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Daniela Gutierrez Gerenta General de la Fundación Medifé
Daniela Gutierrez
Gerenta General de la Fundación Medifé
Pienso estas líneas sobre el porvenir en el cruce entre cultura y salud, como lugar que me es familiar, propio. Sin embargo, termino de escribir la palabra “porvenir” e intuyo que ni ella ni yo seremos las mismas para cuando este libro esté circulando. O después, o nunca. Sospecho que cuando todo pase, el antropoceno postpandémico habrá también acuñado su propio repertorio lexical y palabras olvidadas reaparecerán, se inventarán otras y nuevos sentidos vestirán como convenientes sayos a nombres y verbos que solíamos pronunciar hasta ahora.
Estoy trabajando en mi casa, no en mi oficina. Soy gerenta de la Fundación de una empresa de salud y este tiempo me interpela de muchas maneras. Decía más arriba cosas sobre la lengua que viene, la nuestra –la propia y la común- pero todas las demás. Y me aferro a las preguntas porque son caminos que, aunque no sepamos dónde nos llevan, tienen la fuerza de un motor. Martín Kohan dice en su artículo: “no se sabe nada”, y elige decirlo de manera taxativa. Lo celebro porque es valiente y honesto. José Emilio Burucúa acerca a mi oído la humanalidad, y creo que por ahí irá algo del porvenir. Pequeñas miguitas de pan en el sendero de la lectura.
Mi trabajo en los últimos años ha sido pensar desde mi responsabilidad en la organización que gerencio, la mejor articulación posible y deseable entre salud y cultura: ningún blablablá, sino acciones. Una tangencia visible que busca expandir el concepto “salud” más allá del mero cuerpo, su vida biológica y sanitaria; dilatar su sentido hacia otros modos de estar en el mundo, hacia múltiples experiencias de ideas y belleza que lo liberen de su destino de herramienta y de máquina.
Este libro es una producción polifónica, de voces, sus registros y escrituras. Hay también imágenes para pensar, y autores citados en casi todos los trabajos. Que hayamos podido reunir estos textos en estos días reafirma para mí una idea obvia y vieja pero que hoy se me antoja potente: la cultura lo ha hecho desde siempre; profetiza lo que ya ocurrió. En La guerra de los mundos un ejército de conquista, artefacto destructivo global, muere sencilla y silenciosamente porque no tiene sistema inmunológico para vivir en la tierra. En la atroz película de Emmerich El día de la Independencia el asunto es similar. Una oscura y gigantesca máquina de guerra alienígena invade la tierra. Enormes y silenciosas naves ingrávidas cubren ciudades enteras, con armas de destrucción masiva, campos de fuerza inexpugnables y navecitas de caza que salen de la matriz y logran velocidades hipersónicas y escupen sus rayos letales. Y así podría seguir con tantísimos ejemplos: lo hemos visto todo.
Regreso al punto en que esa idea de cultura se pueda encontrar con la idea más abarcadora y rica de “salud”; pasará la Pandemia como ya otras tantas veces. Dejará un mundo que “no sé”, pero pienso y deseo y trabajo para que el porvenir sea narrar lo que fue, descubrir lo que ya no tiene que ser y abrir preguntas y recorridos hacia un mundo más humanalizado, más justo, más reparador. Para Fundación Medifé ese es un proyecto.
Por último, celebro que todos los autores convocados hayan aceptado participar en este libro digital, cada uno de ellos enriquece la producción colectiva. Asimismo, Fundación Medifé agradece a todo el equipo del Ministerio de Cultura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires por la invitación a trabajar juntos y a Enrique Avogadro por liderar la iniciativa. ◆