Pueblo en armas N01

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Al Señor G eneral M ariano M ontilla. Mí querido general: Le he escrito a Vd. el otro día una carta repitiéndole lo que ya debe Vd. saber, y ahora no puedo menos que recomendar a Vd. de nuevo que me mande volando las tropas que le he pedido; que reemplace sus bajas, que asegure a los traidores con medidas enérgicas, y que esté preparado para una invasión española; porque no será extraño que, en medio de estas circunstancias, nos invadan para llamarnos la atención por el Norte y por las costas. Pasado mañana marchan 700 hombres de “Vargas” para el Sur, y y j mismo parto con ellos con ánimo de dirigir de cerca las operaciones del general Córdoba, que irá a reconquistar el Cauca, las que podrán extenderse si fuere preciso hasta el Ecuador. En el caso de que los peruanos nos ataquen, tengo ya previsto reservas convenientes, y además están en marcha cerca de 3.000 hombres para invadir el Cauca, aunque no todos van ahora, y no se espera más que lleguen aquí los granaderos y los dragones, para que sigan al Sur. Yo fijaré mi cuartel general en Neiva para disponerlo todo desde un punto central. Redoble Vd. de vigilancia y de energía en estas circunstancias; mire Vd. que son muy difíciles y requieren todas nuestras fuerzas morales y físicas, a fin de vencer todos los obstáculos; yo por mi parte, he mandado mover toda la república, y cuento con 10 o 12.000 hombres en campaña por esta parte, y no dudo que venceremos al Demonio, porque felizmente me atacan por mi fuerte, que es la guerra, contando, por supuesto, con mis amigos del Magdalena, de Venezuela y del Sur. Dará Vd. muchas expresiones a mis amigos, y cuente Vd. con el corazón de quien más le ama. BOLÍVAR. Cuidado con San Demonio. Cuidado con levantar mucha tropa y afuera enemigo. Estas dos últimas líneas de letra de Bolívar, están tachadas por el mismo. CARTA DEL LIBERTADOR SIMÓN BOLÍVAR AL GENERAL MARIANO MONTILLA, FECHADA EN BOGOTÁ, 28 DE NOVIEMBRE DE 1828


Editorial

Contenido 03

GUERRA POPULAR Y UNIÓN CÍVICO - MILITAR

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AYACUCHO: LA BATALLA FINAL

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LA DOCTRINA BOLIVARIANA Y EL PODER NACIONAL ALÓ TEÓRICO Nº 5

19

SOCIALISMO Y LA DEFENSA NACIONAL

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EL EQUIPO DE COMBATE RATNIK

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203 AÑOS DE LA FIRMA DEL ACTA DE INDEPENDENCIA

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ALGUNOS CONCEPTOS DE GUERRA EN EL MUNDO DEL SIGLO XXI

¡La patria está en peligro! ¡Vamos a defenderla! La crisis económica estremece los cimientos de la sociedad Milicia

venezolana, su resolución no admite demoras, las fuerzas sociales están en máxima tensión, el grado de confrontación

Historia Militar

Doctrina Bolivariana y Chavista Política y Economía Global

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Tecnología Militar

Créditos Revista Pueblo En Armas. Órgano de difusión de la Fundación sin fines de lucro, “PUEBLO EN ARMAS, CENTRO DE ESTUDIOS E INVESTIGACIONES DE LAS RELACIONES CIVICO – MILITARES (FUNDAPAS)”. Presidente Honorario: Paúl del Río (1943-2015). Consejo Editorial Albert Reveron Armando José Daza Raquel Cartaya Nelson Escobar Miguel Ernesto Salazar Julio Chirinos Palmiro Avilan Salvador Lugo Jorge Torrealba Roy Daza Nestor Rivero Nestor Gonzalez Diseño Gráfico Carol Sánchez “En el mundo ha de haber cierta cantidad de decoro, como ha de haber cierta cantidad de luz. Cuando hay muchos hombres sin decoro, hay siempre otros que tienen en sí el decoro de muchos hombres. Esos son los que se rebelan con fuerza terrible contra los que les roban a los pueblos su libertad, que es robarles a los hombres su decoro. En esos hombres van miles de hombres, va un pueblo entero, va la dignidad humana.” José Martí

política se profundiza día a día, la alianza internacional dirigida por el imperialismo norteamericano, arremete con más fuerza que nunca contra nuestro país, mientras que la ultraderecha pone en marcha su plan de derrocar al gobierno del Presidente Maduro en breve plazo. Poderosas fuerzas a lo interno de la nación y desde el exterior, actúan aceleradamente para tomar el poder político,

Pueblo y Poder

Filosofía de la Guerra

aplicar su proyecto neoliberal y entregar al imperio las grandes reservas naturales con las que cuenta la nación, y por encima de todo, liquidar el ejemplo de dignidad e independencia de la revolución bolivariana, que dirigida por el líder histórico, Hugo Chávez, levantó las banderas de redención de los pueblos del mundo. Hay que prepararse para la lucha en todos los terrenos, porque “el cielo encapotado

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anuncia tempestad”. Las causas de la situación actual son multidimensionales,

@fundapas4F

fundapas4F@gmail.com


orgánicas e

en el mercado petrolero y éstos son: el alza de la producción

interconectadas, y a

petrolera de Estados Unidos, que le permitió a esa nación reducir

manera de esquema

sus importaciones, siendo, como es, la primera economía mundial,

se pueden identificar

es éste un dato relevante; así mismo, el alza de la exportación de

como:

Arabia Saudita, el retorno de Irán al mercado, el aumento de la

El crack del sistema

producción de Rusia y de otros productores No – OPEP.

capitalista global.

Un factor que interviene de manera directa en los precios es que

El quince de

de los 85 millones de barriles físicos de petróleo que se producen

septiembre de 2008

diariamente, las ventas especulativas multiplican por miles su

las bolsas de valores

precio, es decir, la especulación con los “barriles de papel” impacta

de Nueva York a

al mercado petrolero mundial.

Tokio y de Buenos

El mercado energético como todo mercado capitalista es una

Aires a Moscú registraron una caída sin precedentes, la quiebra

relación, y en ella actúan cuatro factores: las naciones propietarias

de los más importantes bancos del centro capitalista reveló que

del recurso, los países consumidores, las empresas transnacionales

estábamos frente al crack de la economía mundial, con una

y los Estados. Es éste un mercado global. El petróleo y el gas

particularidad que haría prender todas las alarmas: la crisis era

siguen siendo la principal fuente energética de la industria, el

“made in USA”, un hecho de tal magnitud no se presentaba desde

comercio, las comunicaciones y el transporte. Los precios se

1929 y sus efectos, obviamente, son globales, como lo es la

establecen a partir de las variaciones en los fundamentos del

economía actual.

mercado y en la correlación de fuerzas existente, entonces, la

Está claro, que por muchas décadas, Venezuela estará presente en

determinación de los precios es, a todas luces, un problema de la

el mercado energético internacional, por contar con las mayores

política.

reservas probadas de petróleo. La caída actual de los precios del

Dos grandes fuerzas protagonizan esta contradicción planetaria:

crudo, que coloca a la economía venezolana en una situación

la Agencia Internacional de Energía –que agrupa a los principales

crítica, tiene que ver con los cambios bruscos que se registran

países consumidores del centro capitalista-, de un lado y, del otro,


la Organización de Países Exportadores de Petróleo, y los que no

de los setenta del siglo pasado, cuando el crecimiento no solo

forman parte de la Organización pero que también exportan. Por

se detuvo sino que comenzó a caer, fenómeno que se repite

razones políticas y militares, en este momento, la correlación de

en las década siguientes, y que en 2007 se presenta de nuevo,

fuerzas es desfavorable a los productores. La ausencia de acuerdos

coincidiendo, no por casualidad, con la crisis mundial.

en la OPEP es una de las causas del severo derrumbe de los precios.

La renta dejó de ser el motor de la economía venezolana y –ahora-

Desde mediados de 2014 la baja lineal de los precios del crudo se

no alcanza para cubrir los crecientes gastos del Estado, si ello es

fue acelerando hasta llegar al nivel actual, de unos 22 dólares por

así, se requiere un fuerte golpe de timón. Resulta evidente que el

barril, aunque no es el único factor a considerar, es posible decir que

capitalismo rentístico venezolano colapsó, no solo el rentismo. Una

la baja del ingreso petróleo de un 80 % es una verdadera catástrofe

afirmación de tal naturaleza obliga a una interrogante crucial: ¿Y…

para la economía venezolana.

ahora? ¿Cuáles serán los puntos de apoyo de nuestra economía? La respuesta es, de suyo, ideológica, política, programática,

El colapso del capitalismo rentístico.

empero, la asiste una ventaja: el proyecto histórico trazado por el

Al capitalismo rentístico lo define que es una forma de desarrollo

Comandante Chávez, una perspectiva transicional de largo plazo

capitalista, nacional, y por un hecho trascendente: la renta

hacia el socialismo, que tiene como piedra angular el trabajo, y no

internacional de la tierra corresponde en primera instancia al

al capital ni a la renta.

Estado.

Ahora, el análisis no puede abordar solo el colapso del capitalismo

Esta modalidad de desarrollo [capitalista-rentístico] tiene como

rentístico y el impacto de la crisis mundial, es impostergable

correlato algunas paradojas, como es el hecho de ser un país

aplicar correcciones en la política económica. La crisis llegó a un

que consume más de lo que produce, cuyo poder de compra

punto crítico: el precio del barril de petróleo está por debajo de

es superior a la producción, su capacidad gerencial –pública o

los 30 dólares; el déficit fiscal es de 18 puntos del PIB; el alza

privada- es deficiente y, huelga decir, que la productividad es –

inflacionaria alcanza a 145 %; la contracción económica es de

quizá- una de las más bajas de Latinoamérica.

menos 5,5 por ciento [dato del último informe de la Cepal]; y la

Teniendo como motor la renta petrolera, la economía creció de

baja lineal de las reservas internacionales [en estos momentos es

manera sostenida durante más de cincuenta años hasta fines

de 16.518 millones de dólares, según las cifras del BCV].


Ante una situación tan grave hay que actuar y actuar rápido, a

7.- Atacar la especulación, el bachaqueo y el contrabando con la

manera de propuesta para el debate, es necesario alistar algunas

participación popular en esta batalla, que puede ser canalizada a

consideraciones:

través de comités del poder popular para la seguridad alimentaria,

1.- Promover un acuerdo con los productores de petróleo a nivel

que serían integrados, entre otros, por las mesas técnicas de

mundial, con los que están y con los que no están en la OPEP,

alimentación de los consejos comunales.

procurando una recuperación de los precios. Fortalecer la OPEP es

8.- Controlar la producción y la distribución de los productos de

una línea estratégica para Venezuela.

primera necesidad, con la participación directa de los trabajadores

2.- Levantar la producción de alimentos y medicinas en primer

en esta tarea, a través de sus organizaciones.

término, trabajando en la reindustrialización del país, que tenga

9.- Debatir acerca de la pertinencia de nacionalizar el comercio

como ejes: la producción agrícola y la participación del capital

exterior y la banca nacional, y el aumento progresivo de la

nacional en el mercado interno de los hidrocarburos.

gasolina, sin que, en ningún caso, llegue al nivel del mercado

3.- Aplanar los pagos de la deuda externa de 2016 y 2017,

internacional.

haciendo todo lo que esté al alcance para no caer en default.

10.- Asumir el reto de

4.- Solicitar inversión de capitales, que han de ser dirigidos a la

superar la estructural baja

reindustrialización, ante el Banco Internacional de los BRICS, el Banco

productividad de nuestra

Interamericano de Desarrollo y el Banco de Desarrollo de la CAF.

economía, acción que

5.- Desplegar todas las iniciativas posibles para que la inversión

requiere de la conjunción

privada extranjera participe en los planes de producción que

de los diversos factores que

adelanta el Ejecutivo con el empresariado nacional.

intervienen en el proceso

6.- Tomar decisiones urgentes que complementen las ya adoptadas

económico nacional.

en materia fiscal, de elevar la carga impositiva a los grandes

Es una tarea prioritaria

capitales y a las altas transacciones, además, de medidas en

explicarle a la nación las

el corto plazo: tanto en materia cambiaria, como en política

medidas concretas para

monetaria, que estén dirigidas a equilibrar nuestra economía.

superar la crisis económica,


Milicia

Escrito por:

Roy Daza

eje de una proposición política que contribuya a la emergencia de una nueva mayoría popular, que enfrente y derrote el plan golpista de la MUD. Este momento de aguda confrontación política impone dejar de lado el sectarismo, desde la realidad plural y multifacética del movimiento popular, urge la constitución de un amplio frente social, cultural, político y económico, con base en espacios flexibles de reflexión colectiva y de lucha común, de acción popular. ¡La patria está en peligro, la democracia está en peligro! ¡Vamos a defenderla!

La resistencia vietnamita a la ocupación colonialista francesa entre 1946 y 1954.

“U

“stedes deben saber que nuestra resistencia será larga y dura, pero necesariamente victoriosa. Larga, porque debe ser llevada hasta la derrota del enemigo, hasta el momento de su fuga (…) Esta resistencia larga y ardua es necesaria llevarla a cabo apoyándonos en nuestras propias fuerzas. Este es un principio que debemos observar, sobre todo en la retaguardia del enemigo”, así se dirigió a las fuerzas guerrilleras el Presidente Ho Chi Minh, quien dirigió la resistencia y al gobierno de la República Democrática de Vietnam desde la selva, en los años de la guerra contra los colonialistas franceses, desde diciembre de 1946 hasta la gran victoria de

Dien Bien Phu, en 1954. ¿Por qué el pueblo venezolano tiene que

declarado a la República Bolivariana de Venezuela como una amenaza

conocer las experiencias de lucha de otros pueblos? La respuesta es sencilla. Los imperialistas norteamericanos han

“inusual y extraordinaria” a su seguridad nacional y anuncian que podrían decretar un estado de alerta general frente al

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“peligro” que representaría la revolución bolivariana. La más elemental revisión de la historia reciente, indica que cuando Estados Unidos toma este tipo de decisiones, es porque considera la posibilidad de una intervención militar directa. El pueblo no puede llamarse a engaño frente a la más grave agresión política a nuestro país y debe

como es la unión cívicomilitar, una de las concepciones básicas que nos dejó el líder histórico de la nación: el Comandante Hugo Chávez.

prepararse en el plano ideológico, político y militar, para luchar hasta vencer. Hay que aprender de nuestra propia realidad y en el caso que nos ocupa, de un fundamento estratégico de la revolución venezolana,

el territorio de lo que será Vietnam, Camboya y Laos. Las insurrecciones patrióticas no se hicieron esperar. Durante la segunda guerra mundial el ejército japonés toma posesión de puntos

Batallar en medio del bloqueo En 1858 el imperialismo francés inició el proceso de colonización de Indochina, a sangre y fuego anexa

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estratégicos en Indochina, los colonialistas franceses convivieron con ellos. Los patriotas vietnamitas combatieron a franceses y japoneses. En marzo de 1945, los japoneses desplazan totalmente a los franceses. La situación da un viraje al desplomarse el imperio japonés al ser derrotado por los aliados en agosto de ese mismo año. Sin perder un instante, los patriotas vietnamitas, agrupados en la Liga por la Independencia de Vietnam -Viet Minh-, se alzan en armas en todo el país, fundan la República Democrática de Vietnam y en un memorable discurso el Presidente Ho Chi Minh declara la independencia el 2 de septiembre de 1945, en la plaza central de Hanoi. Unos meses después, las fuerzas militares francesas que ocupaban una parte del territorio de la naciente república se movilizan con el objetivo de recolonizar a Vietnam, los revolucionarios maniobran, ganan tiempo, se preparan aceleradamente para lo que saben será una confrontación difícil y, eso sí, comprenden que la lucha será en todos los frentes: en el político, en el diplomático, en el cultural, en el campo de la economía

y, obviamente, en el terreno militar. El Ejército francés toma la iniciativa, controla las posiciones clave y no accede a las demandas del gobierno vietnamita. El 20 de diciembre de 1946, el Presidente Ho Chi Minh hace un llamado a la resistencia. Veamos un extracto de ese documento histórico: “Compatriotas de todo el país: Porque amamos la paz hemos hecho concesiones. Pero mientras más hemos hecho, más se han aprovechado los colonialistas franceses para pisotear nuestros derechos. Su clara intención es la de reconquistar a toda costa nuestro país. ¡No! ¡Es preferible sacrificarlo todo antes que perder nuestro país y volver a la esclavitud! ¡Compatriotas alcémonos!”. En breve plazo se funda el Ejército Popular de Vietnam, que tuvo como núcleo primigenio, la Brigada de Propaganda Armada formada el 22 de diciembre de 1944, bajo la conducción de uno de los más destacados generales de la historia de la humanidad: Vo Nguyen Giap y por cuadros que se irán formando en el fragor de los combates.

Al iniciarse las hostilidades los patriotas deciden resistir en la capital, nunca imaginó el mando francés que tendría que emplear tantas fuerzas y tanto tiempo en ocupar Hanoi. El Ejército Popular ataca y contraataca, resiste sin emplear todas las fuerzas, no se queda en un solo sitio, se mueve con astucia, comienza un tipo de guerra donde la flexibilidad táctica

de los Trabajadores, la comandancia del Ejército Popular y el gobierno con todos sus ministerios, nunca dejaron de funcionar de manera disciplinada y regular, aún en los momentos de mayor adversidad. Los vietnamitas fueron aprendiendo de manera progresiva el arte de la guerra, estaban conscientes del carácter prolongado

es la norma. En el Nam Bo, en el Delta del Mekong, los franceses son sorprendidos por las guerrillas; al norte, en el Viet Bac, se consolida una fuerza estratégica y un territorio liberado. El comité central del Partido

de la misma, dada la disparidad en la correlación de fuerzas, Ho Chi Minh decía que la lucha del pueblo vietnamita contra el imperialismo, era como la de un saltamontes enfrentado a un elefante,

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pero que ésta vez, el saltamontes había vencido al elefante. Pero hay otro aspecto a considerar: la dirección vietnamita definió que había que alcanzar la derrota total del enemigo, poner en fuga al ejército francés. Después de ocho años de resistencia, cumplieron el objetivo. Cuadros curtidos en muchos años de lucha política, en la cárcel, en la clandestinidad, en la guerrilla, estuvieron al frente de la guerra popular. Ho Chi Minh, Presidente y líder de la nación; Truong Chinh, fue el secretario general del Partido de los Trabajadores, base fundamental del Frente Patriótico; Pham Van Dong, fue primer ministro del gobierno;Vo Nguyen Giap, comandante en jefe del Ejército Popular; Ton Duc Thang, vicepresidente; Hoang Quoc Viet, líder político y sindical, Le Van Luong, dirigente en el sur. La jefatura del partido siempre combinaba la participación de los cuadros jóvenes con la de los fundadores del movimiento revolucionario, que venían de las luchas de las primeras décadas del siglo XX. Las fuerzas francesas

fueron escalando la guerra, el recién creado Ejército Popular fue aprendiendo a combatir, no sin antes cometer errores de consideración, pero tenían una gran capacidad de crítica y de autocrítica, aprendían de las derrotas y de las victorias, y, algo muy importante, aprendían rápido. Eso fue posible por el trabajo colectivo de un partido con principios ideológicos sólidos, el Partido de los Trabajadores, que después del triunfo se denomina, Partido Comunista de Vietnam. Resulta útil señalar también que desde 1941 trabajaron en la creación de poderosas y amplias organizaciones de masas, de obreros, de campesinos, de estudiantes, de empresarios medios, de intelectuales, de jóvenes, de mujeres, y ya para el inicio de las acciones bélicas, el Ejército Popular contaba con cerca de 86 mil combatientes, con escaso entrenamiento, un armamento precario, pero con la decisión de vencer. “Debemos combatir 16

aprendiendo –destaca Truong Chinh- aprendamos incluso de lo bueno del enemigo para con eso corregir nuestros defectos y desarrollar nuestros aciertos, hay que hacer que el enemigo tenga que pasar a una posición defensiva”. Combatieron en medio del bloqueo, en condiciones adversas, frente a un ejército experimentado y poderoso como el francés, pero la concepción de “guerra popular” y el sacrificio extremo de toda una generación, les otorgó la victoria.

La guerra de todo el pueblo Ho Chi Minh insistía en la necesidad de explicar de manera sencilla la línea política, que tenía un eje: la independencia. Para lograr ese objetivo agruparon a las más diversas clases sociales, incluso, a terratenientes que estuviesen en contradicción con los franceses, aunque siempre estuvo muy claro, que la base social de la guerra popular eran los campesinos y los obreros. Atenuaron su programa sobre la reforma agraria durante un tiempo. Llevaron adelante una política audaz de alianzas con distintas fuerzas políticas. - ¿Cuál era la línea militar de esta guerra que nunca 17


desvinculó la política de la acción armada? Así lo explica el General Vo Nguyen Giap: “Táctica de la guerrilla en movimiento: 1.- Preservar la iniciativa. (Es ésta una de las características esenciales de este período)2.- Tener conocimiento sobre nuestras fuerzas y sobre las del enemigo.3.Saber emplear las fuerzas de reserva.4.Saber concentrar las

táctico con lo estratégico.7.Establecer la cooperación entre las tropas regulares y las guerrillas.8.Inclinarse por las acciones de aniquilamiento del enemigo.9.- Contar con planes realistas y claros.10.- Alcanzar al adversario y adelantarlo”. En su libro, “Guerra del pueblo, ejército del pueblo”, Giap subraya la importancia de la organización militar, en instancias escalonadas: una fuerza regular bien armada; fuerzas guerrilleras regionales y las milicias locales. Este tipo de organización la extrae de la experiencia histórica de su país. A los pocos días de la resistencia, cuando aún combaten en la capital perciben que la estructura

fuerzas propias y hacer errar al adversario en la apreciación de la situación.5.- Aprovechar los puntos vulnerables del adversario.6.- Coordinar lo

de la fuerza regular será en “compañías independientes y batallones concentrados”. Ya en 1941, el Tío Ho explicaba los cuatro principios básicos de la guerra popular: iniciativa, rapidez, ofensiva, buen plan. A lo que agrega cuatro “trucos”: evitar el punto fuerte y atacar el punto débil, provocar en el este y atacar en el oeste, no aferrarse al terreno a toda costa en batallas encarnizadas, atacar al enemigo cuando está en movimiento o desgastado”. Vo Nguyén Giap se ocupó directamente de la coordinación con las fuerzas populares de Laos en el noroeste, además, estrecha lazos con el Ejército Rojo de China en el nordeste. Ho Chi Minh viaja a Moscú y se reúne con la jefatura máxima del partido comunista de la Unión Soviética. La guerra de resistencia a los franceses cambia al registrarse dos hechos de significación, una profunda crisis política en Francia y la victoria del partido comunista chino y la instauración de la República Popular de China, el 1 de octubre de 1949. La guerra de resistencia a los franceses siempre contó con un territorio liberado,

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base del gobierno y de las fuerzas regulares del Ejército Popular, asimismo, con una especie de tierra de nadie en la que la labor política jugó un papel destacado, la resistencia en las ciudades tomadas por el ejército francés nunca cesó. Por cierto, Francia empleó a sus mejores generales en esta guerra, Navarre, Cogny y De Castries, entre otros. Un hecho político destacado es la reacción inmediata del comité central del Partido de los Trabajadores, cuando los franceses intentan imponer un gobierno títere. La respuesta fue inmediata y contundente: solo reconocen al gobierno conformado por el Congreso de Representantes del Pueblo, reunido el 16 de agosto de 1945, en Tan Trao, provincia de Tuyen Quang. -¿Cuáles fueron las etapas de estas lucha de resistencia? “Sobre lo referente a las etapas estratégicas de la guerra de resistencia contra el colonialismo francés, según el anuncio del 13 de junio de 1988, del Instituto de Estudios Histórico Militares, en una conferencia científica con la participación de altos jefes militares en dicha guerra


y algunos miembros de aquel entonces del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de Vietnam, se llegó al acuerdo siguiente: La guerra de resistencia contra el colonialismo francés consistió en tres fases: 1.- Primera fase: desde la resistencia de Nam Bo hasta la victoria sobre la ofensiva francesa en Viet Bac. (Temporada otoño – invierno de 1947), se

podría considerar como la fase de preservación y multiplicación de nuestras fuerzas y de moderación y desgaste de las fuerzas del enemigo. 2.- Segunda fase: desde la victoria de Viet Bac hasta la campaña fronteriza de 1950, se podría considerar

como la fase de desarrollo de la guerra de guerrilas y de preparación de fuerzas y posición para la contraofensiva. 3.- Tercera fase: desde la campaña fronteriza de 1950, hasta la situación de la guerra en la temporada invierno – primavera de 1953 – 1954, cuyo auge fue la operación de Diem Bien Phu, podría llamarse fase de contraofensiva y ofensiva hacia la liberación del norte, creando condiciones

favorables para la posterior guerra de resistencia contra los norteamericanos.” La “Batalla de Dién Bién Phu” es considerada como una de las proezas militares de la historia. El 7 de mayo de 1954, a las 15:30, los oficiales franceses se reúnen 20

alrededor del General Des Castries: Langlais, Bigeard, Lemeunier, Vador… La situación es caótica para el mando francés; a las 16:00, la División 312 del Ejército Popular cruza el puente de Muong Thanh; a las 16:00, las fuerzas vietnamitas se acercan al puesto de mando de Des Castries; a las 17:55 la División 312 informa al mando del frente: “Todo el enemigo en la zona central se ha rendido. Des Castries y todo su estado mayor

han sido capturados”; a las 24:00, toda la fuerza del enemigo en Hong Cum compuesta por dos mil efectivos capitulan frente al ejército vietnamita”. Concluye el General Giap: “Entonces, después de 55 días y noches de combates encarnizados, la histórica

campaña de Dien Bien Phu termina con la gran victoria”. -¿Por qué un país pequeño con una fuerza armada humilde, logra vencer a una potencia como Francia? Muchas son las respuestas, pero hay que recordar que una y otra vez, el Tío Ho insistía en la condición moral de los revolucionarios, enseñó con el ejemplo, no permitía que nadie tomara “ni un alfiler” que perteneciera al pueblo y ni pensar que tuviera cabida un acto de corrupción que no fuese castigado severamente. La victoria sobre el enemigo comienza con la superioridad moral de los revolucionarios. El extraordinario y valiente periodista Wilfred Burchett escribió que uno de los “secretos” de la victoria vietnamita frente a los japoneses, los franceses y los norteamericanos estuvo en la política de “los tres con” que practicaban sus combatientes: “vivir con el pueblo, comer con el pueblo y luchar con el pueblo”. Esta fase de la lucha concluyó con la victoria de Dien Bien Phu y las negociaciones en Ginebra, cuyos acuerdos estipulaban: la división temporal del país, al norte la República

Democrática de Vietnam, presidida por Ho Chi Minh y al sur un gobierno títere, apuntalado por los norteamericanos. Desde la firma de los Acuerdos, se inició la lucha pacífica por la liberación del sur. En diciembre de 1960 se forma el Frente de Liberación Nacional de Vietnam del Sur. La guerra popular contra la invasión norteamericana, que duró quince años, había comenzado… Notas bibliográficas Burchett, Wilfred. (1966): La guerra de Vietnam. Edición Revolucionaria. La Habana. Burchett, Wilfred. (1984): Catapulta hacia la libertad.

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Editorial Ciencias Sociales. La Habana. Historia del Partido de los Trabajadores de Vietnam. (1975). Ediciones Hombre Nuevo. Medellín. Ho Chi Minh. (1973): Escritos políticos. Editorial Ciencias Sociales. La Habana. Instituto de Historia Militar de Vietnam. (2010) Pensamiento militar de Ho Chi Minh. Editorial The Gioi, Hanoi. Vo Nguyén Giap, Hoang Quoc Viet, Le Van Luong. (1970): La primera resistencia vietnamita. Editorial Grijalbo. México D.F. Colección 70. Vo Nguyén Giap. (2004): Batallar en medio del bloqueo. Editorial The Gioi. Hanoi. Vo Nguyén Giap. (2014): Dien Bién Phu. Reeditado por el Partido del Trabajo de México. México D.F. La revolución vietnamita. Teoría y práctica. (2011): Editado por el Partido del Trabajo de México. México D.F.


Historia Militar

Escrito por:

Ayacucho: la Batalla Final

Antonio Nariño

E

n el año 1823,

dos factores influyeron de manera poderosa en la correlación de las fuerzas en contienda: de un lado el impacto políticomilitar de las victorias independentistas, que presagiaban el fin del dominio español y del otro, la disputa al interior del Reino de España entre liberales y absolutistas. En las fuerzas independientes se prefiguraban ya tendencias separatistas al calor de intereses regionales, se hacían lecturas diversas del momento y se proponían diferentes alternativas. Es así como, por ejemplo, las Provincias Unidas del Rio de la Plata -que habían firmado en 1823 una Convención Preliminar de

Paz con España- procuraban que los demás gobiernos suramericanos se adhirieran a ella en función de firmar un Tratado de Paz. El regreso al poder en España de Fernando VII, quien recuperó el poder, derrotando a los liberales constitucionalistas, impactó en el Perú, con la rebelión del General absolutista 22

Pedro Antonio Olañeta contra el Virrey La Serna. Interpretando correctamente la coyuntura, el Libertador Simón Bolívar orientó al General Sucre a forzar la confrontación, para aprovechar la división de los peninsulares y teniendo claro que un triunfo de sus fuerzas podría contener los intereses regionalistas y las

ambiciones políticas de los sectores oligárquicos criollos. Tras una serie de movimientos tácticos de ambos ejércitos, buscando cada uno la mejor ubicación sobre el terreno, al amanecer del 9 de diciembre de 1824 las fuerzas españolas la mando del Virrey La Serna se encontraban sobre las faldas del Cerro Cundurcunca y frente a ellas, en la llanura de 23

Ayacucho, se formaba el Ejército Libertador, bajo el mando del General Antonio José de Sucre. A la derecha de las fuerzas revolucionarias, la Primera División compuesta por los batallones Bogotá, Voltígeros, Pichincha y Caracas, al mando del General José María Córdova con 2.100 unidades. A la izquierda se ubicaban los Batallones 1° , 2° , 3° y la Legión Peruana con los Húsares de Junín, bajo la conducción del General la Mar con 1.380 unidades. Al centro, Regimientos Granaderos de Colombia, Húsares de Colombia, Granaderos a Caballo de Buenos Aires al mando del General Miller con 700 unidades. En reserva permanecieron los batallones Rifles, Vencedor y Vargas de la 1° División de Colombia, bajo el mando del General Lara con 1.600 unidades. La totalidad de las fuerzas patriotas era de 5.780 unidades. Aunque la posición independentista era dominada desde la altura ocupada por el enemigo, tenía seguros sus flancos por unas barrancas y por lo accidentado del frente, no podía obrar la caballería enemiga con entera libertad.


Los españoles, dirigidos por el Virrey José de La Serna y su Jefe de Estado Mayor, el Teniente General José de Canterac, se ubicaron en el cerro Cundurcunca, con fuerzas numéricamente superiores. A su derecha formó el General Jerónimo Valdés al mando de la División de Vanguardia compuesta por 4 batallones con 2.006 unidades y 4 piezas de artillería. Al centro del dispositivo enemigo, se ubicó el General Juan Antonio Monet, comandando la Primera División con 2.000 unidades, divididas en 5 Batallones, flanqueado por el Brigadier Valentín Ferraz, Comandante de la Caballería y a su izquierda el General Alejandro González Villalobos,

dirigiendo la Segunda División, compuesta de 4 batallones con 1.700 unidades y 7 piezas de artillería. La División de Reserva estaba comandada por el General José Carratalá con 1.200 unidades. En total sumaban 9.310 unidades. El General Antonio José de Sucre recorrió toda la formación republicana arengando a cada uno de los cuerpos, recordando sus triunfos, sus glorias, su honor y su patria, siendo respondidas sus consignas con vivas al Libertador. Durante casi toda la mañana la artillería española mantuvo bajo fuego las unidades independientes y las 24

unidades de cazadores de ambos bandos se dedicaron a hostigar las filas adversarias. Cerca de las 00:10 horas, los españoles situaron al pie de la altura cinco piezas de batalla y el General Sucre ordenó a sus tiradores batir la posición enemiga, generalizándose el combate. Los batallones españoles Cantabria, Centro, Castro, 1° Imperial y dos escuadrones de Húsares con una batería de seis piezas, bajo el mando del General Valdés, descendieron del cerro, pasando las quebradas y atacando la izquierda republicana, forzando a las fuerzas bolivarianas a desalojar una casa de campo que habían ocupado.

Las formaciones españolas de los Batallones Burgos, Infante, Victoria, Guías y 2° del Primer Regimiento, maniobraron por el centro, apoyándose con 8 Escuadrones de Caballería (tres de la Unión, uno de San Carlos, 4 de Granaderos de la Guardia) y las 5 piezas de artillería ya situadas. En ese mismo flanco y desde las alturas del terreno, los Batallones 1o y 2o de Gerona, 2o Imperial, 1o del Primer Regimiento, el de Fernandinos, el Escuadrón de Alabarderos del Virrey y dos de Dragones del Perú, reforzaban el ataque peninsular. El General Sucre, manteniendo el Batallón Rifles en reserva, aprovechó el instante en el cual aún las fuerzas del centro enemigo no estaban formadas, que sus cañones aún no estaban montados y que su ataque inicial por la izquierda comprometía todas sus fuerzas,

impidiéndole cualquier apoyo y ordenó al General Córdoba que lo atacase con sus columnas, protegido por la caballería del General Miller, reforzando a un tiempo al General la Mar con el Batallón Vencedor y con el Vargas. Ante la carga de la Primera División del General Córdoba fue destruido el Regimiento Primero del Cuzco, encargado de proteger la artillería y muerto su jefe el Coronel español Joaquín Rubín de Celis. Ante las dificultades de su flanco izquierdo, el General Monet, a la cabeza de su División, se lanzó sobre la de Córdoba pero atacado por ésta fue herido y tres de sus jefes muertos. La caballería realista al mando del General Ferraz cargó sobre los escuadrones del General Miller que acosaban la izquierda de Monet, los cuales -apoyados por el fuego de su infantería- les causaron una enorme cantidad de bajas y 25

fueron obligados a retirarse del campo de batalla. Entretanto dos Batallones españoles, penetraron entre las fuerzas del General la Mar y del General Córdoba, pero el ataque frontal del Batallón Vargas y los ataques laterales de los Húsares de Junín los disolvieron. Al otro lado de la línea de combate, los Batallones Vencedor y 1°, 2°, 3° y la Legión Peruana marcharon sobre los otros cuerpos enemigos, que trataban de recomponerse detrás de las barrancas pero, reunidas las fuerzas de la izquierda republicana, los derrotaron. El General Córdoba trepó con sus unidades el Cundurcunca, donde tomó prisionero al Virrey La Serna. El General la Mar persiguiendo al enemigo, cruzó las quebradas de su flanco y el General Lara avanzó por el centro asegurando la victoria. Las fatigadas unidades del General Córdoba


independiente. Al calor del triunfo y aún humeantes los fusiles, Bolívar -con aguda visión de estadista- convocó a las nuevas repúblicas al Congreso de Panamá, para asegurar una Liga o Confederación Perpetua.

recibieron orden de retirarse, siendo sucedidas por las del General Lara y las del General la Mar que continuaron la persecución del enemigo. Cuando se habían capturado más de mil prisioneros, entre ellos sesenta jefes y oficiales, catorce piezas de artillería, dos mil quinientos fusiles, se presentó ante el General Córdoba, el General Canterac, Comandante en Jefe del Ejército Español, acompañado del General la Mar, para pedir una capitulación. Aun cuando la situación de las fuerzas españolas permitía imponerle una entrega discrecional, el General Sucre, con gran generosidad concedió una capitulación por la cual se

entregaron todos los restos del ejército español, todo el territorio del Perú ocupado por sus armas, todas sus guarniciones, los parques, almacenes militares, la estratégica plaza del Callao y fueron hechos prisioneros los tenientes Generales La Serna y Canterac; los Mariscales Valdés, Carratalá, Monet y Villalobos; los Generales de Brigada Bedoya, Ferraz, Camba, Somocurcio, Cacho, Atero, Landazuri, Vigil, Pardo y Tur, con 16 Coroneles, 68 Tenientes Coroneles, cuatrocientos ochenta y cuatro Mayores y oficiales, más de dos mil prisioneros de tropa. Las bajas españolas fueron 1800 muertos y 700 heridos. Las filas 26

republicanas tuvieron 309 muertos y 670 heridos. La victoria republicana tuvo profundo impacto en la política internacional. Inglaterra se apresuró a buscar entendimientos políticos con las nuevas repúblicas para garantizar sus intereses comerciales. Los Estados Unidos, preocupados por el desarrollo de un poderoso polo geopolítico al sur del continente, arreciaron sus planes conspirativos contra el Libertador y sus proyectos de integración Nuestro Americana y los pueblos americanos de las regiones que aún permanecían bajo el yugo español, miraban esperanzados el nacimiento de la nueva patria

Nota: Redacción a partir del Parte Militar realizado por el Mariscal Antonio José de Sucre, tras la batalla de Ayacucho Bibliografía Antonio José de Sucre, De mi propia mano, Biblioteca Ayacucho Laureano Villanueva, Vida de Antonio José de Sucre, Gran Mariscal de Ayacucho, tipografía Moderna, este 4, No 5, caracas, 1895, p. 423. Guillermo a. Shewell, Antonio José de Sucre, Gran Mariscal de Ayacucho, héroe y mártir de la independencia americana. Bosquejo de su vida, versión del inglés por Samuel Darío Maldonado, lit. y tip. del comercio, caracas, 1924, p. 146. Archivo de Sucre

Croquis de la Batalla de Ayacucho. A. Posiciones realistas en la noche del 8 al 9 B. Maniobra preparatoria para el ataque realista C. Marcha de los batallones al mando del coronel Rubín de Celis D. Maniobra y ataque de la división Monet E. Ataque de la vanguardia de Valdés sobre la casa ocupada por los independentistas F. Carga de la caballería realista M. Avance y dispersión de los batallones de Gerona parte de la reserva realista K. Batallón Fernando VII, última reserva realista

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jército E Arengas de Sucre alos cuerpos del yacucho A Libertador antes de la Batalla de

cha, en Quito; vencisteis en Pichin eis ast añ mp aco e ¡M 2! No ¡Batallón me acompañáis en Ayacucho; y ho : bia lom Co a ad ert lib s y distei re la al Perú asegurando para siemp ad ert lib s réi da y éis cer ven n tambié aciada en gión peruana! ¡Si fuisteis desgr ¡Le ca! éri am de ia nc de en ep ind igo vuestro con gloria y probasteis al enem eis ist sal , ua eg qu Mo y a rat To estra éis y habréis dado libertad a vu valor y disciplina; hoy triunfar patria y a la américa! lanzas del Diamante de apure, las o nd vie toy ¡Es ! ros ne lla s ¡Compatriota y calabozo, las del Pantano de dio Me l de ras ese Qu as, rit cu las de Mu é de Ibarra y Junín! ¿Qué podr las o, ob rab Ca de las cá, ya Bo Vargas y allí es? Desde Junín ya sabéis que irl ist res a nc nu o sup n uié ¿Q temer? s, que an los españoles) no hay jinete ab est e nd do , nte fre en ro cer (en el erbios ros, sino unos mil o dos mil sob sot vo ra pa res mb ho y ha no í all de ir aréis los vuestros. Sonó la hora ud rem nto pro e qu n co os all cab nas y ros jefes caed sobre esas colum a tomarlos. Obedientes a vuest taros! l cielo. ¡Lanza al que ose afren deshacedlas como centellas de llanero os para los rendidos! ¡Viva el ¡Corazón de amigos y herman invencible! ¡Viva la libertad! tiene que llevaros siempre a la re mb no ro est Vu ”! otá og “B ¡Heroico oy ; el Perú no ignora que Nariñ bia lom Co a tor en red la de cabeza a la y hoy no sólo el Perú, sino tod ; ros est vu s do da sol son rte Ricau las milagros de vosotros. Esas son era esp y la mp nte co os ca éri Am la epopeya Cazadores de Vanguardia de bayonetas de los irresistibles español ndera de Bomboná, la que el clásica de Boyacá. Esa es la ba ra devolvérosla asombrado pa res áve cad de s are ten cen recogió de entre do el campo español) no tiene lan ña (se ía an tir La o. sm roí de vuestro he Pronto ocuparéis su puesto al . ros sot vo e qu a alt s má ar est derecho a américa redimida! grito de ¡Viva Bogotá! ¡Viva la

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¡“Caracas”! Guirnalda de reliquias beneméritas (de otros cuerpos que forman ese) que recordáis tantas victorias cuantas cicatrices adornan el pecho de vuestros veteranos. Ayer asombrasteis al remoto atlántico en Maracaibo y Coro; hoy los Andes del Perú se humillarán a vuestra intrepidez. Vuestro nombre os manda a todos ser héroes. Es el de la patria del Libertador, el de la ciudad sagrada que marcha con él al frente de la América. ¡Viva el Libertador! ¡Viva la cuna de la libertad! ¡“Rifles”! Nadie más afortunado que vosotros donde vosotros estáis, ya está presente la victoria. acudisteis a Boyacá, y quedó libre la Nueva Granada; concurristeis a Carabobo y Venezuela quedó libre también; firmes en Corpahuaico, fuisteis vosotros solos el escudo de diamante de todo el Ejército Libertador; y todavía no satisfecha vuestra ambición de gloria, estáis en Ayacucho, y pronto me ayudaréis a gritar: ¡Viva el Perú libre! ¡Viva la América independiente! Al Voltígeros ¡Voltígeros!... harto sabe el Perú que nadie aborrece tanto como vosotros al despotismo, y que nadie tiene tanto qué cobrarle. No contento con hacernos esclavos a todos, quiso hacer de vosotros nuestros verdugos, los verdugos de la patria y de la libertad. Pero él mismo honró vuestro valor con el nombre de Numancia, el más heroico que España ha conocido, porque quizás no encontró peninsulares que pudieran honrarlo más que vosotros. He aquí el día de vuestra noble venganza... cinco años de sonrojo, cinco años de ira, estallarán hoy contra ellos en vuestros corazones y en vuestros fusiles. Sucumba el despotismo. ¡Viva la libertad! Al Pichincha Ilustre Pichincha... esta tarde podréis llamaros Ayacucho... Quito os debe su libertad y vuestro general su gloria. Los tiranos del Perú no creen nada de cuanto hicimos, y están riéndose de nosotros. Pronto los haremos creer, echándoles encima el peso del Pichincha, del Chimborazo y del Cotopaxi, de toda esa cordillera, testigo de vuestro valor y ardiente enemigo de la tiranía, que hoy por última vez (señalando al campo español) osa profanar con sus plantas. ¡Viva la américa libre!

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Doctrina Bolivariana y Chavista

Fragmento:

Al Vargas Bravos del Vargas. Vuestro nombre significa disciplina y heroísmo y del Cauca a Corpahuaico harto habéis probado que lo merecéis. No tuve la dicha de admiraros en Bomboná pero, aquí está el Perú y la América entera a aplaudiros en el mayor de los triunfos. Acordaos de Colombia... del Libertador... Dadme una nueva palma que ofrecerle a ambos en la punta de vuestras bayonetas. ¡Viva Colombia!... ¡Viva el Libertador! Al Vencedores Desde las orillas de apure hasta las del Apurimac habéis marchado siempre en triunfo. El brillo de vuestras bayonetas ha conducido la libertad a todas partes y el ángel de la victoria está tejiendo en este instante las coronas de laurel con que serán ceñidas vuestras sienes en este instante de gloria para la patria… ¡Viva la libertad!... A los cuerpos peruanos, tras enaltecer a sus comandantes el Mariscal La Mar, el General Miller y el Comandante Suárez, les recordó que el 24 de mayo de 1822, soldados peruanos habían combatido junto con los soldados de la Gran Colombia en la Batalla de Pichincha. Luego les dijo: El gran Simón Bolívar me ha prestado hoy su rayo invencible, y la santa libertad me asegura desde el cielo que los que hemos destrozado solos al común enemigo, acompañados de vosotros es imposible que nos dejemos arrancar un laurel, el número de sus hombres nada importa; somos infinitamente más que ellos porque cada uno de vosotros representa aquí a Dios omnipotente con su justicia y a la América entera con la fuerza de su derecho y de su indignación. Aquí los hemos traído peruanos y colombianos a sepultarlos juntos para siempre. Este campo es su sepulcro y sobre él nos abrazaremos hoy mismo anunciándolo al universo. Viva el Perú libre... ¡Viva toda la América redimida!... ¡Soldados! De los esfuerzos de hoy, pende la suerte de la América del Sur... otro día de gloria va a coronar vuestra admirable constancia.

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ALÓ TEÓRICO Nº 5 23/07/09

La Doctrina Bolivariana y El Poder Nacional alo teorico numero 5

U

lucha contra la ingerencia imperialista y en la consolidación del ejercicio democrático y soberano. A continuación un fragmento del Aló Teórico: ¡Padre Bolívar! Aquí estamos tus hijos, tus El Comandante Chavez hijos soldados, reflexiono acerca de la que hemos nueva Doctrina Militar tomado tu Bolivariana que caracteriza a la Fuerza Armada Nacional camino, tu bandera y Bolivariana, que profesa un tu espada. espíritu patriota, popular, Soldados para antiimperialista y ahora, el pueblo, profundamente Chavista. soldados por Esta nueva Doctrina Militar el pueblo, Bolivariana, el concepto de PUEBLO EN ARMAS, es base soldados para fundamental para fortalecer la liberación de la Patria, soldados antiimperialistas, el poder nacional, en la n 23 de julio del año 2009 en las instalaciones del Fuerte Tiuna, se llevo a cabo el Aló Presidente Teórico, en el cual, el Comandante Eterno Hugo Chávez Frías, compartió con 274 oficiales graduandos del III curso de Estado Mayor Conjunto de la Fuerza Armada.

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bolivarianos, revolucionarios; soldados para el Socialismo liberador. Bolívar dijo una vez: “Cuando estoy en el Ejército, estoy en mi propio centro”. Yo lo repito: Cuando estoy entre soldados, estoy en mi propio centro. Porque es mi esencia, yo soy soldado. El imperialismo, desde siempre, se encargó de debilitar el poder nacional. Bolívar lo previó, dijo: “Allá al norte hay una nación muy grande, muy hostil y capaz de todo”. Y después dijo la frase aquella: “Los Estados Unidos de Norteamérica parecen destinados por la providencia para plagar la América de miserias a nombre de la libertad”. El imperialismo nos dividió en pedazos. La estrategia: “divide y reinarás”. En efecto, poco después de muerto

Bolívar estaban los yanquis invadiendo México, y le quitaron la mitad del territorio, y sobre todo donde hay más petróleo, se llevaron todo ese petróleo ahí. Ahí empezó la agresión imperial. Y después a toda Centroamérica, ¡la tomaron toda! Ustedes saben muy bien que Panamá era parte de la Gran Colombia, porque Panamá era una provincia de la Nueva Granada. Y los yanquis,

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comenzando el siglo XX, hicieron un plan y se adueñaron de Panamá para hacer el canal. Sólo eso les interesaba. Aquí nunca hubo independencia, Bolívar murió expulsado de aquí. “He arado en el mar”, dijo. No logró el objetivo de la independencia. Y a Sucre lo mataron allá en Berruecos. Y Venezuela cayó en las manos de los nuevos imperios, viejos y nuevos. Y

sobre todo comenzando el siglo XX nos cayó como plaga el imperio yanqui. Y esa es la batalla que estamos dando hoy en todo este continente. TENEMOS DERECHO A DEFENDER NUESTRA DIGNIDAD Nos amenazan, nos señalan, nos acusan, nosotros no estamos preparándonos para agredir a nadie, no somos nosotros los agresores, nosotros somos los agredidos históricamente. ¡Quinientos años tienen los poderes del mundo agrediéndonos a nosotros! Ahora nos van acusar a nosotros de agresores. ¡No! Sólo que tenemos derecho a defender nuestra dignidad, y a defender el proceso de independencia que ahora se ha levantado de nuevo en Venezuela, y se ha ramificado —quién lo niega, pero no es culpa nuestra— a otros pueblos, siempre fue así. ¿Quién puede pensar en un proceso de independencia que se limite a un país nada más? Es imposible. Porque este es un solo gran territorio, y este es un solo gran pueblo. La meta, muchachos de la Fuerza Armada Bolivariana, es convertir

a Venezuela en una fortaleza inexpugnable, y así la dejaremos a nuestros hijos. ¡Que nadie venga a meterse con nosotros! ¡Que nadie se atreva a meterse con nosotros! Al respecto hace falta mucho estudio, mucho estudio y mucho trabajo, para solucionar las debilidades que tenemos, las vulnerabilidades que tenemos, ir creciendo en la conciencia, el ser humano es lo más importante, ustedes son lo más importante, ustedes son lo más importante, el ser humano, el recurso humano; la moral del recurso humano. LA NUEVA DOCTRINA MILITAR Estamos creando nuestra doctrina, estamos sacando la basura de la doctrina yanqui que aquí nos metieron como veneno, una doctrina además anticuada, obsoleta, periclitada, apolínea, contraria a nuestros principios. Nadie puede estar bien con Dios y con el diablo al mismo tiempo. Esa es la razón, me odian los burgueses, me quieren 33


picar en pedazos. ¡Ah! Pero el pueblo no me odia, no; yo me siento amado por el pueblo, esa es una bendición muy grande. Y es lo que mandó Bolívar: “Libertar a la Patria y merecer las bendiciones de los pueblos”. Un soldado bolivariano tiene que seguir ese camino. Síganlo, muchachos, siéntanse orgullosos de ser de los nuevos libertadores de Venezuela, porque ustedes son eso. Vean ustedes lo que está pasando en Honduras (Chavez hace referencia al Golpe de Estado contra el Gobierno legítimamente constituido y presidido por Manuel Zelaya). Soldados atropellando al pueblo, cumpliendo órdenes de los ricos, de la burguesía, y del imperio yanqui. Por eso es mucho más importante lo que estamos haciendo aquí. El proceso revolucionario debe fortalecer el poder nacional en todos sus aspectos: moral, político, social, económico, militar, territorial, y ese es el compromiso nuestro, y ustedes tienen que ver en todos los frentes, nuestra Fuerza Armada, ustedes los militares, los oficiales venezolanos tienen que participar en el frente

económico, en lo social, continuar con las misiones sociales, en lo territorial, la conciencia patriótica, la ideología bolivariana. EL ORDEN DEL DÍA: EL FORTALECIMIENTO DE TODO EL ÁMBITO NACIONAL Hay que estar pendientes muchachos, no nos descuidemos, porque estos siguen conspirando, algunos locos piensan matarme; tenemos que cuidar mucho esto, y lo estamos cuidando. Otros dicen que hay que aplicarle a Chávez lo de Honduras (intervención de los EEUU en el Golpe de Estado contra el gobierno democrático legítimamente electo de Manuel Zelaya -28 de junio de 2009), y andan buscando a unos militares que me saquen a mí a punta de fusil de allá de Miraflores y me monten en un avión (Plan anteriormente ejecutado en el Golpe de Estado del 2002 por los apatridas bajo orientación de la embajada de los EEUU). Bueno, sigan 34

esperando esos militares a ver si van a aparecer. Otros están pensando en el escenario electoral del año que viene, que fue lo que trataron de hacer en Irán, el mismo plan (Chavez hace referencia a las elecciones parlamentarias del 2010 en la cual la derecha y el gobierno de EEUU aspiraban controlar, dos años después, en octubre del año 2012, el Comandante Chavez vapuleaba a la oposición con 8.185.120 millones votos en las elecciones presidenciales). El fortalecimiento de todo el ámbito nacional es el orden del día. Si a ustedes le preguntara ¿usted qué hace hoy? Fortalecer, fortalecer y más fortalecer. ¿Qué? Todo, yo mismo, empezando por uno mismo, fortaleza moral, espiritual, disposición a la batalla de todos los días, y mi unidad, mi pelotón, mi brigada, mi destacamento, mi batallón, mi división, mi región; fortalecer hombre a hombre, mujer a mujer; la familia, todo, fortalecimiento militar. Yo no le voy a hacer caso a lo que digan aquí al lado los vecinos, o allá en el Norte los yanquis, no, necesitamos seguir 35


fortaleciendo el poder militar de tierra, de mar y de aire, y lo vamos a seguir haciendo. Fortaleza militar, fortaleza militar popular, por eso insisto mucho en las milicias. Los batallones de reserva, por ejemplo, los viejos batallones, los más antiguos hemos dicho que pueden pasar a ser batallones de combate, batallones en toda la línea. Ahí hay tropas de mucha experiencia, profesionales de mucha experiencia, eso puede servirnos

para completar algunas unidades y crear otras de primera línea de combate: Infantería, artillería, blindados, ingeniería, servicios, comunicación, etc., y luego las milicias es el pueblo. El pueblo, recordemos a Mao: “No hay soldado sin pueblo.” Un soldado sin pueblo es como un pez en el desierto, en lo seco, se muere, no tiene vida no tiene vida. Eso es parte de la doctrina militar bolivariana.

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NOSOTROS NO QUEREMOS GUERRA CON NADIE A la población colombiana, colombo-venezolana que vive aquí en Venezuela yo les mando un mensaje, nosotros no queremos guerra con nadie, no. Cuánto esfuerzo hemos hecho aquí por sobrellevar unas relaciones que no son nada fáciles. Allá gobierna la burguesía, independientemente de quien sea el Presidente, y ustedes saben todas las agresiones verbales que contra nosotros y contra mí hay siempre desde Colombia. Cuando aquí dieron el golpe aplaudieron allá. ¿Dónde está Carmona? Está en Colombia. ¿Quién lo está cuidando? Los colombianos, el gobierno de Colombia, debería estar preso aquí ¿verdad? Un golpista que se juramentó y eliminó la Constitución, ese sí es un verdadero tirano que concentró todo el poder, o pretendió hacerlo, y mandó a matar a un poco de gente, entre ellos a mí, Carmona dio una orden en Miraflores, y hay testigo de que yo amaneciera muerto el 13 de abril. Ese está allá en

Colombia, cuidadito y todo. El narcotráfico ¿dónde está el origen? En Colombia, nosotros somos víctimas de eso, y el gran consumo está en Estados Unidos. Ahora dicen que somos nosotros los culpables, y el cinismo no tiene límites, dicen que nosotros somos

los culpables porque por aquí pasa. La culpa está en Colombia, que no ha podido ni con Plan Colombia, ni con nada, acabar con el narcotráfico, ahora dicen 37


que nosotros somos un narco Estado. Ellos son el narco Estado; esa es la verdad, y nosotros hemos tragado clavos, hemos tragado arena para llevar una relación con Colombia que ha sido traumática, y no sólo con nosotros, Colombia tiene problemas con Nicaragua, con Ecuador,

con todos los vecinos tiene problemas Colombia. ¡No va a tener! Con una actitud agresiva de un Estado agresivo, el paramilitarismo sigue vivo aunque ellos dicen que lo eliminaron 38

¡mentira!, los yanquis ahí metidos y ahora más, entonces parece que no hay limites en Colombia, en el gobierno de Colombia. La presencia de estas tropas yanquis en las bases de Colombia va a causar más problemas aquí, más problemas con los vecinos de Colombia pero a ellos parece que no les importa eso, si no les importa causarle problema a los vecinos son unos malos vecinos y nosotros estamos obligados a revisar las relaciones comerciales, económicas, políticas con Colombia. Estamos obligados, no podemos quedarnos callados, ni podemos quedarnos de brazos cruzados. ESTÁN PREPARÁNDOSE PARA UNA AGRESIÓN CONTRA VENEZUELA No queremos nosotros problemas con Colombia, pero ellos andan por ahí por los ríos, se meten, andan por el aire, tienen aviones israelíes, ayer se les cayó uno por allá y los pilotos israelíes de los mismos que bombardean Gaza y matan niños cada vez que los mandan, no tienen escrúpulos, esos no son sino mercenarios, están ahí los yanquis y los israelíes 39


y dicen que aquí a células terroristas de Hezbolá. Están preparándose para una agresión. Que no se les ocurra porque se van a conseguir aquí con nosotros los hijos de Bolívar dispuestos a defender esta tierra, esta santa tierra, esta madre tierra. La milicia hay que potenciarla al máximo en toda esa frontera, unidades militares repotenciadas, unidades de inteligencia electrónica, ahora con más razón porque vamos a tener las bases yanquis en Cartagena ahí mismo, en Cartagena y Barranquilla. Las bases son de Colombia quién puede negarlo, no le está vendiendo Colombia esas bases a Estados Unidos hasta donde yo sé, no las están privatizando tampoco, son de Colombia sólo que van a estar ahí los soldados yanquis. ¿Alguien puede pensar que los soldados yanquis van a subordinarse a los soldados de Colombia? No, ese cuento no se lo come nadie, esos van hacer lo que les de la gana como lo hacen en Irak, no le paran al gobierno de Irak ni a nadie, se sienten los reyes, el imperio, soldados imperiales, mercenarios que buena parte de ellos consume droga, buena

parte de ellos trafican drogas, buena parte de ellos trafican armas. Los yanquis quieren convertir a Colombia en el Israel de América Latina, eso si sería incendiario y es triste en verdad que el gobierno de Colombia se deje y se preste sabiendo, porque lo saben, sólo que dicen otra cosa, es lamentable porque son hermanos nuestros de sangre, de herencia común, de territorio, de sueño, de proyecto, de esperanza de un mundo mejor la mayoría de los colombianos y las colombianas, no somos enemigos de Colombia, somos hermanos de Colombia, pero esto es en verdad preocupante. “Ideas y milicia” decía Simón Rodríguez, la nueva doctrina, la nueva estrategia militar, la nueva táctica militar, todo eso hay que crearlo, recrearlo, son ustedes creadores muchachos y muchachas, compañeros, compañeras. 40

Escrito por:

Socialismo y la Defensa Nacional

Alberto Müller Rojas 26/09/06

E

l líder de la Revolución Bolivariana, y Jefe del Estado venezolano, Hugo Chávez, ha adoptado definitivamente el socialismo como marco conceptual para impulsar el cambio estructural de la nación. Es una decisión atrevida que ha impactado la conciencia de los miembros de la audiencia nacional y a la opinión pública internacional. Es este hecho justamente lo que le imprime el carácter revolucionario a su actuación. Antes de esa declaración, su conducta política podría haberse considerado como la de un simple reformador. Un administrador político inclinado a introducir modificaciones formales para ajustar el comportamiento del Estado a las corrientes dominantes en el marco del sistema internacional. Positivamente, al acoger este planteamiento teórico se ha convertido en líder

de un movimiento que trasciende las fronteras nacionales, con autoridad e influencia especialmente en el ámbito americano. Y el simple hecho de que la dirección política de la primera potencia mundial lo colocase, al adversarlo personalmente, como un actor individual de primer orden en el escenario políticoestratégico internacional, lo consagra como una figura mundial. Un hecho que le devuelve al país y su gente –por ser él expresión de la voluntad de la mayoría nacional- el papel que jugara a finales del siglo XVIII y principios del XIX en el marco de la revolución política impulsada por El 41


Iluminismo. El movimiento intelectual, que en el contexto del humanismo, liberó al hombre de las ataduras que le imponía la hierocracia irracional –lo que el sociólogo alemán Max Weber llamó “el cesaropapismo”para substituirla por la democracia racional sustentada en la lógica del conocimiento. El atrevimiento yace no solamente en la adopción de un pensamiento desprestigiado por una aplicación brutal y desviada por parte de un partido comunista –el de la URSSque confundió la idea de “vanguardia”, señalada por el materialismo histórico, con el ejercicio oligárquico del poder por parte de la dirigencia de esa organización política. Se profundiza esta audacia con el enfrentamiento a la satanización del socialismo por parte de las fuerzas conservadoras en el marco de la guerra fría. Estas, lejos de debatir sobre los aspectos esenciales de la teoría, la descalificaron mediante un ataque a su aplicación por un sujeto histórico concreto, el sistema soviético. Un hecho que podría compararse con la inhabilitación de la propuesta evangélica del cristianismo, por la actuación del fascismo en España, apoyado por el

alto clero católico y el Opus Dei. Todo planteamiento teórico, como toda postura estratégica, no es bueno ni malo por si mismo. Su eficacia depende de la forma como se aplica. Es decir de la táctica, que es la manera como en la práctica se materializa el encuentro de la idea con la realidad. En ese sentido no es la concepción la que fracasa. Es la acción de los hombres

que dirigen su ejecución la que naufraga. De allí la importancia de la formación de cuadros adecuados para adelantar la acción. Pero la formación de tales cuadros no radica en su adoctrinamiento. El uso de esa técnica alienadora llevaría al dogmatismo irracional de las hierocracias, alejando 42

cualquier proceso de la democracia impulsada por el humanismo, con su lógica científica. La educación de esos equipos de mando y de trabajo es una tarea pedagógica sustentada en el desarrollo de su capacidad crítica, dependiente del dominio de los procesos de análisis. Es en esa facultad en donde radica la posibilidad del debate (la confrontación de ideas), e incluso de la polémica (el ataque y la defensa estratégica), útil tanto para el enfrentamiento de las antitesis, en unas relaciones sociales que son en esencia, como lo señala el materialismo histórico, dialécticas, como para el mantenimiento de un comportamiento táctico eficaz por parte de las fuerzas que conforman el movimiento propio. Fue el uso del adoctrinamiento, que convirtió los cuadros revolucionarios soviéticos, y los de los llamados partidos comunistas ortodoxos, en fanáticos integristas, una de las variables que explica el fracaso de lo que se llamó el “socialismo real”. El socialismo impuesto en el llamado “bloque soviético”. El fanatismo conduce a una polarización de la realidad, de la cual se apartan los más racionales, convirtiéndose en apáticos, lo que le resta fuerzas a la idea, al hacerla equivalente 43

a los instintos, esencialmente ilógicos, exhibidos por las fuerzas conservadoras de la sociedad, que defienden el derecho del dominio de los más fuertes sobre los débiles. Una conducta totalmente darviniana que mantiene al hombre en el mundo de natura, alejándolo del edificado por la cultura. Es por el análisis de la derrota del “socialismo real”, que las corrientes que impulsan el llamado “socialismo del siglo XXI”, en el cual se inscribe la orientación teórica del régimen político venezolano, aceptan la idea del pluralismo – la convivencia de modos de pensar distintos, incluso dentro de los mismos movimientos socialistascomo parte significativa de su praxis (estrategia) y su práctica (táctica). Sin la existencia de la dialéctica – que implica el debate y hasta la polémica- se hace imposible el ascenso humano. Por ello, la idea de las fuerzas conservadoras de suprimir las diferentes ideologías mediante la imposición de la noción del “fin de la historia”, que colocó su triunfo sobre el socialismo real como un escenario para la lucha de todos contra todos en el


espacio virtual (imaginario) del mercado, donde sólo sobrevive el más fuerte. El socialismo ha revertido la concepción clausewitziana sobre la guerra como continuación de la política por otros medios, para colocar a esta como la continuación de la guerra con otros instrumentos. Ciertamente, en las sociedades primitivas, y en las civilizaciones paternales, de las cuales se derivan las actuales, el orden –razón de ser de la política- se imponía básicamente por la fuerza. Fue la revolución humanista el hecho histórico que introdujo en la existencia humana la posibilidad de sustituir la guerra por la negociación explícita, característica de la política, realizada mediante el dialogo y el debate sobre las ideas relacionadas con el orden social, la que limitó el uso del poder puro para imponerlo. Es en ese momento donde se gestan los partidos y movimientos ideológicos que serían los instrumentos fundamentales del quehacer político Si bien es cierto, que en la civilización occidental – dentro de la cual se produjo esta revolución como consecuencia de la revolución industrial producto de la científica- se habían derivado avances importantes a partir de las ideas de los filósofos cristianos, que rescataron la

noción griega de la democracia, fue la adopción del humanismo lo que permitió la aceleración del proceso de ascenso humano. Un proceso que tiene como fin la eliminación de la miseria y la pobreza – persistente tercamente hoy en día- que han aquejado históricamente a la mayoría de los seres humanos. Unos rasgos que no solamente están referidos a las carencias y limitaciones en relación con los insumos físicos necesarios para la sobrevivencia, sino que incluyen, de manera dominante, la ignorancia asociada a la impotencia. Una invalidez que coloca a los hombres en la condición de animales. De allí el crecimiento exponencial de la violencia social de carácter delictivo, que presenta niveles de intensidad muy altos especialmente en los sectores populares, victimizados por la violencia psicológica y económica de los fuertes. Casi todos los criminólogos serios, coinciden en colocar las conductas transgresoras como un resultado de las elementales condiciones de vida de los infractores. De allí, que en esas circunstancias, la seguridad pública –la garantía de protección de las personas y sus bienes – alcance sus 44

niveles mínimos, incrementando los riesgos de quienes han alcanzado estadios superiores en su modo de vida. Pero no sólo ello. Tales ocurrencias están asociadas con formas espontáneas de protesta pública (disturbios sociales), y hasta actos de rebelión, que impiden la gobernabilidad en las comunidades políticas, frenando el ascenso sistemático del conjunto. Es un cuadro con impacto en el sistema internacional, en el cual, las fuerzas conservadoras que tienden a dominarlo, por la ausencia de mecanismos políticos eficaces, dado su comportamiento instintivo, utilizan el poder puro (la fuerza militar) como herramienta para controlar tales situaciones desorganizadoras, o evitar la búsqueda de respuestas autónomas racionales por parte de estados pequeños o medianos, que tendrían potencial de perturbar el orden jerarquizado internacional impuesto por el brutal ejercicio de la violencia política (la guerra). En ese cuadro se ha encontrado la población venezolana desde que rompió con el orden colonial, de naturaleza hierocrática, que dominó el país por trescientos años. Ha sido una dialéctica que

ha tenido expresiones polémicas, especialmente agudas durante el siglo XIX, cuando la principal manifestación fue la “guerra federal” (1859-63), junto a exposiciones contenciosopolíticas, en las cuales ha dominado la negociación explícita. Ciertamente Venezuela fue un escenario, y sus hombres fueron actores privilegiados de esa revolución política inspirada en El Iluminismo. No hay dudas que el Generalísimo Francisco Miranda y el Libertador Simón Bolívar fueron protagonistas importantes tanto en el debate como en la polémica, que condujeron a la difusión universal del pensamiento humanista. Las ideas inspiradoras del gran proceso transformador de las estructuras políticas y sociales de los diferentes conjuntos civilizatorios que convivían en su época, dando origen a una etapa histórica, que ha acelerado la tendencia hacia una integración cultural humana a escala universal, distinguida con el nombre de modernidad. Un período en el cual el obrar de la humanidad se pensaba que se realizaría dentro de las leyes de la razón, lo que teóricamente le permitiría avanzar hacia la abundancia, la libertad y la felicidad. No obstante, la aplicación del humanismo se encontró frente al hecho

concreto de la irracionalidad de las ideas de la libertad, la felicidad y de las necesidades individuales. Son valores (objetos de preferencia), que únicamente adquieren significado en el individuo según sus gustos estéticos y sus concepciones morales. Una situación que demandó de una estrategia, con objetivos concretos, y una táctica que definiese metas logrables en el espacio y en tiempo. En ese espacio se planteó un nuevo cuadro dialéctico que enfrentaba a quienes privilegiaban la libertad (liberales) con aquellos que priorizaban la igualdad (socialistas) Incuestionablemente los primeros, fundamentados en una gran falacia que equipara la libertad de vida, de pensamiento o cualquier otra de las fundamentales del ser humano, con la libertad de invertir, de tener empresas, o de enriquecerse, representaron al sector conservador. Se ha tratado de una posición que ha permitido mantener la fuerza de la inercia (posición que define la actitud darviniana de esta corriente) que tiende a amparar el orden jerarquizado de las sociedades, opresor de las 45



clases o estamentos inferiores. Aquí nuevamente se planteo la dialéctica entre las fuerzas conservadoras, motivadas por la noción de la democracia representativa de inspiración liberal, con las de cambio, estimuladas por la idea de la democracia directa de vocación socialista. Fue esta confrontación un encuentro que se escenificó políticamente básicamente en Europa durante el siglo XIX, sin manifestaciones en el plano internacional. Sólo en el plano interno, especialmente en Francia, epicentro de la revolución humanista, se materializó el enfrentamiento con la insurrección de las comunas de París (1848). Allí, mediante una coalición de clérigos, aristócratas, campesinos y burgueses, se reprimió el movimiento popular de naturaleza socialista, consolidando la idea de la democracia representativa. Se podría decir que el fracaso de este levantamiento fue la primera derrota significativa de las fuerzas de cambio que impulsaban la igualdad como condición necesaria y suficiente para el logro de la libertad del hombre. Pero no sólo fue Francia, en el “viejo continente”, el escenario de esa confrontación. Ella se reprodujo aquí, en

Venezuela, con su manifestación más violenta expresada en la mencionada Guerra Federal (1859-63). Y si allá, en Francia, el primer choque resultó en un descalabro que apuntaló la sociedad de clases jerarquizadas, aquí concluyo en un armisticio (el Tratado de Coche) que instaló un régimen de centro, que sin eliminar las desigualdades, desarrolló una cultura política focalizada en el igualitarismo. Un pensamiento mediante el cual los ciudadanos se consideran iguales entre si, aun cuando en la práctica las diferencias entre los variados sectores sociales sean aun más pronunciadas que las existentes en las sociedades liberales. Fuimos los venezolanos los primeros que pudimos validar el hecho de que las posiciones de centro son en el fondo conservadoras. El pensamiento igualitario se convirtió en la base de la ilusión de armonía social que imperó en nuestro país durante casi la totalidad del siglo XX, consagrando el dominio del liberalismo, con su sociedad de clases estratificadas, que condujeron en el último cuarto de siglo a la exclusión social y económica de amplios sectores populares. De modo que en el ámbito controlado por la cultura 48

política del humanismo, se instauró el liberalismo, cuyos resultados son la negación de las ideas sostenidas por el Iluminismo. No obstante en Europa, sin armisticios sintetizadores, continuó el debate en el terreno político, el cual permitió un crecimiento de las fuerzas socialistas (comunistas), particularmente en Francia e Italia. Mientras esto sucedía en el plano doméstico de los pueblos, en la arena internacional la dialéctica se mantenía entre las democracias republicanas y las hierocracias monárquicas, dentro del marco de un nuevo ingrediente ideológico: el nacionalismo. Un pensamiento centrado en la idea de la nación que comenzó a formarse a partir de la de pueblo, que dominó en la filosofía política del siglo XVIII, cuando se acentuó con ella la importancia de los factores naturales y tradicionales (conservadores por su propia naturaleza) en perjuicio de los voluntarios. Se trata de una idea, cercanamente asociada con la noción de racismo, antagónica al humanismo, impulsora de la vieja idea del Imperio Universal, con su modelo romano rescatado por el intelectual italiano Dante Alighieri

durante el período del Renacimiento Europeo. Ello replanteó la contradicción, formulando una nueva entre el humanismo, con su vocación cosmopolita (el hombre ciudadano del mundo), y el nacionalismo con su inclinación conservadora. Dentro de esta novel dialéctica se ha desarrollado hasta hoy la política internacional, teniendo como fondo una nueva y cuestionada disciplina académica: la geopolítica. Una teoría, con aspiraciones científicas, que coloca las variables geográficas como imperativos en el proceso de ordenación de la humanidad. Se minimizaba así el planteamiento del Iluminismo, expresado por el alemán Enmanuel Kant, quien visualizaba el orden internacional, como el resultado de acuerdos políticos entre los pueblos, logrados en un foro internacional. Una idea que dio lugar a la del

multilateralismo que obtuvo su máxima realización con la hoy degradada Organización de las Naciones Unidas (ONU). Fue una postura asumida en América por nuestro Libertador, Simón Bolívar, quien la formuló como base para la convocatoria del celebre Congreso Anfictiónico de Panamá, saboteado por los EEUU. País donde ya emergía con fuerza la idea del imperialismo, con sus bases nacionalistas, y su sustrato racista. La

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estrategia bolivariana tenía por objetivo la búsqueda del balance de poder internacional, mediante la multipolaridad (la coexistencia de varios poderes equipotentes en el sistema internacional), como paso previo para el logro del ideal de la multilateralidad. Este nuevo cuadro dialéctico produjo la desviación del esfuerzo científico, de profundas bases humanísticas, hacia una postura complementaria al nacionalismo con su inclinación imperialista: el militarismo. La idea de asociar la seguridad del Estado, fundamentada en la impermeabilidad de sus límites (un hecho irrealizable en la práctica, como lo sostienen por igual liberales y socialistas), con la fortaleza de sus capacidades militares. De modo que a la masificación de las unidades de combate, derivadas de la idea de la defensa popular, surgida en Francia, y adoptada en nuestro país desde 1810, para defender la revolución de los ataques de las hierocracias, se le añadía la tecnificación de las armas, dando lugar a lo que se ha conocido como

carrera armamentista. Una conducta que desvió el uso del conocimiento para solucionar el problema económico humano de la escasez, hacia la alimentación de una industria de guerra. Se creo así un proceso cuyo desarrollo exigía grandes concentraciones de capital, el cual contribuyó a acentuar las desigualdades

internas de las sociedades y externas, entre los pueblos que conformaban lo que ya constituía un sistema internacional de alcance global. Ha sido una etapa histórica, caracterizada por el uso de la guerra como 50

instrumento de la política internacional, que condujo a la planetización de este fenómeno a través de un proceso de escaladas, ya previsto por el polemologo alemán Karl von Clausewitz. Esa carrera armamentista tuvo como consecuencia inmediata la creación de armas cada vez más letales y una indefinición entre los espacios donde se desarrollaba la acción bélica (Teatros de Operaciones), y aquellos donde devenía la vida ordinaria de los pueblos, identificados como Zonas del Interior. Estos últimos pasaron a ser objetos directos de las acciones destructivas de las fuerzas militares en pugna, especialmente a partir del adelanto del poder aéreo. Las fuentes de energía; los sistemas viales, incluyendo puertos y aeropuertos; los centros industriales; las redes de comunicaciones; las instalaciones de gobierno; en fin todo aquello que tenía incidencia en el fortalecimiento de las fuerzas militares confrontadas, se convirtieron en blancos estratégicos para los beligerantes. Apareció de

esta manera el concepto de “daños colaterales”, como un eufemismo para designar los perjuicios causados a la vida de los ciudadanos y a sus propiedades. Se trata de una ironía, pues aparte de debilitar las unidades de combate en los teatros de operaciones, estos ataques se dirigían a causar terror directamente en la población civil, para paralizar la vida política de la sociedad (destruir el orden social del adversario). Emergía así el terrorismo, esta vez el definido como terrorismo bélico, considerado como un estrago innecesario para la obtención de la victoria militar, o para rechazar al enemigo por parte del defensor. Unas acciones caracterizadas por ampliar el número de víctimas, por afectar de modo primordial a los no combatientes, por destruir cosas y bienes sin trascendencia bélica y de bienestar humano, o de alto valor científico, cultural o histórico. Los bombardeos sobre Londres, realizados por los alemanes, los ejecutados sobre Dresden por los “Aliados” y, los realizados con armas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki perpetrados por los EEUU, todos durante la II Guerra Mundial, tipifican este tipo de terrorismo. Una conducta que se complementó con la introducción de la llamada

guerra psicológica, potenciada por el desarrollo de los medios radioeléctricos de comunicación En este contexto, estos blancos ubicados en los espacios conocidos como zonas del interior, se transformaron en objetivos de mayor significación, que los tácticos presentes en los teatros de operaciones. La

quiebra moral de la sociedad adversaria, pasó a ser más importante que la destrucción o neutralización de sus fuerzas militares mediante la acción táctica. Toda esta escalada condujo a la aparición de las armas atómicas y nucleares que 51


hicieron factible la posibilidad de la guerra total. Una posibilidad considerada por los teóricos como irrealizable, mediante la cual se puede aniquilar totalmente la nación o conjunto de naciones coaligadas, consideradas como enemigo. Más aun, una posibilidad que hace factible la desaparición de la vida en el planeta. Razón que ha llevado a pensadores estratégicos, como el General francés Andre Beaufre, a considerar tales armas como la vacuna contra la guerra, dada la irracionalidad de su empleo. Sin embargo, el sistema internacional no se inmunizó contra el acto bélico como resultado de la aparición de estos instrumentos irracionales en el marco de las polémicas políticas. La Guerra Fría, centrada en la disuasión mutua entre los adversarios, basada en la amenaza de la destrucción recíproca asegurada, sustituyó las confrontaciones directas entre los poderes dominantes en el sistema internacional, reemplazando los combates reales entre sus fuerzas armadas, por acciones indirectas contra los países periféricos bajo dominio o influencia de los beligerantes, mediante el esquema neocolonial. Esta modalidad de la guerra se

materializó, luego de concluida la II GM, a través del enfrentamiento entre la URSS y los EEUU. En términos teóricos, aparecía el fenómeno bélico como una confrontación entre la visión humanista del socialismo y la conservadora del 52

liberalismo. Pero en la práctica fue un enfrentamiento entre dos estados como ambiciones imperiales. Positivamente, en el Imperio ruso se había producido una revolución política (1917) que condujo al desplazamiento de la hierocracia imperante (el zarismo) y la consecuente instalación de un régimen socialista. Empero, tanto la cultura política interna imperante, fuertemente impregnada del nacionalismo, como las condiciones del sistema internacional, donde esta corriente, con su base geopolítica, dominaba las relaciones internacionales, acompañada del imperio del liberalismo, desviaron la orientación del proceso revolucionario. La vocación cosmopolita del materialismo histórico, enunciada en el Manifiesto Comunista (1872), se trastocó en un etnocentrismo con vocación de dominio universal. El

mecanismo para adelantar la acción revolucionaria a escala global, la Internacional Comunista (COMITERN), se transformó violentamente, con el ascenso de Joseph Stalin al control del poder en Rusia, en un órgano al servicio de una nueva oligarquía conformada por los cuadros dirigentes del Partido Comunista de URSS, que dominaba las variadas nacionalidades sometidas al Imperio zarista. De la idea de la democracia directa practicada por los soviets (comunas), el único espacio donde ella es viable, que implicaba el control de la sociedad por la mayoría (el populismo), se pasó a una sociedad militarizada, con una visión en esencia nacionalista, cuyas relaciones internacionales tenían un fuerte contenido geopolítico. Ello explica como sus potenciales estados aliados pasaron a ser súbditos, en un esquema neocolonial En ese marco, la estrategia indirecta, aplicada por estas superpotencias en colisión, fue la concepción que orientó su interacción en el escenario global. De otro modo, con la sola estrategia de disuasión, se hubiese 53


paralizado la dinámica del sistema internacional, generada por la relación dialéctica entre los principales actores políticos. Así, se generalizó el uso de los conflictos existentes entre los estados de las regiones periféricas, y dentro de ellos, como medio, junto con la carrera armamentista, para desgastarse mutuamente, probando la capacidad de resistencia de los contendores en un planeta polarizado. Ello originó un tipo de conducta caracterizada generalmente por la intervención directa de uno de los contendores en las confrontaciones regionales y locales, y la indirecta del contrario. Y, cuando ello no sucedía así, por el uso de agentes – estados o sectores sociales dentro de estos- apoyados política y económicamente por los beligerantes dentro del esquema de la guerra fría. Se buscaba, con esta praxis, debilitar las corrientes económicas que alimentaban sus economías, o lograr al cerco de su adversario dentro de las llamadas estrategias de contención. De esta forma se generaban unas acciones reciprocas dirigidas al deterioro mutuo, que complementadas con la guerra psicológica, tenían como fin el desgaste de la voluntad de lucha del adversario. Ocurrió así una

desescalada de la guerra, con el desarrollo de los conflictos de mediana intensidad, desplegados con métodos convencionales en regiones geoestratégicas, como el Medio Oriente o el Asia Central, y la aparición de los conflictos de baja intensidad, como los materializados en Centro América, con un amplio uso de fuerzas irregulares, con medios y tácticas elementales que recuerdan las acciones predatorias de las comunidades primitivas. Fue una forma de pensar la acción que se denominó, especialmente en la doctrina de guerra norteamericana, como estrategia del balance de poder en ultramar. Surgía así, como dominante, la llamada Guerra de Intervención, de carácter totalmente asimétrico, en las cuales el terrorismo bélico se convirtió en su signo característico. Las guerras árabe-israelíes; la guerra de Vietnam; las guerras en Afganistán; la guerra civil colombiana; la guerra del Golfo Pérsico; y la Guerra de los Balcanes, entre otras, 54

tipificaron esta renovada pauta de confrontación bélica. En estas nuevas circunstancias, las partes apoyadas por las superpotencias, con ventajas tecnológicas, superaban en las relaciones de poder las fuerzas adversarias. Se establecía así la asimetría como regla en la praxis militar. Una desigualdad que se incrementaba por la acción psicológica combinada del terrorismo bélico y la propaganda. No obstante, las prácticas derivadas de esa concepción no intimidaban la voluntad de las poblaciones cuyos miembros aspiraban la libertad, o simplemente el derecho de vivir dentro de los usos; las creencias: y, las costumbres de las culturas que les daban identidad. Los primeros, generalmente motivados por las concepciones humanistas del socialismo. Los últimos, por el nacionalismo o los fundamentalismos religiosos. Emergían así las acciones de resistencia casi espontáneas, las cuales frente a la superioridad tecnológica del adversario, recurrían a acciones predatorias irregulares, y ante el terrorismo bélico, desarrollaron el contestatario. En la realidad ninguna de estas

modalidades bélicas eran originales. De alguna manera, ellas se habían practicado en el pasado. Y, las acciones de resistencia, con el terrorismo contestatario asociado, no son una excepción. Para no ir muy lejos en la historia, hay que recordar la resistencia española a la invasión napoleónica, un hecho coincidente en el tiempo con la resistencia materializada en nuestro país ante la invasión española capitaneada por Pablo Morillo, destinada a recuperar el dominio colonial del territorio venezolano, después de la revolución emancipadora de 1810. En ambos casos, ante el terrorismo bélico ejercido por las fuerzas ocupantes, surgió el terrorismo contestatario, el cual, en lo que respecta a la resistencia venezolana, se plasmó en el Decreto a Guerra Muerte contra los españoles y canarios (1813) que no acompañasen las aspiraciones de independencia y libertad del pueblo venezolano. Ha sido en este marco donde apareció lo que algunos autores han llamado la Guerra de las Pulgas. Una descripción metafórica de un tipo de confrontación bélica en la cual, la parte débil de la ecuación asimétrica, mediante la organización 55


popular, estructura cientos o miles de pequeñas unidades autónomas, que con acciones militares locales (emboscadas, pequeños ataques sorpresivos, sabotajes, etc.) e, incluso, actos terroristas, conjuntamente con obligar a dispersar las fuerzas adversarias, para batirlas por separado con medios convencionales, donde se obtengan relaciones de fuerza favorables, le afectan su voluntad de lucha, por los efectos psíquicos de las

acciones violentas sorpresivas. Un modo de desgastar sus capacidades físicas y morales para quebrarle su espíritu combativo. La acción desarrollada por los Viet Cong, magistralmente conducida por el general Nguyen Giap, cuyos textos son hoy en día un material de referencia fundamental en lo concerniente a las tácticas para el desarrollo de este tipo de confrontación, es el ejemplo clásico en la actualidad de este tipo de conducta bélica. Un comportamiento adoptado por las grandes potencias, en el marco de sus Guerras de Conveniencia –destinadas exclusivamente a establecer explotaciones económicas, abrir mercados y perjudicar, aniquilar o destruir, directa o indirectamente, potencias rivales- o sus Guerras de Intervención con fines geoestratégicos, quienes han venido sustituyendo sus grandes formaciones castrenses por pequeñas unidades, las llamadas fuerzas especiales, que activan “quintas columnas”, como en el caso de los paramilitares colombianos, para actuar contra sus adversarios. Es dentro de esta praxis en donde se inscribe la defensa estratégica de Venezuela, dentro de una política cuyo fin es la estabilización de la

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nación. Una razón que se fundamenta en la minimización, a través de las prácticas de la tolerancia y la solidaridad propias del humanismo, en la aplicación del socialismo como teoría científica orientada hacia el establecimiento de un orden persistente. Un modelo de relaciones entre los sectores sociales diferenciados, en el cual las acciones cooperativas entre las partes, predominen sobre las conflictivas. Se intenta maximizar la seguridad ciudadana (la garantía de la vida y el respeto a las propiedades de los venezolanos y extranjeros que conviven el país), minimizando la violencia social y la política que colocan bajo riesgo la unidad de la nación y la integridad del territorio. Obviamente ello es un desafío a la estructura jerarquizada del sistema internacional y de la propia comunidad nacional, por lo que es explicable el conflicto con los poderes dominantes globalmente, asociados con la elite conservadora de nuestra sociedad. Pero el fondo de nuestra política es la implantación de la idea de zona de paz –que queremos compartir con los pueblos hermanos sudamericanosen el país. Es decir un espacio que se libere del uso de la fuerza militar por parte de las grandes

potencias con propósitos políticos en el sistema internacional. Es el abandono de la pasividad implícita en la noción de neutralidad, por el activismo que combate el militarismo del imperialismo, oponiéndose a las carreras armamentistas con el desarrollo del derecho a la defensa que busca garantizar la paz, buscando el equilibrio internacional e interno. Es la forma como el socialismo concibe la defensa nacional.

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Tecnología Militar

Escrito por:

http://mundo.sputniknews.com

El equipo de combate Ratnik

El equipo del “soldado del futuro” Rátnik El equipo de combate Rátnik comprende lo últimos desarrollos en armas de tiro, protección antibalas, sistemas de reconocimientos y dispositivos para comunicación. Tiene diseño modular con elementos que varían según la misión asignada. Puede usarse a temperaturas de -50ºC a +50 ºC

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Pueblo y Poder

Escrito por:

General en Jefe Vladimir Padrino López

Esta Fuerza Armada Nacional Bolivariana es chavista Discurso de Orden con motivo de los 203 años de la firma del acta de idependencia de Venezuela, pronunciado en la Asamblea Nacional por el General Vladimir Padrino López

M

uy buenos días para todos y todas: Primeramente damos gracias a Dios, artífice de todas las creaciones del mundo, por encontrarnos en estos espacios de proyección de aquel lugar histórico ubicado hoy en la esquina El Conde, donde se decidió nuestro carácter soberano e independiente, un día como hoy hace 203 años. Agradezco profundamente a la Asamblea Nacional, a su Presidente, su Junta Directiva, Diputados y Diputadas por la oportunidad que le dan, no a este soldado,

sino a nuestra gloriosa Fuerza Armada Nacional Bolivariana de expresarse en el Día de la Patria y también en el Día de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, lo cual constituye un sublime acto de unidad cívico-militar, consigna profundamente bolivariana. Me viene a la memoria el célebre discurso del Libertador Simón Bolívar, febrero de 1819 en Angostura; al comienzo de su discurso, parafraseándolo, puedo decir con humildad: Dichoso el ciudadano que tiene el honor de encontrarse reunido con los representantes del pueblo de la Venezuela Bolivariana en esta augusta Asamblea Nacional, fuente de autoridad legítima, depósito de la voluntad soberana 60

y árbitro del destino de la Nación. Realmente no es muy común ver a un soldado en estos espacios donde se debate la política del Estado, pero las relaciones y los procesos humanos van transformando los resultados y las realidades a través de los tiempos. Esto sólo es atribuible a la política, lo que va colocando en el tablero del ajedrez estatal y no estatal los elementos que la definen, la política. Desde hace siglos se intenta explicar el concepto de política y las formas en las que debe llevarse y cómo deben de llevarse a cabo. Entre los documentos más clásicos se encuentran los de Platón y Aristóteles, ambos en sus obras tituladas “La República” tenían visiones distintas,

dándole Aristóteles un enfoque más científico que incorporaba un análisis social que tomara en cuenta elementos psicológicos, culturales, sociales; así como, estableciendo también relaciones causas y efectos. Decía Aristóteles: “El hombre es un animal político por excelencia, por naturaleza, el hombre, si no vive en la polis, está incompleto y tiende

a formar una sociedad políticamente organizada”. También Gramsci intentó dar una respuesta a la verdadera razón de ser de la política; y como él, tantos otros. La política también está

relacionada con la ética, el mismo Aristóteles en el siglo V a.c., específicamente en su obra “Ética a Nicómaco”, señala que somos la suma de nuestros actos y por eso dependemos de ello para enfrentar como seres morales. La virtud moral se adquiere por la práctica, al igual que el dominio de cualquier arte o habilidad,

decía Aristóteles. Me permito hacer un introito de esta naturaleza recordando a nuestro Comandante Supremo Hugo Chávez, quien desde este mismo escenario, desde esta misma Tribuna hizo llamados constantes 61

a entender y practicar la política como ciencia, a asumirla, a entenderla como tal. Decía mi Comandante Hugo Chávez, que en el mundo de hoy unas de las cosas más grandes que ha venido ocurriendo es el retorno de la política. En este caso me refiero –como él mismo lo

mencionaba– a la gran política donde nosotros, los hombres y mujeres del pueblo uniformado, estamos sumidos. Bajo esta premisa nuestro Comandante Supremo decía, en muchas ocasiones, y exigía también que un general, un almirante, una generala,


una almiranta, debía ser un hombre o una mujer de Estado. Nosotros interpretamos a un hombre o una mujer de Estado como aquel ciudadano o ciudadana que se sabe y se siente heredero de la cultura, de las tradiciones, de los valores, de los aciertos y desaciertos, de las victorias y derrotas de su nación, heredero del pasado y del presente, responsable del futuro de una historia hecha y escrita al calor del pueblo al cual nos pertenecemos. Un hombre o una mujer de Estado es aquel que forma parte de la polis, que entiende y visualiza el estado final deseado de una nación; en definitiva, somos nosotros, generales y generalas, almirantes y almirantas, hombres y mujeres de Estado que se sienten miembros de una nación con su misión de destino. Quizás aquí está la respuesta de ver a este humilde soldado, representante de nuestra Fuerza Armada Nacional Bolivariana, aquí entre ustedes, producto del retorno de la verdadera política que el Estado revolucionario le ha impreso a la dinámica nacional. Estoy aquí como venezolano, como compatriota, como

compañero, como heredero de las glorias de Bolívar, como amante de la paz, con los deseos firmes y fuertes de llevar a Venezuela, junto a ustedes, a la suprema felicidad social: consigna profundamente bolivariana. Nuestra Fuerza Armada tuvo su génesis republicana al calor de una política de paz –quiero que esto se escuche muy bien–. Nosotros nacimos al calor de una política de paz, pero para preservarla y mantenerla indefectiblemente 62

debíamos, primero, obtener nuestra independencia, aun cuando esto deviniera o se tradujera en una cruenta guerra. Resulta curioso cómo la premisa de la paz se mantuvo presente en el pensamiento y acción de los alfareros de la nueva República durante los acontecimientos de la declaración de la Independencia. Ese diputado firmante del Acta de Independencia, Don José de Sata y Bussy, un sargento de artillería firmante del Acta de

Independencia, plasmaba este sentimiento el 2 de marzo de 1811 con motivo de la manifestación de las Fuerzas Armadas en los solemnes festejos de la instalación del Congreso Nacional, cuando él decía esta expresión: “Dichoso el Estado Militar si sus armas se enmohecen en medio de una profunda e inalterable paz, dichoso él si jamás necesita la Patria de su funesto ministerio, pero si el destino lo ordena de otra suerte, si los enemigos exteriores o interiores se oponen a tus santos designios, él protesta ser el apoyo de la libertad, el terror de la ambición y el destructor de la tiranía”. Así lo afirmaba él. Es importante ver cómo nosotros, de donde venimos y cómo nacimos, como República, como Fuerza Armada y como Estado, y allí está parte de esos sentimientos, de esos precursores, de esos próceres que rondaban alrededor del movimiento emancipatorio nacional. Nuestra Independencia se declara la mañana del 5 de julio de 1811, cuando el Presidente del Congreso comunicaba en sesión pública la posición del Ejecutivo, a quien se le había hecho la consulta el día anterior acerca o a favor de la Independencia. Por allí andaba rondando Bolívar, José Félix Ribas,

Miranda, azuzando con sus doctrinas, con sus discursos revolucionarios, y conspirando contra las posturas conservadoras. Esta Independencia declarada reivindica para siempre la voluntad popular, soberana, y una orgullosa dignidad nacional que inscribió a Venezuela entre los países libres del mundo en condiciones de plena igualdad política y con pleno derecho natural de afirmarse, defenderse y salvaguardarse. Después de la magnánima 63

declaratoria, el pueblo de Venezuela, junto con los militares regocijados por el glorioso suceso de este día, emprendieron un gobierno libre e independiente, con la premisa que ningún extranjero tiene derecho para dominarlo y que, como Estado libre e independiente, tiene pleno poder para darse la forma de gobierno que sea conforme con la voluntad de sus pueblos, declarar la guerra, hacer alianzas, hacer la paz, como dice nuestra Acta de


Independencia: “hacer la paz”. Está claro que el Estado venezolano ha nacido, crecido y se ha desarrollado bajo la égida de la paz, quedando ahora ratificada por nuestra Constitución Bolivariana como un fin esencial del Estado que adopta una posición de rechazo a la guerra y a la violencia, y promueve constantemente todas las acciones nacionales e internacionales, a través de la diplomacia, destinadas a consolidarla como meta estratégica. Permítanme que acuda también a las ideas del filósofo alemán Immanuel Kant, quien en su breve ensayo denominado Hacia la paz perpetua llevó a cabo un esfuerzo importante por demostrar el uso de la razón, nuestra razón es la única vía para lograr la convivencia pacífica, tanto entre los individuos como entre los pueblos y las naciones. De este tratado de Kant concluimos el establecimiento de una paz definitiva que, además de un deber, es una esperanza bien fundada mientras se le considera un ideal proyectado por la propia razón y al cual nos podemos acercar poco a poco de manera constante. La noción de democracia participativa y protagónica que no sólo está

contenido en el texto constitucional, sino que es impulsada firmemente por la Revolución Bolivariana, tiende más a una distribución amplia del poder, mucho más, muchísimo más que a la 64

concentración; la propia realidad que vivimos en los actuales momentos muestra la tendencia dominante hacia el rompimiento de las estructuras de poder tradicionales, empoderando al pueblo de su propio destino. Y fíjense, el valor sustantivo que ha hecho posible en gran medida esta realidad, ha sido precisamente la idea de la paz; para unos un valor moral, para otros una condición objetiva sin la cual no es posible el ascenso humano. Esta inclinación pacífica se vio concretada en el año 2004, cuando sectores políticos

convocaron a un referendo revocatorio contra el Presidente Hugo Chávez, después de una arremetida contra el Estado y el pueblo de Venezuela; y aquí, por abrumadora mayoría, el pueblo de Venezuela se fue por la opción de la paz; es decir, por los mecanismos constitucionales que nos dieron para dirimir y escoger a nuestras autoridades legítimas y legales del Estado. Allí quedó comprobada la vocación pacifista, no solamente del Estado, de su Fuerza Armada, sino también del pueblo de Venezuela. También ella –me refiero 65

a la paz– en el ámbito internacional configuró una estrategia constitucional, al menos en el siglo XX todas nuestras previsiones fundacionales han contenido un repudio a la guerra como instrumento de la política internacional, una declaración que a la diferencia de las oportunidades anteriores, cuando ella solamente formaba parte de los preámbulos de las Constituciones, ahora en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela se materializa en su parte dispositiva, cuando declara el territorio nacional como un territorio de paz. Así pues, queridos compatriotas, la paz es


una tarea que exige más valentía, más determinación y más heroísmo que la propia guerra. El proceso bolivariano ha demostrado durante estos años la determinación de ser pacifista, promoviendo la paz en cada rincón y en cada espacio de nuestra Patria y más allá. Vale mencionar los esfuerzos por mantenerla por parte del ciudadano Nicolás 66

Maduro Moros, Presidente Constitucional de la República Bolivariana de Venezuela y Comandante en Jefe de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, quien ha hecho ingentes esfuerzos llamando al diálogo y al encuentro con los distintos sectores de la sociedad; pero aun así, lamentablemente, nos encontramos con quienes pretenden imponer su voluntad por la vía de la violencia, e incluso, por la vía del terrorismo. Nosotros podemos ir observando la historia, y aquí en Venezuela la fuerza pasa a un segundo lugar, sólo si alguien se atreve a hollar nuestro sagrado suelo, hollar nuestra Independencia y nuestra soberanía; pero aquí a lo interno, todos los actos violentos que puedan tener lugar provocados por factores internos, quintas columnas, van a fracasar hoy, mañana y siempre. Ahora, yo me hago unas preguntas como soldado y como ciudadano, ¿Es esta la política a la cual yo hacía referencia al inicio de mis palabras? ¿Será que convergemos

todos con el espíritu de nuestros próceres en promover y construir la paz? ¿Costará mucho volcar nuestra mirada al pasado y ver el verdadero espíritu esencial con que construimos la República, con que construimos sus instituciones, incluida la Fuerza Armada? ¿Es esta la política ética, la gran política a la cual se refería el Presidente Hugo Chávez, 67

tantas veces desde esta misma Tribuna? En ese sentido, nuestra victoria ha sido la paz y esta ha sido la consigna de nuestro Comandante en Jefe por la cual nosotros, militares y civiles, seguiremos luchando en unidad revolucionaria. Todo ello es el resultado de lo que se considera el desafío al orden imperial que se intenta establecer a escala mundial. Nuestra República enfrenta en otras circunstancias un adversario en las mismas condiciones de superioridad por las cuales combatió el imperio español. Ya no se trata de combatir un centro de poder ubicado en Madrid, ni a unas tropas donde las diferencias tecnológicas prácticamente eran imperceptibles, no, el adversario que hoy tenemos que combatir no está ubicado geográficamente, domina el espacio virtual que ofrece el campo de la información y la comunicación, y por consiguiente, el teatro de la guerra no tiene límites espaciales ni temporales, aun cuando no podemos descartar una intervención directa a través de una agresión militar a gran escala. Ante las embestidas vividas contra nuestra Patria en estos 15 años de Revolución, debo decir que el Estado revolucionario se


ha dotado de estructuras para enfrentarlas. En primer lugar, el líder supremo de la Revolución emprendió una cruzada por la cohesión nacional y, además de ello, por el fortalecimiento del aparato militar; esas dos variables son la que le imprimen a un pueblo su voluntad de lucha y su voluntad de vencer: la cohesión nacional y una buena doctrina de organización y estructura en nuestra Fuerza Armada Nacional Bolivariana. A esto, por supuesto, se le adiciona la conformación de una nueva estrategia nacional basada en el concepto de la guerra de

todo el pueblo que rige la doctrina militar venezolana, construida por las manos, las ideas y la visión del Comandante Supremo de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez. Analizando todo esto, tal vez sea ésta la causa del fracaso de todos los intentos y experimentos de los aventureros, de las quintas columnas que operan en nuestro país empleando todas las técnicas y medios que han tejido a la luz de todas la metodologías para derrocar gobiernos en América Latina, incluyendo la posibilidad del empleo del poder militar, de la Fuerza Armada Nacional 68

Bolivariana, en este caso. Como representante de esta institución le digo al pueblo de Venezuela, a los pueblos del mundo y a esta distinguida audiencia, que nuestra Fuerza Armada Nacional Bolivariana no es aquella montonera del siglo XIX, de principios del siglo XX. Hay quienes no quieren reconocer el talento, el profesionalismo, la actitud cívica, el apego a la Constitución de los soldados y soldadas de nuestra Fuerza Armada Nacional Bolivariana; pareciera que estuviésemos anclados en el pasado. Eso ya cambio para siempre, se lo dice con toda seriedad y responsabilidad

un soldado con 30 años de servicio; tampoco nos prestamos para la barbarie ni para golpes de Estado y muchísimo menos para torcer la voluntad popular. Desde esta Tribuna, permítanme ustedes exigir respeto para nuestros soldados y nuestras soldadas e invitamos, incluso, a valorar la conciencia cívica y militar de nuestra Fuerza Armada. No la subestimemos, no la injuriemos; por el contrario, apreciemos el arrojo de sus solados, de sus soldadas, quienes día a día forjan caminos de libertad junto al pueblo para construir la Venezuela

feliz, próspera, potencia. Al final, compatriota, somos venezolanos y venezolanas, hermanos y hermanas, hijos e hijas de Dios, esto lo digo bajo el amparo de algo que debe unirnos para siempre que es la Independencia Nacional. Pero permítanme continuar delineando la génesis – que es importante– y el espíritu esencial con los surgió la República y la Fuerza Armada, a la luz de la Independencia. Retrotrayéndonos nuevamente a la historia, ésta nos deja ver que luego de los hechos del 19 de abril de 1810, la Junta de Guerra presenta 69

una propuesta para la defensa y seguridad de la Provincia de Caracas y se la presenta a la Junta Suprema Conservadora de los Derechos de Fernando VII. Allí Lino de Clemente, Juan Pablo Ayala, todos los que formaban la Junta de Guerra de esa Suprema, en nuestros primeros pasos por la Independencia, empezaron a escribir la filosofía de nuestra organización militar original, y fíjense lo que decía el documento: “No aquel sistema horrible de opresión con que los déspotas de la Europa arman una parte de sus habitantes para tener en


cadenas a la otra y hace al soldado el satélite de la tiranía y el verdugo de sus conciudadanos. No, lejos de nosotros este sistema destructor que no profane jamás estos países en que por primera vez y para siempre, se han proclamado los derechos del hombre y la libertad de los pueblos. El sistema militar que conviene a Venezuela debe nacer de estos mismos derechos y de esta libertad” decían aquellos próceres. Por otra parte William Burke, ideólogo inglés de nuestra Independencia y la hispanoamericana, difusor de las ideas radicales y anticolonialista, manifestaba sus inquietudes con relación a la organización militar a propósito del incipiente proceso emancipatorio: Decía que la evolución de los ejércitos fue perdiendo la perspectiva de la defensa legítima de las naciones para convertirse en ejército de ocupación e invasión por la ambición imperial, máxime expresión de lo que hoy es el capitalismo y el neoliberalismo salvaje. William Burke describía esto que acabo de decir de la siguiente manera: Como las republicas de Grecia fueron subyugadas por el ejército Filipo de Macedonia, y después de ellas, el grande imperio de Persia, la destrucción de

Cartago y la subyugación de todas las naciones civilizadas del antiguo mundo se efectuaron con un instrumento parecido a esto: ejércitos invasores. El ejército de César destruyó la República de Roma, el ejército de Cromwell expelió al Parlamento de su sala de sesiones, y Napoleón con sus soldados, bueno, trastocó definitivamente a la Francia. Ahora, si bien es cierto que la ampliación de nuestra Guerra de independencia, en aquella oportunidad no tuvo una intención de dominación de los espacios extraterritoriales donde 70

actuó el Ejército Libertador, esto solo lo hizo para forjar libertades y para liberar los pueblos americanos del yugo español. ¡Qué orgullo! ¡Qué grandeza! ¡Qué historia la nuestra! De estos documentos que hemos revisado, históricos, se desprende parte del verdadero espíritu y génesis de nuestra Fuerza Armada Nacional Bolivariana, aun cuando la consigna de la paz se imponía en la filosofía de la nueva República, era necesario primero tomar la justicia por asalto, y ello significaba ir contradictoriamente a la guerra por nuestra independencia.

Bolívar tenía esta idea clara, y fíjense como lo expresaba en una carta a Soublette, cito: “Nosotros no debemos ofrecer más que la paz en recompensa de la Independencia. Esta, para nosotros nos trae toda las

bendiciones del cielo”. Esta aseveración sigue siendo hoy en día un debate nacional, y hoy es parte de las raíces que hemos retomado para sustentar el pensamiento militar venezolano, el genuino, el originario, el autóctono, el 71

nuestro, el propio, y ¿quién puede refutar el carácter antiimperialista de nuestra nacionalidad? ¿Quién? Yo pregunto: ¿Quién en esta audiencia puede negar ese signo originario con que nacimos: antiimperialistas? ¿Quién lo puede negar? Todo venezolano, venezolana que haya nacido a la luz de la Independencia de Venezuela y con el ideario bolivariano es un antiimperialista; y hoy la Fuerza Armada Nacional Bolivariana reafirma con mucha firmeza el carácter antiimperial ante el pueblo y los pueblos del mundo. ¡Que lo sepa el mundo entero la condición y el carácter antiimperialista de nuestra Fuerza Armada Nacional Bolivariana! La Declaración de Independencia absoluta de Venezuela el 5 de julio de 1811 tuvo como respaldo el pueblo que nutrió con el mayor entusiasmo las filas patriotas, desde esa época se comenzó a internalizar la idea de soldado/pueblo, pueblo/ soldado, para compartir el sentimiento común del


patriotismo republicano entre ambos, una emoción que nacía de la existencia de una Constitución que relacionaba el individuo con el espacio que le garantizaba su independencia, su libertad, su soberanía, su inmunidad y su capacidad para determinar el gobierno que mejor permitiría el logro de su metas. En el Discurso de Angostura el Libertador Simón Bolívar delineaba la política para la cual se utilizaría la fuerza militar como instrumento de acción, la materialización de esta coordinación tácita que gestó el músculo guerrero de la República, produjo sus cuadros de mando que salieron se soldados profesionales de nuestra Academia Militar de Matemática fundada en 1810. Bolívar nació de las milicias de Blanco, Santiago Mariño, Rafael Urdaneta y tantos otros, pero de los ciudadanos del pueblo también vinieron feroces y aguerridos combatientes como José Antonio Páez, como Leonardo Infante, como Cornelio Muñoz, como el Negro Primero, gente del pueblo hechos soldados y soldados hecho pueblo. Se podría decir que nuestra gesta independentista fue la concreción de lo que hoy llamamos la unidad

cívico-militar, lo que actualmente permite el desarrollo del concepto de la defensa integral que constitucionalmente define la dinámica de la función estratégica del Estado. Este brevísimo recuento histórico demuestra que el llamado a la unión cívicomilitar emancipatoria no es una idea nueva. La historia 72

venezolana nos presenta algunas guías, Simón Bolívar se persuadió, sin ser aún tarde, de la necesidad de incorporar el pueblo a la lucha para lograr la independencia nacional. Lo decía el Mayor General Alexis López Ramírez en su discurso, desde allá desde el inmortal Campo de Carabobo el 24 de

junio pasado: Una Primera República oligarca, una Segunda República militar, pero una Tercera República vencedora y victoriosa popular. Más tarde Ezequiel Zamora con su ejército de descamisados, de descalzos, de desposeídos, levantó las banderas bolivarianas, del proyecto bolivariano,

durante la Guerra Federal, maximizando en aquella epopeya la fortaleza de la unión cívico-militar. Ahora veamos, porque hay gente que dice que esto no existe, que esto es un imaginario, que es un inteleque, no sé, hay quienes no creen en esto, y esto tiene su asidero histórico, y que lo ha 73

retomado el Presidente Hugo Chávez con la Revolución Bolivariana y lo ha mantenido fuerte y firme el Presidente Nicolás Maduro Moros en su mandato. ¿Quién dijo que la unión cívico-militar no existe? ¿Quién se opone a eso? Pregunto yo como soldado y como ciudadano. Esa unión cívico-militar se ve expresada hoy en la conjunción mágica de militares y civiles como, por ejemplo, en la conformación del Movimiento por la Paz y la Vida. Mágico, bonito, hermoso, un movimiento impulsado por nuestro Presidente para ir por la convivencia solidaria, por la paz; allí está la unidad cívico-militar, en la Gran Misión Barrio Nuevo, Barrio Tricolor. Esa es una realidad, no es pintar techos, paredes, etcétera, es un factor de integración, integrador profundamente, y nosotros, la Fuerza Armada, la Milicia Bolivariana, allí con nuestro pueblo ayudando y cooperando. Esa es la verdadera realidad, así como la Gran Misión Barrio Nuevo, Barrio Tricolor; en todas las misiones sociales nuestra Fuerza Armada Nacional Bolivariana está allí ayudando y cooperando, fusionado con el pueblo y haciéndonos felices, porque si algo hace feliz a un soldado es ayudar al


repetir la escena algunos sectores, gracias a Dios, minoritarios. Fíjense, el trauma a lo interno de nuestra institución fue tan severo que quedó la convicción en la mayoría de los militares de no volver a empuñar las armas para

prójimo. Hay muchos ejemplos de la unidad cívico-militar, nuestra participación en los procesos productivos, el acompañamiento que le hemos dado al pueblo para la estabilidad de la economía, entre otras tantas tareas, que nos vinculan como un solo ente al servicio de la Nación. Vamos adelante con la unidad cívico-militar, vamos con esa necesidad y con esa

realidad. Emblemático resulta recordar los hechos del 11, 12 y 13 de abril, así como a mí también me da mucha tristeza recordar los hechos del 27 y 28 de febrero de 1989, momentos dolorosos. Pero el pueblo se hizo Fuerza Armada y la Fuerza Armada se hizo pueblo, esto es una concreción real de lo que es la expresión de la unidad cívico-militar. Todo esto no hace sino reafirmar la condición popular de nuestra institución –escúchese bien: “popular”–, el 74

carácter popular de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana y todo ese carácter patriótico, bolivariano, antiimperialista y popular de nuestra Fuerza Armada que fue traicionado luego de la gesta de Independencia. El ideal espiritual y originario que vieron nacer nuestra institución fueron desvirtuados y fueron desnaturalizados, desdibujados por completo con el objeto de apoderarse del poder político y económico, enrumbando a la Institución al clásico modelo pretoriano para prestarse a las componendas con las clases oligárquicas, transformándose en una fuerza de contención, bajo esa misma estrategia de contención de los Estados Unidos y opresora a las insurgencias populares y progresistas desatadas a partir de la traición a Bolívar. Laureano Vallenilla Lanz, en su libro Cesarismo

democrático, resalta la figura del gendarme necesario –fíjense ustedes ya por dónde vamos, de lo genuino a lo profano– que es aquel que en medio del caos social derivado de la Independencia, podía controlar y contener por medio de las armas de la República a los pueblos para silenciarlos. Las clases que dominaban el poder económico destrozaron todo el espíritu patriota con que nació la Fuerza Armada Nacional para colocarla al servicio de sus propios intereses. Acontecimientos recientes de nuestra historia contemporánea nos reflejan aquellos aciagos días del 27 y 28 de febrero de 1989. ¿A qué salió la Fuerza Armada a la calle? A proteger los intereses de una cúpula económica, hay que decirlo por toda la calle

del medio, y nos hicieron a nosotros, los soldados, los gendarmes. Salimos a las calles a masacrar un pueblo –ése es un capítulo oscuro en la historia de la Fuerza Armada Nacional que tenemos que remediar a lo largo de todos estos años que vienen con la Revolución Bolivariana por delante– un 27 y 28 de febrero de 1989, donde la dirigencia político-militar del momento apuntó las armas de la República contra un pueblo indefenso que reclamaba sus reivindicaciones sociales. Hermanos de un mismo pueblo salimos a las calles a matarnos los unos a los otros, pareciera que quieren 75

masacrar a nuestro pueblo, convencidos y de allí, por supuesto, la gota que derramó el vaso y dio paso a la insurrección militar del 4 de febrero, que vino por la paz y por la regeneración de la República. Un acontecimiento que deja ver la evolución de la conciencia de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana tuvo lugar, precisamente, en esos días del 11, 12 y 13 de abril de 2002, cuando oficiales de alto rango militar sin comando de tropa… Conquistados, por la ambición de poder, por la ambición de un cargo, seducidos por sectores


económicos y aupados por presiones foráneas, se prestaron para derrocar un gobierno legítimo, legalmente constituido y que tenía un alto nivel de popularidad e hicieron verle al pueblo lo contrario, producto, precisamente, de esta guerra de cuarta generación en la que estamos sumidos desde algunos años. En esa oportunidad fue la oficialidad media con el liderazgo de generales de excepción, fue esa oficialidad media quien comandaba las tropas que desmontaron la matriz de la supuesta renuncia y exigieron, junto al pueblo, el retorno de la constitucionalidad. Esos cuadros medios somos hoy el Alto Mando Militar. El Alto Mando y los comandantes de los grandes comandos de nuestra Fuerza Armada; y, ¿saben con qué están armados ahora, como decía Bolívar? con su principalísima arma, la conciencia Patria, así estamos armados el Alto Mando, los grandes comandos y toda nuestra Fuerza Armada Nacional Bolivariana, de conciencia Patria. Fíjense la gran diferencia, cuando una noche del 11 de abril del 2002, en comunicación telefónica con mi Comandante Hugo Chávez, siendo yo Comandante de un Batallón

de Infantería en Fuerte Tiuna, con mando de Tropa al Frente, me pidió y me exigió que evitara todo derramamiento de sangre, que no quería ver sangre entre nosotros, los hermanos, no quería una masacre entre venezolanos. ¡Qué gran diferencia! Recibir una orden de un soldado, de un Comandante en Jefe, de un estadista, de un Presidente consciente de sus funciones, humanista, un soldado también ¡Qué gran diferencia compañeros! Eso jamás podrá borrarse 76

de la memoria de este soldado y de muchos que conformamos la Fuerza Armada Nacional Bolivariana. Además, debo decirlo sin jactancia alguna, si en alguna institución del Estado, sin demeritar ninguna otra, por supuesto, con todo respeto, germinó la semilla de la Revolución Bolivariana, es en esa institución que se llama Fuerza Armada Nacional Bolivariana. Nuestra organización es un conglomerado de

hombres y mujeres que han participado activamente en el desarrollo de la Nación, en procura de coadyuvar a los fines esenciales de la misma, una Fuerza Armada que se ha abierto sin reservas a las nuevas exigencias que hace la Patria. Esta sí es la verdadera Fuerza Armada Nacional Bolivariana que se corresponde con las ideas originarias antes mencionadas y que recoge su carácter antiimperialista, humanista, popular, profundamente democrática y amante de la paz. Esa es nuestra Fuerza Armada Nacional Bolivariana. ¿Y saben qué, queridos compañeros? Lo voy a decir con mucha responsabilidad, atendiendo a la ética y atendiendo a la gran política: ¡Esta

Fuerza Armada Nacional Bolivariana es chavista! ¿Saben por qué lo digo? Lo repito con toda responsabilidad, porque Chávez no es un partido político, Chávez no es una entelequia. Chávez es una doctrina militar, política, económica. ¡Eso es Chávez! Chávez es una doctrina que nos ha permitido emanciparnos en lo espiritual y en lo filosófico para rescatar, defender y expandir el bien más preciado que nos legaron nuestros libertadores hace 203 años, reconquistado por la fuerza moral de ese Gigante. Ese bien –ustedes saben– no es otro que nuestra independencia 77

nacional y se encuentra plasmado allí, de primerito, en el Plan de Patria, en el Plan de la Patria que marca los milésimos del acimut que guiará nuestro accionar en los próximos años. Hoy nuestro llamado para la Fuerza Armada, es a maximizar nuestra profesionalización, nuestra tecnificación, nuestro nivel de investigación y a desarrollar nuestro intelecto en función de la defensa integral de la Nación. Así nos los exigía nuestro Comandante Supremo,


invocando el ideario robinsoniano, cuando hablaba de ideas y milicias, y se expresaba que creación tan heroica esa, ideas y milicia, y nos invitaba a nosotros, a los militares, a desenvainar las espadas y a abrir también los libros para la defensa de la Nación. Así pues, hagámoslo, desenvainemos las espadas y abramos los libros, compañeros y compañeras de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana. Ahora bien, para mantener y consolidar nuestra Independencia es necesaria la unidad, unidad y más unidad. Decía Bolívar: “… unámonos o la anarquía nos devorará…” Sólo la unidad nos falta para completar la obra de nuestra regeneración, ciertamente esta unidad no nos vendrá por prodigios divinos, sino por efectos sensibles y esfuerzos bien dirigidos. Cuando la conciencia revolucionaria es frágil, cuando los intereses individualistas se imponen, cuando el Estado se debilita, cuando los antivalores penetran las bases, nuestras bases de la juventud, surgen hombres y mujeres que

vacilan, las opiniones se dividen, las pasiones las agitan y los enemigos los animan para triunfar, tengámoslo presente. Ante una situación como ésta, lo indicado por el Libertador en su última proclama tiene más vigencia que nunca, cito: “Todos debéis trabajar por el bien inestimable de la unión, los pueblos obedeciendo al actual gobierno para liberarse de la anarquía, los ministros del santuario dirigiendo sus oraciones al cielo y los militares empleando sus espadas en defensa de las garantías sociales.” Luego de estos planteamientos, como venezolano, como soldado bolivariano, ratifico el llamado de nuestro Comandante Supremo y Eterno, la lealtad al Proyecto Bolivariano, la unidad de las fuerzas revolucionarias y todo el apoyo al Presidente 78

Constitucional de la República Bolivariana de Venezuela. Mi Comandante en Jefe, usted emana de la soberanía popular y por tal razón cuenta con el apoyo de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana. Cuente usted con nuestra lealtad, con nuestra disciplina, como usted mismo nos lo exigía en estos días. Los soldados y soldadas de esta Nación hoy están de pie, con la mirada puesta en el horizonte y aferrados a nuestra Constitución. Cuente el pueblo de Venezuela también con su Fuerza Armada. Unidos

venceremos. Mi Comandante Chávez decía: “Estoy seguro que nuestro país sorteará todas las dificultades que vengan por el camino, que aparezcan por el camino, se impondrá la institucionalidad y dentro de ese marco algo que tendremos que cuidar mucho, mucho, muchísimo: la paz nacional”. Avancemos con fuerza y determinación, vacilar es perdernos, nuestra opción única es la grandeza, la libertad y la

Independencia. Seamos como Bolívar, seamos como Chávez. ¡Independencia y libertad! ¡Independencia y revolución! ¡Independencia y Patria Socialista! ¡Chávez Vive! ¡La lucha sigue! ¡Independencia y Patria Socialista! ¡Viviremos y venceremos! ¡Venceremos!

79


Filosofía de la Guerra

Escrito por:

Néstor Rivero

Algunos conceptos de guerra en el mundo del siglo XXI

A

lgunas líneas

del tipo de guerra que se viene librando en distintas regiones del mundo de hoy, tienden a mostrar, por su reiteración, los nuevos modos y técnicas de agresión, enmascarados en lenguaje diplomático y la sorpresa de una opinión pública desprevenida que, eventualmente, pudiere aceptar pasivamente lo que se le ofrece como “la verdad” de un conflicto.

etapa en la conflictividad de escala planetaria ¿Hemos OBLIGACIÓN DE entrado en una escalada PROTEGER.- El 11 de sin retorno que conduce a Septiembre con el derrumbe la II Guerra Mundial; o esta de las Torres Gemelas de ya comenzó y se desarrolla Nueva York abrió una nueva de modo fragmentario 80

con distintos métodos, invasión directa, golpes de estado, desestabilización de gobiernos “no simpáticos” y campañas mediáticas sostenidas? Lo que sí ha quedado claro

es han surgido nuevos vocabularios y se extendió el choque armado, a escala regional en territorios que habían permanecido al margen de invasiones al menos en los últimos años, como Afganistán y Irak, Así, cabe la pregunta: ¿puede aplicarse a Venezuela la doctrina imperial conocida como “Responsabilidad de Proteger” que, esgrimiendo los artículos 40 y 41 de la Carta de las Naciones Unidas le han sido aplicadas en lo que va de este siglo veintiuno a gobiernos y países como la Libia de Muammar Gadaffi, para dar algún viso de legalidad al ataque criminal que se ejecutó contra el jefe de la Revolución Verde?. Hoy opera una profunda distorsión, mediante la cual se ha pretendido imponer ante la opinión pública mundial la tesis según la cual el proceso de cambios políticos que hoy prosigue en la República Bolivariana de Venezuela, no es otra cosa que una 'dictadura que viola los derechos humanos'. Dicha estrategia probablemente contempla en alguno de sus escenarios de agresión, el recurso del supuesto incumplimiento por las autoridades venezolanas, de la responsabilidad de 'proteger los derechos humanos del pueblo sobre el que se gobierna, aspirando, inútilmente por

lo demás, que dentro y fuera de la ONU se alineen a favor de la correlaciónOTAN, alianzas diplomática que avalasen una hipotética 'zona de exclusión aérea' bombardeos y destrucción de la patria de Bolívar por las fuerzas imperiales. Hasta ahora no lo han logrado; y en la medida en que el pueblo se mantenga movilizado y muestre cohesión de soberanía, no lo lograrán. En el caso del coronel Gadaffi se recuerda claramente que la zona de exclusión aérea y los bombardeos contra el territorio libio comenzaron a partir de una supuesta “masacre” que el líder antiimperialista había dispuesto contra una multitud que se concentraba para protestar su mandato, en una plaza de capital Libia. Y después que se despejaron los acontecimientos se develó la falsedad de una masacre que nunca ocurrió. Claro, los contextos son muy distintos. El coronel Gadaffi, si se le 81


compara con el Gobierno Bolivariano del Presidente Constitucional Nicolás Maduro, se encontraba bastante aislado, y pocas voces de los pueblos africanos y del Medio Oriente y resto del Asia, se movilizaron para detener la agresión de la OTAN. En ello han fracasado las tenebrosas fuerzas imperiales respecto a la Venezuela Bolivariana. No obstante se debe estar alerta ante la amenaza de que se aplique una eventual “obligación de proteger” contra Venezuela. Afortunadamente dentro del Consejo de Seguridad de la ONU, Venezuela cuenta con un representa, Rafael Ramírez, como Miembro No Permanente por dos años. Ello, en cuanto a política exterior, hace una gran diferencia en este asunto con respecto al hermano pueblo de Libia. LOS DOS TERRORISMOS.Frente a los actos de terrorismo individual o de grupos del fanatismo religioso y político que puedan atentar contra bienes y personas dentro de Estados Unidos o países de Europa, los gobiernos de dichas potencias responden con prácticas que se dan la mano con sus eventuales y/o potenciales agresores subrepticios. Cierto, la aplicación de distintas formas de “Terrorismo de Estado” por los países

de la OTAN, los nuevos conceptos de “daño colateral”, mediante el cual se justifica cualquier exceso en la guerra, o la interpretación que dan esos centros de poder global a la llamada “Responsabilidad

de Proteger”, en escenarios de conflicto interno en países del Medio Oriente, África o América Latina, anuncian nuevas tendencias en el enmascaramiento de 82

las agresiones de orden estratégico que adelantan dichas potencias. 'FALSO POSITIVO' INTERNACIONAL Otro recurso a que eventualmente pudiere apelar la estrategia de agresión contra Venezuela por la CIA, el Departamento de Estado y Pentágono de EEUU, sería el crear un “falso positivo internacional”, al mostrar algún hecho de dado auto-infligido dentro de alguna posesión de aquella potencia, e imputársela a Venezuela para anunciar que va a ejercer su “derecho a la defensa”, en los términos contemplados en el artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas. ¿Podría ser forjado algún incidente de guerra en aguas internacionales, o aguas de Caribe cercanas al estado Libre Asociado de Puerto Rico? Serían escenarios que nuestra Fuerza Armada Nacional Bolivariana está llamada a ponderar en el estudio de iniciativas de previsión y contraofensiva comunicacional. EL CASO VENEZOLANO.¿Se puede sobrevivir por décadas a un estado de amenaza, como el

gobierno estadounidense ha proclamado contra la Patria de Bolívar al, precisamente calificar a esta última como “amenaza extraordinaria e inusual para su seguridad nacional”?. Bajo estado de amenaza y peligro de ser invadidas militarmente de modo directo por EEUU, han sobrevivido durante largas décadas, territorios y naciones como Cuba, Irán, Rusia, Belarús o Siria.

En dicha lista hoy ha sido incluido nuestro país. Y ello -que no es otra cosa que la respuesta de los grupos que ejercen el poder imperial dentro de aquella nación, a la propuesta de un Mundo Posible que se da en Venezuela-, no debe ser objeto de zozobra. Desde siempre estuvo Venezuela bajo amenaza; simplemente que antes de 83


la aparición del Comandante Hugo Chávez y ahora del Presidente Nicolás Maduro, una parte considerable de la población no se había percatado de ello. Y el trasfondo de dicha amenaza está teñido de la sustancia oscura y espesa que yace depositada en el subsuelo de nuestro territorio; y en la insubordinación de una clientela de varias decenas de millones de personas que ahora miran hacia otros proveedores distintos a las monolíticas corporaciones del Norte en ciencia y tecnología, vehículos, armamentos, satélites, alimentos y medicamentos entre otros productos. Energía y mercados, es lo que inquieta a los poderosos del Norte cuando su control omnímodo empieza a debilitarse tras relacionarse nuestros pueblos, en términos de geopolítica y de economía y comercio con China, Rusia, Brasil India y otras potencias emergentes. HUELE A PETRÓLEO Así, puede afirmarse con escaso margen de error, que la actual agresión contra nuestra Patria, huele

a petróleo y al afán imperial por mantener en América Latina y, especialmente en Venezuela, el modelo extractivista y monoproductor con cliente único; así como de consumo de bienes manufacturados por un proveedor también exclusivo: EEUU. De otra parte debe señalarse que si bien las élites que ejercen el poder político y económico de

el petróleo es vendido en los mercados a partir de un precio de sesenta o más dólares el barril, en tiempos de deterioro del precio -como ha ocurrido en este año 2015, con un barril entre cuarenta y cincuenta dólares-, deja de ser negocio, y demandaría una de dos salidas: que se produzca a pérdida; o que se desestime su explotación, que es lo

aquella gran potencia, si bien ha logrado avanzar en la tecnología de extracción de hidrocarburos a partir de la explotación del esquisto bituminoso, la inversión requerida para su aprovechamiento y rentabilidad sigue siendo costosísima. De este modo, si bien el esquisto ofrece beneficios cuando

que se ha dejado ver con el cierre de los últimos meses de varias operadoras del esquisto en EEUU. Por ello afirmamos que la amenaza a Venezuela, que procura concretar apoyos de distinto orden tanto dentro como fuera de EEUU, no persigue otro objetivo que obtener legitimidad para una agresión militar directa de aquella potencia, con el

84

claro propósito de tomar control de los yacimientos hidrocarburíferos de nuestro territorio. El decreto del Presidente Obama del 9 de marzo de este año, en contra de un país que defiende su soberanía y su derecho a que el pueblo desarrolle su democracia participativa y protagónica, no nos cabe duda, “huele a petróleo”. DEFENSA DE SOBERANÍA.- Esta definición integra el corazón de la respuesta que dan los pueblos a las amenazas de agresión y ataque armado por parte de enemigos poderosos, como se da contra nuestra patria desde los centros de poder estadounidense. Defensa de soberanía en la calle, en la movilización masiva permanente, en la jornada de opinión, en el conversatorio, en la organización de comunidades y sectores de la población por oficio, profesión o función convivencial. Estudiantil o gremial, entre otros. Resulta perentorio en este tiempo de amenazas contra la soberanía de nuestro país, llevar adelante, en distintos niveles de la vida nacional, una especie de “Si Vis Pacem Para Bellum” comunicacional: prepararnos para ganar la guerra, mostrando que, antes de que empiecen

las hostilidades con balas y bombardeos aéreos, nuestro pueblo y su Fuerza Armada Nacional Bolivariana, posee tal nivel de disposición para defender en todo terreno su identidad y las garantías que la Constitución consagra a favor del pueblo, que éste logra desde ya, hacer desistir al agresor de su intento de dar el siguiente paso, la materialización de un ataque armado. Pudiera decirse que, mientras hable la diplomacia y se amplíe la cobertura de alianzas y respaldos a la patria de Bolívar, y, mientras los medios de comunicación bolivarianos transmitan las voces e imágenes de multitudes marchando en repudio a cualquier agresión de distinto orden, todo estará 'bajo control' por parte del pueblo. Acostumbrémonos pues, mientras termina de afirmarse el Mundo Multicéntrico y Pluripolar, el “Mundo Posible por el cual 85

luchó en la Venezuela del Siglo XXI el Comandante Hugo Chávez Frías, a sobrellevar la existencia con la alegría de quienes construyen el futuro en medio de la acechanza, afirmados en la convicción de que se cultiva la paz y se siembra Felicidad Social. Ello justifica cualquier empeño en la defensa de la Revolución Bolivariana.


vneo zalzada Caha ma Caracas, 20 de Mayo de 2002 Señores Alféreces de la Segunda Promoción Batallón El Juncal Att. Alféres Mayor Jorge Luis Arcia Medina Efofac Fuerte Tiuna

Como Presidente de la Republica Bolivariana de Venezuela y Comandante en Jefe de la Fuerza Armada Nacional…, deseo enviar mi solidaria felicitación a todos y cada uno de los Alféreces de la Segunda Promoción Batallón El Juncal, con motivo de su próxima y merecida investidura de oficiales de la republica. Honrar honra y nobleza obligada. Reciba el curso Militar del Alma mater de la Guardia Nacional un esperanzador abrazo fraternal extensivo a familiares y amigos, así como las más cálidas expresiones de gratitud por el mensaje unionista que desprende su generosidad al nombrarme integrante ad honórem en calidad de Padrino de la Promoción. Educador del patriotismo…, debo aceptar el designio con el que me enaltece el curso militar de ese Instituto… y coadyuvar en una moralizadora orientación profesional que permita a cada quien el cumplimiento de su Misión. Estoy persuadido que estas cosas sencillas que brotan espontáneamente del alma del cadete, unidas a otras igualmente simple, son las que alimentan la verdadera fortaleza…, enaltecen el sentimiento nacionalista, la mística, y el espíritu de sacrificio…, son esas fuerzas espirituales las que potencian y subliman el “poder relativo de combate” de nuestras unidades en las horas criticas de la defensa de la Patria…, son esas fuerzas

espirituales las que asombran y aterran a quienes pretenden hollar las túnicas de nuestro patriotismo y amenazan nuestra democracia bolivariana… Caballeros Alféreces de la Guardia Nacional de Venezuela: Intuyo que la sombra del Libertador… y al calor de una labor educativa de largo aliento que encauce el Estado de justicia que piden a gritos nuestros Pueblos, conquistaremos nuestros más caros objetivos. En tal sentido, espiritualizando la vida y vitalizando el espíritu, alcanzaremos el ideal educativo de Bolívar: “Fundir la masa del pueblo en todo, la composición del gobierno en todo, la legislación en un todo, la legislación en un todo, y el espíritu nacional en un todo. ¡Unidad!, ¡Unidad!, ¡debe ser nuestra divisa!.”. No son simples palabras: forjar el alma, vida y corazón del hombre supone predicación con el ejemplo, empezando con la del gobernante, que debe ser virtuoso… Jefe de Estado y de Gobierno, debo insistir… y a los fines de la conducción de la Nación, que el binomio Moral y Luces auspiciado por Bolívar es el que catequiza en secreto la verdadera religión del corazón. El conocimiento de esa incontrovertible verdad nos obliga a ser maestros, a ser fieles a los nobles ideales, a trabajar desinteresadamente por la Institución y ello traduce cumplir y hacer cumplir el postulado educativo de Bolívar: “El progreso de las luces es el que ensancha el progreso de la práctica, y la rectitud de espíritu es la que ensancha el progreso de las luces (…) La educación popular debe ser el cuidado primogénito del amor paternal del Congreso: Moral y Luces son los polos de la República. Moral y Luces son nuestras primeras necesidades (…) Renovamos en el mundo la idea de un pueblo que no se contenta con ser libre y fuerte, sino que quiere ser virtuoso”. El poder del ciudadano inmerso en nuestra Constitución de 1819 y fundamento para la formación ciudadana: el Poder Moral inventado por Bolivar en su Proyecto de Angostura es una creación transcendental; una inmaculada inspiración cristiana…, señal de su profética visión colectiva…, expresión de su poderosa voluntad y del


espíritu superior que palpitaba en él… La rectitud de espíritu con la que él nos alienta, es Ley de Cristo que permite volar por entre próximas edades…, volar como las águilas a la cima de nuevos y resplandecientes Chimborazos…, volar para conseguir caminos a la Vida y decir la Verdad a los hombres. Caballeros Cadetes del Curso Efofac: El Poder del Espíritu se hizo presente en la conciencia igualitarista del libertador, quien lo evidenció desde el Orinoco hasta el Potosí con sublime desprendimiento y con incomparable grandeza del alma… Fue Dios, el Dios de los Ejércitos, quien hizo dar a Bolívar y a sus seguidores el mayor paso hacia la grandeza…, porque la mente el corazón y el alma de quienes siguen al libertador palpitan al sagrado ritmo de la religión cristiana. Podríamos inferir de la palabra de Bolívar una incontrovertible verdad: el sacrificio es inherente, en términos de rectitud de espíritu, al ejercicio del verdadero liderazgo. Lo dijo Bolívar en su Última proclama y lo dice y lo dirá siempre Jesús de Nazareth en el sermón de sus eternas montañas: Segunda Promoción de oficiales Batalla El Juncal. No podríamos concebir racionalmente objetivos nacionales y menos entrever los de interés continental, sin tener aquella solvencia moral e intelectual que proporciona conocer y observar el pensamiento, palabra y obra de Bolívar: la historia de Bolívar es historia de América; es la historia militar de un proyecto político de largo aliento, cuya realización requiere liderazgo forjado al calor de las virtudes esenciales: conquista, disciplina, fortaleza, justicia, lealtad, pundonor… Y sólo mediante la educación podremos fomentar la moralidad y el honor requeridos para defender la Patria: Defendamos la Patria sagrada A la sombra del Libertador Conservemos la Guardia Inviolada En la mano la cruz de la espada Y en el pecho la Cruz del Honor

Futuros Oficiales de la República: Unidos y virtuosos seremos invencibles. Ante la Sagrada Majestad del Dios de los Ejércitos reciban ustedes y a nombre de la Patria a la que tengo el altísimo honor de dirigir, los más cálidos y fervientes votos por la felicidad de la Guardia Nacional de Venezuela. Bolivarianamente, HUGO RAFAEL CHAVEZ FRÍAS



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