Pero hay algo que podemos y debemos saber; hay algo que podemos y debemos descifrar. El gobierno de un país está fundado en el recíproco res peto de los poderes públicos, en la recíproca tolerancia y en recíprocas concesiones. ¿Ha hecho la mayoría parlamentaria, después de la caída del Ministerio Prats, todo lo que la prudencia aconsejaba entre los dos poderes populares para mantener la armonía

Desconozco

la

del Estado? Creo que nó.


Hace poco más de dos

28

meses

que la tirantez y la intransi

mayoría parlamentaria produjeron un conflicto* que sacudió hasta los cimientos de la República. Cuando por doquiera se veía el caos, cuando todo estaba preñado de grandes peligros y cuando la alarma aquejaba todas las conciencias, brilló en el cielo de la patria la aurora

gencia

de la

de la paz y de la conciliación. En los dos meses que ha durado el último Presidente de la

República

de ideas y de

partido

Ministerio,

liberal de

sacrificios, sacrificios de aprensiones justificadas para

han hecho toda clase de

pio,

y el

el

gobierno

amor

pro

mantener

la situación de paz y de neutralidad que tanto había costado

consolidar. Al retirarse el

Ministerio, el jefe del Estado trabajó de conciliación, y encontró las puertas parlamentaria.

por mantener la cerradas en la mayoría nuevo

Un

conflicto

tenemos en perspectiva, debido á los mayoría parlamentaria de subyugar, humillar y destruir el Poder Ejecutivo. ¿Es esto útil para el país, es conveniente para nuestras instituciones y es siquiera constitucional? Es preciso que no se olvide que estamos en una Repúbli ca y que el jefe del Estado arranca su poder, no del naci miento como en una monarquía, sino del pueblo. Es un poder constitucional de igual origen al del Congre so y con la diferencia á su favor de que es responsable. ¿Gana el país con arrebatar al Poder Ejecutivo su autori dad, su prestigio y su valor moral? ¿Y ganará también el país con que el Congreso Nacional pierda su única fuerza, su prestigio moral? Luego es patriótico y es honroso proceder en forma que ambos poderes públicos mantengan incólumes su personali dad, sus prerrogativas y su honor. Se han expresado dudas acerca de las garantías que el ac tual Gabinete puede ofrc=;r en favor ¿e la I.bcríad el ce nuevo

propósitos

de la


29

-

Desde hace años, señor Presidente,

no doy valor á las electoral, sino cuando han espericomprobación práctica de los hechos. Suspendo mi juicio ante las palabras y ante las promesas. los actos. Espero Pero es justo confesar que ninguno de los actuales Minis tros han presidido elecciones desde el puesto de tales. Tienen, en consecuencia, más derecho que otros para evi tarles prejuzgamientos y para concederles plazo hasta la com probación práctica de lo que han prometido. El honorable señor Mac-Iver ha extrañado profundamente que de parte de sus adversarios políticos se haga cuestión de honor de la organización de Ministerios con éstos ó aqué llos miembros de los diversos partidos militantes. Siempre he creído que el honor personal del caballero es inseparable de la vida política, Es fácil," muy fácil, olvidar las controversias políticas, dis culpar el calor en la defensa de las ideas y abrir ancha fosa alas susceptibilidades del amor propio; pero es contrariar hasta las leyes de la naturaleza y los fundamentos de la con ciencia humana exigir la solidaridad de propósitos, de res ponsabilidades y de actos entre personas separadas por in

promesas de neutralidad

mentado la

sondable abismo abierto por heridas al honor. que la prudencia y el patriotismo conseguirán el restablecimiento de la armonía entre los dos poderes populares del Estado. El respetuoso consorcio de estos poderes públicos ha sido la fuente fecunda de nuestros progresos actuales, del presti en nuestros hogares gio de nuestras instituciones, de la paz

Tengo confianza

brillarán de

nuevo

y del crédito de la

en

y

República

El discurso de don en

ante el mundo civilizado.

Julio Bañados Espinosa fué contestado,

el resto de la sesión del día

1

7 y

en

las dos sesiones si-


_

guientes,

por don Manuel

3o

José Irarrázaval,

senador por

Talca. En la sesión del 24 de octubre

replicaron

los señores don

Baldomero Frías Collao y don Julio Bañados Espinosa. Reproducimos á continuación estos discursos, que fijan con

claridad los móviles

políticos

apoya á la Administración.

■=2>4.<5zr

del

partido

liberal que


e®®@@@se®@@s@e@@e@@@es@s@®e®eee@e®ae®

II Discurso

de don

(Sesión

Baldomero Frías Collao del 24 de octubre)

Señor Presidente: Es penoso entrar al debate y á un debate tan solemne éste, en las condiciones en que lo ha colocado el hono

como

rable senador por Talca. Durante tres

previa, el al país, y

sesiones, sin

honorable senador,

ocuparse apenas de la cuestión creyendo sin duda beneficiar

beneficiándolo más de lo que él

se

imagina,

ha

na

rrado hechos, emitido apreciaciones y vertido ideas que por lo menos entristecen el ánimo. El honorable senador ha

pretendido rebajar al Presidente República, sin fijarse en que diseñaba un cuadro pal pitante y cierto de toda nuestra vida política. Aquí, en este de la

recinto y fuera de tarios ilu&tres que aun

hiél

rrascosas esos

les

se

podrán

encuentran

el corazón y amargura

que

en

descendientes de manda

menos

circunstancias

en

de recordar sintiendo el alma, las horas bo se cernieron sobre

análogas

magistrados á quienes la nación y á muchos de los cua señoría, lo que es más raro, ha discernido ayer mismo corona de gloría y de virtud.

su

una

en

él, no


32

parecido cejar en este propósito, á pe existiera todavía una sar de que no podía comprender que entidad superior, hasta la cual el honorable senador no po Pero

su

señoría ha

á la honorable

día alcanzar. Su señoría ha

querido convertir

Comisión Conservadora

el León de San Marcos del Con

en

pretendido denunciar al Jefe país, sin respetar lo confidencial, sin perdo como nar los detalles más insignificantes de. la vida privada, los almuerzos. Perdido en sus propias contradicciones, su señoría ha dado á Chile un curioso espectáculo: ha mani

sejo

de los Diez. Su señoría ha

del Estado

ante el

festado que

señoría tiene ideales únicos y horizontes

su

es

peciales. Con efecto, el Presidente de la República, que no es, se gún su señoría, en Chile, más que un ciudadano como cual quiera otro, tal vez el primer ciudadano, incomoda á su seseñoría y á sus planes. Su señoría, con un valor digno de cuenta, ha propuesto la supresión del cargo. Es Congreso, á que su señoría pertenece, el que debe legislar y gobernar. Es el Congreso el que debe resumirlo y ab sorberlo todo. La primera idea que viene =á la mente, señor Presidente, es la de que mañana podría el honorable sena dor tener el alto honor, el honor más elevado en una demo cracia, el de ocupar el puesto de Presidente de la República; y entonces, ¿quién aseguraría que no podría cobijar también la idea de suprimir el Congreso porque le molestaba ó le

tomarse en

el

hacía sombra?

Aseguraba

el honorable senador que tanto

sus propósitos completamente patrióticos y ab negados, hasta tal punto que los demás grupos de oposición no debían contar con el menor apoyo del partido conservador en las próximas elecciones, así como el grupo de su señoría no lo necesitaba ni lo pedía. Nadie había puesto en duda tan no. bles intenciones; pero su señoría, por el hecho sólo de insistir en este punto, nos hace rememorar, á pesar nuestro, aquella amosa sesión en que se presentó el Ministerio de mayo, tan

como

los de

sus

aliados,

eran


-

recordada por

.

señoría,

33

-*

contra el cual la

coalición parla mentaria, con más valor que el tirano Tiberio, que hacía ma tar por expresiones francas, no tuvo otro cargo que hacer va ler que palabras mal interpretadas; su señoría nos hace recordar que entonces pidió, antes de decidirse, con una crueldad y una exigencia que la posteridad ha de calificar, que e! Ministro á quien después censuró, manifestase si acep taba ó nó las leyes municipal y electoral. Se le pedía la bol sa para arrancarle después la vida. Nos decía su señoría, sin fundarlo en cargo alguno legal y el Presidente de la República no respetaba los serio, que fueros del Congreso; y ¿cuándo ha respetado su señoría, cuán do han respetado los senadores y diputados amigos de su señoría los fueros del Presidente de la República que, perso nificando un poder igual al Legislativo, es superior á cada uno de nosotros? ¿Cuándo han respetado siquiera los fueros de sus colegas de minoría? ¿Cuál es el acto de atropello que haya tenido que juzgar el Congreso ó que siquiera se haya denunciado No

su

ante la

quiero seguir,

Comisión Conservadora? señor

Presidente,

en

este terreno.

Nece

sito de toda mi calma para tratar por última vez la única y verdadera cuestión que debemos analizar, la indicación del

honorable diputado por Maipo, que considero tan grave y tan trascendental que me obligará á no perdonar ni un deta

lle,

ni

un

perfil,

por

insignificante

que

sea.

forma y consangrando como^ derecho el abuso de la mayoría ó del poder numérico, se nos_ha amenaíado y se nos ha conminado con el destierro de este recinto, Y ya que

justo tes y

en esta

es, honorable Presidente, que aprovechemos los instan. qíie digamos por última vez lo que sentimos y lo que

deseamos. '

La indicación del honorable diputado por Maipo para que «la Comisión Conservadora acuerde oír á los, senadores y di

putados tender,

mi en que deseen tomar paite en el debaten, es, en abierta y absolutamente inconstitucional, que creí

t.in

3

LA CLAfc'SVltA UE». C

-

ni

lili

\T~*' .^ÍS1-*."


-34en

los

primeros

resultado de

momentos

una

de

osas

señoría, arranques á que

en

que la oí formular, que era el y ruidosas travesuras de su

ligeras

suelen encontrarse

sujetos

los

ca

racteres más enteros corno-Ios más mediocres.

período de sesiones ordinarias, propuso reglas, que se dirigiera un oficio^ al Presidente de la República preguntándole no sé qué cosas relativas á las huelgas. Su aliado, eHionorable diputado por Santiago, tie larga, avezada y oportunista vida política, no pudo menos de reconocer la incorrección de la medida, agre gando, sí, que la aceptaba sólo por la solemne gravedad de Durante el último

su-seño'ría,

contra

todas las

.

las circunstancias. era natural, el Presidente de la República no hizo aquello. A causa de su silencio que -no vacilo en de clarar que bastó para salvaguardiar el prestigio de los poderes Legislativo y Ejecutivo, pidió con posterioridad el honorable" diputadp que se oficiara al Jefe del Estado á fin de manifes tarle que no sabía cumpür sus deberes de magistrado y de mandatario. Otro aliado oportunista se apresuró á encarpe taría indicación, obteniendo que se'enviara á comisión. Como hoy ha transcurrido algún tiempo, no dudo que to dos mis honorables colegas, si no de una manera externa, sfquiera en sus conciencias, no podrán menes de admirarse de que aquellos hechos hayan tenido lugar. Desde el instan te en que se pretende hacer un juego^de.Ias facultades é in fluencias del Congreso, se desprestigia y se destroza su. poder, Debo decirlo con franqueza, honorable Presidente; la indiración que discutimos, me ha hecho el mi#mo efecto que las

Como

caso

'

de

que acabo de recordar. En un principio, creí'quc, por grande que fuera la "exalta ción y la ceguedad de los ánimos, desde que su inconstitu-

cionalidad

era tan evidente, bastaría un somero examen para nf rechazo. No ha sucedido nsf; y mi extráñela ha subido de punto cuando he escuchado al honorable senador

u\-U

ner

poi TjIcs, contestando el brillante d'scurso del honorable


35

-

diputado ta y

legal,

Lo

hoy,

-

decir que la proposición era tan que apenas si se detendría en este pur.to.

por

raro es

Ovalle,

que

yo mismo

me

me

extrañado

haya

esta

actitud;

correc

y por eso,

extraño de mi extrañeza. Los aconteci

mientos que

se han verificado, los procedimientos que están desarrollándose, y los ya claros y transparentes fines que se nos colocan á cada cual en la situación que nos persiguen, corresponde. Como -antecedente indispensable para apreciar -la inconstitucionalidad de la medida, conviene examinar la forma en que ella se ha producido, antecedente que, por fortuna, es posible establecer en todas sus fases. Al plantear la proposición principal de que se oficiara al Ejecutivo pidiéndole la apertura del Parlamento, el honora ble diputado por Santiago no osó (es ésta la verdadera expre sión), solicitar de la honorable Comisión Conservadora que lo

hiciera elTa

misma,

á pesar de que daba

como

fundamento

el Congreso, en previsión del por del presente, estuviese alerta, fiscalizando día á venir y día la conducta del Gobierno; ó sea el mismo que sirve de

capital

la necesidad de que no

base á la indicación

previa. diputado por Maipo se apresuró á manifes Ejecutivo y sus partidarios querían el silencio y las sombras, por lo cual se había clausurado el Congreso; y reclamaban y exigían lo que él y sus compañesos querían, contrario. En consecuencia, no sólo opinaba por que debía impetrarse la apertura del Congreso, sino que formulaba la El honorable

tar

que el

siguiente cuestión previa incidental: *iMi pensamiento, decía el honorable diputado, es á hablar que tienen derecho

en

el

seno

acordar

de la Comisión Con

discusiones todos los miem

servadora y tomar parte en sus bros del Senado y de la Cámara de

Diputados

que

deseen

hacerlo, n Esta es su

proposición

clara y neta.'

Se encargó de redactarla el

señor

secretario;

y con acepta*



-37

de que el honorable senador por Talca viniera, con semejan tes antecedentes, á pretender sostener que no estaba plantea da la verdadera y única cuestión, que es ésta: ¿Tiene la Co misión Conservadora facultad de abrir, aunque sea á medias, el Parlamento? O

es que los adversarios, como las vírgenes pudorosas pero maliciosas, tratan de engañar á los demás y de engañarse á sí mismos; y protestando contra la medida ó tergiversándola, desean ardientemente aceptarla en definiti va? Si así fuera, creo que, además de no ser correcta la tác tica, ni el honorable diputado por Maipo ni ninguno de sus

compañeros tiene el derecho de

enrrostrar á sus

adversarios

temor á la guerra.

El honorable senador

honorable

diputado.

se

halla,

pretende

pues, contradicho por e|

El honorable

diputado.ha pretendido y aseguraba el honorable se

lo contrario de lo que

nador. tiene por objeto que el Congreso tome debate, á fin de que no enmudezca, de que sea el eco de la opinión pública, y de que se convierta este alto cuerpo en un meeting central y perpetuo, ó si se quiere, en un foco de conmoción perturbadora. Su indicación tiene por objeto constituir un Congreso pleno deliberante, al que sólo Su

parte

proposición en

el

faltaría el voto, puesto que el honorable senador ya

nifestó, después de haber llegado

en su

nos ma

ofuscamiento hasta á

el derecho de clausurar

negar al Presidente de la República las sesiones extraordinarias, que haría indicación para que llamase al en

parlamento Como

te, si

de la Comisión

seno

se

Conservadora, transformada

fiscal izador, á los ministros de Estado.

-

lo que discutimos, resultaría, señor Presiden reinaran la razón y la lógica, que podía llegar á la

es esto

aquí

conclusión terminante de que debería rechazarse la indica esta ción, por ser abiertamente inconstitucional; y que ello unánimería, por fortuna para el país y sus instituciones, memente reconocido por la honorable Comisión Conserva dora.


-38d

£1 honorable

iputado

por

Maipo

y el

honorable senador

la Comisión Conservadora, 'co por Talca manifestaban que mo el Congreso, tenia facultad para oír á quien quisiese; y de ahogar que sostener lo contrario, era tratar de cohartar,

de hablar, de consultar, de lujo de ominosa omnipoten cia presidencial y de insoportable despotismo; Entendámonos, honorables colegas. No está aquí en dis cusión semejante materia. Sus señorías revelan, es cierto, mucha modestia y ningún egoísmo, cualidades muy lauda bles, pero que por el momento es innecesario exhibir. Sus señorías desconfían de sí mismos; y quieren luz, más luz, mucha luz. Desean ilustrarse; pero como la roz proveniente de la palabra y del consejo, pueden tenerla todos los días" y el derecho ver

primordial

sagrado

y

á las personas, haciendo

un

á todo momento, sus señorías manifiestan que no se satisfa cen y que desean que esa luz, ese haz de luz, lo reciba al. mismo tiempo el país. En cuanto á lo do ó

pretendido

primero, yo preguntaría: ¿quién alguna vez el ejercicio de

coartar

do derecho individual de

sus

señorías? Si

ha coarta ese

sagra

alguna autoridad,

que sea, ha opuesto

algún obstáculo, yo pediría á inmediatamente, á fin de que la Comisión Conservadora, que está especial mente llamada á proteger las garantías individuales, adoptase cualquiera

mis honorables

colegas

que la denunciaran

las medidas conducentes. En tan

dignos

de amparo

como

este

terreno,

sus

señorías

son

cualquier ciudadano, como el úl colegas no de

timo de los ciudadanos. Pero mis honorables

ben olvidar que aquí no se trata de las personas de sus seño rías; y que la Comisión Conservadora es distinta de los indi

viduos, de modo que adoptando ó rechazando la medida que se discute, ni se pone en ejercicio un derecho personal, ni se pone cortapisas á un derecho individual, que sus señorías son libres é independientes de ejercitar como les parezca, con una sola excepción, la de este recinto, porque aquí se trans forman

en

miembros de la Comisión

Conservadora,

con

atri-


39

buciones y deberes diversos y especiales. Consúltense é ilús trense, pues, sus señorías, con quien quieran y como quieran. Pero que la Comisión Conservadora acuerde que extraños

pueden hablar

en su

seno'y

tomar. parte en

sus

deliberacio

ó más

debates, es distinto. No basta que no haya precepto que lo prohiba. Es preciso que exista una ley expresa que lo permita. Nosotros lo queremos, y así suce derá, decía el honorable diputado'por Maipo. Señor diputa do, para las autoridades y corporaciones republicanas no basta querer, es necesario poder. No bastan el deseo, el ca pricho, la ambición; es necesario poder con arreglo "á la ley y dentro de la ley. De otro modo, Iqs instituciones quedarían subordinadas á la pasión, cuando nuestro deber nos manda que todo lo subordinemos á la ley; cuando la misión especial de esta corporación, que representa á uno de-Ios poderes so beranos del Estado, es, precisamente, velar por su fiel obser vancia y por su severo cumplimiento. Aquí se ha hecho drama, decía el honorable diputado, con nes, ya

sea en uno

*

motivo de

incidente traído de los cabellos

un

otra cosa lo que se

y

significa

la

con

el único

persona ausente. Y bien, no es intenta hacer hoy. Eso es loque envuelve

de zaherir á

propósito

una

proposición

que nos* ocupa. Se busca el aparato,

el drama, porque yo no puedo ni quiero suponer otros fines en sus señorías. No pienso por un sólo 'momento que preten dan ahogarnos con el número, amordazarnos moralmente, la discusión sería imposible entre una minoría

puesto que

la que constituímos nosotros, de tres, cuatro, cinco, seis miembros, desde que ninguno de los otros amigos querría hacerse reo de una inconstitucionalidad flagrante; y una ma de ochenta y más yoría como la que formarían sus señorías,

como

personas

en

congreso

pleno.

no puedo considerar seriamente, sino como declamaciones dramáticas, todas aquellas frases relativas á

Por

eso es

qué

la mordaza que el

ominoso yugo

Ejecutivo quería

presidencial,

etc.

poner al

Señor,

esto

Congreso;

no

es

al

sincero.


40

basta invocar el testimonio íntimo de las conciencias de los mismos representantes del pueblo, el tes timonio del país entero. Jamás se había visto un desborde igual de pasiones, como lo demuestran las sesiones del Par Para

destruirlo,

me

lamento y aun estas mismas sesiones. La libertad ha estado, si no está, muy próxima á convertirse en libertinaje. Entrando al terreno, en que se ha colocado el señor sena dor, aseverando que el Parlamento puede llamar á su seno y oír á quien quiera, yo sostengo que la teoría no es exacta. Ir al seno del Parlamento, tomar parte en sus discusiones y

ningún extraño, nadie que no sea ramas legislativas, ni aun los senadores y diputados suplentes cuando los propietarios se hallan en ejercicio, con la sola y única excepción de los Mi nistros de Estado, con arreglo á lo dispuesto en el artícu lo 82 de la Constitución, que dice así: deliberar

no

puede

hacerlo

miembro de cualquiera de las

"Los

Ministros,

aun

cuando

no

sean

miembros del Sena

do ó de la Cámara- de

sesiones, y

tomar

Diputados, pueden concurrir á sus parte en sus debates; pero no votar en

ellos. 11 no podría acordar mañana el llamamiento á objeto de oír su opinión y de ilustrarse, ni de los electores, ni de los militares, ni de los marinos, ni de los funcionarios administrativos, etc., etc. No sólo no se lo permi te la ley, sino que se lo prohiben la naturaleza y calidad de sus

El

su

Congreso

seno,

con

el

funciones, el artículo 151 y el artículo 82 de nuestra Carta fundamental, que consigna el único caso de excepción. Esto no quiere decir que el Congreso no pueda tomar conocimiento de las opiniones y de las peticiones de los ciu dadanos, debida y correctamente presentadas ante él. Esto no quiere decir qne no pueda pedir datos ó informes á las autoridades ó funcionarios que determine, en el modo y for ma conveniente. Esto no quiere decir, por fin, que, ejercitan do funciones judiciales, no pueda hacer comparecer ante su barra al acusado, escuchar á los testigos y oír la defensa.


Pero

hoy

re

41

-

Parlamento que pretendiera proceder como quie hacerlo la Comisión Conservadora, dando entrada un

y dejando tomar parte en sus deliberaciones y en debates á personas extrañas, sería un Congreso pertur bador del orden público, de la ley y de las instituciones. Ha bría violado el artículo 151 de la Constitución del Estado

en su seno

sus

y

su

funcionamiento,

y subversivos.

Respecto

.

sus actos

y

sus

resoluciones serían nulos

.

de la Comisión

Conservadora, hay todavía cir

cunstancias más agravantes. Sus atribuciones

son

exclusiva

mente de

supervigilancia; y todas sus facultades arrancan de este fundamento y se encaminan á este fin. No se trata, en el actual, ni de un proceso ni de una investigación, sino únicamente, como lo ha dicho muy bien el honorable diputa do por Maipo, de convertir á la Comisión Conservadora en un meeting constante y perpetuo; de hacer de ella un foco de hostilidad y de guerra incesante contra el Ejecutivo y demás caso

autoridades constituidas. Y esto, señor Presidente, no sólo es inconstitucional: es, además, sencillamente trastornador y revolucionario. (Mani

festaciones diversas campanilla).

en

la

galería.

El señor Presidente

agita

la

So pretexto de que cualquier ciudadano es libre de con demás, se intenta hoy hacer que el Congreso, que legalmente está clausurado, continúe siquiera deliberando. sultar á los

El honorable senador sentaba

como

verdad

inconcusa,

que

que nadie pudiera poner en duda este prin cipio: que usando de la misma facultad podría mañana la Comisión Conservadora hacer venir á su seno, para pedirles no se

imaginaba

opinión

é

En seguida, podría venir ejército; después, á las autoridades admi último, al país entero. Señor, todo esto nos

ilustrarse, á los electores.

el llamamiento al

nistrativas;

y por

aplastaría. Seria demasiado peso para nosotros. dema Llegando á semejante situación, nos encontraríamos siado pequeños, porque nuestra grandeza termina en el ins-


tante

en

cado la

42

que descendemos del pedestal en que nos ha coló del cual nunca debemos separarnos.

ley,

Todo derecho

es

correlativo de

una

obligación.

Si la Co

misión Conservadora tuviera el derecho de llamar á

á

quien quisiese,

forzoso

es reconocer

los llamados el deber de acudir. Sin

Comisión

Conservadora,

tendría sanción que hacer el desprestigio.

en

caso

embargo,

de

en

así;

en

'

y la

como

el ridículo y

El honorable diputado por Ovalle hacía verdaderamente irrefutable. Manifestaba que

Congreso podía deliberaciones, desde

no es

resistencia,

efectiva, caería

declarar que el

su seno

que ha de existir

no

en

argumento

un

no era

posible

tomar

parte en nuestros acuerdos y que estaba llamado á juz gar á los miembros de la Comisión Conservadora. El hono rable senador

no

nistros también

lo refutó. Se limitó á

eran

justiciables

por el

contestar

que los Mi

Parlamento;

y que, sin

embargo, podían terciar en sus deliberaciones. Es efectivo, señor Presidente; pero esto sucede lo ha establecido artículo

82,

antes

porque así precepto constitucional expreso, el del citado. Exhíbase otro artículo de la Consti-

un

-|

tución que prescriba igual cosa respecto del Congreso con relación á la Comisión Conservadora, y yo no tendré incon veniente

en aceptar la proposición en debate. Mas, no quiero atenerme á este solo raciocinio, pues hay ninguna falta de lógica en nuestra Constitución. El

no ar

gumento que debió haber hecho el señor senador para des diputado por Ovalle, fué este: la ley per

virtuar el del señor mite

al

Consejo

Congreso

tomar

parte

de Ministros ó de los

en

las deliberaciones del

Ministros; y sin embargo, éstos son justiciables por el mismo Parlamento, que de ante mano se ha implicado ó recusado. Entonces se comprendería que el Congreso pudiera tomar parte en las deliberaciones de la Comisión Conservadora y quedar siempre apto para juzgarla. Pero alegar que porque los Ministros toman parte en las

.

>


43

-

-

discusiones del Congreso, tiene derecho el Congreso para tomar

parte

en

las discusiones de la Comisión

Conservadora,

es, haciendo pendant al honorable querer

que el Presidente le injuria, se le insulta y se le calumnia. diputados y senadores que constituyen la Comisión

probar

.pota porque Los

diputado por Maipo, como de la República es un des-

se

Conservadora,

forman también parte del Parlamento; pero el que ellos vayan á discutir y deliberar en el seno de éste, en sus actos y resoluciones, no es ni ante el sentido común ni ante la ley, causa de recusación ó implicancia en caso de que el Congreso .justicie á la Comisión Conservadora por los ac tos de

ésta, propios, privativos

mento.

Si así

no

é

del Parla

independientes

mera, la Constitución habría carecido de

sentido

común, permitiendo al Congreso venir á tomar parte las deliberaciones de la Comisión Conservadora, hacién dose solidario con ella, aunque irresposable. Yo no veo, se ñores, á qué hacer hasta á la misma Constitución la imputa ción de doctrinas tan erradas y absurdas. en

El señor Errázuriz su

{don Ladislao).— ¿A qué

señoría de Constitución y sentido

nos

habla

común, que desconoce

el actual Gobierno? El señor Reyes

(Presidente).

que no interrumpa. El señor Frías Collao. cación del señor contestar.

.

diputado.

Ruego ál

señor

diputado

á la cortesía y buena edu Tiempo tendrá su señoría para

Apelo

.

El señor Revés

(Presidente).— Yo diputados Reglamento;

sente á los dos señores

diálogos

por nuestro

mantener el

orden

en

me

que

permito hacer pre permitidos los

no son

y que el único medio de

el debate es_que

no se

hagan interrup

ciones. El señor Frías Collao.— Señor

Presidente,

bro de esta Comisión Conservadora, yo soy la

como

miem

responsable ante

honora ley y ante mi país. Si se acepta la proposición del diputado por Maipo, yo declaro que me hallo en la impo-

ble


-

44

BÍbilidad de ejercer mis funciones; y que si algún día se quie re hacer efectiva mi responsabilidad "por no haber cumplido deberes que no podría cumplir, seré víctima inocente del abuso de la

actual.

mayoría

Se dice que la Comisión Conservadora es un mandatario del Congreso, y que nada impide al mandante sus relaciones con el mandatario. Y bien. Desde el instante en que el man un asunto ó negocio, el mandatario de dejar su lugar al mandante. Expiraría la Co misión Conservadora, y sólo quedaría en pie el Parlamento. Casi nada se ha dicho, honorable Presidente, respecto de los precedentes y de las prácticas adoptadas en casos análo

dante

se

apersona á

saparece para

gos por la misma Comisión' Conservadora. Esos antecedentes

demuestran, como lo dejó comprobado el honorable diputa do por Ovalle, que la medida propuesta no sólo es inconsti tucional, razón por la cual se rechazó una petición análoga á la que discutimos, si no que se halla en abierta contradicción con nuestros hábitos y con nuestras tradiciones. Yo alegaré, para terminar, que su aceptación importaría el trastorno completo del sistema que nos rige;'que importaría radicarlo, subordinarlo y encadenarlo todo á la voluntad despótica, é inconstante de la mayoría parlamentaria.

irresponsable

Me hallo de acuerdo po. El extracto, el

jugo

con

el honorable

del debate

es

diputado por Mai éste: el Presidente de

República, obrando de una* manera perfectamente legal y constitucional, ha clausurado el Congreso; y el honorable di putado, que ni siquiera manifestó que hablase á nombre pro la

pio,

indicando así que

representaba

taria, quiere abrir el Congreso Carta Fundamental

á la

mayoría parlamen

á pesar de la Constitución. La

permite funcionar al Congreso pleno, determinado; y la mayoría parla mentaria lo hará funcionar plenamente, á pesar de la Cons titución. Los suplentes no tienen voz; en este caso todos la sino

en

uno

no

ú otro

caso

tendrán. Y

bien, señores, aceptad

la

proposición

y habréis corrido


-45-

lobre la estatua de la ley y sobre la estrella solitaria, no sólo un velo denso, sino un crespón más negro y fúnebre que el que debiéramos colgar sobre ellas en la dolorosa emergencia de

una

derrota

los campos de

batalla, Aquí como allá, es porvenir de la República. Paso á ocuparme, honorable Presidente, de la situación política; y si es necesario, á hacer historia contemporánea. Habría excusado descender á este terreno odioso, si no hu biera escuchado, dentro y fuera de este recinto, palabras y apreciaciones vertidas con tanta injusticia como ligereza y tamos

jugando

en

el honor y el

extravío. La

causa

de la situación actual

no es

nueva, señor Presi

dente. Yo

me

halagué,

como

todos mis compañeros,

en un

prin

la idea de que, solucionada en agosto la grave cri sis que nos había aquejado, ella no volvería á reproducirse. Desgraciadamente, no ha sucedido, así, porque los aconteci

cipio,

con

mientos

son

superiores

á los deseos y á los

prepósitos de

los

hombres. La salida del Ministerio Prats

aprensiones

del

país

por

su

justifica

que los temores y sean más vi

derecho* electoral,

no intervención fueran ciertas, se congresales y no presidenciales. Por eso se ha entrado á resistir y supeditar al Congreso, sin otro medio de resistencia que la inconstitucional ¡dad, que tendrá vos.

Sí las promesas de

formarían ministerios

forzosamente que venir. Tal es la síntesis, señor

Presidente, del discurso del hono

por Santiago. Más ó menos lo mismo encierran

rable

diputado

cursos

vador, de la

en

el fondo los dis

de los honorables representantes del partido conser con la diferencia de que ellos no se preocupan tanto elección, cuanto de obtener la ley de munici

próxima palidades, que

es el corolario de la ley electoral y de lo que triunfo seguro y definitivo en el porvenir. En cuamo á hechos, tenemos, señor Presidente, la salida

creen su


-40-

del Ministerio Prats, la organización, del Ministerio actual y la clausura del Congreso. Tenemos además el denuncio de vivas aprensiones y te mores de que se attojelle el derecho electoral, y de que, ha llándose el Gobierno en abierta lucha con el Congreso, se vea obligado á entrar en un régimen inconstitucional. El Gobierno no ha cometido atentado alguno contra las leyes. La Constitución es respetada y el orden público man tenido. La inconstitucionalidad, el atropello del derecho elec toral no son cosas que se hayan verificado ó que se estén ve rificando, sino acontecimientos que se teme que puedan suceder

en

el futuro.

embargo, ¿cómo se ha calificado aquí y fuera de aquí de atentado, de atropello, los actos de que acabo de ocu parme? ¿Por qué? Porque desde hace tiempo en esta des graciada lucha, la pasión ha mirado como atentatorio é ilegal todo lo que no se ajusta á sus deseos y a sus ambi Y sin

ciones.

*

Sea cual fuere la sea

cual fuere la

fin,

por

causa

de la salida del Ministerio

Prats,

del Ministerio actual, y sean, cuales fueren Iris motivos determinantes de la clau

organización

Congreso) es lo cierto, lo que los adversarios no negar, lo qué han confesado paladinamente, que el Presidente de lajtepública ha obrado ejercitando atribucio

sura

del

pueden

perfecta y absolutamente constitucionales, pueda por ello hacerle un cargo de ilegalidad.

nes

Pero la

zozobra,

la alarma y la

sin que nadie

intranquilidad

se

han

producido. ¡Ah, señor Presidente! ¿Y á qué se debe que haya desaparecido la armonía entre los dos poderes más al tos del Estado? ¿Quién es el culpable de esta situación? ¿Qué revela la línea de conducta seguida por ambos antagonistas en

el

curso

de la lucha?

Los Ministros pasan como figuras de la linterna mágica; y ei Pritiidente no es ya un nuglstsado, es una peisona que

tiene enemigos y que hace consistir el honor

público

en


imponer tiago. Es

su

voluntad, decía

el honorable

diputado

por San

curiosa, honorable Presidente. En 1886, subió al jeíe del Estado; y su primer acto de manda tario fué, tratando de reconstituir al partido liberal y de rea lizar ampliamente la vasta labor administrativa que se había trazado, llamar á participar de ese poder á sus enemigos y adversarios más encarnizados, quienes gobernaron con el partido liberal hasta octubre de 1889, ó sea tres años. Los boletines de sesiones registran discursos de los más caracteri zados jefes de la actual oposición, en los cuales se expresa ban á su respecto en los términos más encomiásticos, en términos en que no lo habríamos hecho sus amigos antiguos, cosa

poder

el actual

leales é inalterables. En octubre subió

un Gabinete en que figuraban adversa posteriores y encarnizados también del jefe del Estado, ó si se quiere, de su política. ¿Cómo, pues, hacerle el cargo de que sólo trate de impo ner su voluntad personal? Si ha constituido, después de ago tados los esfuerzos de conciliación ó de armonización, dos Gabinetes, tomándolos exclusivamente del partido liberal estaba en su derecho; pero que lo apoyaba, el Presidente como ello no gusta ó no conviene á la mayoría parlamenta ria, esto explica su irritación y su despecho. Los Ministros pasan como figuras de linterna mágica.

rios

Pero, ¿se deberá esto al Presidente ó á las evoluciones, á las fluctuaciones, á ía inestabilidad de estas coaliciones parla mentarias que ya han trastornado más de un país? de que se atropelle el Hay vivos temores y aprensiones el derecho electoral. ¡Cosa también curiosa! Ningún Gobier á la nación. El no ha dado en esta materia mejores ejemplos honorable senador por Talca, al emitir en este mismo recinto, ror

prirrrra

de la

vez, su

depen 'enc;n

idea,

que entonces c^si todos

rechnznron,

autóno.nVbuscaiiIo en e ¡a la fuerza y la del su frigio, manifestó que no podía'mentis

comuna

in-

de

-


-48confesar que hasta la fecha todos los gobiernos, fuesen libe habían interve rales, nacionales, conservadores ó radicales, nido, y que el único que había dado al país el hermoso de una elección verdaderamente libre, había sido

espectáculo el

actual,

en

presenciar

1886, elección que

El señor

no

había tenido el gusto de

Europa. Irarrazával. Es cierto; pero después de cono

por hallarse

en

los detalles, he podido cambiar de opinión... El honorable senador ha decla El señor Frías Collao.

cer

rado lo que afirmo. El señor Irarrazával.—Y las elecciones que he visto, sabe su señoría que no las he aplaudido ¡Muy al contrario* No lo sé, señor. Si hubo abusos, intervención, su señoría puede pedir explicaciones á los que las dirigieron... El señor Montt. ¿Su señoría declina su responsabilidad? El señor Frías Collao. Su señoría puede preguntar á ios amigos de su señoría que se sientan á su lado... El señor Frías Collao.

si hubo

El señor Montt.

Preguntaba

si

su

señoría declina

su

responsabilidad. El señor Frías Collao.— No he oído á El señor Montt.

da caberme

en esa

El señor Frías Collao. to la

responsabilidad

El señor Montt.

atribuye

su

señoría.

Yo acepto la responsabilidad que pue elección. ¿Declina la suya su señoría? —

Nó, señor;

no

la declino.

Acep

que me cabe en los actos de mi partido. Si su señoría no la declina ¿por qué la

á otros?

El señor Reyes

(Presidente).— Vuelvo

d observar á los

señores

diputados y senadores que no as posible mantener la tranquilidad del debate con interrupciones. A su tiempo cada uno de los señores miembros de la Co misión hará las observaciones que estime convenientes.

El señor Frías

Coi.LAo.r-ContÍnúo>

señor Presidente.

-¿Cuándo hubo mayores garandas para !a libertid electoral que durante el actual Gabinete?


49

Este mismo Gobierno, á quien no se acusa de interventor, sino de quien se dice que se teme que intervenga, ha dado al

país la ley electoral que nos rige, como la más solemne y amplia garantía de libertad de sufragio, ley de la cual nadie duda ó dudará. El honorable

arranques,

se

diputado por Maipo, en

de

sus

generosos

felicitaba de que pronto vendría

un

Congreso

uno

compuesto de personas independientes, en el cual no tuvie sen cabida los empleados públicos, único modo, decía, de ase gurar

su

prestigio

y

su

fuerza moral. Y bien. Esa

tan be

ley

néfica y tan importante para la libertad y la democracia, ¿á quién se debe? Se debe á la iniciativa especial y exclusiva del actual Presidente de la República. El señor Walker Martínez

(don Carlos).

Nó,

señor.

absolutamente que se deba la iniciativa de esta Presidente de la República.

Niego

El señor Frías Collao.

ría

no es

Si

señoría lo niega,

su

al

seño

sincero...

El señor Walker Martínez que esa ley dente: le ha sido impuesta.

repetidas

su

ley

veces

El señor Frías Collao.

se

(don Carlos).

He

negado

deba á la iniciativa del Presi

Su señoría dice i

veces

muchas

y fuera de la Cámara... Me he permitido advertir El señor Reyes (Presidente).

cosas en

la

Cámara,

i los señores miembros de la Comisión Conservadora que el Reglamento prohibe losdiálogos y que con las interrupciones no

puede guardarse

orden

en

el debate.

En la alta situación que ocupan los señores miembros de la honorable Comisión, no creo necesario indicar á sus

señorías las

prescripciones reglamentarias. (don Carlos).

El señor Walker Martínez

terrumpido,

señor

Presidente, ha

pelaba. El señor Frías Collao.

No he

El señor Walker Martínez la clausura del

c

sido porque

interpelado

Si yo he in inter-

se me

á

(don Carlos).

su —

señoría.

El señor 4


-5o-

diputado

se

ha

á mí é

interpretaba mal el pensa manifestado, atribuyéndome ideas que lejos de abrigar.

dirigido

miento que yo había

he estado muy

Cuando yo interrumpo, señor El señor Irarrazával. Presidente, y sucede muy rara vez, lo hago fundándome en el —

Reglamento, haciendo uso del derecho que me da el artícu lo 32 para explicar hechos en que se padece error, rectificar ideas que no se han vertido y restablecer la verdad. Y por respeto al honorable Presidente y á la Comisión

no

he recla

mado el orden.

(Presidente).— Convengo en que hay capueden hacerse ligeras rectificaciones al orador para que no haga apreciaciones erróneas y no siga un cami no extraviado. No me he referido á esas interrupciones, sino á las que entorpecen el debate y pueden darle un sesgo agrio. El señor Frías Collao. Continúo, honorable Presi El señor Reyes

sos en

~.

que

-4.

dente.

crisis, la mayoría parlamentaria denun Jefe del Estado que tenía en sus ma nos todo el poder material de la República, todo el ejército y todo el dinero. Y sin embargo, sus amigos eran vejados dentro del parlamento y apedreados en las calles. Y sin embargo, la prensa de oposición anunció y repitió, á todos los vientos, que había cedido ante el Congreso. Y después de estos antecedentes, honorable Presidente, antecedentes Ayer,

durante la

ciaba la dictadura del

necesita tener valor para que tiempos á que hemos llegado, se

enunciarlos, pues así son los ¿cómo venir á decirnos hoy

que las circunstancias son tales que todo amenaza derrum barse por atentados ó por temores de atentados de parte del Presidente de la República?

Debo, sin embargo, reconocer que los adversarios son lógicos con sus propósitos, propósitos que hoy, aunque no lo hayan querido, han manifestado de una manera clara y transparente.

^ ^


-

A

excepción

-

del

partido conservador, todos los otros grupos que constituyen la coalición parlamentaria, ó juntos, ó separados, han estado en el poder hasta enero del afio actual. Mientras permanecían en él, cada grupo halagaba y rendía pleito homenaje al Jefe del Estado, como lo com los discursos de sus prueban prohombres, contenidos en los boletines de sesiones de las Cámaras.

Apartados del Gobierno y del partido liberal, al cual ha bían desgarrado, vinieron al Congreso á declarar al Ejecutivo la misma guerra cruel y despiadada que antes con escándalo del país se habían hecho entre sí.

objeto de esta guerra? diputado por Santiago nos lo ha dicho sin ambajes ni rodeos: imponer al Presidente de la República Ministerios congresales, y obligar al Jefe del Estado á some terse al Ministerio, único que podía gobernar, ó, lo que es lo mismo, á la mayoría parlamentaria. La oposición dijo enton ces y repite hoy: ó todo ó nada; ó el Presidente abdica en el hecho, ó la lucha continúa. La palabra transacción en que cada poder cede algo en pro de la tranquilidad y del bien común, es una palabra que la coalición ha borrado del ¿Cuál

era

el

El honorable

idioma.

Persiguiendo este propósito, se negó las contribuciones, sumergiendo al país en un régimen anormal é inconstitucio nal, y se aplazó la discusión de la ley de presupuestos. Persi guiendo este propósito, hoy se intenta convertir á la Comisión Conservadora en un meeting central y perpetuo. Vuelvo á repetirlo. Es cosa curiosa. Sin hecho alguno con creto, sin la existencia de

un

cargo serio y

fundado, lanzando

aquí afirmaciones que llegan á ofender el decoro, y que ne gadas no son comprobadas, el Congreso, ayer, y la Comisión Conservadora, hoy, estas dos personificaciones de uno de los poderes soberanos, cuya misión especial y cuyo deber pri mordial es garantizar al país la confianza y la tranquilidad, son

los autores y los creadores de la situación de incerti-


_

.

54-

acompañó, sin embargo, como herma desgracia. cuan Todo esto he llegado á temer, honorable Presidente, han pretendido arro do he visto que los grupos coaligados exclusivo de regir este país á su garse el derecho absoluto y nobleza borbónica, na en

la

época

la

de la

antojo. No serta entonces lucha de personas, sería choque y com el Poder poderes que encarnan corrientes sociales:

bate de

Legislativo queriendo absorber al Poder Ejecutivo. Se dice que el espíritu que presidió á las Constituciones de 1828 y de 1833 fué, por temor á la anarquía y á las re vueltas, el de radicar en el Poder Ejecutivo tal suma de atribuciones que lo hicieran sólido, persiguiendo el propósito de darle la estabilidad de la roca de granito, resistiendo al embate de los vientos y de las olas. Nuestros antepasados fueron tal vez más previsores de lo que se cree, y quién sabe si al referirse á aquella época no tuvieron bien en cuenta lo nada que podía ocurrir en un porvenir no muy lejano, pues son cincuenta ó cien años en la vida de los pueblos. Yo no he visto, honorable Presidente, ni en el jefe actual .

'

del Estado ni de

sus

nos

en sus antecesores

facultades;

años que las

pero sí he

resistencia al cercenamiento

podido

oposiciones

notar

desde hace

algu

hacen consistir el progreso

en

el anonadamiento del Poder

Ejecutivo. Estoy viendo que luchas periódicas, cada día más crí

cada cierto

tiempo estas difíciles, se encarnan en el fantasma de la absoluta libertad electoral, ideal que si se busca de buena fe, se persigue como ciertos poetas y filósofos han perseguido la paz universal, la abolición de las aduanas y la destrucción de las fronteras. Cargue cada cual ante su conciencia y ante £l país con su propia responsabilidad. Digan lo que digan los que hoy conmueven al país en ticas y

,.

■nombre de

una

libertad electoral de que

nunca

tuvieron

ma

garantías, y que cuando han estado en el poder la han ultrajado y pisoteado sin retroceder ante medios de ninguna

yores


-55-

clase por terribles que fueran, es lo cierto que la interven ción es un defecto de todos los tiempos y de todos los pue

blos;

que acompaña á la humanidad como acompaña la sombra á la luz y el mal al bien; que en Chile todos han in

tervenido;

y que la

los que

momentos como

en

detener el sol,

armiño,

y más sucia vo

régimen

no

podrá jamás justificar

á

los presentes, han pretendido trastornarlo todo y arrancar al pueblo su tú

nica natural del dura de

posteridad

con

para cubrirlo con una blanca vesti que estará al día siguiente más empolvada las faltas y los abusos provenientes del nue

viajero

electoral.

Mientras tanto, los liberales que

quedamos

fieles

en

torno

de la

bandera, sin que tengamos por qué ni para qué sacar á relucir pureza de intenciones ni grandeza de sacrificios, seguiremos impertérritos en nuestros puestos, sin que pueda obligarnos á dejar nuestros bancos otra cosa que el atropello de la Constitución y la violación de la ley. Si alguna vacila ción hubiera podido asaltar nuestros espíritus en esta dolorosa jornada, especialmente después de los esfuerzos hechos por la paz, la concordia y la armonía, ella habría desapare cido

ante el

calvario que hemos tenido que recorrer y el que

iiún tendremos que hacer. Intencionalmente, honorable

dro de historia

política,

no

he

Presidente, al diseñar el cuaquerido hacerme cargo de los

antecedentes traídos al debate

en

la sesión del lunes por el después de aducir

honorable senador por Talca. Su señoría,

largas

consideraciones tendentes á

justificar

su

conducta, lo

que hace dudar de su corrección, nos ha narrado una histo ria á su manera, basada en hechos íntimos y confidenciales,

según

su

afirmación.

¿Es aceptable, señor Presidente, semejante procedimiento? Yo no me pronunciaré sobre ello, porque, al revés del hono rable senador, no me constituyo en juez de nadie. Sólo pueda decir que yo por mi parte no lo habría hecho ni lo haré. Lo íntimo y lo confidencial, aquello que se verifica priva-


-56acto de confianza absoluta, no es, á mi del dominio del público ni de interés para el país. Su además de no ser posible ni aceptable, podría lle

damente,

juicio,

un

como

refutación,

muy peligroso y muy mezquino, polémica personal. Lo íntimo y lo confidencial, como ciertos perfumes, ciertos líquidos y ciertos colores, se desvanecen y pierden toda su var

el debate á

y situarlo

un terreno

en una eterna

virtud al aire y á la luz. El honorable senador nos manifestaba que el Presidente de la República lo había desmentido desde las columnas del Diario

Oficial;

pretendió

é irritado por lo que él llamaba una audacis, Jefe del Estado desde una altura supe

mirar al

rior.

El Diario Oficial, de una manera digna y prudente, ha vuelto, no diré que á desmentir, pero sí á negir categórica mente las afirmaciones del señor senador, como ya lo habÍ4 hecho con el honorable diputado por Santiago, sin que éste haya pretendido, lo que me parece que nadie puede preten der con cordura, ponerse frente á frente de un magistrado que representa á uno de los altos poderes del Estado, cuya persona desaparece en estos instantes y cuya dignidad y ho nor, no sólo están sobre todos los ciudadanos, sino que for parte del de la nación entera,

como la dignidad y el ho y del Poder Judicial. El honorable senador había intentado colocarse á mayor

man

nor

del Poder

altura aún

Legislativo

con

quienes había

respecto á la generalidad de

sindicado de deber

intervención. Sólo

su

señoría

era

sus

colegas,

á

puestos, al abuso y á la aquí el resultado de la ver sus

dadera

expresión popular. Yo no acepto ni tolero,

señor

Presidente, semejante afir

mación.

Jamás pondré en duda las cualidades deL honorable sena hagan acreedor al respeto y á la estimación de sus conciudadanos; pero debo maniíestar que esas mismas cua

dor que lo

lidades lo

obligan

más todavía á respetar á los demás.


-

La historia

pública,

no

57-

la

confidencial, nos podido ofuscarlo.

enseña que la

pasión más de una vez ha ¿Quién no recuerda que su señoría ha sido uno de los acusadores de un magistrado, de un estadista y de un juris consulto, que no sólo ha sido una gloria chilena sino una gloria americana? ¿Quién no recuerda que su señoría era miembro del direc torio del partido conservador que nos ha dado en luchas electorales espectáculos de sangre? ¿Tría yo, por todo esto, á condenar á su señoría? De nin gún modo, porque ni debo darle más participación de la que le corresponde, ni mucho menos creer que haya procedido, ni entonces ni después, sino de la manera honrada, sincera y patriótica que acostumbra, aunque esté ó pueda estar equi vocado. No extrañe, pues, la honorable Comisión Conservadora no entre á ese terreno; y que, adoptando el mismo mé

que

todo del honorable senador, me límite á pedir se inserten el acta las dos rectificaciones del Diario Oficial.

en

Creo que esos documentos, que más tarde, cuando venga la calma y la tranquilidad, se apreciarán en lo que valenj bastan para refutar el manifiesto del gabinete dimisionario y el discurso del honorable senador. (¡Muy bien! en algunos

bancos.)

•«Wf*


!@@@@@®®@®@^@@®®®^®

III Discurso de don

(Sesión

Julio

Bañados Espinosa

de 24 de octubre]

Puede estar segura la honorable Comisión Conservadora, de que, si el honorable senador por Talca no hubiese susten tado doctrinas y emitido juicios que en mi opinión afectan profundamente nuestra Constitución y la verdad histórica, no

habría molestado de

nuevo su

atención,

ni invocado

su

benevolencia.

Doy

tal

importancia

á las trascendentales cuestiones

cons

titucionales y políticas que se ventilan en este gran debate, que considero deber ineludible de mi parte hacer supre mos

esfuerzos para

ajustado

á la

ley

comprobar

todo

aquello

que considero

y á la verdad.

La solemne discusión en que estamos empeñados tuvo su punto de arranque en la indicación hecha por el honorable

para que los diputados y senadores que miembros de la Comisión Conservadora puedan to

diputado por Maipo, no son

mar

parte

en sus

deliberaciones.

Hasta que el señor Irarrázaval terció en el debate, la constitucionalidad de la indicación previa fué el tema domi nante y la cuestión fundamental; pero, desde el momento en


-

54

-

que el señor senador por Talca, después de refutar de paso algunos de los argumentos que tuve el honor de exponer en las sesiones

pasadas, planteó de lleno un proceso político de la actual administración y de sus últimos ministerios, la legalidad de la indicación del honorable diputado por Maipo, pasó á segundo término y quedó

como

principal. No pretendo repetir argumentos, dados, ni pretendo tampoco ocupar sión Conservadora traer y

dejar

en

Me limitaré á se

relacionan Es

en

la

ya extensamente diluci

la atención de la Comi

incidentes y detalles que conviene

penumbra. tocar rápidamente

con nuestra

conveniente, primera

del cuadro

sus

la

dono sucesivo que en

separada

hora

sin se

dos puntos Carta Fundamental.

embargo, dejar

capitales

que

constancia del aban

ha hecho de argumentos presentados bases principales de la indicación

como

del honorable En

un

diputado por Maipo. principio se dio á entender

que el derecho de los

senadores, que no eran miembros deja Comi sión Conservadora, para intervenir en las deliberaciones de ésta, era inherente al cargo y esencial á la investidura Muy luego se cambió de frente y se dijo que la concurren cia de dichos miembros no era jure propio, sino el resultado

diputados

y

de la voluntad y acuerdo expreso de la Comisión Conserva dora. En un principio también se quiso deducir el derecho de concurrencia de diputados y senadores, del artículo del Re del Senado que concede la libre intervención en

glamento

los debates de las Comisiones permanentes. Más tarde se retiró esta proposición y se

expresó

que la

asistencia de los demás diputados y senadores estaba subor dinada á los mandatos de la Comisión Conservadora. Al iniciarse este solemne debate se manifestó que el de recho de concurrencia y de deliberación era permanente; se dio un paso atrás y se concretó el pero al poco tiempo


6o

alcance de la indicación sólo para ventilar la indicación del honorable señor Mac-Iver. Todavía se quiso quitarle á la Comisión Conservadora la que le reconoce nuestra Consti hubo mucho que esperar para ver que el ho norable senador por Talca públicamente reconocía la per sonalidad y atributos de esta elevada institución del Estado:

autonomía é

independencia

tución,

no

pero

controversia, como se ve, se ha concentrado mucho y hoy estrecho cauce. Flotan, sin embargo, en la superficie dos argumentos del La

ocupa

honorable senador por Talca de dudosa constitucionalidad. Una de las razones, á mi juicio, de mayor entidad que di en contra

de la constitucionalidad dé la indicación del hono

rable diputado por Maipo, fué la circunstancia de que los miembros de !a Comisión Conservadora eran acusables por la Cámara de

Diputados yjuzgables por el Senado. Había, pues, incompatibilidad entre las funciones de la Comisión Conservadora y la de los demás miembros del Congreso. Nc era equitativo, ni correcto, ni lógico, que los posibles acusadores y jueces hicieran presión con su palabra y sus in fluencias en los que al través del tiempo y de los aconteci mientos podían ser procesados por dichos funcionarios. El honorable senador por Talca refutó esta argumentación, abierta

fundándose laciones

en

el

caso

de los Ministros de Estado

en

sus re

él Parlamento.

Según el artículo 29, correspon de á la Cámara de Diputados acusar, y según el artículo 30, corresponde al Senado juzgar i los Ministros de Estado. No obstante esto, dijo su señoría, esos mismos Ministros toman parte en las deliberaciones del Congreso, en virtud de la fa con

cultad que les concede el artículo 82 de la Carta Funda

mental, Ya mi honorable amigo el señor Frías Collao refutó hasta la evidencia el argumento del señor senador por Talca. En efecto, los casos son del todo distintos y no tienen en tre sí

ninguna

conexión ni conformidad.


-61

-

Saben mis honorables

colegas que el Presidente de la Re pública es, según nuestra Constitución, la tercera rama del Poder Legislativo. Tiene iniciativa en las leyes, concurre á los debates del Con greso por medio de sus Ministros del despacho y todavía suspende la aprobación de una ley con su derecho de veto. '

De modo que la concurrencia de los Ministros al Con objeto principal en Chile ejercer las faculta

greso tiene por des

legislativas

que

corresponden

al Presidente de la

Repú

blica. El

igual en la hipótesis de que el Congreso, juez de un Gabinete, tuviera participación directa Consejos de Ministros y en los acuerdos ó actos de sería

caso

acusador y en

los

Gobierno. En esta

habría

emergencia,

una

manifiesta

incompatibili

Congreso, acusador y juez, el que asiste á las deliberaciones del Gabinete; es el Ministerio el que asiste á las deliberaciones del Parlamento, y lo que se quiere en la indicación del señor Walker Martínez, no es que la Comisión Conservadora asista á las deliberaciones del Congreso, sino

dad; pero

no es

el

extraños á la Comisión Con que los miembros del Congreso, servadora, asistan á las deliberaciones de esta corporación. La diferencia se ve con mayor claridad y se precisa mejor

constitucional se analiza la dase de responsabilidad á la Co respectivamente corresponde á un Ministerio y

cuando que

misión Conservadora. La Comisión Conservadora

cumplimiento

lo 49 de nuestra

pueden

ser

bremente

cumplidas

se

verter

por

no

dar

se vota.

responsabilidad

Constitución,

en

responsable

sino por medio de sesiones, donde li

delibera y

En cambio, la nuestra

es

obligaciones especificadas en el articu Carta Fundamental, obligaciones que no

á las

los debates

no

de los

alcanza á las

ministros, según

opiniones

parlamentarios,

dice; El artículo 78 de nuestra Constitución

que

puedan


i'Cada Ministro

es

responsable personalmente

de los actos

suscribiere ó acordare con que firmare é in solidum de los que los otros ministros, n La responsabilidad de los ministros está, en consecuencia, circunscrita d actos que lleven el sello de su firma ó de su acuerdo. El artículo 83 especifica la clase de actos ó de acuerdos

que pueden Dice así:

ser

pesquisables

por e!

Congreso.

Los ministros del

despacho pueden ser acusa Diputados, por los delitos de traición, concusión, malversación de los fondos públicos, soborno, in fracción de la Constitución, por atropellamiento de las leyes, por haber dejado éstas sin ejecución y por haber comprome tido gravemente la seguridad ó el honor de la nación. Esta ligera exposición arrebata por completo toda su apa rente importancia al ejemplo recordado por el honorable se nador por Talca, con el objeto de desvirtuar la incompatibi 11

Art.

83.

dos por la Cámara de

n

lidad constitucional que he demostrado que existe entre los miembros de la Comisión Conservadora y los demás del

Congreso. Junto á

este

desarrolló

otro de

argumento, el honorable senador por Talca indiscutible

originalidad. Constitución, en 1833, todos los jefes del Estado, to han venido sucediendo, todos los

Desde la

hasta el

promulgación de día de hoy inclusive,

nuestra

dos los congresos que se y hasta los mismos

publicistas damental,

autores

de nuestra Carta Fun

han unánimemente reconocido el derecho del Presidente de la República para clausurar las sesiones extra ordinarias.

Después de cincuenta y siete años de no interrumpida uni formidad de opiniones al respecto, se nos presenta el honora ble senador por Talca, y en forma y

con un

dogmatismo

todos han estado

en

el

sin la error

menor

axiomática, ex-catedra, reticencia, afirma que

y que todos los Presidentes de


-63la República han violado la Constitución al clausurar por sí y ante sí las sesiones extraordinarias del Congreso. (Ruidos en las

galerías. El Presidente agita la campanilla.) luego, se levanta cierta extrañeza en el espíritu y produce cierta perplegidad, cuando se colocan las opinio nes sobre esta materia en los platillos de una balanza. De un lado están todos los Congresos y Presidentes que se han sucedido desde 1833; y del otro se ve solitario y aislado el Desde

se

honorable senador por Talca. ¿Es cierto que han estado en el y que los mismos

interpretar

su

constituyentes propia obra?

error

tantas

generaciones supieron

conocieron ni

no

Creo que nó, señor Presidente. Sabe la honorable Comisión Conservadora que el Con greso Nacional celebra sesiones, según nuestra Carta Funda

mental, ó por derecho propio ó por voluntad expresa del Presidente de la En tres

casos

República. puede reunirse

el

Congreso jure propio:

i.° En sesiones ordinarias á que

se

junio al i.° Congreso ordinario

que duran desde el i.° de 2.0 Cuando de

yente,

y,

ratificar

en

refiere el artículo 43, de

septiembre;

se

torna

en

Constitu

conformidad al artículo 159, para los efectos de

una

reforma

constitucional, puede

"continuar fun.

sesiones extraordinarias hasta por noventa días, sin necesidad de convocatoria del Presidente de la Repúbli déla ratificaciónn; y ca para ocuparse exclusivamente efectos de acusar ó juzgar á los fun 3.0 Cuando para los in cionarios á que se refiere el artículo 29, pueden aislada, de 1¡. otra dependientemente y sin concurrencia copulativa la Cámara de rama del Congreso, funcionar respectivamente en virtud de lo mandado por el ar ó el

cionando

en

Diputados

Senado,

tículo 47la Por voluntad del Presidente de

puede

funcionar de dos

vocatoria

maneras:

República, el Congreso prórroga ó por con

ó por

á sesiones extraordinarias.


-64En el

primer caso, la iniciativa de la función legislativa del Congreso es tan libre como completa; sin embargo, esta facultad no puede ser ejercitada por el Presidente de la Re pública, sino hasta por cincuenta días. En el segundo caso contemplado, el Congreso no puede ocuparse, según el artículo 44, sino de los negocios »que hubiesen motivado la convocatoria,

con

exclusión de todo

otro n,

La cuestión constitucional estriba

ponde al

saber á

en

quién corres

clausurar las sesiones extraordinarias.

El honorable senador por Talca Parlamento, y se funda para ello

que en lo pertinente dicen: hArt. 43. El Congrego abriré

que le corresponde los artículos 43 y 47:

cree

en

sus

sesiones ordinarias el

de cada año, y las cerrará el i.° de septiembre. "Art. 47. El Senado y la Cámara de Diputados abrirán y

i." de

junio

cerrarán

sus

sesiones ordinarias y extraordinarias á

un

mismo

tiempo. La disposición 11

del artículo 43 prueba lo contrario de lo que sostiene el honorable senador por Talca. Por lo mismo que la reunión en sesiones ordinarias es

propia del Congreso, la Constitución ha que poder público de un modo imperativo y que no deje lugar á dudas, la facultad de funcionar en ese período, con 6 sin la voluntad del Presidente de la Repú una

facultad

rido

reservar

á este

blica. El alcance del artículo 47,

no es

otro que

el de establecer

una

regla general en el funcionamiento del Congreso, regla que tiene por excepción, en el mismo artículo 47, los casos en que la Cámara de Diputados 6 el Senado acusan ó juzgan i ciertos funcionarios públicos. ¿Qué tiene esto que hacer con las sesiones extraordina rias, cuya convocatoria

ÍT«>

** * h

figura

entre

las atribuciones

*#*****> especificadas

en

especiales el «tfcfr


-65-

¿Qué analogía cabe res

entre

facultades distintas de dos

pode

distintos?

Con

profunda razón dice el eminente constitucionalista Jorge Huneeus, que »de la facultad de convocar al Congreso á sesiones extraordinarias, se deduce naturalmente la de ponerles término ó cerrarlas, que el Presidente de la República ha ejercido constantemente desde que rige la Constitución de 183311. Es regla elemental en hermenéutica constitucional, que pertenece á una disposición ó mandato, todo lo que es esen cial é indispensable para su recta y completa aplicación. Son inherentes, en consecuencia, al texto literal de un artículo, todas las derivaciones implícitas que se requieren para practicarlo, en conformidad á su espíritu y á su natura don

leza. De aquí por qué del derecho de convocar á sesiones ex traordinarias que tiene el Presidente de la República, se de duce naturalmente el derecho del mismo para cerrarlas. El honorable senador por Talca ha dado como principal fundamento de

su

opinión,

el alcance que

timas sesiones di al artículo 151 de la

en una

de las úl

Constitución,

que á la

letra dice: hArt. 151. Nirjguna magistratura, ninguna persona ni reunión de personas pueden atribuirse, ni aún á pretexto de circunstancias extraordinaria^, otra autoridad ó derechos que

los que expresamente se les haya conferido por las Todo acto en contravención á este artículo es nulo.n

Si se

este

artículo,

interpretara

en

como

los demás 3e

la forma que

cree

nuestra

leyes.

Constitución,

el honorable senador

tierra la mayor parte de las faculta por Talca, vendrían por des derivadas que constantemente ejercita el Congreso. ¿En qué artículo de nuestra Constitución se da á los

miembros del Congreso el derecho V¿ interpelación!

¿En qué parte sura

les

reconoce

la facultad de dar votas de

á los Ministros de Estado? LA CLAUSURA DEL C.

5

cen-

.


¿Dónde

los autoriza para

66

-

nombrar comisiones investiga

doras!

¿Dónde

para

ejercitar

sus

facultades inspectivas

ó

conser

vadoras durante las sesiones extraordinarias?. '

Sin embargo, todos estos derechos son reconocidos por publicistas y legisladores. Esto proviene de que esos mismos publicistas .y legislado res en Derecho Constitucional, consideran inherentes á un artículo ó disposición todas las derivaciones implícitas que son necesarias para la recta aplicación y practicabilidad de dicho artículo ó disposición. Es tan clara como lógica la interpretación dada por todos los Presidentes y Congresos á la cuestión constitucional controvertida, que, ño obstante las numerosas razones que podría agregar, abandoho el campo de las investigaciones le gales, para abordar de frente varios puntos que se relacionan con la actualidad política, y que han ocupado la mayor parte del discurso del honorable senador por'Talca. Su señoría hace converger hombres, agrupaciones y acon tecimientos de la última época en torno de la comuna autó noma.

Cuenta la historia que Moisés, moribundo, desde el Tabor, hizo llamar cerca de sí á las diversas tribus del pueblo de Israel, y fué, una á una, dándoles consejos que aseguraran su felicidad y su porvenir. El señor Irarrázaval, desde su asiento de senador, como Moisés, ha llamado cerca de sí á los numerosos círculos y partidos que hoy se disputan el Gobierno, y les ha discernido su importancia y su valor moral, según los esfuerzos grandes ó pequeños que han hecho en pro ó en contra de la comuna

autónoma. Para

su señoría, la comuna autónoma es el áncora de sal vación de todos los derechos y libertades deí pueblo, es el desiderátum de los mil problemas que oscurecen la marcha gubernamental de un país, y es una panacea universal con


-67fuerza bastante para curar las dolencias políticas y adminis trativas que pueden aquejar el cuerpo social.

Penetrado honradamente de

juzga

Este tituir

ideas, todo lo analiza prisma. hombre público ¿ha hecho algo para cons estas

y falla al través de este solo

partido

Pues

ú

Chile la

en

bien,

comuna

partido país.

ese

satisfacción del

autónoma? y

ese

hombre

merecen

el

aplauso y

Aquel otro funcionario ó agrupación ¿ha resistido plantación absoluta de esta institución? Pues bien, la condenación pública debe caer sobre debe lanzarle

sus

más terribles

la im

ellos y

anatemas.

Todos los otros servicios administrativos y reformas políti cas, son, al parecer, secundarias para el honorable senador por Talca.

¿Es así,

en

forma tan sistemática y privilegiada, como la su justicia á hombres y partidos?

historia debe discernir

Soy el primero en reconocer que las glorias y peligros que pudiera entrañar la implantación práctica entre nosotros de la comuna autónoma, corresponden casi exclusivamente al señor Irarrázaval.

í

hay ningún

No

hombre de doctrina que

no

anhele since

ramente en Chile la descentralización administrativa y la

tonomía

Es también verdad inconcusa que ante la ciencia la

au

municipal.

comuna

autónoma

es

un

ideal para el

gobierno

política local de

los

pueblos. política, al mismo tiempo que ciencia complicada, arte de difícil aplicación y lleno de problemas y de peligros. Es sencillo ponerse de acuerdo en los dogmas científicos, Pero la

es

es

sencillo establecer la armonía entre las cuestiones

primor abstracto, y es sencillo con opiniones entre hombres ilustrados,

diales del Derecho Constituciona,]

seguir acerca

la uniformidad de

de las bases fundamentales de la

Estado.

organización

de

un


68

-

El escollo ro, cuando

trata

y las sombras se proyectan de encarnar esas teorías y

las instituciones de

en

nas

asoma

se

países

climas, costumbres, tradiciones,

en

el sende

esas

doctri

del todo diferentes

caracteres y

educación

en

poli-

tica.

aceptando

De modo que,

en

doctrina el valor científico

autónoma, asaltan mi espíritu perplejidades y zozobras cuando, brusca y repentinamente, sin preparación previa y sin graduaciones sucesivas, se trata de implantarla

de la

comuna

nuestra sociedad.

en

La reforma radical

angular

en

absoluta de

un

organismos que sirven

político improvisación, ni

de

piedra

Estado, la modificación por los siglos, y la inversión un

sistema sellado

del mecanismo de la

los

á la administración de

de un pueblo, deben ser, no hijas de transitorios acomodos políticos,

ni del calor del momento, sino el resultado de tranquilas meditaciones, de prolijos estudios, de serios análisis y de

profundas comprobaciones en el crisol de la experiencia. Si el señor Irarrázaval quiere vincular su nombre á una obra duradera, sí no quiere que sus ideales de gobierno vi van el espacio de una mañana y si no quiere que el fruto de su

labor

son

dure lo que las letras en la arena ó en la con la serenidad y el reposo que á toda evolución social ó política con ten

constante

superficie del

mar, marche

inseparables

dencias permanentes. No

proceden, pues, sin patriotismo, sin amor á las liber públicas y sin respeto á los mandatos de la ciencia, los que, aceptando en principio ¡a comuna autónoma, procuran aplicarla gradual y metódicamente. tades

Su señoría

diente

es

cree

la última

que el proyecto de

expresión

en

En

esto encuentro un

La

comuna es-

el

grave

Municipalidades pen organización ad

materia de

ministrativa del Estado. error.

primero de los organismos que en forma independiente y descentralizada constituyen el conjunto de un


-69Estado.

Junto á ella deben florecer, con igual independen cia y descentralización, el departamento y la provincia. Es raro el país del mundo que no establezca su adminis tración por medio del engranaje y equilibrio de esta serie de instituciones fundamentales. La

ley

de

Municipalidades pendiente organización científica

parte de la Chile. una

no

es

el

todo,

es

que debe darse á

Mucho podría extenderme en el análisis de la comuna autónoma, bandera del señor Irarrázaval y bandera de oca sión y de última hora del cuadrilátero; pero prefiero dejar el campo abstracto de las doctrinas para estudiar un poco las cuestiones de la política militante que han dado margen á tantas observaciones del honorable senador por Talca. Su señoría ha considerado al Ministerio Prats como

símbolo de neutralidad electoral,

justicia y de la equidad. Después de perfilar la tan bellos

fisonomía de

colores, considera

su

atentado del Presidente de la Para cer

la

apreciar

causa

la

como

justicia

la encarnación de la

este

Ministerio

retiro del Gobierno

República. imputación es preciso

de tal

con

como un

cono

verdadera de la renuncia de dicho Gabinete.

Según la expresa declaración de los mismos Ministros, no pidió al Presidente de la República la separación de nin gún intendente ni gobernador; según las declaraciones de uno de ellos y del mismo Presidente de la República, no se puso al señor Prats ningún obstáculo para que hiciera respe tar su orden con relación á un empleado subalterno de la in tendencia de Santiago. En prueba de ello, no obstante la renuncia indeclinable del señor Prats, se dio cumplimiento á sus deseos, con la aceptación inmediata de la renuncia, presentada con antela ción por el empleado subalterno de la Intendencia. Este pequeño incidente quedó desde aquel momento re legado á segundo término. se


_

¿Por qué

-

sostuvieron aún el señor Prats y

renuncias de lidad?

70

sus

puestos de

tanta

sus

confianza y

colegas las responsabi

.

tenían de Según sú propia -confesión, por la aprensión que no se prestaría á la sepa que el Presidente de la República ración de intendentes y gobernadores. ¿En qué fundaron esa aprensión, esa simple sospecha? En que el Presidente de la República les había manifes tado que no firmaría la separación de ninguno de aquellos attos funcionarios sin que hubiera pruebas bastantes; no un la concien proceso, sino antecedentes que justificasen ante cia del mandatario y del caballero, la existencia del delito ó ilegalidad imputada. ¿Hay algo más sencillo, más equitativo y más lógico que esta declaración?

No sería serio ni ni

digno

propio

de

un

mandatario que

del más alto mandatario de

una

se

respeta,

República,

separar

dignos de consideración, por malévolas suspi cacias políticas, ó por chismecillos de club ó de callejuela. El Ministerio Prats no debió plantear en abstracto sus propósitos, porque así no se hace el Gobierno; debió poner á prueba al jefe del Estado y debió concretar sus exigencias ó personalizarlas. Sobre el Ministerio Prats, más que sobre cualquier otro, pesaba la obligación de soportar los mayores- sacrificios, sin comprometer con ello ni su honor, ni su dignidad, antes de abandonar el poder.

á funcionarios

_

Todos saben que este Ministerio se organizó para solucio el más grave conflicto que recuerda la historia de la Re

nar

pública;

fué llevado al

dos,

el

con

como

aplauso

de la

poder en brazos opinión pública, combatientes,

el arbitro entre los

cielo de

de todos los

parti

y fué considerado como arco

iris

en

tempestad.

A pesar de todo esto, á la primera dificultad, por una sim ple aprensión, casi por una sospecha, abandona el puesto


71

-

-

de extraordinaria al

responsabilidad que desempeñaba y envuelto entre las sombras de nuevos conflictos.

país

deja

El honorable senador por Talca se ha presentado ante la Comisión Conservadora como el apóstol de la verdad, como

hombre que jamás por jamás deja de decir la verdad y nada más que la verdad. No pongo en duda lo que ha aseverado el honorable se un

nador; no

pero el

hombre,

equivocarse, está obligado, siente, sino también á prolijas investigaciones que comprueben lo que se para

no

sólo á decir lo que honradamente

hacer afirma.

Cuando

manifiesta lo que

uno piensa, siente ó aspira; propios actos y cuando se comu nica á los demás todo lo que se agita en nuestra conciencia, ó palpita en nuestro corazón, ó bulle en nuestro cerebro, la expresión de lo que se dice no tiene otro límite que la sin

cuando

se

uno es

juez

de

sus

ceridad y la verdad. Pero cuando un hombre, de á

ser

simple juez de sí mismo, pasa juez de los demás; cuando se levanta un proceso á los de propósitos partidos y funcionarios, y cuando se

actos y

procura dar sentencias que afecten la honra de personas ex trañas, entonces el deber no se llena solamente con la hon radez del propósito y la sinceridad de preciso analizar, comparar, demostrar y da comprobación.

Ardua

tarea

sería,

señor

las

convicciones; es profun

hacer la más

Presidente, arrojarse

al maremag-

de manifiestos y rectificaciones que últimamente se han publicado á propósito de la renuncia del Ministerio Prats y nun

del discurso del señor Irarrázaval. Es conveniente, sin

embargo,

confrontar

uno

que otro al

pasar. El señor senador por Talca dio á entender en la primera sesión en que hizo uso de la palabra, que el señor Prats ha bía dicho que el fundamento de

su

renuncia

era

resistencia que le había opuesto. el Presidente de la

la formal

Repúbli-


72

-

para retirar funcionarios convertidos

ca

les y para

no

destituir á

un

El señor Irarrázaval.

No

El señor Bañados Espinosa

de

paciencia

en

agentes electora

empleado. es

exacto.

(don Julio).— Tenga

un

poco

el honorable senador.

Es cierto que

en

la sesión

siguiente

su

señoría rectificó

en

forma velada é indirecta la versión que los diarios habían dado á

su

AI día

discurso.

siguiente

también

aparecía

el manifiesto de cinco

de los miembros del Ministerio Prats, y allí nada acerca de que se hubiera pedido al Presidente de la ca

la

separación

concreta

de

ningún

fnncionario

se

dice

Repúbli público,

Gran parte del discurso del señor Irarrázaval fué dedicado á una serie de confidencias que ponían de relieve las nume rosas

solicitudes que á nombre del Presidente de la

Repú

blica había hecho á representantes caracterizados del partido conservador don Adolfo Ibáñez, jefe del Ministerio de enero.

Según

las declaraciones del señor senador por Talca, don partido conservador la mi

Adolfo Ibáñez había ofrecido al tad de los puestos del

los

Ministerio ó el nombramiento de in

de Gobierno ó repartir por mitad partido liberal y el conservador la próxima represen tación en el Congreso. Muy luego apareció en el Diario Oficial una rectificación en que categóricamente se decía que, "ni en los consejos de Gabinete, siendo Ministro del Interior el señor Ibáñez, ni en circunstancia alguna, S. E. el Presidente de la República ni ninguno de sus Ministros

terventor

en

consejos

entre el

acordaron ni convinieron los ofrecimientos de que ha hecho mérito el senador señor Irarrázavaln. El señor

Ibáñez,

por

su

parte, publicó

una

rectificación

en

que, confirmando las declaraciones del Diario produjo una carta del señor Walker Martínez

Oficial, re (don Carlos),

la que se demuestra de un modo incontestable que las conferencias con los representantes del en

versaron

partido conservador, exclusivamente sobre las reformas de las leyes de


-

73

Elecciones y de Municipalidades, y que

podía dársele

Concluye

no

sobre la

diciendo que "las demás

raciones del discurso del señor Irarrázaval, El señor

participación

el. Ministerio.

en

el señor Ibáñez

Irarrázaval,

aseve

inexactas".

son

tratando de

probar más y más las tentaciones dé que había sido víctima el partido conservador de parte del Presidente de la

República, dijo

á la Comisión

Conservadora que, después de la caída del Ministerio Prats, por conducto de don José Tocornal,_se le había hecho á nombre del Gobierno el .ofrecimiento de darle dos carteras en

el Gabinete que se pensaba organizar. El señor Tocomal niega ese hecho, y

publicada

por él

■■Llenado

El Ferrocarril. de

en

este

vacío, cúmpleme Irarrázaval dice que

aclaración

en una

hoy,

hacer

dice lo que

sigue:

pequeña recti-

una

ficación. El señor nuevo

yo aseguré que en el Ministerio entrarían dos conservadores. Es un error.

El señor Balmaceda rían los Ministros ser

representadas;

habló de

no

con

ra

proporción en que esta políticas que debían

las tres entidades

pero

era

tido conservador, por lo

natural

creer

que, siendo el par

menos, tan fuerte como

cualquiera

de- los otros, y debiendo iniciarse una política de reparación y de justicia, le correspondía U misma representación que á los

otros, en el nuevo

"Esta fué mi

Gabinete.

y la-de muchos, h He dado 'cuenta ya de cómo pasaron las cosas; declarado que el partido conservador lo rechazó, y leído la contestación dada á los comisionados.

opinión

El señor Irarrázaval.

El. todos

señor Bañados Espinosa, esps

documentos.

.

El señor Walker Martínez

ñoría

íntegros

esos

publicación

se

¿Trae

(don Julio).

su se

Me estoy refi

hecha por el señor Ibáñez.

El señor Walker Martínez

ñoría

(don Carlos).

documentos?

El señor Bañados Espinosa

riendo á la

(don Julio).— Tengo aquí

.

(don Carlos).

.

.

Como

refiere á la rectificación hecha por el señor

su se

Ibáñez,


pregunto á

su

74

copia íntegra

señoría si trae

de las

cartas que

envié al señor Ibáñez.

(don Julio). No la traigo; publicación hecha por

El señor Bañados Espinosa y mis referencias el señor Ibáñez.

son

.

.

(don Carlos).—Sería

El señor Walker Martínez niente conocerlas

íntegras.

.

publicarlas.

.

conve-.

.

El señor Bañados Espinosa

dría

todas sobre la

(don Julio).-— Su

señoría po

.

Lo haré y El señor Walker Martínez (don Carlos). daré á la publicidad algo que será aún más curioso é inte —

resante.

El señor Bañados Espinosa

el único

juez

de

sus

(don Julio).

Su señoría

es

actos.

agregó.también que el partido proposición del Presidente organizar una convención única, por

El señor senador por Talca

conservador habría rechazado la de la ser

República

para

de los partidos. y que en todo caso, convención, era necesario que se organi

"asunto exclusivo

antes

de tratar de

zara un

.

.

Ministerio que fuera de la satisfacción de los mismos

partidosi t. El señor

de

probar

Tocornal,

lo contrario

en

la aclaración

¿Se equivocaba

El señor Irarrázaval.

aludida, se encarga el señor Tocornal?

Ya he dicho la verdad de lo

ocurrido y que el señor Tocornal

documento firmado el 14. El señor Bañados Espinosa

se

rectificaba á sí mismo

en un

claridadj daré

(don Julio).

Para mayor

lectura á lo que al respecto dice el señor To

cornal. "Al relatar

(el

señor

tomado por la

las gestiones relativas al única, nada dice acerca del acuerdo Junta Ejecutiva del partido conservador sobre

este

en

proyecto de

una

particular

Irarrázaval)

convención

la noche del 7 del presente. con el otro de los comisiona dos á que alude el señor Irarrázaval, se reunió la Junta

¡■Después

déla conferencia

Eje-


-

cutíva

75

-

asistencia de los señores Irarrázaval', Rodríguez, Walker y Blanco. Concurrieron también los señores don Luis Pereira y don Abdón Cifuentes. con

"Cumpliendo con el encargo del señor Presidente de la República, sometía su deliberación la idea de la convención única, cuyas bases formularían los representantes de los par tidos, debiendo procederse, una vez acordadas éstas, á la or ganización de un Ministerio en que estuvieran representados el partido conservador, la alianza liberal y los liberales de gobierno. "El señor Irarrázaval nos dijo: que acababa de hablar so bre este punto con el señor don Aníbal Zañartu; y creía que, dadas las circunstancias, debía aceptarse esta proposición. To dos los caballeros presentes opinaron del jnismo modo, si bien alguno de ellos divisaba serios inconvenientes para la realización de este pensamiento; en consecuencia, fui autori zado por acuerdo unánime para llevar al señor Balmaceda respuesta afirmativa, como lo verifiqué al día siguiente."

No

puede

ser

más

explícita

la

una

del señor To

negación

cornal.

Todavía el honorable senador por Talca que en una conversación con don Domingo éste dicho que se le había "visto para que

miembros del

nuevo

Gabíneteu

nos

manifestó

Godoy sea

le había

uno

de los

y todo esto antes de la for

mación del mismo. El señor Irarrázaval.— No he nombrado al señor Go

doy. El señor Bañados Espinosa

(don Julio).

Sin

nombrarlo,

señoría dio á entender que se refería á él, y el señor Godoy ha rectificado esta aseveración en un artículo publicado en

su

La Nación. Al

hacer,

señor

Presidente,

la confrontación de esta serie

de revelaciones y confidencias,

moraleja de importancia tarios.

para

es

tan

sólo para deducir

nuestros

debates

una

parlamen


_76-

honorable senador por Talca ha sustentado en cinto la extrañísima y peligrosa teoría de que todo público debe dar á luz las cartas y conversaciones El

funcionarios que de Gobierno.

tienen

con

negocios Á pesar cidos

de los

uno en

ejemplos

los Estados

fundamento de

su

táctica

toman

parte

en

que ha invocado

Unidos,

y otro

parlamentaria,

la

su en

que se de los

gestión

señoría,

Chile,

la rechazo

el calor de mi alma y de mis convicciones. No es posible hacer un proceso político á

este re

hombre

una

acae como

con

todo

administra

posible fundar el fallo sobre hombres y' partidos, y no es posible censurar á funcionarios respetables, con ex presiones recogidas de segunda mano, con conversaciones ción,

no es

un diván y con chismecillos de alcoba. el hombre que aj calor de las impresiones del momento, bajo la presión de un. grave acontecimiento social, en presencia de una amarga decepción, ó debido á erróneas

tenidas sobre Raro

es

informaciones, de

la

no

emita

opiniones

y

juicios

que están

lejos

fiel de la meditación razonada que todohombre dedica cuando sus palabras pueden afectar su res ser

expresión

ponsabilidad personal ó el honor público de. los demás. La política se hace casi siempre por medio de transaciones entre hombres y partidos. Para producirlas, se necesita con frecuencia arrojar la sonda hasta percibir el máximum de concesiones y descubrir inten ciones que tienen por objeto, más que reflejar las decisiones finales de uno mismo, reconocer los propósitos de sus anta gonistas. Sería exponerse á un grande error atribuir como juicios de finitivos lo que es el resultado de legítimas investigaciones en el espíritu de los demás. Gran parte del discurso del honorable senador por Talca una verdadera apoteosis del jefe

ha sido dedicado á hacer del actual Ministerio.

Ha dicho'su señoría que don Claudio

Vicuña*,

reúne en


sí la

77

de las tres

suma

caracterizan al

grandes cualidades que, á su juicio, hombre *de Estado y al alto funcionario pú

blico.

Probidad, buen sentido y patriotismo: hé aquí la triple au según el señor senador, debe cubrir la frente de los que son llamados á flirigir los graves negocios políticos y ad

reola que,

ministrativos de

un

país.

El señor Irarrázaval ha declarado á la Comisión Conser vadora que don Claudio Vicuña cualidades.

reúne

excepcionales

estas

Si el señor Vicuña tiene

inspira

tan preciosas dotes, ¿por qué no al señor Irarrázaval la convicción de que el actual pueda ser sólida garantía de la libertad

Ministro del Interior

electoral y. "de la neuiralidad? ¿Por qué un hombre probo, de buen sentido y patriota merece la confianza de la mayoría parlamentaria? un político de tan elevadas prendas no es garantía oposición ¿de qué clase ó categoría se quiere?

Si la

no

para

*

No

puedo

suponer que distintas ó contrarías.

se

busca

un

político

de cualidades

inspiraba á la oposición la mayor con su jefe presidiólas elecciones de 1879 Irarrázaval, como las anteriores y las poste

El Ministerio Prats

fianza, que,

y, sin

Segiín

embargo,

el señor

riores, significaron en el hecho un violento ataque á la liber tad electoral y al derecho de sufragio.

¿Desea

el señor Irarrázaval

un

Ministerio compuesto de partidos aliados á su

las personas más caracterizadas de los señoría? Sin ir más

lejos que á las últimas elecciones,

que también

señoría ha calificado de atentatorias al derecho de

qué habían sido dirigidas por figuraban personas tan respetables como

encontraría en

que

con

un

sufragio,

su

se

Ministerio don Aníbal

Zañartu, don Pedro Montt, don Agustín Edwards y don Au señor senador por Talca. gusto Matte, hoy aliados del En cambio, el Ministro del Interior actual, lo .mismo que


-78sus

demás

colegas,

no

ha

presidido ninguna de las elecciones

pasadas.

Del fondo del discurso del honorable senador por Talca brotan, -sin cesar, tremendas invectivas contra el Ministerio Ha calificado la declaración hecha por el señor de mayo.

Sanfuentes ante" el Senado el audaz contra el

2

de

Congreso.

jumó

como

un

atentado

m<

No entraré á todos los detalles que ha habido en las re laciones entre el Ministerio de mayo y el Congreso durante el último gran conflicto; pero no por ello dejaré de tocar

dos ó

tres hechos de

importancia.

Su señoría ha hecho desfilar ante nuestra vista á-todos los

Presidentes que se han sucedido en Chile desde O'Híggins hasta Santa María, y nos ha manifestado- que todos ellos, no obstante haber estrangulado el derecho de sufragio, han he cho mucho por la libertad política de los -ciudadanos. Estaba reservado, nos ha dicho, al actual Presidente de

República

el haber atentado Contra el

cido á

mandatos.

sus

El cuadro

politice

que

nos

Congreso

ha trazado

es

ía

y desobede

por demás in

completo. Cuando entre dos

se

hace la historia de las luchas y contradicciones no debe limitársela á trazar las Tíneas

antagonistas,

y fisonomía de otro

perdido

Para

ser

uno

entre

lógico,

solo de los

contendientes, dejando

al

las medias tintas del cuadro. ha debido el honorable senador hacer

desfilar también ante nuestra

presencia todos los Congresos Chile, desde aquellos que echaron las bases de nuestra emancipación política y de nuestra República. Ya que su señoría no lo ha hecho, yo lo hago, y á mi vez

de

pregunto:

¿Cuál de

todos los

Congresos de Chile, digo más, cuál de los países libres del mundo, ha dado un voto de censura á un gabinete, representante cons titucional de uno de los ¿¡tos poderes del Estado, antes de de todos los

Congresos


-

oír el programa de

sus

79

-

ideas y de

sus

propósitos

de* Go

bierno? No conozco, señor Presidente, otro ejemplo que el que diÓ el actual Congreso al presentarse aquí el Gabinete de mayo. No

hay entonces de qué extrañarse, si el Presidente de la Repdblica y su Ministerio, en tal emergencia, defendieran con firmeza inquebrantable los fueros constitucionales del Poder Ejecutivo contra las exuberancias é invasiones del Congreso. No es su señoría quien, apropiándose el papel que le co rresponde á la historia y á la posteridad, puede en este re cinto tener la pretensión de dar veredictos definitivos y so lemnes acerca de la conducta y procedimientos de uno de los poderes en conflicto. El actual Congreso va á pasar á la historia conio un foco permanente de perturbaciones políticas y de luchas y dese gregaciones entre los paitidos que lo componen, únicas cau sas verdaderas de los cambios incesantes de Ministerios, cam bios que son la ruina de la administración pública y origen de la funesta esterilidad parlamentaria. El actual Congreso, olvidando las necesidades de los ser vicios públicos, .los grandes vacíos que existen en nuestra administración y las reforjas que desde hace tiempo exigen las numerosas oficinas é instituciones, ha preferido concen trar su actividad alas luchas políticas. No ha discutido con prolijidad ni siquiera los presupues tos, y las principales leyes que ha aprobado han nacido en la improvisación de acuerdos y transacciones de partido. El señor Reyes

(Presidente).

de manifestarlo, estoy

dispuesto

Como he tenido ocasión

á dar á los señores miem

bros de la honorable Comisión Conservadora

expre'sar sus

la

entera

libertad

forma.que, en su pruden debo cia, estimen más conveniente; pero al' mismoliempo en cumplí l. liento dé los deberes prevenir á su señoría que, para

conceptos

en


el reglamento, no aceptaré ni que me impone este puesto y las que se puedo permitir que.se ha^an apreciaciones, como hacen contra el Congreso, ni expresiones en que se impute al mismo Congreso ó á sus miembros intenciones y propósi tos opuestos 'á sus deberes. (Aplausos en las galerías. El señor Presidente agita la campanilla.) ■

El señor Bañados Espinosa

oído

atacara

con

(don Julio).

Su señoría ha

a! honorable senador por Talca, que crueldad al Poder Ejecutivo; y á mí me hace un

impasible y

sereno

reglamentario porque, en el legítimo ejercicio de mis como diputado, aprecio los actos y pro cedimientos del Congreso á que pertenezco. Si no se me deja completa libertad de acción, para calificar y apreciar á uno de los poderes del Estado, prefiero guardar silencio. (Aplau sos y diversas manifestaciones.) El señor Revés (Presidente).— Se la doy amplia á su se ñoría; y en nada coartaré, como no la hecoartado, la- libertad de su señoría para expresar sus opiniones, y sólo me he limi tado á llamar la atención hacia las disposiciones de nuestro reglamento. Para evitar toda duda, pido al señor Secretario que se sirva dar lectura á los artículos 29 y 30 del Reg'amento. recuerdo

derechos y libertades

El señor Secretario.

Dicen así:

"Art. 29. Es contrario al orden

que

se

impute

cualquiera expresión en Senado, á la Cámara dé Diputados, ó á cualdiputado, intenciones ó sentimientos opuestos

al

quiér-senador ó

á los deberes de estos cuerpos, ó á los deberes de

bros

como

senadores ó

"Art. 30.

sus

miem

diputados.

Pe.ro no se tendrá por contrarias al orden las imputaciones de desacierto, incapacidad ó negligencia que se á los otros funcionarios públicos, de hagan cualquiera clase que sean; ni las imputaciones de infracción á la Constitu ción ó de sus respectivos deberes oficiales, que se hagan á dichos funcionarios públicos, ni las imputaciones de delito sobre el cual se promoviera acusación ante la alguno Cá-


8i

-

triara. i.

(Grandes aplausos

las llama al

-

las galerías. El señor Presidente

en

*

orden.)

El señor Bañados Espinosa mar

(don Julio).— No quiero for reglamentario, y como va á dar la esta sesión, rogaría al señor Presi

cuestión del incidente

hora y deseo concluir en dente se sirviera concederme El señor Revés

misión Conservadora á

su

unos

pocos minutos más. que la honorable Co

(Presidente).— Creo no

tendrá inconveniente para acceder

petición. su señoría seguir

Puede

haciendo

El señor Bañados Espinosa

uso

de la

(don Julio).

palabra. El señor

sena

Talca, movido por increíble exageración, ha llegado al extremo de decir á la faz del país y de dar á entender que el

dor por

Presidente de la

inspiradores

rios

de la

pueblos

causa

de derrama

**

y las pruebas irrefragables responsables de los saqueos derramada en las huelgas, al Pre

documentos

señoría para hacer

su

perpetrados

y fueron

República

miento de sangre. ¿Dónde están los que tiene

y el Ministerio de mayo han sido de las huelgas que alarmaron á va

República

los ocultos

y de la sangre

República y á sus ministros? imputar hechos de esta trascendental gravedad que afectan el honor de ciudadanos y de mandatarios, se necesi tan pruebas incontestables, so pena de faltarse por completo á los fueros que deben recíprocamente respetarse hombres y sidente de la Para

funcionarios. su señoría en Estoy seguro que jamás por jamás podrá siquiera un indicio que pueda arrojar sombras ó em Estado. pañar nuestra honra ó la del jefe del

contrar

El señor Irarrázaval.— Ayúdenos

entonces su

señoría á

practicar la investigación que deseamos todo lo que hay sobre el particular. para averiguar Esto no El señor Bañados Espinosa (don Julio).— ¡Ah! verdad,

inquirir

la

quedará

así.

Teneo

en

mi

á

poder todos

los documentos y

telegramas


-fi que muy

luego

verán la luz

pública, porque

luz la busco

esa

y la haré por completo. El señor Irarrázaval.— Es necesario hacer plena luz, y nadie más deseoso y que celebraría más que yo el que se sin cerasen

nuestros

hombres* públicos de cargos

El señor Bañados Espinosa

empeñado

que yo

en

que

(don Julio).

desaparezca

tremendos.

tan

Y nadie más

hasta la última sombra

de duda.

No deseo

quiero detenerme mucho en este dejarme llevar por las impresiones

Al concluir

su

terreno

de la

porque

na

indignación.

discurso, el honorable senador por Talca,

hizo declaraciones que ñanza de los partidos.

es

útil recoger para

ejemplo

y

ense

Manifestó que la unión que existía entre el cuadrilátero y la fracción del partido conservador que acaudilla, tenía por objeto salvar la constitucionalidad, la libertad electoral y la autonomía

municipal.

*•

.

El señor Irarrázaval. —Yo nó acaudillo á nadie. El señor Bañados Espinosa sión del

(dón'julio).

Será

una

apren

público!...

Para salvar estas ideas suelto á hacer toda

.

capitales,

que estaba

re

y hasta derramar

su

nos

glasé de sacrificios

dijo

sangre. Los factores que sirven de base al pacto de unión, ponen en descubierto las verdaderas intenciones que los conserva dores

persiguen

en su

alianza

con

el cuadrilátero,

La constitucionalidad y la libertad electoral son ideas que abrigan todos los partidos y todos los hombres de Chile. Lo que verdaderamente interesa al partido conservador y especialmente al senador por Talca, lo que uno y otro con

sideran na

la

como

tabla de salvación para el porvenir,

es

para salvar esta idea é

en una

la

comu

autónoma.

Pues bien, agrupación

trecha

con

incorporarla

conservadora á que pertenece

indescriptible

su

señoría

efusión al cuadrilátero.

ley,

se es


-83-

¿Y en las -próximas elecciones? ¡Ahí la cosa cambia Entonces cada cual

conserva su

autonomía ó

se

entrega á

propias fuerzas! No deja de ser curiosa esta teoría y esta clase de alianza. En el Congreso, donde el cuadrilátero lo tiene todo, el partido conservador se le une á firme y sin condiciones: y en el cuerpo electoral, donde el cuadrilátero poco ó nada tiene y donde el partido conservador posee fuerzas respetables, allí... cada cual obra con plena autonomía é independencia. ¡Táctica original! sus

Puedo asegurar á la Comisión Conservadora que no en tiendo así las alianzas. Para que tengan el sello de la reci

procidad auxilios en

na,

puedan

y

en

ser

todo terreno,

el éxito

como

duraderas, necesitan fundarse en

en

la buena las

como en

decepciones.

en

la mala fortu En

política

las

alianzas que no se conservan Hasta las urnas, dejan de ser tales para convertirse en usufructuaciones aventuradas y tran sitorias. El señor senador por Talca al final de su discurso nos mejores intenciones para con el Presidente de

manifestó las la

República. primero

Era el

en reconocer

sus

derechos constituciona

fueros y su auto/idad. Deseaba solamente un Ministerio de hombres

les,

su

respetables, separado de las luchas políticas. Cuando expresaba estas ideas, me fijé con atención en su señoría, para ver sUo que hablaba era un sarcasmo ó era neutrales y hasta

serio. Durante dos sesiones ha dirigido sobre el Presidente de República las críticas más acerbas y los cargos más san grientos; y á última hora descubre bondades y ternezas re pentinas. ¿En qué quedamos?

la

Tengo

datos para

apreciar

lo que la

oposición

entiende


J^ÍS.-^íKMWi

^J

-rv,7=.™«

-84por

respeto á las

tado. Una

nable,

facuftades constitucionales

del Jefe del Es .

.

Prats presentó su renuncia indecli que el señor en presencia S. E. el Presidente le pidió su opinión vez

de la crisis que comenzaba. á una personali El señor Prats le.dijo que debía escoger Le ce-dad del Congreso y entregarse áella por completo. em dería derechos amplios para escoge'r Ministros, separar hacer nombramientos, imprimir rumbos á la política

pleados,

y á la administración. Y á todo esto, el Presidente,

elegido por el pueblo y respon Rey Viga y en máquina de firmar decretos inspirados por otros, debía contemplar desde el balcón á hombres, partidos y acontecimientos. : ¡Qué tal!

sable de

sus

actos, convertido

en

*

entiende por respetar los fueros y derechos cons titucionales del Presidente de la República! ¡Que acepte tranquilo y resignado su sustitución en el

¡Esto

se

por otro, conservando la plenitud de su dad constitucional ante el próximo Congreso!

responsabili

poder

Se le

reconoce

nistros; pero,

libremente

el derecho de nombrar

esta gran

libertad tiene

una

ligera

sus

Mi

condición ó

cortapisa, confiama de la mayoría del partidos que la componen, nombra Ministros; pero esta elección no puede ni debe hacerla entre los ciudadanos que tengan los requi sitos legales para ser tales, sino dentro de las personas que sigan las inspiraciones del cuadrilátero." ¡Qué libertad! Ese Ministerio debe

Congreso y Es decir,

ser

de la

del agrado de los

En el manifiesto de cinco de los Ministros del" Gabinete

Prats,

y

en

el

Presidente de

curso »a

del presente

República

debate,

porque

no

Secretarios de Estado ei derecho de

gobernadores

y otros

funcionarios,

se

ha atacado al

había

entregado á sus separar intendentes,

por sí y ante sí.


-85De hecho

do

en

estos

quiete que el Presidente no graves negocios de gobierno. se

sea

ni consulta

¡Qué libertad! Dentro de

Jefe de Estado no tendría consejos de Ministros. ¿San éstas, teorías de buen Gobierno? ¿Esto es lo que se considera como el desiderátum del Gobierno republicano? esta nueva

teoría,

el

derecho ni para concurrir á los

El señor

Irarrázaval.

Yo

El Señor Bañados Espinosa su

señoría las

no

he sostenido tales ideas.

(don Julio).

El señor Irarrázaval. —Pero el señor

diputado

intercalar á cada momento mi nombre

empeñado

en

para hacer

creer

No

No he dicho que

sustente. se

ha

como

semejantes principios. Presidente, que se me atribuyan ha fijado el señor diputado de Ovalle.

que yo sostengo

puedo permitir,

señor

como las que El señor Bañados Espinosa

jdeas

(donJulio).

que referirme á las ideas expresadas publicado en el Diario Oficial. El señor Irarrázaval.

en

¡Entonces

No he hecho más

el manifiesto y á lo

esas

teorías

del

son

República! (Aplausos en algunos bancos. Grandes aplausos en las galerías. El señor Presidente agita la campanilla). Vuelvo á observar á los El señor Reyes (Presidente).

Presidente de la

señores miembros de la Comisión" Conservadora que

posible

conservar

el orden

en-

el debate

que no permite el Reglamento. No creo, El señor Irarrázaval.

con esas

es

im

interrupcio

nes

faltado uso

a

las

por mi parte, haber y sólo he hecho

prescripciones reglamentarias

de mi éerecho,

hago es reclamar el orden, derecho que me Reglamento. Y aun cuando he visto que no se cumplía con sus disposiciones, no.he reclamado. Por lo demás, el artículo 32 me autoriza para intenumpir, Lo único que

da el

sin faltar al orden, á fin de rectificar hechos erróneos ó

trarios á la verdad.

con


-%6El señor Bañados Espinosa (don Julio).— Soy el primero en rogar al señor Presidente que dé toda clase de facilidades

interrumpa... no he interrumpido á su se ñoría sino cuando sentaba hechos falsos, cuando tergiversaba mis ideas ó me suponía intenciones, lo que prohibe el Reglaal señor senador para que

me

El señor Irarrázaval.— Yo

mentó.

Á

su

señoría

no

le

es

permitido interpretar

El señor Bañados Espinosa

intenciones, curso

de

su

frase, legas. por

intenciones ni

ideas.

tergiversar

(don Julio).

No he calificado

ni he tocado ideas que no estuviesen en el dis señoría, y que no he querido reproducir frase por

por

no

molestar demasiado á mis honorables

co

El señor senador por Talca concluyó sus observaciones proponiendo como transacción la supresión de la Presidencia de la República y su sustitución por un directorio de siete miembros á semejanza de la Suiza. El señor Irarrázaval. No he propuesto ninguna tran sacción, como dice el señor diputado. —

El señor Bañados Espinosa

(Julio).—

No lo ha propuesto

transacción;

pero, de todos modos, es un proyecto nuevo que desea agregar á la comuna autóno ma; es otro de los\deales de gobierno que su señoría lanza

expresamente

al

público

como una

para que florezca y fecunde. esta idea una faz de suma utilidad

Encuentro á

en

estos

momentos.

La multiplicidad de la Presidencia permitiría satisfacer, siquiera á siete ciudadanos, sus legítimas ambiciones de lle gar á la suprema magistratura. Pero, dejando á un laclo este aspecto práctico de la idea y su importancia de palpitante actualidad, estimo que el cambio tan radical como repentino de una forma de gobierno que tie ne hondas raíces en las entrañas del país, es asunto grave y

digno

de muy madura meditación y lato conocimiento.


-87Es

fácil,

muy fácil tomar

una

adarga,

calzarse

un

escudo y

lanzarse por campos y ciudades, dando constituciones á ses y hasta á la humanidad. Lo que

ción que

paí

difícil, y muy difícil es hacer una Constitu adaptable y conveniente á una nación dada, en

es

sea

época dada y en circunstancias dadas. Á Platón le fué' muy hacedero trazar, entre las cuatro pa redes de su gabinete, las líneas de una república impracti una

cable y absurda.

Espero

que la

comuna

autónoma,

esta

hija

tan

querida

del honorable senador por Talca, no vaya á seguir los desti nos que le diviso á la supresión de la Presidencia en Chile!

(Manifestaciones

diversas

El señor Reyes

en las galerías.) (Presidente, agitando la campanilla).

Se

levanta la sesión.

(Al

levantarse la sesión

festaciones de diverso

se renuevan

género,

que

se

en

repiten

*=&Ji&^

las á la

galerías salida.)

mani



Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.