Educar en Familia Nº 4 2017 by Fundación ICEF El salvador

Índice

Revista trimestral | Noviembre 2017 | www.icefsal.org.sv

Junta Directiva ICEF Joaquín Gutiérrez Edna de Gutiérrez Jaime Funes Margarita de Funes Guillermo Barrientos Melanie de Barrientos Benjamín Lemus Michelle de Lemus Juan Aylagas Griselda de Aylagas

Editorial

Panorama familiar Aprovechar las vacaciones navideñas en familia

Matrimonio al día Navidad ¿Con cuál familia este año?

Educar en valores Los valores de la Navidad

El arte de educar 13 Auto instrucciones imprescindibles que debes enseñar a tu hijo para tomar buenas decisiones

Cápsulas educativas En estas vacaciones todos a ayudar en casa

Economía familiar Controle sus gastos en Navidad

Empleados de calidad ¡Participa para ser el empleado del año!

Familia digital ¿Contraseñas y ﬁltros? Comencemos por los padres

En familia Las relaciones familiares… fuente de felicidad

Equilibrio Familia-Trabajo Buenos consejos para equilibrar la familia y el trabajo

Decoración Decorar con verdadero sentido de Navidad

Consejos familiares Propósitos familiares de Año Nuevo

Portada: Familia Guevara Ruíz

Educando adolescentes El adolescente y sus retos

Impresión Albacrome, S.A. de C.V

Consejos médicos Los 7 hábitos saludables...

Cocina familiar Recetas McCormick: Pollo al Horno con Hierbas y Especias, y Galletas de Canela

Consejo editor Margarita de Jiménez Valeria de Portillo José Manuel Cabrera Escobar

Fundación Instituto de Colaboración y Educación Familiar Pasaje 8, 152, Col. San Benito, San Salvador. PBX: 2525-4600 info@icefsal.org.sv Diseño y diagramación Camila Gutiérrez José Manuel Cabrera Escobar

Fundación ICEF, El Salvador

Editorial Las calles de las ciudades están adornadas con luces de colores; las tiendas muestran los escaparates repletos; los hogares se engalanan con árboles cubiertos de adornos durante estos días de fiestas. Los niños hacen cola, carta en mano, ante unos curiosos personajes que parecen sacados de un tiempo de ensueño. Rostros sonrientes, una música bulliciosa y un no sé qué de especial alegría nos va contagiando casi sin darnos cuenta. ¿Cuál es la causa de tanta fiesta? ¿Por qué esta alegría? Estas preguntas pueden resultar incómodas para el que se limita a “dejarse llevar” por las Navidades, pero para un cristiano que “vive” la Navidad son interrogan-

tes que tocan el centro mismo de su fe. La alegría de estas fechas va más allá de un convencionalismo social; no es tan sólo una conducta “políticamente correcta”. La alegría cristiana que nace de la Navidad es algo íntimo y profundo: necesario, que se extiende a toda la existencia de la persona. La Navidad es el misterio del exceso del amor de Dios por los hombres. Un Dios que es capaz de amarnos mucho más de lo que somos capaces de amarnos a nosotros mismos. De aquí arranca el motivo profundo de la alegría cristiana; una alegría que se vuelca en villancicos, luces y regalos. Una alegría que, para con Dios, sólo puede traducirse en agradecimiento y en obras.

Cantemos con el tradicional villancico y dejemos que la alegría de la Navidad inunde nuestros corazones para que se colme en las acciones de amor y solidaridad que realizaremos en estos días.

Alegres de corazón, llenos de esperanza, venimos hasta Belén para ver a Jesús, suenen campanas, que ya está aquí el niño Dios, los Ángeles del cielo cantan de contento, que sepa el mundo entero que Dios, llegó. Consejo editor

Panorama familiar

La navidad es una época que permite compartir y disfrutar más de la familia, de los amigos, fortaleciendo los lazos familiares y de amistad. Se puede aprovechar este tiempo para hacer diversas actividades e incluso evaluar el año que está terminando y como familia crear un nuevo proyecto para el año que inicia. Tiempo de calidad En este tiempo, donde los hijos están de vacaciones, podemos aprovechar y darle tiempo de calidad a los hijos y a la familia. El tiempo compartido con la familia es lo más importante. El tiempo pasa y a veces ni nos damos cuenta. Cenar en familia, visitar a los abuelos, los primos, organizar encuentros familiares, salir juntos a algún

sitio, sin agobios ni prisas, unirá a la familia y hará que la Navidad sea un tiempo de grandes recuerdos. Decidir planes entre todos. Dependiendo de la edad de los niños, podemos ver qué actividades se pueden hacer cada día. Las navidades son un periodo de muchos compromisos, sin embargo, debemos intentar en la medida de lo posible que todos tengan tiempo para hacer lo que les guste, por supuesto encontrando un balance entre actividades fuera y dentro de casa. Aprovechar para conversar. No nos olvidemos de hablar. Los niños solo buscan jugar y jugar

y es cierto que el deporte y los juguetes son importantes para su bienestar y desarrollo. Sin embargo, también debemos fomentar la conversación. Saber más sobre sus inquietudes, qué les molesta, qué les gustaría hacer y tantas otras cosas como se nos ocurra. La Navidad es una de las épocas más entrañables para ellos y para nosotros. Como familia debemos intentar aprovecharla para cuidar los unos de los otros, disfrutar de las tradiciones, o crear nuevas, pero siempre, siempre, buscando el equilibrio, e intentando disfrutar al máximo. Fundación ICEF

¿Con cuál familia este año?

Matrimonio al día “¿Con quién pasamos la Navidad... con tu familia o con la mía?” Este es el dilema de muchas parejas por esta época, en especial de los recién casados quienes apenas comienzan a establecer los acuerdos propios del estilo de vida matrimonial. La clave es la negociación… pero con amor. Como muchos otros asuntos relativos al matrimonio, las fechas de Navidad son un asunto de balance y negociación. Los cónyuges deben llegar a un acuerdo donde ambas partes queden a gusto, no obstante,

muchas veces no es así de fácil. A algunos les cuesta ceder pues le dan prioridad a su familia de origen y llevan el tema a “mayores” hasta convertirlo en un verdadero conﬂicto conyugal. ¿Cómo conciliar? La Navidad es una ﬁesta de paz, amor, fraternidad, y su todo ello comienza en el interior de los hogares. Por eso es desafortunado y contradictorio, cuando esta celebración se convierte en un motivo de peleas, resentimientos y rencores. Para evitar este desastroso panorama, les damos algunas ideas que podrán ayudar a los cónyuges en esta situación:

Turnarse cada año. Funciona para algunos. Cada año deben cambiar para que cada uno pueda compartir con los suyos. Doble celebración. Se vale celebrar dos días, ¿por qué no? Una familia se podrá reunir en la noche del 24 de diciembre y la otra el 23 o 25. Un mismo día, dos reuniones. Sólo es posible si ambas familias viven en una misma ciudad y se hace fácil el traslado de un sitio al otro el mismo día. Es la solución ideal para muchos, se comparte con una familia el almuerzo y con la otra la cena, por dar un ejemplo.

Prioridad si hay casos especiales. Deberá tener prioridad la familia que ha pasado por un suceso diﬁcultoso como la pérdida de un ser querido, enfermedad, divorcio, soledad, entre otros. Reunir ambas familias. Aunque algunas veces no es posible por diversas razones, también podría ser una muy buena opción, así no habría lugar a discusiones. Otras recomendaciones No hacer un lío por este tema. La Navidad es una ﬁesta de familia, de armonía y de amor; convertir esta fecha en una disputa, es contrariar el sentido de la cele-

bración. Existen opciones y soluciones, pero sin la disposición de cada quien, es imposible llegar a un punto de común acuerdo. Ser comprensivos con los hijos y sus familias. Los padres que ya tienen hijos casados deben esforzarse por ser comprensivos con sus hijos, no imponerles ni exigirles pasar con ellos esta fecha y de algún modo ponerlos en una situación tan difícil como comúnmente la llamamos “entre la espada y la pared”. No tomar caminos separados. Se pueden presentar circunstancias extremas que obli-

guen a los cónyuges a dividirse para que cada uno pase la Navidad con su familia, sin embrago no es lo ideal. El matrimonio es la unión de dos en una sola carne y así debe conservarse. La Navidad y el perdón de la familia. La Navidad es perdón. Es el tiempo propicio para dejar atrás las circunstancias difíciles que cada quien haya vivido con su familia política. Por amor al cónyuge y a los hijos -si los hay-, se deben sanar los corazones y comenzar de nuevo; es éste el verdadero signiﬁcado de la Navidad. www.lafamilia.info

Educar en valores

Los valores de la Navidad

Navidad, tiempo maravilloso en el que se respira generosidad, humildad, gratitud, solidaridad, reconciliación, paz, amor… donde el nacimiento del Niño Jesús es motivo de festividad, y su enseñanza cobra vida en la humanidad. Durante esta época estamos llamados -más que nunca-, a vivir los valores que sobresalen en la tradición navideña. Es de gran interés considerar la importancia de los valores más representativos de la Navidad, así como transmitirlos a los hijos y vivirlos en familia. Destacamos los siguientes: Generosidad. Es el acto de entrega hacia los demás, es donarse cada quien, en su máxima expresión de forma desinteresada y amorosa, recibiendo a cambio, la satisfacción que sólo la generosidad puede proporcionar. En época de Navidad, debe existir un propósito enérgico de regalar tanto ayuda material, como espiritual: un gesto amable, una sonrisa, una porción de nuestro tiempo o trabajo, entre otros.

Humildad. El contexto donde se originó el nacimiento del Niño Dios, es la principal representación de humildad. Dios se hizo hombre en un establo, un lugar sencillo que contaba con lo necesario -o tal vez menos-, donde el calor de algunos animales y varios pastores, eran la única compañía de Jesús, José y María. Era una ﬁesta espléndida, alegre, pero austera; Dios no necesitó comodidades ni lujos para entregarse al mundo. La celebración por su nacimiento era gigantesca en amor y sencilla en lo terreno. Austeridad, sencillez y humildad que estamos invitamos a imitar para celebrar la Navidad. Gratitud. Debido a que en Navidad se acostumbra regalar, también es necesario agradecer. Por eso, se convierte en una buena ocasión para enseñar a los hijos a valorar los obsequios que reciben, tanto de otras personas, como del Padre. Se hace decisivo entonces, que los chicos conozcan otras realidades, tal vez impactantes, pero

que les servirán para estimular la virtud del agradecimiento; una buena actividad, es compartir con niños de escasos recursos económicos. Solidaridad. La Navidad es sinónimo de solidaridad, de cooperación, de servicio, de sensibilidad ante las necesidades del otro. Ser solidarios con la familia, con quien nos atiende en el supermercado, con el compañero de trabajo, con el anciano que cruza la calle… Durante estas fechas brotan por todos lados las oportunidades para ser solidarios, y aunque están allí durante todo el año, el espíritu navideño hace que los buenos sentimientos afloren y se actúe en consecuencia. Muchas son las personas que por diversas razones no pueden celebrar la Navidad; que sea pues un motivo para vivir la solidaridad en carne propia. Paz y Reconciliación. En Navidad no hay lugar para el rencor. Es el momento propicio para re-

tractarse por una ofensa, para acercarse a quien se ha agredido, también para perdonar y olvidar a quien nos agravió, para sorprender con un gesto cariñoso, para repartir nuestro amor a todos aquellos que nos rodean. Del perdón nace la paz, mensaje que anunciaron los ángeles en Belén. La paz es el estado pleno que se vive cuando hay perdón, donación, gratitud y cooperación; es el producto que surge del conjunto de valores. Navidad es paz, el natalicio de Jesús así lo transmite, es su deseo imperante hacia la humanidad: “paz en la tierra”. Amor y Esperanza. El nacimiento del Niño Dios es la representación majestuosa del amor. Amor simbolizado en José y María, en su pleno abandono para recibir a Jesús en cuerpo y alma. Por ello decimos que la Sagrada Familia es el emblema del amor y de ahí que la Navidad sea la celebración familiar más estupenda del año, puesto que el Niño Dios nace en cada núcleo familiar, como símbolo de esperanza y fortaleza. La Navidad es la ocasión para que aquellas familias que están débiles, se fortalezcan; las que estás apartadas, se unan de nuevo; para las que están heridas, se sanen… En esta Navidad, hagámonos conscientes de cada valor que el Niño Jesús trae al mundo y también llevemos dicha conciencia a la acción.

El arte de educar

13 Auto instrucciones imprescindibles que debes enseñar a tu hijo para tomar buenas decisiones

La primera auto instrucción que debemos enseñar a nuestros hijos es “Me paro y pienso, no hay prisa”. Según el mapa mental de nuestros hijos, cuando se enfrentan a un problema, pueden actuar de dos maneras: reaccionando o respondiendo. Si ante un estímulo reaccionan sin pausa ni reflexión previa, generalmente la decisión que tomen será la más fácil, rápida y cómoda para ellos, sin sopesar consecuencias ni la ecología emocional de la misma. En este caso habrán utilizado un pensamiento egocéntrico, que acabará posiblemente “echando la culpa a los demás” y no asumiendo su parte de responsabilidad si dicha decisión no fue la más efectiva. Si nuestros hijos ante un estímulo se toman un tiempo para pensar, definen el problema y evalúan alternativas, ya no estarán reaccionando a dicho estímulo sino respondiendo de forma reflexiva. Tendrán la capacidad y el tiempo necesario para hacerse las preguntas resolutivas adecuadas. ¿Cómo les ayudamos a que se paren y piensen antes de tomar una decisión? A través de las auto instrucciones. Cuando te enfrentas a un desafío o a una tarea, tu mente se activa y comienza a “hablar consigo misma” de manera

interna. Comienzas a decirte lo que debes hacer y qué aspectos debes tener en cuenta para desarrollar la mejor acción posible. El pensamiento y el lenguaje actúan como reguladores de tus acciones. Por ejemplo, has estado por la tarde en un restaurante y al llegar a casa te has dado cuenta de que ya no tienes el celular. De forma automática piensas “volveré al restaurante porque fue el último lugar donde lo utilicé”. Pero a veces no utilizamos bien nuestro diálogo interior y reaccionamos impulsivamente. Cuando detectas que no tienes el celular, puedes pensar automáticamente “ya me lo robaron” sintiéndote indefensa e impidiendo focalizarte en la vuelta al restaurante. O puedes pensar que “la culpa la tiene tu hija por la tarde que te ha dado”, focalizándote en la búsqueda de culpables más que de estrategias resolutivas. A nuestros hijos les pasa lo mismo. Estas auto instrucciones pretenden enseñarles a utilizar verbalizaciones correctas, las que les acercan a las soluciones más eﬁcientes, las que les hacen sentirse bien en su proceso de pensamiento y con las consecuencias del mismo.

13 auto instrucciones imprescindibles que debe darse tu hijo antes de tomar una decisión Acostumbra a tu hijo a que ante cualquier tarea o desafío se pare y piense. Que se auto cuestione el problema, sus estrategias y su actitud. Para ello, sé modelo y verbaliza en voz alta tu proceso de pensamiento cada vez que te enfrentes a una toma de decisiones. Puede ser en cientos de situaciones cotidianas, desde hacer un pastel hasta revisando el cambio en una tienda. 1. Miro atentamente y me tomo mi tiempo. ¿He visto todos los detalles? ¿Me he ﬁjado en todo lo importante? 2. ¿Qué puedo decir sobre lo que veo? 3. ¿Qué estoy buscando? 4. ¿Qué pienso que está sucediendo? 5. ¿Por qué pienso esto? 6. Lo que voy a hacer o decir, ¿es lo mejor para solucionar este problema? 7. ¿Seguro que no hay una estrategia mejor que la que he tomado para resolver esta situación? 8. Estoy ante un desafío, debo tomarme mi tiempo para pensar. 9. Confío en mí mismo porque ya estuve antes en una situación parecida y aprendí la lección 10. Esto es nuevo para mí, por eso debo pararme a pensar antes de actuar. 11. ¿En qué se parece esta situación a otra que ya haya vivido antes? ¿En qué se diferencia? 12. Estoy tranquilo porque si me equivoco, aprenderé de mi error. 13. Puede que lo consiga o puede que no, pero es divertido intentarlo. Elena Roger Gamir | www.solohijos.com

Cápsulas educativas

En estas todos a ayudar en casa

Tener una casa en orden exige tiempo y esfuerzo, su organización demanda muchas actividades. En la familia hay que tener claro que las tareas del hogar, aunque sea la madre quien vele que todo vaya sobre ruedas, no corresponden solamente a ella o a la empleada que nos ayuda, todos podemos colaborar. Independientemente de si la mamá trabaja fuera o no, o si cuenta con ayuda, por lo general a ella le corresponde lograr que la casa sea un verdadero hogar, pero no debe ser así. La responsabilidad es muy grande y pueden terminar agotadas, alterando a veces la armonía familiar. Por ello las múltiples tareas del hogar deben ser realizadas por todos, incluyendo esposo e hijos y que sobre todo los hijos hombres entiendan que las labores del hogar no son solo de mujeres. La casa es de todos y sacar adelante el espacio territorial contribuye a fortalecer la unión familiar. Pero, sobre todo, es en medio de lavar platos, arreglar camas, cocinar, donde los hijos aprenden a valorar el esfuerzo que los demás hacen por ellos y a ejercitar las virtudes como la

responsabilidad, la solidaridad, la gratitud, la empatía y además les hace sentirse miembros activos, ya que, en parte, depende de ellos el buen funcionamiento del hogar. Parte de estas lecciones serán determinantes para formar una personalidad autónoma basada en el esfuerzo y en la capacidad de valerse por sí mismos. Hacer los trabajos domésticos por los hijos, estando ellos en su plena capacidad, es un gran error. Esto corresponde a una actitud sobre protectora que impide el desarrollo de ciertas virtudes necesarias para la formación humana. ¡Aproveche estas vacaciones para designar tareas a todos! Designe las diferentes labores de acuerdo a las edades de los hijos y plantéelas de manera atractiva.

Mientras más pequeños mejor. Un niño pequeño inmediatamente quiere colaborar. Si espera a que su hijo tenga 12 años no espere que lo quiera hacer a gusto. Ya no estará disponible. Aproveche actividades para fomentar la autonomía: Decir a un pequeño de 8 años “¿serías capaz de preparar tu desayuno?” y celebrar después su logro ayudará a fomentar retos y logros, binomio perfecto para crecer en independencia. Empiece con labores básicas como recoger los juguetes, ordenar la habitación, llevar la ropa sucia a su lugar, poner y recoger la mesa y así, gradualmente, podrá ir aumentando el grado de diﬁcultad y el número de actividades. En el caso de los adolescentes las tareas serán mayores, se les puede enseñar a preparar recetas de cocina, a lavar la ropa, etc. Es importante que los padres muestren cómo se realiza cada actividad, pues los niños necesitan saber con exactitud lo que se espera de ellos. Enseñe un trabajo a la vez para no confundirlos, sobre todo cuando los hijos están pequeños.

V Se mejora la convivencia. Se fortalece la participación de cada miembro. Se respira un ambiente de mayor unión familiar. Se aprende sobre cooperación, autonomía y responsabilidad. Todos aportan, sin importar lo pequeños que sean.

Aproveche este tiempo de vacación para enseñarle a sus hijos por qué ayudar es importante en sus vidas, en este caso se beneﬁcia la familia entera y se sentirán autónomos.

Fundación ICEF

Economía familiar La época de Navidad supone algunos gastos extra para el presupuesto de nuestros hogares. El afán de consumo nos puede llevar a gastar más de lo que se debe. Muchas veces no hay aguinaldo que cubra las múltiples cuentas porque la improvisación fue la guía y eso, en finanzas, trae muchos dolores de cabeza. Una palabra clave para mantener el control es planiﬁcar. Algunas personas se emocionan comprando y se olvidan de controlar los gastos. Para evitar inconvenientes después de las fiestas es preferible planiﬁcar desde el principio. Recurrir a la tarjeta de crédito sin hacer un presupuesto no es la solución, establecer

una suma de dinero límite si y le ayudará a cubrir todos sus gastos dentro de su límite financiero. Gastos a presupuestar: Decoración del hogar. Desde el Árbol hasta el último detalle de decoración implica gasto. Lo mejor, si contamos con presupuesto limitado, es reciclar lo que tenemos. Si deseamos dar un nuevo look a la casa, y contamos con fondos para ello, fijemos un límite y no nos pasemos de él. ¿Qué incluir? Árbol y sus adornos, arreglo del Nacimiento, centros de mesa, mantelería, etc. Cenas e invitaciones. Hay que calcular los gastos, tanto de

las reuniones que tendremos en casa (regular los menús y el número de invitados), como de las que asistiremos (elegir un detalle para compartir: botella de vino, postre). Recuerde que lo más importante es disfrutar la compañía. Ropa. Mientras más actividades programemos más necesidad de gastos de ropa y arreglo personal tendremos. Determine cuántas actividades suele tener y cuánto puede gastar por actividad para que se haga una idea cierta de lo que necesita destinar para este rubro. Los regalos. Este puede ser el gasto más relevante. Quisiéramos dar regalo a todos, pero muchas

veces el dinero no alcanza. Por ello conviene hacer una lista de personas para tener claridad de a quiénes se les desea regalar. Establece cuánto puedes gastar en total y ponle una cantidad a cada regalo. No es que el cariño tenga un precio, pero tampoco podemos “medir” el cariño por el tamaño del regalo. Recuerda que el cruce de regalos son una demostración de afecto, no es la esencia de esta celebración, lo que vale es el acto de generosidad y el amor que el otro nos transmite a través de su presente. Suple con el ingenio el gasto excesivo. Internet está lleno de opciones económicas que mezclan mucho amor y bajo precio.

Otros. Dependiendo de las situaciones personales algunas familias deben prever gastos como desplazamientos fuera o dentro del país, alojamiento de familiares, lo cual incrementaría las compras del supermercado. Si este es su caso tome en cuenta este rubro. Imprevistos. En todo presupuesto siempre se debe considerar un porcentaje, 10% del total es el mínimo sugerido, para enfrentar cualquier imprevisto. Así estarás tranquilo sabiendo que tiene fondos para alguna emergencia que se presente. Si no se gasta, volverá a la cuenta de ahorros.

Ideas para ahorrar Anticiparse a la temporada y realizar las compras semanas antes de la Navidad, puede ser una forma de organizarse para distribuir los gastos. En la semana de Navidad las prisas nos hacen comprar sin pensar. Recupere el amigo secreto. Si en la familia existe la costumbre de regalar a todo el mundo, el desembolso puede ser muy alto. La opción del “Amigo secreto” puede ser muy ventajosa. Cada miembro de la familia regala tan solo a otro, lo que nos permitirá ahorrar al mismo tiempo que hacerlo más divertido y emocionante. Una colaboración de Margarita de Jiménez. Master en Asesoramiento Educativo familiar.

¡Participa para ser el Empleado del Año! ¿Tienes problemas para destacarte en tu empleo? ¿Sientes que tu trabajo no es apreciado por tus superiores? Aprende qué cualidades tienen los empleados más valorados de las empresas.

Entusiasmo. Si quieres demostrar que eres la persona idónea para ocupar tu puesto de trabajo es necesario que realices tus tareas con entusiasmo. Aunque muchas de las obligaciones laborales puedan parecer aburridas o monótonas, siempre existen formas de hacerlas más llevaderas. No dudes en plantearle tus proyectos e ideas a tu jefe.

Eﬁciencia. Esfuérzate por ser la persona más eﬁciente de tu equipo. Esto no quiere decir necesariamente que tengas que convertirte en un robot de productividad, pero sí que puedas cumplir con tus tareas en tiempo y forma. Además, debes poder demostrar que tienes la capacidad de ser proactivo en la resolución de problemas inesperados.

Excelencia. No te conformes con hacer las cosas a medias. Si quieres superarte en tu carrera es esencial que siempre apuntes a la excelencia en todo lo que hagas. Esta es una actitud que seguramente te hará destacar del resto y demostrará a tu jefe que eres un empleado valioso.

Puntualidad. Los empleados eﬁcientes entienden la importancia de llegar puntualmente al trabajo. Esto no sólo demostrará responsabilidad de tu parte, sino que también hará que aproveches mejor las mañanas que suelen ser el momento más productivo del día.

Trato agradable. A nadie le gusta trabajar con personas antipáticas o desagradables. Intenta no quejarte todo el tiempo y ayudar a tus compañeros de trabajo cuando lo necesiten. Aunque parezca mentira, la amabilidad y solidaridad no abundan en los ambientes laborales, por lo que tus buenos modales16 harán que seas apreciado por los que te rodean.

Familia digital

¿Contraseñas y ﬁltros? Comencemos por los padres

Para garantizar la seguridad de una casa, se pueden utilizar muchos métodos: cerrojos, candados, cámaras ocultas, lectores de retina, y cuanta técnica soﬁsticada pueda venirse a la cabeza. Pero tantos esfuerzos serán inútiles si los que están dentro no enseñan a los niños a cerrar la puerta.

Suena evidente, pero no deja de ser una verdad. Así lo refleja el más reciente estudio de Microsoft sobre seguridad en línea: los padres son los actores más decisivos para mantener seguros a los jóvenes en la red. Las empresas de seguridad, los profesores, los filtros, todo eso viene mucho después. Los resultados de la encuesta de Microsoft se basan en las respuestas de casi 12,000 personas de 14 países. Pero más allá de los números, uno de los elementos más interesantes que se desprende de este estudio es el binomio responsabilidad-confianza: es decir, no se habla simplemente de “a quién le toca” cuidar de los niños, sino sobre todo de “quién es más capaz de hacerlo”. Los padres recibieron el puntaje más alto no por su obligación, sino sobre todo por que reciben un voto de confianza mucho más profundo.

sus padres puedan orientarle sobre las medidas de prudencia que se deben tomar en la carretera. Así lo piensa Amanda Azeez, de la National Society for the Prevention of Cruelty to Children del Reino Unido. Su propuesta es que los padres deberían mantener conversaciones abiertas con sus hijos sobre el uso que dan a Internet al menos cada dos semanas. De ese modo se pueden aprovechar mejor las posibilidades que tienen los padres de inﬂuir positivamente sobre sus hijos, pero también se puede facilitar que los padres estén al día sobre las redes sociales que están de moda -porque esto cambia rapidísimamente- y también sobre las implicaciones que puede tener su uso entre los menores de edad. No en vano, la más reciente encuesta de la organización para la que trabaja Azeez mostró que dos tercios de los niños utilizan redes sociales y aplicaciones

Ahora bien, ¿qué hacer para aprovechar esa oportunidad? Si los hijos supuestamente saben más del mundo digital que los padres, ¿cómo ayudarles realmente?

aunque no tengan la edad mínima que se requiere para registrarse. Sin duda alguna, esa es una pista a seguir. Si la mayoría de los jóvenes ven en sus padres un interlocutor de confianza, y esa confianza se alimenta y se retribuye, será mucho más fácil mantener ese diálogo abierto que permita orientar, pensar juntos, llegar a acuerdos, establecer reglas pertinentes y reorientar errores o conductas de riesgo. Las contraseñas y los filtros son herramientas válidas, pero como dice el refrán popular, “es mejor la seguridad que la policía”. En el caso de la vida online, la seguridad pasa en gran medida por el modo en que los padres saben aprovechar la confianza que naturalmente les conceden sus hijos. Sólo a partir de ahí comienza la reflexión sobre filtros y contraseñas. De nada sirve pensar en los candados sin antes haberles enseñado a cerrar la puerta. www.interaxiongroup.org

La respuesta no está tan a desmano: aunque los hijos sepan más de cosas técnicas concretas, la sabiduría y la posibilidad de guía de los padres se nutre de otros elementos que son también necesarios para la navegación. Un adolescente puede saber mucho de motores y conocer las últimas novedades tecnológicas del más reciente modelo de Ferrari, pero eso no excluye que

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Caminando vale la pena Inicio : FEBRERO 2018

Lugar: Fundación ICEF (pje 8, 152, col San Benito) Inversión: Inscripción $10 | Pago único $50.00 Aceptamos pago con tarjetas de crédito

Temario:

Más allá de las palabras

¿Será suficiente el amor para perdonar?

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En familia

Las relaciones familiares… �

Ser feliz, uno de nuestros anhelos más deseados, es un estado que demanda equilibrar aspectos psicológicos, físicos, mentales y sociales. Varía para cada persona según cómo se sientan y la armonía con la que vivan. Influye desde tener cubiertas las necesidades básicas, sentirse querido y aceptado, hasta realizar una labor con dedicación y compromiso, ver cumplidas las metas o disfrutar los buenos momentos. En este contexto, las buenas relaciones familiares son deﬁnidas por muchos como una fuente importante de felicidad, más allá del dinero, el trabajo o las buenas condiciones materiales. La familia puede proveer los insumos necesarios para establecer vínculos afectivos fuertes, estables y gratiﬁcantes que lleven a experimentar la sensación de amor, seguridad y protección incondicional. Esto se traduce en un estado general de bienestar emocional y percepción de satisfacción. Pero la felicidad familiar no es una condición dada. Sacar adelante un proyecto afectivo conjunto y crecer positivamente como familia no ocurre solo ni de manera espontánea. Es algo que se conquista día a día con esfuerzo, decisión y voluntad.

Vivir bien en familia es el resultado de un proceso de aprendizaje que exige que cada uno de sus miembros se esfuerce por identificar y poner en práctica actitudes que permitan desarrollar el talento familiar y su gran capacidad para experimentar amor, ternura, consideración y empatía de manera constructiva. La felicidad familiar pasa por entender: Que las personas son diferentes, y esto no tiene que ser una razón de distancia y confrontación. Que la alegría, la ilusión, la esperanza y el regocijo hacen parte de su dinámica, pero también la tristeza, el agobio, la rabia, el dolor o el sufrimiento. Que el conﬂicto es parte de la dinámica de todas las familias, pero que es posible hacer inversiones inteligentes y positivas

para la resolución de los problemas y elegir la forma más efectiva, sencilla y menos costosa de entenderlos y manejarlos. La buena vida familiar está lejos de ser perfecta A diario en la convivencia nos enfrentamos a diferentes circunstancias que ponen a prueba el amor, la paciencia, la tolerancia y la capacidad de autocontrol de cada miembro de la familia. La clave está en alcanzar el equilibrio cuando tenemos diﬁcultades. El reto de llevar una buena vida familiar radica más en una visión optimista y amable, al igual que en los recursos de la familia. La buena noticia es que la mayoría de las veces no se necesita hacer grandes cambios, se trata más bien de acciones sencillas, de prácticas cotidianas y positivas como: Reconocer y apreciar las cosas buenas de la familia Generar buenos ratos compartidos Dar apoyo y compañía en los momentos difíciles Promover encuentros amables en familia Mostrar interés por el otro Cuidarse mutuamente o disminuir el estrés. Esto, sumado, aumenta la probabilidad de felicidad. www.inteligenciafamiliar.com

Equilibrio familia-trabajo

Buenos consejos para equilibrar

El estrés de un fuerte día laboral puede afectarte en más de un sentido. Hay personas que llevan los problemas laborales a sus hogares y tienen discusiones familiares debido al trabajo. Mucha gente deja de pasar tiempo con sus hijos porque el tema laboral ocupa gran parte de su agenda. Para encontrar un equilibrio entre ambos te proponemos, en este artículo, algunas ideas. 1. Establece prioridades. Si bien no debemos descuidar la familia y el trabajo, siempre hay que tener prioridades cuando ambas se juntan. Si tu hija está enferma, es más importante faltar el trabajo y quedarte a cuidarla. Si estás cansado/a y quieres estar en tu casa con tu familia, pero tienes una importante reunión laboral, el trabajo pasa a ser más importante. Cada uno elige sus propias prioridades. 2. Respeta tus días libres. Si eres de las personas que sigue pensando en el trabajo cuando llega el fin de semana, entonces es algo que deberías intentar cambiar. Los días libres o feriados son ideales para pasar tiempo y disfrutar con tu familia.

5. Realiza primero lo más importante en la oﬁcina. No trates de quedarte hasta más tarde haciendo cosas que no son de ese día o no son de suma importancia. Realiza lo que sea urgente y luego vete a tu casa a disfrutar de tu familia. 6. Comparte responsabilidades en casa. No trates de realizar todas las tareas del hogar tú misma. Conversa con tu pareja y dividan las tareas de la casa para que tengan más tiempo de aprovecharlo juntos o con sus hijos.

3. Establece metas. Al inicio de cada mes, es importante que te pongas metas tanto en el trabajo como en la familia. Divide y organiza tu agenda para cumplir con ambas partes. 4. Arma una agenda. Es importante salir a comer o ir al cine con tu familia de vez en cuando. Separa en tu agenda un día familiar cada semana y asegúrate de que nada interrumpa esa salida. De esta forma tus hijos o pareja sabrán que son importantes para ti.

7. Delega en el trabajo. Si tienes la capacidad de delegar funciones en tu trabajo, hazlo. No creas que será mejor que hagas todo tú, debes confiar en los demás y dejar que colaboren contigo. Así la carga laboral será compartida y podrás salir más temprano de la oﬁcina. 8. Cuídate. Si bien es bueno pensar en la familia y en lo que tus hijos o pareja quiere, también es bueno pensar en uno mismo y dedicarte tiempo para poder cuidarte. Un rato de caminata funciona para bajar el estrés.

Decoración

Decorar con verdadero sentido de Navidad

El tiempo de Navidad, que empieza con el primer domingo de adviento y termina el 2 de febrero con el día de la Candelaria, tiene su cúspide el día 25 de diciembre cuando la Cristiandad conmemora el Nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo. Dada la trascendencia de esta fecha la humanidad entera entra, a partir del primer Domingo de Adviento, en un tiempo de espera y júbilo por tal acontecimiento. Actualmente la celebración de la Navidad se ha convertido en un evento comercial, donde la decoración se ha llevado a verdaderos montajes, en muchos casos de muy mal gusto, que nos llevan a ponernos unas cargas enormes de trabajo y gasto. La común frase de muchas personas es “Ya terminé de poner la Navidad” pero llegamos a las casas y nos tenemos que esforzar por encontrar un pesebre, un niño Dios.

Han invertido esfuerzos y recursos increíbles sin un propósito. ¿Dónde quedaron los bellos chiriviscos llenos de algodón con bombas de colores, la rama de pino que llenaba nuestra casa de olor a navidad? En esta Navidad les invito a que planeen su decoración Navideña con el único propósito de recordar lo que se celebra y por qué se celebra. No hay una manera específica para decorar en Navidad y para mí el mejor consejo que les puedo dar es que ¡volvamos a poner de moda una Navidad cristiana! no una Navidad de consumismo. Para lograrlo: Llene su casa de: Pesebres, imágenes del Niño Dios, pascuas, guirnaldas de follajes naturales, que su casa sepa y huela a Navidad. Hoy día es súper fácil encontrar el tradicio-

nal olor a Navidad en cualquier lugar que venda aromatizantes. Llene su casa de amor de Navidad: que siempre suene un lindo villancico, que el día que pongamos la Navidad sea un acontecimiento de júbilo familiar. Que cada quien saque su ornamento favorito que le traiga bellos recuerdos de antiguas Navidades llenas de anécdotas y de cosas ricas que saboreamos y lindos momentos compartidos. Decore su árbol para que recuerde la esperanza. Use lindos colores. Les recomiendo poner ramas de ciprés entre medio de las artiﬁciales para olor. Se van a secar y va a haber un poco de basura, pero el olor tan agradable vale la pena. El truco secreto en el trópico es estarlas renovando pues se secan. Esmérense en su nacimiento, en su menú, canten villancicos, es una bella tradición que se ha extinguido. Una colaboración de Sara de Sol. Decoradora de interiores. 503 74692470

La lactancia materna es lo mejor para el lactant e

EEncuĂŠntralo nc en supermercados y farmacias del paĂ

Consejos familiares

Propósitos familiares de Año Nuevo

Cada nuevo año nos proponemos nuevas metas y desafíos. Luchar en solitario por alcanzarlas puede ser difícil y suelen abandonarse. ¿Por qué no luchar con tu mejor equipo? Tu familia. Cuando varios intentan objetivos comunes suele ser más fácil darse ánimos, alegrarse de los triunfos, logrando así esos cambios positivos en la vida personal y familiar. Hacer resoluciones familiares nos ayudará a crear metas y objetivos de todos los integrantes de la familia en conjunto. Nos ayudaremos unos a otros a cumplir y superar las metas propuestas, y le mostraremos a nuestros hijos cómo lograr los objetivos que nos proponemos. Te presentamos 4 pasos para crear resoluciones familiares de Año Nuevo y algunos consejos que te ayudarán a cumplirlas.

Comunícate: Si las resoluciones de este año van a ser familiares, tienes que persuadir a toda tu familia (o al menos explicarles) por qué esto es una buena idea. Hay muchas resoluciones o metas que te puedes proponer, habla de ellas en familia y ve que es lo que tus hijos esperan para el nuevo año.

Elabora Planes de Acción: Una vez que las distintas metas hayan sido evaluadas, decide un máximo de 5 o 6. Cada una es un objetivo y para lograrlo hay que poner los medios, sino se quedará en un ideal. Por ejemplo, tal vez nos gustaría pasar “más tiempo familiar” pero serán los medios los que concretarán este objetivo: Ver películas en familia una vez al mes, cenar juntos 2, 3 veces a la semana o siempre… Todo va a depender de tu situación.

Hacer más deporte o salir a jugar fuera de casa. Ver menos televisión. Cenar juntos al menos 3 veces a la semana. Comer más vegetales y frutas. Organizar citas entre miembros de la familia. Por ejemplo, cada mes uno de los padres tendrá una cita con uno de los hijos. El tiempo uno a uno es impagable y tus hijos disfrutarán tener el 100% de tu atención. Hacer más actividades de voluntariado. Ser más amable con otros. Dormirse más temprano. Aprender nuevos hobbies. Inscribirse a una maratón o caminata familiar y terminarla todos juntos. Aprender juntos algo nuevo (cada integrante de la familia puede decidir una habilidad, como por ejemplo aprender un idioma o aprender a tejer). Ordenar la casa. Reciclar. Declarar días u horas familiares para cada semana. Cada integrante de la familia tendrá la posibilidad de decidir la actividad semanal. Tomar más agua y menos bebidas o jugos dulces.

Planiﬁca: A veces tenemos tantas cosas que hacer, que sentimos que no tenemos tiempo y que las semanas se pasan “volando”. Por eso, debes organizarte. Una buena forma de hacerlo es imprimiendo un calendario para cada mes y escribir en él tus citas familiares, noches de película, días de ejercicio, etc. Recuerda que nunca tendrás tiempo extra, por lo que el tiempo para estas actividades importantes que te ayudarán a cumplir tus resoluciones familiares debes planiﬁcarlo.

Persevera: Habrá caídas y tus resoluciones no se van a cumplir de inmediato ya que por lo general son cambios y el cambio puede ser difícil. Lo importante es que después de la caída sigas y analices que fue lo que condujo a ella, de esta forma puedes hacer cambios y aprender. La ventaja de hacer resoluciones familiares es que más de un miembro de la familia está haciendo un esfuerzo por cumplirlas, quizás un día tus hijos sean quienes te den la fuerza y el ánimo para llevar a cabo una actividad que parece difícil. La idea es apoyarse unos a otros y todos juntos cumplir las metas que se han propuesto.

Participar en las tareas de la casa

24 horas sin pantallas cada 2 días

No t.v No tablet No móvil No e-juegos

Jugar

Con papá Con mamá Con hermanos Con amigos Con niños que aún no son mis amigos Con toda la familia

IR Al parque Al campo A la playa

ACTIVIDADES

2018

Para... Correr Saltar Mover el cuerpo

Dibujar

Aburrirse para que salte la palanca de la imaginación

Leer @somos_inteligenciaemocional

Educando adolescentes La función esencial de la etapa adolescente es la transición progresiva desde la infancia hasta la adultez. Los adolescentes aprenden a ser mayores de forma gradual, desarrollando capacidades y asumiendo responsabilidades propias de la vida adulta. En todo adolescente existe un poderoso impulso hacia la madurez propia del estado adulto. Este impulso interior permite hacer frente a muchos obstáculos que surgen a lo largo del proceso de maduración. Algunos de estos obstáculos están dentro del adolescente: pereza, impaciencia, inconstancia, comodidad, etc., otros están en el ambiente: errores en la educación familiar, malas amistades, etc. A los hijos hay que plantearles la adolescencia como un RETO APASIONANTE que deben afrontar: una buena transición a la vida adulta (no cualquier transición). Hay que despertar en ellos la ilusión de ser mayor, aunque no de cualquier modo ni antes de tiempo. El reto de los hijos Los adolescentes se muestran, inicialmente, como seres blandos y ﬂojos, pero son capaces de movilizar todas sus capacidades potenciales, sus energías dor-

El adolescente y sus retos midas, cuando la tarea a realizar se les presenta como un RETO. Los padres deben saber explotar el interés del hijo adolescente en no ser visto como un niño para conseguir que, de hecho, deje de serlo. Hay que tratarle como a alguien que se está haciendo mayor. Ya no es un niño, todavía no es mayor, pero está en camino de llegar a serlo. Para afrontar con esperanza de éxito el reto y la aventura de hacerse mayor, el hijo adolescente necesita saber distinguir entre buenas y malas formas de ser mayor, lo cual no quiere decir (como ellos creen) saltarse normas y reglas vividas en la familia y la escuela; ni liberarse de deberes o en rechazar la autoridad de padres y maestros. Para ser mayor es esencial CRECER EN LIBERTAD RESPONSABLE. La libertad es un regalo con el que cuenta la persona por el hecho de ser persona; pero es también una tarea encomendada. Puede y debe crecer a lo largo de toda la vida, pero hay una etapa en la que ese crecimiento es más viable: la adolescencia, transición a la vida adulta. La capacidad de aceptar nuevas responsabilidades; de hacer lo que no nos gusta, por sen-

tido del deber; de asumir las consecuencias de las propias decisiones; de responder de nuestros actos ante los demás, es la libertad responsable que todo adolescente debe alcanzar. El reto global del adolescente es el resultante de retos parciales que hay que ir afrontando de forma progresiva. Por ejemplo: ¿Eres capaz de ser tú mismo (en la forma de pensar, hablar, vestir, divertirte, etc.) sin dejarte arrastrar por el grupo de amigos o por la moda del momento? ¿Eres capaz de afrontar los problemas de tu vida sin pretender que tus padres te lo resuelvan todo? El reto de los padres La adolescencia es un reto educativo para los propios padres. Llegar a conocer como es su hijo; saber cómo tratarlo en cada momento; averiguar a qué tipo de estímulos responde mejor; conﬁar en él a pesar de sus errores; saber esperar su crecimiento sin impaciencias ni excesivos temores; saber ayudarle sin rechazos; aceptar positivamente que se va separando progresivamente de sus padres; animarle a saltar si tiene miedo a salir del nido. Plantear la educación de los hijos adolescentes como un reto para los propios padres ayuda a desdramatizar esa tarea y a realizarla con ilusión, sentido del humor y espíritu deportivo.

Lectura recomendada: El adolescente y sus retos. La aventura de hacerse mayor. Gerardo Castillo Ceballos (Ediciones Pirámide)

Consejos médicos

Los 7 hábitos saludables

Todos nos hacemos propósitos ante cada nuevo año que comienza y las dietas no pueden faltar pero, por qué en lugar de centrarnos en una dieta no buscamos mejor un estilo de vida que desarrolle hábitos saludables y así evitar las dietas. 1. Tomar un vaso de agua al despertar y mantenerse hidratado durante el día. Un buen vaso de agua al despertarse asegurará el primer suministro de líquido de la jornada y nos dará el empuje necesario para empezar un buen día. Es importante saber que el color de nuestra orina es un indicador natural de nuestro estado de hidratación. Mantener el color de la orina en un amarillo claro y trasparente es señal de que nuestro cuerpo está bien hidratado, una orina oscura es señal de que nos falta agua. 2. Treinta minutos de ejercicio al día. Sobre todo, si tu vida es sedentaria, es necesario romper la inactividad y destinar por lo menos 30 minutos al día para hacer alguna actividad física. Si no lo logras y trabajas en una oﬁcina, es importante levantarse cada hora del escritorio durante 3 a 5 minutos, aunque sea para dar una vuelta a la oﬁcina o subir y bajar escaleras un par de pisos, para evitar estar sentados todo el tiempo.

3. Duerme siete u ocho horas cada noche. La falta de sueño causa irritabilidad nerviosa, falta de concentración y disminución de la productividad en la vida y en el trabajo, interﬁere en la memoria y en el adecuado funcionamiento de nuestro sistema inmunológico o de defensa. Cada persona tiene su número de horas de sueño necesarias, las cuales varían entre 6 y 9 horas por noche. Encuentra cual es la tuya y respétala, esperando con ansias la hora de irte a la cama preparando tu dormitorio para el descanso. 4. Modera las porciones en tus comidas. Este es otro de los grandes problemas de la sociedad moderna: comer los alimentos equivocados y consumirlos en exceso. Revisar nuestras porciones evitará el sobre peso desde la infancia. Disminuir la cantidad de comida que se consume es una necesidad absoluta y debe empezar en casa. 5. Elige verduras antes que carnes o snacks procesados. Alimentos enlatados, embotellados y en bolsas plásticas, alimentos “listos” para ser puestos en el horno o en el microondas, bebidas excesivamente azucaradas y alimentos relativamente baratos llenos de grasa, azúcar y sal son consumidos ávidamente por gran parte de la sociedad moderna. Cocina diariamente, usa ingredientes frescos, come poco y en compañía y elige una mayor cantidad de frutas y verduras. 6. Maneja bien tu estrés. Aprende a organizarte y a relajarte. Aprender a reconocer “la raíz” del estrés, enfrentándolo con un plan de solución a corto, mediano y largo plazo. Organiza tus actividades en la casa y en el trabajo y programa un tiempo para la diversión. Esto es fundamental para combatir el estrés.

7. Hazte un chequeo médico al menos una vez al año. Este consejo es vital si queremos llegar a viejos lo más jóvenes posibles. Tener la buena costumbre de visitar al doctor una vez al año para una conversación,

un examen clínico completo del cuerpo y el uso de algunos exámenes de laboratorio pueden hacer que algunas enfermedades se descubran a tiempo, antes de que causen complicaciones, lo que puede salvar nuestras vidas.

Cocina familiar

P Ingredientes: 2 piezas de Pollo 1 cucharadita de Cebolla Molida 1 cucharadita de Sazonador Italiano 1 cucharadita de Sal con Ajo ½ cucharadita de Paprika Pimentón Español 3 cucharadas de Aceite de oliva

Preparación: 1. Precalentar el horno a 375°F. Mezclar la cebolla molida, sazonador italiano, sal con ajo y pimentón español en un tazón pequeño. 2. Colocar el pollo en una bandeja para hornear y cepillar con aceite cada pieza. 3. Cubrir el pollo con la mezcla de manera uniforme. 4. Hornear de 40 a 45 minutos o hasta que el pollo esté bien cocido. 5. Servir caliente acompañado de verduras o arroz.

Ingredientes: 1 libra de Harina Suave 1½ unidad de Barra de mantequilla 9 cucharadas de Azúcar 1 cucharada de Extracto de Vainilla McCormick 1 cucharadita de Canela Molida ¼ cucharadita de Nuez Moscada Pizca de Sal Cantidad necesaria de Azúcar glass para decorar 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7.

Preparación: Batir la mantequilla junto al azúcar y cremar. Agregar la vainilla y seguir mezclando. Incorporar los ingredientes secos. Se debe obtener una masa homogénea. Dejar reposar la masa por una hora y posteriormente darle forma, aplanar la masa con un dedo de espesor, cortar la masa con cortadores de galleta. Colocar en una placa engrasada o con papel antiadherente y hornear a 180°C durante 10 minutos aproximadamente, hasta que estén doradas las galletas. Sacar del horno y deje enfriar. Recetas cortesía de McCormick Decorar con azúcar glass.