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Historia Festival Internacional Arte en Mayo
“La Confianza en NUESTRO DIOS y la inclinación hacia los desamparados y compartir lo que se tiene” es la filosofía de la familia Rozas-Botrán, cuyas raíces sociales surgieron hace más de cien años con doña Lina, bisabuela de Jose Rozas-Botrán a principios del siglo XX, posteriormente Clarita de Botrán, hija de doña Lina prosiguió con el ejemplo al atender personalmente a los más necesitados. Amparito Botrán, hija de doña Clarita, formó una familia con Ramón Rozas Sobrino (España). Ambos asumieron el compromiso con ese servicio, el que han transmitido a sus hijos. Siguiendo la huella, Jose Rozas-Botrán siendo sumamente joven, promueve el arte desde 1985 y en 1994 formó la Fundación Rozas-Botrán con el objetivo de “hacer el Bien”.
Para emprender un movimiento de apoyo eficiente a distintas organizaciones de servicio social, la Fundación Rozas-Botrán organizó festivales anuales que fusionaron arte antiguo y contemporáneo, el primero en 1999 hasta el 2003 con esas características. Precisamente en el 2003 se inicia el sueño del Campus Médico San José. La mística de servicio y un fuerte vínculo con la cultura y la ciencia afianzan el trabajo de la Fundación, que ha logrado una noble alianza con artistas visuales centroamericanos, panameños y de otras latitudes.
En el 2004, cuando el Festival llegó a su sexto aniversario, el Museo Nacional de Arte Moderno “Carlos Mérida” otorgó sus instalaciones para el evento anual. Ese año se coordinaron muestras simultáneas en la Aseguradora General, zona 10 y en la Fundación G&T Continental, zona 9. La actividad pasó a llamarse Arte en Mayo.
Se exhibió en el Museo hasta el 2015. En el 2016, se abrió una nueva etapa. Esta vez, el Festival se hizo en casa, con la certeza de ofrecer tres espacios idóneos, con museografías adecuadas a la diversidad de propuestas artísticas: las galerías de la zona 14, Paseo Cayalá y posteriormente el Museo UNIS Rozas-Botrán que dio cabida a performances e instalaciones. En el 2020, la crisis sanitaria causada por el COVID provocó reflexiones profundas sobre necesidades de la humanidad que han estado latentes.
El distanciamiento físico evidenció el significado de las disciplinas culturales que pueden producir un efecto calmante en los seres humanos. Los protocolos de seguridad nos colocaron en un escenario diferente, invitándonos a la creatividad. Arte en Mayo estuvo en la Galería de la zona 14 y llegó al público a través de plataformas digitales.
En 2021 y 2022, exploramos una vez más la hibridación entre el espacio físico y el espacio digital para llegar a un público diverso. Con estas experiencias, comprobamos que la existencia de límites físico-museográficos impulsa al espectador a entablar comunicación directa con el arte.
Hoy, cuando cumplimos 25 años de realizar estos eventos, confirmamos nuestra visión del arte como un camino certero para humanizar la vida contemporánea. Cabe mencionar que las exposiciones quedan registradas en catálogos ilustrados que aportan información a la historia de las artes visuales y que, a partir del 2013, circula un catálogo digital por las redes sociales.
Arte en Mayo se ha establecido en el ámbito cultural centroamericano como un referente de prestigio. Es un programa que nos involucra y compromete con los anhelos y esperanzas del prójimo. Los invitamos a celebrar este acontecimiento que cambia vidas.
Jose Rozas-Botrán