Un j a rd í n s a na dor es un esp a cio na t ura l dent ro de un
cent ro d e s a lud, di seña do esp ecíficamente p a ra p romove r y m e jo ra r la s a lud y bi enes ta r de los p a ciente s, fami lia re s y fun ciona rios del lu g a r.
S i e l di seño de un ja rdí n conside ra e l dia gnós tico c línico de
lo s p a ci entes que se rá n su s u su a rios, incor pora e le mentos que f a ci li ta n su reha bi li ta ci ón y si r ve de com p le mento a
lo s t ra ta mi entos médicos, entonce s e l ja rdín ya no se r á s o l a m ente s a na dor, sino ta mbi én te ra pé u tico.
Un jardín sanador debe incorporar elementos sentidos,
que
estimulen
promover
el
los
acceso
universal y tener especies vegetales adecuadas
a
climáticas
que,
las
condiciones en
conjunto,
aseguren el verdor y la floración permanente durante las distintas estaciones del año. Estas plantas, además, deben aportar colores y aromas agradables, e incluso atraer aves o algunos tipos de insectos.
En Chile la tendencia de hacer jardines sanadores es reciente, pero poco a poco ha ido ganando terreno. Una experiencia importante en ese sentido, es la que hemos realizado en diversos centros de salud recuperando y/o creando nuevas áreas, para convertirlas en espacios sanadores para la comunidad hospitalaria. El objetivo es que los pacientes, familiares y funcionarios del lugar, tengan un espacio de sanación a través de la conexión con la naturaleza, haciéndolos partícipes de su proceso de diseño y ejecución.
3 H ospital
del
S alvador
Jardines Sanadores Hospital del Salvador En Chile el Hospital Púbico del Salvador (HDS), ubicado en la comuna de Providencia, Región Metropolitana, cuenta con más de 12 jardines interiores con gran potencial para convertirse en jardines sanadores y espacios más amables para apoyar el bienestar de los pacientes, sus familiares y funcionarios del recinto que, en conjunto, suman más de 250.000 personas al año. Son jardines concebidos en el diseño y construcción original del Hospital (1871), cuya mantención y uso con el tiempo fueron cediendo espacio a otras prioridades. Con el objetivo de recuperarlos y habilitarlos como espacios sanadores, junto a Fundación Inspira llevamos a cabo el proyecto “Recuperación de los Jardines Interiores del Hospital El Salvador”, que ya cuenta con seis jardines restaurados.
KIOSKO
SALA DE HOSPITALIZACIÓN
BAÑOS PÚBLICOS
SALA DE HOSPITALIZACIÓN RENAL
OFICINAS RENAL
SALA PRE OPERATORIA PACIENTES AMBULATORIOS
SALA DE HOSPITALIZACIร N PRE Y POST OPERATORIO
Agapanto
Choisya
Asalea
Evรณnimo argentea
Cala
Gaura
Laurel de flor enano Lirio azul
Pitosporo tobira
Nandina
Laurentina
Acer Japรณnico
Almez
JARDÍN SANADOR EL CEIBO El jardín El Ceibo es un área abierta a toda la comunidad hospitalaria, que estuvo muchos años en desuso dada su poca vegetación, falta de mobiliario y escaso atractivo. Para recuperarlo y convertirlo en un espacio sanador, las Fundaciones Inspira y Cosmos, junto a la comunidad hospitalaria, trabajamos en el diseño y construcción de un área verde que resalta la grandeza del ceibo que hay en su interior, e incluye infraestructura inclusiva para la accesibilidad universal. Además, se reutilizaron en este jardín varios elementos provenientes del antiguo edificio del Hospital –actualmente en demolición- como, por ejemplo, la banca circular que rodea el ceibo y las puertas de acceso al jardín, que pertenecieron a la unidad de maternidad, y los escaños que fueron parte del parque central. Hoy el Jardín El Ceibo es una sala de espera, acogida y contención para los familiares de pacientes internados en el hospital, además del resto de la comunidad hospitalaria. Inaugurado en septiembre 2016
CARDIOLOGÍA
SALA DE ESPERA UTI/UCI
SALA DE ESPERA GASTRO ENTEROLOGÍA
INTERVENCIÓN ARTÍSTICA TOMA DE MUESTRAS
SALA DE ESPERA UPC
LABORATORIO
Ceibo
Jardines Sanadores Pequeño Cottolengo de Santiago Dentro del Pequeño Cottolengo hay varios pabellones u hogares en los que viven sus residentes. Uno de ellos es el “Paz y Amor”, que acoge a personas con daño neurológico severo con movilidad nula o limitada que no pueden por lo tanto, pasear por las áreas verdes que hay en el recinto. Este hogar, sin embargo, tenía dos jardines interiores, cada uno cubiertos de pasto, algunas plantas y una palmera en el centro, pero sin accesibilidad universal que permitirá a los residentes salir y conectarse con la naturaleza.
Los jardines, además, estaban
separados por un pasillo y un muro central que los desconectaba completamente entre sí. Para revertir esa situación se puso fin a la división de los espacios, generándose una gran área terapéutica con accesibilidad universal compuesta por los dos jardines: uno contemplativo con una fuente de agua en su centro y senderos que la rodean; y otro interactivo con mesas de jardinería aptas para sillas de ruedas y áreas de pasto para jugar y hacer ejercicios de kinesiología. Ambos jardines quedaron unidos por una terraza cerrada, cuyos grandes ventanales permiten gozar de la naturaleza aún cuando el clima no permita salir a ellos.
JARDÍN TERAPÉUTICO PAZ Y AMOR Dentro del Pequeño Cottolengo hay varios pabellones u hogares en los que viven sus residentes. Uno de ellos es el “Paz y Amor”, que acoge a personas con daño neurológico severo con movilidad nula o limitada que no pueden por lo tanto, pasear por las áreas verdes que hay en el recinto. Este hogar, sin embargo, tenía dos jardines interiores, cada uno cubiertos de pasto, algunas plantas y una palmera en el centro, pero sin accesibilidad universal que permitiera a los residentes salir y conectarse con la naturaleza. Los jardines, además, estaban separados por un pasillo y un muro central que los desconectaba completamente entre sí. Para revertir esa situación se puso fin a la división de los espacios, generándose una gran área terapéutica con accesibilidad universal compuesta por los dos jardines: uno contemplativo con una fuente de agua en su centro y senderos que la rodean; y otro interactivo con mesas de jardinería aptas para sillas de ruedas, y áreas de pasto para jugar y hacer ejercicios de kinesioterapia. Ambos jardines quedaron unidos por una terraza cerrada, cuyos grandes ventanales permiten gozar de la naturaleza aún cuando el clima no permita salir a ellos. Inaugurado en marzo de 2016
CORREDOR - TERRAZA
En la recuperación de cada jardín se han sumado diversas fuentes de apoyo, sin las cuales los resultados logrados no hubieran sido posibles. Distintas fundaciones, empresas privadas a través de su Área de Responsabilidad Social Empresarial -o bien directamente-, y las propias instituciones beneficiadas, se han motivado para colaborar con financiamiento y/o voluntariado en aspectos como la pintura de los edificios circundantes a los jardines, la compra y plantación de las especies vegetales, o la ejecución de las obras civiles para el acceso universal o los espacios de descanso. La sinergia de todos estos esfuerzos no sólo ha transformado espacios antes en desuso, sino que ha mejorados la calidad de vida toda una comunidad. Y es que los beneficios que nos trae la conexión con la naturaleza son tan evidentes, que muchos médicos ya consideran la exposición a las áreas verdes como un complemento fundamental de los tratamientos médicos. Se habla, de hecho, de la “píldora verde” para referirse a la medicación de naturaleza. De ahí la importancia que el diseño, construcción y/o remodelación de todo centro de salud incorpore espacios para que pacientes y el resto de la comunidad hospitalaria se conecte e interactúen con la naturaleza, sin que esto sea considerado un lujo, sino una necesidad que debiera estar al alcance de todos y todas.