ANÁLISIS DE LAS MUNICIPALES 2004* Pepe Auth - Hernán García COLECCIÓN IDEAS AÑO 5 N° 50 Enero 2005
* Este artículo es la síntesis para Chile 21 de un trabajo más extenso sobre las elecciones Municipales de 2004 realizado con fines de análisis estratégico.
ELECCIÓN DE ALCALDES 1.- EL RESULTADO EN VOTOS Concertación Descolgados Concertación Alianza Descolgados Alianza No alineados Juntos Podemos Total Votos Válidos
Votos 2.775.231 312.649 2.395.344 108.025 237.980 366.333 6.195.562
% 44,79 5,05 38,67 1,74 3,84 5,91 100,00
En votos para Alcaldes, la distancia entre las listas de la Concertación y de la Alianza fue de 6,14 puntos. Si le agregamos a ambos bloques la votación de sus respectivos candidatos descolgados, la diferencia entre ambos aumenta a 9,44 puntos porcentuales, cifra muy cercana a los 10,25 puntos de distancia obtenidos en la elección paralela de Concejales. Comparada con la anterior elección municipal, realizada bajo el sistema de elección conjunta de Alcaldes y Concejales, hay un acortamiento de la distancia entre ambos bloques, que en esa ocasión fue de 12 puntos. Ahora, si comparamos con lo ocurrido en la última elección previa, la Parlamentaria 2001, donde hubo una ventaja concertacionista de sólo 3,6 puntos, la distancia se acrecentó considerablemente. Y si leemos las Municipales en código presidencial, estamos muy lejos de la estrecha llegada entre Lagos y Lavín en la Primera Vuelta de 1999, donde la ventaja del primero fue de sólo 0,5 puntos porcentuales. C o n certació n 44,79%
D escolgados C oncertación 5,05%
Las dudas respecto a las complicaciones que A lian za generaría el cambio de 38,66% sistema electoral quedaron despejadas. Nulos y Blancos habían sumado 8.1% en las Municipales 2000 y 12.7% en las Parlamentarias 2001. Ahora, en el voto de Alcaldes, Nulos y Blancos sumaron 8.2% y apenas algo más –10.9%en la elección de Concejales, de menor visibilidad y mucho mayor número de candidatos. Juntos Podem os 5,91%
N o alineados 3,84%
D escolgados A lianza 1,74%
Vale consignar el aumento de la abstención en 3 puntos porcentuales respecto de las Municipales 2000, probablemente a causa de la realización de la elección en medio de un fin de semana largo. De todas maneras, hay una tendencia leve pero sostenida al aumento de quienes no concurren a sufragar, a nuestro juicio explicada por el envejecimiento progresivo del padrón electoral, que cada vez cuenta con más adultos mayores impedidos 2
de votar y más personas que viven en un lugar distinto al que están inscritos. Nada detendrá esta tendencia leve pero sostenida a la baja de la participación electoral si no se toman medidas que modifiquen nuestro engorroso sistema de inscripción y modernicen el servicio electoral para que la gente pueda votar donde vive. 2.- LA RENOVACIÓN DE ALCALDES En las elecciones de 1996 cambió el 43% de los Alcaldes elegidos en 1992. En las Municipales 2000, luego de un ejercicio de concentración de votos en las dos grandes coaliciones, el grado de renovación apenas disminuyó al 40 por ciento. Estas elecciones separadas de Alcalde redundaron en el recambio de 40.6% de los ediles del país. A pesar de lo difícil que resulta derrotar electoralmente a quien ha realizado bien su labor, particularmente por las extensas clientelas sociales que genera la acción municipal, 99 de los 304 Alcaldes (89.2% del total) que se presentaban a la reelección en sus comunas, fracasaron en el intento. Las dos coaliciones, probablemente presionadas por el nuevo sistema electoral, tendieron a presentar prácticamente todo su elenco de Alcaldes a la reelección, ello sin previa evaluación de las fortalezas y debilidades de sus respectivas gestiones. El electorado castigó a algunos Alcaldes, sea por no satisfacer las expectativas generadas al elegirse o bien por el deseo de cambiar a figuras que dominaban la escena por un largo periodo. La clave del resultado en Alcaldes está en el diferente rendimiento que mostraron los Alcaldes de Derecha y los de la Concertación en su intento por reelegirse. Mientras la coalición de Gobierno reelegía a 119 (81.0%) de los 147 Alcaldes que llevaba a la reelección, la Derecha lograba la reelección de sólo 80 (54.1%) de los 148 que lo intentaban. Dos de cada tres Alcaldes de 2004-2008 lo ha sido previamente. A los 205 reelectos se agregan otros 23 que ya habían sido electos como Alcaldes en 1992 o 1996. Hay 74 Alcaldes que construyeron su plataforma de legitimidad y credibilidad para ganar esta elección, desde el rol de Concejal en su comuna. Ésta es la principal fuente de recambio del liderazgo comunal, pues son sólo 43 los Alcaldes sin participación municipal previa. Se ha ido configurando una carrera municipal, cuyos líderes dominan ampliamente (87.8%) las Alcaldías. Cuando se eligen Alcaldes, tienden a buscar su continuidad; si se eligen como Concejales, preparan las condiciones para ser Alcaldes; y, si por alguna circunstancia se retiran, intentan más tarde regresar a la conducción comunal. 3.- CAMBIO DE SIGNO POLÍTICO EN LAS ALCALDÍAS Independientemente del resultado global para las coaliciones y para los partidos, toda elección municipal comporta siempre derrotas y victorias alcaldicias. Lo que determina el éxito o fracaso es la relación entre ambas, es decir, cuántas comunas se pierden y cuántas se
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ganan, tanto en número como en importancia. Lo que sucedió en esta elección es que la Concertación le arrebató a la Derecha 74 Alcaldías mientras la Alianza sólo conquistó 22 comunas, lo que redunda en un flujo mayoritario hacia la Concertación.
El criterio decisivo del retroceso de la Alianza es que pasó de una situación como la del 2000-2004, cuando más de la mitad de los chilenos (52%) estaba gobernada localmente por uno de sus Alcaldes, a lo que ocurrirá en el periodo 2004-2008, en el que personeros de los partidos de la Alianza gobernarán apenas a la tercera parte (33.5%) de los ciudadanos del país.
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Es cierto que en 1999 la Derecha enfrentó la elección presidencial gobernando localmente sólo a 28% de los ciudadanos, pero la gran diferencia entre esa situación y las próximas Presidenciales es que en 1999 buena parte de los alcaldes concertacionistas completaba ya su segundo periodo y, en general, con alto nivel de desgaste, al punto que al año siguiente (Municipales 2000) muchos de ellos perdieron la Alcaldía. A la diferencia evidente de contexto económico entre 1999 y 2005, se agregará el hecho que, en la campaña electoral del 2005, la opción presidencial de la Concertación tendrá Alcaldes de sus filas recién electos o reelectos en 56.4% del universo electoral del país y, si consideramos también a los independientes que provienen de la Concertación, en un territorio que cubre al 61.8% de los chilenos. 4.- EFECTOS DE LA SEPARACIÓN Uno de los efectos más directos de la elección del Alcalde en una papeleta exclusiva, es que aumenta en general el apoyo con que los ediles se instalan en sus responsabilidades. El porcentaje promedio de los Alcaldes subió desde 39.1% en 2000 a 52.2% de los votos. Si sólo excepcionalmente –un 16.7% de los Alcaldes- conseguía la mayoría absoluta de los votos en sus comunas, ahora bastante más de la mitad (58.8%) llegó a la Alcaldía con apoyos superiores al 50% de los votos. Otro efecto también evidente del nuevo sistema electoral es que incrementa la visibilidad de la elección del Alcalde, pues separa física y conceptualmente lo que antes era separado sólo por la vía de la campaña, es decir, el grupo de candidatos que competía por la Alcaldía de aquel que concursaba en verdad por un lugar en el Concejo Municipal. A los electores les cuesta mucho menos saber lo que se está eligiendo e identificar a los candidatos, de manera que se fortalece la personalización de la elección del Alcalde. La desaparición de las listas en la papeleta de Alcaldes hace mucho más accesible el sistema a liderazgos locales sin alineamiento político o en ruptura con sus partidos, pues competirán en pie de mayor igualdad con los abanderados de las grandes coaliciones. Por eso se eligieron 37 Alcaldes que no pertenecen ni a la Concertación ni a la Alianza, un número enorme si consideramos que sólo había un Alcalde Comunista y un par de Independientes. Cerca de la mitad (45%) de los candidatos a Alcalde no pertenecía a ninguno de las dos grandes coaliciones que dominan la política chilena. La elección separada de Alcaldes –al obligar a cada coalición a elegir un solo candidatogeneró una inevitable respuesta local en las ocasiones en que los bloques distribuyeron las candidaturas para cada Partido sin consideración a la fuerza y legitimidad de los distintos liderazgos comunales. Varios Alcaldes que por diversas razones no fueron nominados por sus partidos o líderes locales de otro partido de la Concertación, al ver que la candidatura de Alcalde en su comuna recaía en otra fuerza política producto de la negociación centralizada de los cupos, renunciaron a sus respectivos partidos para concursar como independientes.
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Diecinueve candidatos salidos de la Concertación y seis de la Alianza tuvieron éxito en elegirse como Alcaldes. La magnitud de este fenómeno obligará en el futuro a las coaliciones a distribuirse los cupos y a seleccionar sus candidatos con mayor consideración a los liderazgos comunales concretos y sus respectivas fortalezas. De no ocurrir así, habrá más descolgados e independientes que perturbarán de modo creciente la competencia entre los candidatos de los principales bloques políticos. 5.- ALCALDES POR PARTIDO Como se ve, todos los partidos de la Concertación, a excepción del PRSD, aumentaron sus Alcaldes. Un 40% el PS, un 38% el PPD y un 14% la Democracia Cristiana, recuperando esta última su condición de Primer Partido en términos de Alcaldes. RN sufre la mayor de las pérdidas, disminuyendo a la mitad su bancada, mientras la UDI retrocede 23%. Otro hecho relevante es el enorme crecimiento de los Alcaldes no alineados en los dos grandes bloques, que suman 37 ediles. Del gran número de comunas (unas 70) donde la Concertación tenía otro candidato relevante salido de sus filas, sólo 7 de ellas fueron ganadas por la Derecha gracias a la dispersión de votos, mientras de la veintena de comunas donde la Alianza tenía un candidato independiente descolgado de alguno de sus partidos, ello fue importante para la pérdida de la elección en 6 comunas. La DEMOCRACIA CRISTIANA, que eligió 88 Alcaldes y gobernaba al 24.7% de los chilenos en el periodo pasado, ahora eligió 100 Alcaldes y gobernará al 29.8% de la ciudadanía. Éste es el factor más contundente del resultado positivo de esta elección para la DC, que recupera el título de primer partido en el nivel municipal. No habrá Alcalde democratacristiano en 21 comunas donde antes lo había. Las más relevantes son La Reina, Penco, San Antonio y Antofagasta, aunque en esta última el candidato del partido fue derrotado por un descolgado de la propia DC. En contrapartida, conquistó 34 comunas nuevas, entre ellas Maipú, Peñalolén, Quinta Normal, San Bernardo, Rancagua, San Fernando, Llay-Llay, Lautaro y Villarrica.
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La Democracia Cristiana presentó 160 candidatos a Alcalde, compitiendo ante la mitad del electorado del país. El 62.5% de sus candidatos resultó electo y su resultado promedio fue de 45,9% de los votos. El PARTIDO SOCIALISTA, con sus 35 Alcaldes, gobernaba al 8,9% de los chilenos. Ahora, con 49 ediles, gobernará al 14,1% de los ciudadanos del país. El PS postuló a la reelección a todos sus Alcaldes y perdió a sólo 4 de ellos. Ganó, en cambio, 18 nuevas comunas, todas hasta ahora en poder de la Derecha. Presentó 81 candidatos a Alcalde, ante el 25% de los electores del país, eligiendo al 60,5% de sus candidatos. El resultado promedio de los candidatos del PS fue de 45,8% de los votos en sus comunas. Lo más relevante para el Partido Socialista es que en 2004-2008 gobierna varias de las ciudades de provincia más importantes del país, como Copiapó y Vallenar, La Serena e Illapel, Quilpué, Talca y Linares, Coronel, San Pedro de la Paz, Chiguayante y Puerto Montt. El PARTIDO POR LA DEMOCRACIA, con sus 29 Alcaldes, gobernaba al 7,1% de los chilenos. Con 40 líderes comunales, gobierna ahora al 10,2% de la ciudadanía. El PPD perdió 9 comunas donde tenía Alcalde, Angol la de mayor tamaño. A las 20 comunas que mantuvo, agregó 20 nuevas Alcaldías, 17 ganadas a la Derecha (Conchalí, La Cisterna, Molina, Salamanca, Pirque, etc.) y eligió Alcalde en Hualpén, Cholchol y Alto Biobio, tres de las cuatro comunas nuevas. Presentó 64 candidatos a Alcalde, compitiendo ante 15.7% del electorado nacional, y eligió como Alcalde al 62.5% de sus candidatos. El resultado promedio de los candidatos a Alcalde del Partido Por la Democracia fue de 46.7% de los votos. Su mayor éxito lo obtuvo en la Región Metropolitana, eligiendo 9 de sus 10 candidatos, la mayoría en grandes comunas populares. Su déficit es que de las 32 ciudades de provincia más importantes, el PPD gobierna solamente la nueva comuna de Hualpén, en Biobio. El PARTIDO RADICAL SOCIAL DEMÓCRATA es el único de la Concertación que no creció en Alcaldes. Con 16 jefes comunales, gobernaba a 5,5% de los chilenos; ahora eligió 14 ediles y redujo su cobertura de gobierno comunal al 2,3% de los ciudadanos. Dejó de gobernar en 6 comunas, entre ellas Viña del Mar y Calama, compensadas sólo parcialmente por 4 comunas ganadas a la Derecha: Arauco, Gorbea, Teno y Cochamó. El PRSD eligió al 41.2% de sus 34 candidatos a Alcalde, que competían ante el 7,8% de los chilenos, con un promedio de votación de 41,1%. Su principal Alcaldía es Chillán, las demás son pequeñas comunas. RENOVACIÓN NACIONAL era el Partido con mayor número de Alcaldes. Eligió 89 en 2000 y gobernaba al 22,1% de los chilenos. Ahora eligió apenas 48 Alcaldes (27.9%) de sus 172 candidatos y gobernará solamente a 12.4% de los ciudadanos. Dejó de gobernar localmente a un millón y medio de chilenos y sus candidatos obtuvieron el peor de los 7
resultados entre los partidos representados en el Parlamento, con un promedio de 36,4% de los votos. Perdió comunas importantes como La Serena, Quilpué, Rancagua, Linares, Parral, Los Ángeles, La Unión y Quinta Normal. Mantuvo 35 de sus comunas y compensó parcialmente su pérdida ganando 11 nuevas, La Reina, Cañete, Freire, Loncoche y otras más pequeñas. El descalabro municipal de RN le significa quedarse sin gobiernos comunales en la Cuarta Región y en Magallanes; conservar sólo una Alcaldía en la Región de Atacama; perder su predominio en la Región de Los Lagos, retroceder significativamente en la Sexta y en la Región del Maule, donde siempre tuvo mucha fuerza; igualarse con la UDI en La Araucanía; perder su primacía en la Quinta Región y retroceder levemente en la Región Metropolitana, donde concentra ahora sus principales figuras de Alcaldes. La UNIÓN DEMÓCRATA INDEPENDIENTE enfrentaba esta elección con 160 candidatos a Alcalde, 71 de ellos buscando la reelección. Era el Partido que gobernaba a más chilenos (27,8%) y había ganado en 2000 populosas comunas dominadas hasta entonces por la Concertación. Eligió a sólo un tercio de sus candidatos, con un promedio de 37.7% de los votos, y escapó del descalabro porque 43 (60,6%) de sus Alcaldes lograron reelegirse, salvándose apenas de la derrota en La Florida y Santiago, dos de las comunas más grandes del país. Las pérdidas más notorias de la UDI fueron Maipú, San Bernardo, La Cisterna, San Miguel y Conchalí, ganadas en la marejada lavinista de las Municipales anteriores, así como Talca y Talagante, donde gobernaban desde 1996. La UDI contabiliza ahora 53 Alcaldes (pendiente Talcahuano) y, si incluimos Santiago, gobernará localmente sobre 21% de los chilenos, un millón menos que en el periodo 20002004. No tiene Alcaldes en Atacama ni en la Cuarta Región; su presencia es muy débil en Tarapacá, Antofagasta, Maule y Los Lagos; retrocedió significativamente en La Araucanía y algo menos en la Sexta Región. En cambio, es la principal fuerza en las regiones Metropolitana y de Aisén, y es un actor importante en Biobio, porque gobierna Concepción, Penco y, a través de un descolgado, también Los Ángeles. El PARTIDO COMUNISTA, eje de la lista Juntos Podemos, participó de verdad en la carrera por la Alcaldía en 7 comunas y eligió 4 Alcaldes, perdiendo San Fernando a manos de la Concertación. Recuperó Canela, ganó Diego de Almagro, La Ligua y Til-Til, en todos los casos con concejales en ejercicio. También estuvo cerca de ganar la comuna de Pedro Aguirre Cerda, en el Gran Santiago, donde triunfó la Concertación. La separación de la elección de Alcalde fue beneficiosa para las aspiraciones del PC, puesto que sus candidatos –cuando tienen adhesión electoral previa y credibilidad alcaldiciacompiten de igual a igual con otros líderes, ya no contra otras listas y conglomerados. De 8
alguna manera, la separación del voto personalizó aún más la elección del Alcalde y bien puede ser un Concejal Comunista al que ya está habituado el electorado, quien capitalice el descontento con la gestión de un determinado Alcalde. 6.- COMPARANDO CON 1999 Y 2000 Cada elección es única e irrepetible. El naipe electoral se reparte en función de las condiciones del momento, los candidatos, las campañas, el estado de ánimo general de la gente, en fin, el tipo de autoridades que se elige. Por eso, siempre hay que tomar con distancia las proyecciones desde una elección a otra, particularmente cuando son de naturaleza distinta. Con estas reservas, miraremos lo sucedido ahora a la luz del resultado de la Primera Vuelta Presidencial de 1999, por haber sido sometidas estas elecciones a una presión presidencialista por parte de los mismos actores que compitieron hace 5 años. Se recordará que el Presidente Lagos aventajó a Joaquín Lavín por apenas 5 décimas, poco más de 31 mil votos. De las 150 comunas donde Lavín aventajó a Lagos por más de 5 puntos porcentuales en 1999, la Alianza eligió Alcalde en 56 y la Concertación en 75 de ellas. Entre estas últimas están Valparaíso, Temuco, Quilpué y Quillota, Pirque, Paine y Talagante, Parral, Cauquenes, Longaví, San Carlos, Villarrica, Lautaro, Victoria, Ancud, La Unión y Río Bueno, entre muchas otras ciudades del Sur. La Alianza gobernará en sólo 23 de las 114 comunas donde el Presidente aventajó al candidato Lavín por más de 5 puntos porcentuales, aunque varias muy relevantes, como La Florida, Puente Alto, Estación Central, Renca y Huechuraba, Concepción, Penco, Valdivia y Calera. En las Municipales 2000, la Alianza eligió 51 Alcaldes gracias a la intensa competencia entre candidatos de la Concertación, a pesar de que la Coalición de Gobierno tuvo una clara mayoría de votos. En esta elección, la Derecha logró mantener 20 de esas comunas en su poder, entre ellas Recoleta, Estación Central, Renca, Huechuraba y Melipilla, Curicó, San Vicente, Padre Las Casas, Valdivia y Puerto Varas. De las 86 comunas que perdió la Alianza en esta elección, en sólo 31 (36%) de ellas había clara mayoría concertacionista en 2000, donde podría decirse que el cambio de sistema electoral fue decisivo. En las restantes 55 comunas donde la Derecha perdió la Alcaldía, tenía votaciones semejantes o superiores a las de la Concertación en las Municipales pasadas.
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II.- LA ELECCIÓN DE CONCEJALES 1.- EL RESULTADO EN VOTOS En Concejales, la Concertación suma 3,1 puntos porcentuales más que en la elección de Alcaldes, mientras la Alianza reduce su votación en un punto, de manera que la distancia entre ambos bloques sube a 10,2 puntos porcentuales, muy cerca de los 12 que los separaron en las Municipales 2000 y muy lejos de la estrecha llegada en las Parlamentarias 2001 (sólo 3,6 puntos). Alianza UDI Ind. UDI RN Ind. RN Total
Votos %Votos 18,81 1.099.336 1,95 113.825 15,14 884.706 1,77 103.317 2.201.184 37,67
Votos %Votos 20,27 1.184.829 0,49 28.466 10,91 637.289 0,50 29.233 9,97 582.405 0,92 53.584 4,63 270.325 0,24 14.215 2.800.346 47,92
La Concertación pierde 4,2 puntos respecto de las Municipales 2000 y la Derecha también reduce su adhesión en 2,5 puntos porcentuales. Al interior de ambas coaliciones, la correlación de fuerzas entre sus componentes permanece básicamente invariable.
Uno de los datos importantes de esta elección es el incremento de votación recibida por la Izquierda Extraparlamentaria, que subió 4 puntos respecto de las Municipales 2000 y 2,8 respecto de las Parlamentarias 2001. Otros Independientes NFR ANI Total
Concertación PDC Ind. PDC PS Ind. PS PPD Ind. PPD PRSD Ind. PRSD Total
Juntos Podemos PC Ind. PC PH Ind. PH ILA Total
Votos %Votos 4,86 284.006 0,94 55.190 1,94 113.561 0,88 51.540 0,51 30.081 534.378 9,14
Votos %Votos 3,94 230.133 0,62 36.367 0,71 41.552 308.052 5,27
El otro hecho relevante de la elección de Concejales es que, si la UCC y los Independientes fuera de pacto habían obtenido 2.7% en conjunto, ahora los Independientes, junto a dos pequeñas fuerzas regionales, acumulan 5.3%, doblando el caudal electoral de los no alineados. 2.- EL RESULTADO EN CONCEJALES Con la elección separada de Alcaldes y la creación de 4 nuevas comunas, los Concejales aumentaron de 1.783 a 2.144 en todo el país. Cuando se compara el número de candidatos y de Concejales electos para cada Partido con lo ocurrido en las Municipales 2000, debe considerarse que entonces estaban incluidos 341 Alcaldes, que ahora son 345 y se eligen en otra papeleta.
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La Concertación tenía 1.018 Concejales (57.1%) y redujo su Concertación participación, porque esta vez la DC 954 481 Alianza completó sus listas, 334 127 PRSD mientras que en las Municipales PPD 400 245 PS 433 274 2000 llevó el número justo para Total 2.121 1.127 permitir la máxima concentración de votos en el candidato a Alcalde, con el éxito conocido. Ello explica que, con menor votación, la Derecha aumente en 2 puntos su participación en los Concejos Municipales. Candidatos Electos
% Concejales 22,4 5,9 11,4 12,8 52,6
La UDI termina con el Candidatos Electos % Concejales predominio absoluto en Alianza Concejales que hasta ahora tenía RN 1.054 433 20,2 1060 451 21,0 RN, básicamente porque esta vez UDI 2.114 884 41,2 la distribución de candidatos fue Total perfectamente paritaria, además que el rendimiento electoral de la UDI fue superior. En parte importante, porque reclutó a la mayor parte de los Concejales que en la elección anterior fueron electos como Independientes de la Alianza. Juntos Podemos, por su parte, incrementa al triple su Juntos Podemos participación en Concejales –26 en PC 674 49 2000- pero su presencia está muy 418 38 PH por debajo de la votación de la Indep. 68 3 Lista. Aunque se trata de una Total 1.160 90 elección regida por el sistema proporcional, el número de cargos a elegir es de 6, 8 o excepcionalmente 10, por lo que votaciones inmediatamente inferiores a 16, 12 y 10 por ciento, respectivamente, los dejan sin representación en muchos Concejos Municipales. Candidatos Electos
Otros Independientes NFR ANI TOTAL
Candidatos
Electos
533 77 190 800
20 8 15 43
% Concejales 2,3 1,8 0,1 4,2
% Concejales 0,9 0,4 0,7 2,0
Lo anterior no ocurre con las formaciones políticas regionales, que concentran su votación en un número pequeño de comunas, por lo que tienden a representarse en los Concejos Municipales en
medida similar a su votación nacional. Los Independientes son los más castigados por el sistema, pues cada candidato es considerado una lista en sí mismo y no acumula votos con los demás independientes, por lo que la exigencia planteada más arriba a Juntos Podemos debe ser satisfecha por cada candidato, con escasas posibilidades de ser elegido Concejal. De hecho, el porcentaje promedio de votación de los 20 Concejales Independientes elegidos para el periodo 20042008 es lejos el más alto de todos, 15.4% de los votos en sus comunas. Por eso, apenas 3.8% de los Independientes logró su propósito en esta elección, por debajo del 7.8% de éxito en Juntos Podemos, y muy lejos del 41.8% de los de la Alianza y el 53.1% de los candidatos de la Concertación, que se convirtieron en Concejales. 11
3.- EFECTOS DE LA SEPARACIÓN Ésta es la primera elección en que Alcaldes y Concejales se eligieron separadamente. Su primer efecto es el significativo aumento en el número de candidatos, que pasó de 4.512 en las Municipales pasadas a 6.195 en estas elecciones, que hicieron de esta elección la más competitiva de todas las de este periodo democrático. Al salir de la papeleta los candidatos que habían concentrado buena parte de la votación en casi todas las comunas, sus votos regresaron al mercado y compitió por captarlos un conjunto de candidatos que, en su gran mayoría, había recibido votaciones poco significativas en el pasado o que participaba por primera vez en una elección. En cierto modo, el naipe se barajaba nuevamente, y los candidatos estaban en una posición mucho más igualitaria que en las elecciones de 1996 y 2000, donde Alcaldes y contendores de éstos se situaban en la misma papeleta que aquellos líderes sociales que sólo aspiraban a un cupo en el Concejo Municipal de su comuna. Esto explica, sin duda, el aumento de las preferencias para los candidatos de la Izquierda Extraparlamentaria y los Independientes, pues tendió a desaparecer el “voto útil” y todos los candidatos quedaron en similar posición para recibir preferencias. La distancia entre los candidatos más votados y los que recibieron menos preferencias se acortó considerablemente. Si en las Municipales 2000 el 13.6% de los candidatos –aquellos que superaron el 15% de los votos- concentró 65% del total de las preferencias ciudadanas, ahora esos candidatos representan apenas 4.4% y acumulan sólo 15.2% de los votos totales. En el otro extremo, el 59.8% de los candidatos obtuvo el 2000 menos de 3%, en cambio ahora los candidatos con tan poco respaldo disminuyeron al 36.2%. Si en 2000, cerca de la mitad (46.3%) de los Concejales fue electa con menos de 5% de los votos, en 2004 en estas condiciones está sólo 8.6% del total. Los votos que dejaron los Alcaldes y sus contendores al partir a la otra papeleta, en general no fueron captados por los liderazgos comunales mejor posicionados de su sector político, sino más bien tendieron a repartirse entre muchos candidatos. La separación permitió también un importante grado de renovación de los Concejos Municipales. El cambio de rol de los Concejales implícito en el nuevo sistema electoral, motivó la participación de un importante contingente sin experiencia previa en los gobiernos comunales. Más de la mitad (1.089) corresponde ahora a personas sin ninguna experiencia en elecciones municipales y hay 339 (15.9%) Concejales que tuvieron éxito esta vez luego de algún fracaso electoral previo en la comuna. 4.- EL ASÍ LLAMADO “VOTO CRUZADO” En términos globales, la Concertación obtiene 3,1 puntos más en Concejales que en Alcaldes; Juntos Podemos gana 3,2 puntos cuando se trata de elegir Concejales; los Independientes, ANI y NFR, suman 5,3 puntos más en Alcaldes que en Concejales; y la Alianza obtiene uno menos en Concejales. Hay un conjunto de comunas (112) donde el candidato a Alcalde de la Concertación obtiene 5 o más puntos que su lista de Concejales y 12
hay otro grupo (118) donde ésta lo supera por igual proporción de votos. Lo mismo ocurre en la Derecha, donde sus Alcaldes van 5 o más puntos por sobre la votación de sus listas de Concejales en 114 comunas, mientras lo contrario ocurre también en un número considerable de comunas (108). Es evidente que hay un voto cruzado de magnitud relevante. Parece ser que la separación de las elecciones contribuyó a personalizar aún más las preferencias para Alcalde y, a contrario sensu, a politizar las preferencias para Concejal. Como efecto de la menor visibilidad de sus campañas, el gran número de candidatos y la atención concentrada en la elección del Alcalde, aumentaron los electores que definieron su voto para Concejal identificando cuál era el candidato del sector y/o partido de su preferencia o simpatía. Por razones semejantes, se produce también una fuerte tendencia a que la preferencia para Alcalde oriente la decisión de voto en Concejales. De hecho, a todos los partidos les va significativamente mejor en las comunas donde llevan candidato a Alcalde que en aquéllas donde éste pertenece a otra formación política de su coalición. RENDIMIENTO VOTACIÓN CONCEJALES POR PARTIDO SEGÚN PRESENCIA/AUSENCIA DE CANDIDATO A ALCALDE DEL PARTIDO Partido
DC PPD PS PRSD RN UDI
Candidatura a Alcalde Con Sin Con Sin Con Sin Con Sin Con Sin Con Sin
Universo Votos Válidos 2.930.724 2.904.307 922.558 4.912.473 1.487.663 4.347.368 456.224 5.378.807 2.867.036 2.967.995 2.655.058 3.179.973
Votos Nº Comunas Concejales 684.954 160 526.401 180 140.174 64 494.663 276 232.809 81 432.749 259 27.950 34 256.139 306 669.811 173 541.848 170 545.739 160 440.449 183
% Votos 23,37 18,12 15,19 10,07 15,65 9,95 6,13 4,76 20,55 13,85 23,36 18,26
Probablemente, parte del electorado tendió a buscar consistencia en el voto, de manera que muchos candidatos a Alcalde consiguieron traspasar parte de su adhesión a la lista de Concejales de su Pacto y, en particular, a los candidatos de su Partido. Hay un conjunto de comunas donde los votantes respondieron a la coherencia solicitada por las campañas, en la que los candidatos buscaban activamente la asociación. Hay otro grupo donde la diferencia de votación en ambas papeletas se debe a la presencia de candidatos a Alcalde salidos de los bloques, que naturalmente captan parte importante de los votantes que optan por sus respectivas coaliciones para Concejal. Hay, finalmente, un tercer grupo de comunas donde la diferencia se debe a la capacidad de un candidato a Alcalde de la Concertación o de Derecha, para penetrar en el electorado de la otra coalición, que sigue expresando su preferencia política en el voto para Concejal. En la Alianza, los casos más notables de Alcaldes que superaron significativamente la votación de su lista de Concejales, ocurrieron en Renca (18,4 puntos de diferencia), Curicó (17,6), Huechuraba (16,5), Valdivia (15,4), Puente Alto (14,8), San Felipe (14,7), Cerrillos
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(13,3), Concepción (12,8), Talca (12,9 puntos sobre sus Concejales pero derrotado), Calera (12,3), Ñuñoa (11,7), Coihaique (11,3), Arica (11,2), La Florida (10,8), Independencia (9,2) y Recoleta (9,1). En la Concertación, los casos más destacados de ventaja del Alcalde sobre su lista de Concejales son Illapel (24,2 puntos), Molina (22,4), Pirque (20,9), La Unión (17,8), Pudahuel (13,0), Pucón (11,8, aunque derrotada), San Carlos (11,6), Puerto Montt (11,1), Linares (10,9), San Pedro de la Paz (9,7), Parral (9,5), La Granja (9,2) y muchísimas comunas rurales, la mayoría del Sur del país. 5.- LA DESACELERACIÓN DE LA BAJA DC En elecciones de la misma naturaleza, la DC comenzó en 1992 con 28.9%, cuatro años más tarde descendió a 26.2% y en las Municipales 2000 acentuó su caída, reduciéndose a 21.9% de los votos. Si cayeron 2,7 puntos en 1996 y luego 4,3 puntos, ahora la pérdida se limita a sólo 1,1 punto porcentual respecto de las Municipales 2000. El resultado de 20.8% es leído como un éxito, pues la tendencia desde 1993 en adelante para la Democracia Cristiana era persistentemente a la baja de elección en elección. Y esta votación se sitúa 1,3 puntos por encima del 19.5% obtenido en la última Elección de Diputados. Como lo señalamos en nuestra proyección un par de semanas antes de la elección, la razón fundamental no es la reversión de los condicionantes sociopolíticos de la tendencia histórica, sino más bien la mejora significativa de las condiciones en las que la Democracia Cristiana enfrentó esta elección. En 1992 había presentado 866 candidatos, 817 en 1996 y 671 en 2000; ahora incrementó considerablemente su plantilla, llegando a 954 postulantes, 121 más que el PPD y PS sumados. El promedio del porcentaje de votos de los 954 candidatos de la DC es el tercero más alto (7.4%), al igual que su elegibilidad (54.4% de ellos son hoy Concejales). Es muy probable que, sin el significativo incremento de la plantilla, la tendencia hubiera continuado su curso. Sumadas las votaciones del candidato con menos adhesión de la DC en 250 comunas donde presentó tres o más candidatos, resultan 2,5 puntos porcentuales de la votación nacional. El resultado promedio de la DC en las 93 comunas donde sólo lleva 2 candidatos, es de 15%, subiendo a 22.5% en las 250 comunas donde lleva 3 o más candidatos. El gran mérito de la dirección política de la Democracia Cristiana, es haber entendido cuán decisivo era, en esta competitiva elección de Concejales, la magnitud y diversidad de la oferta de candidatos en la papeleta, así como representar a la Concertación en la disputa por la Alcaldía en la mayor cantidad posible de comunas. La DC incrementa su número de Concejales pero reduce levemente su participación en los Concejos Municipales -de 25.4 a 22.4 por ciento. Aumentó, sin embargo, su presencia comunal, pues había Alcalde y/o Concejal democratacristiano en 309 comunas cubriendo 94.6% de la ciudadanía en el periodo 2000-2004, y ahora los hay en 319 comunas, 96.2% del universo electoral del país.
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Al analizar el comportamiento de su votación según tamaño electoral de la comuna, la Democracia Cristiana aparece más homogénea, con apenas algo más de 1,5 puntos porcentuales de diferencia entre su mejor rendimiento (21.5% en comunas de menos de 5 mil votos válidos) y el más bajo, que es de 19.9% en las comunas entre 5 y 15 mil votantes válidos. Lo anterior se expresa también en su comportamiento a través de las regiones de Chile. Es el único partido que obtiene en la Región Metropolitana el mismo resultado que en el resto del país considerado en su conjunto. Le va mal en la Primera Región (12.6%) y sólo regular en Magallanes (17.9%); su mejor performance está en la Cuarta Región (24.4%) y también es buena en la Quinta (22.3%); en el resto se mueve entre el 19.4% de la Región de Antofagasta y el 21.4% de la Región de Los Lagos. Quizás lo más importante para el Partido Demócrata Cristiano en estas Municipales, es el hecho simbólico de la recuperación de su condición de principal partido de la política chilena perdida el 2001, relegando a la UDI al segundo lugar, tanto en votos (por dos milésimas), como en número de Concejales y de Alcaldes. 6.- EL ESTANCAMIENTO DEL PPD Con 10.9% de los votos, el PPD se sitúa a 8 décimas del 11.7% obtenido en las Municipales 2000, resultado que sólo repetía la cifra de 1996, elección donde sí había experimentado un crecimiento respecto del 9.2% conseguido en su primera participación en comicios locales, en 1992. El Partido Por la Democracia muestra nuevamente su dificultad para consolidar al nivel local sus avances parlamentarios, no logra su pretensión histórica de diferenciarse en tamaño electoral de su primo carnal, el Partido Socialista y, sobre todo, está lejos de reflejar en votos municipales su nivel de adhesión en las encuestas de opinión. El PPD tenía 236 Concejales, ahora elige 245 pero reduce su participación en los Concejos Municipales del 12.5 al 11.4 por ciento. La leve baja del Partido Por la Democracia está en buena medida predeterminada por la negociación electoral. Porque disminuye su presencia en la plantilla de candidatos concertacionistas desde 23.5% en 2000 al 18.9% en estas elecciones, derechamente no lleva candidato en 2.3% del universo electoral y, además, presenta candidato a Alcalde sólo ante 15.9% de la ciudadanía, beneficiándose menos del traspaso de votación que hacen éstos a los candidatos a Concejal del mismo partido. En contraste con su magro resultado, el PPD exhibe los más altos rendimientos electorales por candidato. Los 400 postulantes del Partido Por la Democracia obtienen un porcentaje promedio de 8.4%. En las 62 comunas donde el PPD llevó más de un candidato, el promedio de votación partidaria se eleva al 18%, mostrando su potencialidad de crecimiento en mejores condiciones de competitividad. Lo anterior confirma que en la negociación política previa, el PPD construyó condiciones que hacían prácticamente 15
imposible, en una elección tan competitiva como ésta, y con sólo 6.5% del total de candidatos, defender con éxito su votación precedente o incrementarla. Respecto de su situación previa, el PPD reduce la gran diferencia que lo caracterizaba entre su votación en Santiago y regiones. Disminuye su votación metropolitana e incrementa su caudal electoral regional, aunque de todas maneras sigue obteniendo un porcentaje de votos 30% mayor en la Capital. (12.7 y 9.8%). Su comportamiento electoral progresa en homogeneidad, mejorando sus votaciones en la mayoría de las regiones y sin resultados bajo 7%, como había sido el caso en varias de ellas en todos los comicios municipales anteriores. Sus resultados más bajos los obtiene en las Regiones de Tarapacá (7.4%), de Aisén (7.6%) y del Maule (8%); y los más altos en la 4ª Región (14.2%), en Magallanes (13.7%), la Metropolitana (12.7%) y la Región de Antofagasta (12.1%). Si antaño era un abismo lo que separaba su comportamiento en las grandes urbes respecto de las comunas rurales, la verdad es que hoy no se observan diferencias mayores que para el resto de los partidos políticos. Su mejor performance (12.7%) está en las comunas entre 25 y 50 mil votos válidos y la más baja (9.14%) en aquellas entre 5 y 15 mil. En las comunas de menos de 5 mil votos válidos, su performance es de 9.2%. El PPD aumenta su presencia en los gobiernos comunales, pues había Alcalde y/o Concejal del Partido Por la Democracia en el periodo 2000-2004 en 212 comunas, que representan 71.8% del universo electoral, mientras para la etapa 2004-2008 este partido estará presente en 223 comunas ante 77.1% de los chilenos. 7.- EL PS LEJOS DE SUS EXPECTATIVAS El Partido Socialista obtuvo 11.4% de los votos, interrumpiendo su leve pero persistente tendencia al alza en elecciones municipales desde que se reinauguró la democracia local en 1992. Su primer resultado fue un magro 8.5%, creció en 1996 al 11.2% y en 2000 al 12.1% de los votos. Con la pérdida de 7 décimas, se sitúa muy lejos de las irreales expectativas de crecimiento (15%) publicitadas por su Dirección Política. Es muy difícil que un partido crezca o reduzca significativamente su votación en elecciones municipales. Porque se trata, en verdad, de 345 elecciones y el resultado depende, muy fundamentalmente, de la calidad del elenco de candidatos que el Partido consiga instalar, del número de éstos, de la intensidad de la competencia en las comunas y, sólo marginalmente, de factores nacionales, como la calidad del apoyo del Partido a sus candidatos, la buena salud de la marca partidaria o el prestigio de sus líderes nacionales. En esta elección era particularmente difícil crecer, porque cada Partido debía defender las grandes votaciones obtenidas por sus candidatos a Alcalde, que ahora no aportaban sus votos al caudal partidario, y lo hacía en competencia con un número mucho mayor de candidatos, en condiciones más igualitarias para conseguir la adhesión de los electores. La plantilla de candidatos PS representaba sólo 7% del total en competencia.
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Los candidatos Socialistas obtuvieron el segundo mejor rendimiento promedio (8.2%) y en las 90 comunas donde tuvo opción de llevar un segundo candidato a Concejal, su resultado promedio se eleva a 16.2% de los votos. El hecho mayor para el Partido Socialista es que su votación hoy día es mucho más homogénea que en las elecciones precedentes. Hay un equilibrio entre la Región Metropolitana (11.8%) y el resto del país (11.2%). El PS tiene sus peores rendimientos electorales en La Araucanía (7.7%) y en la Quinta Región (8.2%), mientras los mejores están en Magallanes (16.7%), Atacama (15.8%), Biobio (13.5%), la Segunda (13.4%) y la Región de Los Lagos, con 12.3% de los votos. Con el crecimiento generalizado de su votación, el Partido Socialista logra compensar en la papeleta de Concejales la partida de sus candidatos a Alcalde, que habían sustentado buena parte de su caudal electoral en las elecciones precedentes. Este hecho redunda en que el PS mantiene su participación en los Concejos Municipales (12.5% en 2000 y 12.8% en 2004), eligiendo como Concejal al 63.3% (274) de sus 433 candidatos. Si en el periodo 2000-2004 había Alcalde y/o Concejal del Partido Socialista en 216 comunas que abarcaban al 74.8% de los chilenos, ahora el PS está presente en 237 comunas y cubre 79.5% del universo electoral del país. 8.- EL DIFÍCIL TRANCE PARA EL PRSD Si había un Partido cuya votación se sostenía en sus Alcaldes, éste era el PRSD, que en las Municipales 2000 explicaba un tercio de su votación nacional por los votos de sólo tres Alcaldes (Viña del Mar, Calama y Chillán). Defender su votación parecía una tarea prácticamente imposible para los Radicales en una elección tan competitiva como ésta, donde tuvieron más candidatos que en las Municipales 200o pero, exactamente como en aquella ocasión, no presentaron candidato de sus filas ante el 12% del universo electoral. Con el 4.9% obtenido en 2004, el PRSD cae 0,8 puntos respecto del 2000, cuando ya había retrocedido respecto de las Municipales 1996, donde consiguió 6.5% de los votos. El resultado promedio de sus candidatos (6%) también es el más bajo de la Concertación. Como se sabe, el PRSD tiende a obtener menos votos en las comunas grandes, donde incide algo más la popularidad de la marca partidaria. Es brutal cómo el voto radical en la Región Metropolitana apenas asciende a la mitad de su resultado para todo el resto del país (3 y 6 por ciento, respectivamente). La verdad es que, excluyendo Santiago, el comportamiento electoral de los Radicales es más bien homogéneo, variando apenas desde 4.9% en Tarapacá –la más baja- hasta 7.6% en Atacama, la mejor. Si antes eran la segunda o tercera fuerza de la Concertación en algunas regiones, ahora pasaron al cuarto lugar en todas las regiones del país, tanto en votos como en número de Concejales. Eligió 127 (38%) de sus 334 candidatos a Concejal, aumentando su participación de 5.5 a 5.9 por ciento en los Concejos Municipales del país. Los Radicales aumentaron el número de comunas con Alcalde y/o Concejal del Partido, de 113 en 2000 a 133 ahora, pero
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disminuyeron levemente su cobertura, pasando de 29.3 a 28.1 por ciento del universo electoral. 9.- LA CONFIRMACIÓN DEL AVANCE DE LA UDI La UDI confirma en esta elección la tendencia sostenida al crecimiento de su adhesión electoral. Con 20.8% de los votos, crece 4,8 puntos respecto del 2000 y su votación es el doble de la que obtuvo en las primeras elecciones locales, en 1992. Retrocede, sin embargo, respecto del 25% y su condición de Primer Partido de Chile conseguidos en las Parlamentarias 2001. El mérito de la UDI es conseguir crecer significativamente en el contexto del retroceso electoral de la Derecha. Lo que ocurre es que en las Municipales 2000 había gran cantidad de candidatos independientes en la Alianza, que sumaron 8.6% de los votos, mientras ahora todos se alinearon con RN o la UDI dentro de los subpactos respectivos. El hecho mayor de estas elecciones para la UDI es que confirmó lo que ya había mostrado en las últimas Parlamentarias y tímidamente anunciado en las Municipales 2000, cual es su condición de principal partido de la Derecha, desplazando definitivamente a RN al segundo lugar, ahora también en el nivel local. Partido urbano, la Unión Demócrata Independiente es el partido más fuerte del país (24.3%) en las 32 comunas de más de 50 mil votos válidos y su comportamiento es ahora mucho más homogéneo que antaño, consiguiendo 17.7% de adhesión electoral en las comunas entre 5 y 15 mil votos válidos. Sigue habiendo una diferencia importante, sin embargo, entre el 24% que obtiene en la Región Metropolitana y el 18.8% en el resto del país. Es un partido muy pequeño en Atacama (8.1%), algo más importante en La Araucanía (14.2%), Magallanes (15.1%), Tarapacá (15.8%) y la Cuarta Región (16.1%) y el principal partido de las regiones del Maule (21%), Antofagasta (21.2%), Valparaíso /22.7%) y la Región Metropolitana (24%). Otra señal de su crecimiento es que aumenta al doble su participación en los Concejos Municipales –de 10.8 a 21.0 por ciento- y en el periodo 2004-2008 habrá Alcalde y/o Concejal de la UDI en 304 comunas, que cubren 92.1% del universo electoral del país. La Unión Demócrata Independiente eligió al 42.5% (451) de sus 1.060 candidatos, que tuvieron una performance promedio de 6.2% de los votos en sus comunas. 10.- RENOVACIÓN NACIONAL PIERDE SU HEGEMONÍA RN, con 16.9% de adhesión electoral, se sitúa 1,4 puntos por encima de su resultado del 2000. El resultado en sí coloca a Renovación Nacional nítidamente en el tercer lugar de las preferencias electorales, muy por encima del PS y el PPD pero bastante por debajo de la 18
UDI y la DC, en circunstancias de que en el 2000 fue aventajada levemente –y por primera vez- por su aliado, la UDI. La verdad es que perdió frente a la UDI en el esfuerzo por captar la importante votación recibida por los independientes de la Alianza y se sitúa por debajo de su propia performance de 1996 (18.5%), cuando aparecía como el principal partido de la Derecha, especialmente en el ámbito municipal. RN tiene una performance menor (16%) en las 55 comunas sobre 25 mil votos válidos y un resultado sobre 18% en todos los segmentos de comunas más pequeñas, comportamiento similar al del PRSD en la Concertación. Es el principal partido en La Araucanía (26.3%) y en la Región de Aisén (23.7%), es fuerte en Atacama (20.8%), Tarapacá (18.8%) y la Región de Los Lagos (18.9%). Obtiene sus más bajos rendimientos en la Segunda (13.1%), la Sexta (13.3%) y la Cuarta (13.9%), en las dos últimas donde era tradicionalmente fuerte. En la Región Metropolitana (16.1%) está levemente por debajo de su resultado nacional. Como aumentó al doble su número de candidatos, creció también su participación en los Concejos Municipales (del 17.1 al 20.2%) del país, perdiendo, eso sí, su primacía en la Derecha a favor de la UDI, lo que se expresa también en el hecho que RN tiene Alcalde y/o Concejal en 294 comunas, que cubren 80.3% del electorado nacional, significativamente menos que la UDI. Renovación Nacional eligió al 41.1% (433) de sus 1.054 candidatos, que obtuvieron una votación promedio de 6%. 11.- EL “SINCERAMIENTO” DEL VOTO COMUNISTA El buen resultado (9.1%) de la lista organizada en torno al Partido Comunista y a los Humanistas es, como explicamos arriba, uno de los principales efectos del cambio de sistema electoral. Al desaparecer el “voto útil” y producirse un efecto de igualación de las candidaturas, se “sinceraron” las preferencias, lo que benefició a los candidatos del Partido Comunista, muchos dirigentes vecinales y sociales bien insertos y activos en sus comunidades. Ello permitió que el PC recuperara su votación de 1996 (5.9%) y remontara la baja experimentada en las Municipales 2000, donde apenas sumó 4.2% de los sufragios. Más notable aún es la triplicación de la votación Humanista, gracias al aumento equivalente en el número de candidatos y al reclutamiento de muchos líderes locales de diversos orígenes en búsqueda de espacios y oportunidades para competir. La lista “Juntos Podemos” obtiene 9.8% de los votos en las 55 comunas mayores de 25 mil votos válidos, mientras que en las 249 comunas menores de 15 mil, su votación se reduce a 7.8%. Sus mejores votaciones regionales están en la Cuarta (11%), Séptima (10.2%), Quinta, Biobio (10.1% en ambas) y en la Región Metropolitana (9.9%). Su rendimiento es mucho menor en el Sur del país, obteniendo su peor performance en la Región de La Araucanía, con apenas 3.4% de los votos. 19
Los partidos Comunista y Humanista doblaron su participación en los Concejos Municipales, que ahora será de 4.2%. En el periodo 2004-2008 habrá Concejales Comunistas o Humanistas en 67 comunas, que cubren la cuarta parte (24.8%) del electorado nacional. 12.- EQUILIBRIO EN LA CONCERTACIÓN 2000
2004
PS 2 3 ,6 %
PPD 2 2 ,8 %
DC 42,7%
PRSD 1 0 ,9 %
PS 2 3 ,8 %
PPD 2 2 ,7 %
DC 4 3 ,4 %
PRSD 1 0 ,0 %
El aporte de cada uno de los partidos que conforman la Concertación al caudal electoral común, permanece básicamente inalterado. El equilibrio se mantiene a pesar de haberse modificado significativamente la oferta de candidatos: en 2000 había de 671 DC, 278 PRSD y 856 PPD-PS, ahora hubo 954 DC, 334 PRSD y 833 PPD-PS. De los 1.186 miembros de Concejo que tenía la Concertación en el periodo 2000-2004, la DC aportaba 539 (45.4%), el PPD-PS 531 (44.7%) y el PRSD 116 (9.8%). En el periodo 2004-2008, los 481 Concejales de la Democracia Cristiana representan 42.7% del total de la Concertación, los 519 del PPD y PS aportan 46% y los 127 del PRSD contribuyen con el 11.3% de la bancada Concertacionista de Concejales de Chile. Esta elección echa por tierra todas las hipótesis de crecimientos o mermas relevantes de partidos en la Concertación, confirmando el equilibrio político al interior de la coalición de Gobierno. 13.- DESEQUILIBRIO EN LA DERECHA Ésta es la elección comunal donde se rompe el equilibrio en la Alianza a favor de la UDI, produciéndose –al revés- una situación como la de 1996, cuando Renovación Nacional aportaba 56.9% de los votos de la coalición opositora. El crecimiento UDI en las comunas está estrechamente ligado a su avance parlamentario previo. Su hegemonía a ese nivel ha redundado sin duda en mayor facilidad para reclutar los liderazgos locales identificados con la Derecha. La instalación de Lavín como líder indiscutido de la Derecha juega también a favor de la UDI, pues a muchos electores 20
identificados con ese sector -en su gran mayoría lavinistas- pudo haberles resultado algo más natural optar por los candidatos a Concejal de ese partido. 2000
2004
IN D . D E R 2 1 ,4 %
UDI 3 9 ,8 %
UDI 5 5 ,0 %
RN 3 8 ,8 %
RN 4 4 ,9 % IN D . D E R 0,13%
La UDI supera casi por 8 puntos porcentuales a Renovación Nacional en la Región Metropolitana y la aventaja claramente en la Quinta y en la Región del Biobio, lo que sin duda marca tendencia para el futuro. Por primera vez, además, la UDI supera a RN tanto en número de Alcaldes como de Concejales, y en cobertura territorial. 14.- EVOLUCIÓN DE LA FUERZA COMUNAL DE LOS PARTIDOS Vemos, en primer lugar, cómo la Democracia Cristiana venía instalada en una curva de descenso de alta pendiente y se ha producido una significativa desaceleración, que reabre la interrogante sobre el futuro de esa importante fuerza política.
30
25
%
20
15
10
5
0
La curva de la UDI tiene exactamente el sentido inverso y termina a la par con la DC, disputando la posición de primera fuerza política al nivel comunal. La consistencia y gradualismo de su crecimiento indican su consolidación como principal fuerza de la Derecha chilena, también en el nivel de las comunas, y será muy difícil disputarle esa posición. RN parece haber perdido el paso porque, después de un importante crecimiento al inicio de la 2 8 ,9 transición, va 2 6 ,2 perdiendo fuerza relativa al interior 2 1 ,9 2 0 ,8 del bloque 2 0 ,8 1 8 ,5 opositor y no 1 6 ,9 1 6 ,0 consigue, aun en 1 5 ,5 1 3 ,4 1 3 ,0 1 2 ,1 el marco de una 1 1 ,7 1 1 ,4 | 1 0 ,2 1 1 ,7 1 1 ,2 1 0 ,9 Derecha más 9 ,2 8 ,5 6 ,5 fuerte, recuperar 5 ,8 6 ,6 5 ,6 5 ,9 5 ,3 su tamaño de 4 ,9 4 ,2 1996. 199 2
DC
199 6
PRSD
200 0
PPD
PS
200 4
RN
UDI
PC
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Los partidos Socialista y PPD, que venían creciendo leve pero sistemáticamente desde 1992, parecen haber encontrado su techo, al menos en el nivel de las comunas y con las restricciones de espacios y oportunidades para crecer que les brinda la negociación al interior de la Concertación. La leve diferencia del PPD sobre el PS en las elecciones de 1992 y 1996 sigue siendo leve pero favorable al Partido Socialista desde las Municipales 2000. Los mejores rendimientos electorales relativos de estos partidos permiten afirmar que un cambio en las condiciones de competencia, que liberara sus severas restricciones en el número de candidatos, podría reabrir el camino de su crecimiento. El Partido Radical Social Demócrata, que se había afirmado en su votación en 1996, viene disminuyendo su adhesión electoral desde entonces. La estructura del apoyo radical, muy escaso en los grandes centros urbanos y significativamente mayor en las ciudades pequeñas, apoyado en liderazgos legitimados que logran ir más allá de la popularidad de la marca partidaria, no augura grandes posibilidades de revertir esta tendencia, a menos que el Partido cambie significativamente su identidad. La curva del Partido Comunista, con una leve pendiente desde 1992 al 2000, muestra una recuperación significativa, explicada en parte por la separación de las elecciones de Alcalde y Concejal. Veremos en el futuro próximo si logra revertir el proceso de marginalización política en el que estaba instalado, con los Concejales y Alcaldes electos, junto a su capacidad de aglutinar un arco más extenso de fuerzas políticas que capitalicen el descontento de izquierda con la gestión gubernamental. 15.- LAS GRANDES TENDENCIAS La Derecha, que comenzó casi a la par con la Democracia Cristiana, fue creciendo sistemáticamente en la medida que disolvía toda pretensión de ultraderecha o populista, alcanzando su máxima expresión un año después de la elección presidencial de 1999. En esta elección municipal, la coalición opositora retrocedió significativamente en su aspiración de convertirse en mayoría nacional y parece haber encontrado un techo electoral infranqueable. Todo indica que le será muy difícil continuar creciendo, particularmente en elecciones menos personalizadas, donde la identidad de las marcas partidarias es decisiva. 40 40,1 37,7
35
32,5 29,6
30 26,2
28,9
%
25
22,9
20 15
23,8
22,3
21,9
20,8
17,7 11,0
9,1
10
7,5
7,4
5,9
5,1 5 4,4
3,4
0 1992 DC
1996 P P D -P S
2000 D ER .
2004 P C -P H
O tro s
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Hasta ahora la ciudadanía no parece disponible para identificarse mayoritariamente con los valores y rasgos de identidad que caracterizan a la coalición UDI-RN ni estos partidos preparados para hacer los cambios que hagan posible esa identificación. Está por verse si, en elecciones mucho más personalizadas, como las Presidenciales, la Derecha consigue desaparecer detrás de su candidato para ofrecer una alternativa que consiga identificar y comprometer a más de la mitad del país, necesidad ineludible para gobernar en Chile. En la Concertación se había producido un proceso de transferencia de apoyo electoral desde la Democracia Cristiana, que caía desde 1992, hacia el PPD-PS, que acrecentaba su adhesión desde esa misma fecha. El proceso parece haber llegado a un punto de equilibrio, con fuerzas equivalentes en la Concertación. Probablemente debido a un leve trasvasije de votos PPD-PS hacia la izquierda y una leve pero también significativa recuperación de electores de centro que habían abandonado la DC atraídos por la Derecha. El Partido Comunista, aliado con los Humanistas y otras fuerzas menores de la Izquierda Extraparlamentaria, consigue una inflexión considerable de su votación. Ello, sí, en la elección de Concejales –en Alcaldes obtiene poco más de 5%-, donde el dramatismo es escaso y los electores se dan a sí mismos una libertad mucho mayor que en otras elecciones.
III.- EL GÉNERO Y LA EDAD A LA HORA DE VOTAR El padrón actual está constituido de 4.187.445 mujeres y 3.824.620 hombres, y en estas últimas elecciones, el voto femenino representó 53.2% de los votos válidos del país. El diferencial de mujeres en el electorado (362.825) y su mayor participación es suficiente para dirimir cualquier elección con algún grado de incertidumbre. En cuanto a la edad del padrón, los menores de 30 (8.9%) representan ahora sólo un poco más que los mayores de 75 (6.6%) en el electorado actual. La mayor gravitación la tienen los de 30-44 años (38.9%) y de 45-59 (29.6%), que en conjunto representan más de dos tercios de los votantes. 1.- OPORTUNIDADES LIMITADAS PARA ALCALDESAS La proporción de mujeres candidatas a Alcalde es bajísima, considerando que éstas representaron en esta Candidatos Candidatas Alcaldes Alcaldesas N° % N° % N° % N° % misma elección algo más Concertación 302 88,82 38 11,18 186 91,63 17 8,37 dela mitad de los votos Alianza 278 81,05 65 18,95 84 80,00 21 20,00 válidamente emitidos. El Otros 456 81,43 104 18,57 33 89,19 4 10,81 porcentaje de Alcaldesas Total 1036 83,35 207 16,65 303 87,83 42 12,17 para el periodo 2004-2008, que es de 12.2%, está levemente por encima de lo que ocurrió en el periodo pasado (11.4%) pero bajo el magro 12.5% de nuestra Cámara de Diputados. La subrepresentación es
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todavía más difícil de entender aquí, pues el rol y las exigencias que plantea una Alcaldía en la comuna donde se vive, parecen evidentemente más compatibles con las demás responsabilidades habitualmente asumidas por las mujeres, así como con sus habilidades para trabajar directamente con las personas, como deben hacerlo los Alcaldes. La Concertación aparece como el sector más impermeable a la participación de mujeres, a juzgar por la menor proporción de candidatas. Sin embargo, de las 10 Alcaldesas de la Concertación que buscaban reelegirse, sólo una de ellas fracasó en el intento. La Alianza llevó a 25 de sus Alcaldesas a la reelección y tuvo éxito en poco más de la mitad (13) de los casos. Casi la mitad (8 de 17) de las Alcaldesas Concertacionistas es nueva, mientras la Alianza aporta sólo cuatro que no eran jefas comunales en el periodo pasado. Por otra parte, la Democracia Cristiana, con 10 Alcaldesas, le quita el liderazgo que habían instalado RN y la UDI en las elecciones de 2000, con 14 y 13 Alcaldesas cada uno. El promedio de votación de las candidatas y candidatos es prácticamente idéntico en la Alianza (37%), mientras en la Concertación, las mujeres obtienen 5 puntos menos (41%) que los hombres de la coalición, ello porque 26.3% de las candidatas eran Alcaldesas, en cambio 54.6%% de los candidatos eran Alcaldes buscando la reelección. Son muy pocas las mujeres que consiguen superar las barreras que se les imponen para poder competir por cargos de elección popular. Cuando lo logran, la experiencia de estos años nos muestra que su fortaleza para continuar recibiendo el respaldo popular es equivalente e incluso mayor que la de sus colegas Alcaldes. 2.- MÁS ESPACIO EN LOS CONCEJOS MUNICIPALES CANDIDATOS(AS) Y CONCEJALES(AS) DC PS PPD PRSD Concertación UDI RN Alianza PC ANI NFR Independientes Total
Candidatas N° % 21,8 208 21,5 93 21,5 86 18,6 62 449 21,2 22,2 235 21,4 226 461 21,8 21,6 250 18,4 35 19,5 15 20,1 107 21,3 1.317
Candidatos N° % 78,2 746 78,5 340 78,5 314 81,4 272 1.672 78,8 77,8 825 78,6 828 1.653 78,2 78,4 910 81,6 155 80,5 62 79,9 426 78,7 4.878
Concejalas N° % 21,6 104 22,6 62 21,2 52 17,3 22 240 21,3 22,0 99 21,2 92 191 21,6 14,4 13 26,7 4 12,5 1 25,0 5 21,2 454
Concejales N° % 78,4 377 77,4 212 78,8 193 82,7 105 887 78,7 78,0 352 78,8 341 693 78,4 85,6 77 73,3 11 87,5 7 75,0 15 78,8 1.690
Todos los sectores aparecen igualados en su cuota de mujeres, más alta que en Alcaldes pero siempre muy lejos de la gravitación electoral que ostenta el género. Incluso partidos como el PPD y el PS, aparecen incumpliendo las importantes cuotas de “discriminación positiva” de sus estatutos. El PRSD, por su parte, es el menos permeable a la presencia femenina, aunque en el caso de estos tres partidos la distribución de espacios entre
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candidatos de ambos géneros se dificulta porque se trata, en general, de un solo cupo por comuna. La situación es diferente cuando se trata de ocupar tres cupos (y hasta cuatro) en la gran mayoría de las comunas de Chile, como es el caso de la DC, RN y la UDI. Considerando esto, la participación de la mujer en las listas de los dos partidos de la Alianza es muy baja, al igual que en la lista Juntos Podemos que, a pesar de la gran cantidad de candidatos, no dio más espacio a las mujeres que partidos con más restricciones. 3.- MUJERES VOTANDO MÁS POR MUJERES El porcentaje promedio de votación de los 4.878 candidatos es 5.5% y el de las 1.317 candidatas es levemente superior (5.7%). Más relevante es que, mientras los candidatos tienen un rendimiento tres décimas mejor que las candidatas en el electorado masculino (5.6% y 5.3%), la diferencia es de 6 décimas a favor de éstas en el electorado femenino (5.4% y 6%). La leve superioridad de las mujeres en rendimiento electoral se debe a la mayor tendencia de éstas a votar por mujeres que la de los hombres a votar por sus congéneres. Ello en un contexto donde las candidatas son muy pocas, probablemente estas diferencias desaparecerían en un cuadro donde las mujeres estuvieran representadas en las listas en proporción semejante a la de su gravitación electoral. % Promedio de Votos en Concejales
DC PS PPD PRSD Concertación UDI RN Alianza Juntos Podemos Independientes ANI NFR TOTALES
Varones 7,3 8,4 8,3 6,3 7,6 6,0 5,9 6,0 2.6 4.6 2.7 2,6 5.6
Hombres Mujeres 7,3 7,6 8,1 5,9 7,3 6,2 5,9 6,0 2.1 4.3 2.4 2.4 5.4
Total 7,3 8,0 8,2 6,1 7,4 6,1 5,9 6,0 2.4 4.5 2.5 2.5 5.5
Varones 7,0 8,3 8,3 5,2 7,2 5,9 5,6 5,8 2.2 3.9 2,0 2.2 5.3
Mujeres Mujeres 8,1 8,8 9,2 6,1 8,1 6,9 6,8 6,8 2,0 4.4 2.2 2.3 6,0
Total 7,5 8,6 8,9 5,6 7,7 6,4 6,2 6,3 2.1 4.2 2.1 2.3 5.7
Como se puede ver, las candidatas de Juntos Podemos y de los pequeños partidos regionales, tienen menor rendimiento que los candidatos de esas mismas listas. Lo mismo ocurre con los Independientes y con el PRSD. En todos los demás partidos, en cambio, hay varias décimas de diferencia en el rendimiento electoral a favor de las candidatas Mujeres. El diferencial más notable es el de las candidatas del PPD, 7 décimas superior al de sus colegas candidatos; en el PS y RN es también muy significativo (0,6 puntos), 5 décimas en la UDI y 3 en la Democracia Cristiana. 25
En las mesas de Hombres, el porcentaje promedio de votos de las candidatas de la Concertación es inferior en tres décimas al de los candidatos, mientras que en las Mesas de Mujeres, las candidatas tienen un porcentaje promedio 7 décimas superior al de los candidatos Hombres. En la Alianza es más o menos similar: 2 décimas de diferencia en las mesas de Hombres y 8 décimas en las de Mujeres. El caso más extremo en esto es el de las candidatas del PPD, que obtienen el mismo promedio que los candidatos de su partido en las mesas de Hombres, pero los superan por 1,1 punto porcentual en las mesas de Mujeres. En el caso de Juntos Podemos, el rendimiento electoral y el diferencial de comportamiento según género de los electores es favorable a los candidatos Hombres y su electorado tiene un alto índice de masculinidad. 4.- SE REDUCE LA DIFERENCIA DE GÉNERO La Historia de Chile sabe de la tradicional diferencia de comportamiento electoral entre Hombres y Mujeres. Sin ir más lejos, en la Primera Vuelta Presidencial de 1999, Lavín aventajó a Lagos por 5,2 puntos, en tanto el actual Presidente de Chile recibió 6,7 puntos porcentuales más que su rival de Derecha en el electorado masculino. Evolución % Votación según Género 1999-2004 Concertación Alianza PC-PH Otros
PRESIDENCIALES 99 Varones Mujeres 50,86 45,36 44,09 50,58 4,25 3,22 0,80 0,84
MUNICIPALES 2000 Varones Mujeres 52,94 51,41 38,55 41,45 5,75 4,59 2,76 2,55
DIPUTADOS 2001 Varones Mujeres 49,08 46,88 41,87 46,36 7,54 4,41 1,51 2,35
MUNICIPALES 2004 Varones Mujeres 48,00 47,83 36,37 38,80 10,12 8,30 5,51 5,07
En las elecciones que siguieron, la Concertación aventajó a la Alianza en el electorado femenino. Sin embargo, la performance electoral de ambas coaliciones difiere en las mesas de Hombres y las de Mujeres. En las Municipales 2000 la Concertación obtuvo 1,5 puntos más en Hombres que en Mujeres, mientras a la Derecha le ocurría lo contrario con una diferencia de 2,9 puntos porcentuales. En las elecciones de Diputados 2001 había de nuevo cerca de 5 puntos de diferencia en la votación de la Derecha y más de 2 puntos en el resultado de la Concertación. Para la Izquierda Extraparlamentaria la diferencia es muy marcada, alcanzando niveles impresionantes en las elecciones de Diputados 2001, donde el resultado entre las mujeres es poco más de la mitad del que obtienen entre los varones, mostrando que los Comunistas tienen una severa deficiencia para generar en el electorado femenino credibilidad en su oferta política y confianza en sus liderazgos. Las Municipales 2004 aportan novedades en cuanto a la tradicionalmente mayor inclinación de las Mujeres por la Derecha. En la elección de Concejales, la Alianza sigue obteniendo un resultado 2,4 puntos porcentuales superior en Mujeres que en Hombres pero la diferencia se acorta. La Derecha sigue siendo más fuerte entre las Mujeres, pero la tendencia está orientada claramente a la igualación de las preferencias de ambos géneros. Esto es muy evidente cuando analizamos el resultado en las Mesas más jóvenes (con un promedio de edad de sus electores no superior a 39 años), donde prácticamente no hay 26
diferencia en el voto por la Alianza (35.9% en Varones y 36.0% en Mujeres) y la UDI, incluso, obtiene levemente menos votación femenina (19.7%) que masculina (19.9%). Votación % según Género / Concejales 2004 Mujeres 21,48 17,32 38,80 21,14 10,88 4,72 11,10 47,83 3,81 8,30 1,26 100,00
Varones 19,92 16,45 36,37 20,33 10,88 5,03 11,76 48,01 4,08 10,12 1,42 100,00
La Concertación, en la elección de Concejales, prácticamente no muestra diferencias en su votación entre Hombres y Mujeres. Aunque Radicales y Socialistas siguen teniendo un rendimiento menor en Mujeres, al PPD le va exactamente igual en ambos géneros y la Democracia Cristiana obtiene un resultado 8 décimas mejor en Mujeres. Más marcado es este cambio si se analizan separadamente las mesas más jóvenes (25 a 39 años como promedio de edad de sus electores), donde la Concertación obtiene mejor resultado en el electorado femenino (49.6%) que en el masculino (47.6%). Particularmente la DC, que logra 1,5 puntos más en Mujeres, en menor medida el PPD (4 décimas) y el PRSD (2 décimas). UDI RN Alianza DC PPD PRSD PS Concertación Independientes Juntos Podemos ANI-NFR TOTAL
Este fenómeno generalizado de reducción de la diferencia de género no incluye al Partido Comunista. Incluso entre las Mujeres Jóvenes se mantiene la diferencia de género en el apoyo a Juntos Podemos, con 10.1% de votos en Hombres y 7.9% en Mujeres. La tendencia a la igualación de la conducta electoral de Hombres y Mujeres es nítida cuando comparamos lo que ocurre en las mesas según el promedio de edad de sus electoras. En aquéllas de más de 60 años promedio, la Alianza aventaja a la Concertación entre las Mujeres por más de 6 puntos porcentuales y, lo más relevante, obtiene 5,3 puntos más que en Hombres. La Concertación, por su parte, tiene aquí 42% en Mujeres y 44.3% en Hombres. Juntos Podemos es menos votado por las mujeres mayores pero la diferencia de género en su votación es menor que la de las mesas Jóvenes. La Derecha obtiene más votos entre los mayores de 60 que entre los Jóvenes, por supuesto. Pero si en el electorado masculino son 6.9 puntos (35.9% vs 42.8%) de diferencia según edad, entre las Mujeres Jóvenes y las Mayores hay 12,1 puntos porcentuales menos de preferencia por la Derecha en estas elecciones (36.0% y 48.1%). Como vemos, entre las jóvenes desaparece la diferencia de género en el rendimiento electoral de la Derecha. Las mujeres, en la medida que ingresan al mundo del trabajo, pierden su diferencia conservadora respecto de los hombres, tanto en el ámbito valórico y cultural como en el comportamiento político-electoral. Es precisamente el nivel de inserción laboral el factor que más distingue a las mujeres jóvenes de sus congéneres mayores.
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5.- EL VOTO TIENE EDAD El secreto del voto impide saber directamente cómo sufraga la gente según su edad pero se puede inferir su comportamiento electoral indirectamente, determinando la edad promedio de los electores de cada mesa del país y observando cómo se mueven las votaciones en grupos de mesas con diferentes promedios de edad. Para ello, establecimos 4 grupos de mesas según la edad promedio de sus integrantes. Votación % según Partido y Tramo de Edad Promedio de las Mesas Elección de Concejales UDI RN Alianza DC PPD PRSD PS Concertación Juntos Podemos Otros
%Tramo(25-39) 19,81 16,13 35,94 20,35 11,14 5,37 11,75 48,61 8,98 6,46
%Tramo(40-49) 19,79 16,13 35,91 20,71 11,64 4,62 12,41 49,37 9,85 4,86
%Tramo(50-59) 20,33 17,09 37,42 21,35 10,86 4,97 10,97 48,15 9,18 5,25
%Tramo(60-78) 25,77 20,37 46,14 20,71 9,11 4,44 8,60 42,85 7,22 3,79
Las Mesas Jóvenes (25-39 años) representan 11.6% del electorado y las de Adultos Mayores (60 y más) 4.9% del universo. Entre 40 y 49 años está 21.3% y la mitad (50.3%) de los electores está en el tramo de mesas con edad promedio entre 50 y 59 años. No tenemos la edad promedio del 11% de las mesas, que están fuera de este análisis. La Derecha no presenta diferencias en los dos primeros tramos (25-49), crece un poco en el siguiente y llega a ser la primera fuerza en las mesas con más de 60 años promedio de sus electores. La UDI es muy fuerte en este último grupo y en los restantes se comporta de manera bastante pareja, mientras que RN está casi un punto bajo su promedio en los dos tramos más jóvenes (25 a 49 años). A la Concertación, en cambio, le va mejor en el grupo de 40 a 49 años promedio, los jóvenes de la década de los Ochenta, que también le dan su más alta votación a Juntos Podemos y la más baja a la Derecha. El PPD y el PS tienen ambos su mejor performance en este grupo y luego en las mesas más jóvenes. Los Radicales sorprenden con un resultado nítidamente superior en el tramo más joven, de 25 a 39 años, mientras la Democracia Cristiana tiene su más alta votación en las mesas de 50 a 59 años promedio, exactamente un punto porcentual más arriba que en las mesas jóvenes. A Juntos Podemos, como señalamos, le va mejor también en el tramo de los jóvenes de los Ochenta, época en que el Partido Comunista tuvo gran presencia e influencia en el medio juvenil. Su resultado aquí es 2,6 puntos más alto que entre los mayores de 60 y poco menos de un punto por sobre su rendimiento entre los jóvenes.
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Colofón Las Municipales 2004 habrán sido decisivas para determinar el modo en que se conducirán los Municipios y se administrarán sus recursos a lo largo de todo Chile. También habrán sido un hito fundamental en la vida de 7.348 personas que expusieron sus trayectorias, su identidad, sus propuestas y su credibilidad ante la ciudadanía. Con la vista puesta en el futuro electoral, quizás el principal impacto de una elección sobre otra, es su influencia en el estado de ánimo con que se abordará la siguiente, tanto de la opinión pública como de los candidatos y sus equipos. Si la Derecha hubiera conseguido por primera vez superar a la Concertación en votos, más no fuera en la papeleta de Alcaldes, la coalición de Gobierno habría experimentado un golpe brutal a su autoestima y a su reconocimiento ciudadano como fuerza de mayoría. Que se haya detenido y revertido levemente la tendencia sostenida al crecimiento de la votación de la Alianza, es sin duda el hecho mayor de esta elección vista en perspectiva presidencial. Es tan evidente que no puede hacerse una lectura unívoca de un resultado municipal desagregado en 345 comunas, que si en términos generales la Concertación aventajó claramente a la Derecha en Alcaldes y en Concejales, también quedó claro que, cuando el liderazgo Aliancista supera en atractivo y credibilidad al Concertacionista, ni los mejores antecedentes electorales previos para la Concertación impiden el triunfo de la Alianza en la lucha por la Alcaldía, disputa que tuvo un grado de personalización semejante al de una competencia presidencial. En código parlamentario, la autoestima de la Democracia Cristiana se ha recuperado en la misma medida en que ha caído la confianza en sí misma de Renovación Nacional. La UDI y el progresismo de la Concertación, por su parte, habrán recuperado la modestia necesaria para retomar su senda de crecimiento electoral. Y en cuanto a la correlación de fuerzas entre las dos grandes coaliciones, los resultados municipales son una indicación del escaso número de distritos donde la Concertación puede doblar a la Alianza, lo que obligará a realizar allí esfuerzos especiales en materia de selección de candidatos y de campaña para mantener la mayoría en la Cámara de Diputados y entre los senadores elegidos. Todo lo anterior depende, por supuesto, de las acciones que emprendan candidatos, sectores políticos y partidos en este periodo decisivo, así como también de circunstancias que evolucionan con relativa autonomía de la política local, como la tasa de desempleo, las expectativas de futuro económico y el estado de ánimo general de la población. Hay un hecho de esta elección, sin embargo, que parece responder a un proceso más profundo, cual es la tendencia de las mujeres a votar más por sus congéneres, y la de las mujeres de menos edad a abandonar la tradicional propensión del electorado femenino hacia la Derecha. Este factor podría producir la diferencia en una contienda políticamente equilibrada, toda vez que las mujeres superan en más de 300 mil a los hombres en el padrón electoral.
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