Estudio sobre Elecciones Parlamentarias 2005

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ESTUDIO SOBRE ELECCIONES PARLAMENTARIAS 2005 Pepe Auth* INFORME Nº1** Agosto de 2005

COLECCIÓN IDEAS Nº 57 Septiembre 2005

* Doctor © en Sociología, Director Programa Estudios Electorales Fundación Chile 21. ** Éste es el primero de cuatro informes comprometidos. El segundo se abocará a hacer un estudio de los perfiles de los candidatos finalmente inscritos en la competencia parlamentaria y de las condicionantes particulares de ésta en cada distrito. El tercero se dedicará exclusivamente a realizar una proyección predictiva de los resultados y el cuarto al análisis pormenorizado de los resultados electorales.


I.- La Fuerza del binominalismo El sistema electoral usado en las elecciones parlamentarias chilenas alienta una fuerte concentración de votos y de escaños en las dos principales fuerzas políticas, constituidas éstas como coaliciones, más o menos forzadas, más o menos voluntarias, para sobrevivir bajo este sistema. Si revisamos los cuatro certámenes parlamentarios desde su puesta en vigor, nos daremos cuenta que de los 574 diputados y senadores electos, sólo 8 –apenas algo más del 1%- han llegado a la Cámara de Diputados en calidad de independientes o integrando listas distintas de la Concertación de Partidos por la Democracia y de la alianza constituida por los partidos Renovación Nacional y la UDI. Si, además, analizamos en detalle estas supuestas perforaciones del binominalismo, veremos que no lo son tanto. En 1989, como parte del acuerdo por omisión de la Concertación y de la alianza de partidos de izquierda que incluía al Partido Socialista, al mismo tiempo integrante de la coalición mayoritaria, 2 diputados resultaron electos en la lista PAIS, ambos socialistas. Juan Martínez en Coronel (distrito 45), pues su lista aventajó a la Derecha y llegó tras la Concertación, cuya dupla estaba conformada por un democratacristiano y un radical; Juan Pablo Letelier, en dupla con un radical, aventajó estrechamente a la lista de la Concertación, constituida por otro radical y un liberal. En verdad, en 1989 se trató de un acuerdo político electoral para horadar el binominalismo, que sólo resultó en dos distritos del país, beneficiando en ambos a candidatos del Partido Socialista, integrante de la coalición que conquistaba entonces el Gobierno. En 1993 todos los parlamentarios salieron de las dos coaliciones principales. En 1997, la UCCP –el partido del ex candidato presidencial y entonces Senador Francisco Javier Errázuriz- optó por concentrar sus esfuerzos en 13 distritos, logrando elegir dos diputados en la Sexta Región –su esposa M. Victoria Ovalle en Santa Cruz (dist. 35) y el diputado Alejandro García-Huidobro, ya electo en 1993 cuando este partido integró la coalición de centroderecha. En 1997 también se hicieron elegir dos candidatos independientes fuera de pacto, el diputado DC por San Antonio (dist. 15) Samuel Venegas, que había renunciado a su partido al no ser nominado como candidato, y la figura local Rosa González, que aventajó a la lista RN-UDI en Arica (dist. 1). La diputada Ovalle abandonó la política, los diputados García-Huidobro y Rosa González ingresaron a la UDI, mientras el diputado Venegas reingresó a la Concertación, afiliándose al Partido Radical Socialdemócrata. En 2001, sólo un diputado provino de fuera de las dos listas principales. El ex Alcalde Socialista de Arica concursó como independiente, aventajando a la Concertación y a la Alianza por Chile, dejando fuera al diputado de Gobierno. No se trataba, en rigor, de una candidatura independiente, pues compitió bajo un cierto acuerdo con el Partido Socialista, al que se reincorporó al ingresar a la Cámara.

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El origen y destino de los diputados que perforaron el binominalismo, habla de la gran dificultad para ser electo sin pertenecer a alguna de las dos grandes coaliciones, así como también de la poderosa atracción que ejercen éstas para asegurar la sobrevivencia política de los parlamentarios.

El Partido Comunista

Los comunistas han fracasado sistemáticamente en su intento por ingresar al Parlamento bajo este sistema electoral. Porque, aunque en algunos distritos el PC consigue votaciones importantes, no logra superar en votos a la Concertación o a la Derecha. En 1989 estuvieron muy cerca, ayudados por la omisión PS y PPD en la lista de la Concertación en algunos distritos, como fue el caso de Copiapó (dist. 5) y Cerro Navia (dist. 18). Más tarde, han obtenido en ocasiones buenas votaciones en algunos distritos, como Illapel (9), Pudahuel (16), Cerro Navia (18) con Gladys Marín, San Miguel (28), San Fernando (34), Talcahuano (43), Lota (46) y coyhaique (59), pero siempre muy lejos de la posibilidad de elegir diputados. El PC compite ahora en alianza con el Partido Humanista, que ha presentado su propia lista parlamentaria desde 1993, cuando abandonó la Concertación. Esperanzados por un excelente resultado en las últimas elecciones municipales (9,14% en votos para Concejales), la lista de la Izquierda Extraparlamentaria, aunque presenta candidatos en prácticamente todo el país, al parecer concentrará sus esfuerzos en un número limitado de distritos. Según propia explicitación, competirían con posibilidades en Copiapó (5), Vallenar (6), Illapel (9), Pudahuel (16), Conchalí (17), San Miguel (28), Coronel (45) y Lota (46). Como en ninguno de los distritos señalados tiene la más remota posibilidad de superar en votos a la Concertación, toda su expectativa es aventajar a la Derecha. Pero sólo ingresará a la competencia por algún escaño si logra empinarse sobre 25% de los votos, situación virtualmente imposible para Juntos Podemos en Copiapó, Vallenar, Pudahuel y Conchalí. En Illapel y San Miguel, por la presencia de Jorge Insunza y Claudina Muñoz, que ya han probado su capacidad de conquistar electores, podrían tener alguna posibilidad, siempre y cuando la lista de la Concertación no integre candidatos del PPD o PS. En Coronel, Iván Quintana tiene un gran potencial, pero debe superar al UDI Sergio Bobadilla, que llevó a la Derecha al 30% en 2001; en Lota deben desalojar al diputado UDI Iván Norambuena, cuya lista acumuló 36% en la elección anterior, difícil tarea entregada al Presidente del Partido Comunista, Guillermo Teiller, fortalecido por la compañía del ex Alcalde Socialista de Lota, quien obtuvo una sólida votación como candidato independiente en 2004.

Los Independientes

Es posible, por otro lado, que el terremoto causado por la explosión de candidaturas independientes en las Municipales pasadas tenga al menos una réplica en las próximas Parlamentarias. Es previsible que, alentados por la experiencia exitosa de algunos en 2004 y el aliciente de la ley de financiamiento de campañas, haya más candidaturas independientes. Ya hay algunos indicios, con la renuncia al partido del diputado RN Carlos Vilches, del ex diputado DC Sergio Velasco y del pre-candidato RN en Arica, Nino Baltolú, entre otros. Aunque no signifique la conquista de escaños, la presencia y la votación de estos candidatos

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independientes puede ser determinante para permitir o impedir el doblaje de la Concertación en algunos distritos. Valga recordar que si en 1989 hubo 19 candidatos fuera de los pactos, éstos se redujeron a 4 en 1993 y a 2 en todo Chile en 1997, aumentando de nuevo a 16 en la elección parlamentaria de 2001.. El Partido del Norte presentará, seguramente, candidatos en los distritos de las Regiones de Tarapacá y Antofagasta, probablemente también en alguno de Atacama y de la Cuarta Región. Podrían disputar el escaño con la derecha en Iquique (distrito 2), presentando a María Inés Macchiavello, que estuvo a punto de ganar la alcaldía en Alto Hospicio, en todos los demás actuarán como fuerza testimonial, cuya votación será determinante en la elección de los candidatos que sí entren en la competencia por el escaño.

II.- Las esquivas mayorías parlamentarias Como es sabido, el sistema binominal fue establecido para producir el empate entre la primera y la segunda fuerza electoral. Porque, al elegirse dos escaños por unidad territorial, asignados según coeficiente d’Hont, para desempatar en algún distrito se requiere doblar la votación de la lista que arriba en segundo lugar. Hasta 2001, la ventaja de la Concertación fue de 10 distritos. Partió el ’89 doblando en 12 y luego se redujo a 11, siendo doblada por la Oposición desde 1993 en el distrito 23, Las Condes. 1989 72/48

1993 70/50

1997 70/50

2001 63/57

Antofagasta Illapel San Antonio Conchalí La Cisterna San Miguel Pte. Alto Talca Concepción Coronel Lota Pta Arenas

Antofagasta Iquique Vallenar Coquimbo Calama Coquimbo Illapel Coquimbo C. Navia Conchalí San Antonio Coronel C. Navia Los Andes (-Las Condes) La Florida Conchalí Talca C. Navia San Carlos Rengo Concepción Talca Coronel San Carlos Lota Coronel (-Las Condes) (-Las Condes)

Como se puede ver en la lista, aunque hasta 2001 se mantuvo la cifra de doblajes, no siempre se trataba de los mismos distritos, de manera que si la Concertación ha doblado 38 veces en estos años, lo ha hecho en 21 distritos diferentes. Además, ha estado cerca de doblar al menos en alguna ocasión en otros 8 distritos (Arica, Copiapó, Pudahuel, Recoleta, Maipú, San Joaquín, Linares y Talcahuano).

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Salvo situaciones excepcionales derivadas de la presencia de candidatos independientes o la salida mal resuelta del diputado que sostiene la votación de Derecha, la lista de posibles doblajes en 2005 saldrá de entre estos distritos. Surgen como sorpresas previsibles el distrito 51 (Nueva Imperial), donde la Democracia Cristiana puso en la lista Concertación junto al diputado PPD Eugenio Tuma (40% de los votos) al diputado Eduardo Díaz, quien obtuvo 32% con los colores de la UDI en 2001 y antes similar cifra por el Partido Del Sur. Lo mismo en Constitución (dist. 38), donde el esperado crecimiento de la votación del diputado DC Pablo Lorenzini, junto a la fortaleza del eventual candidato PPD, abogado Roberto Celedón, pudieran quitarle a la Alianza 5 puntos porcentuales respecto de 2001 y desalojar a su diputado. Salvo la excepción de Cerro Navia, donde el diputado Girardi dobló con sus propios votos a la lista de Derecha en 1997 y en 2001, y la del diputado Nelson Ávila en 1997, para que una lista doble a otra en algún distrito se requieren duplas muy competitivas internamente, desplegadas totalmente en campaña, acicateados por el temor de quedar fuera a pesar de una buena votación, como suele ocurrir. El caso paradigmático es el de Bombal y Allamand en Las Condes en 1993, cuando por primera vez doblaron a la Concertación, pues el drama de la elección en ese distrito se desplazó al interior de la coalición de centroderecha. Hay doblaje usualmente en distritos donde se produce complementariedad entre una lista con dos buenas candidaturas, desplegadas por la expectativa de doblar, y otra lista con un solo candidato de verdad, pues el riesgo de no elegir ha desalentado la presencia de un segundo candidato competitivo. Si en los distritos es difícil doblar, en las circunscripciones senatoriales es todavía más complejo, pues se trata de territorios más vastos, menos homogéneos y donde la distancia del parlamentario respecto de sus electores hace más raras las grandes votaciones personales. De hecho, la Concertación ha doblado sólo cuatro veces; 3 en 1989, sin candidaturas comunistas y con otras listas reclamándose de derecha, como fue el caso en la Sexta, la Séptima Norte y Magallanes, como también pudo ser la Octava Costa, si Luis Maira y Arturo Frei hubieran estado juntos en la lista de la Concertación, situación que sí se verificó en 1997, cuando VieraGallo y Sabag lograron doblar al senador Cantuarias y su acompañante RN, que aportó menos de 5% de los votos. En 1993 y 2001 hubo un perfecto empate entre la Concertación y la Derecha en la elección de senadores. Como se sabe, los doblajes se verifican siempre con justeza, de manera que cualquier desviación de votos en uno u otro sentido pueden ser determinantes. La fuerza del candidato de izquierda extraparlamentaria o la presencia de candidatos independientes salidos de uno u otro sector, han sido decisivos en numerosas ocasiones, sea para impedir o permitir un doblaje. Aunque a estas alturas de la conformación de las listas es difícil pronosticar los eventuales doblajes, sí se puede decir que, si la Concertación consigue estructurar duplas competitivas y neutralizar eventuales daños colaterales, podría intentar doblar con alguna posibilidad en Arica, Calama, Copiapó, Vallenar, Coquimbo, Cerro Navia, Recoleta, La Florida (con Carlos Montes-Gonzalo Duarte), Talca, Constitución, San Carlos, Coronel, Nueva Imperial y Puerto Montt. Si juega a fondo todas sus opciones, podría conseguir doblar en 5 a 8 distritos. Al

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mismo tiempo, también está la posibilidad de evitar el doblaje de la Alianza en Las Condes, pero ello necesitaría un fuerte candidato o candidata del progresismo concertacionista. Se puede decir que la Concertación tiene una fuerte opción de desempatar en el Senado –ahora sin designados ni vitalicios- con el doblaje en la Octava Concepción, facilitado por una débil candidatura RN, frente a dos fuertes candidatos de la coalición de Gobierno. Por la misma razón, también existe una opción en las regiones Metropolitana y de Coquimbo. En Magallanes la Derecha corre el riesgo de perder su senador, frente a la candidatura independiente del líder local Carlos Bianchi, a menos que logren incorporarlo a su lista.

III.- El nuevo contexto El principal cambio respecto de 2001 es que esta elección parlamentaria se realiza de nuevo en simultaneidad con la elección presidencial. Ello marca una diferencia relevante, pues las preferencias presidenciales contaminan en grado importante la elección de diputados y senadores, siendo la fuerza de la candidatura presidencial a la que está asociada, determinante en el resultado de una lista parlamentaria.. Sólo esto puede explicar el modo en que se resolvió la candidatura presidencial única de la Concertación y la emergencia de un segundo candidato de Derecha sostenido por Renovación Nacional. Tan fuerte es la dinámica presidencial que se trasladó incluso a la elección municipal previa. La arriesgada apuesta de Lavín de jugarse todo su capital en el esperado éxito de sus candidatos a Alcalde, así como la respuesta del Gobierno de convertirla en un plebiscito a su gestión, generó un cuadro de fuerte politización en la elección de los líderes comunales, cuyos resultados señalaron un hito en el cambio de tendencias políticas que parecían sólidamente en curso. Octubre de 2004 marca un punto de inflexión histórica en las curvas de aproximación creciente de la fuerza electoral de los dos principales bloques de la política chilena. El auspicioso resultado de la Derecha en 2001, que acortó a 3 distritos y a sólo 3,6 puntos porcentuales su distancia de la Concertación, se verificó en un contexto caracterizado por varios elementos que ya no están, como la creencia generalizada de que Joaquín Lavín sería el próximo Presidente; la situación de recesión económica y las expectativas negativas que la gran mayoría cifraba respecto de su propio futuro económico y el del país; el débil apoyo – inferior a 50%- al Gobierno y al Presidente Lagos; la Concertación a la defensiva, con su personal político territorial herido en sus convicciones básicas, mientras el de la Oposición completamente a la ofensiva, orgulloso de ser por fin alternativa de cambio; inexistencia de liderazgos presidenciales en la Concertación, situación contrastante con una Derecha que hizo campaña por “un Parlamento para Lavín”; la disposición de muchos en el campo opositor a jugarse con todo en las Parlamentarias para preparar un futuro gobierno del sector, mientras el estado de ánimo contrario se vivía en las filas de la Concertación, que llegó incluso a resignarse por anticipado a su primera derrota electoral; la ausencia de límites y subsidios al gasto de campaña, en un cuadro donde la voluntad empresarial de invertir en candidatos de derecha era muy grande; y, por último, no por ello menos importante, el antecedente del gran

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avance de la UDI en las Municipales 2000, donde consiguió conquistar la Alcaldía en importantes ciudades y comunas populares. El cuadro actual contrasta radicalmente con el que se vivía en 2001. En primer lugar, son poquísimos los chilenos (del orden del 20%) que todavía creen en la posibilidad de que el próximo Presidente sea otro que la abanderada de la Concertación, Michelle Bachelet; la recesión económica parece haber quedado atrás y las expectativas de la gente respecto del futuro son mayoritariamente positivas; el apoyo al Gobierno y, particularmente, al Presidente Lagos, se ha estabilizado en tasas sólidamente mayoritarias; la Concertación tiene una candidatura presidencial que ha concitado niveles de apoyo similares a los que tuvo Eduardo Frei en 1993, muy por encima de sus contendores; la coalición de centroizquierda, sus activos militantes y simpatizantes, han recuperado en parte su sentido de misión, sus convicciones y su seguridad de aportar a Chile, a partir del hecho inédito de llevar una mujer a la Presidencia; el entusiasmo y la disposición de lucha entre los líderes y personalidades del campo opositor se redujo abruptamente y la actual disputa por el liderazgo y la hegemonía del sector no logra generar el entusiasmo que sí provocó la cercanía de la conquista del gobierno; está operando una ley que algo limita el gasto de campaña y entrega una base financiera para emprenderlas; y, por último, importante también, se ha quebrado la tendencia iniciada hace una década, al acortamiento progresivo de la distancia entre ambos bloques, con un significativo retroceso de la Derecha en el campo de los gobiernos locales, ello sólo un año antes de la elección parlamentaria y presidencial. El contexto es muy similar, en verdad, al de 1993 y, en consecuencia, es razonable esperar que el resultado también lo sea. La Concertación en esos comicios obtuvo la mayoría absoluta de los votos y una ventaja parlamentaria de 70/50, defendida luego con éxito en 1997. Lo anterior dependerá, en buena medida, del modo en que los partidos políticos de la Concertación y de la Oposición finalicen sus procesos de reclutamiento y selección de candidatos, así como la medida en que logran conjurar la tentación de mantener el status quo, constituyendo en todos los distritos y circunscripciones del país, la oferta más amplia al electorado, es decir, las duplas más competitivas de que disponen.

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IV.- La renovación del Parlamento Como se puede ver en el cuadro que sigue, la tasa de renovación del Parlamento es similar en ambas coaliciones y alcanza niveles cercanos al 40%, proporción bastante elevada en el contexto internacional. Cámara de Diputados 1993 1997 2001 Reelectos Nuevos Reelectos Nuevos Reelectos Nuevos Derecha 35 15 (30%) 31 19 (38%) 35 22 (38.6%) Concertación 36 34 (48.6%) 43 27 (38.6%) 41 22 (34.9%) TOTAL 71 49 (40.8%) 74 46 (38.3%) 74 46 (38.3%) DC PPD PS PRSD UDI RN

21 4 10 1 11 24

16 (43.2%) 11 (73.3%) 5 (33.3%) 1 (50%) 6 (35.3% 6 (20%)

21 10 10 1 13 16

17 (44.7%) 6 (37.5%) 1 (9.1%) 3 (75%) 8 (38.1%) 8 (33.3%)

17 11 8 3 18 17

7 (29.2%) 10 (47.6%) 4 (33.3%) 3 (50%) 17 (48.6%) 5 (22.7%)

El detalle del recambio puede verse en el Anexo Nº1, donde están alineados todos los diputados electos en las 4 elecciones sostenidas hasta ahora. Si comparamos los distintos partidos, veremos que Renovación Nacional y el Partido Socialista tienen las tasas promedio (25%) más bajas, que la DC y la UDI ostentan tasas promedio similares (39.4 y 40.6%, respectivamente), mientras que el PPD ha renovado en promedio más de la mitad (52.8%) de su bancada en cada elección, lo mismo que los Radicales (58%). El cuadro siguiente nos muestra, complementariamente, el nivel de cambio y continuidad en la Cámara por coalición y partido. Como se ve, 97 de los 120 diputados electos en 1989 ya no está en la Cámara: 11 de ellos postularon con éxito al Senado, la mayoría de los restantes fracasó alguna vez en su intento por reelegirse y un puñado decidió no postular a la reelección después de uno, dos o tres periodos. Sólo 19% de la Cámara actual ingresó a ella en 1990. Por otro lado, quedan sólo 20 de los 49 diputados que ingresaron en 1993 al Parlamento y 32 de los 46 que lo hicieron en 1997. La próxima Cámara contará sin duda con menos veteranos del ’89 que los 23 que tiene hoy día, pues se presentarán a la reelección sólo 15 de ellos. En la Concertación, que tiene 9, se retiran Víctor Barrueto (PPD) y Edmundo Villouta (DC), se cambia de distrito Edmundo Salas (DC), y existe la posibilidad de que Juan Pablo Letelier (PS) vaya al Senado. En la Derecha, que tiene 14, se retira el RN José A. Galilea y Arturo Longton probablemente compita por un escaño senatorial, desafío que abordarán con seguridad Carlos Kuschel (RN) y los UDI

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Cristián Leay, Pablo Longueira y Víctor Pérez. Un caso especial es el del diputado RN Carlos Vilches, quien renunció a su partido al no ser nominado como candidato. Cámara de Diputados 2005 Escaños por Partido según año de elección (*) CONCERTACIÓN

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ALIANZA

14

UDI

8

DC

5

8

3

1

3

0%

7 6

6

5

3 0

15 10

5

PS

21

7

6

PPD

24

13

5

RN

PRSD

19

10

3

1

2

4

2

10%

89

20%

30%

3 40%

50%

93

60%

97

70%

80%

90%

100%

2001

(*) Están considerados los cambios de afiliación luego de ser electos: M.A. Cristi (RN), elegida en 1989, pasó a la UDI y Alberto Cardemil, que fue electo como RN pero ahora corre como independiente en la UDI, también es considerado como tal; Eduardo Díaz (ex UDI), elegido en 1997, ingresó a la bancada DC; Iván Paredes, elegido como independiente, reingresó al PS. También están incluidos los parlamentarios desaforados (1 UDI, 2 DC, 1 PPD y 1 PRSD). En el Senado actual hay sólo 11 (28.9%) de los 38 senadores actuales que fueron electos en 1989, la mayoría de ellos (7) en la Democracia Cristiana, 2 en Renovación Nacional y 2 en el Partido Socialista. Más de la mitad (22, que representan 57.9%), en cambio, lleva un solo periodo. De los 20 que se ponen en juego en diciembre próximo, 4 no irán a la reelección (Foxley, Viera-Gallo, Cariola y Stange), Bombal lo hará en otra circunscripción y no está claro aún si Moreno intentará su reelección. La renovación del Senado ha ocurrido principalmente por la no presentación de los titulares a la reelección en 20 casos y en 11 ocasiones porque éstos fueron derrotados en las urnas por sus

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compañeros de lista. De cualquier manera, la tasa de renovación de senadores en Chile es bastante alta comparada con lo que ocurre en democracias similares. Está por verse si se mantendrán las tasas históricas de renovación de la Cámara y del Senado. Por de pronto, ya tienen garantizada su presentación a la reelección 31 diputados UDI, 18 DC, 15 PPD, 13 RN, 7 PS y 5 PRSD. Van a la reelección 90 diputados, 75% del total, por lo que debieran fracasar unos 15 a 20 en su intento de reelegirse para mantener la tasa de recambio histórica.

V.- Procesos de reclutamiento y selección en los partidos En un sistema político y electoral como el chileno, donde la personalización es alta y la calidad del candidato desequilibrante, el proceso de reclutamiento y selección de los candidatos es decisivo para producir un buen resultado electoral. La Concertación y la Derecha viven este proceso de manera muy diferente. Para RN y la UDI, que parten seguros de su derecho respectivo a llevar candidatos en todos los distritos y circunscripciones del país, no hay grandes tensiones intrapartidarias derivadas de la competencia interna, el problema es más bien el inverso, de cómo convencer a las personas adecuadas de embarcarse en una aventura electoral que casi siempre pasa por buscar la derrota del parlamentario en ejercicio del partido aliado. Así es como, naturalmente, en cantidad no despreciable de distritos y circunscripciones, la Derecha configura su lista con un candidato de verdad y un complemento testimonial, lo que reduce, sin duda, su potencial de votos nacionales. En términos generales, RN y la UDI han competido abiertamente en todos los certámenes parlamentarios desde 1993, de otro modo no habría sido posible que la UDI avanzara como lo ha hecho en desmedro de RN. Las más de las veces, la imposibilidad real de encontrar candidatos en condiciones de competir de verdad, se ha conceptualizado como acuerdos de omisión, pero no son otra cosa que la expresión de la fortaleza electoral del candidato – habitualmente parlamentario en ejercicio- del partido aliado. La Democracia Cristiana, por su parte, desde 2001, cuando dejó de subpactar con radicales y antes con otras formaciones políticas, que no vive el problema de estar obligada a omitirse en algunos distritos donde tiene candidatos competitivos. Su problema actual es más bien la sobreabundancia de liderazgos partidarios, suficientes para la época de oro de este partido a comienzos de los Noventa, cuando prácticamente bastaba enarbolar las banderas democratacristianas en cualquier distrito o circunscripción para ingresar al Parlamento, pero demasiados para un periodo en que la Democracia Cristiana hace denodados esfuerzos por quebrar una tendencia electoral a la baja hasta ahora inexorable y en circunstancias que hay un número limitado de distritos donde tiene opción de elegir diputados. Toda la tensión, entonces, está trasladada al interior del partido, donde hay intensas competencias por la nominación como candidato.

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Para el PPD, PS y PRSD el problema central es el limitado número de distritos donde pueden presentar candidatos. Tanto más aguda es la situación cuanto más parlamentarios en ejercicio tiene el partido, como es el caso ahora del PPD, que tiene 21 diputados en ejercicio y sólo podrá llevar candidatos en 24 a 26 distritos. La tensión está puesta aquí en la distribución de las oportunidades de competir entre estos tres partidos. Los procesos de reclutamiento y selección operan con mucho freno, para no desatar más expectativas de las que pueden satisfacer y, al mismo tiempo, con extrema atención a la elegibilidad de los candidatos, pues cuando las opciones son escasas es preciso aprovecharlas al máximo. Como los distritos en Chile son más bien pequeños y eligen sólo 2 parlamentarios, la legitimidad de éstos está fundada en buena medida en la red de clientelas sociales que logran desarrollar, lo que redunda en que los diputados tienen una tasa de elegibilidad en promedio bastante más alta que la de los aspirantes. Así es como se ha ido estableciendo una suerte de propiedad privada del escaño, de manera que resulta muy difícil y excepcional que la institución partidaria no intente llevar a la reelección a todos sus diputados y senadores, salvo que éstos tengan una resuelta disposición a no hacerlo, como ha sido ahora el caso de los senadores democratacristianos Gabriel Valdés y Alejandro Foxley. Los parlamentarios, además, constituyen al interior de los partidos un grupo corporativo que defiende con vigor a los suyos frente a la competencia interna, que en el sistema binominal es una fuente muyo mayor de incertidumbre para el parlamentario que la propia elección general. La principal cantera de candidatos para la Unión Demócrata Independiente es el Parlamento. De hecho, la mitad de su nómina para la Cámara está constituida de diputados a la reelección. De su bancada, sólo 4 no se presentan: Longueira, Pérez y Leay, que competirán por un escaño senatorial, y el diputado Mario Escobar, que fue desaforado y sometido a proceso judicial. También constituyen un grupo relevante los candidatos que no fueron electos en 2001 pero obtuvieron un resultado expectante, que les permite intentarlo nuevamente con alguna posibilidad de triunfo, como es el caso de Alberto Calvo en Copiapó, Alfonso Ríos en Quillota, Sergio Bobadilla en Coronel y Marisol Turres en Puerto Montt. Otra fuente de reclutamiento es el poder local, del que provienen los candidatos UDI en Calama, Valparaíso, Recoleta y Nueva Imperial. Además de un puñado de liderazgos provinciales y de algunas personalidades provenientes del mundo empresarial, un canal importante de reclutamiento y selección es el propio partido y sus instituciones anexas, particularmente la Fundación Jaime Guzmán, de donde salen numerosos candidatos jóvenes, sin experiencia política previa, por lo general abogados de la Universidad Católica, algunos de ellos becados en el Leadership Institute en Washington, que van a colonizar distritos con los que habitualmente no tienen relación previa. Buena parte de los actuales parlamentarios UDI que ingresaron a la Cámara en 1997 y 2001 tienen el perfil que venimos de describir. La nómina de candidatos de este partido se completa habitualmente con algunas figuras atraídas desde Renovación Nacional, como es el caso del diputado Cardemil o de los ex parlamentarios Gustavo Alessandri y Julio Lagos. Al Senado, la UDI compite con 4 senadores a la reelección en sus circunscripciones (Matthey, Novoa, Chadwick y Fernández), uno que se desplaza a otra región (Bombal), 3 diputados (Leay, Longueira, Pérez) y un miembro de su Comisión Política con arraigo local (Joaquín Brahm), estando aún en suspenso su candidato en la Décima Norte..

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En Renovación Nacional se ha sentado un precedente en materia de recambio, al consagrar en Copiapó como postulante oficial a quien fuera candidato a Alcalde de la Alianza en las Municipales recientes sin éxito pero obteniendo una gran votación, desalojando al diputado del Partido que llevaba 4 periodos parlamentarios. Tres diputados competirán por un escaño senatorial (Lily Pérez, Carlos Kuschel y Carmen Ibáñez), otros dos (José Antonio Galilea y Arturo Longton) desistieron de presentarse por quinta vez consecutiva y el último (Nestor Jofré) está inhabilitado por haber asumido como Concejal en enero pasado, antes de reemplazar al difunto diputado de la UDI en Iquique. RN encara esta elección con sólo 13 diputados a la reelección, de manera que su desafío ha sido enorme en materia de reclutamiento y selección para poner candidatos viables en los restantes 47 distritos. Un grupo significativo de éstos proviene del mundo municipal, sea Alcaldes, concejales, consejeros regionales, administradores municipales o candidatos a estos cargos, como es el caso de Juan Carlos Muñoz en Cauquenes, Antonio Cabedo en La Cisterna, Julio Ibarra en San Miguel, Germán Verdugo en Talca, Amalia Herrera en Quilpué, Joaquín Godoy en Viña del Mar, Fernando Lisboa en Rancagua y probablemente Luis Plaza en Cerro Navia, Alberto Gallardo en Ovalle y Carlos Geisse en Puerto Varas. Incursiona también, a diferencia de la UDI, en ámbitos distintos a la política y al mundo empresarial, reclutando a personalidades de la televisión, como Juan Guillermo Vivado, Raquel Argandoña y Francisco López. Otra importante fuente de reclutamiento es el mundo económico vinculado a Renovación Nacional o a alguno de sus líderes, como es el caso de Pedro Pablo Díaz, Miguel Navarro, Peter Retamales, Rodrigo Bulnes, César Molfino y Pablo Rochet, entre los cuales predomina el perfil empresarial antes que el puramente profesional o ideológico, como es el caso de la UDI. No parece haber en RN un canal constituido y cuasi formalizado como es la Fundación Guzmán para su aliado,

La tiranía de las encuestas

Con mayor o menor importancia para los distintos partidos, las encuestas irrumpieron como uno de los principales instrumentos de decisión en los procesos de selección de candidaturas parlamentarias. El problema es que de poco valen las encuestas y las intenciones de voto registradas cuando la situación planteada es demasiado ficticia y/o los nombres de los candidatos son poco conocidos, que es lo que ocurre habitualmente en materia de elección de diputados y sucedió también en la última elección de concejales y alcaldes. Varios partidos han acudido a encuestas para definir sus candidaturas, considerando simplemente la intención de voto concentrada por unos y otros, en circunstancias que en esta medición evidentemente el parlamentario en ejercicio superará siempre al candidato challenger, que todavía no está posicionado. Para que sirvan las encuestas a la hora de optar por uno u otro candidato, importará mucho más la evaluación que se hace del parlamentario en ejercicio y de su gestión, la proporción de personas que en ningún caso votaría por él, su posición de estima en relación a los demás parlamentarios, en fin, la voluntad de continuidad o de cambio existente en esa comunidad. En relación a los candidatos nuevos, habrá que mirar la relación entre el grado de conocimiento ciudadano de su nombre y la intención de voto que concentra, medir si algunas

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de sus características encuentran rechazo, cuáles producen estima y, finalmente, como la decisión es tomada antes de que se constituya de verdad un clima de elección parlamentaria, se deben interpretar los datos y apostar a que las características de tal o cual candidato serán reconocidas y valoradas por la gente. En 1993, seis meses antes de la elección senatorial, Sergio Bitar era conocido solamente por el 13% de los ciudadanos de la Región de Tarapacá y apenas más de 5% declaraba su intención de votarlo. Pues esos fueron los datos que lo llevaron a emprender una candidatura que finalmente consiguió cerca del 40% de los votos, proporción similar a la que representaba ese 5 por ciento inicial respecto de aquellos que lo conocían. En encuestas en las que el conocimiento de algunos de los protagonistas principales se mueve por debajo del 40 por ciento, donde entre un tercio y la mitad de las personas no expresa preferencia alguna, en fin, donde la cuestión parlamentaria está situada lejos en el horizonte de preocupaciones ciudadanas, los mejores candidatos no serán necesariamente quienes estén algunos puntos arriba en el ranking de intención de voto a varios meses de los comicios. Mucho más importantes a la hora de seleccionar un candidato, debieran ser la convicción, el entusiasmo, el compromiso, la disposición a invertir el tiempo y los recursos necesarios, las redes de apoyo de que dispone y, naturalmente, la evaluación subjetiva de sus encantos y de su potencial para sintonizar con las expectativas y aspiraciones de la gente. El Partido Socialista sentó seguramente un precedente importante para el futuro, al optar por un diputado (Alejandro Navarro) como candidato a Senador, cancelando el derecho habitualmente adquirido de todo senador en ejercicio (José A. Viera-Gallo) a postular a la reelección. Ello, en votación secreta de los integrantes de su Comité Central, luego de sucesivas encuestas, incluida la encomendada por el Partido, que situaban al diputado en mejor posición para mantener el escaño y eventualmente para el doblaje concertacionista. El problema del PS es que su pequeña bancada de diputados tiene 5 aspirantes al Senado, dejando sólo 7 diputados a la reelección, aunque la situación no está todavía completamente decantada en el caso de Isabel Allende, Juan Pablo Letelier, Camilo Escalona y Pedro Muñoz. El desafío interno a los parlamentarios en ejercicio fue vivamente desalentado por el Partido, que confirmó tempranamente a sus diputados para que se presenten a la reelección. La fuente principal de candidaturas para el PS proviene de la elite central del Partido, que sin vinculación específica a un distrito busca condiciones donde poder competir con posibilidades: es el caso de los ex presidentes del partido, Germán Correa y Jorge Arrate, de los miembros de la anterior mesa de dirección partidaria, Gonzalo Martner, Arturo Barrios y Denise Pascal, de la ex diputada Fanny Pollarolo y del actual vicepresidente Marcelo Díaz. Los restantes candidatos, en distritos de regiones, provienen de la experiencia gubernamental a ese nivel, como los gobernadores de Antofagasta, Christian Pizarro y de Curicó, Raúl Bravo, directores de salud o educación provincial, como los doctores Monsalve y Fernández y el profesor Mancilla (Lota, Angol y Chiloé, respectivamente), el funcionario de Gobierno Regional Raúl Sunico, en Talcahuano, y eventualmente el seremi Bernardo Troncoso en Punta Arenas. Bismark Robles en Calama viene de la experiencia sindical en Codelco, Alfonso De Urresti de la defensa jurídica de bullados casos en Valdivia, el ex Alcalde de Concepción, Ariel Ulloa y la líder social, esposa del Alcalde de Coronel, Clemira Pacheco. A los anteriores

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podrían agregarse personalidades del mundo cultural, como el cineasta Marco Enríquez y eventualmente el actor Álvaro Escobar. En el Partido Por la Democracia el peso de su bancada de diputados es naturalmente más gravitante, tanto por el tamaño específico de ésta como por el menor desarrollo institucional del Partido. Aquí es prácticamente imposible plantearse la competencia interna con un diputado, situación que establece un campo de emergencia y recambio de liderazgos extremadamente limitado, pues la distancia es muy pequeña entre la cantidad de diputados y de cupos que le corresponden en la negociación. En la práctica, ello lo ha llevado a desarrollar una política de desaliento a la emergencia de nuevas candidaturas al Parlamento. Con 15 diputados a la reelección -este modelo fracasó sólo en Coyhaique, donde un dirigente local desafió al diputado en ejercicio-, el espacio mayor de renovación posible se abre con la situación excepcional de aquellos que deciden no continuar, como Víctor Barrueto en Talcahuano, de aspirantes al Senado, como Guido Girardi, eventualmente, Aníbal Pérez y Adriana Muñoz, y Víctor M. Rebolledo, quien no podrá presentarse a la reelección por el proceso judicial que lo afecta. Entre las figuras posibles de recambio, se encuentran tres que ya fueron candidatos a diputado (Ricardo Brodsky en La Serena, Jorge Mario Saavedra en Melipilla y Roberto Celedón en Constitución), un ex Alcalde (Ramón Farías), un ex ministro (Sergio Galilea) y varias autoridades regionales, como el ex Intendente de la V Región, Marco A. Núñez, la ex gobernadora de Concepción, Angélica Fuentes, el ex Embajador José Goñi o la secretaria general del PPD, Alicia Barrera, los seremis de Magallanes Lidia Amarales y Domingo Rubilar. Con escaso debate interno y con más de un candidato en contados distritos, los Consejos Regionales le hicieron una propuesta al Consejo Nacional, instancia cuya participación se circunscribió sólo a 4 distritos, donde había competencia interna. La Democracia Cristiana constituyó un comité especial integrado por personalidades de todas sus tendencias internas, para analizar las pre-candidaturas inscritas, buscar candidatos donde se requirieran y proponer a las instancias formales del partido las maneras de resolver las competencias internas en cada distrito y circunscripción. La decisión de introducir un espacio de análisis y negociación es una innovación en el método habitual, pues la Democracia Cristiana había consagrado en sus estatutos y aplicado la fórmula de Primarias Abiertas en 2001 para elegir sus candidatos. Al cabo del trabajo de esta comisión, sólo se realizaron elecciones primarias en 11 distritos para elegir entre varios candidatos, en 5 de ellos había un parlamentario en ejercicio en la papeleta. En 48 distritos, la decisión fue tomada en la Comisión especial por unanimidad y ratificada por el Consejo del Partido. Sólo resta por dirimir la situación de Talcahuano, donde hay dos postulantes. En 8 circunscripciones senatoriales no hubo ninguna discusión respecto al candidato, pero en las regiones de Antofagasta y del Libertador Bernardo O`Higgins hubo fuerte competencia entre dos candidatos, lo que tensionó al partido y a sus diversas instancias, que en momentos sucesivos no pudieron resolver. Finalmente, Juan Carlos Latorre renunció a su opción senatorial aceptando la invitación del Presidente del Partido para asumir la candidatura a diputado en Santa Cruz, donde ejerció como diputado, y en la Segunda Región los dos candidatos cofinanciaron el pago de una encuesta cuyo resultado será vinculante para ambos.

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Colocado en situación similar a la de RN, el Partido Demócrata Cristiano presentará 18 diputados a la reelección y tuvo el desafío de reclutar y seleccionar candidatos competitivos en más de 40 distritos. No pocos candidatos “nuevos” son ex parlamentarios, como Erik Villegas, Renán Fuentealba, Luis Pareto, Ricardo Hormazábal, Roberto León, Claudio Huepe, Mario Acuña, Juan Carlos Latorre, Ricardo Rincón o Edmundo Dupré, y eventualmente Manuel A. Matta. Otro grupo relevante son los ex gobernadores (Osvaldo Badenier, Teresa Montrone, Germán Acuña, Mario Venegas) o intendentes (Raúl Allard, Cristián Suárez y Patricio Vallespín, probablemente Martín Zilic) y seremis (Carolina Goic). En tercer término, están las autoridades de gobierno central salidas recientemente (Marigen Hornkol, Clemente Pérez, Ricardo Halabí y Sergio Espejo). También hay ex Alcaldes (Eduardo Santelices en Coyhaique, Francisco Puga en Isla de Maipo, probablemente Gonzalo Duarte en La Florida), un ex candidato a diputado (Ricardo Cifuentes, en La Serena), 2 hombres del aparato partidario a nivel central (Humberto De la Maza y Marcelo Ortiz), un ex dirigente interno (Enzo Pistachio), un diputado que va en otro distrito (Edmundo Salas, ahora por Lota), dos parientes de factores electorales relevantes (Jorge Sabag en San Carlos y Gabriel Silber en Quilicura), un abogado dirigente provincial del partido (Alex Avsolomovich en Valparaíso), un empresario (Raúl Bagioli, en Iquique) y un médico ex presidente provincial de la DC (Rolando Caviedes, en Arica), en suspenso todavía la candidatura de Sergio Micco, influyente intelectual democratacristiano y actual Presidente Provincial de la DC en Concepción. En el Partido Radical Socialdemócrata postularán a la reelección 5 de sus 6 diputados, pues Eduardo Lagos en Puerto Montt no podrá hacerlo por estar pendiente la resolución del proceso judicial que lo afecta. No se conocen aún sus otros candidatos al Senado y a la Cámara, pero se sabe que entre sus prioridades está probablemente su Presidente el ex Ministro José Antonio Gómez, el senador designado Augusto Parra, el ex senador y vicepresidente partidario Ricardo Navarrete, el ex director de Chile Deportes, Ernesto Velasco, el ex diputado Iván Mesías, Macarena Carvallo, actual directora de Chile Deportes, Tamara Sepúlveda, ex candidata a Alcaldesa en Providencia, y Marcos Espinoza, presidente de la Cámara de Comercio de Calama.

VI.- Procesos de Negociación El proceso de negociación parlamentaria habitualmente ocupa un espacio no despreciable en el debate público a través de los medios de comunicación. Ya abordamos los procesos internos, que también involucran negociaciones entre las regiones y el aparato central del Partido, así como entre las distintas corrientes internas. Ahora analizaremos los procesos de negociación entre partidos en una coalición. Las cosas ocurren de manera diferente en la Derecha que en la Concertación. Porque, como dijimos, en la primera se trata solamente de dos partidos y habitualmente cada uno es responsable de completar una línea de candidatos al Senado y a la Cámara. Sólo en el margen, las conversaciones ocurren cuando se trata de bloquear la posibilidad del doblaje por parte de la Concertación y uno de los partidos no consigue reclutar un candidato que aporte a ese objetivo. La regla general, sin embargo, es la competencia entre ambos partidos y cuando uno

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de ellos no encuentra candidato suficientemente fuerte para competir, habitualmente conceptualiza esa situación obligada como un voluntario acto de omisión. En la Concertación, en cambio, la negociación es un proceso duro y delicado, pues la ley sólo permite dos cupos por distrito y la coalición está constituida de 4 partidos políticos diferentes. La tensión que vivía la Democracia Cristiana cuando subpactaba con otras formaciones políticas en la Concertación y debía por ello abdicar de presentar candidatos propios en una docena de distritos, se ha trasladado al PPD y PS, desde que el Radicalismo cambió su política de alianzas y se presenta en subpacto electoral junto al progresismo de la Concertación. Como en términos generales la lista de la Concertación opera también con dos líneas de candidatos que cada subpacto se responsabiliza de cubrir, la negociación más ruda es aquélla para resolver en qué distritos específicos llevan candidatos el PPD, el PS y el PRSD.

1989

Si uno revisa las negociaciones parlamentarias desde 1989 (ver Anexo Nº2), el cuadro es muy distinto entre la Concertación y la Derecha. En la primera elección democrática post-dictadura, la negociación entre RN y UDI determinó en buena medida el tamaño con que iniciarían la transición ambos partidos. De hecho, 20 de los 34 diputados -bastante más de la mitad- de Renovación Nacional electos en 1989 estaban asignados previamente para ese partido, pues la lista estaba integrada por dos candidatos de Renovación Nacional en 16 casos y en otros 4 el candidato RN estaba acompañado por un independiente que no competía de verdad. La UDI, en cambio, debió ganarle a RN en 12 de los 14 (85.7%) distritos donde eligió diputado. En la Concertación, este fenómeno de anticipación del resultado electoral en la negociación política fue mucho más limitado. Desde ya, el panorama era más complejo pues había numerosos partidos que representar –DC, PPD, PS, PR, PRSD, IC, PS-H, PAC, PH y Los Verdes- y no demasiados antecedentes respecto del apoyo popular de cada uno. La Democracia Cristiana llevó candidatos en 44 distritos y eligió 38 diputados (más Hossain Sabag, que fue como independiente fuera de pacto) pero tenía garantizada la elección en un tercio de ellos (14): en 4 no tenía acompañante, en 5 éste provenía de los partidos más pequeños de la Concertación (Los Verdes, PH, IC y PAC) y en otros 5 corrió junto a radicales que no compitieron de verdad. El PPD tuvo 28 cupos y eligió 17 diputados, sólo 3 de ellos sin competencia verdadera (Iquique, Quilpué y Talcahuano). El PS, por su parte, eligió 5 diputados en lista con la DC (incluyo al entonces IC, Sergio Aguiló), 2 desde la lista PAIS y el IC Jaime Naranjo sin competencia de su acompañante del PAC. El mundo radical –entonces dividido en PR, PRSD y SD- eligió 6 diputados, 3 de ellos sin competencia. Si en la Derecha hubo un evidente subsidio a Renovación Nacional en la negociación, en la Concertación éste es más limitado y beneficia mayormente a la Democracia Cristiana y a sus aliados de subpacto, de manera más limitada al PPD y marginalmente al Partido Socialista.

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1993

La situación en la Derecha varía significativamente, pues se ve obligada a incorporar un tercer socio –la UCC- para evitar el riesgo de la dispersión de votos de su sector y el eventual doblaje de la Concertación en numerosos distritos. Ya no hay el subsidio a RN –aunque su gran número de diputados en ejercicio constituye de por sí un subsidio duradero- pero se le entregan cinco distritos cerrados al nuevo socio. Éste elige diputados sólo en dos (Rancagua y Coyhaique), no logra evitar el doblaje en Conchalí y Talca, y permite que la Concertación doble por primera vez en San Carlos. La competencia real entre RN y la UDI se limitó a 17 distritos donde ambos presentaron candidatos competitivos –algunos independientesapostando a crecer en desmedro del partido aliado. La UDI logró arrebatarle a RN los distritos de Parral y Chiloé, además de ganar la competencia interna por nuevos escaños para la Alianza en San Antonio, La Cisterna y San Miguel. Renovación Nacional le quitó a la UDI los distritos de Chillán y Puerto Varas, además de ganar Santiago en la mesa de negociación. RN eligió 30, la UDI 18 y la UCC 2 diputados. En la Concertación se mantuvo básicamente el mismo esquema de 1989, aunque con menos partidos y sin cupos cerrados para ninguno de ellos. La DC tuvo oportunidad de competir en 48 distritos -4 más que en 1993- y eligió 37 diputados, 32 de ellos en competencia con el PPDPS o doblando a la Derecha en 10 distritos junto a ellos. Los otros 5 fueron elegidos sin competencia con acompañantes socialdemócratas, radicales y PAC. El PPD tuvo 25 cupos y eligió 15 diputados, 8 de ellos en competencia con radicales y socialdemócratas, a quienes venció en todos los casos, incluso desalojando a 3 diputados en ejercicio. El único distrito donde no tuvo competencia verdadera fue Iquique. El PS tuvo 28 distritos y 3 de ellos sin competencia. En Rengo y Linares, ello se debió a la fortaleza de sus diputados. En Vallenar, en cambio, fue Eduardo Frei, entonces candidato presidencial de la coalición, quien arbitró a favor del PS su solicitud de cambiar al candidato DC entregándole el cupo al PAC, hecho ocurrido luego de cerrada la negociación interpartidaria. Finalmente, eligió 15 diputados, además de Fanny Pollarolo, candidata del Partido Democrático de Izquierda, quien luego ingresaría al PS.

1997

En esta elección la Democracia Cristiana ocupó prácticamente toda una línea, con 55 candidatos –eligió 38 diputados-, dejando sólo 5 espacios para el Partido Radical Socialdemócrata (Arica, Copiapó, San Carlos, Lota y Chillán), mientras el PPD llevaba 29 y el PS 27 candidatos, más una independiente PPD-PS y tres radicales que compitieron con democratacristianos. El PPD se mantuvo –con 16 diputados-, el PS ganó sólo 11 escaños y el PRSD sumó 5 al incorporar al diputado Samuel Venegas, elegido como independiente. El panorama se simplificó para la Derecha. La lista se llenó con parejas RN-UDI en 45 distritos, RN no tuvo compañía en sólo 2 distritos (Maipú y Constitución), en el resto los partidos pusieron candidatos independientes. Hubo competencia real en la lista de la Alianza en 23 distritos. La UDI le quitó a RN las diputaciones en Viña del Mar, Angol y Puerto Varas, mientras ésta eligió como diputado RN de Parral al mismo que había sido electo como UDI en

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la elección anterior. El tamaño de ambos partidos quedó prácticamente igualado en la Cámara: 25 RN y 22 diputados UDI.

2001

Aquí se verifica un cambio notable en la UDI, que presenta candidato en 58 distritos, convirtiéndose en el partido más votado y la primera fuerza de la Cámara, con 26% de los votos y 35 diputados. En esta elección la actitud de la UDI contrasta con la de RN, pues sale a competir en 12 distritos donde su aliado tenía diputado, con éxito en 7 de ellos (Maipú, Ñuñoa, Parral, Lota, Nueva Imperial, La Unión y Osorno). RN lo intenta en apenas 6 distritos con diputado UDI, sólo en Valparaíso y Angol con éxito. Ésta es la elección del desequilibrio a favor de la UDI en la Alianza por Chile, pues son abanderados de la UDI los que consiguen conquistar 6 escaños donde la Derecha no tenía diputado. En la Concertación, esta elección también marcó un cambio importante de la correlación de fuerzas interna. Se compitió nuevamente en dos líneas muy claras, la Democracia Cristiana, con 56 candidatos, dejó espacio para 4 radicales, esta vez en subpacto con el PPD-PS. En la otra línea, el PPD llevó 26 candidatos, el PS 22, el PRSD otros 11 y uno el PAC. El radicalismo eligió 6 diputados, uno sólo de ellos en la línea de la DC, en Chillán compitiendo con el PS, y los restantes ganándole a candidatos de la Democracia Cristiana. Aquí se produce la gran merma de la bancada DC, que sólo elige 24 diputados, apenas tres más que el PPD (21), mientras el eje PPD-PS-PRSD suma 39 con los 12 socialistas.

Competencia interna en las coaliciones

Si uno mira el panorama global de la competitividad al interior de las coaliciones, veremos que se mantiene más o menos estable el número de distritos donde hay competencia verdadera. Anexamos el cuadro (Nº1) donde distinguimos la existencia de competencia cuando quien arriba en segundo lugar de la lista obtiene más de la mitad de los votos que el primero. Lo que podemos observar es que la Derecha compite habitualmente en un tercio de los distritos y la Concertación en poco más del 60% de ellos. Esto se explica porque la Concertación está conformada por dos sectores político-culturales diferenciados, no así la Derecha, ya que liberales y conservadores no están agrupados verdaderamente en partidos distintos hoy día. También tiene que ver con la existencia de una red más extensa de liderazgos con vocación política en la centroizquierda que en la Oposición. En realidad, que no haya competencia real en un número significativo de distritos no tiene que ver con el proceso de negociación. Salvo excepciones muy calificadas, ningún partido deja de llevar a un candidato con opción de ganar cuando lo tiene; lo que ocurre es que diputados y candidatos fuertes, en un sistema electoral donde la norma es que las dos listas principales se repartan los dos escaños, desalientan la inscripción de buenos acompañantes, pues pocos estarán dispuestos a invertir su tiempo y recursos en una campaña sin esperanza de resultar electos. La verdad es que en los primeros certámenes electorales, candidatos de la Concertación podían obtener en la negociación una suerte de protección, consiguiendo que su acompañante fuera un

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representante de los partidos más débiles. El Partido Radical abandonó definitivamente este rol luego de los resultados de 2001, cuando candidatos radicales derrotan incluso a 2 diputados democratacristianos en ejercicio y a una importante figura socialista.

Elementos permanentes de la negociación

Hoy día se abordan las negociaciones en ambas coaliciones con similares principios: -

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Cada partido en el caso de la Derecha, cada sector, en el caso de la Concertación, es responsable de llenar una línea de candidatos en la lista. Ello, con excepciones en el margen, algunos radicales que podrían ocupar espacios en la línea DC y, en el caso de la Derecha, que RN o la UDI deban reclutar sus propios acompañantes en algún distrito y/o circunscripción. Lo que se discute, ya no es como pudo ser en 1989, la distribución de escaños en la Cámara y en el Senado; lo que se negocia son sólo cupos, es decir, oportunidades de competir para conseguir escaños. Naturalmente, existe una correlación positiva entre el número de oportunidades y de parlamentarios pero variará en cada elección y entre los diferentes partidos. Cada partido es dueño de llenar el cupo como le parezca. Ésta siempre ha sido la norma, salvo excepciones como la que ha generado Pía Guzmán en la Derecha o Ricardo Lagos Weber en la Concertación, aunque el precedente de Mariana, hija del Presidente Aylwin como candidata en 1993, no generó respuesta equivalente a la que tuvo la candidatura del hijo del Presidente Lagos. La norma general es la competencia, buscando maximizar la votación de cada coalición. Para la Derecha, es el antídoto contra los doblajes, mientras que para la Concertación es el único camino que le permite intentar conquistar la mayoría en ambas cámaras a pesar de este sistema electoral que promueve el empate. En los subpactos, el principio siempre ha sido el de utis posidetis, es decir, que aquel partido que ha elegido un diputado o senador en un territorio determinado, tiene el derecho a reconcursar allí, salvo que no lo desee o que acepte la oferta de intercambio hecha por otro partido del subpacto. Los cupos tienen diverso interés para los diferentes partidos según la fortaleza o debilidad del parlamentario en ejercicio de la coalición propia. En el caso de la Concertación, también tendrán interés mayor aquellos distritos donde se combina la presencia de un parlamentario fuerte de un partido aliado y la debilidad del representante de la oposición. Los procesos en ambas coaliciones están vinculados de manera perversa en la zona gris de los distritos donde unos podrían doblar y otros ser doblados. Se vigilarán mutuamente, pues las decisiones de unos impactarán sobre las de los otros. Que compitan o no dos fuertes candidatos de la Concertación puede desalentar a alguno de los potenciales candidatos de la Alianza, o viceversa. La presencia y la fortaleza relativa de candidaturas alternativas, sean las de Izquierda Extraparlamentaria, elementos salidos de alguna de las coaliciones o líderes independientes, también pueden hacer variar el valor relativo de los distritos o circunscripciones para uno o varios partidos.

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La Competencia hoy día

La clase política, a medida que nos alejamos de las circunstancias épicas del término de la Dictadura, para la Concertación, y de acomodo a su rol opositor, para la Derecha, ha ido acumulando un importante grado de aversión al riesgo. Eso se traduce en un mayor número de distritos donde no hay competencia al interior de las listas, porque se reconoce de antemano la presencia de un candidato fuerte y la posibilidad incierta de vencerlo desalienta candidaturas y campañas verdaderas. Por otro lado, los doblajes disminuyen porque en la Concertación se hace cada vez más difícil encontrar líderes importantes con gran potencial de adhesión popular que estén dispuestos a apostar en candidaturas que comportan un nivel de incertidumbre más o menos importante. La Derecha, al parecer, competirá internamente hasta donde le sea posible. Ahora hay fuertes incentivos para que RN imite la actitud de la UDI en 2001, es decir, presentar candidatos tan competitivos como pueda en todos los distritos y circunscripciones del país. Porque para ambos partidos será decisivo el tamaño en votos y en parlamentarios que resulte de esta elección. Y, adicionalmente, porque la presencia de candidatos en campaña en todo el territorio nacional es el soporte indispensable para el despliegue de los candidatos presidenciales, cuyo resultado también aportará a la lucha por la hegemonía que se libra en la Derecha. Lo anterior no le resulta tan fácil como fue para la UDI en 2001, cuando todos querían sumar fuerzas para el futuro gobierno de Lavín; mucho más abstracto, limitado y menos motivador resulta el objetivo de conquistar la hegemonía en la Derecha a la hora de reclutar candidatos con elegibilidad. En la Concertación se viven distintas realidades en los diferentes partidos. A la Democracia Cristiana, al parecer, le sobran algunos cupos, pues no consigue candidatos competitivos en distritos donde hay un parlamentario PPD, PS o PRSD fuertemente implantado y la posibilidad de doblar es muy lejana o francamente no existe. El PS tiene dificultades para llenar una plantilla que involucrará de 15 a 20 candidatos nuevos, el PPD, que sólo tiene espacio para 8 a 10, debe comprimir su plantel de candidatos, mientras el PRSD está mejor que nunca antes, con 5 diputados a la reelección, y pujando porque los demás espacios de que disponga tengan alguna posibilidad de elegir diputado. En el ámbito de los senadores, más allá del inédito y pasajero debate público sobre blindajes o protecciones, toda la negociación está circunscrita al interior del Partido Demócrata Cristiano, para ver cómo resuelve sus candidaturas en la Segunda y Sexta Región, y al interior del subpacto PPD-PS-PRSD, también en torno a cómo distribuye sus mejores opciones elegibles, que son, en este orden, las regiones Sexta, Magallanes, Coquimbo, Antofagasta y la Décima Sur. En la Región de O`Higgins, el anuncio de omisión voluntaria de la DC abrió la posibilidad de una inédita competencia entre candidatos del PPD y del PS en una elección parlamentaria. De realizarse, una de sus consecuencias es que se levantarán las inhibiciones y autocontroles que limitan a los candidatos de un partido cuando el parlamentario en ejercicio pertenece al mismo subpacto, pues la señal será que, bajo ciertas circunstancias, también se puede competir; otra es que se entregará a la Democracia Cristiana el rol de fiel de la balanza electoral en esa circunscripción; y la tercera es que debilitaría la convicción de apoyo mutuo entre los dos partidos en el resto del territorio nacional, pudiendo algunos sentirse validados políticamente para respaldar candidaturas de la Democracia Cristiana.

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Otro espacio de conversaciones que siempre se abre previamente a las elecciones parlamentarias, es la eventualidad de un acuerdo electoral con el Partido Comunista y las fuerzas que se han organizado en torno a éste. Ha estado presente como posibilidad en todas las elecciones e invariablemente ha fracasado. Desde la Concertación, el interés mayor es incrementar el número de distritos donde se pueda doblar a la Derecha y, desde el PC, el interés es ingresar a la Cámara de Diputados. El obstáculo mayor ha sido siempre, muy probablemente lo será también esta vez, el temor de la Democracia Cristiana, ya afectada por la pérdida de adhesión electoral, que las eventuales omisiones comunistas realizadas con el propósito de doblar en algunos distritos y circunscripciones, tengan por resultado el engrosamiento de la votación de sus aliados PPD y PS antes que doblar a la Derecha. Como no hay negociación posible sin acuerdo concertacionista previo, es muy difícil que se formalice un proceso de conversaciones, en un contexto donde el eventual beneficiario de los doblajes sería mayoritariamente la DC, y el costo del acuerdo sería limitar aún más la ya escasa disponibilidad de oportunidades de competir para el Partido Socialista y el PPD.

VII.- Estado actual de las candidaturas Éste es un listado del estado del arte de los candidatos a la Cámara en las dos principales coaliciones a un mes de la inscripción de candidaturas. Seguramente habrá modificaciones en los nombres en la víspera de la inscripción el 12 de septiembre. En negritas están marcados los diputados en ejercicio. D 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21

PPD-PS-PRSD

Iván Paredes Fulvio Rossi Robles/Espinoza/Velásquez Valenzuela/Pizarro Antonio Leal Alberto Robles Brodsky/Díaz Francisco Encina Adriana Muñoz (*) Marco Henríquez Marcos Núñez Juan Bustos Laura Soto Rodrigo González Samuel Venegas Fanny Pollarolo María Antonieta Saa Guido Girardi Brieve Patricio Hales A. Barrios/M. García

DC PS PS

Rolando Caviedes Raúl Bagioli Waldo Mora (*) Pedro Araya PS PPD Erick Villegas PRSD Jaime Mulet Ricardo Cifuentes Patricio Walker PS PPD Renán Fuentealba M. Eugenia Mella PS PPD Patricio Cornejo PS Humberto De la Maza PPD Alex Avsolomovich PPD Raúl Allard PRSD Osvaldo Badenier PS Gabriel Silber PPD Sergio Espejo PPD Carlos Olivares PPD Fuad Chahin PS Luis Pareto Jorge Burgos

21

RN Ximena Valcarce Espártago Ferrari Raúl Salinas Daniel Guevara René Aedo Berta Torres Mario Bertolino Alberto Gallardo Fernando Goncalves Alfonso Vargas Gaspar Rivas Amelia Herrera Joaquín Godoy Lorena Funes Carlos Hidalgo Peter Retamales Carla Rubilar Pedro Pablo Díaz Pablo Rochet Roberto Sepúlveda Juan Guillermo Vivado

UDI

Rosa González Julio Lagos Felipe Ward Manuel Rojas Alberto Calvo José Luis Uriarte Francisco Eguiguren Fernando Cordero Darío Molina Alfonso Ríos Marcelo Forni Osvaldo Urrutia Luis Parot Gonzalo Ibáñez Edmundo Eluchans Patricio Melero Alvaro Cruzat Miguel Schweitzer Claudia Nogueira Mario Varela Marcela Cubillos


D 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 32 33 34 35 36 37 38 39 40 41 42 43 44 45 46 47 48 49 50 51 52 53 54 55 56 57 58 59 60

PPD-PS-PRSD

Carolina Tohá Macarena Carvallo (¿?) Enrique Accorsi Ximena Vidal Carlos Montes Jorge Arrate / E. Velasco Jorge Insunza (¿?) Isabel Allende (*) / J. Arrate Ramón Farías Saavedra/Pascal/Navarrete Esteban Valenzuela J. P. Letelier (*)/

DC PPD PPD PPD PS

PS PPD

Ricardo Hormazábal Clemente Pérez Marigen Hornkol Marcelo Ortiz Gonzalo Duarte Eliana Caraball Rodolfo Seguel Teresa Montrone Edgardo Riveros Francisco Puga

PPD PS

Rincón/Dupré Alejandra Sepúlveda Aníbal Pérez (*) / G. Arenas PPD Juan Carlos Latorre Raúl Bravo PS Roberto León Sergio Aguiló PS Cristián Suárez Pablo Lorenzini Roberto Celedón/ G. Camus Jorge Tarud PPD Enzo Pistachio Guillermo Ceroni PPD Manuel A. Matta (¿?) Carlos Abel Jarpa PRSD Claudio Huepe Felipe Letelier PPD Jorge Sabag Barrera/Fuentes PPD Zilic/Micco José Miguel Ortiz Fuentes/Ulloa Clemira Pacheco PS Germán Acuña Manuel Monsalve PS Edmundo Salas José Pérez PRSD Marcelo Urrutia Fernández/Navarrete Mario Venegas Jaime Quintana PPD Víctor Gárate Eduardo Saffirio Eugenio Tuma PPD Eduardo Díaz Fernando Meza PRSD Mario Acuña Exequiel Silva Alfonso De Urresti PS Enrique Jaramillo PPD Ricardo Halabí Sergio Ojeda Fernando Soto PS Fidel Espinoza PS Sergio Galilea / F. España Patricio Vallespín Gabriel Ascencio José Alban Mancilla PS L. Sánchez /Alinco/Moreno Eduardo Santelices Troncoso/Amarales/Rubilar Carolina Goic

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RN Carmen Ibáñez Cristián Monckeberg Francisco López Raquel Argandoña Miguel Navarro Carlos Contreras Julio Ibarra Maximiano Errázuriz Mario Cortés Alberto Jadead Luis Díaz Félix Ortiz Gustavo Valderrama César Molfino Matías Carozzi Germán Verdugo Pedro Alvarez S. Osvaldo Palma Juan Carlos Muñoz Rosauro Martínez Nicolás Monckeberg Frank Sauerbaun Jessica Flores Bernardo Ulloa Ana Eugenia García Gonzalo Arellano Francisco Bayo Cristián Barra Germán Becker Hernán Vigueras René Manuel García Roberto Delmastro Ewald Wittke Beatriz Díaz Harry Jurgensen Eduardo Becker Alejandro Santana Pablo Galilea Eduardo Catalán

UDI

Alberto Cardemil Gonzalo Dittborn M. Angélica Cristi Felipe Salaberry Gustavo Alessandri Iván Moreira Darío Paya (*) Pablo Desbordes José Antonio Kast Gonzalo Uriarte Alejandro García Eugenio Bauer Juan Masferrer Ramón Barros Sergio Correa Pablo Prieto Eduardo Prieto Cristián Chadwick Ignacio Urrutia Alejandro Arrau Nicolás Balmaceda Jorge Ulloa Andrés Egaña Sergio Bobadilla Iván Norambuena Juan Lobos Gonzalo Arenas Enrique Estay Gonzalo Navarrete René Fernández Kurt Horta Sebastián Donoso G. Muhlenbrock Javier Hernández Carlos Recondo Marisol Turres Claudio Alvarado Max Larraín Rodrigo Alvarez


VIII.- Datos electorales previos a esta elección Participación en Elecciones Parlamentarias 1989-2001 Válidos Nulos Blancos Abstención Inscritos

89 6,767,122 191,330 170,194 428,891 7,557,537

93 6,738,859 390,675 255,482 700,423 8,085,439

97 5,795,560 951,995 298,547 1,029,630 8,075,732

2001 6,107,129 648,232 236,132 1,083,819 8,075,312

Como se puede ver, el padrón de inscritos en los registros electorales está prácticamente congelado desde 1993, porque se inscribe de cada cohorte que cumple 18 años sólo una pequeña proporción, apenas suficiente para compensar el número de personas que sale cada año del padrón, por fallecimiento o condena judicial. Se estima, al día de hoy, en 2,5 millones la diferencia entre el tamaño del padrón electoral y la cantidad de ciudadanos chilenos mayores de 18 años. Los cambios legales que acortaron la distancia del cierre de la inscripción respecto de la fecha de la elección, así como la extensión de horarios y días totales de funcionamiento, sumado a que parlamentarias y presidenciales se realizan simultáneamente después de 15 años, así como el interés especial que ha generado la posibilidad de que Chile elija por primera vez una Presidenta, han resultado en inéditas cifras de inscripción electoral desde abril pasado, cuando se abrió el proceso. Si para las elecciones municipales pasadas se registraron aproximadamente 130 mil nuevas inscripciones, puede esperarse en esta ocasión que la cifra se empine cerca de cuatrocientos mil nuevos electores, con lo que se rompería la tendencia al envejecimiento progresivo del padrón, que se ha instalado con celeridad desde hace más de una década. Es bien probable que en diciembre próximo, por primera vez en años, tengamos un padrón electoral más grande que el precedente. En la elección de diputados, lo más probable es que los votos válidos a nivel nacional crezcan respecto de 2001 al menos en unos 600 mil votos, alcanzando niveles similares a los de 1993, quizás levemente superiores. Las tendencias son bastante nítidas. Se observa que, luego de crecer en 1993, la votación PPDPS-PRSD se mantiene bastante estable, la DC pierde más de la cuarta parte de su votación de 1993, RN se mantiene dentro de las mismas cifras y la UDI crece significativamente, al punto de doblar largamente en 2001 su votación del ‘93, convirtiéndose nítidamente en la primera fuerza política del Parlamento.

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Evolución electoral (%) DC PPD PS PRSD UDI RN PC PH

1989 26.7 11.5 5.8 3.9 9.8 18.3 4.3 1.0

1993 27.2 11.8 11.9 3.8 12.1 16.3 6.4 1.4

1997 23.0 12.5 11.1 3.1 17.4 18.9 7.5 2.9

2001 19.5 13.5 10.4 4.3 26.8 17.4 5.2 1.1

Las cifras de la UDI y RN están disminuidas respecto de su realidad hasta el '93, por la dificultad de atribuir la votación de los independientes del pacto, que sumó 6%. La votación del PS en 1989 corresponde a los votos de los candidatos almeydistas e IC en la Concertación, sumados a los que obtuvieron los candidatos socialistas en la lista del PAIS. La votación PC en 1989 es la totalidad de los votos PAIS, descontados los candidatos del PS-Almeyda. Los cambios en la adhesión electoral de los partidos, por pequeños que sean, se expresan con brutalidad en la Cámara de Diputados. La merma de 15.2% en la votación DC en 2001 se expresó en la pérdida del 36.8% de sus escaños; el PPD, en cambio, incrementó un 8% su votación y el tamaño de su bancada creció 37.5%; lo mismo en la Derecha, donde RN pierde apenas un 5% de su votación respecto de 1989 pero su representación parlamentaria se reduce exactamente en un tercio. La verdad es que la correlación entre votos y escaños es muy variable en este sistema, donde algunos partidos no compiten en todo el país sino que lo hacen en un número restringido de distritos, por lo que su rendimiento estará dado por la calidad y pertinencia de la selección del territorio donde logran en la negociación llevar candidatos. Si miramos la proporcionalidad, veremos que la DC estaba representada por sobre su votación en 1997 (con 23% de los votos tenía 31.6% de los escaños) y ahora con 19.5% eligió el 20% de la Cámara. El PPD-PS-PRSD, como conjunto, estaba subrepresentado en 1997 (con 26.7% de votación tenía 25.8% de los escaños) y ahora, en cambio, eligió 32.5% de la Cámara con 28.2% de los votos. La proporcionalidad del sistema es mucho mayor en lo que hace a la distribución de escaños por alianza política, pudiendo producirse desproporciones importantes al interior de éstas. El PPD, por ejemplo, con 13.5% de los votos eligió 17.5% de la Cámara de Diputados, mientras el PS eligió 9.2% de los diputados con 10.4% de los votos, ello por la diferente performance y competitividad de sus candidatos al interior de la coalición; el mismo fenómeno se da en la Derecha, pues la UDI eligió 29.2% de la Cámara con 26.8% de los votos, mientras RN, con una votación de 17.4% está representada con un 18.3% de los diputados.

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Lo anterior ocurre, porque al interior de las coaliciones la clave es, mucho más que los votos nacionales, la performance de cada partido en el territorio donde compiten. Como nos muestra el cuadro siguiente, es allí donde se expresan las mayores diferencias entre los partidos, es esa performance la que separa el éxito del fracaso.

Partido

Universo donde participan

PPD PS UDI DC PRSD RN INDEP. PC PH

% Universo Nacional

2,602,567 2,391,251 5,997,569 5,683,105 1,429,139 6,107,128 951,152 5,671,550 3,412,310

42.62 39.10 98.21 93.06 23.40 100.00 15.57 92.87 55.87

Performance %

Votos

824,692 635,347 1,639,176 1,189,604 264,343 1,064,514 86,283 318,638 69,265

31.7 27.6 27.3 20.9 18.5 17.4 9.1 5.6 2.0

El cuadro siguiente, complementario del anterior, nos muestra la proporción de candidatos de cada partido que resultaron electos como diputados. Naturalmente, las cifras del PPD, PS y PRSD, que llevaron candidatos en menos de la mitad de los distritos, no son completamente comparables a las de la DC, UDI y RN, que llevaron candidatos en casi todo el país. Ello, porque al ser obligados a elegir un número limitado de distritos, los partidos tienden a seleccionar aquellos donde tienen fortalezas especiales.

Elección de Diputados 2001 Partido PPD PS UDI DC PRSD RN INDEP.

Candidatos

Electos

% Electos

26 22 59 56 15 60 16

21 11 35 24 6 22 1

80.8 50.0 59.3 42.9 40.0 36.7 6.3

Ser candidato por el PPD, que en su mejor elección previa ('93) había tenido 60% de posibilidad de éxito, pasó a ser una alternativa muy factible de llegar a la Cámara. Desde el '89 hasta ahora, la DC aparecía como la plataforma partidaria más exitosa para ser electo diputado, con niveles de éxito siempre superiores al 70%, cae estrepitosamente. En la Derecha, se consolida la tendencia y la UDI aparece como una alternativa mucho más atractiva para personalidades de Derecha que busquen ingresar al Parlamento. Estos datos son muy

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relevantes, porque instalan a los partidos en estados de ánimo institucionales que impactan sobre los electores y sobre los liderazgos, a la hora de atraerlos como eventuales candidatos. Como afirmamos, para explicar lo que ocurre en materia de representación en la Cámara también es muy importante el resultado de las competencias intracoalición. RN y la UDI compitieron en 2001 en 59 distritos y el partido de Lavín ganó dos de cada tres competencias. En la Concertación, el Partido Por la Democracia y la Democracia Cristiana compitieron en 23 distritos y en 19 de ellos resultó triunfador el PPD, en tanto la DC le ganó al Partido Socialista en 11 de los 21 distritos donde compartieron lista en 2001. Allí está la clave de la ventaja parlamentaria que tiene actualmente el PPD sobre el PS.

IX.- Proyección electoral Es muy difícil hacer cualquier proyección seria antes de que se confirmen los candidatos en todos los distritos y circunscripciones, pues las características de éstos son un elemento decisivo en la elección. Dicho lo anterior, con los datos de que disponemos hoy día se puede afirmar lo siguiente: 1.- El resultado de 2005 estará más cerca de las cifras de 1993 que de las de 2001, pues el contexto y la disposición de las fuerzas se asemejan más a la elección donde coincidieron la elección presidencial y parlamentaria. 2.- En el ámbito senatorial, luego de entrada en vigor la reforma que pone fin a senadores designados y vitalicios, es muy posible que la Concertación obtenga por primera vez una mayoría de votos en el Senado. En las regiones Metropolitana Poniente, Cuarta, Sexta y Octava Costa, existe una opción real de doblar a la Oposición de centroderecha y es bien posible que ocurra en una o dos de ellas. Por otro lado, en Magallanes, el candidato independiente Carlos Bianchi puede desalojar al Senador de la Alianza. 3.- En materia de diputados, es bien posible que la Concertación recupere la mayoría absoluta de los votos perdida en 2001 y obtenga unos 10 puntos de ventaja sobre la Alianza, confirmando lo ocurrido en las Municipales 2004, que quebraron la tendencia de toda una década al acortamiento progresivo de la diferencia en apoyo popular de ambos bloques. 4.- Lo más probable es que, en términos de correlación de fuerzas en la Cámara, el resultado se sitúe en un punto intermedio entre lo que ocurría en los ’90 (cuando la Concertación doblaba en 11 distritos y era doblada en 1) y lo que ocurrió en la elección de 2001, cuando sólo pudo doblar en 4 distritos y tampoco logró elegir diputado en el distrito de Las Condes. Dependiendo de cómo se estructuran finalmente las duplas en ambos bloques, es posible que la Concertación elija diputado en Las Condes, así como es probable que doble en 5 a 7 distritos, de entre varios donde tiene alguna opción de doblar, como Arica, Calama, Copiapó, Vallenar, Coquimbo, Conchalí, Cerro Navia, La Florida, Rengo o Santa Cruz, Constitución, Nueva Imperial, Puerto Montt y Punta Arenas.

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5.- Es probable que se observe un aumento de la votación de los candidatos que no pertenecen a los bloques. Si en 2001 el PC, PH e independientes sumaron apenas 7.8% de los votos, ahora estarán algo sobre el 10%, considerando que habrá más candidaturas independientes, que la izquierda extraparlamentaria está mejor preparada y, además, presentarán presumiblemente varios candidatos el Partido del Norte y la ANI. A pesar de lo anterior, es muy poco probable que, sin ningún tipo de acuerdo con la Concertación, Juntos Podemos pueda elegir un diputado, aunque experimente un alza significativa en su votación. Es difícil, igualmente, que algún independiente fuera de pacto ingrese esta vez a la Cámara, aunque Carlos Bianchi tiene opción de ganar un escaño senatorial en Magallanes. 6.- No habrá –es nuestra predicción- cambios importantes en materia de votación y representación de los distintos partidos en la Cámara de Diputados. La UDI mantendrá su condición de primera fuerza, eligiendo entre 32 y 36 diputados; mientras RN no logrará remontar y obtendrá 18 a 22 escaños; la Democracia Cristiana se moverá entre 23 y 27 diputados, en tanto el eje PPD-PS-PRSD lo hará entre 38 y 43, su distribución interna dependiendo de cómo se resuelvan aspectos pendientes de la negociación. 7.- En el Senado sí habrá una sensible modificación de la correlación de fuerzas al interior de los bloques. La UDI perderá su ventaja sobre RN en el Senado (11/7), al elegir sólo 4 o 5 de los siete escaños que se ponen en juego en diciembre próximo, mientras RN incrementa su bancada actual en al menos dos senadores. Lo mismo en la Concertación, pues la DC perderá su actual hegemonía (12/8), al perder 2 a 4 escaños y el PPD-PS-PRSD incrementar su bancada en al menos 3 senadores. 8.- La Democracia Cristiana dispone de una real opción de crecer en estas Parlamentarias. La razón principal es que tendrá oportunidad de competir en un número de distritos muy superior a su cantidad actual de diputados. Una mirada provisoria a su panorama electoral, nos permite decir que corre con bastante seguridad en unos 12 distritos y tiene otras 20 opciones de ganar escaños. Debemos consignar que esta vez el PDC ha organizado con rigor e inteligencia sus procesos de reclutamiento, selección y negociación interna, distribuyendo sus candidatos con lógica electoral y no de representación de sectores partidarios, esperándose similar disposición en materia de despliegue de campaña. 9.- El Partido Socialista, que está en una situación similar a otra escala, porque en 2001 eligió 12 diputados y presentará unos 25 candidatos, desplazó buena parte de su atención hacia el ámbito senatorial, sin preparar con antelación eventuales candidaturas de reemplazo en los distritos que dejan los diputados que intentan ir al Senado, ni orientar a sus cuadros políticos a invertir el tiempo necesario en posicionar sus candidaturas en distritos específicos, arriesgando la repetición de la baja performance (11 de 22) de elegibilidad de sus candidatos en 2001. Aunque todavía no sabemos si culmina su proceso de selección del plantel privilegiando criterios de elegibilidad o de representación de sus sectores internos. 10.- A la UDI le costará mantener su espectacular resultado de 2001 (26.8% de los votos y 35 diputados). Aunque encara la elección con 31 diputados a la reelección y compite con

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posibilidades en otros diez distritos, es difícil sostener el espectacular crecimiento de la última elección, pues si era el principal beneficiario del contexto que sustentaba la fortaleza de Lavín, es el principal perjudicado del cambio que lo debilita. 11.- Al PPD le será difícil, igualmente, repetir su performance electoral de 2001, pues estuvo muy cerca del máximo estadístico posible (21 diputados de 26 candidatos, con otros 2 muy cerca de ser electos). Con similar número de candidatos, la máxima aspiración razonable será mantener el tamaño de su bancada, que sólo podría aumentar si la negociación con el PS le asigna más distritos a cambio de llevar candidato en menos circunscripciones. P.A. 08/05

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DISTRITO 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 32 33 34 35 36 37 38 39 40 41 42 43 44 45 46 47 48 49 50 51 52 53 54 55 56 57 58 59 60

ANEXO Nº1: DISTRIBUCIÓN DE CUPOS POR PARTIDO Y COMPETITIVIDAD INTERNA ELECCIONES DE DIPUTADOS

A DC SD DC DC DC DC DC DC DC DC DC PAC DC DC DC PR DC DC DC DC DC DC DC SD DC DC DC DC DC DC PR DC PAC DC DC DC DC PR PAC DC DC

ARICA IQUIQUE CALAMA ANTOFAGASTA COPIAPÓ VALLENAR LA SERENA COQUIMBO ILLAPEL QUILLOTA SAN FELIPE QUILPUÉ VALPARAÍSO VIÑA DEL MAR SAN ANTONIO PUDAHUEL CONCHALÍ CERRO NAVIA RECOLETA MAIPÚ ÑUÑOA SANTIAGO LAS CONDES LA REINA SAN JOAQUÍN LA FLORIDA LA CISTERNA SAN MIGUEL PUENTE ALTO SAN BERNARDO MELIPILLA RANCAGUA RENGO SAN FERNANDO SANTA CRUZ CURICÓ TALCA CONSTITUCIÓN LINARES PARRAL CHILLÁN SAN CARLOS TALCAHUANO PR DC CONCEPCIÓN DC CORONEL DC LOTA LOS ANGELES PR DC ANGOL SD VICTORIA DC TEMUCO NUEVA IMPERIALPR DC VILLARRICA DC VALDIVIA PR LA UNIÓN DC OSORNO PUERTO VARAS DC PUERTO MONTT DC PR CHILOÉ DC COIHAIQUE PUNTA ARENAS IND

B PR PPD PS PPD PR PPD PPD PPD PPD PS PR PPD PR PPD PPD PPD PPD PLV PPD PRSD

1989

C N C C N C C C C C C N N C C C C N C C X PPD C PPD N PH C PLV N PPD C PS C PS C PPD C X PPD C PPD C PRSD C DC X PPD C PPD C IC N PAC N IC N PPD N PS C PS X PPD N PPD C PR N PR N PPD C PR N PH N PAC N PRSD C PH N PS C PPD C X PPD C PPD C PS C PR C PPD C C N X

37 18 5 60

C RN RN RN RN RN RN RN RN RN RN RN RN RN RN IND RN RN RN UDI RN RN RN RN RN IND RN RN RN RN RN RN RN IND RN RN RN RN RN RN RN RN RN RN RN IND IND RN RN RN RN RN RN RN RN RN RN RN RN RN RN

D UDI IND RN UDI IND IND UDI UDI UDI RN RN UDI UDI UDI UDI UDI UDI UDI RN RN UDI UDI UDI RN UDI RN UDI UDI UDI UDI UDI IND UDI UDI IND UDI IND UDI RN UDI UDI UDI UDI UDI IND UDI UDI RN RN RN RN RN IND RN IND UDI RN IND IND IND

N N X N C N N C C X X C C C C C N C N X N N N X N N N C C N C N N C C N C C X C C C C C N N C X X X X X N X N C X C N N 24 23 13 60

A DC SD PR DC DC PAC DC DC DC DC DC DC DC DC DC DC DC DC DC DC DC DC DC DC DC DC DC DC DC DC PR DC PR DC DC DC DC PR PR SD DC DC DC DC DC PR PR DC DC DC PR DC DC PR DC DC DC DC DC DC

B PPD PPD PDI PS PS PS PPD PS PS PS PPD SD PPD SD PS PS PPD PPD PPD PS IND PPD PPD PS PPD PS PS PPD PS PS PPD PS PS PR PPD PS PS PPD PS PPD PS PPD PPD PS PS PPD PPD PS PPD PS PPD PAC PS PPD PPD PR PS PS PPD PS

1993

C N C C C N C N C C C N N N N C C N C C N C N C C C C C C N C C N C N N N C N C C N C C C N C C C N C N C C C N C N C C

C RN RN RN RN RN RN RN RN UCC RN RN RN UCC RN RN UCC UCC RN IND RN RN RN RN RN UCC RN IND RN RN RN RN UCC UCC IND RN IND IND RN RN RN RN UCC IND UCC RN UCC RN RN RN RN RN RN RN RN RN RN RN RN UCC RN

D IND UCC UDI UDI UDI UDI IND IND UDI IND IND UCC UDI UDI UDI UDI UCC UCC UDI UDI UDI UDI UDI IND UDI PN UDI UDI IND UDI UDI UCC UDI UDI IND UDI IND IND UCC UDI UCC IND UDI UDI UCC UDI UDI UDI UCC IND IND UCC UCC UDI UCC UDI UDI UDI UCC UDI

38 22 0 60

N N C N C C N N C C N N N C C N X N C N N N C N N N N N C N N X N C C N X C N C N X N N N N C C N N N N N N N C C C X C 20 35 5 60

A PRSD DC DC DC PRSD DC DC DC DC DC DC DC DC DC DC DC DC DC DC DC DC DC DC DC DC DC DC DC DC DC DC DC DC DC DC DC DC DC DC DC PRSD PRSD DC DC DC PRSD DC DC DC DC DC DC DC DC DC DC DC DC DC DC

1997

B PPD PPD PS PS PPD PS PRSD PS PPD PS PPD PS PS PPD PPD PS PPD PPD PPD PS PS IND PPD PS PPD PS PS PPD PS PS PPD PPD PS PRSD PPD PS PS PPD PS PPD PS PPD PPD PPD PS PPD PRSD PPD PPD PS PPD PS PS PPD PPD PS PPD PS PPD PS

C C C C C C C C C N N C C N N C C N N N C C N C C N C C N N N N N C N C N N N C N C C C C C C C C N C N C C C C C C C C 39 21 0 60

C RN RN RN RN RN RN RN RN RN RN RN RN IND RN RN RN RN RN IND RN RN RN RN RN RN RN RN RN RN RN IND RN RN IND RN RN UDI RN RN RN RN RN RN RN RN RN IND RN RN RN RN RN RN RN RN IND RN RN RN RN

D UDI UDI UDI UDI UDI UDI UDI UDI UDI UDI UDI UDI UDI UDI UDI UDI UDI UDI UDI UDI UDI UDI UDI UDI UDI UDI UDI UDI UDI UDI UDI UDI UDI UDI UDI RN RN IND IND UDI UDI UDI UDI UDI UDI UDI UDI IND UDI PDS UDI UDI UDI IND UDI IND UDI UDI UDI

N N C C N N C C C N N N N C C N N N N X N N C N N N N N N N N N N C C N C X C C N N N N C C N C N N C N C C C C N C N C 23 35 2 60

2001

A B DC PPD DC PS DC PS DC PS PPD DC DC PRSD PPD DC DC PS PRSD PPD DC PRSD DC PRSD PS DC PPD DC PPD DC PRSD DC DC PAC DC PPD DC PPD PPD DC DC PS DC PPD PPD DC DC PRSD PPD DC PPD DC PS DC DC PS DC PS PS DC DC PPD DC PPD PPD DC PS DC DC PRSD PPD DC DC PS PS DC DC PPD PRSD PPD PPD DC PRSD PS PPD DC PRSD PPD DC PRSD DC PS PS DC PRSD DC DC PS PPD DC DC PS PPD DC PRSD DC DC PS PPD DC DC PS PS DC PRSD DC DC PRSD PPD DC PS DC

N C C C N C C N N C C C N N C N C N N C C C C N C N C C N C C N N N C C N C N N C C N N N N C C C N N C N N N C C N C C

C RN RN RN IND RN RN RN IND RN RN IND RN RN RN RN RN RN RN IND RN RN RN RN RN IND RN RN RN RN RN RN IND RN IND RN IND RN RN RN RN RN RN RN RN RN RN RN RN RN RN RN RN RN RN IND IND RN RN RN RN

32 28 0 60

C: Competencia, significa que el compañero de lista obtuvo más de la mitad de los votos sumados por el primero. N: No hubo competencia, cuando el segundo de la lista sumó menos de la mitad de los votos que el primero. X: Ausencia de compañero de lista de otro partido.

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D UDI UDI UDI UDI UDI UDI UDI UDI UDI UDI UDI UDI UDI UDI UDI UDI UDI UDI UDI UDI UDI UDI UDI UDI UDI UDI UDI UDI UDI UDI UDI UDI UDI UDI UDI UDI UDI UDI IND UDI UDI UDI UDI UDI UDI UDI UDI UDI UDI UDI UDI UDI UDI UDI UDI UDI UDI UDI UDI

C C C N C C C C C C C C C N C N N N N C C N C N N N N N N N N N N N C N N N C N N X N N N N N C C N N N N C C C C N N N 24 35 1 60


ANEXO Nº2: LISTADO DE DIPUTADOS 1989-2001(*) 1 1 2 2 3 3 4 4 5 5 6 6 7 7 8 8 9 9 10 10 11 11 12 12 13 13 14 14 15 15 16 16 17 17 18 18 19 19 20 20 21 21 22 22 23 23 24 24 25 25 26 26 27 27 28 28 29 29 30 30 31 31 32 32 33 33 34 34 35 35 36

DISTRITO ARICA ARICA IQUIQUE IQUIQUE CALAMA CALAMA ANTOFAGASTA ANTOFAGASTA COPIAPÓ COPIAPÓ VALLENAR VALLENAR LA SERENA LA SERENA COQUIMBO COQUIMBO ILLAPEL ILLAPEL QUILLOTA QUILLOTA SAN FELIPE SAN FELIPE QUILPUÉ QUILPUÉ VALPARAÍSO VALPARAÍSO VIÑA DEL MAR VIÑA DEL MAR SAN ANTONIO SAN ANTONIO PUDAHUEL PUDAHUEL CONCHALÍ CONCHALÍ CERRO NAVIA CERRO NAVIA RECOLETA RECOLETA MAIPÚ MAIPÚ ÑUÑOA ÑUÑOA SANTIAGO SANTIAGO LAS CONDES LAS CONDES LA REINA LA REINA SAN JOAQUÍN SAN JOAQUÍN LA FLORIDA LA FLORIDA LA CISTERNA LA CISTERNA SAN MIGUEL SAN MIGUEL PUENTE ALTO PUENTE ALTO SAN BERNARDO SAN BERNARDO MELIPILLA MELIPILLA RANCAGUA RANCAGUA RENGO RENGO SAN FERNANDO SAN FERNANDO SANTA CRUZ SANTA CRUZ CURICÓ

1989 Luis Leblanc Carlos Valcarce Vladislav Kuzmicic Ramón Pérez Nicanor Araya Carlos Cantero Felipe Valenzuela Rubén Gajardo Sergio Pizarro Carlos Vilches Armando Arancibia Baldo Prokurica Joaquín Palma Eugenio Munizaga Jorge Pizarro Jorge Morales Víctor M. Rebolledo Julio Rojos Eduardo Cerda Federico Ringeling Sergio Jara Claudio Rodríguez Jorge Molina Arturo Longton Aldo Cornejo Francisco Bartolucci Gustavo Cardemil Raúl Urrutia Sergio Velasco Akin Soto Adriana Muñoz Patricio Melero Ramón Elizalde María Maluenda Hernán Bosselin Andrés Sotomayor Mario Hamuy Cristián Leay Carlos Dupré Angel Fantuzzi Gutemberg Martínez Alberto Espina Jorge Schaulsohn Carlos Bombal Eliana Caraball Evelyn Matthei Laura Rodríguez María Angélica Cristi Andrés Palma Jaime Orpis Carlos Montes Gustavo Alessandri Hernán Rojo Camilo Escalona Rodolfo Seguel Mario Palestro Guillermo Yungue Jaime Estevez Andrés Aylwin Pablo Longueira Vicente Sota Juan Antonio Coloma Héctor Olivares Federico Mekis Juan Pablo Letelier Andrés Chadwick Hugo Rodríguez Juan Masferrer Juan Carlos Latorre José María Hurtado Gustavo Ramírez

DC RN PPD RN PS RN PPD DC DC RN PPD RN DC RN DC RN PPD DC DC RN DC RN PPD RN DC UDI DC RN DC PPD PPD UDI DC PPD DC RN DC UDI DC RN DC RN PPD UDI DC RN PH RN DC UDI PPD RN DC PS DC PS DC PPD DC UDI PPD UDI PPD RN PS UDI DC UDI DC RN DC

1993 Salvador Urrutia PPD Carlos Valcarce RN Jorge Soria PPD Ramón Pérez RN Fanny Pollarolo PDI Carlos Cantero RN Felipe Valenzuela PS Rubén Gajardo DC Erick Villegas DC Carlos Vilches RN Armando Arancibia PS Baldo Prokurica RN Joaquín Palma DC Eugenio Munizaga RN Jorge Pizarro DC Francisco Encina PS Isabel Allende PS Renan Fuentealba DC Ignacio Walker DC Alfonso Vargas RN Nelson Ávila PPD Claudio Rodríguez RN Iván De la Maza DC Arturo Longton RN Aldo Cornejo DC Francisco Bartolucci UDI José Makluf DC Raúl Urrutia RN Samuel Venegas DC Evelyn Matthei UDI Zarko Luksic DC Patricio Melero UDI Ramón Elizalde DC María Antonieta Saa PPD Ignacio Balbontín DC Guido Girardi PPD Mario Hamuy DC Cristián Leay UDI Carlos Dupré DC Angel Fantuzzi RN Gutemberg Martínez DC Alberto Espina RN Jorge Schaulsohn PPD Alberto Cardemil RN Carlos Bombal UDI Andrés Allamand RN Tomás Jocelyn-Holt DC María Angélica Cristi RN Andrés Palma DC Jaime Orpis UDI Carlos Montes PS Mariana Aylwin DC Iván Moreira UDI Camilo Escalona PS Rodolfo Seguel DC Darío Paya UDI Maximiano Errázuriz RN Jaime Estévez PS Andrés Aylwin DC Pablo Longueira UDI Vicente Sota PPD Juan Antonio Coloma UDI Aníbal Pérez PS Alejandro García-Huidobro UCC Juan Pablo Letelier PS Andrés Chadwick UDI Sergio Morales PRSD Juan Masferrer UDI Juan Carlos Latorre DC José María Hurtado RN Roberto León DC

30

1997 Salvador Urrutia PPD Rosa González IND Jorge Soria PPD Antonella Sciaraffia DC Fanny Pollarolo PS Waldo Mora DC Felipe Valenzuela PS Manuel Rojas UDI Antonio Leal PPD Carlos Vilches RN Jaime Mulet DC Baldo Prokurica RN Joaquín Palma DC Mario Bertolino RN Patricio Walker DC Francisco Encina PS Adriana Muñoz PPD Dario Molina UDI Ignacio Walker DC Alfonso Vargas RN Nelson Ávila PPD Patricio Cornejo DC Juan Bustos PS Arturo Longton RN Aldo Cornejo DC Francisco Bartolucci UDI Laura Soto PPD Gonzalo Ibáñez UDI Samuel Venegas IND Sergio Velasco DC Zarko Luksic DC Patricio Melero UDI Manuel Bustos DC María Antonieta Saa PPD Carlos Olivares DC Guido Girardi PPD Patricio Hales PPD Cristián Leay UDI Luis Pareto DC Gustavo Alessandri RN Gutemberg Martínez DC Alberto Espina RN Enrique Krauss DC Alberto Cardemil RN Julio Dittborn UDI Pia Guzman RN Tomás Jocelyn-Holt DC María Angélica Cristi RN Andrés Palma DC Jaime Orpis UDI Carlos Montes PS Lily Pérez RN Iván Moreira UDI Eliana Caraball DC Rodolfo Seguel DC Darío Paya UDI Maximiano Errázuriz RN Isabel Allende PS Edgardo Riveros DC Pablo Longueira UDI Jaime Jiménez DC Juan Antonio Coloma UDI Aníbal Pérez PPD Alejandro García-Huidobro UCCP Juan Pablo Letelier PS Ricardo Rincón DC Juan Núñez DC Juan Masferrer UDI Rafael Arratia DC María Victoria Ovalle UCCP Roberto León DC

2001 Iván Paredes IND Rosa González UDI Fulvio Rossi PS Ramón Pérez UDI Mario Escobar UDI Waldo Mora DC Pedro Araya DC Manuel Rojas UDI Antonio Leal PPD Carlos Vilches RN Jaime Mulet DC Alberto Robles PRSD Víctor M. Rebolledo PPD Mario Bertolino RN Patricio Walker DC Francisco Encina PS Adriana Muñoz PPD Dario Molina UDI María E. Mella DC Alfonso Vargas RN Marcelo Forni UDI Patricio Cornejo DC Juan Bustos PS Arturo Longton RN Laura Soto PPD Carmen Ibáñez RN Rodrigo González PPD Gonzalo Ibáñez UDI Samuel Venegas PRSD Carlos Hidalgo RN Zarko Luksic DC Patricio Melero UDI Pablo Longueira UDI María Antonieta Saa PPD Carlos Olivares DC Guido Girardi PPD Patricio Hales PPD Cristián Leay UDI Cristián Pareto DC Mario Varela UDI Jorge Burgos DC Marcela Cubillos UDI Carolina Tohá PPD Alberto Cardemil RN Julio Dittborn UDI Pia Guzman RN Enrique Accorsi PPD María Angélica Cristi RN Ximena Vidal PPD Felipe Salaberry UDI Carlos Montes PS Lily Pérez RN Iván Moreira UDI Eliana Caraball DC Rodolfo Seguel DC Darío Paya UDI Maximiano Errázuriz RN Isabel Allende PS Edgardo Riveros DC José Antonio Kast UDI Jaime Jiménez DC Gonzalo Uriarte UDI Esteban Valenzuela PPD Alejandro García-Huidobro UDI Juan Pablo Letelier PS Eugenio Bauer UDI Alejandra Sepúlveda DC Juan Masferrer UDI Aníbal Pérez PPD Ramón Barros UDI Boris Tapia DC


37 37 38 38 39 39 40 40 41 41 42 42 43 43 44 44 45 45 46 46 47 47 48 48 49 49 50 50 51 51 52 52 53 53 54 54 55 55 56 56 57 57 58 58 59 59 60 60

TALCA TALCA CONSTITUCIÓN CONSTITUCIÓN LINARES LINARES PARRAL PARRAL CHILLÁN CHILLÁN SAN CARLOS SAN CARLOS TALCAHUANO TALCAHUANO CONCEPCIÓN CONCEPCIÓN CORONEL CORONEL LOTA LOTA LOS ÁNGELES LOS ÁNGELES ANGOL ANGOL VICTORIA VICTORIA TEMUCO TEMUCO NVA IMPERIAL NVA IMPERIAL VILLARRICA VILLARRICA VALDIVIA VALDIVIA LA UNIÓN LA UNIÓN OSORNO OSORNO PUERTO VARAS PUERTO VARAS PUERTO MONTT PUERTO MONTT CHILOÉ CHILOÉ COIHAIQUE COIHAIQUE PUNTA ARENAS PUNTA ARENAS

Eugenio Ortega DC Homero Gutierrez DC Homero Gutierrez DC Sergio Aguiló IC Sergio Aguiló PS Sergio Aguiló PS Jaime Campos PR Romy Rebolledo PPD Pablo Lorenzini DC Pedro Alvarez-Salamanca RN Pedro Alvarez-Salamanca RN Pedro Alvarez-Salamanca RN Jaime Naranjo IC Jaime Naranjo PS Jaime Naranjo PS Luis Navarrete RN Luis Valentín Ferrada RN Osvaldo Palma RN Manuel Matta DC Guillermo Ceroni PPD Guillermo Ceroni PPD Alfonso Rodríguez RN Osvaldo Vega UDI Osvaldo Vega RN Isidoro Tohá PS Isidoro Tohá PS Carlos Abel Jarpa PRSD Pedro Guzmán UDI Rosauro Martínez RN Rosauro Martínez RN Hossain Sabag IND Hossain Sabag DC Iván Mesías PRSD Hugo Alamos RN Felipe Letelier PPD Felipe Letelier PPD Víctor Barrueto PPD Víctor Barrueto PPD Víctor Barrueto PPD Jorge Ulloa UDI Jorge Ulloa UDI Jorge Ulloa UDI José Miguel Ortiz DC José Miguel Ortiz DC José Miguel Ortiz DC José Antonio Viera Gallo PPD José Antonio Viera Gallo PS Enrique Van Risselberghe UDI Edmundo Salas DC Edmundo Salas DC Edmundo Salas DC Juan Martínez PS Alejandro Navarro PS Alejandro Navarro PS Claudio Huepe DC Martita Worner PPD Haroldo Fossa RN Jaime Rocha PR Jaime Rocha PRSD Jaime Rocha PRSD Octavio Jara PPD Octavio Jara PPD José Pérez PRSD Víctor Pérez UDI Víctor Pérez UDI Víctor Pérez UDI Edmundo Villouta DC Edmundo Villouta DC Edmundo Villouta DC Francisco Bayo RN Francisco Bayo RN Luis Monge UDI Roberto Muñoz Barra SD Miguel Hernández DC Miguel Hernández DC José Antonio Galilea RN José Antonio Galilea RN José Antonio Galilea RN Francisco Huenchumilla DC Francisco Huenchumilla DC Francisco Huenchumilla DC José García Ruminot RN José García Ruminot RN José García Ruminot RN José Peña PR Eugenio Tuma PPD Eugenio Tuma PPD Teodoro Ribera RN Teodoro Ribera RN Eduardo Díaz PDS Mario Acuña DC Mario Acuña DC Mario Acuña DC René Manuel García RN René Manuel García RN René Manuel García RN Juan Concha DC Exequiel Silva DC Exequiel Silva DC Juan Enrique Taladriz RN Juan Enrique Taladriz RN Roberto Delmastro RN Mario Devaud PR José Luis González PPD Enrique Jaramillo PPD Carlos Caminondo RN Carlos Caminondo RN Carlos Caminondo RN Sergio Ojeda DC Sergio Ojeda DC Sergio Ojeda DC Marina Prochelle RN Marina Prochelle RN Marina Prochelle RN Víctor Reyes DC Víctor Reyes DC Víctor Reyes DC Carlos Recondo UDI Harry Jurgensen RN Carlos Recondo UDI Sergio Elgueta DC Sergio Elgueta DC Sergio Elgueta DC Carlos Kuschel RN Carlos Kuschel RN Carlos Kuschel RN Dionisio Faulbaum PR Gabriel Ascencio DC Gabriel Ascensio DC Juan Antonio Pérez RN Claudio Alvarado UDI Claudio Alvarado UDI Baldemar Carrasco DC Héctor Zambrano DC Leopoldo Sánchez PPD Antonio Horvath IND-D Valentín Solís UCC Pablo Galilea RN Milenko Vilicic IND-C Vicente Karelovic IND-D Rodrigo Alvarez UDI Carlos Smok PPD Pedro Muñoz PS Pedro Muñoz PS (*) Están anotados según la condición partidaria en que fueron electos.

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Pablo Prieto UDI Sergio Aguiló PS Pablo Lorenzini DC Pedro Alvarez-Salamanca RN Jorge Tarud PPD Osvaldo Palma RN Guillermo Ceroni PPD Ignacio Urrutia UDI Carlos Abel Jarpa PRSD Rosauro Martínez RN Nicolás Monckeberg RN Felipe Letelier PPD Víctor Barrueto PPD Jorge Ulloa UDI José Miguel Ortiz DC Andrés Egaña UDI Edmundo Salas DC Alejandro Navarro PS Iván Norambuena UDI Camilo Escalona PS José Pérez PRSD Víctor Pérez UDI Edmundo Villouta DC Francisco Bayo RN Jaime Quintana PPD José Antonio Galilea RN Eduardo Saffirio DC Germán Becker RN Eugenio Tuma PPD Eduardo Díaz UDI Fernando Meza PRSD René Manuel García RN Exequiel Silva DC Roberto Delmastro RN Enrique Jaramillo PPD Gastón Von Muhlenbrok UDI Sergio Ojeda DC Javier Hernández UDI Fidel Espinoza PS Carlos Recondo UDI Eduardo Lagos PRSD Carlos Kuschel RN Gabriel Ascencio DC Claudio Alvarado UDI Leopoldo Sánchez PPD Pablo Galilea RN Rodrigo Alvarez UDI Pedro Muñoz PS


RESUMEN DIPUTADOS ELECTOS POR PARTIDO Partido DC PPD PS IC PDI PH PR PRSD SD IND-C IND IND-D UCC UCCP PDS UDI RN

1989 38 17 6 2

1993 37 15 15

1997 38 16 11

2001 24 21 11

1 1 5 1 1 1 1

14 33 120

2 0

4 0

6 0

2

1

2 1 21 25 120

35 22 120

1 2

17 30 120

En 1989 el independiente era Hossain Sabag (en San Carlos), en realidad militante DC. Los diputados Socialistas Juan Pablo Letelier (dist. 33, Rengo) y Juan Martínez (45, Coronel), fueron electos en la lista del PAIS. En 1993 no hubo candidatos independientes ni electos fuera de los 2 bloques. En 1997 se eligió como independiente a Samuel Venegas, ex diputado DC, que más tarde reingresó a la Concertación a través del PRSD; y a Rosa González, que una vez electa ingresó a la UDI. También rompieron el binominal los candidatos de la UCCP Alejandro García-Huidobro en Rancagua (dist. 32) y María Victoria Ovalle, en Santa Cruz (dist. 35), además de Eduardo Díaz por el PDS en Nueva Imperial (dist. 51). En 2001 se eligió Iván Paredes como independiente, apoyado por el PS. Las cifras de diputados por partido en 2001 han variado por cambios de militancia, procesos judiciales y muerte: La UDI perdió 3 (Ramón Pérez por fallecimiento, Mario Escobar por fallo judicial y Eduardo Díaz, que ingresó a la DC) y ganó 2 (María Angélica Cristi y Alberto . Cardemil, provenientes de RN), quedando con 34 diputados. RN perdió los dos que se fueron a la UDI y ganó uno por reemplazo en Iquique, por lo que su bancada es de 21 diputados. La DC ganó uno (Eduardo Díaz, proveniente de la UDI) y expulsó dos (Cristián Pareto y Jaime Jiménez, por procesos judiciales), quedando con 23 diputados. El PS reincorporó al independiente Iván Paredes y tiene 12 diputados. Al PPD le fue desaforado Víctor Manuel Rebolledo (La Serena), por proceso judicial aún en curso, por lo que su bancada es de 20 diputados. El PRSD tiene desaforado a Eduardo Lagos por fallo judicial, por lo que su bancada actual es de 5 diputados.

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